No todos los portadores del gen S eran iguales, los investigadores decían que había grados: 1,2,3,4 y con ciertos "Tratamientos" eran controlables, pero estaban los casos especiales, esos que no se podían suprimir y debían ser eliminados porque representaban una gran amenaza para la población. Las autoridades de Konohagakure los describían como peligrosos y extremadamente violentos, si solo el hecho de sospechar que alguien tenía el "gen S" acarreaba entregarlo inmediatamente y en caso de resistencia neutralizar y arrestar... Para un caso especial de gen S se recomendaba para el simple civil huir e informar, para las autoridades la orden era matar y solo en caso de que fuera posible capturar.
Su padre Hiashi Hyuga siempre había preferido la opción de matar fuera especial o no, una de las áreas del Grupo Hyuga se encargaba de colaborar estrechamente con el gobierno para llevar a cabo ese objetivo, su padre solía jactarse en las reuniones, de que gracias a él había menos monstruos sueltos en el mundo.
Hinata a veces tenía la duda de si su padre la habría aceptado y ayudado de alguna forma para no caer en el Elefante blanco, pero recordar quién era su padre en el mundo disipaba cualquier duda de si él habría sido misericordioso y la habría ayudado.
Sin el gen S Hinata había sido como una pintura para su padre, bonita y preciosa pero muy inútil en lo práctico, Hinata sabía que al final su padre la desecharía como heredera o la casaría con alguien que para él fuera tan confiable y ambicioso que mantendría y expandiría su imperio, en ambos casos terminaría casada con alguien que escogería su padre, si tenía un "excelente partido* quizás mantendría su posición si era solo un "buen partido" sería quitada como heredera y el puesto dado a Hanabi (Quién también pasaría por la misma experiencia de matrimonio forzado aunque fuera mejor que Hinata) pero su primo le había dicho que en ese caso habría una diferencia, su padre no buscaría un partido necesariamente más fuerte para Hanabi.
"Todo lo contrario querida prima, para ti buscará un heredero digno que pueda llevar a la empresa a una era aún más dorada de la que él mismo consiguió." Su primo hizo una pausa mientras contemplaba los peces de la pecera gigante que ocupaba el espacio de una pared en la sala de estar que ocupaban."En caso de no conseguirlo se conformara con alguien que beneficie al clan Hyuga pero dado el carácter de la señorita Hanabi a tu padre no le conviene conseguirle un esposo que sea igual a ella o mejor. Podría ocasionar una división de poder en la familia Hyuga"
Hinata se tomó unos segundos para hablar en el espacio que había dejado su primo mientras saboreaba el té que le habían servido.
" Estas diciendo que le conseguirá un esposo débil que ella pueda controlar a su antojo y no represente una amenaza, pero para mí uno fuerte que pueda manejar cualquier error que cometa" Su primo sonrió, una sonrisa efímera y pequeña que era más sarcástica que otra cosa.
"Sí, pero no deberías hacer que suene así, no creo que a tu padre le guste Lady Hinata"
No era necesario que la llamará así cuando estaban solos pero era la forma que tenía Neji para recordarle su posición y los derechos y deberes que tenía en ella.
El recuerdo le supo amargo, antes de tener el gen S ella era al menos indiferente para su padre pero ahora si él ya sabía que lo tenía sería su odio y no su indiferencia la que la recibiría, era una de las razones por las que había huido, no podía enfrentar el odio que su padre exhibiría cuando supiera, Hinata tampoco quería morir o ser torturada y aún si ella logrará pasar como inofensiva como el clan Nara no sería bien recibida en el clan Hyuga.
El extraño hombre o chico... Él parecía de su edad quizás uno o dos años de diferencia, había salido nuevamente y dejado sola, no salió por el techo sino por una puerta pintada del mismo color que la pared que parecía ser diseñada para parecer roca o ¿quizás lo era?
Ella no estaba segura si debía seguirlo, Había demostrado que era más fuerte que ella (Aunque casi todo el mundo lo era), potencialmente peligroso y la tenía secuestrada. No tuvo que seguir debatiendo consigo misma si iba o no, porque el susodicho volvió a aparecer alrededor de 10 minutos después de su partida con una enorme bandeja de comida.
Fue instintivo a pesar de sentir el cuerpo débil y adolorido, se lanzó para arrebatar la comida de sus manos, él fue más rápido y la esquivo sin ningún problema. Hinata sabía que no debía actuar de esa manera quizás él igual le daría algo de comida pero sintió que algo más animal e instintivo se apoderaba de su raciocinio dejando un solo pensamiento en mente.
"Comida" Salto para intentar conseguirla una vez más y obtuvo el mismo resultado.
"Necesito comida" Su postura cambio a la de un animal de 4 patas e intento dar un manotazo hacia el hombre que mantenía fuera de su alcance el alimento volviendo a fallar.
Sintió frustración e ira burbujeando en su cuerpo y dejo escapar un gruñido.
"No te enojes gatita" El desconocido le dijo en un tono burlón que su cerebro no registro del todo mientras sus ojos permanecían fijos en la bandeja."Ya basta" dijo calmadamente.
Iba a lanzarse de nuevo pero su compañero ya se había cansado de su actitud y la atmósfera en el cuarto cambió repentinamente, el aire se sintió pesado y los instintos recién despertados de Hinata le gritaron que tuviera cuidado y su cuerpo se paralizó y se encogió sobre si misma atemorizada y temblando de miedo.
Con paso calmo se acercó a ella y le puso la bandeja a sus pies.
"Adelante come" la atmósfera volvió a cambiar se mantenía con cierta tensión pero ya no le impedía moverse, el susto la había calmado y su razonamiento había vuelto, miro el contenido de la bandeja y la vista la hizo deleitarse y lamentar a partes iguales.
Un gran pedazo de bistec ocupaba el mayor espacio y un poco de puré lo acompañaba.
Su cuerpo tembló al resistirse a comer la carne y tomar solo puré.
"Se está burlando de mí " pero él no sabía su condición ¿verdad? No había forma de que él supiera que no podía ingerir carnes y le consiguiera uno adrede cuando se sentía tan débil y hambrienta, un pedazo que se veía tan delicioso además.
Con cierta tristeza y reticencia alejo el plato de sí para llamar la atención de su captor y autoproclamado esposo cuando terminó el puré. Él se había alejado a una esquina de la habitación mientras ella comía, se acercó con paso lento y llegó hasta ella.
"Termínalo todo" le dijo en cuanto atisbó la bandeja y la carne intacta.
"Yo no... Yo no puedo comer carnes me-me hacen daño" le dijo con voz suave y temblorosa, su expresión había permanecido neutra desde que le dió la comida pero ella no lo conocía y. o sabía si eso era normal por temor a molestarlo agrego "lo-lo siento"
Contrario a lo que esperaba, él empezó a reírse abruptamente, su risa era desbordante rayando en la histeria pero termino tan repentinamente como empezó.
"Tenía tiempo sin escuchar algo tan gracioso" Se agachó y corto con el cuchillo y el tenedor algo de la carne y la sostuvo en su mano "La carne es el principal alimento de nuestra clase" terminó la frase llevándose el pedazo que había cortado a su boca y devorandolo con gusto, su lengua recorrió sus labios "No te provoca" le dijo sonriendo ladinamente pero ella no sintió que se estuviera refiriendo a la carne. Reprendiendose mentalmente por considerar atractivo el gesto de su captor, volvió a contestarle.
"Yo no puedo" él corto otro pedazo y lo llevo está vez a los labios de ella balanceando el bocado, sus ojos siguieron el movimiento y volvió a sentir que la saliva se acumulaba en su boca... Casi cedía pero su padre la había acostumbrado casi toda su vida a no comer carnes ni casi nada de origen animal, precisamente por su condición.
"El médico le dijo a mi padre que si lo comía yo podría enfermar y morir, no he comido carne desde hace más de una década por favor no" su voz se quebró se sentía débil y que estaba luchando contra todo su ser para no ceder.
"No me extraña que estés tan débil y tus habilidades tan poco desarrolladas" él chasqueo la lengua. "Para nosotros la carne es vital, un clase especial sin carne es igual a un niño desnutrido" el tomo una pausa para considerar algo y le pregunto "¿Te sientes a menudo débil y con dolor en la cabeza? ¿Te cuesta a veces incluso caminar o te desmayas?" El dió un pequeño resoplido "Apuesto a que incluso te sientes siempre con hambre, comes y comes pero no te sacias y tú cuerpo empeora" la sorpresa pintó la cara de Hinata porque esa era exactamente su situación.
"¿Cómo lo sabes?" él le dió una mirada vacía está vez.
"Es la misma sensación cuando tengo días sin comer carne, pero en cuanto pruebo un bocado las fuerzas vuelven repotenciadas como si nunca se hubieran ido y solo mejora cuando como más" Su voz era atrayente no era demasiado grave como la de un barítono pero tampoco era chillona, en ese momento era perfecta y muy convincente, él volvió a acercar el tenedor a su boca.
Sus últimas palabras resonaban en su mente y ¿Si era verdad y todo lo que necesitaba era un poco de carne? Pero ¿Su padre entonces estaba equivocado? eso parecía imposible también, pero su padre ni siquiera sabía que ella tenía el gen S, era una posibilidad entonces que le estuviera dando el tratamiento equivocado.
De forma vacilante abrió sus labios e introdujo la carne que él le estaba ofreciendo y fue verdad. El bocado despertó placer y poder en su cuerpo la sensación fue parecida a la vez que comió por error luego de salir a caminar al parque, pero en ese momento tenía demasiado pánico por sus ojos alterados para registrarlo, concentrándose en la sensación que se manifestaba a medida que el bocado se asentaba dejo escapar un gemido de satisfacción y sus ojos se cerraron disfrutando la sensación... Pero termino demasiado rápido también.
"Quiero más dame más" Como si leyera sus pensamientos el joven que la había conducido a probar la carne le acerco la bandeja completa y está vez ella no se resistió a lo que sus instintos le exigían y como posesa devoró la carne sin usar los cubiertos.
Una pequeña carcajada fue registrada por sus oídos pero fue ignorada en favor de seguir comiendo, sin notar como nuevamente la figura del Riidaa se alejaba.
Era una criatura curiosa con la que se había topado alguien que tenía el potencial para convertirse en una clase especial pero que tenía menos fuerza que una basura humana. En cuanto la sintió al borde de su territorio pensó en matarla pero su propia energía se alteró cuando ella entro en su rango había algo que su espíritu había detectado como una posible amenaza, sin embargo la vista fue decepcionante, una chica flaca, demasiado delgada, que parecía más débil que una caña de río. La persiguió y eso lo decepcionó más, ella era lenta y la atrapó en segundos, pero cuando pensó que no tenía más que una mosca en sus manos, él miro sus ojos de un hermoso blanco con tintes malvas y una pupila transparente, esos ojos eran especiales, eran los ojos de una leyenda.
Kaguya la madre del primer Riidaa conocido tenía una deslumbrante belleza su origen es desconocido pero según se cuenta poseía una enorme fuerza y energía, además de ser la única portadora de los ojos blancos, ojos poderosos capaces de verlo todo.
Él podía recordar claramente el relato de su hermano mayor acerca de las leyendas que mantenía su clan, de como ellos mismos eran descendientes directos de la gran Kaguya y sus propios ojos eran el resultado de los de ella. Por esa razón no la había matado en el momento que la tuvo bajo su poder, sin embargo ella después le dijo una tontería que colmo su paciencia. Cómo se atrevía una debilucha a querer ser la mujer de un Riidaa, ¿No sabía que la unión de las energías espirituales podía llegar a matar a alguno si su compañero resultaba demasiado fuerte y el otro demasiado débil? aparentemente no, si ni siquiera sabía lo que pedía como se enteró después.
Pero también jugaron en su contra los celos, en el momento que la miro a sus hermosos ojos perlados la quiso para sí, si resultaba cierto que eran los ojos de su antepasado en esa mocosa, entonces se encontraba con algo raro, un tesoro que se daba cada 500 años o más, sería un tonto si no lo aprovechaba y dejaba que otro Riidaa la tuviera, por eso vínculo sus espíritus a pesar de la probabilidad de que ella no sobreviviera, si no soportaba la unión no habría ningún problema solo estaría de nuevo en el plan original.
Dado que ella seguía respirando después de eso no le quedó más opción que llevarla a su refugio más cercano.
Había cierta emoción burbujeando en su pecho por la expectativa de lo que resultaría eso pero también jugaba en su contra la inexperiencia en el asunto, afortunadamente ella estuvo inconsciente un par de horas que le permitieron serenarse y reevaluar la situación.
Ella estaba muy flaca, tenía hermosos atributos que el pensó que era sabio dejar de mirar por el momento pero parecía que no comía lo suficiente, su cuerpo parecía incapaz de regular correctamente su energía también y ella parecía un bloque de hielo.
Bueno ya sabía que sería las primeras cosas que corregiría.
Busco una manta y la envolvió alrededor de su cuerpo y se dispuso a preparar algo de comida.
