"…recuerda que perteneces a este mundo y algún día volverás a mí. Aquí es donde te quedaste y aquí es donde siempre permanecerás atrapada."
Rin se despertó tan sobresaltada que se sentó rápidamente en el futon, aun no había abierto los ojos que sintió como le sobrevino un mareo que la obligo a apoyar su mano entre las cobijas como un punto de referencia para no tambalearse mientras buscaba que su cuerpo se tranquilizara. Durante la pesadilla se había acumulado bastante adrenalina como para salir huyendo de un lugar que seguía viendo solo en sueños y ahora al no existir tal peligro su cuerpo debía entender que tales escenas no eran reales como creía que lo era. Como consecuencia, su corazón estaba martillándole los oídos y sus pulmones estaban acelerados. Comenzó a buscar la manera de tranquilizarse aunque con poco éxito, tardaría un buen rato hasta que toda esa energía se diluyera…
De apoco, sintió como el mareo se iba retirando así que comenzó a abrir sus pesados parpados y dejo de necesitar apoyarse.
Para cuando empezó a ubicarse en tiempo y forma, rin pudo aliviarse al ver que la noche aun seguía presente. La luz de la luna iluminaba tanto como el sol por las mañanas, veía perfectamente el cuarto al que seguramente seguía confinada y en su mente comenzó a calcular cuánto tiempo habría pasado desde el enfrentamiento.
Se vio tentada a mover su lengua, tal vez la respuesta estaría en la hinchazón y el tiempo de curación. Percibía en su boca el gusto de hierbas medicinales y también una masa que seguramente sería la gran bola de inflamación que para su acelerada imaginación estaría a punto de explotar.
Finalmente, se atrevió a mover un centímetro y en respuesta una gran descarga de dolor hizo que por poco gritara. Llevo su mano directo a su boca como si fuera a ayudarle a bajar la intensidad mientras al mismo tiempo trataba de no apretar los dientes para no empeorar la situación en que se encontraba, nunca había sentido tanto dolor como en ese momento ni siquiera cuando se lastimaba en la época en que hacia distintos tipos de trabajos en la aldea de inuyasha. Ni los golpes o quemaduras se comparaban con lo que sentía, era mucho peor de lo que se había imaginado.
Sin embargo, ella respiro y mantuvo la compostura mientras aguardo a que el dolor fuera disminuyendo. Tardo varios minutos hasta que finalmente sintió que iba bajando por lo que dejo la lengua estática en todo momento hasta que ya no le era necesario tener su mano cubriendo su boca, el dolor fue desapareciendo después un largo rato por lo que se dijo a si misma que más tarde iría por una planta que la ayudaría a mejorar como también a soportar lo que ya consideraba como las consecuencias de sus actos.
Aunque podría haber sido peor si las cosas le hubieran salido mal, emi se hubiera negado a retirarse y la situación hubiera escalado rápidamente en una en donde no pudiera zafar.
De todas formas, se podría decir que a pesar de lo que pudiera llegar a sentir o hacer, rin se encontraba totalmente satisfecho consigo misma. Había hecho frente a esa niña y salió victoriosa hasta estaba segura que en esta ocasión tardaría en volver a molestarla. Había valido la pena con solo pensar que estaba ganando más tiempo pero le causaba cierta preocupación al haber jugado la única medida de defensa que poseía, estaba segura que no habría una próxima vez y que no correría con mejor suerte. Ahora, debía buscar otro método porque esa niña se la iba a dejar difícil y estaba bastante segura que no va a caer dos veces en el mismo truco.
Se recordó lo vengativa que podría llegar a ser como también las razones de porque emi la estaba "ayudando" dentro de ese palacio, sus objetivos era usarla y rin no se la dejaría fácil. Pelearía primero hasta caer rendida…
En ese momento, rin espero unos minutos más antes de levantarse. Hizo a un lado las mantas y se levanto para cambiarse la ropa. Se fue atando el pelo a lo alto de su cabeza en una cola de caballo, se cambio por una vestimenta gris pero bastante cómoda y ajusto el cinto de su cintura para luego ir al futon en busca del cuchillo. Movió las mantas y levanto los almohadones pero no lo encontró por lo que supuso que los guardias se lo habían sacado cuando ingresaron al cuarto. No quería imaginar que habrán pensado y menos lo que le habrán informado a su antiguo amo pero estaba segura que eso lo podría averiguar mas tarde.
Suspiro porque pensó que no era necesario guardar un segundo cuchillo y lamento no haberlo hecho pero ya no importaba, debía ver cómo salir de ahí.
Rin iba a usar la primera táctica que empleo para poder escapar nuevamente pero en vez de abrir la ventana, la haría añicos. No era una gran idea, la verdad que era un muy mal plan pero no tenía más opciones. Ella busco la lámpara que emi uso en su contra entre la oscuridad y la luz que aun se filtraba por el cristal.
Afortunadamente, la búsqueda fue breve y la vio tirada en una esquina del cuarto con el aceite derramado por el suelo. Ella tomo la lámpara y se acerco rápidamente al ventanal tomando el impulso que necesitaba para atravesar el inmenso cristal con el objeto que tenía en sus manos. Haría un gran escándalo y alarmaría a los guardias que seguramente seguirían custodiando la puerta de su cuarto por lo que debía ser rápida en el momento de salir, no debía dudar ni siquiera por donde pisar. Ya lo había hecho una vez, se sabía el recorrido o eso suponía pero no importaba ya que una vez roto el cristal eran escasos segundo lo que tenia para huir ante esos demonios entrenados.
Sentía que la adrenalina volvía a recorrer sus venas, el coraje le dio la valentía de desafiar las órdenes pero se detuvo abruptamente estando a escasos centímetros. Su conciencia y su raciocino le hicieron despertar, el exterior brillaba por la ausencia de sus "esclavos"…
¿Dónde estaban todos?
Fue lo que se pregunto, no había ningún esclavo o guardia en el exterior. Todo el supuesto jardín estaba desértico, las herramientas tiradas en la tierra y distribuidas como si hubieran abandonado el lugar con prisa. No tenía sentido cuando hace unas horas atrás estaban trabajando para finalizar las reparaciones del palacio.
Ella se quedo mirando el exterior con la lámpara en mano y a mitad de camino, miro todo con detalle porque algo no estaba marchando bien. Realmente no había ningún alma con excepción que a lo lejos había algo clavado en la tierra, sobresalía por encima de todo lo demás y resultaba llamativo.
Rin bajo la lámpara y se acerco aun mas al cristal para poder ver de qué se trataba, tardo en poder verlo bien pero cuando lo hizo se quedo petrificada.
El baculo de dos cabezas que usualmente portaba el señor jaken entre sus delgados dedos estaba en medio del jardín. Se podía apreciar desde lejos como el arma había perdido totalmente su color, los ojos de la mujer como el anciano estaban brotando un líquido negro y sus bocas permanecían abiertas como si estuvieran gritando. Rin no podía creer lo que estaba viendo, frunció el seño y permaneció en el mismo sitio tratando de entender:
¿Qué hacia el arma del señor jaken parada en medio de aquel lugar?
¿Por qué le daba la sensación de que esa arma estaba esperando algo?
¿A que se daba esta situación?
Fueron tantos los interrogantes que surgieron ante la aparición de esta conocida y vieja arma que veía claramente que estaba modificada pero…
-"Esta modificada…"-pensó rin.-"el arma…¡Emi!"
Que boba había sido ¡¿Cómo no se lo había ocurrido antes?!
Estaba tan segura que emi había venido por ella que no se había parado a pensar que tal vez no era así, había venido por jaken…
Ella fue una distracción o tal vez no lo fue, tal vez hizo lo que emi buscaba y lo peor de todo es que estaba segura que se lo había entregado en bandeja de plata…
Sus acciones y sus reacciones la habían confinado a ese cuarto, no podía advertir sobre lo que podría pasarle a jaken y menos estando herida…
Era perfecto, no podía actuar o hablar.
¡Qué idiota había sido!
Pero no y no, se negaba a dejar que las cosas pasaran. Debía tomar esa arma, llevársela bien lejos del palacio y enterrarla en un lugar que jamás fuera encontrada. Hacerla desaparecer de la faz de la tierra, borrar su existencia y darlo por perdido.
-"¡Esa maldita niña!"- grito por sus adentros y golpeo el cristal con su mano, no podía creer que había dejado las cosas tan fáciles para emi.
Sintió como la rabia se iba acumulando que se separo unos centímetros del cristal para lanzar con toda la furia la lámpara que aun tenía en su mano, el ruido del vidrio quebrándose resonó por todo el lugar y se dio vuelta para ver si la puerta se abría o no pero luego de varios minutos vio que nada sucedía. Había hecho añicos el cristal y nadie respondía o venia a ver si se estaba escapando de nuevo, eso sí era extraño.
Pero no había tiempo para indagar pero oyó unos pasos en el exterior que hizo que reaccionara de manera inmediata. Se acerco al ventanal roto para que ver que varios guardias se acercaban a inspeccionar el objeto, un grupo no menos de 5 guardias estaban armados y en estado de alerta por si algo salía a atacar.
-"¡Mierda!"- pensó rin.
Miro los alrededores para ver por dónde podía pisar, por donde sostenerse o agarrarse y así llegar a la siguiente habitación. Tal vez, podría bajar sin necesidad de correr como una loca por los pasillos para evitar que la atraparan pero no veía por donde. No había ni el más minino filo por donde poner su pie, todo era liso y las habitaciones continuas tenían el mismo sistema que el suyo. Sin balcón, sin bordes y una distancia de más de 5 metros entre ventanales hicieron que rin emitiera un insulto poco digno de ella.
Nunca se desespero tanto como en ese momento que agarro otro objeto para lanzarlo por la ventana en dirección a ellos sin prestarle atención si esta caía cerca o lejos. Sin embargo, estos no se voltearon y ni le prestaron atención. El grupo seguía inspeccionando tanto el arma como los alrededores, ignorando el hecho de que rin estaba lanzando cosas para advertirles que el peligro era el baculo.
En ese momento, recordó las palabras de emi cuando dijo que ningún sonido atravesaría las paredes del cuarto. ¿Aun seguía con ese problema a pesar de que la niña ya se había marchado?
-"Pero si también estoy haciendo ruido afuera ¿Cómo es que no se voltean?"- se dijo rin a sí misma y pensó que tal vez no era así de sencillo como creía.
Seguía viendo que el grupo hablaba entre ellos, era cuestión de tiempo para que llamaran a jaken y viniera a indagar sobre su báculo. Debía llamar su atención pero ¿Cómo?
En ese momento, un guardia se separo del grupo y pudo ver que había entrado al palacio. Rin se volteo y fue con rapidez contra la puerta de la habitación, no podrían escucharla pero tal vez podría agitar la puerta para llamar la atención de quienes custodiaban la puerta. Ella golpeo con fuerza a puño y patada la puerta, la rompería si era necesario aunque provocara el enojo de todos los presentes en el palacio. Ella no paró hasta que le empezó a doler y veía con desesperanza que no había respuesta del exterior, así que cambio de estrategia. Opto por agarrar varios objetos y los fue lanzando contra la puerta, ni la mesa pudo salvarse pero seguía sin haber respuesta. No podía creer que nadie se percatara de lo que estaba sucediendo, podía técnicamente tirarse por la ventana y nadie se enteraría ¿Qué demonios estaba pasando?
¿Cómo podría llamar la atención desde una habitación donde el sonido no podía traspasar si es que solo era eso lo que impedía que notaran el desastre que estaba haciendo?
¿Cómo podría salvar a su amigo?
¿Cómo…como?
La desesperación era cada vez mayor, nada se lo ocurría y estaba pensando en las peores escenas. Daba vueltas con nerviosismo, miraba todo a su alrededor y lo que le quedaba era cumplir con la amenaza que le había hecho a emi pero ¿de qué le serviría? Tal vez eso era lo que ella quería que hiciera…
Rin estaba pensando todas las posibles soluciones hasta que oyó la voz de jaken que hizo que corriera hacia el ventanal.
Ella tuvo que apoyarse con una mano sobre el marco del ventanal roto y vio a jaken acercarse al sitio con cierta precaución junto al guardia que lo había ido a buscar, ambos hablaban pero no podía oír nada de lo que decían. Estaba muy alto su cuarto como para poder oírlos, el demonio verde solo miraba su arma y asentía.
¿Por qué demonios asentía? ¡¿A qué diablos le estaba diciendo que si?!
Rin abrió la boca y grito con todo el dolor que con llevaba hacer eso, grito a todo pulmón mientras muchas lagrimas caían de su mejilla.
"-Con el señor jaken, no.-"pensaba-"¡Por favor, déjalo en paz!"
En este punto, rin gritaba mientras los cristales rotos que habían quedado en el marco se iban clavando en la palma de su mano y algunas gotitas de sangre caían al suelo.
Dejo de gritar cuando se agoto el aire en sus pulmones pero veía que tampoco dio resultado, sentía el amargo sabor a sangre en su boca junto el dolor y el sentimiento de frustración de algo que no podía evitar. Le quedaba mirar como Emi se cobraba la vida de su amigo, solo le quedaba la opción de llorar mientras lo veía morir y vivir nuevamente la muerte en vida pero en ese instante recordó que aun tenía una opción.
Mientras jaken se acercaba al báculo, rin se alejo del ventanal para buscar con rapidez entre todas las cosas rotas, los dos palillos con que encendía la lámpara que había lanzando. Solo tardo unos segundo en hallarlos y busco en el suelo el rastro de aceite que había dejado sobre la madera, solo requería frotar ambos palillos para crear una simple chispa sobre algo altamente inflamable.
Encontró la aureola y junto ambos palillos sobre este círculo húmedo, froto rápidamente que con solo unas cuantas fricciones fue suficiente para que empezara a salir humo. Rin dejo que el humo se intensificara y fue por mas objetos que fueran igual de inflamables como el futon donde ella descansaba, el fuego no tardo demasiado en avivarse cosa que empezó a crecer rápidamente.
El olor comenzó a hacerse más intenso y el humo empezó a salir por el ventanal roto. Rin sentía que le empezaba a arder los ojos pero poco le importaba, no podía retroceder y no quería retroceder. Ella rápidamente fue al ventanal para ver que sucedía en el jardín, no tardo demasiado en notar que faltaban varios guardias y que jaken miraba en su dirección con una cara de asombrado.
Había resultado.
Para este punto, rin no pudo evitar sonreír con cierto alivio pero se le borraría inmediatamente porque a pesar de haber logrado su objetivo aun seguía la incógnita de que haría con el fuego que había provocado.
Ella se dio vuelta y miro que el fuego estaba creciendo velozmente, llevo la manga de la prenda que usaba a cubrir su nariz e boca para protegerse. Sus pulmones empezaban a irritarse y en respuesta comenzó a toser, lo mejor que podía hacer era mantenerse cerca del ventanal para no terminar intoxicada por el humo negro. Realmente había sido una muy mala idea, demasiada para su gusto…
-"maldición…"-pensó rin pero en ese momento comenzó a oír los grillos como el canto de algunos búhos que estaban a lo lejos.
Oyó de nuevo el clásico ruido de los trabajadores a las cercanías del palacio como también los pasos acelerados de los guardias que corrían a su puerta, no venían solos porque pudo escuchar la palabra "sirvientes" y oyó como algo pesado era colocado en el suelo. Rin solo retrocedió un poco hasta que su espalda sintió el marco de la ventana, bajo hasta sentarse en el suelo y doblo ambas piernas donde las rodillas le llegaban a la altura del pecho mientras miraba como la puerta se agitaba por la fuerza que hacían para abrirla.
Solo tardaron unos cuantos segundos para romperla y unos de los guardias se quejaba por la manera en que habían trabado la puerta mientras que otro guardia con una voz muy grave le decía a los sirvientes que entren de una vez antes de que pierda la poca paciencia que tenía. Varias mujeres que no conocía, entraron con recipiente que desbordaban agua y comenzaron a tirar todo el contenido contra el fuego que comenzaba a extenderse.
Rin miraba el espectáculo mientras no podía evitar toser de una manera horrible pero esperada luego de haber inalado todo ese humo, solo dos guardias entraron a la habitación para inspeccionar lo que había sucedido mientras más sirvientes aparecían con recipientes con agua. No era necesario que hablaran entre ellos, en sus caras era obvio que le resultaba difícil imaginar que una sola humana casi incendia un palacio que tanto les costó reconstruir.
El más grande y corpulento fue el único que dirigió su mirada a ella, parecía que desde la distancia la estaba examinando. Rin seguía tosiendo con los ojos lagrimeándoles y a pesar de que el humo estaba cesando, pudo reconocerlo con una visión borrosa como uno de los guardias que estuvo con jaken en el jardín.
Lo tenía en frente de ella, tenía que hacer su último esfuerzo en hablarle para que la dejaran ir por el arma aunque eso signifique sangrar. Debía advertirles que ningún demonio podía tomar esa arma y ella siendo humana podría tener más posibilidades de agarrar ese báculo. Se levanto a toda prisa e iba a acercársele cuando un tercer guardia entro a la habitación a los empujones, dos sirvientes casi se caen con los recipientes vacios en mano por lo bruto que es para hacerse paso y que además no tenía ni la más mínima intención de pedir que no se metieran en su camino.
-El amo ya fue informado aunque fue una pérdida de tiempo porque el olor a quemado llega hasta su despacho- dijo el tercer guardia a sus colegas.
-¿Le preguntaste si podemos sacarla? Se está ahogando con tanto humo- dijo el guardia que estuvo con jaken.- Necesita aire fresco y no dijo nada en caso de que provocara un incendio.
-Tengo algo mejor para ti y tu amigo, el amo ordeno que se la lleváramos.- dejo el tercer guardia con cierto alivio en su voz
-"ay no…"-dijo rin por sus adentro.
-No tendremos que vigilarla esta noche- dijo con alegría el primer guardia y se encamino en dirección a rin que provoco que esta retrocediera pero se detuvo por pedido de su colega.
-Espera, no te emociones que no sabemos para que la ha llamado.- respondió el tercer guardia con ironía y en broma, era obvio el porqué la llamaba.
-No importa, quiero descansar un rato.- dijo el primer guardia y rin cerró los ojos esperando que la sacudieran o la agarraran con fuerza del brazo para arrastrarla por los pasillos pero nada eso sucedió.
Sintió un leve empujoncito por la espalda e hizo que rin abriera los ojos de manera inmediata, giro su rostro en dirección al primer guardia que por la sorpresa de ser tratada con cuidado , no pudo evitar de mirarlo de manera extraña.
-¿Qué?- respondió el primer guardia al ver como lo miraba- ¿Acaso esperabas que te agarrara del brazo y te arrastrara por todo el palacio?- ante esta pregunta rin asintió de manera inmediata- ¡ja! Si he de morir que sea en las manos de mi mujer y no de mi señor.
- Camina que no tenemos toda la noche.- dijo el tercer guardia que estaba por salir de la habitación cuando el primer guardia empujo a rin y ella en vez de ir detrás de quien estaba saliendo del cuarto fue directo a agarrar del brazo al segundo guardia que había acompañado a jaken. Este se sorprendió pero no la aparto, no entendía la actitud de la humana y su manera de aferrarse a él.
Rin trago en seco la saliva con sangre y debido al dolor apretó con fuerza el brazo del demonio para aguantar hasta que pasara aunque sea un poco. El segundo guardia la seguía mirando extrañado y sorprendido, sus colegas estaban por hablar pero hizo una señal de que esperasen.
-No...- fue lo primero que dijo de manera dificultosa y con demasiado dolor que emitió un quejido doloroso que hizo que el segundo guardia se alarmara.
-Oye, tenemos que irnos.- dijo el tercer guardia con poca paciencia.
-Espera, algo está tratando de decirme.- dijo el segundo guardia.
-No…baculo…-Rin no pudo terminar la frase porque el dolor ya le era insoportable, sentía como miles de agujas se clavaban en la punta de su lengua pero debía esforzarse. Tomo aire y trataba de recuperarse rápidamente, no tenía tiempo.
-¿De qué está hablando?- pregunto el primer guardia viendo que la humana que estaba al borde de las lagrimas por tratar de hablar.
-Del báculo de dos cabezas que está afuera.- respondió el segundo y miro a los sirvientes, dos de ellos se habían detenido más por curiosidad que por preocupación. El guardia estaba por demandar que uno fuera por papel y alguna pluma con tinta pero rin seguía insistiendo en hablar.
-No se acerquen- dijo rin de manera rápida que casi cae de rodillas al suelo mientras llevaba su mano a su boca para apaciguar el dolor.
El guardia que rin se mantenía aferrada, la mira extrañado y la sostuvo para que no cayera al suelo mientras ella sollozaba. El tercer guardia miraba la escena y luego al sitio donde el fuego había sido apagado, algunos sirvientes seguían tirando agua como precaución por si el fuego revivía y veía que la mancha negra del suelo sería difícil de borrar pero eso no fue lo primero que se le cruzo en la mente.
-Tengo que llevarla con el amo, ahora.- dijo el tercer guardia, se acerco para agarrarla del brazo y luego miro al primer guardia. -Tú vendrás con nosotros y Souma iras a vigilar el báculo de jaken.-demando.
Ambos guardias asintieron, el tercer guardia solo le dio un pequeño jalón para que caminara pero rin miro al segundo guardia que respondía al nombre de Souma con la esperanza de que hubiera podido entender lo que le estaba pidiendo.
Ella solo respondió al segundo jalón del tercer guardia, finalmente soltó al Souma y camino hacia el pasillo con el primer guardia detrás de ella. Hasta que no cruzo la puerta y desapareció de su vista, ella no le quito la mirada de encima y Souma que aun seguía confundido como también extrañado, tampoco le quito la vista de encima.
Holis...
Este apartado es para agradecerles por sus reviews y tambien para agredecerles por leer mi historia como tambien agradecerles por la paciencia. Gracias por tenerme dentro de sus favoritos y gracias por seguirme, la verdad que me emociona mucho que les esten encantando. Les envio muchos besos y que sigan disfrutando de esta historia... 3
