Los personajes de Naruto no son míos sino de su autor Masashi Kishimoto.

Gaara x OC

Canon divergence

Easter Eggs y referencias a otras obras (animes, películas, comenten si pillan las referencias).

Bla bla bla –narración general (POV)

-blablabla- diálogos del momento/acción

-blablabla- pensamientos del momento/acción

(N/A)- nota de la autora si hubiera


1.Los hermanos de Suna

Había pasado una semana desde que llegué, Tokito, mi primo y única "familia y apoyo" que tenía aquí regresó al país del Fuego para darle el informe del compromiso a la Hokage de Konoha y, desde luego, al abuelo, el Daimyou, mientras yo tengo que quedarme tres semanas más en Suna.

Nunca me había sentido tan sola, ni siquiera en la época en la cual vagué de un lado a otro por mi cuenta por unos dos o tres años, hasta pensé en asentarme en la Tierra de las olas, el último lugar al que había llegado de mis viajes.

Entonces conocí a Naruto y el equipo 7 con quienes decidí volver al mi país y convertirme oficialmente en una ninja de Konoha, pero esos tiempos eran diferentes, yo simplemente escapé de mi "hogar", y ahora que volví ¡me echan!, bueno, exagero, después de todo acepté esta "misión", así que tengo que cargar con mis decisiones y deberes.

Toc toc toc …tocaron la puerta, era la hermana de Gaara, Temari, quien me había llamado a desayunar.

Una vez el comedor tomé asiento en mi lugar, que era la izquierda del asiento de Gaara, quien sin embargo nunca aparecía para comer.

—Él casi nunca desayuna junto a nosotros, al menos desde hace unas semanas— mencionó Kankuro al notar como miraba el asiento vacío.

—A pesar de no ser el Kazekage aún está participando de reuniones con el concejo para un proyecto, pero todavía no nos dice que es— dijo con una expresión un tanto molesta.

—No te enojes Kankuro, él dijo que era algo muy importante y que necesita nuestra ayuda, tenle paciencia— le reprendió la mayor.

—Pero es que tengo mucha curiosidad, ¿sabes lo aburrido que es no tener ninguna misión sólo por estar esperando a nuestro hermano?— se quejó el mediano de los hermanos.

—Tal vez sea una misión clase S o algo de suma importancia para que quiera evitar que salgamos heridos y estemos al 100% de nuestra capacidad—

—P—perooo…— Kankuro seguía insistiendo.

—No le hagas caso a este cabeza de títere— me dijo Temari mientras suspiraba.

—¡A mis títeres los respetas!— exclamó Kankuro, cambiando rápidamente su expresión al darse cuenta de lo que realmente dijo.

Tanto Temari como yo empezamos a reír, a lo que Kankuro se levantó de su mesa ofendido y se llevó su comida para comer en su habitación.

—Lo siento mucho, pero siempre ha sido así, ya verás cómo en un rato se le pasa— mencionó la rubia. Era bastante agradable, la imagen de la despiadada Kunoichi que tenía grabada en mi cabeza había desaparecido, y esperaba poder hacernos amigas, así ya no me sentiría tan sola.

—Y qué hay de…ehmm— dije volteando al lugar vacío sin poder terminar la pregunta, pero Temari entendió enseguida que lo que quería era saber un poco más de mi prometido.

—Gaara?, bueno, él realmente es tal cual lo ves: callado, aburrido y muy poco expresivo, pero es debido a su pasado complicado, NUESTRO pasado complicado, la verdad no me siento en posición de compartir sus cosas íntimas, pero puedo asegurarte que se está esforzando mucho en mejorar sus relaciones con los demás, y de hecho esa es una de sus motivaciones para ser Kazekage. Nosotros sus hermanos tratamos de apoyarlo en lo que podemos y… esperamos algún día tú también puedas hacerlo, Yue— me dijo con una suave sonrisa.

Es como la hermana mayor que nunca tuve, ya no me importa el matrimonio, quiero que Temari me adopte como su hermanita menor— pensé.

Después del desayuno Temari fue de compras para hacer el almuerzo, quise acompañarla, pero el día era muy caluroso que apenas habiendo pasado 2 minutos empecé a sentir mareos de forma súbita.

—T—Temari…— fue lo único que recuerdo haber dicho, quería avisarle de lo mal que me sentía, pero la debilidad me ganó.

—¡Kankurooo!— escuché gritar a Temari mientras mi vista se tornaba negra.

—Cállense…— pensaba al escuchar gente a mi alrededor; me sentía tan serena, no quería despertar, hasta que sentí algo frío en mi frente y un olor fuerte.

—Ya está reaccionando— escuché decir a alguien. Entonces desperté acostada sobre los muslos de Temari y rodeada de otros aldeanos, uno de los cuales me había despertado haciéndome oler alcohol.

—Será mejor que la lleve a casa— dijo el mediano de los hermanos para luego proceder a cargarme de vuelta.

—¿Qué pasó?— pregunté con cierta debilidad, aún me sentía en shock por lo que había pasado pues fue tan repentino.

—Bienvenida a Suna— dijo el castaño llevándome en sus brazos. –Te desmayaste por el calor, pero no es nada grave— me explicó durante el trayecto hasta que llegamos a la sala de estar y me recostó en el sofá.

Unos segundos después apareció con una botella de agua y un abanico para ayudarme a refrescarme.

—Muchas gracias— le dije con una sonrisa, a lo que noté un leve sonrojo de su parte.

—No hay de qué, es normal que los extranjeros pasen un mal rato por el extremo calor de esta tierra, sobre todo en esta época del año, es por ello que se recomienda usar prendas más apropiadas que aíslen los rayos del sol, además los velos y mantas ayudan mucho a proteger la cabeza, en especial en las horas más calientes— me explicó con más detalle del que yo jamás podría recordar.

Vaya, sí que es agradable, atento y culto, sabe cómo llevar una conversación, a diferencia de "otros"— pensé sonriendo, hasta que escuchamos la puerta principal abrir y cerrarse.

Hablando de otros…—

—Oh, qué sorpresa verte a estas horas Gaara— le recibió el castaño, a lo que el pelirrojo sólo asintió.

—Avisame cuando esté listo el almuerzo— fue lo único que dijo mientras se disponía a retirarse a su habitación, no sin antes pasar por mi lado mirándome fijamente. Tan sólo fueron dos o tres segundos, pero lo sentí como si fuera una eternidad, o como si hubiera ocurrido en cámara lenta.

El que me mirara tan descaradamente me dio escalofríos.

Cuando se fue el titiritero volvió a mi lado para seguir socializando, pero no podía concentrarme en lo que decía, el revoltijo que sentía en el estómago por lo de hace rato no me dejaba.

—Kankuro, disculpa, pero me siento un poco indispuesta e iré a mi habitación, por favor avisame cuando esté lista la comida— dije antes de ir a mi cuarto antes de que el castaño pudiera responder algo.

Una vez en mi habitación me tumbé en mi cama y abracé uno de los almohadones decorativos.

–¿Qué fue eso?¿por qué me miró así?— no paraba de repetirme. La expresión con la que me vio era más atenta de lo usual, como si quisiera decirme algo, o como si al fin reconociera mi existencia.

Sólo fue un cruce de miradas breve, no es la gran cosa, deja de sobrepensar Yue!— Pero era imposible, no podía borrar la imagen de esa mirada de mi mente. No me había fijado antes por su expresión de odio en los exámenes chunnin, o por todo el revuelo en la ceremonia de compromiso, así como que no lo vi para nada esta última semana por su trabajo, pero era un chico bastante simpático, y su aura misteriosa lo hacía más… "interesante", pero lo que más me atrapó fueron sus ojos, estoy segura que mucha gente diría lo mismo, ¡pero es que es cierto! Ese inusual pero gentil color agua marina rodeado de esas marcadas y dramáticas ojeras negras, ¿cómo alguien podía tener una mirada tan etérea e intimidante al mismo tiempo?

A pesar de todas estas superficialidades, noté tristeza y dolor en su mirada, pero ya no veía odio ni sed de poder o venganza; no, ahora buscaba aceptación y reconocimiento, tal como Temari dijo.

—Yue—chan, la comida está lista— escuché a Kankuro llamarme desde el otro lado de la puerta, interrumpiendo mi momento fangirl…o que diga, momento de "reflexión".

—Ya voy— respondí mientras me disponía a levantarme y enjuagarme la cara en mi baño privado antes de salir.

Tomé asiento en mi lugar tranquilamente, con Temari y Kankuro al frente mío como siempre, y justo cuando disponía a servirme llegó él, quien tomó asiento en su lugar en el centro de la mesa, el cual había olvidado que era justo al lado mío.

–¡Oh demonios!, olvidé que estaba aquí y almorzaría con nosotros— pensé nerviosa, aunque parecía que no se daba cuenta de mi estado, pues lo primero que dijo apenas se sentó fue:

—Abriremos una academia ninja en nuestra aldea siguiendo el modelo de Konoha— soltó sin más. –Y nosotros seremos los instructores— dijo mirando a sus hermanos quienes se veían emocionados con el proyecto.

Así pasó la cena, los hermanos comentando sobre qué es lo que podían enseñar y cómo ello mejoraría el nivel de los ninjas del lugar. Yo por mi parte me limité a comer en silencio para tratar de distraerme de lo sucedido hace un par de horas.

—Bueno, yo me iré a revisar mis armas y marionetas para empezar el entrenamiento — dijo un Kankuro atragantándose con los restos de su comida mientras escapaba dejando a Temari con los platos sucios.

—¿Por qué a mí?— suspiró una Temari cansada de cocinar para todos, y ahora tener que lavar.

—Yo te ayudo Temari— dije instintivamente, aunque pensándolo nuevamente seguro lo dije para escapar de "cierta situación incómoda" de forma inconsciente.

—Pero aún no terminaste tu comida Yue, cuando acabes puedes venir a ayudarme— respondió con una cara traviesa antes de retirarse de la mesa. Fue entonces que caí en cuenta que me quedé sola con Gaara.

—GAARA Y YO A SOLAS? Ayudaaaa—


Y hasta el nuevo cap, espero les haya gustado, no olviden dejar sus reviews para ir mejorando en mi historia :)