[Pov EMIYA]
- Así que eres tú el último Master de Chaldea - Dije. Sin embargo no había interés genuino en mis palabras.
Aunque la mirada de esa mujer de cabello verde me daba era bastante potente, casi era similar a la de Rin.
- En realidad falta mi hermano - Dijo Gudako o al menos ese era su alias más reconocible.
- Curioso, pensé que solo quedaba uno - Dije. No era mentira, después de todo, dudaba que alguien logrará sobrevivir a ese incendio.
- Jejeje, si, todos piensan eso - Valla, parece que alguien sufre de baja autoestima, lo digo por su rostro sombrío.
No le gusta ser opacada eh.
- No importa, mientras más Masters capaces haya mejor - Dije - Entonces... ¿nos presentarás?
Puede que para mí haya iniciado con el pie derecho pero para ellos inicie con el pie izquierdo, y si realmente quiero arreglar este desastre tendré que mejorar eso.
- Ah, cierto. Ella es Atalanta, mi servant personal - Dijo Gudako con una sonrisa orgullosa.
Atalanta eh...
Maldición, tengo que tragarme la tentación de decir "¿Manzanas individuales o por kilo?", No quiero iniciar una discusión por una simple broma.
- Gracias por salvarnos allá atrás, Archer - Me agradeció Gudako. Solo le hice un gesto para restarle importancia.
- No te preocupes, no eres la primera a la que salvó en esta singularidad - Dije. No era mentira, Hans se metía en problemas bastante seguido a pesar de no salir.
- ¿Hay más personas aquí?
- No, no los hay, a lo mucho solo somos nosotros dos en este edifico - La voz de Hans vino desde arriba de nosotros.
Pude sentir como la mirada penetrante de la cazadora casta se desvío hacia Hans que solo continuo leyendo con vela en mano.
- ¿Terminaste tus manuscritos? - Dije en un tono burlón.
- No te burles Archer, no comprenderás lo difícil que es tener que entregar trabajos con fechas límites.
- Y espero nunca tener que hacerlo - Me volví a Gudako - Él ha sido mi compañero en este encarcelamiento.
- Que suerte que tengo a un buen compañero de celda eh.
-Un... ¿Niño? - La pregunta vino de ambas mujeres.
Si... Claro... Un niño con una lengua demasiado filosa cómo la mía cuándo se lo propone.
- Aun así, se tardaron mucho en llegar - Dijo Hans - ¿Sabes cuántos libros tuve que leer para no aburrirme?
- Yo... ¿Lo siento?
- Da igual, si son de Chaldea asumo que el señor Jekyll ya les dijo que quiero su ayuda.
- ¿Eres tú quien nos llamó? - Pregunto Gudako.
- En realidad fui yo - Dije - Él no puede salir debido a cierto problema que tenemos que resolver antes de que pueda volver a la acción.
- Y soy demasiado importante como para que me dejen morir así como así - Completo Hans.
- ¡No los dejaré! - La voz de la cazadora hizo que todos nos Volteáramos a ella.
Creo haber visto por un momento llamas de determinación pero solo lo descarte como una ilusión.
- No me importa si son esas marionetas o esos libros flotantes de allá afuera - Dijo mientras se acercaba a Hans.
- Oye... - Hans intento detenerla pero ella ya estaba acariciando su cabeza.
- No dejaré que te hagan daño pequeño...
Hans solo me miraba con ojos entrecerrados - Ni una palabra...
Oh, Hans, mi buen amigo. Sabes que eso no funciona conmigo.
- Ella tiene razón. Ve a acurrucarte con tu manta de la sirenita y volveré cuando la biblioteca cierre ¿Si?
-... Vete a la... Arquero.
Me limpie una lágrima falsa - Crecen tan rápido.
- Jejeje - Parece que a Gudako le gustó el chiste. Bien, eso mejorará su estado por ahora.
- Bromas aparte - Dije llamando su atención - ¿Dónde está tu hermano?, Pensé que llegarían juntos.
- Bueno, estábamos huyendo de los autómatas de allá afuera y terminamos separándonos.
- Así que es el quien está con Saber - Dije - Y yo que me preguntaba porque había tanto ruido allá afuera.
- ¿Conoces a Saber?
- Se su identidad, pero que la haya conocido es otro cantar.
- No es que fuera tan difícil saber que el caballero de la traición anda rondando por Londres - Dijo Hans tratando de liberarse del agarre de Atalanta.
- Ella cada vez que llega a enojarse demasiado tiende a gritar su nombre bastante fuerte - Dije.
- "Bastante" es quedarse corto - Dijo Hans - De cualquier modo, espero que puedan ayudarnos a solucionar lo del tomó de allá afuera.
- ¿Y por qué no lo hizo Archer? - Pregunto Atalanta - Por tu complexión puedo ver qué eres un luchador bastante versátil.
- Si pudiera ya lo habría hecho- Dije - Pero hay algo que me limita a poder usar la mayoría de mis habilidades.
- Al parecer quien está detrás de la incineración humana anda por aquí y evita que Archer saque su potencial.
- ¿Su potencial?
- Archer es un Counter Guardian - No pude evitar mirara a Hans de mala manera, de hecho, quería estrangularlo ahora mismo.
- Eres de esos repugnantes seres - El tono indiferente de Atalanta ahora era una de desagrado y molestia.
No la culpó.
- ¿Un Counter qué? - Me va a doler tener que oír la explicación que le vaya a dar Hans.
Hans sabe lo mucho que me duele ver oír y recordar eso pero... No es tiempo para andar llorando por pequeñeces.
- Para resumir... - Dije. Si ella iba a enterarse de mi existencia entonces será a la manera en la que lo veo.
- Solo soy un conserje.
[Pov 3ra persona]
- General, pronto llegaremos a la tribu del Norte ¿Algún plan con el que quiera proceder?
Un soldado vestido de blanco pregunto, había confianza en su voz pero no era porque era fuerte, no porque sea un gran líder.
Si no porque sabía que el monstruo frente a el estaba de su lado y mayormente domesticado.
- ... - El general se quedó en silencio, parecía bastante aburrida con el desarrollo de esta "misión".
- No realmente, solo hagan lo mismo de siempre - La general lo despidió con su mano.
- Como ordené, General Esdeath.
Esdeath. La mujer más peligrosa de todo el mundo, portadora de la teuigu más fuerte de todas.
Una mujer que muchos hombres desearían dominar por su cuerpo tan hermoso y dotado, alguien a quien podría dominar el mundo si realmente quisiera.
El problema era que, es demasiado fuerte.
Esdeath no mentiría, le gustaba matar, le gustaba recordarle a las personas que la vida del débil se decide por el fuerte, una sádica cómo ninguna otra.
Al principio se sintió honrada, era la más fuerte, ya no había nadie ni nada que pudiera acabar con ella.
Era un monstruo en su plena gloria de leyenda.
Pero ahora dónde literalmente ya no había quien tuviera las pelotas bien puestas o los ovarios suficientes como para desafiarla.
Aunque... No es que fueran a salir vivos solo por eso.
De vez en cuando extrañaba ir a una cacería que realmente le costará, una que la hiciera recordar que todavía había seres a quien le debe recordar su lugar debajo de ella.
Y ahora que le había dejado está posición de ir a subyugar a la tribu del norte, una de las supuestamente más fuertes pero no estaba emocionada.
Ni siquiera tenía alguna expectativa sobre el héroe de la tribu.
Ella simplemente irá y lo matará.
- De vez en cuando la vida puede llegar a ser bastante simple - Susurró.
El sonido de algo similar a una cuerda rompiéndose hizo que alzará su cabeza, sin embargo, a en sus ojos el interés era inexistente.
- ¿Cómo puedes tener interés el algo que sabes cómo va a acabar?
Una trampa. Era una de las cosas más simples de poner, evitar, o incluso usarla contra tu enemigo.
Ella ve la utilidad en eso, era algo con lo que podía vivir y decir sin avergonzarse pero de vez en cuando eran trampas tan predecibles que aburrían.
Un monstruo café, rasgos de lagarto y tenía múltiples ojos en el. Aparte de estar herido y con algunas estacas enterradas en el.
- Usar un dragón de tierra para tratar de conseguir más tiempo y deshacerse de la mayoría de mis soldados - Dijo Esdeath - No es un mal plan. Pero...
Solo fue un movimiento, un ligero movimiento de piernas fue lo suficiente para acabar con el dragón.
Un pilar de hielo puntiagudo salió disparado desde el suelo atravesando al dragón desde la parte trasera hasta la boca.
La sangre salpicaba a mares. Parecía más una fuente de agua a un monstruo que fue asesinado con esfuerzo de varias personas.
- No recuerdan quien es su enemigo.
Esdeath volvió a cerrar los ojos, parece que este día iba a ser aburrido como cualquier otro para ella.
Bueno, por lo menos se divertirse torturando a este héroe del norte.
- Ella es realmente fuerte... - Uno de los soldados hablo.
- Ni una sola baja, ni un solo soldado fue rasguñado por la trampa de esa tribu - Dijo otro.
- Ahora estoy feliz de estar del lado del imperio - Dijo entre risas nerviosas otro - Me cargaría de miedo si me enterará que me enfrentaría a la general.
- ¿Quién no? - Otro continuo - Solo otro monstruo sería capaz de hacerle algo a la general.
- Y aunque existiera alguien así, dudo que siquiera pueda tocar a la general.
- Realmente estoy feliz de estar del lado del imperio - Dijo el mismo soldado.
- Casi siento pena por las personas de la tribu del norte - Dijo otro - Dije "casi"
- Maldición, se nota que quieres cogerte a alguien de esa tribu - Respondió otro - Mínimo disimula.
- Lo siento, lo siento - Se disculpó - Pero no puedes negar que no quieres hacerlo también.
- Mientras me paguen mi salario, no me importa lo que hagan ustedes - Dijo.
- Eres demasiado aburrido chico - Dijo un soldado más mayor de edad - ¿Qué edad tienes veinte?
- Veinticinco - Respondió.
- Ves, estás en la flor de la juventud - Dijo el anciano entre risas - Cuando seas más mayor desearías haberlo hecho con alguna de esas zorras.
- Tal vez, tal vez no - Dijo el soldado, su voz realmente no denotaba interés - Pero solo quiero mi paga.
- Pareces un mercenario más que un soldado - Dijo el hombre confundido - ¿Dónde creciste?
- En el imperio señor, en los barrios bajos - Dijo el hombre.
- Ha, con razón, eres de esa calaña de poca monta - El tono del hombre paso a uno de desagrado - Pensar que el imperio ahora también acepta basuras como tú.
- ¿Acaso importa el tipo de basura que seas? - Pregunto el soldado - Mientras seas de utilidad al imperio no interesa de donde vengas. Solo hay que ir y acatar órdenes.
- Por lo menos reconoces tu lugar pequeña.
- Hay saber tu lugar si quieres vivir, después de todo el débil muere, el fuerte decide - Dijo el hombre - Y soy débil comparado a la general.
Esdeath que había escuchado la conversación sin interés alguna no pudo evitar esbozar una sonrisa.
Parece que incluso entre los soldados que la mayoría de las veces eran un estorbó más que un apoyo.
Había alguien quien sabe cómo funciona el mundo.
- Ese es un buen pensamiento.
- ¡Numa, han caído en la primera trampa! - Dijo un General.
- Bien, eso nos dará mínimo unos diez minutos - Dijo Numa tomando un suspiro.
- ¿Cuál es la siguiente orden?
- Que los arqueros se preparen, quiero que llueva flechas en su dirección - Ordeno Numa - A mi orden disparan.
- Entendido
- Por cierto... - Numa llamo antes de que el general se fuera - ¿Las bombas están listas?
- Si, cada una de ellas se ha ubicado donde ordenaste - Dijo el general - ¿Seguro que pasaran por dónde dices?
- Deben - Contestó Numa - Si la trampa en la que cayeron realmente funciona, deberán tomarse un desvío aunque allan matado al dragón.
- Bien, recuerda que confiamos en tí - Dijo el general - ¿Listo para destruir el lugar al que llamaste hogar alguna vez?
- ... - Numa guardo silencio por un momento - Si, lo hago. Si destruir mi hogar permite que el resto de aldeanos sobrevivan, lo destruiré con gusto.
- ¿Incluso si significa morir en batalla? - Dijo el general.
- Si muero en batalla, será un honor morir salvando a la gente - Dijo Numa - Después de todo ¿Qué clase de héroe sería si no hiciera lo imposible?
El general sonrió divertido - Uno humano. Será un honor morir junto a tí.
- Igualmente general - Numa tomó su lanza que lo hizo llamarse héroe - Vamos, tenemos tiempo que conseguir.
-Je. Parece que esa confianza se fue hace un momento - Dijo el general - Ya nos estás dando por muertos.
- Bueno, no es como si me estuviera enfrentado a la persona más peligrosa del planeta y su teuigu del mismo nivel - Dijo Numa sarcásticamente - ¿Cómo crees?
- ¡Señor Numa! - Un soldado había entrado por las puertas mientras sudaba.
- ¿Qué ocurre?
- ¡Las fuerzas enemigas se han encargado del dragón en en menos de unos segundos! - Dijo el soldado.
- Parece que no tiene el título del más fuerte por nada - Dijo Numa hacia la nada - ¿A dónde se dirigen?
- ¡Directo a las bombas!
- Parece que al final esa trampa si cumplió su propósito - Dijo el general.
- No nos confiemos - Dijo Numa cortando al general - ¿El dragón le dió bajas al enemigo?
- ¡Ninguna señor! Ni siquiera hubo destrucción del área.
- Tch. Esperemos que funcionen las bombas - Dijo Numa - ¿Los francotiradores ya están listos?
- Solo faltan unos cuantos arqueros antes de que todo esté en posición.
- Bien, iré en seguida. Necesito estar en primera línea si quiero llegar a sobrevivir.
- Entendido - Con eso el soldado se fue hacia su lugar.
- Así que ahora entraras en acción, eh.
- Es hora de empezar formalmente está batalla...
- Y regresaremos a con la victoria en alto para calmar al pueblo - Continuo el general - Bañándonos con la sangre de nuestros enemigos.
- La gloria de dios estará con nosotros.
- ... Esperemos eso - Fue el susurró final de Numa antes de avanzar a la batalla.
- Bueno, tengo que darle crédito a quien dirige este lugar - Dijo Archer mirando todo con desinterés - No es un idiota como pensé.
- ¿Acaso eso importa? - Respondió Atalanta - Mientras consigan el tiempo necesario para salvar a los niños.
- Whao, ¿Tú crees? Pensaba que solo lo haría para obtener más gloria - El sarcasmo de Archer era notable - Aunque es lo más probable.
- No entiendo cómo es que te pude a llegar a soportar - Lo único que hizo aquel comentario fue sacarle un suspiro a Atalanta.
Habían pasado tanto tiempo juntos que en algún punto ya le dejaron de molestar tanto sus bromas, incluso había aprendido a contrarrestar algunas.
- ¿Intervendras ahora o vas seguir esperando? - Arquero Pregunto.
- Por ahora solo esperaré, quiero que estén lo más cerca posible para probar algo.
- ¿Tu Noble Phantasam?
Atalanta lo miro por un segundo antes de dar otro suspiro. Incluso sabían cómo pensaba el otro, ¿Cuándo habrá sido que se unieron tanto?
- Es una buena idea. - Dijo Archer - Si es que todavía podemos usar nuestros Noble Phantasam.
- ¿A qué te refieres?- Es que te olvidas que seguimos siendo humanos - Archer le dio una mirada plana a Atalanta - Es obvio que ahora tendremos limitaciones y no sabemos si todavía podemos usarlos.
- Nuestra velocidad no dice lo mismo - Dijo Atalanta - Puede que ahora tengamos un cuerpo humano pero todavía siento que sigo siendo un servant.
- Que sintamos que todavía lo somos no quiere decir que tengamos las mismas limitaciones - Dijo Archer - Como Servants nuestra desventaja siempre fue la energía mágica pero ¿Ahora qué es lo que nos limita?
- El hambre, el sueño, el cansancio, el estrés. Todas son cosas que vuelven a formar parte de nosotros - Continuo Archer - Pero eso no quiere decir que nuestra energía mágica haya cambiado.
- ¿Dices que ahora nuestro problema es donde conseguir la energía mágica?
- Así es. Hasta ahora no he sentido nada que rellene mi energía mágica de eso - Dijo Archer - ¿Y tú?¿Has sentido que tú energía mágica se rellene aunque sea un poco?
Atalanta tenía que darle el punto en eso, los únicos cambios que ha llegado a sentir son los de un humano normal.
Pero si energía mágica se mantiene igual, como si estuviera allí pero a la vez no.
- ¿Cuánta energía mágica te quedaba antes de morir? - Pregunto Archer tomando por sorpresa a Atalanta que estaba sumergida en sus pensamientos.
- Lo suficiente como para usar mi noble Phantasam mínimo tres veces más - Contestó - ¿Y a ti?
- Como para poder usar cinco broken Phantasam - Dijo Archer - Aunque siempre dependerá del arma que proyecté.
*AUGE*
Una explosión llamo la atención de ambos Servants, aunque a Archer le daba completamente igual la situación.
Cuando ambos vieron había una enorme cortina de humo cubriendo gran parte de la entrada a la ciudad.
Aunque lo más destacable era el gigantesco pesado de hielo que parecía haber protegido uno de los dos lado.
- ¿Pero qué sucedió? - Pregunto Atalanta confundida.
- Probablemente una bomba. Parece que el líder de este lugar se lo está tomando muy a pecho - Dijo Archer - Lastima que no haya funcionado.
A pesar de estar a media ciudad de distancia ambos podían ver perfectamente bien la situación desde donde estaban.
- Así que Elena no estaba mintiendo eh - Dijo Archer. A pesar de eso ya se le habían ocurrido algunos planes para deshacerse de esa mujer.
Aunque lo hizo solo por costumbre.
- ¿Intervendrás ahora o esperarás un poco más? - Arquero Pregunto.
- Dejaré que se acerquen un poco más - Fue la respuesta de Atalanta - Si voy a usar mi noble Phantasam quiero que abarque a todos de ellos.
- Si tú lo dices - Archer optó por simplemente recargarse en la pared mientras cerraba los ojos y cruzaba los brazos.
- ¿Realmente no intervendrás?
- ... Solo lo haré si es que te llegan a atacar - Dijo Archer - Además, lo están haciendo bien.
Más explosiones se oyeron a la distancia mientras ambos arqueros solo esperaban el momento.
- Supongo que aquí es donde comienza la cacería - Susurro Archer con un suspiro cansado.
- Así que las bombas no funcionaron eh - Susurró Numa con molestia.
Hasta ahora cada esfuerzo que ha intentado a resultado ser inútil.
El ejército del imperio siempre salía intacto, todo gracias a las capas de hielo que aparecían de repente para bloquear y proteger a los soldados.
Y solo estaban caminando directamente hacía ellos como si pasaran por el parque en un buen día, no se esforzaban en esquivar sus ataques.
Lo peor de todo es que superaban en número al ejército del imperio, a penas y pasaban de los quinientos hombre mientras que ellos eran más de cinco mil hombres.
- ¡Francotiradores! - El grito de Numa hizo que todos se pusieran en posición y prepararán las flechas - ¡Fuego!
Las balas salieron disparadas, cada una de ellas apuntando a puntos vitales o como mínimo que resulten heridos.
Los soldados del imperio oyeron el sonido de las balas siendo disparadas pero no sé alteraron en ningún momento.
Tenían a un monstruo con ellos después de todo.
Hielo salió del piso y cubrió a los soldados de las balas sin problemas.
Esdeath ni siquiera estaba prestando atención a los intentos de ataque de la tribu del norte.
Hasta ahora para ella esto no era más que una decepción. No, decepción era darles mucho mérito.
Esto solo es una pérdida de tiempo.
- Sabía que no debía haber puesto expectativas en el supuesto héroe del norte.
Piso el suelo con fuerza y de como si fuera una orden a la tierra, una gran pedazo de hielo puntiagudo salió disparado hacia un edificio donde había una buena cantidad de los soldados del norte.
Destruyó por completo un área, los soldados que habían sobrevivido al hielo y a la caída del edificio fueron rematados rápidamente por los soldados del imperio.
Continuaron avanzando como si nada hubiera pasado, incluso caminaban encima de los cadáveres recientes como sin no tuvieran valor.
- Ni siquiera se sorprenden - Dijo un General al lado de Numa.
- Nos están viendo cómo niños jugando a ser adultos - Dijo Numa apretando su lanza con fuerza.
- Oí, Numa - Llamo el general mirando hacia arriba - ¿Qué es eso?
Numa miro en la misma dirección y vio a dos flechas brillando bastante.
- ¿Dos flechas?
El brillo se intensificó hasta el punto en cegar la vista de varios que tuvieron que taparse los ojos.
Cuando la luz se apagó y todos volvieron a ver, la flechas brillantes se habían desvanecido.
Esdeath había visto todo, sin embargo quedó confundida con el desarrollo final.
¿A dónde habían ido las flechas?
Aunque no es como si solo eso la pudiera detener a ella y a su ejército.
- ¿Qué fue eso? - Pregunto uno de los soldados.
- Una llamada de ayuda tal vez - Contestó otro pero no estaba seguro.
- Oigan ¿Qué es ese ruido? - Pregunto otro soldado confundido.
-¿Qué ruido? - Pregunto otro soldado.
- ¿No lo oyen? - Pregunto el soldado - Es como si fuera... ¿Lluvia?
Cuando todos fijaron alzaron su vista cuando el sonido se hacía más fuerte vieron algo que los sorprendió por lo repentino que aparecieron.
Miles de flechas se acercaban a ellos rápidamente, incluso cubría el cielo ante ellos.
Esdeath solo suspiro y creo otra capa de hielo lo suficientemente grande para cubrir a los soldados.
- ¿Creen que unas simples flechas van a acabar con nosotros? - Dijo un soldado con una sonrisa triunfante.
*Quebrar*
Para sorpresa de todos, incluida Esdeath, el hielo se había roto dejando entrar a la mayoría de las flechas.
Y por primera vez en todo el transcurso de la batalla, el ejército del imperio tuvo bajas.
Doscientos cincuenta bajas de soldados, el hielo había impedido que la otra mitad del ejército perdiera la vida.
Esdeath esbozo una sonrisa.
- Parece que si será interesante a fin de cuentas.
- ¡¿Qué clase de teigu es esa?!
Numa y todos los que estaban junto a él estaban sorprendidos por lo sucedido.
No tenían conocimiento de alguna teigu que pudiera hacer semejante cosa, tampoco tenían a alguien así entre sus filas.
- ¿Refuerzos? - Pregunto un soldado.
- No pedimos ningún refuerzo a nadie - Dijo el general - Es imposible que alguien hubiera venido a ayudarnos.
- ¿De dónde salieron las flechas? - Pregunto Numa a su General.
- No lo sabemos, solo aparecieron de repente - Dijo el general.
Numa frunció el ceño. ¿Se habían unido a la batalla? Pero la única cosa que le importaba a Numa ahora mismo.
- ¿Serán aliados o enemigos?
- Es mal débil que antes - Dijo Archer mirando como las flechas caían - Supongo que incluso nuestros Noble Phantasam se han debilitado.
- También la cantidad es aún menor - Dijo Atalanta - Mi energía mágica también disminuyo más de lo normal.
- Bueno, todavía tenemos el poder suficiente como masacrar a un ejército enteró - Dijo Archer - ¿Crees poder llegar a disparar otro?
- Claro que puedo, pero ahora solo sería el único que podré lanzar hasta que encuentre un abastecimiento de maná.
- Entonces guardarlo, ellos no valen tanto la pena como para desperdiciarlo en ellos.
- Bien - Dijo Atalanta preparándose para saltar a otro edificio - Quédate aquí hasta que acabé.
- Ese era la intención - Dijo Archer - No tardes.
- No lo haré.
Y corté. Muy bien, la batalla ha comenzado y Atalanta ya se encargó de la mitad de los soldados del imperio.
Bueno, se preguntan ¿Qué tan nerfeados están? La respuesta es...
No mucho realmente, digamos que sus estadísticas bajaron un poco pero no lo suficiente como para marcar alguna diferencia y sé que ahora que vuelven a ser humanos tendrían que ser más fuertes pero ya lo explicare después con más detalles.
Por último, una vez que lleguen al imperio los personajes Oc dejarán de aparecer o tal vez no, ya vere más adelante.
Con eso dicho chao.
