Capítulo 5

Caminar sola había hecho que en su mente se formara un caos, flotaba mientras caminaba, o eso sentía, su cuerpo funcionaba en automático, estar allí, le recordaba lo sola que se había sentido todo este tiempo, y no pudo concebir como había aguantado esto durante tanto tiempo, ¿y si no hay un lugar para mí? ¿Encontraré lo que busco?, pero...¿Qué estoy buscando exactamente? , realmente ese no era el motivo de este viaje, solo estaba en una misión, pero parecía sentirse peor, el agotamiento, el dolor en los pies, la deshidratación, y no había comido mucho, Su cuerpo estaba comenzando a pasarle factura en todos los sentidos, física y mentalmente, pero aún podía caminar hasta su destino, no todo estaba tan perdido.

Sakura arrastraba sus pies, sin embargo lo hacía a paso constante, no faltaba mucho tiempo, pero el camino parecía ser eterno.

De repente se detuvo un momento, le entraron unas ganas de llorar que no pudo evitar que sus lágrimas simplemente se derramaran de sus ojo, se arrodilló en el piso y comenzó a sollozar, no puedo seguir así, pensaba Sakura, sentía que su vida se salía de sus manos, ni siquiera importaba que Sasuke se hubiese ido, simplemente se sentía sin rumbo, sin alguien a quien contarle todos sus sentimientos sin sentir ningún tipo de vergüenza, se sentía vacía, y este viaje solo le recordaba todo aquello, no sabía que tenía esta necesidad de sacarlo todo hasta este momento que se encontraba sola, y no se había dado cuenta de que todo este tiempo solo había estado reprimiendo todo este dolor porque no quería que nadie la viera en este estado, Sakura había intentado forjar esta reputación de la mejor Kunoichi con fuerza bruta que no le tiene miedo a nada ni a nadie, desde pequeña siempre quiso demostrar que ella no era débil para nada, que podía estar a la altura de los mejores ninjas de Konoha, y así fué, pero esto no había sido del todo bueno, pues siempre tuvo miedo de mostrar su parte más sensible, no se permitía hacerlo con nadie, Sakura pensaba que la verían débil, como cuando era una gennin. Sin embargo no sabía cuánto daño le había hecho reprimir todo esto, y allí estaba intentado lidiar con ese dolor.

No podía quedarse allí sola en el suelo, tenía que avanzar, así que sin más remedio se limpió sus lágrimas y se puso de pie, de alguna forma logro sentirse mejor, llorar un poco la había ayudado, así que decidió caminar un más rápido, ya hace un momento que el camino se había vuelto de arena, sin duda estaba cerca.

-

-Oye niño, no falta mucho ¿verdad?- preguntó Naruto desesperadamente, el lugar no estaba tan cerca como el niño había mencionado.

-Si, no te preocupes, solo faltan un par de minutos-, respondió el niñito un poco nervioso.

-por cierto, ¿Cuál es tu nombre?- dijo Naruto.

-Me llamo Hiro... ¿Cuál es el tuyo?- el niño devolvió la pregunta.

-Soy Naruto Uzumaki, dattebayo- dijo Naruto con entusiasmo.

-No puede ser, eres el héroe de la gran cuarta guerra ninja- dijo el niño emocionado, sin embargo luego de digerir un poco mejor las cosas palideció por completo.

-Oye, ¿Qué te pasa? parece que vas a desmayarte, ¡Parece que ya estás deshidratado!- dijo Naruto en un tono preocupado.

-Ah, no, no es eso jeje, ya estamos cerca no te preocupes- dijo el niño con unos nervios ya exagerados.

Naruto inmediatamente supo que algo no estaba bien, llevaban un buen rato caminando y no había señales de absolutamente nada, y la actitud de Hiro era demasiado anormal, definitivamente algo está mal.

-Oye Hiro, estás extraño, llevamos caminando bastante y no parece haber señales de tu pueblo, ¿Qué sucede y qué demonios quieres?- dijo Naruto hablando seriamente, estaba un poco molesto.

-eehh...- A Hiro no le salían las palabras, lo habían descubierto y estaba muy nervioso.

-¡Dímelo ahora! ¿¡Qué es lo que sucede!?- dijo Naruto perdiendo la paciencia.

-Lo... siento Naruto, en realidad todo era una pequeña mentirilla, me pagaron para que lo hiciera y mi familia es muy pobre, lo siento Naruto pero en serio necesitamos el dinero.- confesó Hiro, sus ojos se llenaron de agua, se sentía mal, pero realmente necesitaban el dinero.

- ¿Quién te ha dicho eso?- dijo Naruto, se le notaba bastante enojada, porque realmente lo estaba.

- No lo sé, no pudimos ver su rostro, todo fue muy extraño, lo siento.- dijo Hiro derramando algunas lágrimas.

Naruto se quedó fuero de si, todo era demasiado sospechoso, ¿Por qué alguien querría llevarlo a un lugar como este? estaba en medio de la nada, ¿Querrán algo de mi ? pensaba Naruto, no lograba entender el propósito, ¿Me atacarán ahora?¿Quieren robarme? , pero todo parecía tranquilos y solitario, no sentía ningún chakra cerca, igual se puso en guardia.

-Naruto, aquí no hay nadie, solo nosotros- dijo Hiro intentando calmar a Naruto.

Naruto no dijo nada, se quedo atento y solo escucho la voz de Hiro a lo lejos, hasta que finalmente se le encendió el bombillo y un escalofrío recorrió todo su cuerpo, se quedó helado.

Sakura.

-

Mientras caminaba por la arena desierta, finalmente pudo divisar a lo lejos la entrada a Sunagakure, Sakura se sentía realmente agotada, el frío en el desierto era mucho más intenso y su cuerpo temblaba inevitablemente, sus músculos estaban tensos por el frío, y de alguna forma esto le provocaba un dolor en todo el cuerpo que la hacía sentir agotada, pero ver las luces de la aldea la motivaban a intentar llegar lo más pronto posible.

Había logrado despejar un poco más su mente, aún pensaba en Sasuke, pero en un segundo plano, quería llegar y hacer su trabajo, aunque esto fuera una situación lamentable sentía un poco de adrenalina por intentar buscar antídotos y ejercer todo lo que había estudiado y entrenado, esto era lo que la apasionaba, así que ni podía esperar más.

Sakura decidió caminar un poco más despacio, pero a un paso constante, en definitiva su cuerpo comenzaba a pasarle factura por todo el agotamiento físico y mental que estaba intentando sobrellevar, necesitaba un respiro.

Por primera vez en varios días sintió hambre y para su fortuna ahora mismo no podía comer, pero no faltaba mucho, era cuestión de minutos que llegara a la aldea, así que por fin podría comer algo que si le apeteciera, y esto hacía que se sintiera aún más ansiosa por llegar.

-

-Buenas noches Sakura-san- dijo uno de los guardias que estaba cerca vigilando la entrada.

-Buenas noches, el kazekage me espera- dijo Sakura con una pequeña sonrisa, por fin había llegado y eso la aliviaba un poco.

-Claro que si, síganos por favor, la escoltaremos hasta el lugar, no se preocupe- dijo el otro guardia dándole paso para caminar.

Uno de los guardias se puso en frente y el otro se posicionó detrás de Sakura.

Sakura simplemente caminaba, se sentía muy débil y agotada, y para colmo del asunto sus extremidades estaban casi congeladas, el frío era insoportable, apenas podía mover sus dedos, pero por suerte ya podría instalarse en algún lugar más caliente, debía atender de inmediato al kazekage, así que no tendría tiempo de descansar pero mínimo, tenía que comer.

Sakura pudo divisar a lo lejos el edificio del kazekage, se veía imponente en la aldea, estaba realmente ansiosa por llegar- dónde estará Naruto, será que está cerca?- pensó Sakura.

-

Sin pensarlo dos veces Naruto se encontraba corriendo hacia Suna, no estaba seguro de lo que estaba pasando pero todo esto era muy raro y en lo único que pensaba era en encontrarse con Sakura, tenía un mal presentimiento, y en efecto algo malo estaba pasando, no pensaba con claridad, solo podía pensar en correr lo más rápido posible y llegar con Sakura.

-

Se sentía relajada y más o menos lúcida, comenzó a pensar en que plantas medicinales o ingredientes son indispensables en la mayoría de antídotos para veneno -Tienen que tener una reserva de medicinas, es lo primero que debo hacer, ver qué es lo que tienen- pensó Sakura.

Sin previo aviso, sintió un dolor a un costado de su torso, inmediatamente bajó la mirada y vió la mano del guardia que la seguía atrás, empuñando un kunai, la había apuñalado, estaba tan distraída y cansada que no lo vio venir, sin embargo intento juntar toda su fuerza posible, tenía que defenderse de alguna manera, levantó la mirada y en un abrir y cerrar de ojos el otro guardia le había inyectado algo a un costado del cuello, intento activar su byakugo, pero de repente todo se ponía borroso, el grito no le salía de la garganta y sus rodillas comenzaron a temblar, hasta que finalmente se desplomó.

¿Qué está pasando?- pensó Sakura mientras su conciencia se iba, sentía que estaba haciendo todo su esfuerzo posible para no desplomarse, pero lentamente su cerebro se desconectaba del cuerpo y no podía hacer nada para detenerlo.

Sakura no estaba en su mejor momento, de hecho podría decirse que estaba en el peor de todos, estaba débil física y mentalmente, así que fácilmente quedó completamente inconsciente y estaba en peligro, se podía desangrar si no se curaba pronto, pero no había nada que hacer.

Uno de los guardias la cargó y ambos se la llevaron lejos de donde se encontraba.

Evidentemente ambos guardias estaban corruptos y estaba esperándola especialmente a ella.