Los personajes de Saint Seiya no me pertenecen, son propiedad de Masami Kurumada.
18. Cuando Estás Harto de la Canción de Moda del Momento (o de la Época).
El mes pasado, por no hablar del año, Odysseus apenas y había podido soportar la música de temporada, específicamente la música anglosajona de temporada. No tenía nada en contra de esos músicos, pero estaba agotado de escuchar las mismas canciones en cada rincón de la ciudad, como si no existieran cientos, o miles, de canciones más con temática navideña, mucho mejores que esas, más tradicionales, en griego, para variar un poco.
Algunos de sus amigos y conocidos solían decirle que era un exagerado, después de todo estaban en pleno siglo XXI, era normal que en su país se escuchara música anglosajona, francesa, en español o incluso en idiomas como coreano, japonés o chino.
Así que la queja de Odysseus no era sobre la música. Si era honesto disfrutaba mucho de la música de otros países, incluyendo aquella que ya no estaba hecha para el público de su edad; su queja en realidad iba enfocada a cuando se escuchaba una canción una y otra vez.
Y luego otra, y otra vez.
¿Qué la gente no se cansaba de escuchar las mismas notas? ¿La misma letra? ¿El mismo ritmo? ¿La misma versión de una canción? ¿No podían variarle un poco? ¿No existían otras canciones temáticas?
Para Odysseus, lo peor de la temporada Diciembre-Enero era la falta de variedad musical.
No faltaba un día en el que no visitara tres o cuatro lugares diferentes en donde todos tocaran la misma canción, a veces dos o tres veces casi seguidas. Y si eso no era suficiente, nunca faltaban las fiestas de los vecinos, dónde también se entretenían escuchando esas canciones, como si en esos sesenta y dos días estuviera prohibido escuchar algo que no fuera la única canción exitosa de una cantante estadounidense.
En años anteriores, específicamente cuando Odysseus era joven y aún más fácil de dejarse llevar por su frustración, el médico cirujano solía gruñir al escuchar los terribles villancicos modernos en las tiendas, o incluso en las calles de la ciudad; ahora, ya mayor y con la bendición de un presente moderno y tecnológico, Odysseus solía sacar sus audífonos y poner algo de su música favorita (música variada y para nada temática con la época), logrando con eso ignorar la música de temporada.
Al menos por un rato.
—...Santa Claus is coming… ¡To town!
Mientras miraba a Écarlate cantar desafinadamente, a dieciocho días de haber terminado el año y a veinticuatro de haber pasado Navidad, pensó que no siempre se podía escapar de la música de temporada, menos cuando todos la escuchaban.
