3.
Había pasado una semana desde que Akane había despertado, por su condición durante ese tiempo no había salió de la casa Saotome, mientras se recuperada de sus heridas más grandes, Ranma había recibido muchas cartas de Hinako, para volver a la capital, cada una con más insultos que el anterior, había decidido que no se iría hasta que Akane recuperara la memoria, para ver si era una ciudadana normal o podría tratarse de una enemiga, además de que tenía una pequeñísima sospecha de que ella podría ser la verdadera Akane que conoció hace 9 años, para lo cual tendría que viajar al pueblo donde vivía Lin, ella podría ayudarlo, ya que ella tanto como el habían buscado a Akane por tanto tiempo desde que se separaron.
El progreso de Akane era espectacular, ya podía camina, aunque cojeaba un poco, su costilla aún estaba en recuperación, pero ya no le dolía tanto cuando se movía, los hematomas poco a poco han ido borrándose, pero no desaparecieron por completo. Mientras que su relación con Ranma se había vuelto más cercana, Ranma descubrió que la chica era divertida y amable, pero cuando se enojaba tenía un carácter horrible, además tener una fuerza de gorila, que por cada burla que le hacía recibía unos buenos golpes con un mazo de quien sabe dónde la chica sacaba, Akane descubrió que el chico era atento, protector y amable, como también un insensible a la hora de insultar o hablar, en esos días tomo más la costumbre de golpearlo.
Era de día, en el cuarto principal hablaban Nodoka y Akane.
—¿Segura puedes caminar por ti misma? —pregunto Nodoka.
—Sí, señora Nodoka, incluso puedo hacer esto — respondió mientras hacia una voltereta, al final con una mueca de dolor por su costilla.
—¿Cómo van tus recuerdos? — sonriendo.
—Bueno — se agacho — las imágenes que has estado llegando no son buenos.
—¿A qué te refieres?
—Mis recuerdos son oscuros en la mayoría, no logro descifrarlos… Tengo miedo de mis recuerdos.
—¿Miedo?
—No lo sé, siento…— se vio interrumpida por la entrada de Ranma.
—Madre, la señora Tachibana…
—Dios, lo olvide—la mujer salió disparada, el chico se quedó viendo la línea de polvo que dejo su madre.
—¿De que hablaban? — pregunto mientras jugaba con la manzana que traía en la mano.
—De nada importante, solo que ya puedo conocer el pueblo.
—¿Ya tienes permiso?
—Si—la puerta se abrió—Mogambo— grito emocionada, acercándose a Mogambo.
—Señorita Akane, ¿esta lista?
—Lista — respondió feliz
—¿Y se puede saber para qué? — gruño Ranma
—Pues para conocer el pueblo, te lo acabo de decir — respondió con inocencia.
—¿Con Mogambo?
—Bueno, el conoce el pueblo, además me enseñara a montar un caballo — se emociono.
—Yo también se montar un caballo…oigan ¿a dónde creen que van? — Mogambo y Akane ya estaban saliendo y no le hacían caso— pues ya verán.
Lo que sucedió después, toco la curiosidad de los pobladores, ver a Mogambo caminando con una linda muchacha, con su caballo al lado, era sorprendente, pero lo que llamo más la atención fue ver que de un momento a otro, el joven Saotome a toda carrera montando en su caballo, tomo a la chica, cargándola y haciéndola sentar delante suyo.
—Adiós Mogambo, tal vez para la próxima jajajaja— se despidió haciendo muecas infantiles, cuando volvió al frente, se encontró con un rostro bastante enojado y un puño directo a su cara.
—¿Qué crees que estás haciendo? — el chico se desmayó— ups, creo que me pase — aseguro al chico, mientras ella tomaba las riendas y seguía el camino — Espero que no me lleve muy lejos.
Minutos después, Ranma despertó, lo primero que vio fue a Akane, muy cerca de su rostro, demasiado cerca.
—Despertaste, ya me estaba preocupando— suspiro Akane, sentándose a su lado
—Aun duele — se sobo la nariz.
—Lo siento, pero fue tu culpa — lo acuso
—¿mi culpa?,¿qué clase de chica golpea con esa fuerza?
—Bueno, y tu ¿porque diablos me cargaste de esa forma? — protesto— No importa, ¿Dónde estamos? Tú caballo nos trajo hasta aquí, y se aleja cada vez que intento acercarme.
—Es porque no le caes — protesto, Ranma reconoció el lugar, estaban en la cima de una pequeña montaña, a unos cuantos pasos se podría observar una gran vista del pueblo, se levantó y tendió su mano a la chica — Vamos
—¿A dónde?
—A que veas el pueblo, por supuesto— La chica tomo su mano, siguieron un pequeño sendero, cuando llegaron al final, el chico jalo más a Akane, haciendo que ella camine delante de el.
—Ahora mira— delante de ellos se podía observar el pueblo completo rodeado de colinas.
—Waoooo, es increíble.
—Lo es, allí está la casa de mi madre—indicando— allí está el mercado, eso de ella es la escuela, por ese camino se llega a la estación— la chica miraba atenta.—Ahora, vamos a que aprendas a montar — Ranma dio la vuelta.
—No
—¿Qué? — volteo su rostro confuso — no que querías aprender a montar.
—Sí, pero… tu caballo me odia.
—¿Qué paso exactamente antes de que despertara?
—Bueno, tu caballo corría muy veloz, sentí que nos estábamos alejando mucho, asi…asi que, bueno le di una patadita para que parara.
—¿Una patadita dices? — Ranma metió dos dedos a su boca y silbo para llamar a su caballo — a segundos se oyó el trotar de un caballo, cuando se dejó ver, paro de seco— ven muchacho— ni un movimiento — Kon, ven.
—¿Kon?
—Es su nombre, Kon— grito, el caballo seguía en su mismo lugar— empiezo a creer que no fue una simple patadita— miro a Akane, se acercó al caballo, lo tomo de las riendas volviendo con Akane, pero el caballo empezó a relinchar.
—Lo siento— Akane hizo una reverencia— por la patadita jejejej— rascando su nuca, y Kon como si entendiera se calmó.
—Te perdonó, dame la mano— la ayudo a subir—bien… primero los pies van a por aquí…tomas las riendas de esta forma…mantente recta. —Ranma la guio.
Ya arriba, Ranma cogió la tercera soga delante del caballo y jalo. Kon avanzo.
—Volvamos al pueblo, te mostrare cada lugar. — Akane asintió feliz, pero reprimiendo sus ganas de tirar de las riendas, en el fondo ella tenía la sensación que no era su primera vez cabalgando un caballo.
.
Continuará
Nota:
Disculpen que la historia este avanzando algo lenta, pero en los próximos capítulos tratare de explicar mucho más...con fe :-). ¡Gracias por leer!
Zarame
