Estos cortos fanfiction son una colección que he publicado individualmente en mi sideblog en Tumblr: vldfanenesp.
Voltron: Legendary Defender es propiedad de Dreamworks Animation. No poseo ningún derecho sobre los personajes.
El propósito de este FanFiction es el de entretener, con eso ya dicho, por favor no me demanden.
Hilos de Telar
Esp. 1.7
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Tiempo: Temporada 2 Capitulo 7 – Capitulo 8
En la soledad de la cabina de mando del castillo de los leones, se encontraba la princesa Allura, en compañía de sus amados y pequeños ratones, y desde hacía un buen tiempo ella estaba concentrada y con la mirada perdida en la pantalla principal de los controles, como si algo estuviera por suceder en ésta.
La princesa tenía sus dudas y preocupaciones.
Más de una ocasión, sus dedos se aproximaron a los controles con la disposición de abrir un canal de comunicación, para luego retiraba ante la mirada frustrada de sus pequeños y roedores acompañantes.
Su concentración era tal, que había perdido la noción del tiempo y no se había percatado de la proximidad de otra persona en el puente de mando.
–¿Los paladines se han comunicado a caso, princesa? –preguntó detrás de ella la voz de Coran haciendo que la alteana diera un repentino brinco de sorpresa. Los ratones en el hombro de Allura cayeran al suelo ante la sacudida.
–¡Coran! –se quejo la princesa llevándose una mano al pecho.
Su compatriota alteneo soltó una leve risita.
–Lo lamento, Allura –dijo éste recobrando un poco la seriedad –. No pude evitarlo después de verla tan enfocada en la pantalla.
–Es que… –musitó Allura – estaba meditando si debía o no contactar a los paladines.
–Oh ¿Hay algún problema?
–En realidad no, pero no puedo evitar pensar que algo está pasando.
Coran escudriñó con cuidado el semblante de la princesa y pudo leer con facilidad en su rostro la clara preocupación. La conocía tan bien que le resultaba natural leer sus facciones.
–¿A qué se refieres? –le preguntó él con calma, animándola a abrirse.
–Me parece muy extraño que Shiro insistiera en un ejercicio en equipo justamente ahora –respondió ésta perdiendo de nuevo su mirada en la pantalla que indicaba la posición exacta de los paladines en el planeta –. Y después de los últimos días.
–Yo no veo lo raro –comentó Coran acicalándose su bigote –, es normal que quieran seguir mejorando como equipo, además, Zarkon ya no puede localizarnos a través del león negro.
–Tal vez simplemente estoy nerviosa ¿no?
Allura le dirigió una sonrisa y una mirada lastimera que demostraba su cansancio, preocupación y sin duda juventud. Ni lo siglos de sueño evitaron que la princesa alteana siguiera siendo una inexperta en los zapatos de su padre.
El corazón de Coran se enterneció ante aquellos ojos tristes que siempre fue débil desde la infancia de Allura.
–Es natural –le dijo él con calma y consuelo, colocando sus manos en los hombros de la princesa y dándole un leve apretón –, usted misma dijo que han sido unos días muy difíciles últimamente.
–Creo que tienes razón –contentó ella recargándose contra el hombre que para ella era como sus segundo padre.
–No tiene porque sentirse mal –continuó Coran –, tiene una misión muy importante por delante y estar nervioso en una situación así es normal. No debe recriminarse al preocuparse por los paladines. ¿Quién lo diría? –soltó con una sonrisa simpática en sus labios –. Prácticamente parece como si fuera su madre angustiada por ellos.
El alteno mayor soltó una carcajada, en lo que Allura y sus ratones le lanzaron una mirada de soslayo ante su comentario.
–Pues en ese caso tú sería el abuelo, Coran –remató ella ganándose la ultima carcajada.
Los ratones soltaron estridentes chirridos imitando la risa de la altena, quien no tardó en elevar su voz. Coran contagiado por el alegre momento, se unió a las risas, desapareciendo el turbio ambiente que había estado dominando el puente de mando del castillo.
–Está entrando una trasmisión –soltó de repente Allura limpiándose una lagrima de felicidad al ver como la pantalla delante ellos comenzaba a parpadear.
–¿Son los paladines?
–No –contestó la princesa –. Es un llamado de auxilio.
El silencio que se apoderó del campamento de los paladines en lo que todas las miradas se enfocaban solo en Shiro. Nadie podría negar que el paladín negro era valiente y atrevido para enfrentar situaciones difíciles, pero tener las miradas punzantes de sus cuatro compañeros sobre de él en ese momento, casi lo hacían titubear.
–¿Qué? –soltó Hunk siendo el primero de acabar con el incomodo silencio.
–¿Es en serio? –agregó Keith casi sin palabas. El paladín rojo se volvió a Lance (aquel que tenía más cerca) y con una sola mirada exigió algún tipo de explicación.
Como era posible que hubieran llegado a eso, cuando unos minutos atrás habían estado discutiendo por tonterías.
–¿Tregua? –preguntó el paladín azul a su compañero.
–Tregua –aceptó Keith mientras ambos se cruzaban de brazos para enfrentar a su líder –. Shiro, creo que nos debes una explicación.
El paladín negro se sintió atrapado.
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Hola a todos, este es el ultimo capitulo del año y se que posiblemente esperaban algo mejor o al menos continuar donde nos quedamos con los paladines, pero hago lo que me da la gana.
Saludos, felices fiestas y no vemos el otro año.