Un poco tarde por mi descuido pero aquí esta siguiente capitulo; por cierto para quienes lo preguntaron si, soy mujer.
P.D. Quiero agradecer a todos los que se dieron el tiempo de escribir sus comentarios y seguir esta historia y en especial a los que me dieron palabras de aliento para seguir, muchas gracias.
Capítulo 20.
- No, ya no, no puedo seguir con esto más tiempo, no puedo estar contigo sabiendo que en cualquier momento nos atacaran, sabiendo que tal vez pueden secuestrar a mi familia, tu estas sola no tienes a nadie y tal vez esto no te importe pero a mí sí. – que tonterías digo, si tiene un familia, una que la ha estado esperando siempre y yo voy a arrebatarles eso. – vete y no vuelvas a aparecer jamás en mi vida. – vete amor mío y vive feliz lejos de toda está locura.
Continuara…
- bien, perdón por arruinar tu vida. – jamás hiciste eso, tú me devolviste algo que yo creí perdido, mi felicidad, a mi familia. – me iré ahora mismo… tienes razón, yo no pertenezco aquí, a este mundo, es mejor así. – no, no lo es, tienes una familia que te espera y te ama, pero no puedo decírtelo.
- Haruka, eso no es verdad, no sé qué es lo que esté pasando con Michiru ahora mismo, pero tu si tienes una familia, los Kuga son tu familia, eres una de nosotros, no puedes irte sin conocerlos. – basta Serena, no lo arruines, no puedo permitir que se quede, tiene que irse.
- no Serena, Michiru tiene razón, yo no tengo a nadie, no soy nadie, es mejor que me vaya; gracias por todo. – les agradece a Serena y a Darien imagino que a mí me ignorara. – gracias por haberme permitido amarte, por todos esos días en los cuales que me sentí amada, jamás había sentido algo así, pero tienes razón, no pertenezco aquí y si tú ya no me amas no tiene caso estar más aquí. – porque me dices todo esto ¿Qué no vez que me estoy muriendo de amor por ti?
No dijo nada más y camino hacia la puerta, tomo el pomo y lo abrió, no volvió a mirar hacia atrás, lo guardias apostados en la puerta se sorprendieron y trataron de detenerla pero fue inútil, los evito y salió de la casa ¿A dónde? No lo sé, solo tengo la certeza de que jamás la volveré a ver y eso es lo mejor, para ella al menos, tiene que irse lo más lejos que pueda y jamás volver; mi padre, Luna, Artemis y mi madre han venido después de que los guardias han ido por ellos para informarles que Haruka se ha ido.
- ¿Qué es lo que ha pasado? ¿Cómo que Haruka se fue? – cuestiono mi padre con molestia en la voz.
- ella no pertenece aquí, tenía que irse, no es su vida, su vida está en Italia, jamás debí sacarla de ahí. – no pregunten más, no sé cuánto tiempo voy a poder retener mis lágrimas, esto es demasiado para mí. – solo… solo dejen que se vaya y ya. – déjenla que viva feliz lejos de todo esto, lejos de mí, aunque eso signifique no volver a verla nunca, no sentir otra vez sus labios… ella ya no debe vivir este infierno, debo romper esto a como dé lugar.
- ya deja de fingir, deja decir estupideces Michiru. – Darien, el jamás me había hablado así, él siempre me cuidaba y ahora… - la está alejando porque vio algo en sus recuerdos, tiene miedo y están cobarde que en lugar de enfrentarlo prefiere ignóralo y dejar ir al amor de su vida. – sabía que no podía engañar a mi hermano, me conoce demasiado bien, aunque eso no hará ninguna diferencia.
- ¿Qué? ¿Qué significa eso? – cuestiono ahora mi madre ¿Qué nadie puede entenderme? No quiero a Haruka cerca cuando todo esto estalle.
- Michiru termino con Haruka de la manera más cruel. – Serena, sé que fue cruel, pero tienes que entender que es lo mejor para ella, para su seguridad.
- ¿la dejaste? ¿Dejaste que se fuera así? – cuestiono Luna con preocupación ¿será que hice algo mal al dejar ir? No, no Michiru hiciste lo correcto, ahora ella está a salvo.
- no la amo, se acabó, no es necesario que este aquí, ella no forma parte de este mundo, así que… - Darien me ha cortado, que tonta soy, él ya tiene sus recuerdos, Serena igual, mi mentira no durara mucho, pronto se darán cuenta.
- así que ¿Qué? ¿Debe irse de aquí? No me hagas reír Michiru, tú has amado a Haruka desde que éramos niños, dices que no pertenece aquí, pero es hija de tía Saeko y tío Kain, ella comparte nuestro destino. – no si yo puedo evitarlo hermano, no dejare que vuelva a pasar por lo mismo.
- ya déjense de tonterías y explíquenme ¿qué es lo que está pasando? – parece que mi padre ya no tiene pensado escucharnos monologar por más tiempo.
- todos hemos recuperado nuestros recuerdos, pero al parecer los recuerdos de Michiru han hecho que aleje a Haruka para protegerla, ella ha visto las muertes de Haruka y le ha dicho cosas horribles para alejarla. – Serena, debí suponer que después de recuperar tus recuerdos y ser la princesa tu actitud cambiaria.
- Michiru has cometido un grave error. – Luna, ¿un grave error? No, Haruka estará a salvo. – princesa Serena cuando Haruka se fue ¿trato de persuadir a Michiru de su decisión? ¿Trato de quedarse a su lado? ¿Rebatió algunas de las palabras que le dio Michiru? - ¿Por qué cuestiona eso? Haruka no rebatió nada ¿Qué significa?
- si al principio comenzó a rebatir todo lo que le decía Michiru, pero… después fue como si se resignara, como si no importara nada más que irse. – respondió mi cuñada con serenidad parece que le sentó bien recuperar sus recuerdos.
- me lo temía. – Luna te respeto, pero te juro que si no dices que es lo que está pasando voy a golpearte.
- ¿Luna que es lo que está pasando? – parece que la impaciencia viene de familia ¿no es así padre?
- Haruka, se fue sin poner en orden sus recuerdos, ha partido abrumada con toda esa cantidad de información en su cabeza, sin nadie que la ayude, que la oriente para que pueda asimilar todo. - ¿Qué estás diciendo? Serena, Darien y yo recuperamos nuestros recuerdos y los ordenamos sin problemas.
- con nosotros no hubo problemas Luna ¿Por qué con Haruka es diferente? – si Luna ¿Por qué con mi viento es diferente? Contesta maldición.
- porque Haruka no ha entrenado como ustedes, desde pequeños se les informo de su destino, de cómo comportarse y estar en calma cuando esto pasara, pero Haruka que creció lejos de su familia, ajena a todo este mundo, es lógico que no sepa cómo hacerlo. – explico Luna con paciencia, lo que quiere decir que mi viento está haya afuera, sola, con un sinfín de recuerdos y sin saber qué hacer.
- es un blanco fácil, sin sus memorias en orden y con shock que le causo el que Michiru le dijera que no la ama, fácilmente pueden aprovecharse de ella, Beryl puede utilizar eso a su favor. – gracias por eso Artemis, en verdad necesitaba que me recordaran nuevamente lo idiota que había sido, note se mi sarcasmo.
- no lo permitiremos, Artemis, tú y el coronel armen dos grupos de búsqueda y vayan por ella, no podemos permitir que Kain llegue y no encuentre a su hija. - ¿el tío Kain vendrá? Bueno es lo normal Haruka es su hija y yo… yo la aleje de ellos otra vez, prácticamente la entregue al enemigo ¿en que demonios estaba pensando?
¿Qué es ese ruido? Parece que alguien viene corriendo, el coronel se molestara, no le gusta que nadie corra por la casa, las pisadas se escuchan cada vez más cerca, creo que vienen a buscar a mi padre, imagino que debe ser algo muy importante como para venir así; de pronto la pisadas se detienen justo frente a la puerta y se abre abruptamente mostrando a uno de los guardias bastante agitado…
- Hideki-sema… - hizo una pausa para recuperar el aliento. – Kain-sama está aquí, desea hablar con usted. – genial, el tío Kain ya llego, estoy segura que me odiara, por alejar a Haruka otra vez de ellos, por dejarla a su suerte sin sus memorias en orden.
- no pensé que llegaría tan rápido, imagino que estaba cerca, bien, no podemos hacer nada. – padre, lo siento, no quería causar todo esto, yo solo quiero que Haruka viva, solo eso.
- ¿Hideki-sama? – llama confundido el guardia por lo que ha dicho padre.
- dile que ahora mismo voy y pásalo al estudio. – mi padre tendrá que hablar con el tío Kain, él tiene que convencerlo que esto es lo mejor, Haruka no puede volver.
- hai, Hideki-sama. – respondió el guardia y salió rumbo a la entrada donde imagino que está esperando el tío Kain.
- hablare con Kain, ustedes quédense aquí y terminen de poner en orden sus recuerdos, tratare de tranquilizarlo, estoy seguro que Haruka no está lejos, la encontraremos y traeremos de vuelta. – no, no tú no puedes hacer eso, no voy a permitirlo.
- no padre, no puedes hacer eso, tienes que convencer al tío Kain que esto es lo mejor para Haruka, ella tiene que estar lejos de toda está locura, dile eso por favor, convéncelo. – sé que mi padre puede hacerlo, él puede convencer al tío Kain de dejar que Haruka viva en Italia, lejos de aquí.
- deja de decir estupideces Michiru, Kain no visto a su hija en diecinueve años, todos la creíamos perdida, pensamos que jamás la volveríamos a ver y ha vuelto, así que no, su padre tiene todo el derecho de traerla de vuelta. – nadie me entiende, Haruka no puede volver, no puedo volver a verla morir, no después de haberla amado tanto.
- Hideki-san, por favor vaya con Kain-san antes de que se impaciente más, nosotros nos quedaremos aquí. – no, yo no me quedare aquí Serena, yo tengo que ir con el tío Kain y decirle que deje a Haruka tranquila, que la deje vivir en paz.
- bien, se los encargo y Luna por favor, revisa a Michiru, creo que algo no está bien con ella. - ¿Qué? ¿Qué algo no está bien conmigo? Ustedes son los que no entienden que deben de dejar a Haruka en paz.
- mi padre ya estaba saliendo, tengo que convencerlo de ir con él, sé que puedo convencer a tío Kain de que a Haruka tranquila. – Papa… - pero no pude seguir hablando el salió y Serena me interrumpió.
- Michiru no puedes irte, tenemos que hablar. - ¿hablar? Yo no tengo tiempo para hablar contigo ahora Serena, tengo que ver al tío Kain.
- yo no… - al voltear y tratar de informarle a la princesa que no estaba dispuesta a hablar nada con ella, recibí un impacto de luz y después nada.
- ¡curación! ¡Lunar! ¡Acción! – Serena había tenido que usar su curación lunar, se había dado cuenta desde que Michiru comenzó a decirle todas esas cosas crueles a Haruka, ella no era su cuñada o cuando menos no la actual, una de las vidas pasadas había tomado su cuerpo sin que se dieran cuenta.
- ¿Serena pero que hiciste? – cuestiono Darien alarmado con su hermana en brazos, había reaccionado a tiempo para atraparla antes de que cayera al piso frio.
- Serena ¿Qué le has hecho a mi hija? – Miharu no había reaccionado muy bien al ver a su nuera atacando a su hija, después de todo apenas la había recuperado y perderla de nuevo no era una opción.
- tal parece que la princesa se dio cuenta de lo que le pasaba a Michiru. – luna también se había percatado de lo que sucedía con Michiru, después de todo, había sido ella quien había traído a esos niños al mundo, los conocía muy bien.
- ¿de qué hablas Luna? ¿Serena porque atacaste a Michiru? – Darien no estaba entendiendo nada de lo que estaba pasando y ya comenzaba a desesperarse.
- lo que Luna y yo descubrimos es que la persona que le dijo todas esas cosas a Haruka y estaba hablando con nosotros no era Michiru, bueno si era pero no era nuestra Michiru ¿me explico? – no por supuesto que no, los había dejado aún más confundidos, pero no sabía muy bien como transmitir lo que deseaba.
- lo que Serena quiere decir es que una de las vidas pasadas de Michiru estaba en su cuerpo, no sé cómo paso, pero así fue, la Michiru que hablo con Haruka, no era la Michiru que nosotros conocemos era una de sus vidas pasadas. – explicaba Luna de manera tranquila para que todos los ahí presentes entendieran.
- ¿Qué? ¿No puedes estar hablando enserio? – cuestiono incrédula Miharu, ella conocía muy bien a su hija y sabría diferenciarla o eso creía.
- Miharu-san me temo que así es, el motivo por el que no se dieron cuenta fue porque las memorias de Michiru son un caos y su vida pasada se aprovechó de eso obteniendo fragmentos de esta vida para poder engañarnos. – hablo Luna con seguridad, Miharu podrá ser la madre Michiru pero ella la había traído al mundo, la había cuidado, después de que Michiru dejara Japón por lo que la conocía muy bien.
- Luna, si lo que dices es verdad, cuando Michiru despierte y no vea a Haruka se podrá histérica y más cuando le digamos que ha sido "ella" – cuando Darien menciono "ella" realizo las comillas con sus manos. – la que la ha alejado, no quiero ni pensar cómo se pondrá. – Michiru estaba más que apegada a Haruka, cuando despertara y viera que su viento no estaba no sabía de lo que sería capaz.
- lo importante ahora es tratar de encontrar a Haruka, debe de estar desorientada o aturdida por todo el cumulo de información y sentimientos que debe sentir, por eso no rebatió ninguna de las palabras de Michiru, estaba muy confundida. – decía Luna tratando de no imaginarse el peor de los escenarios, donde Haruka se iba con Beryl y los dejaba a ellos.
- me uniré a búsqueda, no es la primera vez que se va, creo que puedo darme una idea de donde puede estar, seré más útil haya. – hablo Darien con seguridad, tenía que huir, no quería estar ahí cuando su hermana despertara y no viera a Haruka por ningún lado.
- tu quedaras aquí con Michiru, eres el único que la puede hacer entrar en razón. – hablaba Luna frustrando los planes de huida de Darien.
- Darien, concuerdo con Luna, creo que es mejor que te quedes al lado de tu hermana, Artemis junto con el coronel son más que suficientes. – dijo Serena de manera tranquila, sabía lo que quería hacer su novio, pero no se lo iba a permitir.
- bien, si he de quedarme aquí, necesito que me dejen a solas con ella. – sabía de sobra lo que le esperaba cuando su hermana despertara y cuestionara por su novia o ¿ex-novia?
- no quiero dejar sola a mi bebe, todos sabemos cómo se pondrá, no quiero que sufra, estos días había estado tan feliz, tan llena de vida, me recordó a la Michiru de antes, a mi niña. – decía Miharu con nostalgia, Michiru había llegado llena de vida y esperanza y sabía que todo se lo debía a Haruka pero ahora no sabía que esperar.
- dejemos que Darien se encargue de su hermana por ahora. – decía Serena acercándose a su suegra. – el sabrá como calmarla, Michiru no querrá escuchar de razones cuando sepa que Haruka no está. – sabía que sería peor que la última vez, Michiru no se perdonaría esto.
- madre, Serena tiene razón, es mejor que este solo, Michiru puede ser muy hiriente y créeme lo será, pero estoy seguro que la podre tranquilizar y juntos saldremos a buscar a mi cuñada y la traeremos a casa. – no le gustaba hacerle eso a su madre, él sabía cuánto había sufrido por estar lejos de su hermana, pero también estaba seguro que su hermana arremetería contra todo aquel que estuviera cerca por eso era preferible que él estuviera solo.
- bien. – hablo resignada Miharu, si su hijo decía que era lo mejor ella tenía que confiar en que era lo mejor.
Mientras Luna, Miharu y Serena abandonaban la habitación donde estaban Michiru y Darien, Hideki estaba en su estudio con un Kain más que furioso debido a que su amigo lo único que estaba haciendo era darle largar y no lograba concretar nada acerca de su hija, él quería verla, quería abrazarla y decirle todo lo que en diecinueve años no había podido, decirle que la busco hasta debajo de las piedras, que no hubo ni un solo día en el que él no pensara en ella, en su pequeña, pero al parecer Hideki tenía otros planes porque por más que le había estado preguntando su amigo simplemente evadía el tema lo cual lo estaba comenzado a molestar.
- ¿Por qué no solo me dices dónde está? – cuestiono ya un poco molesto Kain por las evasivas de su amigo.
- Kain, tienes que tener en cuenta que ella aún se está recuperando de la transición, solo te pido que esperes un poco más, la habitación está protegida por los guardias, ni siquiera yo puedo entrar, cuando menos no hasta la que la transición se complete. – explicaba de manera tranquila Hideki, tenía que ganar tiempo como fuera, estaba seguro que el coronel y Artemis traerían de vuelta a Haruka y así evitaría la furia de Kain.
- lo entiendo, créeme que lo hago, pero es mi hija joder, tengo diecinueve años sin verla y el saber que la tengo tan cerca de mí y no la puedo ni siquiera ver me frustra bastante. – tenía que hacer acopio de toda su paciencia para no irrumpir en la casa de su amigo y buscar a su hija para verla.
- se cómo te sientes, sé que lo que paso con Michiru no se compara a lo que paso con Haruka, pero se lo que se siente el saber que tienes a tu hija tan cerca y a la vez tan lejos, pero solo te pido un par de horas, cuando los guardias vengan a visarnos que los chicos están bien la veras y la angustia habrá terminado. – que bajo había caído, estaba engañando a su mejor amigo, no hija ya no estaba ahí y él le hacía creer que sí, pero no podía decirle que Michiru la había dejado y demás la había corrido de su casa con el caos que eran sus recuerdos.
- tienes razón amigo, ella ya está aquí, espere diecinueve años, puedo esperar un par de horas más. – contesto contento Kain, su hija había vuelto a casa, ya estaba ahí y nadie se la arrebataría de nuevo.
Hideki agradeció a todos los dioses que su amigo decidiera esperar el par de horas que le había pedido, ahora solo tenía que seguir pidiendo para que el coronel y Artemis lograran encontrar a Haruka y la trajeran antes de que pasara el par de horas que le había pedido a Kain.
Por otro lado tanto Artemis como el coronel trataban de encontrar a la rubia pero no habían tenido suerte, habían buscado en cada parque por las diversas calles pero no lograban dar con ella, fueron al hotel e informaron que la rubia estaba extraviada pero ahí tampoco pudieron darles razón de la chica y su tiempo se estaba acabando, cuando Michiru despertara no aceptaría razones y saldría ella misma a buscar a Haruka hasta debajo de las piedras.
No sé qué demonios me hicieron pero siento como si la cabeza me fuera a estallar y no sé porque tengo el presentimiento que esto fue por querida cuñadita, Serena te juro que si tuviste algo que con esto me las pagaras… alguien me llama… lo escucho lejos pero alguien me llama, es… Haruka, está sola… ¿Dónde está? ¿Qué lugar es ese? Haruka… mi voz no sale, ¿Por qué está llorando? Haruka, amor…
- ¡Haruka! – grito sin poderlo evitar, volteo a todos lados pero no está, no la veo, solo está Darien, él tiene que saber dónde está mi novia. – Darien, llama a Haruka, tengo que verla tengo que saber que está bien, llámala. – tengo que verla, que abrazarla.
- tranquilízate. – no me gusto como sonó eso y la cara que tiene mi hermano no significa nada bueno, rara vez se pone serio. – tengo algo que decirte, pero tienes que estar tranquila. – no, no voy a tranquilizarme, algo le paso a Haruka ¿Por qué no la llama?
- Darien hablaremos todo lo que quieras pero primero tengo ver a Haruka, llámala ¿sí? – le pido y puedo ver como desvía la mirada, algo paso estoy segura. - ¿Qué…que paso? – cuestiono ya con mi voz entre cortada sabía que no debí haberla traído aquí.
- quiero que tomes esto con calma. - ¿calma? No sé qué rayos es lo que está pasando y mi hermano quiere que lo tome con calma, claro, claro. – bueno, veras, lo que sucedió… diablos… primero quiero que sepas que esto no fue tu culpa. – al diablo la calma.
- Darien, te juro que si no me dices que demonios es lo que está pasando con mi novia, voy a golpearte. – sí, hasta ahí llego mi calma, Darien ya debería saber que cuando se trata de mi viento no tengo calma.
- bien, aquí vamos… - no sé qué es lo que mi hermano me va a contar, pero debo asumir que no será nada agradable.
Darien me conto todas las estupideces que mi vida pasada le dijo a mi viento, el cómo se hizo pasar por mí y me arrebato lo único que me había sacado de la oscuridad, Haruka lo era todo para mí y ahora no la tengo, no sé si podrá perdonarme, sé que no fui yo, pero no dejo de sentirme culpable… creo que mientras yo estoy hundiéndome en mi miseria mi hermano me está hablando, tal vez deba de prestarle más atención.
- deja de auto compadecerte. – oh vaya, creo que después de haber recuperado sus recuerdos mi hermano también obtuvo temperamento. - ¿Qué acaso no me escuchaste? – cada palabra, porque crees que estoy en la miseria. – ella está haya, afuera, sola, sin saber que hacer todos esos recueros que están asaltando su mente y tu ¿Qué haces? Te tiras a la tragedia y ni siquiera piensas en ella. – que estúpida soy, Darien tiene razón, tengo que ir a buscarla, tengo que traerla de vuelta a mi lado.
- tienes razón, tengo que ir por ella, debo buscarla y pedirle que vuelva mi lado así tenga que suplicar su perdón. – ya no me importa, Haruka es lo más importante en mi vida… si algo le pasa… yo no sé de lo que sería capaz. – no dejare que nadie más la tenga, la recuperare a como dé lugar. – yo ya tenía una decisión tomada, Haruka es mi predestinada nuestras memorias lo confirman, no la dejare tan fácil.
- bien, entonces unámonos a la búsqueda. – mi hermano y su optimismo tan contagioso, sin él no sabría qué hacer.
- vamos. – es hora de ir por el amor de mi vida, Haruka, no importa si tengo que reconquistarte, pero volverás a mí, lo prometo.
Salimos de la habitación rumbo al estudio de papá, tengo que decirle que iré a buscar a… ¿mi novia?... si mi novia, yo no termine con Haruka, fue mi vida pasada, ella sigue siendo mi novia, mía y solo mía; estaba tan metida en mis pensamientos que no me percate en que momento llegamos al estudio de papá, ni siquiera tuve la delicadeza de tocar la puerta, esto era urgente y tenía que informárselo; al entrar pude ver al tío Kain hablando con mi padre, seguro ya sabe que yo fui quien alejo a Haruka, pero la voy a recuperar a como dé lugar.
- padre, hemos venido a informarte que nos uniremos a la búsqueda de Haruka. – no me importa si me toma toda la noche, no descansare hasta tenerla de nuevo a mi lado.
- ¿búsqueda? Pensé que había dicho que mi hija descansaba mientras ponía en orden sus recuerdos ¡¿qué significa esto?! – demonios creo que papá no le había dicho nada al tío Kain, acabo de… ponerme la soga al cuello yo sola, papá me estaba encubriendo, aunque considero que no debió hacerlo.
- Kain, vamos a calmarnos. – papá, lo siento no era mi intención, parece que lo único que hago es causar problemas.
- ¡¿Cómo demonios quieres que me tranquilice?! – yo la traeré de vuelta, se las devolveré, lo prometo.
Papá se tomó el tiempo para explicar al tío Kain, lo que había pasado, sobra decir que no se lo tomo nada bien, está más que molesto, soltando improperios y gritándole a todo el mundo, sin mencionar la mirada de odio que me dirigió cuando supo que había sido mi culpa el que su hija se haya ido, yo no quería que las cosas pasaran así, amo a Haruka, más que a mi propia vida, jamás ha sido mi intención herirla pero parece que siempre de alguna manera logro lastimarla.
- espero que estés contenta. – supongo que el lado sarcástico de Haruka lo ha heredado de su padre.
- la traeré de vuelta, tío, yo la amo, jamás ha sido mi intención el hacerle daño, te juro que… - la impaciencia ¿será un rasgo distintivo de las familias ancestrales?
- no me jures nada, las palabras se las lleva el viento, lo único que quiero es mi hija de vuelta, te la confié, te pedí que cuidaras de ella ¿y es así como me pagas? – pequeños flashback de cuando era pequeña han llegado a mi mente, confirmando lo que dice el tío Kain, él me había pedido que cuidara de Haruka, que era su más preciado tesoro y me lo estaba entregando.
- sé que suena poco creíble, pero no he sido yo quien ha alejado Haruka, sé que no ha pasado de la manera en que lo había planeado, pero no pienso rendirme, voy a compensar cada una de las lágrimas que ha derramado por mi culpa, aunque me lleve la vida entera. – Haruka merece ser feliz y estoy completamente segura que yo soy su felicidad, sé que suena ególatra, pero más de un milenio reencontrándonos me confirma que así es.
- ¿también decidiste el compromiso? Digo después de todo no has hecho otra cosa que no sea arruinar todo. – lo dicho Haruka ha heredado de su padre esa vena cruel, pero ahora tengo que soportar todo lo que me diga, después de todo lo merezco.
- no, Michiru jamás menciono nada acerca del compromiso tío Kain. – supongo que a mi hermano no le está haciendo mucha gracia el cómo me está hablando, pero está bien, no me importa.
- bien, cuando menos una cosa hizo bien. – te demostrare que soy digna de estar con tu hija, su amor me pertenece y no dejare que nadie me lo arrebate, aun cuando tenga que enfrentarme a ti.
- no creo que sea manera de hablarle a mi hija Kain. – otro padre sobreprotector, no tengo tiempo para estas tonterías, mientras yo estoy aquí aguantando las duras palabras del tío Kain, mi rubia está haya afuera sola, sin memorias.
- si no hubiera tratado a mi hija como lo hizo no estaríamos teniendo está conversación. – buen punto, digamos que en el marcador ficticio que llevo, vamos tres a cero a tu favor.
- lo siento, pero no tengo tiempo para estar escuchando sus quejas, tengo que ir a buscar a mi novia. – estoy consciente de todo el mal que le hice a Haruka y no deseo que nadie más me lo recuerde, se perfectamente bien lo que hice.
- Michiru tiene razón, no tenemos tiempo que perder, con permiso. – supongo que otro poco más y Darien hubiera olvidado las tan amadas reglas de la casa Kaioh y hubiera golpeado al tío Kain.
Sin perder más tiempo nos dirigimos hacia la entrada, no avisemos ni a mi madre ni a Luna, supongo que papá se puede encargar de eso, ya he perdido bastante tiempo con los reclamos del tío Kain; subimos a la camioneta de Darien y comenzamos con nuestra propia búsqueda; espérame amor, voy por ti, no dejare que nada te pase, solo espérame, ya estoy en camino.
Mientras en la residencia Kaioh algunos discutían y otros salían en su búsqueda; Haruka había llegado a un bosque, sin saber cómo ni porque, había caminado durante horas, le dolía la cabeza, había bastantes imágenes apareciendo en su cabeza y parecía que no podía hilar ninguna de ellas; se sentó en un tronco que había ahí y se sujetó la cabeza con la esperanza de que eso lograra mitigar un poco el dolor que tenía, desde que había salido de esa casa ese dolor no había parado y pareciera como si no tuviera ninguna intención de mitigar con nada; de pronto un ruido de pisadas se dejó escuchar cerca suyo por lo que con un poco de esfuerzo levanto su cabeza para ver quién era.
- ¿te duele mucho? – cuestiono el hombre parado frente a ella, tenía el cabello ¿rubio? Pero era mucho más opaco que el suyo, además de su piel pálida ¿Quién podría ser?
- ¿Quién eres? – cuestiono apenas, pues el dolor había empeorado.
- mi nombre es Jadeite y soy un amigo, vine para llevarte con la persona que puede sanar ese dolor. – no podía creer la suerte que tenía, esa chica no podía reconocerlo, por lo que sabía no había nadie que pudiera ayudarla, está era su oportunidad de hacer feliz a su reina.
Continuara…
