Capítulo 17.
- ¡¿Qué es lo que sucede contigo?! ¡¿Acaso has perdido la cabeza?! – cuestione con ira a mi padre que estaba parado frente a mi novia que seguía tendida en el piso aun tratando de comprender que era lo que había pasado y sinceramente yo también quiero saber qué es lo que está pasando porque mi padre se ha subido a horcadas sobre Haruka y no para de golpearla.
Continuara…
Michiru se había quedado en shock por lo que acaba de presenciar, su padre, la persona más amable que conocía, ese hombre que siempre le cogía el teléfono a deshoras cuando tenía una pesadilla y lo que hacía era llamar a sus padres y él se quedaba despierto con ella hasta que se durmiera, ese hombre no se parecía en nada al que justo ahora estaba golpeando al amor de su vida, que para recalcar era una mujer; Michiru pareció reaccionar y con ira grito al hombre que ahora desconocía.
- ¡papá! – grite molesta por su actitud y porque quería que dejara de golpear a Haruka, pero este parecía que no me escuchaba ¿Cuál era su problema? - ¿estás loco? Dejala ya, Haruka es una mujer, ¡SUELTALA! – grite aún más con impotencia por no poder separar a mi padre de Haruka, pues lo había tomado de su camisa para tratar de apartarlo pero fue inútil, él es más fuerte que yo, trate de empujarlo pero fue el mismo resultado ¿Qué hago? Si esto sigue así la va a matar.
Voltee hacia al jardín y vi a mi madre, a mi hermano y mi cuñada viendo todo como si fuera lo más increíble del mundo, al parecer no fui la única que se había quedado en shock, sacudí mi cabeza para centrarme en lo verdaderamente importe, separar a mi padre de mi novia así que llame a mi hermano.
- ¡Darien! ¡Has algo maldita sea! ¡¿Qué no vez que la va a matar?! – grite desesperada y frustrada, porque conozco a Haruka, se de su fuerza pero aun así no ha levantado una mano contra mi padre y sé que lo hace por mí.
Mi hermano pareció reaccionar y corrió hacia donde mi padre estaba golpeando a Haruka para quitárselo de encima, pero grande fue mi sorpresa al ver salir volando a Darien en dirección contraria de donde estaban mi viento y mi… padre, esto estaba comenzando a cansarme, el agua había comenzado a acumularse en mis manos, no quiero hacer daño a mi padre, pero si no suelta a Haruka, no me hare responsable de mis actos.
- será mejor que la sueltes ahora mismo padre. – sentencie con la voz más fría que tengo, amo a mi padre pero justo ahora lo desconozco, sé que Haruka y yo hicimos algo que no debíamos pero no es como para que le esté dando semejante paliza a la persona que amo.
Como mi padre hizo caso omiso a mi advertencia, comencé a prepararme para separarlo por las malas de mi viento, lo arrojaría lejos de ella, a como diera lugar, y después de me llevaría a Haruka muy lejos de Kioto o mejor aún muy lejos de Japón a donde no debí volver.
- Michiru… calmate… no hagas una tontería. – decía mi hermano con dificultad incorporándose después de haber sido lanzado de esa manera por nuestro padre.
- no te metas Darien, te haría daño, nadie tiene el derecho de tocar a Haruka y él ha osado ponerle la manos encima, no lo voy a tolerar. – sentencie nuevamente lista para lanzar mi ataque, pero alguien había sido más rápido que yo y había apartado efectivamente a mi padre de Haruka con un muy fuerte golpe.
- ¿Qué es lo que pasa contigo? ¿Quieres matarla acaso? – cuestionó Artemis con clara molestia tanto en su voz como en su rostro, mientras sujetaba a mi padre después de haberlo incorporado.
- Haruka. – dije corriendo hacia ella con lágrimas en los ojos, pues hasta ahora veía lo que había hecho mi padre, su rostro, su hermoso rostro estaba todo cubierto de sangre y parecía que se había desmayado. - ¿Por qué no te defendiste? Pudiste golpearlo. – decía mientras me arrodillaba a su lado y colocaba su cabeza en mis piernas, no sabía qué hacer, su rostro sangraba y no quería tocarlo por temor a lastimarla aún más. – te juro que si algo malo le pasa. – dije viendo hacia mi padre. – tu pagaras muy caro. – amenace con mi voz cargada de ira y rencor.
- se lo merecía. – hablo por fin el hombre que se decía era mi padre.
- ¿en que bizarro mundo alguien puede merecer semejante paliza? – cuestione molesta por el comentario de mi padre, de ninguna manera Haruka se merecía algo así.
- ¡¿te parece poco lo que ha hecho?! – grito con rabia mientras trataba de soltarse del agarre de Artemis. – se aprovechó de ti, tienes marcas visibles en el cuello, tengo que matarla, tengo que limpiar tu honor. – se ha vuelto loco, es lo único que lo justificaría por haberle hecho esto a mi viento, porque de no ser así, no sé cómo podre perdonarlo.
- ¡¿de qué demonios hablas?! ¡¿Acaso de verdad te has vuelto loco?! Ella no se aprovechó de mí, yo me entregue a ella por amor, porque la amo y en todo caso, a la que deberías de haber dado esa paliza era a mí, ella es menor que yo, he sido yo quien se ha aprovechado de ella. – dije con seriedad para que de una vez le entrara en la cabeza a mi padre que no me arrepentía de nada y que su ira contra Haruka no estaba justificada.
- amor, soy tu padre, no me digas eso Michiru, tu eres mi niña, mi bebe y esa… mujer te ha corrompido, te ha apartado del buen camino. – decía de un manera casi demente, no sé de qué habla ¿Haruka corrompiéndome? ¿Qué mosca le ha picado a mi padre?
- estás loco, Haruka no me ha corrompido, siempre he sido gay y hasta donde yo tenía entendido ustedes me apoyaban. – respondí con molestia por el comentario de padre, porque ahora me vengo a enterar que le molesta que sea gay. – creo que lo mejor será que me vaya… que nos vayamos. – dije viendo a mi rubia que aún no abría los ojos.
- Michiru, hija claro que te apoyamos, por favor no dudes de eso. – intervino por fin mi madre, que se había mantenido al margen de todo.
- pues parece que papá no lo tiene muy claro, de igual forma, no creo que pueda quedarme aquí y ver a la persona que le ha hecho esto a la persona que amo. – dije con firmeza, si ellos piensan que me quedare después de todo lo que mi padre ha hecho están muy equivocados. – llamare a una ambulancia, esperare a que Haruka se recupere y volveremos a Italia, de donde nunca debí haber salido. – resolví de inmediato para que tuvieran claro que esto no estaba a discusión.
- no creo que sea conveniente llevarla a un hospital Michiru. – hablo una voz que estaba saliendo hacia el jardín y que yo conocía muy bien.
- Luna. – llame al verla, pues si alguien podía curar a Haruka sin llevarla a un hospital era ella.
- necesita descansar y no moverse, por ahora será mejor que permanezcan en la casa. - ¿Qué? ¿Por qué? Son golpes en la cara, no es como si mi padre le hubiera roto las costillas o algo así. – se lo que estás pensando y el motivo por el cual quiero que se queden en casa, es porque hay una energía extraña rodeando a Haruka, es por eso que aún no ha despertado. - ¿energía extraña? ¿Qué está pasando?
- Luna ¿de qué hablas? ¿Qué energía extraña? No entiendo ¿Haruka va a estas bien? ¿Luna? Respondeme por favor. – dije con angustia pues esto no podía estar pasando, no debí venir, peor aún, no debí haberla traído conmigo, esto es mi culpa.
- Michiru ¿recuerdas algo extraño que haya pasado alrededor de Haruka? Lo que sea, cualquier cosa que te haya parecido rara o sospechosa. – cuestionaba Luna con un poco de premura en la voz, pero no recuerdo nada que… esa mujer, la mujer que estaba en la habitación del hotel ella fue.
- ella fue, fue esa mujer del hotel, ella tuvo que haberle hecho algo a Haruka. – resolví con angustia, Haruka me lo dijo pero yo le reste importancia al asunto.
- ¿Qué mujer? ¿De qué mujer hablas Michiru? – cuestiono Luna nuevamente pero esta vez con un poco más de urgencia en la voz.
- ayer… - comencé y les relate todo lo que había sucedido con Haruka, claro omitiendo ciertos detalles que eran personales; les conté como había entrado a la habitación y había visto a esa mujer y después había desaparecido. – hoy Haruka me dijo que esa mujer había salido de la nada y le había ofrecido devolverle sus recuerdos pero ella no iba aceptar y fue ahí cuando llegue yo. – termine de relatar lo que había sucedido con esa extraña mujer.
- ha comenzado, ella ha hecho su primer movimiento aprovechándose que no tienen recuerdos. – hablo Luna a nadie en particular, pero no entiendo ¿Qué ha comenzado? ¿A qué se refiere?
- tenías razón, su objetivo ha cambiado ya no desea al príncipe o matar la princesa, ahora desea obtener a Haruka. – dijo Artemis con angustia en la voz… ¿Qué? Esa mujer ¿desea a mi viento? ¿De qué rayos hablan?
- no, su objetivo no ha cambiado, ella aun anhela al príncipe y desea destruir a la princesa, solo que se ha dado cuenta que primero necesita obtener lo que le falto la última vez. – ahora fue Luna quien hablo y no tengo ni la menor idea de que es lo que está pasando o de que hablan.
- ¿Qué es lo que sucede? ¿Quién es esa mujer y porque busca a MI novia? – cuestione con molestia y haciendo énfasis para dejarles claro que de la persona que hablaban era MI chica.
- aun no es momento para explicaciones Michiru, será mejor que llevemos a Haruka a una habitación y comience con el tratamiento, sea lo que sea esa energía, no podemos permitir que permanezca más tiempo en el cuerpo de Haruka, no sabemos qué es lo que le pueda pasar o lo que le pueda hacer creer. – hablaba Luna con seriedad y muy a pesar mío con mucha razón, esa energía fácil podría implantar nuevos recuerdos en Haruka o hacerle creer que somos sus enemigos, no eso no, no lo permitiré.
- bien, llevémosla a mi habitación. – respondí con seguridad, de ser necesario me quedare toda la noche cuidando de ella; al final si terminaron empañando este día que debía ser uno de los más especiales para mi.
Darien había levantado a Haruka en sus brazos y la había llevado a mi habitación a pesar de los gritos y las protestas de mi padre, que junto con mi madre se habían encerrado en él estudio; pobre hombre justo ahora lo compadezco ha hecho enfadar a mamá y eso es peor que comenzar una guerra nuclear; pero ese no es el punto en este momento, al llegar a la habitación, Darien coloco a Haruka en mi cama y Luna comenzó a revisarla, pero por su rostro podía darme cuenta que fuera lo que fuera esa energía no era nada bueno.
- era lo que me temía. – hablo Luna de manera seria, después de terminar de examinar a Haruka.
- ¿Qué es Luna? ¿Qué tiene Haruka? – cuestione angustiada por la cara que tenía la sanadora, hacia muchos años que no la veía, pero esa misma cara tenía cuando mis padres me llevaron esa noche a su casa desangrándome.
- esa magia trata de apoderarse de la mente y el cuerpo de Haruka. – dijo Luna de manera seria… ¿tratan de llevarse a Haruka? ¿A dónde? ¿Por qué? – esto es mi culpa, debí de estar más alerta, pero ya no hay tiempo que perder, tenemos que revertir esto cuanto antes, mientras más tiempo permanezca esa energía dentro suyo más estragos hará. – hablo Luna de manera firme, pero parecía que lo decía más para ella que para cualquiera de nosotros.
- ¿Por qué tratan de llevarse a Haruka? ¿Qué es ella? ¿Qué partido juega ella en todo esto? – cuestione de manera seria, había sido yo quien había traído a Haruka aquí, a este lugar donde al parecer todo se está desencadenando.
- no es momento para preguntas Michiru. – respondió firme pero sin mirarme. – Darien ve a mi casa, trae las lágrimas de Luna y el cetro que le regale a Serena. – pido a mi hermano, quien solo asintió y salió disparado hacia la salida junto con Serena.
- dijiste que si vencíamos el dolor y estábamos juntas los recuerdos volverían, pero no fue así ¿Qué salió mal? ¿Por qué aun no recuerdo nada? – cuestione molesta por no obtener respuestas a todas y cada una de las preguntas que me asaltaba.
- tu contraparte tiene miedo. – respondió seca, mientras colocaba una mano sobre la frente de Haruka, recitaba algo en un idioma que desconozco y dibujaba una luna en su frente.
- ¿Qué quieres decir con que mi contraparte tiene miedo? No hay ninguna parte de mí que tema a esos recuerdos que están sellados. – respondí de manera altanera para que supiera que hablaba en serio.
- si hay una. – respondía Luna igual de seria, parecía que el día de hoy no quería ser conversadora.
- ¿Cuál? ¿Cuál es la parte de mí que teme? – cuestione, puesto que estaba poniéndome de muy mal humor.
- Haruka. – respondió sin más la pelinegra frente a mi viendo a mi viento sobre mi cama.
- Haruka ¿teme que recupere mis recuerdos? ¿Por qué? – muy en el fondo sabía la respuesta, pero aun así formule la pregunta, supongo que surte más efecto cuando alguien externo te lo dice.
- Haruka teme que recuperes tus recuerdos y te des cuenta que no es a ella a quien amas, sino que estas enamorada de otra persona y le partas el corazón. – decía Luna con una sonrisa en sus labios, sabía que existía esa posibilidad pero siempre que esa idea rondaba mi mente la desechaba, porque no puede ser que yo a me a alguien más que no sea Haruka.
- eso no pasara, Haruka es mi elegida, es la persona a quien amo, me entregue a ella por amor, soy su mujer y ella es mía. – hable orgullosa de mis sentimientos y feliz porque sabía que Haruka sentía lo mismo por mí.
- eso no cambia nada, tienes que convencer a Haruka que tienen que conocer su pasado o esto no terminara, más ataques vendrán y ustedes estarán indefensas como ahora. – tenía razón, sin recuerdos no hay vida pasada, sin vida pasada, no hay control de poderes y sin poderes no podremos defendernos de lo que sea que tengamos que hacerlo.
- nadie la tocara, no lo permitiré, saldremos de aquí, no debí haberla traído, todo esto es mi culpa, fue mi error, esto no debía pasar así. – se suponía que solo veníamos a visitar a mis padres, a pasar unas vacaciones tranquilas lejos del trabajo, se suponía que veníamos a relejarnos, no ha esto.
- aun vayas hasta el fin del mundo esto las seguirá Michiru, sabes cómo es el destino, esto tenía que pasar así, ya estaba escrito que tenías que traer a Haruka a su hogar. – su hogar, entonces yo tenía razón, Haruka es de Kioto, como yo, es de familia noble y muy seguramente esa familia sean los Kuga.
- ¿eso quiere decir que Haruka… - pero no pude terminar de formular mi pregunta porque Luna me interrumpió.
- basta de pláticas, he dicho suficiente, hazle entender que tienen que recuperar sus recuerdos o estarán indefensas, si el enemigo se lleva a Haruka, estaremos acabados. – no entendía a qué enemigo se refería Luna, gran parte de lo que decía no tenía significado para mí, pero sabía que era importante, en mi interior, algo me decía que lo era, que debía hacer entrar en razón a Haruka y recuperar nuestros recuerdos, pero ¿Cómo?
- ¿y cómo se supone que haga eso? Quieres que llegue y que le diga, hey Haruka, parece que un enemigo trata de secuestrarte, no sé porque, no me lo preguntes, es lo que dice Luna, así que tenemos que recuperar nuestros recuerdos para que nuestro dominio sobre nuestros poderes vuelva ¿Qué te parece? – dije con mi voz cargada de sarcasmo para que entendiera que eso que pedía no era tan fácil.
- mmm. – dijo encogiéndose de hombros. – por mi está bien. - ¿Cómo? Debía ser una maldita broma, no podía estar hablando en serio, no podía llegar y decirle semejante tontería a Haruka.
- no puedo llegar y soltarle todo eso a ella, apenas si está soportando el hecho de que tiene poderes, no sé qué pasaría si a parte de todo llego y le digo que hay un enemigo y que además va tras ella, va a odiarme, no quiero que me deje, no lo soportaría. – dije desesperada, con Luna no tenía por qué aparentar, muchas veces recurrí a ella cuando mis poderes me daban problemas y ella siempre me ayudo sin decirle nada a mis padres.
- entonces una confrontación, tiene que enfrentar su pasado, un fuerte shock emocional podría desbloquear su memoria. – y ahí estaba mi esperanza, eso podía funcionar y sabía perfectamente como provocar ese shock.
- si es eso, dalo por hecho, lo hare en el baile que están organizando mis padres. – resolví de manera seria. – solo por favor quedate cerca por si algo llega a pasar, no quiero que le pase nada. – después de todo no sabía cómo iba a reaccionar después de lo que iba a hacer.
- estaré ahí para ambas. – respondió Luna con fingido fastidio, sabía que a pesar todo nos quería. – ¿y bien? ¿Dónde está tu hermano? No es como si mi casa estuviera tan lejos, solo espero que no hayan decido imitarte en mi casa. – dijo Luna de manera molesta por el retraso de mi hermano y por pensar que tal vez el motivo de su demora fuera lo que Haruka y yo hicimos en el hotel.
- Luna, aquí está todo lo que solicitaste. – dijo mi hermano entrando a mi habitación como si fuera la suya.
- ¿fuiste a extraer las lágrimas hasta la luna muchacho? – cuestionó Luna molesta por la tardanza, no justifico a mi hermano, pero no es como si no lo hubiera visto venir.
- fue mi culpa, no encontraba el cetro. – dijo Serena entrando a la habitación también.
- Serena sabes que tenemos el tiempo en nuestra contra, es imperioso que saquemos esa energía de Haruka ahora, antes de que pueda hacer más daño y saber que tanto ha hecho ya. – era serio, podía verlo en su cara, pero yo sabía que Haruka saldría adelante, no se dejaría vencer.
- lo siento. – se disculpó mi cuñada, es discípula de Luna desde que tengo memoria y hasta ahora no hay algo que la pobre de mi cuñada pueda hacer bien.
- ya no importa, comenzaremos de inmediato. – dijo Luna mientras le quitaba a mi hermano las lágrimas de luna de las manos. – ahora ustedes dos salgan. – ordeno de manera seria dirigiéndose a Darien y a mí, pero aunque sea ella quien lo pida no lo hare, no me separare de Haruka.
- ni hablar, yo me quedo. – sentencie firme en mi decisión, esto paso por mi culpa, por dejarla sola, no lo hare de nuevo.
- si Serena se queda, yo también. – hablo mi hermano también, por la cara de Luna podemos deducir que esto grave y solo agranda nuestra preocupación.
- no es una petición, ni una sugerencia, salgan ahora, no sabemos cómo esa energía va a reaccionar, tal vez podría ingresar a alguno de ustedes, es mejor si salen y nos ahorran trabajo. – volvió hablar Luna con fastidio y molestia, no es que queramos exasperarla, pero las personas aquí, son las más importantes para mi hermano y para mí.
- chicos, entiendo su preocupación, pero esto solo nos está retrasando, Darien, voy a estar bien, Luna me ha entrenado y puedo resistirlo, en cambio ustedes no y sobretodo tu Michiru, que has estado lejos por mucho tiempo, vamos a estar bien, salgan. – trata de convencernos Serena de manera tranquila, debo decir que tiene razón, yo no estado precisamente entrenándome como Serena o incluso como Darien, debo volver a entrenarme y ser fuerte para Haruka.
- saldremos, pero no esperen que nos alejemos estaremos fuera de la habitación. – digo firmemente para hacerles saber que es mi última palabra y no tengo pensando cambiar de opinión con esto, ya he cedido suficiente.
- bien, ahora largo. – hablo Luna con molestia, creo que estos años la han hecho algo huraña, es raro ya que yo recuerdo que era una mujer muy amable.
Sin decir ni una palabra más Darien y Michiru salieron de la habitación de la última más a regañadientes que por su propia voluntad, pero Luna sabía que no podía culparlos, las dos chicas que estaban en esa habitación eran lo más importante para ellos, pero por ahora debían enfocarse en salvar a la rubia que estaba en la cama, como odiaba tener razón siempre, esperaba equivocarse al pensar que Haruka era el nuevo objetivo del enemigo pero no había sido así, habían venido por ella y lo peor, sabían que no tenía memorias, habían sido muy listos al aprovechar eso a su favor, pero el amor que la chica profesaba hacia Michiru era mucho más grande que el hecho de recuperar su pasado, ella sabía todo y con una sola palabra podría arreglarlo, pero eso no era lo correcto, el destino tenía que seguir curso, de otra manera no sabía que podía pasar, podría alterar las cosas y perderlo todo, su tren de pensamientos iba a seguir de no ser porque una voz a un lado de ella, había reclamado su atención.
- pensé que los habías sacado para iniciar de inmediato. – dijo la rubia de coletas con una sonrisa en ese rostro que siempre iluminaba todo.
- solo estaba pensando un poco en todo lo que está pasando, no me agrada que ellos hayan tomado la delantera y sepan tan bien como es que están pasando las cosas aquí. – sabía que había sido esa energía maligna la que había arrebatado los recuerdos a los chicos cuando eran niños y ahora trataban de aprovecharse.
- no tienes nada de qué preocuparte, son fuertes, van a salir de está, nuestros sentimientos son tan fuertes que la nega fuerza no podrá con nosotros, está será la batalla final, no habrá un mañana, el ciclo va a romperse, ya no habrá reencarnaciones, si perdemos está batalla, todo se acabara. – tanto luchar una y otra vez para llegar hasta ahí, la última batalla y parecía que ellos llevaban ventaja.
- tiene razón, pero usted no parece verse preocupada en lo absoluto, sabe todo, debo decir que me sorprende el hecho que usted haya recuperado sus recuerdos pero ellos no, imagino que así debe ser. – a lo que Serena solo asintió dándole la razón. – bien, pues adelante, solo usted puede hacer esto Princesa Serena. – su princesa estaba devuelta, aun había esperanza.
Continuara...
