- Era cuestión de tiempo para que llamaran a una verdadera estrella. – Meiko estaba en camino para un trabajo, como tal que la pidieron explícitamente a ella, estaba muy complacida porque sabía que iba a ser el centro de atención, sin que nadie más se meta en su camino.
- Tampoco es un trabajo demasiado grande y tiene que ver con las festividades actuales, por suerte pidieron a una mujer hermosa que tengamos y no se nos ocurrió nadie más. – Comentó Roswa, la castaña sonrió de forma segura.
- Pues tomaron la decisión correcta, no hay nadie más hermosa que yo (Además me libro de ayudar a esos tontos con lo de su fiesta que poco me importa, la navidad solo sirve para hacer publicidad y lo aprovecharé al máximo). - Pensó Meiko por dentro.
El vehículo avanzó hasta llegar a un parque, ahí se detuvieron y justo se vio a un hombre al frente.
- Gracias por venir y lamento que fuera de improvisto.
- No es nada, venimos en representación de Yamaha Records, espero que nuestro talento sea suficiente.
- Más que eso, es perfecta. – Observó a Meiko. – Justo lo que buscamos, nuestro propósito es hacer un comercial para promocionar una línea de ropa y su talento es lo que tengo en mi visión.
- Nos alegra saber que cumplimos con sus expectativas, ella trabajará según deseen.
- Excelente, ahora puedes pasar al camerino, prepararemos todo.
- Gracias. – Meiko fue para cambiarse, y era lo que esperaba, teniendo una cabina solo para ella, siendo la estrella ahí. – (Esto era lo que deseaba, solo yo brillando jeje… esa tabla de planchar debe estar muriéndose de envidia al saber que saldré en televisión…) – Empezó a reír de forma malvada.
- ¿Estás lista? – Escuchó alguien del staff hablando al otro lado.
- Muy pronto. – Respondió ella. Ya así la castaña salió llevando un abrigo grande de color vino con una falda de toques cafés y botas.
- Estás hermosa, ahora vamos, hay que empezar a grabar.
- Claro. – Meiko fue con toda la seguridad. El asunto del comercial era grabarla caminando por el parque mientras hacían caer un efecto de nieve, tenía que resaltar la ropa que ella llevaba, tomaron varios ángulos donde los cuales capturaban la esencia de Meiko, igual ella hacía cierto uso de sus habilidades como antigua modelo para lucir muy natural, eso tenía muy complacido al director.
- Nada mal, podríamos terminar rápido.
- (Jeje~ soy muy natural ante las cámaras, este anuncio será el gran inicio de mi ascenso a ser una estrella.)
- ¡Woah, cuidado!
- ¿Eh? – Meiko no se dio cuenta de que le cayó algo en la cabeza, un poste con micrófono cayó, haciendo que cayera desmayada, eso alertó al resto.
- ¡Meiko-san, despierta! – Empezaron a llamarla mientras la consciencia de la castaña empezó a desvanecerse.
- … Uh… ¿Qué pasó? – Ella empezó a despertar poco a poco. – Solo recuerdo que un micrófono me cayó en la cabeza… debió ser un error.
- Señorita Sakine. – Alguien entró en la habitación donde estaba, siendo esta Haku. - ¿Ya terminó los papeles?
- ¿Eh? ¿De que diablos hablas? – La castaña entonces se dio cuenta de que su ropa había cambiado, llevaba un gran saco con pantalones y un sombrero de copa. - ¿Y esta ropa?
- Señorita Sakine ¿pasa algo?
- Pues claro, no sé que es esto y además ¿Qué haces aquí? Estaba grabando un comercial. – Haku no parecía entender.
- … No sé a qué se refiere, es víspera de navidad y tiene que terminar de contabilizar los impuestos.
- Esto no lo entiendo… - Meiko realmente estaba confundida en aquel momento, en eso Haku se acercó.
- Además… quisiera terminar pronto, voy a cenar con mi familia…
- ¿Y eso que me importa? Solo sigue haciendo lo que hacías.
- S-Sí. – La peligris se fue en ese momento, Meiko se levantó del escritorio y vio por la ventana, no era la ciudad como tal sino parecía más un pueblo.
- No entiendo que ha pasado, pero el resto de personas se ve como gente pobre y mi ropa de marca… quizás soy rica… jeje… - En eso sonrió complacida. – Dinero, dulce dinero.
Meiko se quedó ahí, disfrutando del dinero que tenía hasta que empezó a caer la noche, Haku se despidió de ella aunque no le hizo caso, entonces vio un carruaje del cual Len era el conductor.
- Señorita Sakine, la llevaré a su mansión.
- Claro, llévame. – le abrieron la puerta mientras empezó a conducir el rubio. – (No entiendo realmente que sucede, pero parece que aquí debo ser una figura grande si tengo dinero y una mansión, tampoco esos idiotas me reconocen, si esto es un sueño, no quiero despertar de él jamás.)
Llegaron a la mansión de Meiko, Len le abrió la puerta y entonces extendió su mano, ella lo vio de reojo.
- Esto… ¿una propina?
- Si claro, ahora vete. – Lo alejó con la mano mientras ella entró a su gran casa. La castaña disfrutó de todo lo que tenía y la fortuna que poseía en ese lugar. - ¡No puedo creerlo, soy rica en serio! Que se pudra la navidad, esto es verdadera felicidad.
Ella disfrutó totalmente de todo el dinero que tenía hasta que cayó la noche, se cambió a su pijama y estaba lista para ir a dormir en aquel momento. Al momento de acostarse el viento empezó a sonar fuerte, resonando mucho contra su ventana, el sonido del reloj era lo único que podía escucharse en toda la mansión.
- … Tsk… no puedo dormir. – Meiko se levantó para ir a tomar agua, entonces el viento empezó a ganar fuerza. - ¿Qué sucede?
La puerta principal de su mansión se abrió de repente y la ventisca empezó a cegarla, ella no entendía que era lo que estaba pasando en aquel momento.
- Sakine Meiko… - Escuchó una voz, en eso ella vio una figura pálida y transparente llevando un vestido, reconocía esa cabellera verde.
- ¿Tabla de planchar?
- … Ignoraré ese insulto, soy el fantasma de las navidades presentes, he venido a llevarte por un viaje de redención.
- Si claro, no necesito un viaje, necesito dormir. – Cuando Meiko estaba por irse, el fantasma levantó su dedo, lo cual hizo levitar a la castaña. - ¿Qué haces?
- No podrás irte, tu egoísmo y mal trato hacia otros, además de despreciar la navidad no es algo que se pueda dejar pasar, por eso haré que veas con tus propios ojos los resultados de tus acciones avaras y egoístas.
- ¡Déjame ir, maldita plana!
- Tus insultos no me afectan, ahora empecemos con este viaje. – Tanto el fantasma como Meiko salieron volando de la casa de la castaña. Aunque fuera raro ver a alguien ir por los cielos, la gente lo ignoraba, ahí es que hicieron su primera parada.
- ¿Qué lugar es este?
- La casa de tu empleada. – Vieron a través de la ventana, ahí estaba Haku y su familia, sentados alrededor de la mesa, pero no había comida.
- ¿Por qué no tienen comida?
- Debido a que pones a trabajar a Haku-chan durante largas jornadas pero con una paga miserable, no pudo comprar un pavo, y tampoco regalos para sus hijos.
- Mami ¿es todo? – Preguntó un niño, Haku sonrió.
- Sí… lo siento, es que la señorita Sakine solo me pagó lo justo… me hubiera gustado darles una mejor navidad a todos.
- Tu codicia y egoísmo ha causado que una familia no pase una buena navidad. – Expresó el fantasma, Meiko se cruzó de brazos.
- ¿Eso debería importante? Yo tengo dinero y fama, es lo único que importa. – En eso el fantasma soltó un suspiro.
- Parece que hará un estímulo mayor para hacerte cambiar… déjame advertirte que este viaje no ha terminado… - En eso empujó a Meiko levemente la cual sintió que empezó a caer en aquel momento.
- … ¿Dónde estoy ahora?
- ¿Ya despertaste? – Vio ahora a una chica de cabello rosado largo que le recordaba a Luka. – Soy el fantasma de las navidades pasadas, vine a mostrarte como eras en el pasado.
- ¿Por qué necesito ver mi pasado? Lo importante es lo que soy ahora.
- En ocasiones, el pasado logra mostrarte aspectos sobre tu persona que has olvidado, y eso veremos ahora. – Viajaron hasta llegar a una pequeña casa, ahí se vio a Meiko la cual estaba frente a un televisor, observando fijamente la pantalla.
- Esa soy yo, recuerdo que en el pasado quedé muy impresionada con las idols, por eso quise tomar ese camino.
- Los ojos de un niño no mienten y muestran inocencia, una que con el paso del tiempo se ha perdido ¿Qué cambios tuviste para volverte como eres ahora?
- Nada realmente, solo crecí de una forma normal, teniendo un sueño, para ello tuve que tomar un trabajo tan arriesgado como ser modelo gravure para darme a conocer y ser reclutada en algún momento.
- Debo admitir que tuviste la perseverancia para perseguir el sueño de tu niñez, pero no por eso significa que puedas despreciar a los demás… durante esos años que trabajaste formaste un carácter que fue despreciando a otros… eso se refleja totalmente en tus actuales compañeros.
- No es necesario hacer amigos para alcanzar la fama.
- Eso dices ahora, pero necesitas aprender que esa actitud conflictiva que tienes te afectará en el futuro más de lo que piensas… - Nuevamente todo se puso oscuro para Meiko, ya entonces abrió los ojos.
- ¿Dónde estoy ahora?
- En tu último destino. – Vio a la nueva persona a su lado, llevaba una capucha pero se veía su cabellera azul y rostro parecido a Kaito. – Soy el fantasma de las navidades futuras, vengo a mostrarte como es que acabaste.
- Bueno, el futuro si es algo que prefiero conocer, seguro me volví una gran estrella como deseaba.
- Eso estamos por conocer… - Empezaron a volar, fue así que vieron distintos anuncios publicitarios y muchos trataban del proyecto Vocaloid.
- Así que realmente se consiguió, soy famosa. – Sonrió la castaña.
- Veamos la realidad ahora… - Volaron hasta acabar en un cementerio, eso dejó confundida a Meiko.
- ¿Qué hacemos aquí? Esto no es una mansión o un salón lleno de fanáticos. – Reclamó ella.
- … Observa la tumba al frente. – El fantasma señaló a aquella tumba, así fue que ella vio lo que decía la lápida, entonces se puso pálida.
- ¿Qué es esto?
- Es lo que piensas… es tu tumba. – Estaba escrito el nombre de Meiko, se puso de rodillas.
- ¿Qué pasó? ¿Por qué estoy muerta?
- Ese es el futuro que te espera si no cambias… es cierto que todo el proyecto Vocaloid fue exitoso y cada uno de sus miembros goza de gran popularidad… pero solo una no logró obtener lo necesario y esa fuiste tú… debido a tu actitud tan engreída y egoísta, ganaste demasiados detractores y un día, durante un concierto, un fanático extremista saltó al otro lado de la valla y te apuñaló, muriendo al instante… eres una mancha negra en el proyecto…
- Eso… no puede ser… - Meiko se sujetó el rostro. – Yo… no puedo acabar así… he trabajado tan duro para este momento… - En eso miró al fantasma. - ¿Qué puedo hacer para cambiar este futuro?
- No puedo darte una respuesta concreta, todo está en manos de tu corazón, ve muy en lo profundo de tus sentimientos y encuentra la respuesta que necesitas, la que sabes que es correcta…
- Yo… - En ese momento la mente de Meiko empezó a oscurecerse y todo desapareció para ella.
- … Ugh… mi cabeza…
- Meiko-san, ya estás bien… - La castaña empezó a aclarar su visión, vio a Roswa frente a ella. – Menos mal, ese golpe no fue demasiado severo para dañarte pero si acabaste desmayada unas dos horas.
- … Entiendo… - Ella bajó la mirada. - ¿Qué pasó con el comercial?
- Lamento decirte que se atrasó la grabación debido a este incidente, por lo que ha terminado sin grabarse en su totalidad.
- Una lástima… - Ella soltó un suspiro. - ¿Ya volveremos?
- Claro, no hay nada más qué hacer… el director dijo que puedes quedarte con la ropa.
- Ok, volvamos. – Así regresaron al vehículo, durante todo el trayecto ella solo estuvo mirando por la ventana. Al poco tiempo finalmente regresaron a los apartamentos, todo estaba decorado con motivos navideños, así ella bajó.
- Meiko-san, bienvenida de regreso. – Kaito la recibió, la castaña solo asintió.
- Estoy de vuelta…
- ¿Pasó algo? – Preguntó este.
- Nada… - Se cruzó de brazos. - … Dijeron que tendrán una fiesta de navidad ¿no?
- Sí, aunque escuché que no ibas a participar.
- Cambié de opinión, esto… si participaré… pero no haré nada extremo ¿entendido? – Preguntó ella entre sonrojada y molesta, el peliazul sonrió.
- Miku-san se alegrará de saberlo.
- ¡Sobre todo te prohíbo decirle a ella! No dejará de molestarme hasta el fin de los tiempos. – Le reclamó, Kaito solo pudo sonreír.
- Entendido.
Ese sueño trajo algo de cambio a Meiko respecto a participar y puede que cambiara un poco… eso no se sabía, la fiesta de navidad estaba cada vez más cerca y todos disfrutarían de esta.
Ninja Britten 11: Ya Gumi se acostumbrará a las diversas personalidades que conviven ahí y pues sí que solo son números que soltaron con los porcentajes, la fiesta estará con todo.
Este cap lo hice adaptando el famoso cuento de navidad, pero al estilo de Vocaloid y con Meiko en el papel de Scrooge, puede que esa experiencia la haga cambiar o no, ya igual digo que no siempre será una enojona todo el tiempo, ya eso sería todo en este cap especial de navidad, se viene la fiesta para la próxima semana, nos vemos. Saludos.
