Prologo

El Reino de Mistral, es uno de los cuatro Reinos que existen en Renmant, ubicado en Anima, el continente más oriental del mundo. Nuestra historia inicia en la ciudad de Kuchinashi. Que es una ciudad ubicada al sur de la cabecera municipal de Mistral. Un laberinto aparentemente interminable de calles oscuras y deterioradas. También es el hogar de todos los piratas, bandidos, asesinos, ladrones, vagabundos y malhechores en cientos de kilómetros a la redonda.

Más específicamente hablando, un bar ubicado cerca del centro de la ciudad. Donde, entre todo el bullicio y ambiente criminal que se vivía dentro del bar, se encontraba una persona encapuchada bebiendo las bebidas que ahí se servían. Su rostro estaba cubierto, hacia la mitad, por una máscara hecha de cerámica, con contornos rojos que asimilan llamas en espirales.

Dicha persona había estado ahí por horas, bebida tras bebida sin perder el conocimiento como era lo usual. El bar tender empezaba a incomodarse por los contantes murmullos que él hacía cuando dejaba de beber, como si dijera cosas incoherentes y variadas a la vez. No podía echarlo, ya que cada cierto tiempo él pagaba las bebidas que tomaba. Además, que a comparación de la media de clientes que visitaban el bar, el chico era relativamente tranquilo.

Otra cosa que destacar su cliente, es que por más increíble que parezca, varios del mundo criminal lo conocen lo suficiente para no molestarlo. El apodo más conocido de él, era "The Green Death", una persona que con el suficiente dinero puede servir de mercenario para los jefes de las familias criminales.

La rutina de su cliente murmurador era usualmente retirarse antes de la medianoche, para luego volver a la ocho de la tarde. Cinco años siempre ha sido así, probablemente por un tiempo más será así.

Lo que no sabía, era que un grupo de personas estaban a punto de entrar al bar. La mayoría estaban fuertemente armados, excepto uno. Su entrada llamó mucho la atención, alertando a muchos miembros de las familias criminales. Quienes no dudaron en sacar sus armas, ya sea las comunes para cazar o las de fuego. Los hombres armados que entraron previamente tampoco dudaron en apuntar en respuesta.

Sin previo aviso, un hombre bastante conocido alzo la mano y hablo en un tono de voz suave.

—Si me prestaran un poco de su atención…

Ahora ya tenía la atención de los criminales, quienes lo vieron sorprendidos. Era el famoso director de la Academia Beacon, la famosa academia de cazadores del Reino de Vale. Los criminales no podían entender por qué una figura tan reconocida estaría dentro de uno de las zonas más miserables del Reino de Mistral.

El director parece un hombre de mediana edad con cabello plateado alborotado y ojos marrones finos. Tiene una tez clara y rasgos faciales afilados. Lleva anteojos de vidrio con sombra y un pequeño alfiler morado en forma de cruz en la capucha alrededor de su cuello. Su atuendo consiste principalmente en un traje negro desabrochado sobre un chaleco abotonado verde oscuro y una camisa verde. Dándole un porte imponente.

Entonces el hombre empezó hablar para calmar los ánimos del bar.

—Mi intensión al venir aquí no causar ningún inconveniente a sus negocios claramente ilegales o realizar ninguna detención aquí mismo. Solamente vengo a hablar con una sola persona, y es la que está sentada en la barra—Dijo Ozpin al señalar a la persona encapuchada, que seguía bebiendo—.

De repente, todo el mundo se levantó de sus mesas para irse bastante rápido del lugar. Haciendo que los hombres de Ozpin se hicieran a un lado para no estorbar en la estampida de personas que se hizo. El bar tender que se quedó, sabía claramente la razón por la que la mayoría de sus clientes se largó de ahí. Ya que sería peligroso para cualquiera, si una batalla se hiciera en el Bar. Más conociendo, la fama que se ganó "The Green Death".

Ozpin, con un ademán, hizo que sus hombres se quedarán esperando atrás. Para luego él avanzará hacia aquella persona, quien ignoraba a propósito su presencia.

Cuando se sentó en la silla a su lado y dejar su preferido bastón recargado a su lado, le dijo al bar tender.

—Denme una cerveza local, por favor.

Haciendo su trabajo, el bar tender le pasó una botella destapada de vidrio, sacada de un frigorífico.

Una vez que Ozpin se tomó un trago, empezó a hablar.

—Tantos años que te conozco y a veces puedes ser tan predecible. De hecho, deberías ser más original y no frecuentar tantos bares como siempre lo has hecho.

—¡Lárgate Ozma!…

Dijo tajantemente el hombre a lado suyo.

—Me conoces bien, sabes que siempre te he dejado tu espacio cuando no quieres compañía.

Al terminar de decir eso, Ozpin tomo otro trago de su bebida.

—¿Por qué no lo haces ahora?

La paciencia del encapuchado estaba llegando a su límite. Mientras que Ozpin dejo caer su botella de vidrio con un poco de brusquedad.

—Porque lo creas o no, no podemos estar para siempre negando que nuestra vieja amiga cumpla la voluntad de los Dioses.

—¿Qué quieres que haga Ozma? ¡No puedo hacerlo de nuevo— Dijo golpeando con fuerza la barra con su puño—Años atrás te lo había dicho claramente! Estoy fuera.

El hombre se quitó la capucha, para dejar ver a un chico de aparente joven edad. Se podía ver qué tenía pecas, ojos verdes y el cabello alborotado, también de color verde.

—No sirves de nada si ahogas tus penas en alcohol como una escoria miserable—Dijo Ozpin en un tono despectivo—.

Entonces el chico miro directamente a Ozpin.

—¡No me vas a convencer Ozma! ¡No volveré a Beacon!

El susodicho director ahora también estaba perdiendo los estribos. Ya que agarro fuertemente de su camisa y lo acerco a él, para mirarlo directamente.

—¡ERES UN COBARDE IZUKU! ¡Crees que por huir le haces honor a Summer, pero lo único que haces es manchar su memoria!

De repente, Izuku con un golpe en el estómago a Ozpin, se separó de él y luego con un movimiento ágil saco su espada. Apuntando directamente a su cuello.

Los hombres de Ozpin estaban apuntando al chico, pero Ozpin los terminó tranquilizarlos con solo un simple ademan.

—No hay porque tener dañar este establecimiento muchachos. Solo es un anciano cascarrabias que no controla sus emociones.

Eso desconcertó un poco a ellos, viendo que el chico era casi un adolescente.

Izuku aún no bajaba su espada, así como su expresión enojada.

—Diría lo mismo Ozma.

Ahora Ozpin rio un poco.

—En uno de los dos debe caber la prudencia, Izuku.

Una vez dicho eso, el director notó que la mano de Izuku hacía temblar su espada. Parecía dudar, y claramente estaba tratando de tranquilizarse. Cómo era de esperarse, no tardó mucho en recapacitar un poco.

—¡Tsk!

Con una mueca de frustración, Izuku bajo la espada y la guardo en su funda.

Una vez hecho eso, Ozpin le dijo a Izuku, algo parecido a un haz bajo la manga.

—Izuku, la hija de Summer va a entrar a Beacon.

Eso desconcertó al chico peli verde.

—¿Qué?

—Sabes lo que significa…

De repente unos rayos verdes salían de su puño, que estaba siendo cerrado con fuerza.

—No, es solo una niña…

—Tiene el potencial de ser…

—¡No!—Ahora su irá comenzaba a aumentar—

—Tú eliges, ¿Quién crees que sea el mejor maestro para ella?...

—Ella ya eligió su camino, y a más temprana edad de lo que había pensado. Sabes lo que pasará si no tiene un maestro que le enseñe lo que tendrá que enfrentarse en el futuro. No queras verla con el mismo destino que Summer, ¿no?

Sin previo aviso, esos rayos verdes desaparecieron de su puño.

—Maldito bastardo, tú ganas.

Ahora Izuku lo miraba con odio y repulsión.

A partir de esa noche, la academia de Beacon ha contratado a un maestro para este nuevo ciclo escolar.