Capítulo 48.

Había pasado un año desde la boda de Haruka y Michiru, demasiadas cosas habían sucedido durante ese tiempo, la primera de ellas, era que Serena había tendido a su bebé, la pequeña Serena o Rini como le decían de cariño, Sakura y Yukino estaban por tener a su primer hijo después de someterse a un tratamiento experimental a cargo de Saeko, Michiru, Amy y por supuesto Yoko, quién se había casado con Midori pese a las protestas de la segunda, Rei se había casado con Nicolás también hacía poco, Mina pese a algunas protestas de su padre había iniciado una carrera como actriz, mientras que Lita se había unido a Mai y había abierto un restaurante, están en pláticas para unirse y así tener una cadena, Amy siguió los pasos de su madre y estudiaba medicina; algunas de las chicas como Amy continuaron sus estudios, otras habían dicho que ya habían estudiado lo suficientemente en sus vidas pasadas y era momento de seguir sus sueños.

Justo ahora en la mansión Kuga, dónde vivían Michiru y Haruka oficialmente desde hacía un año las esposas estaban teniendo una pequeña conversación.

- te digo que no es nada. – alegaba Michiru sonriendo. – tal vez solo sea algo que comí.

- si es solo eso ¿por qué vas al médico? – rebatió la rubia. – y ¿por qué no quieres que te acompañe? – eso era lo que más le molestaba al parecer. – han pasado varios días amor, solo estoy preocupada por ti.

- lo sé cariño, pero en serio no tienes que estarlo, son solo nauseas y algunos vómitos, tal vez el parche me está afectando, por eso voy al médico y tú no debes de preocuparte y si no te dije antes es porque dijiste que hoy tenías un meeting con algunos inversores y que Shizuru no iba a poder estar. – explicó con paciencia la oji-azul.

- bien, pero debes de prometerme que me mantendrás al tanto y que me avisarás cualquier cosa que el doctor te diga. – pidió la rubia, pues no le gustaba que su mujer fuera sola, pero ella tenía razón en cuanto a los inversores.

- lo haré amor, no debes de preocuparte. – le restó importancia la aguamarina para que su esposa se relajara. – ahora apresúrate o llegarás tarde.

La rubia no dijo más y se apresuró a terminar de arreglarse para salir rumbo a la empresa, debido a su pequeña conversación, no le había dado tiempo de desayunar, solo esperaba que el meeting no se alargara tanto para que pudiera pedir algo que comer.

Una vez que Haruka salió de la habitación, Michiru también terminaba de arreglarse cuando su celular la interrumpió.

- hola Shizuru, ya casi termino. – dijo al responder la llamada.

- no te preocupes, yo estoy algo retrasada, Natsuki no me quería dejar ir sola y tuvimos una pequeña discusión. – dijo un poco triste, odiaba pelear con su esposa.

- oh Shizuru, lo siento mucho, yo… también tuve una pequeña discusión con Haruka, pero… no pasó a mayores. – dijo con pesar, pues se sentía mal por su amiga.

- Michiru no te lo dije para hacerte sentir mal, conozco a Natsuki, se que solo no quiere que algo malo me pase, pero a veces se pasa de sobreprotectora, una vez que hable con su hermana, se que llamará para pedirme una disculpa. – no podía decir que le gustaba estar peleada con su esposa, pero agradecía que tuviera una hermana como Haruka que siempre la hacia entrar en razón.

- tienes razón. – concordó la aguamarina. – entonces ¿Pasó yo por ti? – cuestionó cambiando de tema, no quería que su amiga se sintiera más triste.

- no, solo dame diez minutos y salgo para haya. – no le hacía falta mucho para terminar de arreglarse y no quería arriesgarse a que Natsuki regresara y terminara por arruinar todo.

- de acuerdo, en ese caso te espero. – acordó la oji-azul, no tenía mucho que hacer en casa mientras la esperaba, pero diez minutos no eran tantos.

- si, no tardo. – dijo y colgó la llamada, para terminar de tomar sus cosas y bajar para dar unas cuántas instrucciones a su personal.

Ni ella ni Michiru habían querido darle importancia a ciertos síntomas que estaban comenzando a sentir, aunque si era sincera consigo misma, ella tenía síntomas desde mucho antes que la aguamarina, pero no sé lo había dicho, no quería ilusionarse, ni mucho menos ilusionar a su esposa, mentiría si dijera que ella y Natsuki no habían intentado tener un bebé, pero simplemente no se había dado y ella comenzaba a preocuparse, pues sabía por su suegra que tanto su esposa como su cuñada eran fértiles, pues cuando les había aparecido su amigo extra, se les habían realizado todas las pruebas pertinentes y la de fertilidad había sido una.

Tomó sus cosas y dejó instrucciones a su personal sobre la cena, pues ella no vendría a comer, ni mucho menos Natsuki; tomó sus llaves y salió rumbo a la casa de su cuñada, que estaba justo al lado, pero por el tamaño de ambas propiedades, era un poco más de tres o cuatro minutos en coche; llegó a la casa y se anunció para que Michiru solo saliera, pues no tenía caso meter el coche; cuando la oji-azul salió, subió al coche y se saludaron, Shizuru no perdió el tiempo y arrancó rumbo al consultorio del doctor, tuvo que ser en uno privado y un poco retirado para que su suegra no pudiera obtener información.

Cuando llegaron al consultorio había más personas ahí esperando; tomaron asiento en la sala de espera y comenzaron a conversar de la empresa, sobre los avances que estaba haciendo Michiru ahora con otra investigación y así sin darse cuenta había llegado su turno, cada una iba a entrar en un consultorio distinto pero sabían que estaban para la otra.

La consulta había durado un poco más de lo que ellas esperaban, pero sin duda, tenían el resultado que esperaban, se encontraron afuera del consultorio y con solo sonreírse sabían que tenían lo que querían, sobre todo Shizuru; pagaron la cuenta en efectivo y salieron de ahí, decidieron comer fuera para así tener la privacidad que requerían para hablar de como les había ido a ambas; al llegar el restaurante pidieron una sala privada para ellas y discreción total, pues sabían de sobra que eran conocidas y la prensa por lo general las buscaba en busca de alguna exclusiva o escándalo.

Cuando estuvieron por fin a solas y con su comida decidieron qué era hora de comenzar a hablar…

- entonces ¿Estás…? – dejó la pregunta al aire la castaña con una sonrisa.

- con la misma sonrisa Michiru respondió. – si, lo estoy. – Confirmo. – imagino por tu sonrisa que tú también. – dijo Michiru recibiendo una sentimiento de su amiga.

- tres meses. – dijo la castaña, que aún no salía de su asombro, pues ¡jamás se imaginó que estuviera embarazada de tres meses! Por Kami ¿Cómo no se había dado cuenta?

- ¿En serio? – Michiru se sorprendió por la noticia, pues lo de ella era reciente, solo tres semanas, pero lo había confirmado que era lo que quería.

- si, el doctor dijo que eso pasaba a veces, dijo que cuando estás tan concentrado buscando un bebé no te das cuenta que ya lo tienes y pierdes de vista los síntomas y todo lo demás, además de que en mi caso, el periodo nunca se detuvo y me dijo que eso suele pasar por lo mismo. – explicó la castaña, ahora solo tenía que llegar a casa y preparar una sorpresa para su Natsuki y darle la noticia, quién por cierto no le había llamado y ahora se estaba preocupando.

- yo solo tres semanas, pero si e tenido los síntomas, vómitos, náuseas y a mi el médico me dijo que esto solo era el inicio, que bueno que tú no has tenido nada de esto, es… bueno… no es agradable. – ahora que sabía que era un bebé, no le importaba, al contrario estaba feliz.

- oh no te preocupes por eso, de acuerdo con él, los síntomas van a aparecer, es algo psicológico, yo los estaba bloqueando por mi estrés al estar pensando en querer tener un bebé y ahora que lo sé, bueno, digamos que ya lo desbloquee. – estaba feliz y no veía la hora de decirle a Natsuki, sabía que ella también se pondría feliz. – ahora…

Iba a continuar pero su celular la interrumpió, le pidió a Michiru que la disculpara y sacó su celular de su bolso al revisar sonrió, era Natsuki, lo sabía, se levantó de la mesa y se alejó un poco, como había predicho su cachorra no demoró mucho en comenzar a disculparse y a preguntarle si ya había ido al médico y como le había ido, la castaña fue muy escueta pues sabía que de decir más terminaría por decir la verdad, notó como Natsuki se preocupó por sus respuestas, pero le aseguró que todo estaba bien y que cuando llegara a casa le tendría una sorpresa, por lo que necesitaba que le dijera a qué hora exactamente iba a estar ahí y que no podía llegar tarde, Natsuki no demoró en darle la hora y asegurarle que ni un minuto más, ni uno menos estaría ahí.

Cuando la llamada termino, regresó a la mesa con Michiru, todavía tenía tiempo para pensar en algo, tal vez entre ella y Michiru podrían pensar en como sorprender a las hermanas Kuga.

- ¿Todo bien? – cuestionó la aguamarina con una sonrisa, pues solo era por cortesía.

- si, Natsuki, quería disculparse por lo de esta mañana. – respondió con una sonrisa. – le prometí una sorpresa para cuando llegara a casa. – informaba la castaña. – pero no sé me ocurre nada ¿Alguna idea?

- la verdad no lo había pensado, pero es una buena idea. – concordó Michiru. – creo que lo primero sería una cena, pero al haberlo hecho en un consultorio no tenemos la prueba para dárselas… ¿Qué te parece si…? – Michiru explicó su idea y podía ver cómo la cara de su amiga cambiaba y cambiaba.

- me encanta tu idea Michiru, entonces necesito ir a casa y prepararlo todo, llamaré a Saeko y a Kain para citarlos a la misma hora que Natsuki, mientras tú llamas a Haruka y le dices sobre cenar en casa y preparas la sorpresa ¿Estás segura que puedes hacerlo sola? – la idea de Michiru le había encantado y sin duda prefería que fuera con todos para no tener que dar la noticia varias veces.

- si, no te preocupes, es sencillo y se exactamente a dónde ir. – respondió la aguamarina con una sonrisa, pensaba que tal vez Shizuru no estaría de acuerdo pues se había metido en su sorpresa, pero al verla así de emocionada la había tranquilizado.

- perfecto, puedo dejarte ahí y si necesitas puedo esperarte. – propuso la castaña con una sonrisa.

- gracias, lo acepto, pero tendrás que dejarme ayudarte con la cena. – propuso también la oji-azul.

- hecho. – aceptó la castaña, le gustaba cuando ella y Michiru se ponían a cocinar y hacían estás cenas familiares.

Pagaron la comida después de un ligero debate de quién debía pagar y Shizuru con las indicaciones de Michiru las había llevado al lugar que les prepararía la sorpresa tanto para sus esposas como para sus suegros, ambas estaban encantadas con lo que estaban planeando y sabían que a todos les encantaría.

Michiru aprovechó y llamó a Haruka para decirle de la cena, pero no le dijo el lugar pues sabía que le diría a su hermana y no querían que se arruinara, solo le pidió que estuviera en casa a la misma hora que Natsuki le había dicho a Shizuru y después de eso le daría más indicaciones, la rubia solo sonrió y aceptó, obviamente primero la interrogó sobre su visita al médico y después acepto la propuesta de esta cena misteriosa; por otro lado Shizuru llamó a su suegra para decirle de la cena y que por favor no le dijera nada a Natsuki y Haruka puesto que era una sorpresa para felicitarlas por el negocio de hoy, que obviamente ni siquiera sabía si había salido bien o no, pero como Saeko siempre estaba en los laboratorios sabía que no haría preguntas.

Como Shizuru predijo Saeko no dijo nada más y agradeció por la cena y le dijo que ahí estaría junto a Kain para ayudarles a preparar todo, algo que tanto la castaña como la aguamarina sabían que pasaría pues su suegra siempre le gustaba ayudarles cuando la invitaban a esas cenas, ella decía que lo hacía más especial y significaba que la familia estaba más unida, como una manada, todos en la manada aportaban algo, así que para la matriarca Kuga las cenas o comidas familiares eran muy especiales.

El día había pasado muy deprisa, ni siquiera se habían dado cuenta de la hora, solo porque alguien del personal había llamado a Michiru para preguntarle si era necesario hacer la cena, la aguamarina vio su reloj y se dió cuenta que en poco tiempo su viento estaría en casa, respondió que no era necesario posteriormente le dijo a Shizuru que iría a su casa por unos minutos para arreglarse para la cena y que era mejor que ella también comenzará a hacerlo puesto que sus suegros no deberían tardar en llegar.

Se despidieron y cada una se dispuso a arreglarse para la cena que les esperaba; cuando llegó a casa Horus ya estaba ahí echado en un sillón durmiendo, la manda de lobos de dónde provenía se había mudado permanentemente a la propiedad Kuga y ahora Horus pasaba mucho tiempo con ellos, cuando Haruka tenía mucho trabajo, pero cuando no era así el cachorro solo quería estar en casa; subió las escaleras y fue tomar un relajante baño para arreglarse e irse antes de que su oji-verde estuviera en casa; estuvo lista en tiempo récord siempre viendo su celular y asegurándose de que su viento no le dijera que se había adelantado o algo, no quería arruinar la sorpresa, cuando estaba saliendo de casa recibió un mensaje de Shizuru diciéndole que sus suegros ya estaban en casa, tenia que apresurarse.

Llegó a la casa Kuga-Fujino y fue recibida por Shizuru con una sonrisa, entró y saludo a Kain quien tenía una copa de vino en la mano y al adentrarse en la cocina saludo a Saeko que sin duda estaba ayudando con la cena, se puso manos a la obra ella también ya que al ver la hora su cuñada y su esposa no deberían de tardar.

A la hora indicada recibió un mensaje de Haruka indicándole que estaba en casa y lista para ir a dónde ella le dijera, la oji-azul sonrió y le mando un mensaje con su ubicación que no demoró en ser respondido con varios signos de interrogación al darse cuenta del lugar al que quería que fuera, solo sonrió y le dijo que la esperaba, dejando claro que no le respondería más.

Otro momento memorable fue cuando la dueña de la casa llegó, pues ella había pensado que su esposa le había preparado una sorpresa por lo que había pasado en la mañana e incluía ciertas actividades, así que cuando entro a la casa…

- amor, ya estoy en casa y lista. – dijo con una sonrisa, mientras se terminaba de quitar el saco y la camisa y se bajaba los pantalones.

- wow hija, sabía que estabas muy bien dotada pero eso es quedarse corto. – bromeó su padre con una sonrisa al ver a su hija con los pantalones abajo.

- ¡padre! – gritó asustada al ver a su padre recibiendo la en lugar de su esposa. – ¿Qué estás haciendo aquí? – cuestionó acomodando su ropa mientras veía a su esposa, su cuñada y su madre salir del comedor.

- esa no es forma de hablarle a tu padre Natsuki. – reclamó su madre con molestia y viendo a su hija.

- Shizuru ¿Qué es esto? – se dirigió a su esposa con un puchero, pues ella había pensado en otro tipo de sorpresa, no esto, con al parecer toda su familia, pues acababa de escuchar la puerta y sabía sin ver qué era su hermana.

- es una cena familiar cielo, Michiru y yo la planeamos para ustedes. – dijo la castaña al ver a su cuñada acercándose a ellas.

- ¿Se nos olvidó alguna fecha importante? – cuestionó la rubia con una sonrisa acercándose a su familia y comenzando a saludar a todos.

- no amor, solo queríamos darles una sorpresa por como les fue hoy con los inversionistas. – respondió Michiru con una sonrisa besando los labios de su esposa.

- no tenían que hacerlo. – respondió la rubia y pasó a saludar a su hermana, quién por cierto aún tenía la ropa desarreglada y no pasó desapercibido ese hecho para la rubia. – ¿Te paso algo antes de llegar aquí? O ¿Por qué tienes la ropa así? – cuestionó divertida.

- no es nada. – respondió secamente.

- lo que pasa es que tú hermana había pensando en otro tipo de sorpresa. – intervino Kain con una sonrisa divertida ganándose un golpe de Saeko. – ouch Saeko, eso duele. – se quejó el rubio.

- por eso lo hice. – respondió la matriarca dándole una mirada severa.

- ¿Por qué no pasamos al comedor? La cena ya está lista. – intervino Shizuru antes de que esto desatará una pelea.

Sin decir nadie más anda, todos pasaron al comedor para degustar de los manjares que las mujeres Kuga habían preparado, cada uno tomo su asiento y la cena comenzó a servirse, con la sola vista habían quedado encantados, Shizuru sabía cocinar y Michiru había tenido que aprender en un esfuerzo por complacer aún más a su esposa, pues si bien tenía algunos conocimientos ahora se podía decir que se desempeñaba como una experta en la cocina y Saeko, bueno, solo digamos que ella instruyó a Michiru.

- wow, esto está delicioso chicas, se lucieron sin duda. – declaró la rubia con una sonrisa, ella también esperaba una sorpresa diferente, pero no sé quejaba.

- concuerdo con Haruka, esto está exquisito chicas. – secundo Kain a su hija, sin duda era algo preparado por su esposa y sus nueras.

- muchas gracias por la cena y la sorpresa, ha sido maravilloso. – agregó Natsuki aunque aún estaba un poco frustrada porque ella quería otra sorpresa.

- muchas gracias, pero la sorpresa aun no termina. – dijo Shizuru mientras se ponía de pie junto con Michiru.

Ambas chicas salieron de comedor dejando a los otros comensales un poco desconcertados, tanto Haruka, como Natsuki y Kain habían dirigido sus miradas a Saeko pues ella estuvo ayudando a las chicas con la cena, pero ni ella sabía lo que las chicas habían planeado antes de que ella llegara a ayudar, así que esa sorpresa extra, también la desconocía la matriarca Kuga.

Las chicas volvieron con dos cajas de obsequios cada una y una enorme sonrisa adornando sus rostros, dejando aún más desconcertados a todos en la mesa, pues no tenían ni idea de lo que las chicas habían tramado y Saeko comenzaba a sospechar que esto no era por lo de los inversionistas, sino por otra cosa.

- Amor ¿Qué es esto? – cuestionó la peli-azul menor cuando su esposa le dejo una de las cajas que tenía en la mano, la otra se la había dado a su padre.

- lo sabrás cuando lo abras amor. – respondió la castaña viendo cómo Michiru le dejaba su caja a Haruka y la otra a Saeko.

- Entonces ¿Lo abrimos ya? – cuestionó la rubia un poco confundida pero también ansiosa por lo que le pudo preparar Michiru.

- si claro, adelante. – alentó la aguamarina con una sonrisa por pensar en como reaccionaria su familia a la noticia.

Natsuki fue la primera en abrir el suyo y se quedó un poco confundida al ver lo que había dentro, así que lo sacó y lo extendió aún con su ceño fruncido, pues no entendía muy bien.

- Shiz, no creo que esto le quede a Dhuran. – dijo con inocencia al ver la talla de la pequeña camiseta.

- Saeko no demoró en entender y se llevó ambas manos a su boca. – oh por Kami. – exclamó apresurando se a sacar su obsequio.

- no es para él amor, revísala bien. – pidió Shizuru ya más emocionada al ver que suegra y su cuñada sin duda habían entendido, de que iba el asunto.

- Natsuki hizo lo que su esposa le dijo y al dar la vuelta a la pequeña prenda, pudo leer la inscripción "el bebé de mamá" – esto… esto es… Shizuru… – dijo al borde de las lágrimas levantándose par abrazar a su esposa, pues le había dado el mejor regalo.

- Haruka, tu también deberías abrir el tuyo. – pidió Michiru al ver que su hermosa rubia no había hecho por abrir su regalo cuando vio el de su hermana.

- la rubia salió de su asombro y volteo a ver a su esposa ¿Era lo que estaba pensado? ¿Michiru también? No lo pensó mucho y abrió el suyo sacando la pequeña camiseta dónde se leía "la mejor mamá" – ¡tu también lo estás! – gritó emocionada la rubia yendo a abrazar a su esposa.

- Saeko lloraba de la emoción y Kain la consolaba, pues sus camisetas decían "mi abuelo es el mejor" y "la mejor abuela es la mía" respectivamente. – muchas felicidades mis niñas. – felicitó la matriarca levantándose y acercándose para abrazar a sus nueras.

- se nota el favoritismo mamá, nee-san y yo somos tus niñas. reclamó la oji-verde menor pues ella pensaba que les hablaba a ella y a su hermana, pero no, les decía a sus nueras.

- Natsuki, no voy a discutir contigo, estoy muy feliz porque voy a hacer abuela por partida doble. – nadie, ni siquiera su hija menor con sus tonterías le arruinarían ese momento. – ¿Cuánto tienen? ¿Ya tienen médico? Creo que lo mejor es que todo se lleve en la clínica Kuga y que Yoko las controle. – Saeko habia comenzado a hacer los planes para sus futuros nietos.

Las chicas sugirieron el pasar a la sala con una tasa de té para hablar sobre el embarazo que ambas llevaban y sobre todo que Shizuru y Natsuki tendrían que tener otra cena para decirles a los padres de la castaña la buena nueva, pues era algo que sin duda los señores Fujino tendrían que saber, pese a que estaban un poco distanciados, además de avisarle a las chicas, pues Serena y Yukino ya no serían las únicas, tendrían que planear una reunión con ellas; aun cuando cada una habia tomado un camino distinto siempre buscaban un día al mes para juntarse y contarse las buenas nuevas, Mina nunca quedaba mal pese a su agenda y en la sexta reunión las HiMEs se habían comenzado a unir a las reuniones.

La cena habia sido agradable y ni mencionar de la sorpresa de las chicas, Saeko y Kain se habían ido muy felices y pensando que comprar para sus futuros nietos aunque aún no sabían que serían, ninguno de los dos habia mencionado nada sobre ser el heredero de los Kuga, aun no era momento y sabían muy bien que así como Haruka y Natsuki habían optado por tomar el mando ambas, sus hijos harían lo mismo, además de que eso ya no era su decisión, Haruka pese a sus protestas, era el alfa de los Kuga y sabían que sus hijas llevarían muy bien el asunto.

Haruka y Michiru llegaron a la villa Kuga con una rubia muy revolucionada por la noticia de que sería mamá, no paraba de posar sus manos en el vientre de su sirena y hablar sobre su hijo, sobre que tendría un lobo como Horus, quien por cierto recibió la noticia más que encantado, Haruka le dijo que tenia que cuidar a Michiru en todo momento y el lobo como si entendiera lo que le habia dicho los habia seguido hasta su habitación y se habia molestado cuando la rubia lo dejo a fuera pues quería celebrar con su oji-azul haciendo el amor. Y lo mismo habia pasado en la casa de las Kuga-Fujino, Natsuki no habia perdido el tiempo cuando despidió a sus invitados y se llevo a su esposa a la habitación, diciéndole a Dhûran que al día siguiente le contaría algo muy bueno.

Una semana después del anuncio a la familia Kuga sobre el embarazo de las dos chicas, Natsuki no quiso esperar mas para contarle a sus suegros, así que Shizuru los invito a un almuerzo y ahí les dieron la noticia, esta demás decir que ambos se alegraron bastante pero, no por las razones correctas, pues comenzaron a cuestionar a la castaña cual bebé nacería primero y si su hijo seria el heredero de los Kuga al nacer primero, a lo que Natsuki tuvo que intervenir y recordarles que ahora quien era la cabeza de la familia era Haruka, por lo que pese a que su hijo naciera antes, seria el hijo de la rubia quien la sucedería como cabeza de los Kuga, a lo que sus suegros no repararon con reclamos por ese hecho, opacando la felicidad de las chicas y haciéndolas pasar por un mal sabor de boca, pues nadie habia pensado siquiera en la herencia Kuga, pero los señores Fujino no habían tenido reparo alguno en sacar el tema y hasta molestar por no obtener lo que según ellos era el derecho de su nieto.

Para ese punto Natsuki estaba más que molesta, por lo que sin decir más, ayudo a Shizuru a levantarse, arrojo unos yenes la mesa y se llevo a su esposa, no estaba dispuesta a seguir escuchando a sus suegros con sus ideas horribles y dejando que su esposa se estresara, eso seguramente no era sano para el bebé, era una pena darse cuenta que pese a todo, lo que en verdad querían los padres de Shizuru si era la herencia Kuga, cosa que con la jugada que habia hecho su hermana no verían nada y si no cambiaban su actitud, posiblemente no conocerían a su nieto; después de ese mal momento Natsuki insistió en llevar a Shizuru a su casa, pero la castaña quería trabajar y dejar todo al día y comenzar a avanzar para cuando tuviera que tomar su licencia de maternidad, no quería dejar un desastre, pues para las mismas fechas Haruka también estaría fuera por Michiru y sabía que quien tomaría las riendas serian sus suegros y no quería que tuvieran problema alguno. Pese a lo dicho por su esposa la oji-verde menor no estuvo muy de acuerdo, pero, aun así, la llevo a la empresa y ella se dirigió a los laboratorios.

Sin que lo notaran habia llegado la fecha del encuentro con las chicas, día que aprovecharían para dar la noticia de los embarazos de las esposas Kuga, el cual se habia mantenido muy hermético para evitar el agobio de los medios hacia las chicas, pero sabían que se tenia que dar el anuncio en alguna revista para que así no hubiera noticia que perseguir.

- vaya, parece que somos las primeras en llegar ¿no es así? – dijo Sakura con una sonrisa y viendo a la chica que le abría la puerta.

- así es Sakura-chan, tu y Yukino llegaron primero. – respondió Shizuru con una sonrisa; cada que se reunían elegían una casa distinta para que la prensa no las fuera a capturar, pues eran personas públicas.

- bien, dinos ¿en que te podemos ayudar bubuzuque? – sabia del caos que eran esas reuniones, pues ya habia sido en su casa y sabía que Shizuru siempre estaba en la cocina y estos últimos días, no le habia visto buena cara.

- muchas gracias, Sakura-chan, pero ya está todo listo. – habia tenido que contratar a alguien mas para que le ayudara, pues Natsuki no quería que hiciera mucho esfuerzo y además habia comenzado a sentirse muy cansada. – pero pasen, vengan, vamos al jardín donde ya está todo dispuesto.

Las chicas siguieron a la castaña hacia el jardín trasero donde seria la reunión con las demás, Shizuru habia dispuesto una carpa blanca con una gran mesa en el centro y otra aun mas grande con bastante comida y aperitivos para todos, era una suerte que haya habido mas reuniones antes para así darse una idea de como organizar la suya, Shizuru llevó a Yukino y a Sakura a unos sillones que dispusieron para cuando terminaran de comer, pudieran relajarse un poco y seguir con la conversación, pues siempre se quedaban hasta más tarde charlando de todo lo que les pasaba a todas; pidió que estuvieran pendientes de la puerta para dirigieran a sus invitadas hasta ahí.

- ¿Cómo llevas el embarazo Yukino? – cuestionó pues tenia que comenzar a tener referencias, no hablaba con su madre y le daba un poco de pena preguntarle a Saeko, sobre como habían sido sus embarazos.

- pues como veras ya se nota, tengo cinco meses, es una suerte que las nauseas matutinas ya hayan pasado, pero los antojos raros siguen. – respondió con una sonrisa mientras llevo una mano a su estómago y lo acariciaba levemente.

- también se cansa más y duerme más, sin mencionar que hay comidas, bebidas u olores que no tolera. ─ a porto la rubia con una sonrisa. – pero se ve hermosa, con un brillo, no se como describirlo, pero… ese brillo en los ojos lo he percibido en ti en los últimos días. – soltó la rubia, pues nada se le pasada de su amiga.

- ¿brillo? no sé de qué hablas Sakura-chan. – para su buena fortuna su mascara siempre estaba cuando la necesitaba y esta no sería la excepción.

- Sakura-chan, no debería molestar a Shizuru-san con eso. – reprendió la castaña menor un poco incomoda por como su esposa siempre se metía donde lo la llamaban.

- no la molesto, solo le digo lo que veo en ella. – no era una mentira, era un hecho y aunque Shizuru se lo negara ella sabia lo que veía. – ¿no dicen que ese brillo especial lo tienen las personas que están embarazadas? – no entendía ¿Por qué Shizuru no lo admitía y ya?

- no se de que hablas. – repitió con su mascara puesta. - ¿quieren algo de tomar? – cuestionó en su lugar, mientras se levantaba para ir por las bebidas.

- si por favor, un jugo de naranja. – pidió Yukino tratando de ayudar a la castaña; ella al llegar habia notado ese brillo del que hablaba su esposa, pero si Shizuru no quería mencionarlo, debían respetarlo.

Shizuru se levantó y fue por el jugo de naranja sin esperar a que Sakura pidiera algo, solo quería salir de ahí, desde hacía tiempo sabía que Sakura la leía muy bien, no por nada ella misma se proclamaba su mejor amiga, solo esperaba que los demás comenzaran a llegar ya para que la rubia pusiera su atención en alguien mas y le arruinara la sorpresa; para su buena fortuna su cuñada y Michiru habían llegado y con ellas al parecer Rei y Nicolás también, con eso Sakura ya tendría para que la dejara por unos momento.

Poco a poco los demás fueron llegando y saludando a todos, los últimos en llegar fueron Serena, Darien y la pequeña Rini, al parecer la pequeña no quería cooperar, pero por fin la convencieron y ahí estaban; cuando terminaron de saludarse todos Shizuru los invitó a la mesa para comenzar a comer y charlar un poco antes de pasar a la sala improvisada en el jardín y seguir hablando de todo lo que habia pasado en el último mes a todos.

Una vez en la mesa, Sakura y Haruka comenzaron a hablar sobre negocios, la rubia oji-lila habia conseguido que los Kuga invirtieran en uno de sus mas lujosos hoteles el cual iba viento en popa y deseaba llevarlo a otro continente y probar suerte ahí también, pues en Tokio ya era considerado uno de los mejores del país y querían replicar el éxito, Darien se habia unido a esa conversación pues también habia hecho una inversión en dicho hotel, mientras eso pasaba, Ami, Youko y Midori se habían enfrascado en una platica sobre un prototipo para realizar operaciones en determinadas áreas del cuerpo humano donde los médicos no podían llegar, en un principio Michiru y Natsuki también estaban en esa conversación, pero se habían desconectado un poco ya que Rei habia comenzado a cuestionar a Serena sobre la pequeña Rini y los retos que estaba enfrentando con la niña, pues ella y Nicolás habían hablado y querían tener un bebé, así que le interesaba saber cómo estaba ella con la niña y también habia incluido a Yukino, pues la castaña menor era otra que seria madre muy pronto, obviamente que ella supiera.

Cuando el almuerzo terminó y todos estuvieron satisfechos pasaron a los sillones dispuestos donde les sirvió té y café para seguir con la conversación que llevaban cada grupo pues cada uno estaba muy enfrascado en ello; después de un tiempo los grupos y el flujo de la conversación comenzó a cambiar y comenzaron a hablar todos de su último mes; en algún punto de la conversación Mina pidió la atención de todos, pues tenia un anuncio importante que dar.

- tengo algo muy importante que decirles chicos. – comenzó la rubia con una sonrisa, pues esto era algo que sin duda quería compartir con ellos.

- ¿estas embarazada? – soltó Nicolás de una, aunque si lo pensaba bien era poco probable porque la rubia ni pareja tenía.

- si claro, por obra y gracia de Kami-sama bobo. – respondió la rubia con ironía. – no, no estoy embarazada, es otra cosa.

- dinos ya por favor, no le hagas caso a ese bobo. – dijo Rei quien le habia dado un golpe en la cabeza a Nicolás por lo que habia dicho.

- bien, ahí voy. – respiró profundo, cerró los ojos y cuando los abrió ya estaba lista. – ¡me dieron el protagónico para una película de Hollywood! – gritó emocionada la oji-azul dando saltitos en su lugar.

Todos estallaron en jubilo después de escuchar el anuncio, sabían de sobra que la rubia habia estado luchando mucho para conseguir un papel así, fuera de Japón y en una de las ciudades mas importante para el cine, las felicitaciones no pararon, así como los abrazos y los buenos deseos para el próximo proyecto, Lita pidió a una de las personas que los estaba atendiendo que sirvieran champaña para celebrar como era debido, las copas fueron repartidas y el líquido se comenzó a servir; cuando llegaron con Michiru y Shizuru ambas chicas negaron el que les sirvieran, lo cual no pasó desapercibido por la rubia que festejaba.

- vamos chicas, no sean así, que les sirvan un poco. – animó la oji-azul mientras le hacia una señal al personal para que si les sirviera.

- no Mina, no podemos. – respondió Shizuru con una sonrisa, que no pasó desapercibido para ninguno de los ahí presentes.

- ¿están tomando algún medicamento? ¿están enfermas? – Ami sacó el medico que tenía dentro y comenzó a hacer preguntas, le preocupaba mucho que las chicas tuvieran alguna enfermedad y no se lo hayan dicho.

- no, no Ami, tranquila, no estamos enfermas, no podemos tomar alcohol. – volvió a decir, pero esta vez Michiru, esperando que alguien captara algo, pero nadie lo hacía.

- ¿Qué paso chicas? – esta vez Serena habia cuestionado a las chicas sobre lo que estaba pasando.

Haruka y Natsuki sonrieron y se acercaron a sus esposas para abrazarlas por la espalda y poner una de sus manos sobre su vientre mientras sonreían y les daban un beso en la mejilla a sus respectivas esposas, el resto de los presentes seguían tratando de descifrar que era lo que estaba pasando; Haruka se canso de que ninguno pudiera descifrar lo que su esposa y su cuñada decían y habló.

- no pueden. – volvió a decir la rubia, pero ahora mientras acariciaba el vientre de su esposa con una sonrisa.

La revelación los golpeo a todos para bien, algunos abrieron sus ojos y su boca de la impresión, otros no hicieron movimiento alguno, simplemente quedaron en shock y otras como Sakura, Mina y Mai no pudieron evitar los gritos de la emoción al entender lo que quería decir la rubia.

- ¡lo sabía! – gritó Sakura señalando a Shizuru y yendo a abrazarla y levantarla de la emoción. – ¡sabia que te habia visto ese brillo en los ojos!

- ¡felicidades, chicas! – gritó emocionada Mai mientras iba a abrazar a su mejor amiga, era un avance muy grande en el matrimonio de Natsuki y ella no podía estar mas feliz por la peli-azul.

- ¿Cuántos meses tienen? – cuestionó Ami también emocionada y sacando su médico. – ¿ya tienen médico que las atienda?

- ¿Cómo van con las nauseas matutinas? – cuestionó Serena, eso era algo que ella sin duda no habia disfrutado para nada de su embarazo.

- felicidades hermanita. – Darien se acercó a felicitar a Michiru con una sonrisa y muy emocionado, pues pronto seria tío y por partida doble, esperaba que también los hijos de Shizuru y Natsuki lo vieran como uno.

- seguimos en lo dicho ¿verdad? Nuestros hijos nos llamaran tías y tíos ¿cierto? – intervino Mina, en una de las tantas reuniones se habia discutido ese tema y habían acordado que los hijos de todos llamarían tíos a los demás.

Las preguntas seguían, Michiru tuvo que poner orden y pido que primero se brindara por la noticia de Mina para después seguir con el tema de sus embarazos, los demás estuvieron de acuerdo y después del brindis y algunas preguntas sobre el tipo de película, el reparto y cuando comenzaría a grabar, así como las locaciones, saltaron al tema de los embarazos y las preguntas volvieron a saltar sin dar tregua a las chicas que respondían a las preguntas con una sonrisa y muy contentas. Sus vidas en esta reencarnación habían cambiado en un giro de trescientos sesenta grados, pero ninguna se arrepentía de las decisiones y acciones que las llevaron a estar ahí ese día, todas con vida, todas con sueños y metas por cumplir y todas haciendo sus vidas.

Continuara...