Notas de autor: ¡Hola a todos! Antes de dejarlos con el capítulo final de esta historia, quiero agradecerles por las nuevas alertas, favoritos y comentarios que he recibido. Realmente lo aprecio. El capítulo de hoy va dedicado a SaShaNix y LizShawol por haberse tomado el tiempo de dejarme sus bellos comentarios. Ahora sí, espero que disfruten el final.
24 de diciembre de 2011-A pocos minutos de la llegada de la Navidad
Harry ni siquiera tiene idea de hacia dónde se dirige, lo único que sabe es que tiene que alejarse cuanto antes de ese salón de baile, y de la bruja y el mago que serán los responsables de hacerle perder a Draco para siempre. ¡Merlín! ¿Por qué todo siempre tiene que salir tan mal en su vida? ¿Es que nunca tendrá la oportunidad de tener un final feliz? Al parecer, la felicidad no es algo incluido en el vocabulario de su existencia. Genial, simplemente genial.
Harry vuelve a doblar por otro pasillo perfectamente decorado y apresura una vez más el paso. No le importa que pueda perderse dentro de estas paredes, las cuales parecen una especie de laberinto; tampoco le da importancia al hecho de que podría meterse en problemas por estar accediendo a lugares de la mansión a los que sólo los miembros de la familia Malfoy tienen acceso, después de todo, el enfado y la rabia que siente crepitando por sus venas es tan poderoso que elimina cualquier pensamiento racional de su mente. De hecho, el simple recuerdo de lo que Narcisa acaba de decirle es suficiente para hacer que las manos de Harry brillen peligrosamente con un resplandor dorado que deja una estela a medida que apresura sus pasos por ese corredor; es casi como si Harry fuera una especie de estrella fugaz. El pensamiento es irrisorio, pero sin duda no hay mejor forma de describir a este peculiar estado en el que su magia descontrolada lo ha puesto.
Un nuevo pasillo llega a su fin, por lo cual Harry no tiene otra opción más que girar a la izquierda para adentrarse en un nuevo corredor, mientras sus pensamientos no dejan de estar llenos de imágenes en las que él se encarga de hacer desaparecer de la faz de la tierra a cada uno de los candidatos que Lucius y Narcisa Malfoy quieran presentarle a Draco. Cientos de ideas (unas más preocupantes y morbosas que otras) corren por su mente, pero Harry nunca detiene su apresurado andar; es casi como si el hecho de caminar con prisa lo ayudara a centrarse lo suficiente como para no cometer una locura.
Harry está tan enfrascado en sus pensamientos, unos donde está encargándose de castrar a ese maldito francés del que Narcisa le ha hablado, que no ve la figura que viene caminando frente a él. Sólo consigue percatarse de su presencia cuando choca contra un pecho ligeramente musculoso. Y si bien la caída por su distracción es inminente, Harry consigue salvarse de quedar en ridículo frente a la persona que lo ha salvado de tropezar cuando ésta logra estabilizarlo antes de que lo haga. Harry está a punto de elevar la vista para ver el rostro de su salvador, pero eso no termina siendo necesario porque la colonia embriagante y muy costosa que llega al alcance de sus fosas nasales le da una clara idea de quién es su "caballero de brillante armadura".
Draco. Por supuesto que es Draco Malfoy con quien ha quedado, no sólo en completo ridículo por su "casi" caída, sino que, además, Harry ha dado la impresión de ser un chismoso que está husmeando donde no le corresponde al haberse adentrado tanto en la mansión. Genial, justamente lo que le faltaba para terminar de coronar esta noche como una de las más vergonzosas y espantosas de su vida.
Bueno, sólo hay dos posibles formas de resolver esto. La primera de ellas es fingir que nada ha ocurrido aquí y que su presencia en esta parte de la mansión (la cual parece estar cerca del dormitorio de Draco, si la presencia de este último es indicativa de algo) se debe a que se ha perdido buscando el baño; y a pesar de que esta parece ser una idea muy sensata que podría ahorrarle muchos contratiempos y explicaciones que no tiene deseos de dar, Harry no puede hacer nada más que pensar en la otra opción que tiene. Confesar la verdad.
El pensamiento de hacerle saber a Draco cómo se siente por él es aterrador y está dificultando la respiración de Harry, sin embargo, la determinación que siente crepitando dentro de su pecho es suficiente para brindarle la fuerza de voluntad necesaria para hacerlo. Después de todo, ¿De qué ha servido guardar sus sentimientos hasta ahora? Eso no lo ha acercado a Draco en lo absoluto, de hecho, es todo lo contrario. Además, y si lo que ha dicho Narcisa es cierto, esta podría ser la última chance que Harry tenga de confesarle a Draco lo que siente por él. Quizás, y si el destino se apiada de sí, Draco corresponda sus sentimientos; o, al menos, estará dispuesto a brindarle una oportunidad.
Tomando la decisión que debería haber hecho hace años, Harry eleva la vista con valentía y la posa en esos bellos ojos grises que lo están observando con sorpresa, confusión y algo que se asemeja a la preocupación; y eso es todo lo que Harry necesita ver para dejar de lado sus dudas y sacar a relucir a su Gryffindor interior de una vez por todas.
─¿Estás bien, Pott…?
Aunque Harry no le permite terminar su pregunta, y parándose sobre la punta de sus pies para poder equiparar la gran diferencia de alturas que ambos tienen, enrosca sus brazos en el cuello de Draco y lo besa con fuerza. Draco, por su parte, amortigua un sonido sorprendido contra la boca de Harry, pero luego de que la sorpresa se pasa, rodea a Harry de la cintura y lo acerca a su cuerpo para devolverle con mayor fervor el beso. Sin embargo, y a pesar de estar disfrutando cada segundo de tener los labios de Draco presionándose contra los suyos, la mente de Harry no puede ponerse de lleno a ello; por el contrario, imágenes de lo que Narcisa le ha confesado mientras estaban bailando aún circulan por su cabeza y le impiden disfrutar del que es, sin lugar a dudas, el momento más importante de su vida.
Completamente frustrado por no poder disfrutar de los labios de Draco como corresponde, Harry se aparta de él soltando una especie de gruñido irritado. La confusión y gran desilusión que puede apreciar en el rostro de Draco es más que suficiente para darle la valentía necesaria de dejarle muy en claro el porqué de haber detenido el beso.
─¡No puedes casarse con ese francés!
─¿Qué?
─¡Hablo en serio! ¡No puedes casarse con ese francés! ─Repite Harry con desesperación una vez más, a la vez que jala su cabello en un gesto nervioso mientras camina de un lado para el otro por el estrecho pasillo. Draco, por su parte, vuelve a abrir la boca con la intención de decir algo, pero Harry no se lo permite y continúa con su confesión en un apresurado balbuceo de palabras. ─¡No puedes casarte con él, Draco! Y si tienes que casarse con alguien para cumplir con alguna estúpida costumbre sangre pura de tu familia, entonces… ¡Entonces cásate conmigo!
Harry termina de exclamar su inesperada propuesta de matrimonio con otro jalón de sus cabellos, y cuando observa a Draco por el rabillo del ojo, ve que éste último lo está observando con la boca ligeramente abierta y con una cara de desconcierto absoluto plasmada en sus perfectas facciones; aunque Harry no tiene tiempo de patearse internamente por suspirar con Draco en un momento tan crucial como en el que se encuentra, porque de inmediato Draco frunce el ceño en confusión y dice: ─¿Matrimonio? ¿Qué matrimonio? ¿De qué estás hablando?
─Tu madre… ella… ella me dijo que van a presentarte a alguien para que puedas contraer matrimonio y heredar la mansión Malfoy, o algo por el estilo. ─Harry se apresura a responderle, a la vez que siente sus mejillas acalorarse. En estos momentos, no le extrañaría que se encuentre más rojo que el cabello de los Weasley.
─¿Heredar la mansión? No creo que ella haya dicho eso precisamente. Creo que lo que te dijo fue que heredaré todo el señorío Malfoy.
─¡Oh! ¡Discúlpeme usted, alteza, por no haber sido capaz de escuchar correctamente el título de su pomposa casta social y política! ¡Estaba demasiado ocupado queriendo crear un hechizo con el cual poder hechizar a ese francés desde la distancia!
Harry suelta esto con irritación y algo de frustración, especialmente cuando se percata de la mueca divertida que se apodera de la boca de Draco. Afortunadamente, Draco ha aprendido algo de sentido común a lo largo de los años, y sabe que no obtendrá nada bueno para él si responde a esa clara provocación; por lo que simplemente se conforma con rodar los ojos y soltar un suspiro, antes de comenzar a explicarle al despistado mago que tiene en frente suyo la verdad de todo este embrollo.
─Nada de lo que mi madre te dijo es cierto. No voy a casarme, y ciertamente no tienen a nadie para presentarme en Francia porque todos los herederos solteros en ese país, o son mujeres, o son heterosexuales; así que no hay una ínfima oportunidad de que eso vaya a ocurrir.
─Pero tu madre dijo que… ─Harry comienza a tratar de refutar esta explicación, pero Draco simplemente lo interrumpe mientras va a posarse frente a un gran ventanal que da hacia un hermoso jardín de flores.
─Ella sólo te dijo eso para hacerte tomar el valor suficiente como para invitarme a salir. Mi madre parece tener la impresión de que te gusto y no ha dejado de mencionármelo; y parece que, una vez más, ella tenía razón.
Draco le regala una de esas sonrisas arrogantes y una ceja en alto, lo cual hace que las piernas de Harry se doblen y sienta un calor recorrerlo por todo el cuerpo. Sin embargo, la frustración que Harry está sintiendo con el Slytherin debido a que él parece corresponder sus sentimientos, pero nunca ha hecho nada para hacérselo saber, es suficiente como para apartar la mente de los lujuriosos pensamientos que lo asaltan.
─Pero, si realmente tienes sentimientos por mí, ¿Por qué nunca hiciste ningún movimiento para hacérmelo saber?
Automáticamente, la sonrisa de Draco desaparece y vuelve a posar la vista en el jardín al ver que Harry no le permitirá escapar con tanta facilidad. Viendo que Harry parece estar taladrándolo con la mirada y no se detendrá hasta satisfacer su curiosidad, Draco se arma de valor y comienza a confesar la verdad.
─No te dije nada porque nunca creí que tú fueras capaz de verme de la misma forma en la que yo te veo a ti, o que tan siquiera fueras a perdonar toda la historia deplorable que tenemos detrás. ─Draco cierra los ojos durante unos segundos, mientras Harry lo observa en silencio; y aunque la imagen de Draco es completamente hermosa y Harry sólo quiere besarlo hasta que ambos pierdan el aliento, se obliga a sí mismo a ser fuerte y terminar de escuchar la confesión con la que tantas veces ha soñado en sus más románticas fantasías. Al ver que Harry tiene toda su atención puesta en él, Draco suspira una vez más y retoma la explicación. ─Después de todo, tú nunca has querido acercarte a mí en ninguna de las interacciones que hemos tenido a lo largo de los años. Yo… supongo que yo simplemente asumí que tú no querías tener nada que ver conmigo.
Los ojos de Draco brillan con algo que se asemeja a la tristeza y la decepción, y eso es todo lo que Harry puede soportar, antes de acercarse hacia el costado derecho de Draco para tomarle de la mano y entrelazar los dedos con los de él. Una vez hecho esto, Harry apoya la cabeza contra el brazo de Draco, y se apresura a borrar cualquier rastro de duda que quede en el Slytherin.
─¿Sabes por qué nunca me acerqué a ti? ─Pregunta Harry en un susurro, mientras traza suaves patrones contra el pulgar de Draco. ─Nunca me acerqué a ti porque, cada vez que te tenía cerca, me volvía tan nervioso que lo único que podía hacer era balbucear incoherencias y hacer el ridículo de mí mismo.
Draco suelta una risita entre dientes al escuchar esto, y Harry está seguro de que el idiota de seguro está recordando alguna de las tantas situaciones en las que terminó quedando como un completo tonto; aunque a Harry esto no le molesta en lo absoluto. Por el contrario, esto sólo lo llena de una sensación de calidez que jamás ha sentido. Es algo casi mágico cómo el ser responsable de haberle sacado una simple sonrisa a Draco, pueda hacerlo a él tan feliz. El amor realmente puede ser algo especial y sumamente inexplicable en ocasiones.
─Sí, ríete todo lo que quieras; pero, ¿sabes qué? No me importa. ─Dice Harry con un tono que pretende ser ofendido, aunque éste no engaña a nadie; especialmente, porque el rostro de Harry se encuentra adornado con una sonrisa enamorada. ─Realmente no me importa que lo hagas. ¿Sabes por qué?
Draco observa a Harry con algo de confusión, pero la sonrisa que aún baila por el Gryffindor es más que suficiente para alejar de sí cualquier duda que se estaba resistiendo a irse de sus pensamientos. Y Harry, sin percatarse de la lucha interna que Draco está librando, termina de decir algo que los dejará sonriéndose como dos idiotas enamorados.
─No me importa que lo hagas porque estoy cansado de luchar conmigo mismo para negar los sentimientos que, claramente, tengo por ti.
Draco vuelve a reír entre dientes al escuchar esto, y luego de dejar un beso sobre la cabeza de Harry, dice en un suave murmullo: ─Somos dos idiotas despistados. No es de extrañar que nuestros amigos se hayan confabulado para unirnos.
─¿A qué te refieres?
Harry pregunta esto con gran confusión plasmada en su rostro, y esto sólo hace que Draco ruede los ojos con algo de frustración. Honestamente, Harry no sería capaz de ver la realidad aún si esta última lo golpeara en su frente.
─¿El que tus amigos hayan estado diciéndote constantemente lo atractivo que soy y las cosas que les gustaría hacer conmigo no te dio una idea de esto? ─Cuestiona Draco con una ceja en alto, mientras Harry continúa frunciendo el ceño en desconcierto. Al ver que esto no ha sido suficiente para aclarar las dudas de Harry, Draco suelta un suspiro y termina de decir algo que le hará entrar algo de sentido común al Gryffindor. ─Es obvio que todos ellos querían despertar tus celos para tuvieras una reacción como la que tuviste, y así pudiéramos unirnos.
Desafortunadamente, Harry no parece conforme con esta explicación y su ceño continúa frunciéndose. De hecho, esta declaración sólo parece haber generado nuevas preguntas en Harry.
─¿Cómo sabes que mis amigos dijeron eso, si nunca lo hicieron frente a ti?
─No lo sabía. ─Suelta Draco entre risas que dejan a Harry con una extraña sensación en el pecho que se asemeja a la de estar flotando con la ayuda de una nube suave y esponjosa. ─Pero supuse que a ti también te lo habrían hecho, porque es lo mismo que me han estado haciendo a mí. No han dejado de decirme lo muy atractivo que eres y cómo les gustaría follarte.
Harry se sonroja inmediatamente al escuchar esto, y siente unos repentinos deseos de ocultar su rostro contra el pecho de Draco. Sin embargo, esa acción sería algo infantil de realizar a sus treinta y un años, así que sólo se conforma con soltar un gemido abochornado; y luego de que consigue acallar algo de su vergüenza, dice: ─Realmente somos dos idiotas despistados.
De repente, un unísono Feliz Navidad se oye a lo lejos, mientras risas y música un poco más alegre comienza a escucharse desde lo que Harry supone que es el salón de baile. Al parecer, no se había adentrado tanto en la mansión como él había pensado en un principio; aunque esto no podría importarle en lo más mínimo, no cuando tiene a Draco mirándolo de esa forma tan hambrienta.
Y sin emitir una sola palabra más, ambos acortan la distancia que los está separando y vuelven a unirse en un beso para desearse no sólo una Feliz Navidad, sino también para sellar el comienzo de su final feliz.
Sí, damas y caballeros, la Navidad ha llegado para estos dos tortolitos y sólo se necesitó de un plan de doce meses (y que involucró a doce buenos amigos en el proceso) para unirlos por el resto de sus vidas.
El código Navidad ha sido ejecutado y completado a la perfección.
Notas finales: y con esto hemos llegado al final de esta pequeña historia navideña. De todo corazón, espero que les haya gustado y haya podido sacarles varias risas con ella. Antes de despedirme, quiero agradecerles infinitamente todo el apoyo y amor que le han brindado a este fic mediante sus alertas, favoritos y comentarios. Siempre es un placer saber que hay alguien en algún lugar del mundo que se toma el tiempo de leer las locuras que se me ocurren. Ustedes son increíbles y son la razón por la que todavía sigo haciendo hasta lo imposible por seguir aportando un pequeño granito de arena a este hermoso fandom.
Por otro lado, quiero decirles que realmente no sé cuándo podré volver con algo nuevo. Mi musa parece completamente agotada y sin inspiración en estos momentos, así que no creo poder traer ninguna historia nueva dentro de poco, en especial porque pronto tendré que volver al trabajo y eso hará que mi tiempo libre sea muy escaso; así que sólo me resta invitarlos a que se pasen por mis otras historias. Mucho más Drarry para disfrutar. Les mando un beso enorme a todos y espero que podamos leernos pronto.
