Disclaimer: No es exactamente así como Rowling plantea que funciona la Amortentia, pero.. venga, es prácticamente lo mismo solo que más interesante.


VAMOS A DARLE UN BREAK A ESTO porque... esta mañana... Sirius Black, de catorce años de edad, está tan tranquilamente sentado desayunando en la mesa de Gryffindor, cuestionando todo lo que dice su amigo James Potter solo para fastidiarle como de costumbre, con Remus Lupin sentado a su lado leyendo un comic dentro de un libro, escondido en una novela, escondiendo una revista... o al revés, ya nadie lo sabe ni entiende porque sigue esforzándose en esconder cosas dentro de otras y Peter Pettegrew comiendo salchichas como si no hubiera un mañana mientras copia la tarea de encantamientos tranquilamente.

La vida es hermosa y apacible, las salchichas parecen exquisitas y el té de Sirius Black tiene un muy sutil aroma a chocolate después de un millón de otros perfumes que él no puede distinguir al bebérselo.

Para ser un perro tienes muy mal olfato.

¡No es un perro ahora!

Sirius se toma su te... y de repente le cambia completamente la cara, deja de escuchar por completo a James. Con una voz un poco mecánica, les pide a los tres un instante, levantándose.

Sinceramente, no es la primera vez que esto pasa. Pero en general no es propiamente fácil distinguirlo. Es James el que, como le está mirando, se da cuenta del problema primero, soltando premonitoriamente una sutil advertencia al resto, resumida en un levantamiento de cejas y un suave…

—Oh-ohh…

Sirius saca las piernas del banco de la mesa de un salto, yéndose hacia la mesa de los profesores. Peter levanta la cabeza de lo que estaba escribiendo, girándose a James porque es raro que se haya callado y notando que Sirius se ha levantado.

—Whaaaat? —pregunta Remus distraídamente sin levantar siquiera la mirada de los apuntes escondidos en el comic escondido en el libro, porque cuando James hace esas cosas puede ser que su equipo de Quidditch haya perdido, o quizás que Lily Evans esté hablando con Snivellus, o que su madre le esté invitando a una fiesta por carta o… que se hayan terminado las salchichas.

—Sirius está raro —declara James solemnemente como si eso fuera más que señal suficiente para que el mundo se detuviera y puede que no lo haga, pero vale, Remus si va a detenerse. Levantando una ceja y…. La mirada hacia Sirius

Peter también le busca en el comedor, a ver dónde demonios está ahora.

—¿A dónde ha ido? —pregunta Remus.

James se levanta de un salto yendo tras él, el problema es que… está del otro lado de la mesa.

Sirius está en la mesa de Ravenclaw, se acaba de sentar junto a una chica de segundo, con una sonrisa de chico fatal, un poco desencajada.

—Ahí, en Ravenclaw —lo señala James buscando un espacio para cruzarse la mesa por abajo.

Remus, que era el que estaba de su lado, parpadea un poco.

—Esa chica... es Millicent Jonhson. Vino hace unos días a preguntarme por Sirius —comenta Peter entrecerrando los ojos—. ¿No será que están juntos o algo?

—No estaban juntos hace diez segundos… algo huele mal aquí —asegura James el SALVADOR de Sirius.

Remus se detiene cuando ve que en efecto… es Millicent Johnson. Arruga la nariz.

—Pues ahora sí parece que lo están —comenta Peter levantando las cejas cuando Sirius se echa directo sobre la boca que la nombrada niña Ravenclaw para... explorarle las amígdalas.

—UUUUGHHHHH —protesta Remus apretando los ojos. Sirius no es muy de hablar digamos. Aunque sí tiene un buen juego de lengua.

James al fin sale del lado de la mesa y mira a Sirius. Se ríe un poco … uuuhhh

La verdad, Peter se gira a mirar a Rose en la mesa de Hufflepuff porque seguro esto le va a hacer una gracia a ella, como su... novia-no-novia-oficial-pero-sin-ataduras-pero-con-exclusividad-pero-con-derechos-pero-solo-amigos o quién coño sabe ya como definen su relación a estas alturas.

Remus quiere matar, como siempre, a toda la escuela. Va a irse a sentar otra vez a su sitio y a volverse a su libro/apuntes/comic/desayuno.

James vacila un poco porque no va a detener… del todo a Sirius mientras… besa a alguien, pero está casi seguro de que esto es algo más… raro.

Regulus está haciendo los ojos en blanco en la mesa de Slytherin cuando nota que OOOTRA VEZ hay silencio en el gran comedor y cuchicheos variados y OOOTRA PUTA VEZ es culpa de su hermano.

Eventualmente tienen que tomar aire, ¿no? Se pregunta James.

Para el apoyo de James, es Minerva quien separa a Sirius de Millicent con un hechizo, apenas sin mirarle ya porque, de hecho, alguna vez ya le ha pasado de separar alguna otra parejita con su habitual "cinco puntos menos para Gryffindor, señor Black" y que el señor Black en cuestión ni esté ahí.

James agradece el movimiento, no es por nada, y… decide tomar a Sirius del cuello y llevárselo porque él ESTÁ SEGURO de que algo pasa. Si fuera un niño muggle, leería Spiderman y se referiría esto como su James Tingle.

Sirius es un poco reticente a ello, mandándole besos poniendo las manos en forma de corazón en la distancia hacia la chica en concreto.

—Ya está, ya está… —James tira de él igual, acercándose a Remus y a Peter —. ¿Veeeeen? ¡Tenía razón!

Rose ni siquiera está en el comedor en este momento, (Un problema menos) así que Peter se vuelve a ellos y Sirius está intentando escribir en un pedacito de pergamino que se vean de nuevo hoy después de clase... ¿Qué rima con claro de luna?

—¿Quién trae una? —pregunta James refiriéndose a la poción anti poción de amor ya por defecto, asumiendo que todos los demás sabrán de qué habla.

—Ugh —protesta Peter—. Yo tenía un vial y se me rompió sobre el libro de herbología y ahora huele todo a algodón de azúcar y me da hambre cada vez que vamos a clase con Sprout.

—¿Y no tomaste otro del cajón? ¡Ugh, Peter! —protesta James —. El mío está con las cosas del Quidditch que dejé en el cuarto.

—Ya no hay más, tendríamos que preparar otra vez —suelta Remus mirando sus cosas, visiblemente irritado con esto —. Van tres semanas que les digo…

—Pues es que no quiero que mi mochila apeste a palomitas otro mes —se defiende Peter.

—"Luna" rima con "una" pero es una palabra tan fea cuando lo que quieres es ser dos almas apasionadas unidas una con la otra —asegura Sirius suspirando sonoramente.

—¡¿No hay más?! ¡Remuuuus! ¿Cómo no va a haber más? ¡Pensé que había poco!

Remus pone los ojos en BLANCO.

—Ugh, no puede estar así más de una hora. Los profes van a darse cuenta cuando intentemos estrangularle —protesta Peter mirando a Sirius también.

—Una hora… —comenta sarcástico Remus, cerrando el libro—. Tengo una más, pero después de esto TIENEN que ayudarme a conseguir los ingredientes.

—James... ¿alguna vez has sentido que Lily... fuera a ser la madre de tus hijos? —sigue Sirius, con ensoñación.

—Uuuugh —sigue Remus.

—¿Ves? Tú siempre tienes un último vial escondido —Peter le sonríe a Remus.

—Pues es que cuando ESTAS son las opciones. Vamos a la torre.

—Sí, sí, lo he pensado, sí —James asiente sin oírle mucho, la verdad.

—Nosotros vamos a tener cuatro. No. Cinco. Aunque luego a lo mejor la vida nos sorprende y son más porque... no creo que podamos salir mucho de la cama, ya me entendéis —Sirius se ríe levantándose con los demás.

—Vamos —Peter recoge su tarea y sus cosas siendo el último como siempre.

—No creo que puedas hacer mucho más que cambiar pañales con cinco hijos —protesta Remus.

—Ah, mi padre va a estar encantado de pagar una niñera con tal que yo le dé más y más mini Blacks para su tapiz —asegura Sirius Tercero—, además, ¿habéis visto sus tetas?

—Las de Rose son más grandes —le discute Peter.

—Mátenme —protesta Remus entre dientes.

—Sí, seguro. Y tú madre va a cuidarles a todos —James se ríe un poco.

—Bueno, sí —tiene que admitir Sirius porque, bueno, es que... objetivamente no hay por donde discutir—. Pero Millicent aun esta en desarrollo, solo imagina el POTENCIAL.

—Tiene DOCE años... ¿u once? No sé ni cuando es su cumpleaños, pensaba que hasta tú decías tener un límite con eso —sigue Peter.

—Por Merlín… en serio estamos hablando del potencial de una NIÑA de doce años? —protesta Remus.

—Seguro es Piscis... como Rose. Ella dice que Piscis es el mejor match para Escorpio. Bueno, lo es Tauro, pero yo prefiero a los Piscis como Millicent —sigue Sirius.

Peter solo oye blablablá poniendo los ojos en blanco y pidiéndole a James que se apresuren. Remus... Es que se le van a quedar los ojos puestos en blanco como siga así.

—Solo hace falta enseñarle un poco, Lunático, te lo he dicho muchas veces, con un poco de práctica tú podrías tener una chica así de bonita también en un abrir y cerrar de ojos. Ni siquiera hace falta enseñarle demasiado porque... es que mira, solo pienso en ella y ya se me empina —Sirius se ríe señalándose en la entre pierna.

—Enseñarle un poco. Ni que fuera mono de circo, Sirius. ODIO cuando estás así —protesta Remus.

—A ti también podría enseñarte si quisieras... con fines académicos y si a Millicent no le importa —ofrece.

—Siempre dices eso y luego ni mierda le enseñas a nadie... —protesta Peter que ya ha asistido a alguna de las "supuestas" clases de seducción de Sirius Black que a él nunca le funcionan.

—Anda, no te enfades. Un día de estos traeré a Millicent a Gryffindor y me la voy a tirar en cada uno de los sillones de la sala. Seguro llegarás a verlo en alguno —asegura para Peter, entrando a través del cuadro.

—No te vas a traer a Millicent a ningún lado si es que no quieres que le borre TODOS los puntos a Gryffindor —protesta Remus.

—¡Anda ya! —protesta Sirius riéndose de eso—. Vale, vaaaaaale respetaré tu butaca favorita... de todos modos hay muchas otras.

—No te puedes acostar con alguien en una butaca... ¿o sí? Quiero decir... ¿no hay que hacerlo ACOSTADO? —pregunta Peter parpadeando un poco confundido.

—¡Paren ya los dos! —se queja Remus.

—En realidad... —empieza Sirius y se detiene con ese grito—. Luego te lo cuento...—añade en un susurro para Peter.

—Venga, ve, ve a por la poción… —pide James también un poquito asustado.

—¿Qué poción? —pregunta Sirius a James.

—Ahh…. Unas vitaminas—explica y luego decide cambiar de idea, porque… Sirius y sus intereses—. Un tónico para la recuperación sexual.

—¿Recuperación sexual? ¿Es que ya no se te levanta? —se burla, cruelmente.

—Es para ti, para que puedas tirártela todas esas veces —se encoge de hombros sin siquiera ofenderse.

—¡Yo no necesito ayuda para eso! —protesta frunciendo el ceño.

—Bueno, esto no es ayuda, esto es… para que disfrutes más —vuelve a cambiar de idea, porque ni vale la pena discutir, solo quiere asegurarse que se lo tome.

—No necesito una poción para eso, ¿Sí has visto a Millicent? —se ríe un poco como si fuera obvio.

—Sí, sí que la he visto.

—Pues te aseguro que no necesito ninguna ayuda. A lo mejor un día podemos tener una cita doble si invitas a Evans.

—A lo mejor, sí, a lo mejor.

Remus igualmente se va por la poción porque quisiera ESTRANGULARLO.

—Venga... por lo pronto, es necesario que te tomes lo que trae Remus.

—Mientras no sea una poción de amor —Sirius se ríe con eso.

—Poción de amor es la que traes tu encima, Sirius —explica James.

—Claro que no —se ríe otra vez—. Y a ti no se te ocurra darle una a Evans, ¿eh? Tienes que conseguir una relación sana y afianzada como la que tenemos Millicent y yo, esa es la única clave de la felicidad.

—¿Cómo la que tienen Millicent y tú? Pff... claro, claro. ¿Cuántas veces dices que han hablado? —pregunta James mirándole con media sonrisa y Remus baja con un vaso de jugo de calabaza en la mano.

—No es una cuestión de cantidad si no de calidad.

—¡Menos mal! —exclama Peter a ver a Remus.

—Además... no tenemos clase hoy de DCAO con Ravenclaw? Quiero preguntar a sus amigas a ver si alguna podría darme algún consejo.

—Yo creo que menos mal que nos tienes aquí. Tomate esto —pide Remus mirándole todo serio y con cara de amargado.

—Ugh, ¿qué pasa? Venga, no estés tan enfadado. Si solo nos dijeras quien te gusta a ti podríamos montar una cita contigo también.

—Te lo diré si te terminas este jugo —negocia Remus.

—Vaaaaale, vale —ahí se lo toma riéndose igual. Ok, daddy.

Remus es que... los ojos en blanco OTRA VEZ. ¡Es imposible!

Sirius se toma el jugo y le hace efecto casi de inmediato, parpadeando.

—Sirius? —pregunta Remus aun tenso.

Este le mira, un poco confundido.

—Qué opinas de Millicent? —pregunta James.

—¿Q-Quién?

—Buff... Finally! —se queja Remus, dejándose caer en una butaca.

—Anda... otra vez te habían puesto una poción de amor —le explica Peter a Sirius, dándole unas palmaditas en la espalda y sonriéndole.

—W-What? O-Otra vez? —Sirius levanta las cejas.

—Te has besuqueado a Millicent en medio del gran comedor —explica Peter.

—Hay que hacer más poción —les recuerda Remus, todo serio.

—Quizás… deberíamos nosotros jugar a las pociones también —valora James, pensándoselo.

Who the fuck is Millicent? —pregunta Sirius que aún está confundido.

—Pero Remuuuus, hoy teníamos la tarde libre —protesta Peter.

—Pues ya no, ¡ahora tendríamos que hacer estas pociones! —protesta Remus

—Bueno, podríamos también hacer pociones de amor y dárselas a... podríamos darle una a Snivellus y ver cómo se derrite por alguien —propone James.

—Como si Snivellus no se derritiera ya por alguien —se ríe Sirius. Peter bufa, pero no le va a quedar otra que aceptar.

—Ya, bueno, pero aún más ridículo como estabas hace diez minutos —James sonríe.

—Oh, ugh! —Sirius se sonroja un poco igual porque esto siempre es... incomodito—. ¿¡Porque no me la disteis en el comedor!?

—¡Porque no hay! —vuelve a protestar Remus.

—Vale. Estoy con Remus. Hay que hacer más —asegura Sirius señalándole.

—Pues venga, hay que conseguir todas las cosas y hay que robar un par de la oficina de Slug —Remus sonríe un poquito por primera vez desde que empezó este evento.

—Bueno, Peter se encarga de eso —Sirius se ríe, señalándole.

—¡Eh! —protesta él

—¡Pues hay que tomar una por el equipo, Pete! —James se ríe.

—Vale, vale... hazme una lista —le pide a Remus—. Pero ¿solo antídotos o también poción de amor?

—Pues yo pensaba hacer solo los antídotos... ¿Ahora hacemos también pociones de amor? —protesta Remus que las odia.

—Vengaaaa, puede ser divertido —James se encoge de hombros.

—¿Y si las compramos? —propone Peter.

—Las pociones ya hechas? Pues... por mi sí porque tengo que estudiar —Remus el ñoño.

—¡Anda ya! —protesta Sirius—. Además nunca salen tan buenas como cuando las hace Remus —añade como experto entre expertos en antídotos.

Remus mira a Sirius... vale, vale, puntos para ti.

—Bueno, pues hagámoslas, a mí no me importa, solo necesitamos los ingredientes —Remus se encoge de hombros.


¿Qué tal un pequeño review para contarnos lo que piensas?