Primero que nada, hola ¿como están? sinceramente espero que bien, segundo ¡por favor no me maten! no es que no haya querido actualizar antes es solo que no he tenido la dicha de que una musa venga a visitarme y mi inspiración no es muy buena, así que por favor un poco de paciencia que estoy haciendo todo lo que puedo, lo que les puedo asegurar es que no dejare de escribir esta historia.

P.D. Gracias por sus comentarios, son un aliciente muy importante para seguir escribiendo.


Capítulo 13.

- a partir de ahora, las cosas van a cambiar. – sentencio Luna con tono serio. – una vez que estén listos quiero que vengan los cuatro a verme; su destino se ha puesto en marcha, tienen que recobrar su pasado y la única forma de lograrlo es afrontando el miedo que tienen al tratar de hacerlo y venciendo el dolor que esto les va a causar. – dijo de manera seria la peli-negra mientras dejaba la habitación y nos dejaba a nosotros con sus palabras haciendo eco, pues yo no era capaz de entender a qué se refería con lo que acababa decir, lo único de lo que estaba segura era que Haruka y yo afrontaríamos lo que fuera juntas.

Luna dejo la habitación y nosotros permanecimos cayados un momento más, yo estaba pensando en las palabras de Luna, más que nada en lo que había querido decir con ellas, Haruka se había perdido en sus pensamientos, imagino que su bendito cerebro también está pensando en el significado de las palabras de Luna, Darien tenía una cara de preocupación que no podía con ella y Serena… bueno ella es indescifrable, nunca sabes que es lo que pasa por su cabeza; hubiéramos seguido en ese estado de no ser porque mi padre ingreso a la habitación y hablo.

- ¿Qué ha pasado? ¿Dónde está Luna? – cuestionó mi padre mientras sin disimulo alguno miraba fijamente a Haruka, como esperando alguna reacción de su parte.

- dijo que eras un exagerado y se ha marchado. – respondí con molestia, pues no me gustaba que la mirara así, no hago más que darle vueltas al asunto del ataque, pues yo pienso que fue obra de mi padre para que Haruka despertase.

- ¿Qué? ¿Cómo que se ha marchado? ¿Te ha revisado Haruka? – cuestionó mi padre a mi rubia UNICAMENTE a ella ¿y nosotros que? Bueno, trató de acercarse a la cama pero Haruka no se lo permitió.

- no se me acerque. – Debo admitir que la manera en la que lo dijo ha sido bastante fría, muy poco usual en mí... ¿mí qué? ¿Sigue siendo mi novia? Eso espero, pero ella no ha dicho nada y… – usted sabe quién soy, conoce a mi padres, si es que tengo y lo ha estado ocultando todo este tiempo y el motivo parece obvio, mis poderes ¿Qué interés tiene usted en ellos? – sabía que no podía escapársele nada, estoy segura que su cerebro había hecho uno y mil escenarios posibles antes de confrontar a mi padre.

- jajajajajaja que ocurrencias muchacha, claro que no conozco a tu familia, no entiendo de donde sacas eso, solo estoy preocupado por la seguridad de la persona de la que está enamorada mi hija. – si como no y yo soy la princesa de la luna, si estuvieras preocupado por su seguridad no estarías diciendo tonterías para separarme de ella, ni tampoco habrías hecho que le dieran una paliza solo para despertar su vida pasada.

- se lo agradezco, pero no necesito que se preocupe por mí, siempre he estado sola y se me cuidar muy bien. – eso me ha dolido, eso quiere decir ¿que yo no soy nadie en su vida? ¿Ni siquiera me considera alguien para ella?

- tranquila muchacha, no es para que te pongas así. – y la culpa de todo la tienes tu padre, por tus tonterías Haruka está así, así que no vengas ahora a tratar de calmar las cosas.

- mi padre tiene razón Haruka, no es para tanto. – ahora es Darien quien está hablando, él siempre ha estado de lado de mi padre así que no me sorprende en lo absoluto.

- lo siento, aun no me siento muy bien, estoy algo confundida. – sino la conociera también como lo hago, habría jurado que sus palabras eran reales, bueno es algo que ellos se han ganado.

- será mejor que salgan y la dejen descansar. – dije para que nos dejaran a solas, quiero que me diga que significaron sus palabras y quiero saber si sigue siendo mi novia.

Darien, mi padre y Serena solo asintieron y salieron de la habitación dejándonos solas, quiero que Haruka me diga si efectivamente no soy nadie en su vida, sino me considera parte de ella, pero antes de que pudiera abrir la boca mi viento comenzó a hablar.

- eres todo para mí, eres mi novia, no hagas caso a mis palabras que no eran para ti, eres mi vida, aun cuando tu familia este… medio loca no me importa, no me importa nada siempre y cuando tu estés a mi lado. – oh por Kami ¿Cómo puede ser tan dulce, tan tierna? No cabe duda que me he sacado la lotería con ella, me ha leído sin ningún esfuerzo.

- sabes que te amo ¿cierto? – dije a mi viento quien asintió con una sonrisa, esa sonrisa que tanto me encanta; me invito a meterme en la cama con ella y no dude en aceptar su invitación, aunque debemos cambiar la ropa de cama y se tiene que cambiar la ropa, no quiero que se enferme, Serena no piensa las cosas.

Una vez que estuve en la cama junto a ella, sin perder tiempo tomo mi rostro con ambas manos y comenzó a besarme, un beso lleno de amor, de sentimientos, era uno de esos besos que te tocan el alma; poco a poco el beso comenzó a tornarse más y más apasionado, Haruka ya me había acomodado en la cama y estaba sobre mí, aunque la cama estaba mojada, el calor que desprendía el cuerpo de Haruka era suficiente para mantenerme cómoda; mi viento besaba mi cuello y yo no podía hacer otra cosa que no fuera hacer mi cabeza hacia atrás para darle mayor acceso, mis manos se habían colado por su camisa y tocaban la piel de su espalda sin restricciones, ansiaba sentirla, quería hacerla mía, ya no podía más, saque mis manos de su espalda y comencé a desabotonar su camisa, era ahora o nunca; la deje solo en sujetador y ella no perdió el tiempo para sacarme la blusa, ahora estábamos en igualdad de condiciones, solo una prenda más y podría ver sus hermosos pechos, esos pequeños pero hermosos pechos que me moría por probar y tocar, sin perder tiempo retire el sujetador de mi amada y deje libres sus perfectos senos; comencé a acariciarlos con mis manos arrancando hermosos gemidos de mi viento, eso era como música para mis oídos, una sinfonía que estaba tocando con mis manos; pero es momento de probar esos hermosos senos, sin perder tiempo dirigí mi boca hacia su pecho pero antes de que pudiera siquiera probarlo, un dolor en mi pecho me lo impidió, un dolor que no había sentido nunca.

- ahhh. – si me queje y no fui la única Haruka también lo hizo, cayendo hacia aun lado de la cama sujetándose el pecho y respirando agitadamente y por supuesto yo no me quedo atrás, estoy en su misma situación.

- ¿Qué-que ha-sido-eso? – cuestiona mi viento con dificultan, pero lo cierto es que no tengo ni idea, yo me pregunto lo mismo ¿Qué ha pasado?

- no lo sé ¿te parece si lo dejamos por hoy? – creo que Kami-sama me odia porque no es posible que justamente en el momento en el que iba a hacer mía a mi novia pasase esto.

- creo que… es lo mejor, han pasado muchas cosas el día de hoy, creo que deberíamos de descansar. – responde mi viento con una sonrisa, pero sé que está preocupada por lo que paso, no soy tonta y sé que ella tampoco, pero será mejor dejar las cosas así por ahora.

- bajemos a cenar, pediré que cambien la ropa de cama. – le dije con una sonrisa, que no dudo en corresponder. – y tú también deberías de quitarse esa ropa mojada. – creo tener una idea de lo que es ese dolor, pero primero tengo que hablarlo con Darien.

- ¿y de quien crees que es la culpa de que este mojada? – esto lo dijo con un tono tan seductor que creo que me he mojado más si es que es posible. – además… la que me debería de quitar la ropa eres tu ¿no? – oh Kami ¿Por qué me hace esto? ¿Qué no ve como me tiene ya? No, no, tranquilizate Michiru, no debes caer, primero tienes que hablar con Darien para comprobar tu teoría y una vez hecho eso te aseguro que no te escaparas de mi Haruka Tenoh, eso tenlo por seguro.

- creí que lo íbamos a dejar para después. – respondí con una sonrisa coqueta, no quiero que piense que me molesto su comentario.

- bueno, yo solo decía. – respondió mientras se encogía de hombros con una sonrisa.

No dijo más nada y camino hacia el closet donde una de las maid había acomodado nuestra ropa, saco una muda limpia y ahí, frente a mi comenzó a desvestirse, sé que lo está haciendo apropósito, me está provocando y es consciente de ello, pero dos podemos jugar ese mismo juego; camine hacia el closet y también saque una muda seca, después de todo yo también me acosté en la cama mojada y mi ropa se humedeció, comencé a sacar mis ropas y fui consciente inmediatamente de su mirada sobre mí, no es capaz de disimular nada, me está devorando y eso me encanta, pues con eso sé que me desea tanto como yo a ella.

- Michiru. – me llama mientras me abraza por la espalda; no lleva nada, soy capaz de sentir sus senos en mi espalda, sus pezones me están rosando, siento su piel, Kami.

- Haruka. – susurro, al diablo con mi teoría, quiero hacerla mía ya; me volteó en el abrazo, pero antes de que pudiéramos siquiera comenzar…

- Michiru-ojousama su madre me ha enviado para avisarle de la cena. – sí, Kami-sama me odia, definitivamente lo hace ¿Por qué me pasa todo esto a mí?

- dile que ahora bajamos. – respondo mientras le doy un corto beso a mi viento. – por cierto, Serena hizo de las suyas en mi cama y ahora está empapada ¿podrían por favor cambiar los ropas de cama? – quiero dormir con Haruka tranquila y no creo que una cama húmeda sea tranquilizante.

- ahora mismo Michiru-ojousama. – responde la maid del otro lado de la puerta y escucho como se aleja de la habitación.

- creo que debería apresurarse señorita Kaioh ¿o es que está tratando de seducirme? – cuestiona con una sonrisa que no le había visto, es una sonrisa de casanova, oh Kami se ve súper sexy así.

- mira quien lo dice, la que comenzó a desvestirse frente a mi sin importarle que alguien podría entrar y verla. – respondí aun con una sonrisa y con un tono de enojo fingido.

- oh, así que es eso ¿estas celosa de que alguien pueda verme? – cuestiona aun con esa sonrisa, creo que podría acostumbrarme a ella, la hace ver más sexy.

- ¿y qué harías si te dijera que si? – le reto con otra pregunta mientras me subo los pantalones, no quiero crear otra oportunidad, por lo menos no por ahora.

- si tú me pidieras que no me cambiara en el cuarto como lo acabo de hacer hacer un momento, dejaría de hacerlo, por ti, Michiru haría lo que sea. – responde con una sonrisa y comienza a caminar hacia la puerta, indicando con eso que la conversación ha terminado.

La cena transcurrió de manera tranquila, entiéndase tranquila en nuestro leguaje, mi padre no dejaba de ver a Haruka, mi madre no dejaba de asesinar a mi padre con la mirada, Serena se reía por todo, Darien estaba preocupado, Haruka fingía que no le prestaba atención a nada pero debes en cuando me tomaba la mano bajo la mesa y eso de alguna manera me tranquilizaba, no quiero que este incomoda el tiempo que estemos aquí, después de todo lo que ha pasado, no creo que vayamos a estar aquí un mes.

Después de la cena, todos nos retiramos a nuestras respectivas habitaciones mi madre lo había decidido así, alegando que había sido aún día duro para todos y yo no podía estar más de acuerdo con eso; cuando Haruka y yo estuvimos en la habitación, nos dimos cuenta que habían cambiado la ropa de cama y no estaba para nada mojado; Haruka tomo su pijama y se fue directo al baño para poder colocársela, supongo que ahora si dejaremos los intentos; yo también me coloque la pijama y espere por mi novia ya en la cama; cuando Haruka volvió se metió en la cama, me beso y comenzó a conversar, si, de cualquier cosa, el trabajo, de la casa, todo era tema de conversación para mi viento, hasta que nos quedamos dormidas sin poder evitarlo.

Y mientras Michiru y Haruka tomaban su merecido descanso después de ese día de locos, había algunos que no descansaban.

- ha despertado ¿no es así? – cuestiono una voz de mujer oculta por la oscuridad, como queriendo que su identidad no fuera revelada.

- lo sabía ¿sabía acerca de esa chica y aun así envió a ese idiota por ella? – cuestionó el castaño que había rescatado al rubio cuando Haruka estuvo a punto de acabar con él.

- por supuesto que lo sabía, pero tenía la esperanza de que aún no hubiera despertado. – respondió la mujer con molestia, pues su súbdito no había cumplido con su misión.

- permítame a mi ir mi reina, le prometo que no fallare. – solicitó el castaño con seguridad, pues él sabía que la chica no había despertado, aun no, solo era un cascaron, ya que el alma que habitaba ese cuerpo aun no volvía y él tenía una oportunidad.

- no haremos ningún movimiento por el momento. – respondió la mujer a la que se refería como reina. – dejaremos que disfruten de su tranquilidad un poco más, después de todo su destino se ha se ha puesto en marcha y eso es algo que no pueden cambiar. – hablo nuevamente la mujer con una sonrisa siniestra en los labios.

La noche paso sin ningún percance en la mansión de la familia Kaioh, el coronel había reforzado la seguridad en toda la casa para asegurarse que ningún otro miembro de la familia resultara lastimado nuevamente, era su deber el mantener a todos a salvo y no volvería a cometer un error en la seguridad.

No es así como pretendía despertar, quería abrir mis ojos y encontrar a mi rubia dormilona a mi lado, no un lugar vacío y una almohada entre mis brazos, me levante asustada y baje las escaleras del mismo modo ¿se fue? ¿Después de todo lo que me dijo se fue? ¿Acaso todo fue una mentira? Todo lo que me dijo la noche anterior fue para tranquilizarme y no porque realmente lo sentía y ahora se ha ido; no me importo mi estado y salí hasta la calle solo con mi pijama, hubiera seguido corriendo de no ser porque unas manos me abrazaron por la espalda impidiendo que me siguiera moviendo.

- ¡suéltame! ¡Suéltame! ¡Haruka! ¡Haruka se ha ido! ¡Haruka! – seguía gritando mientras forcejeaba en los brazos de la persona que me mantenía sujeta.

- Michiru calmate, amor soy yo, estoy aquí. – es su voz, es ella, no se ha ido, está aquí, oh gracias Kami-sama. – tranquilizate, jamás me iré de tu lado, nunca. – dice mientras me voltea en el abrazo y me besa.

- yo… no te vi en la cama y… - que tonta, lo único qu se me ocurrió pensar es que se había marchado, yo ya era insegura, pero ahora con Haruka creo que esto se triplicado.

- quería sorprenderte llevándote el desayuno a la cama. – dice mientras comenzamos a caminar hacia la casa nuevamente. – pero al tratar de subir las escaleras uno de los guardias entro y dijo que saliste corriendo, así que corrí tras de ti. – tan linda mi novia, ella lo ve tan sencillo, pero para mí significa mucho.

Al llegar a casa mamá y papá estaban en la entrada con rostros preocupados, creo que mi comportamiento no fue el mejor, debo de ser un poco más segura, Haruka no me va a dejar, me ama tanto como yo a ella y no se va air de mi lado, así que tengo que comportarme, no quiero preocupar a mi familia, ni mucho menos a viento, no quiero que piense que ahora voy a estar todo el día pegada a ella, no quiero asfixiarla.

- lamento mucho la conmoción señores Kaioh, esto ha sido mi culpa. - ¿Cómo que su culpa? Eso no, esto ha sido mi culpa, porque soy una insegura, no voy a permitir que se culpe. – espante a Michiru, pero ya está todo bien, enseguida limpiare lo que he ensuciado. – imagino que se refiere al desayuno, debió de asustarse mucho para tirar todo y salir corriendo.

- oh no te preocupes por eso querida, eso ya fue limpiado, me alegra ver que están bien, ahora vamos, entren para que podamos desayunar tranquilamente. – respondió mi madre con un sonrisa y zanjando el asunto, mi padre no hizo comentario alguno.

- ustedes adelántense, quiero hablar con Haruka, solo será un momento. – solicito a mis padres para que me dejen asolas con mi novia.

- ¿sucede algo sirena? ¿No te sientes bien? – cuestionó mi rubia una vez que mis padres ya habían ingresado a la casa.

- estoy muy bien amor y no, no sucede nada, solo… solo quiero que me digas ¿Por qué les dijiste a mis padres que había sido culpa tuya? – cuestione, pues eso no era verdad, la culpa era mía, no quiero que mis padres piensen que Haruka puede herirme.

- porque no tiene importancia de quien sea la culpa amor, lo importante es que ya está solucionado ¿Qué caso tiene decirles a tus padres que fue tu culpa? Después de todo nosotras estamos bien, tranquila sirena, siempre voy a estar aquí para ti. – sé que tiene razón y se lo que trata de decirme, aquí no hay culpables y no se trata de buscarlos, sino de encontrar una solución.

- está bien, tienes razón. – tengo que decirle, debo decirle como me siento y comprobar si ella se siente igual. – Haruka… Haruka yo… yo quiero… quiero que seas mía. – digo sin más, sé que no es el mejor lugar y tal vez no sea el mejor momento pero quiero que lo sepa.

- pero si ya soy tuya mi sirena. – responde con una sonrisa, tan inocente como siempre mi hermoso viento.

- no me entiendes amor, quiero tenerte en cuerpo y alma, quiero que seamos una, yo… yo quiero que… que tú y yo… - Kami esto es tan vergonzoso, cuando menos cuando no hay excitación de por medio, porque el día de ayer no me costó nada.

- tranquila… yo… yo también lo quiero. – oh por Kami, también lo quiere.

- ¿estas segura? – cuestione, no quiero que lo haga solo porque tal vez la estoy presionando, quiero que este conmigo porque realmente lo desea.

- estoy completamente segura. – respondió con su ahora nueva sonrisa sexy. - ¿no me crees? – cuestionó con un poco de duda en su voz.

- claro que te creo amor, solo quería estar cien por ciento segura. – aclare para que no pensara cosas que no eran, no quiero más malos entendidos.

- ¿entonces…cuando…? – cuestionó dejando la pregunta abierta, pues al parecer su timidez había vuelto y estaba más que roja.

- quiero que sea especial amor. – respondí con una sonrisa. – así que porque no preparo algo y… en unos días tu y yo… tenemos nuestro encuentro cercano el tercer tipo. – digo de manera picara mientras me acerco a ella y rodeo su cuello con mis manos.

- jejeje. – esa es su risa nerviosa, la conozco muy bien. – de acuerdo. – respondió posteriormente con una sonrisa.

Después de esa charla volvimos al interior de la casa para compartir el desayuno con la familia; todo paso de manera normal, llámese normal al hecho de que mi padre sigue viendo a Haruka como si la conociera de toda la vida, Serena comiendo todo lo que tenía enfrente, Darien sonriendo por las acciones de su novia, mi madre reprendiendo a mi padre cuando cree que no la vemos, Haruka solo finge que no está pasando y yo, bueno yo me doy cuenta de todo pero por ahora prefiero no hacer comentario alguno.

Después del desayuno nos dirigimos al Dōjō, Haruka me dijo que quería entrenar y si era verdad que tenía poderes comenzar a desarrollarlos y si soy sincera me alegra el hecho de que Haruka no tema a su don sino todo lo contrario, lo acepta y quiere aprender a controlarlo para no lastimar a otros, creo que eso fue algo que a mí me hizo falta, yo simplemente rechace mi herencia, no cabe duda de que mi viento es la indicada para mí; pasamos toda la mañana y parte de la tarde en el Dōjō, después de todo yo también quería manejar mis poderes mejor, no quiero que Haruka sea la única que me proteja yo también la quiero proteger; después de entrenar Haruka y Serena pidieron en baño antes y se fueron a duchar, eso sin duda es genial ya que puedo comprobar mi teoría con Darien ahora que estamos solos.

- Darien ¿puedo hacerte una pregunta? – cuestione a mi hermano, solo espero que responda con sinceridad, porque de esto depende que podamos o no recuperar nuestros recuerdos; aunque aún tengo dudas de si es lo correcto o no, está claro que Haruka es una de nosotros y ha sido su llegada lo que ha desencadenado todo.

- claro que sí, dime ¿Qué ocurre? – respondió mi hermano con su habitual sonrisa tranquilizadora.

- Darien ¿tú has tratado de intimar con Serena? – solté de una y vi claramente como mi hermano comenzó a enrojecer desde el cuello hasta llegar a su cabeza.

- pero ¿Qué clase de pregunta es esa Michiru? – cuestionó mi hermano todavía rojo y con un ligero tono de molestia.

- calma, todo tiene una explicación, lo prometo, confía en mí ¿has tratado de intimar con Serena? – volví a cuestionar, pues mi hermano había asentido cuando le dije que confiara en mí.

- sí, lo hemos intentado. – respondió viendo hacia otra dirección, imagino que esto están incomodo tanto para el como para mí.

- ¿y cuando lo hicieron, sentiste un dolor en el pecho? – cuestione nuevamente, tenía que comprobar mi teoría.

- ¿Cómo lo sabes? – respondió mi Darien con otra pregunta la cual aclara todas mis dudas.

- porque Haruka y yo lo intentamos ayer y fue justo lo que sentimos. – respondí, creo que es justo que yo también sea sincera con ella.

- ¿y bien? ¿A dónde quieres llegar con esto? – pensé que Darien era más inteligente ¿Cómo es que no se ha dado cuenta? Es más que obvio.

- Darien ¿recuerdas lo que nos dijo Luna ayer, acerca de vencer el dolor? – Darien solo asintió y yo continúe. – creo que se refiere a esto, tenemos que vencer el dolor que nos provoca el hacer el amor con nuestras parejas para recuperar nuestros recuerdos. – respondí con decisión, estoy completamente segura que se refiere a esto.

- eso tiene sentido, después de todo, Serena y yo nunca hemos temido a recuperar nuestros recuerdos, pero cada vez que… lo intentamos… el dolor es tan fuerte que nos impide continuar. – habla Darien con una mano apoyada en su barbilla.

- he decidido intentarlo con Haruka, solo que… no le diré lo que significa, no quiero que el hacer el amor conmigo, sea como una obligación solo para recuperar nuestros recuerdos. – dije a Darien, pues, quiero que si Haruka se va a entregar a mí lo haga por amor.

- bien, entonces eso haremos, seguiremos hasta el final, a pesar de dolor. – respondió Darien mientras se ponía de pie y comenzaba a caminar fuera del Dōjō.

Una semana después…

Ha pasado una semana desde mi plática con Darien y si se lo preguntan, no, Haruka y yo no hemos intimado ¿la razón? Sencilla, justo cuando estamos a punto de hacerlo, algo sucede que nos interrumpe, no lo puedo creer estoy tan frustrada y creo que Darien está igual o peor que yo, después de todo hace dos días una prima de Serena llego de visita y no se les despega ni a sol ni a sombra, por otro lado mi hermosa rubia ha estado actuando un poco extraño y no es la única puesto que mis padres también lo hacen, sé que traman algo, pero aún no sé qué es.

Justo ahora estoy en mi habitación, Haruka ha salido a correr, creo ya debe de estar por llegar, ya ha pasado una hora; la puerta se abrió y dio paso a mi amada, con la cara perlada de sudor y su playera mojada por el mismo.

- ¿Cómo te fue amor? – cuestione al verla entrar y dirigirse al closet para sacar ropa y meterse a bañar.

- … - pero no recibí respuesta de parte de mi viento, solo se quedó callada y viendo al interior del closet, esto me preocupa.

- amor ¿paso algo? – cuestione y me acerque a ella, espero que mi padre no le haya dicho nada, no quiero problemas, ha sido una semana maravillosa, claro si quitamos el hecho de las interrupciones.

- Michiru… ¿te-te gustaría salir…con-conmigo mañana? – ha, así que eso era, estaba nerviosa sobre como pedirme una cita, oh mi rubia tan dulce.

- oh amor claro que sí, me encantaría. – respondí con una sonrisa, pero a pesar de mi respuesta aún sigue con esa cara de angustia, pensé que con responder a su petición cambiaría la cara que traía, pero veo que no es así y no es por su nerviosismo típico.

- Michiru… tu aun… tu aun quieres…? – sabía que no era eso lo quería preguntarme ¿me pregunto qué es lo que estará pasando por esa bendita cabeza suya? En los entrenamientos Haruka siempre es tan asertiva y enérgica pero al salir del Dōjō vuelve a hacer la chica tímida y dulce de la cual me enamore con locura.

- claro que si amor, es solo que… - ¿ven lo que les digo? Estoy comenzando a odiar las puertas. - ¿sí? – respondí con un poco de molestia por la nueva interrupción.

- Michiru ojousama su madre ma ha indicado que bajen para la cena. – genial, creo que mamá también tiene un don, el don de ser inoportuna.

- ahora vamos. – respondí con desgana, quisiera poder seguir hablando con mi viento un poco más. – amor ¿Por qué no te das un baño? Bajamos a cenar y después hablamos acerca de esto, solo… solo quiero decirte una cosa. – dije antes de que continuara con su búsqueda de ropa.

- ¿Qué es amor? – cuestiono viéndome por fin a la cara, pues en todo este tiempo no me había visto imagino que era porque sentía pena acerca de lo que iba a decirme.

- te amo, te amo y quiero hacer el amor contigo, por favor no lo dudes. – termine de hablar y le di un leve beso en los labios.

Después de eso Haruka fue directo al baño más que roja; ahora tengo que planear la manera de llevarme a mi viento a la cama en nuestra cita de mañana, genial sueno como una pervertida. Mi viento salió veinte minutos después lista para la cena, al bajar nosotras todos estaban ahí, cuando ocupamos nuestros lugares comenzaron a servir y nos dispusimos a comer una típica cena familiar o eso pensaba yo, hasta que una vez que todos terminamos de comer papá se aclaró la garganta, clara indicación de que nos dirá algo.

- haremos un baile dentro de tres días, todos los descendientes vendrán al igual que sus padres. – hablo mi padre con una sonrisa, eso no es bueno. – ya está decidido y no aceptare quejas ni reclamos al respecto, ahora pueden retirarse. – bien hoy no habrá te ¿Qué mosca le picaría a mi padre para que se comportara así?

Haruka y yo íbamos subiendo las escaleras cuando recordé que había dejado mi celular en la mesa, le pedí a mi viento que me esperara en la habitación y regrese al comedor, antes de entrar escuche a mis padres hablar.

- le he avisado a Kain. – ese ha sido mi padre ¿Kain? ¿Kain Kuga? ¿Por qué?

- eso es maravilloso, se sorprenderá al ver cuán grande es su hija ahora. – esa ha sido mi madre ¿ha dicho su hija? ¿Será… será que se refiere a Haruka? Haruka es hija de Kain, es una Kuga?

Continuara…