INSEGURIDADES
La semana siguiente, a Hermione le tocaba hacer su exposición al ministerio, sobre la nueva ley de los derechos para los centauros.
Se había preparado el auditorio en el wizengamot para la ponencia y todo el ministerio se encontraba presente, incluyendo a Ethan Smith, ex novio de Hermione.
Los aurores se encontraban haciendo guardia en las puertas, por dentro y por fuera. Harry y Ron, Jefe y subjefe de aurores, estaban haciendo la guardia en la parte de adentro, en la puerta frente a Hermione.
La ojimiel fue recibida por un caluroso saludo del maestro de ceremonia del evento, la palabra se le fue dada y ella empezó su exposición.
La elocuencia al hablar cautivó inmediatamente a todos, algo que solo Hermione había logrado hacer, demostrando tanto su inteligencia como su diversidad de palabra.
Mientras la castaña hablaba, Harry, aún estando en la posición de guardia con sus manos detrás de su espalda, la contemplaba sin poder evitar sonreír por el orgullo que sentía por todo lo que su mejor amiga había logrado. Era una mujer increíble. Estaba orgulloso, feliz y completamente enamorado de ella, sus ojos no perdían nada de lo que la castaña hacia, era casi hipnótico.
— Estos seres, son tan capaces intelectualmente como cualquiera de nosotros, merecen los mismos derechos que nos protegen — Estaba muy concentrada en lo que hacía, pero no pudo evitar dar una fugaz mirada hacia donde se encontraba Harry en la puerta. Se había detenido un poco al momento en el que un pensamiento la asalto.
''¡Por Merlín! ¡se ve tan apuesto, tan sexy con su uniforme y como guarda espaldas!''pensó la castaña, que al instante sacudió levemente su cabeza y volvió a su presentación, sin que nadie notara que se había distraído. Él único en notarlo fue él, que en ese momento tuvo que ponerse completamente serio y apartar su mirada para no distraerla, su cuerpo dio dos pasos atrás mientras daba un repaso visual de la sala.
Al terminar su exposición bajó del estrado con una sonrisa imborrable en su rostro, el éxito en su exposición fue abrasador.
Mientras era invadida por interminables aplausos la vieron dirigirse hacia las puertas, donde un Harry Potter, muy contento caminaba también hacia ella y extendió sus brazos para envolverla y felicitarla.
Se despegaron del abrazo y Harry sujetó el rostro de ella con sus manos...
— Estoy muy orgulloso de ti — le dijo él ojiverde sonriente.
—Gracias...— exclamó Hermione con voz quebrada por la emoción.
El azabache sin poder resistirse depositó un beso en sus labios, y un jadeo colectivo se escuchó de todas las mujeres presentes en el auditorio, que claramente idolatraban al elegido.
Era bien sabido que Harry había rechazado a todas y cada una de las mujeres que se le habían acercado por estar interesadas en él, e incluso había rechazado a una veela, esa mujer por la que todos o la mayoría de los hombres, por que había sus excepciones, en el ministerio andaban babeando.
Hubo miles de miradas que ardían en celos, asi como también hubo pensamientos molestos en todas ellas, y los aplausos cesaron ante la escena, sin embargo la pareja sumida en su mundo se mantuvo ajena a las reacciones.
El beso tampoco pasó desapercibido por Smith, quien solo emitió un gruñido, puso sus ojos en blanco y salió del auditorio, con evidente molestia.
Harry rompió el beso sin separarse de su rostro, sonriendo contra los labios de Hermione y emitió un jadeo de placer que solo ella escuchó.
Mientras detrás de ellos se encontraba Ronald, un poco sonrojado, pero con una sonrisa enorme en su rostro ya que por fin sus dos mejores amigos habían decidido hacer su relación oficial y pública, aún sabiendo todo lo que se les venía encima por esto.
Sabían que se amaban y eso era lo más importante para ellos.
...
Al día siguiente, Hermione notó que en la ventana de su cocina mientras desayunaba, se había posado el búho del profeta, así que abrió la ventana, quitó el periódico de la pata del animal y depositó su galeón en el pequeño bolsillo que llevaba colgando.
La sorpresa que se llevó la castaña al ver la primera plana del periódico, pues estaba en ella una enorme foto donde Harry Potter, le estaba plantando un beso en los labios.
HARRY POTTER
¿EL MAGO MAS FAMOSO Y LA INSUFRIBLE SABELOTODO?
Después de escuchar el día de ayer, una inapropiada propuesta de leypara los derechos de los centauros, expuesta por Hermione Granger, observamos que al bajar del estrado uno de los aurores que estaban haciendo vigilancia en las puertas de adentro del Wizengamot, más específicamente, el jefe del departamento de aurores, Harry Potter, ya conocido en todo el mundo mágico como el mago que derrotó al señor tenebroso ó el niño que vivió, se dirigió hacia ella para envolverla en un abrazo y luego plantarle un beso en los labios.
Ya habíamos tenido una pequeña sospecha, acerca de lo que podía pasar entre estos dos, cuando en el año del torneo de los tres magos, los encontramos bastante cariñositos.
¿Será que después de tanto tiempo siendo ''amigos'', Potter haya encontrado el amor en su mejor amiga, la insufrible sabelotodo nacida de muggles?
Se nos han estado acercando varias brujas trabajadoras y alumnas de Potter y Weasley, de la academia de aurores del ministerio, para quejarse de lo que parece ser un amorío de Potter, pues teniendo a tantas hermosas brujas a su alrededor, ha escogido a su amiga que no es exactamente una belleza, así que tiene que ser algo pasajero y sin importancia, declaran algunas señoritas. Incluso se nos ha acercado una señorita veela, mencionando que el Sr. Potter, también la rechazó a ella declarando que Hermione Granger, es su novia. Esta última declaración nos hace pensar acerca del amorío, ya que sabemos que cuando un hombre está atrapado en el amor, los encantos de una belleza de veela, no hacen efecto en él.
Muchas de estas señoritas, indignadas acusan a Granger de haberle dado amortentia, por que ¿Cómo puede Harry Potter, fijarse en ella teniendo tantas mujeres bonitas a su alrededor?
¿Será esto cierto? Teniendo este apuesto mago a tantas hermosas brujas detrás de él, ¿habrá elegido a Hermione Granger?
Seguiremos informando.
Rita skeeter.
Sin poderlo creer, arrugó el periódico con sus dos manos, estando furiosa.
Él que conocía a Hermione, sabía que era una bruja fuerte, dedicada y que cuando se proponía algo lo conseguía, así como también una bruja muy estricta y apegada a las reglas. '' ¿Cómo pueden pensar que ella le daría amortentia a Harry?, sabiendo que ella diría que eso es incorrecto, además de que no se atrevería a hacer algo así y menos con Harry''.
''Si, ella era una bruja fuerte y aguantaba muchas cosas, contando que en Hogwarts, muchas veces no le ponía mente a lo que hablaban de su apariencia y había pasado luchando por varios años para que sus amigos, especialmente Harry, la viera como una niña, pero también tenía un límite, y ese artículo del profeta lo había traspasado''.
Todas sus inseguridades volvieron a salir a flote y se derrumbó.
''¿Cómo podía Harry haberse fijado en ella?. Su cabello era un relajo, no era tan femenina como otras mujeres, solo cuando tenía que vestir su falda de uniforme para ir a trabajar y le tocaba buscar una forma de medio domar su cabello también y cuando le tocaba salir, se arreglaba y maquillaba por gusto propio, pero por lo demás, no era muy femenina y tampoco deportista con un escultural cuerpo, que a Harry podría gustarle''.
''Tenían razón, ella no era ninguna belleza en comparación con la hermosa veela que había besado a Harry anteriormente, ó en comparación con cualquier otra chica normal''.
Se sentía terrible, se había deslizado en el piso de su cocina sosteniendo sus piernas abrazadas con sus brazos, mientras sollozaba y había decidido no asistir al trabajo ese día, ya que no quería ser vista en esas condiciones.
Ron era otro que ya había leído el profeta y estaba furioso. Tomó el periódico, lo enrolló y salió furioso de la madriguera hacia el ministerio.
Harry llegó al ministerio recibiendo todas las miradas encima de él, cosa a la que ya estaba acostumbrado, pero por supuesto odiaba. Confundido sin saber que pasaba, pues no había leído el profeta, se dirigió a su oficina donde al abrir la puerta, su mejor amigo pelirrojo lo estaba esperando y con una mirada en su rostro que no mostraba nada bueno.
— Ron, ¿Qué ocurre? ¿Qué haces aquí? Y ¿Por qué afuera todos me miran más extraño de lo que se supone es normal? — preguntó el azabache, aún confundido.
El pelirrojo dándose cuenta de que Harry no había leído el diario, lo tiró encima del escritorio de manera que este se extendió cuando Harry estaba por sentarse en su silla.
Al ver la portada, el titular y leer el artículo, la expresión del ojieverde fue cambiando hasta que se puso furioso.
— ¿Hablaste con Hermione? ¿Dónde está ella? — preguntó el azabache, desesperado caminando hacia la puerta para ir a buscarla a su oficina, seguido de su mejor amigo.
Llegaron al despacho de la castaña, pero para sorpresa de ambos, por que siempre llegaba temprano, ella no estaba allí, cosa que preocupó a ambos amigos.
Los dos sabían que Hermione, era una mujer fuerte y que no se dejaba aplastar por las cosas que decían de ella, pero también sabían que tenía sus límites y hablar así de ella en el diario del mundo mágico, era algo bastante cruel.
— Iré a su casa — declaró decidido el azabache, mientras el pelirrojo asentía estando de acuerdo.
— Me informas como está — le dijo Ron, pues se imaginaba que su amiga, no estaba en las mejores condiciones.
El pelinegro se dio la vuelta y salió furioso del ministerio, evitando todas las miradas que tenía encima, pues en este momento Hermione podría estar llorando y eso le dolía más. Las miradas no le importaban tanto como el bienestar de su mejor amiga y novia.
Minutos después, apareció afuera del apartamento de la castaña y caminó hacia la puerta, tocó y esperó metiendo sus manos en los bolsillos del pantalón.
Cuando Hermione abrió la puerta se quedó un poco sorprendida y boquiabierta, además de la pena que sintió cuando Harry la vio aún en pijama con su pelo más alborotado y sus ojos inyectados en sangre de tanto llorar. Aunque no era la primera vez que Harry la veía en condiciones similares, la razón de esta vez si la hacía sentir pena con él.
Cuando su amiga abrió la puerta, su corazón se le vino abajo, verla llorar no le gustaba en lo absoluto.
— Vete por favor, Harry — pidió sollozando la castaña, mientras se daba media vuelta y caminaba hacia la cocina.
— No. No me iré hasta que me escuches — dijo Harry con firmeza, entrando en la casa y cerrando la puerta detrás de él.
Ella se volteó y comenzó a hablar y a llorar. Harry decidió dejarla terminar de hablar, mientras volvía a meter sus manos en sus bolsillos y pacientemente esperaba.
— Harry, tienen razón. Yo no soy una belleza, mira mi pelo, no soy muy femenina, tampoco tengo un cuerpo escultural por el que cualquier hombre, especialmente tú ... — decía ella, mientras avergonzada bajaba su rostro — No soy una chica en la que tú te fijarías, te lo mencioné antes — terminó ella, aún sollozando.
— Eres el hombre más codiciado del mundo mágico, el soltero más elegible, ¿Por qué te conformarías conmigo, tu mejor amiga sabelotodo? — decía ella entre sollozos.
— ¿Terminaste? — preguntó el ojiverde, levantando un poco su mirada para clavarla en los ojos miel de su novia, sin sacar las manos de sus bolsillos, mientras la miraba asentir lentamente y encoger sus hombros.
''Se miraba tan imponente y sexy de pie frente a mi y con sus manos en los bolsillos y con esa intensa mirada verde'',pensó la castaña, mientras él comenzaba a hablar.
— Bien. Ahora es mi turno de hablar y escúchame bien, no me interrumpas — pidió Harry, con seriedad y firmeza. Se encontraba un poco molesto por las últimas palabras de Hermione.
— Te amo a ti y te diré por que. Eres la única mujer que sabe que odio mi fama y sabe por que, eres la única a la que no le importa mi fama y en vez de ser una loca que me persigue por eso, me has perseguido para cuidarme de los riesgos de mi fama, por que no soportas la idea de que por mi impulsividad, me ponga en peligro. Eres la única que se ha quedado a mi lado, la única que nunca me abandonó cuando todos me dieron la espalda, eres la única que ha creído en mi, incluso cuando ni yo mismo creía en mi, eres la única que ha sabido ponerme los pies sobre la tierra. Eres la única, que a pesar de ser estricta con las reglas, las ha quebrado por seguirme a mi, eres la única que se ha desvelado investigando para ayudarme cuando estoy en peligro, eres la única que a pesar de estar en peligro se ha quedado a mi lado, incluso cuando me he negado a ello. Eres la única que sé que daría su vida por mi, cosa con la que sabes que no estoy de acuerdo, pero aún así lo harías. Fuiste desde el principio la primera en demostrarme afecto y preocuparse por mi y sigues siendo la primera en ello. Además, ¿Quién es siempre la que me dice que ignore a Rita Skeeter, por escribir basura? — decía Harry, enumerando todas las cosas que amaba de ella, cuando vio que Hermione intentó decir algo.
— No Hermione, no he terminado. Sin interrupciones ¿Recuerdas? — la silenció mientras continuaba con sus argumentos.
— No solo por esas cosas. Eres una mujer que no se deja pisotear por los demás, eres una mujer segura de sí misma, eres una mujer que lucha y logra lo que se propone y estoy seguro de que un día cumplirás tu sueño y serás ministra de magia. Y con respecto a tu físico, Hermione, eres hermosa y sexy, no tienes nada de que avergonzarte, ni nada que envidiarle a todas las otras mujeres, pues eres una mujer inteligente, que usa su cerebro para el bien y para luchar contra la injusticia y eso te hace aún más atractiva. Y no me importa que no juegues quidditch ó que no te guste, por que sin importar eso, no recuerdo un solo partido que haya tenido que jugar, en el que tú no hayas estado entre el público apoyándome a mi. Te has leído los libros sobre el quidditch por mi. Yo fui el idiota más grande al no haberme dado cuenta de la maravillosa mujer que siempre tuve a mi lado, una mujer que me amó y aguantó tanto dolor, solo por verme feliz y que aún a estas alturas me sigue amando. — Harry había dicho esto y se había acercado a ella lentamente, hasta tomar el rostro de su amiga con sus manos — Eres única e increíble, te amo por eso, por todo lo que haces por mi, por todo lo que eres, por dentro y por fuera — aclaró el ojiverde, viendo nuevamente atravesar el brillo en los ojos de Hermione y la besó en los labios.
La castaña se había quedado sin aliento al sentir los labios de Harry sobre los de ella. Correspondió el beso apoyando sus brazos en el pecho del ojiverde, mientras él ahora la tomaba por la cintura. Fue un beso bastante posesivo e intenso, por lo que un momento después tuvieron que romper el beso para respirar.
— Harry... — suspiró Hermione sin aliento y con una hermosa sonrisa dibujándose en su rostro. Esto hizo que el chico también sonriera y limpiara un par de lágrimas de la castaña con sus dedos.
— No me gusta verte llorar — le dijo Harry, dándole un beso corto en los labios — quiero que subas a tomar un baño y te alistes para irnos al ministerio, por que no me iré sin ti — declaró él con firmeza.
Minutos después la castaña estaba lista, bajó las escaleras y tomó la mano de Harry, para juntos salir de la casa y aparecer en el ministerio.
Entraron al ministerio tomados de la mano y notándose felices, mientras todas las miradas se centraban en ellos por el artículo de esa mañana, pero parecía no importarles mucho ahora. Se dirigieron hacia el despacho de Hermione. Harry se despidió con un pequeño beso y dejó a la castaña en su oficina, mientras caminaba hacia afuera con su próximo destino en mente.
''Oficinas del diario el profeta''
Lo escucharían y conocerían la furia de Harry Potter, por haber lastimado a Hermione. Ya sabrían de lo que era capaz por defender a su mejor amiga.
Había llegado con pasos firmes y claramente furioso a las oficinas del profeta, hubo gente que lo saludaba pero ignoró a todos, sus ojos chispeaban de enojo, sus manos empuñadas y su rostro exaltado hizo que varias personas se hicieran a un lado.
Entró directamente en donde se encontraba el despacho de Rita Skeeter, bloqueando la puerta y silenciando la oficina.
— Muffliato — murmuró Harry, estando de espaldas a la puerta y colocando su varita sobre su hombro izquierdo.
Al verlo, la mujer se levantó sorprendida y le dedicó una mirada de incredulidad, con una postura bastante ''provocativa'' y engreída.
— ¿A qué vienes Potter? — preguntó ella con desprecio.
Harry se había apoyado en una mesa que tenía a sus espaldas, tratando de controlar su ira, mientras su rostro parecía contorsionarse mas.
— ¡¿A que vengo?! ¡Bien lo sabe! — espetó Harry.
— Puedo tener una leve idea, sin embargo solo puedo decirte que fui muy profesional al escribir sobre... bueno tu sabes... ¿No? — dijo con una sonrisa burlona y coqueta la periodista.
— ¡Que poco profesional es usted! ¡Creyendo y escribiendo cosas que le dicen un montón de fanáticas locas! Todo por la fama de Harry Potter, ¿No? — le dijo el ojiverde, con un tono que no ocultaba para nada su enfado.
Rita intentó protestar y decir algo, pero Harry la interrumpió, con un sonoro golpe en su escritorio.
— ¡Si vuelve a publicar un artículo en el que lastime a Hermione! ¡Va a lamentarlo! Pues le recuerdo que ella y yo tenemos pruebas de que usted es un animago ilegal. Así que vengo a exigirle que publique un artículo, pidiendo una disculpa a mi mejor amiga y también mi novia... — Dijo el chico, bastante enojado y apretando sus dientes, sin poder contener la furia que logró escapar de él, pues de su varita salió una luz azul que impactó contra un cuadro en la pared detrás de Rita, era una foto de ella.
El cuadro explotó haciendo que volaran pedazos de vidrio, lo cual asusto a la periodista, que al voltear a ver los trozos de papel y madera que quedaban emitió un jadeo. Harry sin inmutarse la miró fijamente.
— ¡Queda advertida! ¡A no ser que quiera que haga público su secreto y la mande a Azkaban, por el uso ilegal de la magia! — había gritado el azabache, perdiendo finalmente los estribos y con sus ojos llenos de ira.
La mujer reportera, asustada al ver como las cosas en su oficina, empezaron a vibrar y algunas otras a explotar, no le quedó más que aceptar, su cabeza tan solo asintió ante la mirada aterradora que el auror le estaba dando.
— Si vuelvo a ver a Hermione sentirse mal o derramar una sola lágrima por culpa del profeta, de usted en específico, me va a conocer y no seré tan tolerante como en este momento — declaró, logrando contener un poco su furia haciendo un poco de respiraciones cortas para controlarse.
Luego de unos segundos más, Harry hecho un torbellino salió de la oficina de Skeeter, dejándola también muy molesta y asustada por su ataque de ira.
Regresando al ministerio, se encontró con Ronald antes de entrar a su oficina.
— Hermione está bien. Está ahora más tranquila, la he traído a trabajar y he ido a ocuparme de Rita Skeeter — dijo Harry, terminando con un tono molesto en su voz.
— ¡¿Qué hiciste que?! — preguntó el pelirrojo sorprendido e incrédulo.
— Lo que escuchaste. Mañana saldrá un artículo del profeta con sus disculpas o revelaré su pequeño secreto de animaga — terminó Harry.
— Eres capaz de todo por Hermione, ¿Eh? — dijo Ron, con un tono divertido
— Recuerda lo que ella hizo por mi. En cuarto año la atrapó e hizo que publicara mi versión sobre el regreso de Voldemort. Y bueno, no solamente eso, si nos ponemos a enumerar todo lo que ha hecho por mi, ¿No es así? — le recordó el azabache al pelirrojo.
— Cierto. Se merece esas disculpas y más — dijo Ron, estando de acuerdo con su mejor amigo.
...
Varias semanas después, Harry y Hermione caminaban juntos por el pasillo general del ministerio, hacia un ascensor. Mientras iban platicando salió a colación cuando Hermione estuvo celosa de la veela aprendiz de auror de Harry.
— Ni me lo recuerdes, Harry — dijo la castaña apretando sus dientes — a parte de que es una chiquilla todavía, ¿Qué se cree? No tiene mucho de que presumir, a parte de ser veela. Se nota que se ha hecho unos cuantos arreglos en su cara y ni hablar de su cuerpo. Se nota que se pinta el cabello y ya debería darse su retocada, por que se le ve su cabello blanco. — terminó furiosa Hermione, mientras Harry solo la miraba y sonreía, negando y bajando la cabeza, con sus manos en los bolsillos de su pantalón y apoyado de espaldas contra la pared del elevador.
— ¿De que te ríes? — preguntó la ojimiel algo molesta.
— Hermione, Hermione...tú hablando mal de una chica, de una alumna, ¿Ya terminaste de hablar mal de Amelie? — preguntó Harry, aún con una sonrisa dibujada en el rostro — me río de que la recuerdes y sigas poniéndote celosa, cuando no deberías de estarlo — le aclaró él, sacando sus manos de los bolsillos, acercándose a ella y tomando su rostro para besarla y sacarle un suspiro al juntar sus labios.
Fue un beso profundo y estaban tan en su mundo, que no se percataron que el ascensor había abierto las rejas, hasta que alguien carraspeó para que se despegaran y poder entrar al ascensor. Al separarse y darse cuenta de que era Amelie, a quien Hermione había estado acabando, los dos se sonrojaron y Hermione solo por complacerse a si misma y poner furiosa a la chica que ahora estaba dentro del ascensor, jaló a Harry de su chaqueta de auror y volvió a besarlo con ímpetu antes de abandonar el ascensor, tomándolo de la mano y jalándolo con ella.
— Ahora dime, ¿Cómo te sentiste cuando Viktor o Bertram quisieron intentar algo conmigo? — preguntó Hermione, viendo a Harry tensarse y apretar sus dientes al escuchar el nombre del jugador búlgaro y del auror alemán — tú tampoco tienes por que ponerte celoso — aclaró ella
— ¡Bien! ¡tienes tu punto! — dijo el ojiverde — Pero no me interesan todas las brujas que están detrás de mi y no entiendo porque me molestan tanto.
— ¿Si sabes que hay otra razón además de tu fama por la que las mujeres te persiguen? ¿No es así? — preguntó Hermione ante la inocencia de su mejor amigo en cuanto a su atractivo físico.
— ¿Hay más? — preguntó el hombre de ojos verdes confundido, con un gesto de incredulidad.
— Eres guapo — respondió la castaña, sonriendo y rodando sus ojos.
— Gracias ... — respondió el azabache tímidamente.
— ¡Honestamente! No, no lo has entendido. — prosiguió Hermione — ¡Eres realmente guapo! — aclaró la chica con entusiasmo, haciendo sonrojar al azabache.
— Y te recuerdo que además de esto, eres educado, amable, atractivo — siguió ella, sin darse cuenta que repetía acerca de su atractivo físico — y después de la guerra, has ganado más conocimiento y experiencia, ahora eres un muy buen auror, eso te hace muy buen partido para cualquier chica y aunque todas te persiguen por tu fama, el que seas tan apuesto es un punto a favor y aunque sé que nada de eso te importa de verdad, te recuerdo que aunque ya no estés soltero — continuó Hermione, haciendo énfasis en lo último — sigues siendo el hombre más elegible en el mundo mágico. — aclaró Hermione con su tono de sabelotodo, dedicándole a Harry una dulce sonrisa al final.
Hermione le había hecho recordar a Harry, un artículo de corazón de bruja que habían escrito sobre como él era el mago más elegible, tanto para las mujeres, como para los hombres, lo cual lo hizo sentir algo incómodo y luego recordó aquella fiesta de navidad en el ministerio en el que tuvo que escaparse de varias chicas que habían intentado besarlo conjurando muérdago encima de ellos.
Flash Back
Harry caminó hacia su despacho luego de dar los buenos días, cuando su secretaria lo llamó para entregarle una revista que estaba abierta en una determinada página, pero lo que capturó su atención fue el rostro bastante sonrojado de su secretaria al entregarle la revista y mirarla a la cara confundido.
Tomó la revista en sus manos y la cerró para ver la portada, dándose cuenta que se trataba de corazón de bruja,una popular revista para brujas creada por Tobias Misslethorpe que incluía artículos, encuestas, columnas de consejo y recetas. También contenía una gran cantidad de noticias sobre famosos y jugadores de quidditch.
— Hay algo sobre usted en la página que estaba abierta — dijo la secretaria con un tono apenado— pensé que le gustaría saberlo — expresó ella bajando su rostro.
Harry volvió a la página que le había mostrado la mujer y con una expresión de incredulidad, caminó y entró en su oficina mientras leía el no disimulado título que encabezaba el artículo:
''¿HARRY POTTER EL HOMBRE MÁS DESEABLE DEL MUNDO MÁGICO?''
El auror caminó y rodeó su escritorio para sentarse en su silla y continuar leyendo el artículo que tenía en sus manos.
''Y aquí estamos, años después de la derrota del señor oscuro, cumpliendo la promesa que hicimos de escribir el artículo sobre su vencedor. El elegido. El famoso Harry Potter, quien desde que en su cuarto año se enfrentó al torneo de los tres magos, ha ganado la admiración de muchas mujeres.
Hoy les hemos venido a confirmar que el señor Potter, según una gran cantidad de brujas que se nos han acercado, sigue siendo el hombre más guapo, elegible y deseable para todas las brujas e incluso algunos magos en nuestro mágico mundo.''
Al llegar a esta parte y leer sobre que era deseable también para los magos, Harry se sintió un poco incómodo.
''Muchas brujas que fueron compañeras de este apuesto mago en Hogwarts, nos han hablado de que a medida que el señor Potter crecía y jugaba al quidditch como un profesional, estaba adquiriendo el cuerpo musculoso por el que toda mujer se babearía.''
''Ahora, cabe destacar que Potter adquirió experiencialuego de la guerra y luego se convirtió en el auror más letal y destacado, obteniendo así un cuerpo escultural que juega a la perfección con esos hermosos ojos verdes, por el que las mujeres siguen cayendo enamoradas.''
Cuando llegó a esta parte, Harry decidió no seguir leyendo, pues había tenido suficiente, además de que con el último párrafo había llegado a la conclusión de que le resultaba atractivo a Rita Skeeter, lo cual lo hizo reaccionar con una mueca de asco, al recordar que la detestable periodista le había coqueteadomuchas veces y sin pena alguna.
Fin del flash back .
Recordó incluso el día de la fiesta en el ministerio, también hubo varias mujeres que lo habían intentado sacar a bailar, o incluso besar y habían sido rechazadas por él de la manera más amablemente posible que pudo, haciéndoles saber que no bailaba y huyendo de las que conjuraban el muérdago, hasta que acabaron con su paciencia. La única mujer con la que había bailado por voluntad propia era Hermione, en la tienda de campaña cuando buscaban horrocruxes y realmente era la única mujer con la que bailaría si ella se lo pidiera.
Flash Back
Harry estaba junto al bar que habían colocado, sentado en uno de los taburetes, tomando un vaso de whisky de fuego, después de haber huido de cuatro mujeres que habían conjurado muérdago para besarlo, cuando vio a otra hermosa mujer acercarse a él. Era la joven secretaria de Kingsley, quien parecía tener una obsesión con él, pues según el ministro le brillaban los ojos cada vez que lo veía pasar o se le mencionaba. Solo esperaba que no fuera otra de las que intentara conjurar el muérdago. Ya había tenido suficiente de mujeres locas intentando besarlo.
No le puso mucha atención, pues pensó que se dirigía al bar para pedir una bebida, hasta que se dio cuenta de que caminaba directo hacia él.
— ¡Potter! Ven a bailar — se acercó a él coquetamente, con una sonrisa pícara en sus labios, tomando el vaso que sostenía él en sus manos y poniéndolo en la barra.
— No, gracias. Yo no bailo. — dijo él de manera un poco irritante, tratando de alejar su mano de la mujer que lo quería llevar a la pista. Estaba comenzando a molestarse.
— ¡Oh, Vamos! Será divertido — insistió la mujer tratando de tomar nuevamente la mano de Harry, que una vez más la apartó de ella.
Al segundo intento de la mujer por sacarlo a bailar, Harry ya estaba harto, pues había huido de otras mujeres bajo el muérdago y otras más queriendo llevarlo a bailar. Con esta última su paciencia se agotó.
— ¡Maldita sea! ¡Te he dicho...! — había empezado a exclamar Harry perdiendo la paciencia, cuandovio a su mejor amiga acercarse él, justo en el momento en el que necesitaba ser rescatado.
Hermione había visto su cara de molestia y podía decir que Harry estaba a punto de gritarle a la mujer frente a él, por lo que decidió que tenía que hacer algo para sacar a Harry de ahí.
— ¡Hermione! ¡Te he prometido un baile! — improvisó Harry para alejarse de la mujer, quien empezó a protestar, pero no pudo terminar por que Hermione había extendido su mano y Harry la tomó sin dudar en seguirla hacia la pista.
Cuando Harry se dio cuenta, la mujer atrás de ellos que se encontraba junto al bar, no se miraba muy feliz y parecía estar maldiciendo a Hermione, pues le había dicho a ella que no bailaba y ahora se dirigía a bailar con su mejor amiga.
—Gracias, Mione ...— dijo Harry caminando aún sobre la pista y de la mano con la castaña.
— No hay de que, pude notar que estabas molesto y no iba a dejarte ahí — declaró Hermione, recibiendo una sonrisa de Harry.
— Oye — continuó el azabache — te ves hermosa — confesó Harry, haciendo a Hermione sonrojarse.
El auror de ojos verdes notó que su mejor amiga se había ruborizado, pero asumió que era el hecho de que le apenaban los cumplidos, pues siempre se sonrojaba cada vez que alguien le daba un halago.
— Gracias, Harry — respondió la castaña a su halago — tu también estas muy apuesto, no me extraña haber visto a varias mujeres conjurar un muérdago para besarte — bromeó Hermione con una leve sonrisa.
— Ni me lo recuerdes. He tenido suficiente por hoy — declaró el auror de ojos verdes. — ¿Qué me dices de ti? He visto que Ethan Smith no te quita los ojos de encima y para ser sincero, no puedo culparlo.
— Oh, ha estado insistiendo en invitarme a salir. Tal vez lo haga — declaró la castaña, recibiendo una advertencia de Harry.
— Solo cuídate. No me gustaría verte lastimada o lo mataré — aseguró Harry con tono serio.
Hermione vio en el rostro de Harry que hablaba en serio. El siempre había sido bastante sobreprotector con ella. De hecho, él y Ron en algunas ocasiones, tomaban un papel de guardaespaldas con ella.
Ante la declaración de Harry, la castaña asintió levemente, soltó un suspiro y continuó conversando con su mejor amigo.
— ¿Y tú que? Tienes tantas mujeres detrás de ti, algún día tendrás que encontrar una para compartir tu vida — dijo Hermione, poniendo una mano sobre el hombro de Harry, mientras seguían balanceándose al ritmo de la música.
— Hasta que encuentre a una que no esté interesada en mi fama y mi dinero, creo que estaré bien soltero — aclaró el auror, tomando la cintura de Hermione con suavidad y la otra mano libre de ella.
— Oh, Harry. — susurró la castaña y sonrió levemente— Mereces toda la felicidad del mundo. Mereces a alguien que te ame tal y como eres, por ser Harry, pero alguien quien acepte todo el paquete y con quien puedas formar la familia que tanto deseas.
— Mione... prométemeque incluso si algún día llego a casarme, seguirás siendo parte de mi vida— pidió Harry mirando a su mejor amiga a los ojos y soltando un suspiro.
— Harry, nunca te dejaré, siempre estaré para ti. No te será tan fácil deshacerte de mi.— aseguró Hermione, abrazando a Harry completamente y recibiendo de vuelta el abrazo, con un beso en su cabeza.
Hermione apoyó su cabeza sobre el pecho de Harry y se quedaron balanceándose suavemente al ritmo de la música. Ella pensaba en su conversación y en lo mucho que deseaba ser ella la que llegara a formar una familia con Harry. Había sentido su corazón acelerarse cuando le confesó que se veía hermosa y que no culpaba a Ethan por no quitarle los ojos de encima, pero ella tenía bastante claro, que su mejor amigo de ojos verdes, solo la veía como su mejor amiga.
Más tarde esa misma noche, Harry se encontraba en una mesa conversando con Ron.
— Entonces amigo, ¿A cuántas mujeres besaste hoy? — preguntó el pelirrojo un poco burlesco, haciendo que Harry rodara sus ojos.
— ¿En serio? — preguntó Harry incrédulo — Estoy harto, tuve que huir de cuatro que conjuraron muérdago para besarme y luego de las que me querían para bailar— explicó el azabache irritado.
— ¿Cuántos no desearían ser tú en este momento? —dijo el pelirrojo con una sonrisa irónica.
— Las mujeres me persiguen y estoy cansado, por que lo peor del caso es que solo me quieren por mi fama y mi dinero — contestó Harry, apoyando su espalda en la silla y cruzando sus brazos sobre su pecho.
— ¿Lo dice el hombre más elegible del mundo mágico? — Dijo Ron en broma, haciendo a Harry rodar sus ojos una vez más y soltar un bufido sarcástico.
— Conozco a una que no te persigue por tu fama y tu dinero — aseguró Ron con una leve sonrisa cómplice — Hermione — declaró el pelirrojo, haciendo que Harry lo mirara a los ojos con incredulidad.
— Es mi mejor amiga y la amo, pero no la veo de esa manera — expresó Harry — además, es una mujer hermosa y brillante, ¿Por qué se fijaría en mi? Se merece algo mejor — aclaró el auror de ojos verdes.
— Oye, solo dije que ella te ve como Harry y no es alguien que se interese meramente en tu fama y tu dinero. Es nuestra mejor amiga y es única — declaró Ron tomando un trago de whisky de fuego.
— En eso estamos de acuerdo — afirmó Harry dándole la razón a su mejor amigo.
Con esto, Ron se dio cuenta de que su mejor amigo no tenía idea alguna de lo que su mejor amiga en común sentía por él y dejó el tema, sabiendo que Harry hasta ese momento, no la miraba románticamente.
Fin del flash back
— Harry... eres muchísimo más guapo que Viktor y Bertram. Esta es una de las razones por las que nunca dije nada, por que siempre he sido una chica sencilla y no muy atractiva y tu siempre has sido realmente apuesto. Por eso dicen que puedes conseguir a la mujer que quieras — terminó Hermione bajando su mirada y ruborizándose.
Harry estaba realmente sonrojado después de el discurso de Hermione, pero eso no evitó que se acercara a ella y tomara con sus manos su rostro.
— No vuelvas a decir que no eres atractiva. Por alguna razón tú también has tenido a Viktor, a Bertram, incluso a McLaggen detrás de ti. Y por supuesto, no nos olvidemos de Smith — argumentó el ojiverde, haciendo que ella lo viera a los ojos — realmente me gustas, Hermione y ¿Por qué estar con cualquier mujer que me encuentre apuesto, cuando tengo conmigo a la única mujer que se preocupa por mi y me quiere por ser solo Harry? La única mujer a la que amo — Harry le dijo haciéndola sonrojar tanto, que posiblemente llegó a competir con el cabello rojo de los Weasley.
— Eres un hombre maravilloso, Harry. Humilde, desinteresado, generoso, valiente, caballeroso, gentil, pones tu vida antes que la de los demás, tienes un complejo de héroe que hace que mi corazón se detenga — tras una pausa donde Hermione lo miró con profundidad continuó —Toda mi vida soñé con alguien con quien pudiera ser yo misma, y tras un largo camino lo encontré en ti... tú eres mi persona ideal, y amo todo de ti en muchos aspectos. Sé que la vida no siempre es perfecta, pero contigo a mi lado se acerca bastante. Te amo tanto Harry y te juro que si por impulsivo te pasa algo, no solo romperías mi corazón... estaría completamente destrozada — dijo Hermione sollozando.
Luego de un latido Harry atrajo a Hermione y la abrazó con toda su fuerza.
— En verdad me gustas tanto y te amo, no se que haría si te perdiera, Harry. No puedo vivir sin ti — exclamó la castaña clavando su cabeza en el pecho del azabache.
Harry estaba sin palabras. Era él quien no podía vivir sin ella, él no podía perderla a ella. Ahora veía que ella se sentía de la misma manera con respecto a él, pero eso nunca iba a entenderlo, él no la merecía.
Harry se despegó para encontrar la mirada de la castaña y le dijo con todo su amor.
— Hermione. Estoy aquí contigo y no me alejaré, lo prometo — Aseguró Harry.
El azabache la acercó una vez más y la abrazó nuevamente pero ahora con un abrazo protector.
Hermione solo se aferró a su pecho, abrazándolo más fuerte y se soltó en lágrimas, mojando la chaqueta de auror de Harry, cosa que lo tenía sin cuidado.
