Academia St. Michael's de Magia y Hechicería
Capítulo 1 – Primeros Días de Escuela
Parte 2
Sala de Encantamientos
Es un nuevo día en la academia para chicas de Saint Michael's y ahora, mi grupo de amigas y yo nos dirigimos hacia nuestra primera clase del día.
Sin embargo, me encuentro muy perdida en mis pensamientos al no poderme sacar de la cabeza el acertijo que me había dicho Onee-sama el otro día.
– "Donde toda la información esta para quien la busca" ¿A qué se habrá referido con eso?
Me pregunto totalmente concentrada en ello, hasta que el grito de furia de Risa me trae de vuelta a la realidad.
– ¡¿Que qué cosa?!
– ¡¿Qué pasa?! – asustada de vuelta en la realidad.
Al parecer de acuerdo a las chicas Slytherin, Miya se ha saltado todas sus últimas clases desde hace ya varios días.
De hecho, se les había hecho muy raro verla el otro día en clases cuando se sentó junto a Risa en la clase de pociones.
– ¡Esa maldita salta clases! ¿Es que acaso no tiene ninguna vergüenza por su futuro?
– Tranquila Risa, no es para tanto – le digo para calmarla.
– Así es – le asegura Sara – ¿Por qué te preocupa tanto lo que haga esa chica Slytherin? Acaso ¿Estás decepcionada de que tu amor secreto no se haya presentado? – le pregunta algo pícara.
– ¡Claro que no! Es solo que esa maldita chica punk no puede seguir faltando a clases como si fuera alguna reina. Les aseguro que la próxima vez que la vea, voy a… voy a…
– ¿Abrazarla?
– ¿Besarla?
– ¿Tomarla en tus brazos y declararle todo tu amor para vivir felices para siempre?
– ¡Claro que no! Le aplicaré un hechizo paralizante para petrificarla y hacer que asista a clases de ahora en adelante.
– Aunque no creo que eso este permitido – digo en susurro.
– En fin, no se preocupen chicas – les dice a las chicas Slytherin – como representante de clase, saldré a buscarla al terminar la clase y me aseguraré que no vuelva a faltar nunca.
– Sugoi, gracias Risa-chan.
– Estamos preocupadas por ella.
– No se preocupen más, ya verán como le irá cuando la encuentre.
Sara, Rikka y yo la escuchamos, y Sara dice.
– Me asusta un poco Risa cuando se pone así, aunque de cierta manera, también admiro lo mucho que se preocupa por ella.
– Lo sé, quisiera tener a alguien que se preocupe tanto por mí como Risa por Miya – comenta Rikka.
– Lo entiendo – digo en susurro.
– ¡Ya les dije que no es así!
Las tres reímos al ver la sonrojes de Risa.
Al igual que ellas, yo también me tengo que esforzar por avanzar un poco más en mi relación con Onee-sama y resolver el acertijo que me había puesto.
Y para ello, tenía un plan a llevar a cabo con ayuda de mis amigas.
Saint Michael's
Al finalizar la clase de las chicas de segundo año, Reo se encuentra con una amiga de su misma casa (aunque un año mayor que ella), quien la saluda con una gran sonrisa y la abraza.
– Hola, Reo ¿Cómo estuvo tu clase? ¿Crees poder aprobarla este año?
– Ambas sabemos que tú también habrías reprobado de no ser por esa chica Ravenclaw que tienes por novia.
– Quizás tú también deberías conseguirte una linda chica Ravenclaw como novia para que te ayude a estudiar. O acaso ¿Aún sigues fijada con aquella chica Gryffindor?
– No tengo idea de que estás hablando.
– Mira, aquí viene ¡Hola, Mai-san!
Tal y como dice aquella chica, Mai va pasando por ahí y va directo con las dos rubias de Slytherin.
– Buen día, Reo-san, Eris-san.
– Buen día, Mai ¿Patrullando en los pasillos como siempre? Que buena chica Gryffindor eres.
– Muchas gracias – voltea con Reo – ¿Cómo estás, Reo? ¿Lista para nuestra sesión de estudio de hoy?
– ¡¿Qué?! – sorprendida.
– Vaya, veo que estarán ocupadas, así que te veo al rato en la sala común, Reo. Las dejaré solas, tortolitas.
Dicho eso, Eris se va con una sonrisa, dejando a Mai y Reo a solas.
– Entonces ¿Estás lista?
– ¿Por qué tenemos que estudiar hoy? ¿No se supone que los exámenes son hasta dentro de unas semanas todavía?
– Así es, por lo que lo mejor será que empecemos a estudiar desde ahora para que logres pasar tus materias.
– No quiero.
– Tan necia como siempre ¿Eh?
Aunque al principio esto era algo que frustraba a Mai, con el tiempo había aprendido a manejarla, así que le dice.
– Te diré algo, si aceptas a estudiar conmigo esta semana, te regalaré un frasco de dulces que compré el otro día en Honeydukes ¿Esta bien?
– Mmmhh…
Reo intenta resistirse, pero al ser los dulces su debilidad.
– Supongo que puedo acompañarte a estudiar un rato.
– Muy bien, en ese caso vayamos, Reo.
Mai toma a Reo de la mano haciendo que esta se sonroje, sin embargo en lugar de gritarle o soltarse, se deja llevar, sonrojada por la cálida sensación de la mano de Mai.
En verdad, no entiende por qué le pasa esto cada vez que esta con ella.
Pasillo de Saint Michael's
Al llegar al medio día, mis amigas y yo nos dirigimos al gran comedor para tomar el almuerzo antes de continuar las clases. Solamente que ahora, Rikka y yo nos apresuramos con nuestro almuerzo para ir a la biblioteca de Saint Michael's.
– Recuérdame, Nanami-senpai ¿Por qué vamos a la biblioteca?
– Creo que es la respuesta al acertijo que me dijo Onee-sa… quiero decir, aquella senpai Ravenclaw. "En donde toda la información esta para quien la busca", el único lugar que se me ocurre, sería la biblioteca.
– Ya veo, podemos buscar en los anuarios del año pasado el nombre de aquella chica.
– Así es.
– Eres muy brillante, Nanami-senpai.
– En verdad, no lo soy – sonrojada – Y ya te pedí que no me llames Nanami-senpai, somos del mismo grado después de todo.
– ¡Ah! Lo lamento mucho, Nanami-chan.
– Así esta mejor.
Le dedico una dulce sonrisa y continuamos nuestro camino a la biblioteca.
– Y cuéntame, Rikka-chan ¿Cómo fue que te enteraste que eres una maga?
– Fue el día más extraño de toda mi vida. Estaba en mi casa haciendo la limpieza con mi mamá, cuando la directora Rena fue ella misma en persona para darnos la noticia de que soy una maga.
– Impresionante.
– Ni mi mamá ni yo lo podíamos creer, pensamos que era una broma, sin embargo conforme más nos explicaba Rena-sensei, más nos dimos cuenta del sentido que tenía.
– Ya veo.
– Después de eso, me acompañó junto con mi mamá al Callejón Diagon para comprar todos los utensilios que necesitaría y finalmente, nos entrego un boleto para la plataforma 9¾ donde me despedí de mi mamá antes de venir aquí.
– Suena a que fue toda una aventura.
– Lo es. Todavía hay muchas cosas que estoy aprendiendo sobre el mundo mágico, y aunque es fascinante, también es algo aterrador. Nunca me he considerado a mi misma como alguien valiente, por lo que me sorprendí mucho cuando el sombrero me colocó en Gryffindor. Para serte sincera, incluso me considero algo cobarde.
– Rikka-san. Te entiendo completamente, también yo soy alguien que se asusta con bastante facilidad y me dan miedo bastantes cosas. Pero no quiero que eso sea algo que me detenga, especialmente ya que el sombrero nos debió haber puesto aquí por alguna razón. Confiemos en su buen juicio juntas, Rikka-chan.
– Nanami-chan. De acuerdo.
Ambas sonreímos y notamos que ya estamos a solo unos pasos de nuestro destino.
– Ahí esta la biblioteca, vayamos.
– De acuerdo.
Entrada a la Biblioteca de Saint Michael's
Al llegar a la biblioteca, nos encontramos a la estudiante encargada de la misma. Una hermosa chica Ravenclaw de tercer año, de cabello negro y lacio, ojos rojos y una tez y mirada perfectas. La encarnación misma de una Yamato Nadeshiko se podría decir.
Nos voltea a ver y saluda.
– Buenas tardes, chicas ¿Son estudiantes de primer año?
– Así es, estamos buscando el anuario de las alumnas del año pasado ¿Nos lo podría proporcionar?
– Lo haría con mucho gusto, pero ahora mismo tenemos todo un caos en la biblioteca. Unas alumnas de segundo año, estaban probando unos hechizos aquí dentro y por accidente, hicieron que varios de los libros salieran volando de sus estantes literalmente, por lo que ahora estamos intentando recuperarlos. No sé cuanto tiempo nos vaya a tomar este trabajo.
– Entiendo ¿Cree que sería más rápido si las ayudamos?
– Por supuesto ¿Conocen el hechizo de atracción?
– ¿Hechizo de atracción? Creo que no.
– Es muy sencillo y les será útil para varias cosas, vengan, se los enseñaré ahora mismo.
La chica va con nosotras y saca su varita apuntando a la manzana que esta en su escritorio.
– Solo concéntrense fijamente en lo que desean atraer y no despeguen la vista de él. Hagan el siguiente movimiento de muñeca y digan ¡Accio!
Al decir eso, la manzana sale disparada hacia ella y la atrapa con una mano.
– ¿Lo ven? Es sencillo. Si les sirve también pueden decir el nombre de lo que desean atraer para más atención, como ¡Accio Manzana! Por ejemplo.
– Wow – ambas impresionadas.
– ¿Creen poder hacerlo?
– Eso creemos.
– Bueno, pues mucha suerte y gracias por su ayuda.
La bibliotecaria nos abre la puerta y entramos a la biblioteca.
Biblioteca de Saint Michael's
La biblioteca de Saint Michael's es verdaderamente impresionante, con más de 1,000 años de historia, esta biblioteca guarda varios de los mayores conocimientos de magia del mundo mágico, tanto en su sección pública a los estudiantes, como la temeraria sección prohibida, restringida con acceso permitido únicamente a algunas profesoras.
La biblioteca esta compuesta por kilómetros de estantes llenos de libros y vitrales para permitir la iluminación del mismo.
A pesar de su basta selección de libros, encontrar un libro particular no resultaría muy difícil, al estar todo organizado gracias a las ayudantes de la biblioteca que se encargan de mantener el orden dentro de la misma.
Sin embargo, ahora todas se encuentran ocupadas persiguiendo a los libros que se encuentran volando por el techo y entre los estantes.
– ¡Accio!
– ¡Accio Libro!
Las estudiantes lanzas sus hechizos apuntando hacia los libros que vuelan libres por el techo y cuando van a ellas, los atrapan para ponerlos de vuelta en su lugar.
Entre ellas, destacan dos estudiantes de segundo año, una Gryffindor de cabello corto negro y una rubia pequeña de Slytherin, quienes hacen su mejor esfuerzo por atrapar los libros que vuelan sin mucho éxito (especialmente la rubia).
– ¡Accio Estúpido Libro! ¡Kyaaaa!
El libro regresa a gran velocidad y la pequeña rubia se tiene que hacer a un lado para que no le pegue.
– ¿Cuántas veces te tengo que decir que no lances el hechizo con tanta fuerza en tu muñeca, Reo? Le vas a sacar un buen golpe a alguien.
– ¡¿Qué me dices a mí?! Nada de esto habría pasado, si no hubieras sido tan estúpida como para querer venir a estudiar a la biblioteca.
– ¿Me culpas a mí? Tú eres la que lanzó el hechizo volador mal y ahora, estamos metidas en este lío.
Reconozco la voz de la chica de cabello de negro y al verla más de cerca, reconozco perfecta quien es.
– ¡Mai-senpai!
– Oh vaya, pero si son Nanami-san y Rikka-san ¿Qué hacen por aquí? ¿Vinieron a ayudar con esta cacería de libros?
– Así es. Queremos ayudar para encontrar nuestro libro lo antes posible.
– Antes de que empiece la siguiente clase.
– Ya veo, descuiden. Lo que nos puedan ayudar será bueno ¿Ya conocen el hechizo para atraer a los libros?
– Sí, la bibliotecaria de la entrada nos lo acaba de enseñar.
– Genial, en ese caso, solo hagan lo que hacen las demás chicas y estarán bien.
– A menos que sean igual de pésimas como Mai – dice la chica Slytherin, a quien hace un momento llamaron Reo.
– Disculpen a mi compañera, ella es un poco… bueno, ya saben cómo son las Slytherin.
– Sí, un poco.
– Bueno, mucha suerte, chicas.
– Igualmente, Mai-senpai.
Con ello, nos unimos a las demás chicas de la biblioteca, atrapando tantos libros voladores como podemos.
La mayoría se mueven muy rápido por lo que escapan de nuestro alcance antes de que podamos lanzar el hechizo.
– Esto esta tomando demasiado, a este paso jamás terminaremos antes de nuestra siguiente clase.
– Quizás podamos volver otro día, cuando todo este asunto ya se haya arreglado – digo algo decepcionada.
Antes de que nos vayamos, entra Risa a la biblioteca acompañada de otra chica muy parecida a ella.
– Hola, chicas. Disculpen la tardanza andaba buscando a… bueno, no importa. ¿Tuvieron suerte encontrando el libro?
– No realmente, como verás, surgió otra situación antes de que llegáramos.
Risa observa a los libros volando en la biblioteca y las chicas tratando de atraparlos.
– Eso es un problema.
– En fin ¿Gustas ayudarnos?
– Me encantaría, pero todavía no he encontrado a quien buscaba y como representante de la clase que soy, tengo que asegurarme que todas las estudiantes lleguen a tiempo a su clase.
– En otras palabras, quieres encontrar a Miya ¿verdad? – sonrisa pícara.
– No… no es lo que iba – algo molesta, avergonzada – como sea, lamento mucho no poder quedarme a ayudarles, pero en mi lugar, traje a alguien más para que las ayude.
Risa nos presenta a la chica de cabello rosa que va con ella.
– Ella es Shirakawa Sayuki-san, también es una chica Hufflepuff y al igual que Rikka-chan, es un año menor que nosotras, por lo que supuse que podrían llevarse bien.
– Encantada de conocerlas, chicas – se presenta con una reverencia cordialmente Sayuki.
– Mucho gusto, Sayuki-san. Mi nombre es Oda Nanami, y ella es…
– ¡Wow!
Al verla, Rikka queda embobada, sin poder creer la belleza de aquella chica. De cabello y ojos rozados, piel blanca, manos finas y una sonrisa y mirada demasiado dulces e inocentes. Es como ver una muñeca de porcelana con vida, una princesa en el mundo real.
Rikka se queda sin habla y temblando de nervios al verla.
Al no entender lo que le pasa, la presento algo confundida con Sayuki.
– Y ella es Shinozaki Rikka-san, también de primer año como nosotras.
– Un gusto conocerte. Risa-san ya me platicó mucho sobre ti. Al ser de la misma edad, espero que podamos ser muy buenas amigas, Rikka-chan.
– ¡Kyaaa!
Parece que el corazón se le ha detenido cuando Sayuki dice su nombre y apenas encuentra las palabras para presentarte.
– Mu-Mucho gusto, Sayuki.
Rikka se pone tan roja como nuestro uniforme Gryffindor, sin poder ocultar la enorme sonrisa avergonzada de su rostro.
– Bueno… será mejor que me vaya antes de que inicien las clases.
– ¡Espera! ¿Conoces algún hechizo para hacer que todos los libros vuelvan a su lugar?
– Mmmhhh… no conozco ningún hechizo que haga eso, pero hay algo que puedo probar.
Risa saca su varita, apunta hacia el techo de la biblioteca y grita.
– ¡Inmovilus!
Al instante, todos los libros que andaban volando por la biblioteca se detienen y se quedan flotando ahí mismo donde están.
– Con eso, ya será mucho más fácil atraparlos.
– ¡Increíble! ¿Cuándo aprendiste ese hechizo, Risa?
– Bueno… digamos que he estado practicando para que la siguiente vez que Miya quiera saltarse clases, no se me escape.
– Risa.
La veo algo asustada y preocupada por Miya, pero me olvido de eso y le respondo.
– Muchísimas gracias por tu ayuda, Risa-chan.
– No hay de que, mucha suerte con tu búsqueda amorosa, Nanami.
– Igual con la tuya, Risa.
– Gracias, aunque la mía no es ninguna búsqueda amorosa.
Risa sale de la biblioteca, dejándome con Rikka y Sayuki.
– Bueno ¿Seguimos?
– Seguro.
Continuamos atrayendo libros para guardarlos en su lugar, ya de manera mucho más sencilla al no tener que andarlos persiguiendo.
Mai se acerca a nosotras y nos dice.
– Muchísimas gracias por su ayuda, chicas. ¿Cómo no se nos ocurrió un hechizo de inmovilización? A este ritmo, terminaremos de guardar todos los libros antes de la siguiente clase. Muchísimas gracias – hace reverencia – agradéceles tú también, Reo.
– Mmmhh… muchas gracias por arreglar el desastre de Mai.
– No es lo que esperaba, pero lo tomaré por cumplido – volviendo a dirigirse a nosotras – ¿Hay algo en lo que las podamos ayudar como agradecimiento?
– No es necesario.
– Claro que lo es, nos acaban de proporcionar una gran ayuda ¿Qué necesitan?
– Bueno, estamos buscando el anuario de las chicas de primer año del año pasado.
– Hay una hermosa chica Ravenclaw a la que Nanami-san está buscando.
– ¡Rikka-san!
– ¿Con que una Ravenclaw, eh? – Mai pregunta algo pícara – Creo que puedo ayudar ¿Cómo es esta chica a la que estás buscando?
– Bueno… ella es rubia con ojos azules, algo alta y hermosa con… como decirlo, atributos algo… ¿grandes? – algo avergonzada – con dos listones a los lados de su cabello.
– ¡Oh, ya veo! Con que tú eres la famosa chica Gryffindor de la que estaba hablando ¿Verdad?
– ¿Mai-Senpai?
– Descuida, solo estoy hablando sola – dice divertida – creo que puedo hacer tu búsqueda más corta.
Saca su varita y dice.
– ¡Accio Anuario!
El anuario llega a manos de Mai y me lo entrega.
– Aquí esta lo que buscas, te sugiero revisar la página 69 y después la 128 cuando la hayas encontrado.
– ¡Muchísimas gracias, Mai-senpai!
– Gracias a ustedes por su ayuda, que tengan un lindo día. Vamos, Reo, hay que terminar de ayudar a las chicas.
– Como sea. Nada de esto habría pasado si no me hubieras traído a estudiar.
– Ya deja de quejarte, eso te quita parte de tu lindura.
– No me llames lindura.
Mai y Reo regresan a ordenar los libros, mientras Rikka, Sayuki y yo, abrimos el anuario en la página que Mai nos había indicado.
– ¿Crees que estará aquí?
– Es la sección de las Ravenclaw de primer año del año pasado, así que creo que sí, veamos…
Observamos a las chicas del anuario y ahí, reconozco a la chica de cabello morado y lentes que estaba con Onee-sama aquel día.
Y a un lado debajo de ella…
– ¡Aquí esta! ¡Ella es la senpai que me ayudó el otro día!
Se las enseño a Rikka y Sayuki bastante emocionada.
– Vaya, en verdad es muy hermosa. Entiendo por qué la confundiste con un ángel.
Rikka se da cuenta de lo que dijo al ver a Sayuki.
– ¡Ah! Aunque claro que podría ser más hermosa, no digo que no sea hermosa, pero he visto chicas más bellas en mi vida y...
– Descuida, Rikka-chan – le contesta Sayuki – En verdad es una doncella muy hermosa. Veamos ¿Cómo se llama?
– Se llama Matsubara Yuuna-san. Yuuna…
Su sólo nombre forma una gran sonrisa en mi rostro, al recordar la ayuda y sonrisa que me había proporcionado aquel día.
Sin embargo, Sayuki me trae de vuelta a la realidad cuando exclama.
– ¡Wow! ¿Así que ella es Matsubara-sama?
– ¿La conoces?
– No en persona, pero su familia es una de las principales aliadas de mi familia al ser dueños de la principal cadena de hospitales del mundo mágico. Todos en su familia han sido extraordinarios y se destacan en su propio ámbito personal y profesional.
– Increíble.
– ¿De verdad viene de una familia de magos tan increíbles? Uh.
Ese descubrimiento hace que me intimide un poco, pero no tanto como lo que estoy por descubrir.
– ¡WOW!
Es más increíble de lo que pensaba.
