Hola! lamento la demora, pero el día de ayer fue día del padre aquí en México y pues la pase con mi papa debido a eso es que subo el capitulo hasta hoy; por otro lado quiero agradecer a todos lo que aun leen mi historia y a los que me han deseado una rápida recuperación. Sin mas espero que disfruten en capitulo...


Capítulo 26.

- ¿mi hija? ¿Hotaru? – cuestionaba Haruka sin creer lo que estaba pasando, pues jamás pensó que el fruto de su amor con Michiru también renacería en esa época.

Continuara…

- así es, también se llama Hotaru en esta época. – decía Setsuna con alegría en la voz.

- ¿Qué estás diciendo Setsuna? Eso es imposible, Hotaru no pudo haber renacido, no otra vez. – decía Haruka con un poco de temor en la voz pues el hecho de que su hija estuviera ahí, significaba que la sailor de la destrucción también estaba ahí.

- es verdad Haruka, mírala y dime que no es tu hija, vamos, dime que no es ella. – hablaba ahora con molestia la peli-verde pues esa no era precisamente la reacción que esperaba de Haruka. - ¿Dónde está Michiru? Ella me entenderá, ella jamás negaría a su hija. – hablaba mientras trataba de ver hacia dentro de la casa.

- deja eso, Michiru no está aquí, ella termino conmigo, ya no estamos juntas. – hablaba la rubia viendo detenidamente al pequeño bulto que aun dormía en los brazos de Setsuna. – pero estoy segura que tú ya sabías eso así que ¿Por qué estás aquí en mi puerta y no en la de ella? – cuestionaba ahora viendo directo a la peli-verde.

- ¿en serio me lo estás preguntando? ¿Quieres que lleve a tu hija al lugar donde siempre ataca el enemigo? – cuestionaba de vuelta Setsuna con más molestia por la actitud de la rubia.

- sabes lo que significa ¿no? ¿Qué ella este aquí? ¡Maldición! ¡Lo sabes y un así la trajiste aquí! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué no la dejaste tener una vida fuera de esto?! – no temía lo que su hija podía hacer, temía el perderla de nuevo, Hotaru jamás llevaba una vida normal, en ninguna de las vidas en las que fue concebida ella lograba tener una vida normal, esperaba que está vez fuera diferente.

- su padre biológico, el profesor Souichi Tomoe iba a entregarla al negaverso, apenas logre salir de ahí con ella. – explicaba Setsuna con voz cansada pues había tenido que usar su poder para llegar ahí.

- ¿Cómo es posible que su propio padre quisiera hacerle eso? – cuestionaba la rubia con molestia por lo que trataron de hacerle a su hija.

- su padre eres tú, Souichi Tomoe no sentía ningún apego hacia ella porque ella en realidad es tuya Haruka, tuya y de Michiru, pero si tú tienes miedo de ella, la llevare con su madre. – no podía creer que se hubiera equivocado, de verdad pensaba que Haruka aceptaría a la pequeña sin rechistar, después de todo los Kuga son bastante protectores.

- no llevaras a mi hija a ningún lugar que no sea dentro de esta casa. – no permitiría que su hija corriera más riesgos innecesarios si ella estaba ahí. – no temo de su poder, no temo a la sailor de la destrucción, temo por mi hija, porque otra vez su vida terminara muy pronto y tendré verlo de nuevo. – la había visto sacrificarse por todos tantas veces que ya había perdido la cuenta.

- tal vez, está vez sea diferente Haruka. – no podía decir nada más o terminaría arruinando el futuro de sus amiga.

- tal vez, mientras tanto, entra no podemos permitir que alguien se dé cuenta que estas aquí. – tenía que proteger a su hija a toda costa, si el comentario de Setsuna fue sobre futuro tal vez si había esperanza.

- hija ¿Qué es lo que está pasando? – cuestionó Kain viendo hacia Setsuna y al pequeño bulto en sus brazos.

- necesitamos hablar. – comenzó la rubia. – vamos todos a la sala por favor. – tenía que explicar que ahora tenía una hija y que muy probablemente de la noche a la mañana despertaría como una niña de cuatro o tres años.

Una vez que todos pasaron a la sala como Haruka lo pidió, solicito que no se les molestara para nada, ya que lo que tenía que decir era un poco delicado.

- bien, ya estamos todos aquí ¿ahora nos dirás porque está Setsuna aquí y con un bebe? – recordaba a Setsuna claramente pero a la bebe se escapa de su radar, pensaba Kain.

- chicas, ella es Setsuna Meiō también es una reencarnación del milenio de plata. – comenzaba con la explicación la rubia. – Setsuna ellas son… - rayos no podía decir que son hime's, por ahora no. – son amigas de la familia y como hermanas para mí y para mi hermana, Natsuki Kuga. – presentaba de manera cortes.

Después de que las chicas se presentaras con la recién llegada que en ningún momento soltó a la bebe en sus brazos, Haruka comenzó con la explicación del porque estaba ahí con la bebe y que por ahora estarían bajo su protección, aún no había dicho que la bebe era su hija pero lo haría, solo estaba preparando el terreno.

- muy bien, ya sabemos quién y porque está aquí, pero creo que hablo por todos cuando digo ¿Quién es la bebe? – Natsuki era demasiado inteligente como para que algo así le pasara desapercibido, su hermana jamás hizo mención de la niña y eso era algo que llamaba su atención.

- será mejor que les digas, no creo que tu hermana lo deje pasar así como así. – era divertido ver a su líder, la siempre fuerte y tranquila Haruka estando nerviosa y no saber cómo hablar con su familia.

- Hotaru. – comenzaba la rubia a explicar. – Su nombre es Hotaru y es… - no pensaba que fuera tan difícil, pero si era sincera las veces anteriores que presentaba a su hija, era a una tumba donde yacían sus padres. – ella es mi… mi hija. – terminaba la rubia más que nerviosa.

- ¿tu hija? – soltó Kain bastante sorprendido.

- ¡una nieta! – grito Saeko más que feliz por la declaración.

- soy tía. – decía también Natsuki sorprendida por la declaración de su hermana.

- no recuerdo que hayas tenido una hija en ninguna de las vidas. – Kain podía jurar que de haber tenido una nieta el, la recordaría.

- no sabía cómo decirle a su padre que el siempre moría antes de conocer a su nieta; volteo su vista hacia el otro lado y comenzó. – tú ya no estabas cuando ella venía a este mundo. – no había otra forma de decirlo.

- eso quiere decir que esto es algo que ha cambiado ¿no es así? – Yukino había escuchado sobre el destino y las vidas trazadas que tenían las reencarnaciones, pero esto al parecer era un cambio positivo.

- eso quiere decir que mi decisión de quedarme con Saeko también ha influido en eso. – Kain había comenzado a reflexionar sobre lo que le dijo su hija, él siempre estaba muerto cuando su nieta nacía, pero ahora está aquí y ella está aquí, el destino podía cambiarse, si podía.

- puede ser, no estoy muy segura de eso, pero me alegra que puedan conocerla. – tal vez en esa ocasión Hotaru no había nacido de su unión con Michiru, pero eso no quitaba que fuera su hija y que le alegrara el que su familia por fin la conociera.

- no se parece mucho a Michiru o a ti. – Nao había detallado muy bien a la niña y si bien su tono de piel era idéntico al de la rubia, el color de cabello no se parecía en nada al de ninguna de las madres.

- eso es porque Hotaru tiene los rasgos de mi padre y del padre de Michiru, ella siempre se parece a sus abuelos. – explicaba la rubia con tranquilidad pues no era la primera vez que cuestionaba su parecido con su hija, Hotaru tal vez se parecía físicamente a sus abuelos, pero ella era idéntica a Haruka y a Michiru en cuando a personalidad y gustos.

- ¿en serio? – cuestionó Kain entusiasmado de que su primera nieta se pareciera a él, Hotaru era su primera nieta, tal vez en esta vida no llevara su sangre pero era su nieta.

Justo después de esa pregunta la pequeña que había estado tranquila durmiendo en los brazos de Setsuna había comenzado a llorar y la guerrera del tiempo simplemente no podía tranquilizarla, la pequeña parecía empecinada en seguir llorando.

- ¿Por qué no la tomas Haruka? – cuestionó Setsuna estirando sus brazos con la bebe en ellos hacia la rubia.

- la rubia lo dudo por un momento, pero se armó de valor y estiro los brazos con seguridad para tomar a su hija que seguía llorando. – ya hime-chan, estas a salvo, estas en casa. – hablaba la rubia con su bebe que al escuchar su voz dejo de llorar mostrando sus hermosos ojos color violeta iguales a los de su abuelo.

- dejo de llorar, es obvio que reconoce a su padre. – hablaba Setsuna con una sonrisa.

- una bebe en la familia Kuga, mi primera nieta. – Saeko no podía estar más orgullosa de tener una nieta. – Natsuki, Shizuru es mejor que se pongan a trabajar, quiero otra nieta o nieto pronto. – siempre había soñado con tener una familia grande y este era el primer paso.

- Setsuna magino que has venido para la reunión. – cambio el tema Kain, había visto los ojos de su nieta y eran idénticos a los de él, era verdad su nieta se parecía a él, ahora tenía que proteger a su familia.

- así es Kain-sama, Michiru me informo de la reunión antes de que las invitaciones fueran enviadas a los clanes para que estuviera aquí antes, pero… - se detuvo de su explicación para ver a la bebe en los brazos de Haruka que sonreía. – tenía otros asuntos que atender antes de venir aquí.

- por la razón que haya sido te agradezco que hayas traído a mi hija aquí, sé que Michiru es tu mejor amiga. – aún estaba ese asunto que no dejaba la mente la rubia tranquila ¿Por qué trajo a la niña con ella?

- lo que me lleva a la siguiente pregunta ¿por has traído a mi nieta aquí? No es un reproche ni nada por el estilo, al contrario estoy gradecido, pero ¿Por qué no llevarla con su madre? – cuestionaba Kain a la peli-verde, pues sabía que por el momento no podía confiar en nadie.

- ¿Por qué no dejamos las preguntas hasta aquí? – intervino la rubia, aun no sabía hasta qué punto Setsuna podía hablar sobre el futuro y sabía que el tema de su hija era delicado. – Setsuna logró escapar de una pelea contra el negaverso con mi hija, debe de estar cansada, dejémosla que descanse. – si bien ella también deseaba una explicación, no quería forzar a la peli-verde.

Ninguno de los presentes en la sala dijo algo más, si Haruka que era la más interesada en saber sobre su hija podía esperar ellos también podían, además estaba ese tema, la bebe, era hermosa, con una sonrisa que enamora a todos los que la ven, sin duda el encanto Kuga, todas las chicas querían su turno para abrazarla; Kain le pidió a una de las maid que le preparara una habitación a Setsuna y la acompañara, la peli-verde acepto con un poco de renuencia, pero sabía que necesitaba reponer energías y teniendo en cuenta que la rubia sin duda querría respuestas opto por descansar.

- mamá… - comenzó la rubia pero fue interrumpida por Saeko que ya sabía las intenciones de su hija.

- tranquila cariño, ya llamo a un equipo del laboratorio para que venga inmediatamente, le haremos todas las pruebas necesarias te prometo que nada malo le pasara. – Saeko también era madre y entendía las preocupaciones que tenía Haruka y más si le sumaba el hecho de que no sabían de donde o mejor dicho de que época había traído Setsuna a la niña.

- ¿dudas de ella? – cuestionó Kain un poco inquieto, pues sin duda su nieta se parecía a él y a Hideki, pero no sabía las dudas que rondaban por la cabeza de su hija.

- he cargado muchas veces a mi hija padre, no tengo dudas de que es ella, pero no entiendo ¿Por qué la trajo? ¿De dónde la trajo? Hotaru pudo tener una vida normal lejos de todo esto, ahora aquí está de nuevo. – si se ponía que está sería la última vez, ¿por qué la sailor de la destrucción volvió a renacer? ¿Por qué su hija estaba ahí?

- la vigilaremos. – Yukino había invocado a Diana su child la cual era muy efectiva para obtener información.

- muchas gracias Yukino, eso sería de mucha ayuda. – agradeció la rubia, pues aun no sabía bien en quien podía confiar y a pesar de tener la seguridad de que esa niña es su hija, todo podía ser un engaño.

- ¿Por qué no entrenamos? – sugirió Natsuki pues la tensión en la habitación era muy palpable y salir de ahí era la mejor opción.

- ve, te avisare cuando el equipo haya llegado. – le dijo Saeko a Haruka que había volteado a verla, no quería dejar a su hija, pero sabía que sus padres estaría igual de segura que con ella.

Las hime's junto con Haruka salieron de la casa y se dirigieron al jardín, el dōjō les quedaba muy pequeño y ya lo habían destruido en varias ocasiones, así que siempre era mejor el jardín, además a los guardias de la casa siempre se les hacían entretenidos sus entrenamientos y las apoyaban en cada uno de ellos, Haruka siempre se limitaba un poco con su poder, ya que el hecho de poder controlar el viento a su voluntad era como una súper ventaja y sabía que podía acabar con todas, pero donde estaba la diversión en eso.

- bien, reglas. – hablaba Sakura ya que era la única que no tenía poderes y siempre hacia de réferi en este tipo de entrenamientos. – no podrán usar sus child`s si lo hacen están fuera, tampoco sus armas, solo era un combate cuerpo a cuerpo. – explicaba a oji-violeta con seriedad y ese característico tono con varios decibelios de más.

- yo no tengo problema con eso. – decía con tono divertido Haruka pues ella no tenía child y a pesar de tener la espada de Urano, sabía que su arma más poderosa era el viento.

- tampoco los poderes Haruka. – prohibía Sakura con seguridad, por un momento se había olvidado que la rubia no necesitaba nada de eso para ser letal.

- bien comencemos. – hablaba Natsuki con entusiasmo pues de verdad quería medir nuevamente fuerzas con su hermana.

Sakura selecciono las parejas de combate por medio de unos papelitos con sus nombres en ellos; los combates iniciaron tan pronto se seleccionaron las parejas, sin duda las chicas estaban ansiosas por liberar tensión; los combates eran intensos las chicas no se estaban controlando para nada y parecía que terminarían lastimándose entre sí, pero eso parecía no importarles en lo más mínimo, después de todo las hime's tenían la capacidad de sanar rápidamente al igual que las sailors; el combate entre Natsuki y Haruka estaba bastante entretenido, pero el ruido de un auto llegando las había sacado de su concentración además de Saeko se dirigía hacia donde estaban.

- ya están aquí Haruka. – informo la mujer con seriedad, sabía que su hija quería estar presente para ver todas las pruebas que se le harían a su nieta.

- gracias mamá, ahora voy. – informo la rubia, recibiendo una toalla para secar el sudor de su cara por la intensa actividad física que estaba haciendo.

- voy contigo. – informo Natsuki para que su hermana supiera que tenía su apoyo en todo y si esa mujer se había atrevido a engañarlas, sin duda sufriría las consecuencias.

- creo que deberíamos ir todas. – hablo Mai con seriedad, pues ella pensaba igual que Natsuki, si esa mujer en verdad las había engañado con algo tan delicado lo pagaría caro.

Caminaron en dirección a la casa y Saeko las esperaba ahí con Hotaru en sus brazos; caminaron siguiendo a la matriarca Kuga hasta el estudio que al parecer se había convertido en un mini laboratorio con todo lo que el equipo de Saeko había traído para hacerle los exámenes a la pequeña. Comenzaron tomando las medidas, el peso, muestras de saliva y todo lo que Saeko les ordeno que tomaran bajo su supervisión, la de sus hijas y las hime's que no quitaban los ojos de lo que le hacían a la bebe; cuando todo había terminado, Saeko agradeció a su equipo y los despidió después de que le entregaran todos los resultados de las diversas pruebas que le habían hecho a ala bebe; cuando se quedaron a solas, Saeko le pidió a Kain que las acompañara y ahí dentro del estudio comenzó a leer los resultados de todas las pruebas que se le habían efectuado a la bebe y entre más leía menos podía creer lo que los resultados habían arrojado, después de terminar se lo paso a Haruka para que ella constatara lo que decían con sus propios ojos.

- ¿Qué dicen los resultados mamá? – cuestionó Natsuki pues el rostro de su madre no sabía cómo interpretarlo y el de Haruka era de clara molestia por lo que leía.

- dicen que es mi hija. – respondía la rubia con molestia arrugando los documentos en su mano. – dicen que Hotaru es mi hija biológica y tiene solo una semana de nacida. – explicaba Haruka con más molestia pues todo apuntaba a que Setsuna les había mentido.

- eso quiere decir que… - comenzaba Kain pero Haruka lo interrumpió.

- eso significa que Setsuna trajo a Hotaru del futuro, privo a mi hija de una vida tranquila y la trajo aquí, aun lugar donde pronto estalla una guerra. – no se arrepentía de tener a su hija ahí, pero no podía ni imaginar la angustia que sentían sus seres futuros por no tener a su hija con ellas.

- no la prive de nada, sino todo lo contrario, le di una oportunidad para vivir. – hablaba Setsuna desde la entrada del estudio cerrando la puerta tras ella.

- ¿de vivir? ¿En serio? Setsuna no solo me mentiste diciendo que había nacido en esta época, sino que la has separado de sus padres y la has privado de su futuro. – Haruka estaba más que molesta con la peli-verde por sus acciones.

- ella no tenía padres y mucho menos tenía un futuro. – se defendió Setsuna con tono de molestia.

- ¿Qué dices? – cuestionó la rubia confundida por las palabras de Setsuna, pues no entendía a qué se refería.

- Hotaru no tenía a nadie en el futuro, por eso fue que la traje a aquí, de haberla dejado haya, ella habría muerto. – explicaba pero tenía que callar, no podía revelar ningún otro detalle o el futuro que estaba buscando podría correr peligro.

- ¿eso qué quiere decir? Por favor, tendrás que ser más clara. – pedía la rubia con clara consternación en la voz, pues lo que le dijo Setsuna fue bastante revelador.

- sabes perfectamente que no puedo decir nada más, ya he dicho bastante y no se cuanto haya alterado ya el futuro todo lo que he hecho. – sabía que el rescatar a Hotaru no era su deber, la niña debía morir ahí, pero ella no tuvo corazón para dejarla a su suerte y la había llevado consigo esperando que en verdad creyeran su historia.

- la rescataste aun cuando estaba prohibido ¿Qué dirá Chronos de esto? ¿Estarás bien? – cuestionaba la rubia, pues ahora que sabía esto temía por lo que le pudiera pasar a la peli-verde.

- tranquila, Chronos ya lo sabe y créeme tuvo mucho que decir al respecto pero aún sigo siendo la guardiana de las puertas del tiempo, aunque me castigo a vivir en está era. – sabía lo que su padre planeaba con esto, quería que viera a estas personas que eran su familia morir mientras ella vivía igual debido a su naturaleza.

- te agradezco que hayas traído a mi nieta con nosotros y lamento si esto ha ocasionado problemas para ti pero tienes el agradecimiento de la familia Kuga. – hablaba Saeko con seguridad en la voz pues para ella lo que esa chica hizo por su familia había era sinónimo de gratitud.

- mamá. – fue lo único que pudo decir, pues su madre había dado fin a la discusión y sabía que no aceptaría ningún otro comentario al respecto luego de sus palabras.

- salvo a mi nieta, haya sido como haya sido la salvo y la trajo aquí, con su familia, donde pertenece, arriesgo su vida por mi nieta, con eso se ganó la gratitud de nuestra familia. – no podía creer que su hija fuera así de cerrada, Setsuna los había ayudado, había traído a su nieta a salvo y mínimo se merecía su agradecimiento.

- gracias Setsuna, de verdad. – agradecía con sinceridad la rubia. – te agradezco que hayas traído aquí a Hotaru, conmigo. – no quería presionar más porque muy seguramente su madre la reñiría por eso.

- la traje aquí porque no sabía cómo reaccionaría Michiru, la última vez que hable con ella estaba bastante alterada porque no sabía de ti, no sé qué tanto le ha afectado todo esto a ella. – y era verdad, tenía un poco de miedo por la seguridad de la bebe y sabía que el único lugar seguro era con Haruka.

- mi hija no ira con nosotros a la reunión de mañana, hablare con Michiru y si todo sale bien, le diré lo de Hotaru pero antes no, tengo que asegurarme que la chica de la que me enamore en Italia aún está ahí. – sabía de sobra que la Michiru de la que se enamoró aún estaba ahí, pero ahora no solo tenía que pensar por ella sino por su hija también.

- hablare con los abogados ahora mismo para que mañana tengan listos los documentos que legalicen que Hotaru es tu hija y pueda llevar el apellido Kuga. – hablaba Kain quien no había intervenido para nada de lo que había pasado, no porque no le importara sino porque estaba dejando a su hija liderar.

- entonces, será mejor que vayamos todos a descansar, mi nieta hace tiempo que se durmió. – decía Saeko con Hotaru en brazos, Mai había hablado con una de las maid para que trajera la formula correcta para la bebe, así como pañales algo de ropa y unos juguetes.

Todos siguieron el consejo de Saeko de ir a descansar ya que sería un gran día, Kain termino de hablar con los abogados y con las pruebas de ADN seria pan comido que Haruka registrara a Hotaru como su hija y llevara el apellido Kuga, Mai le dijo a rubia que solo había pedido un poco de todo para la bebe debido a que no quería privarle de la experiencia a lo que la rubia le agradeció; Haruka tomo a Hotaru de los brazos y la llevo consigo a su habitación, ya después pediría que acondicionaran una habitación para su hija aun lado de la suya con una cuna y todo lo que ella pudiera necesitar.

- descansa mi amor, mañana es muy probable que conozcas a tu mamá. – hablaba la rubia con su hija que dormía plácidamente en su cama, rodeada de almohadas mientras se colocaba la pijama. – buenas noches Hotaru. – dijo nuevamente la rubia cuando se metió a la cama junto con su hija.

La noche paso tranquila y sin contratiempos, la rubia se levantó dos veces debido a que Hotaru tenía que comer, con ella se había levantado Saeko para enseñarle como preparar la formula a su hija lo que Haruka agradeció infinitamente, también le ayudo a decirle como sacarle los gases y cambiar su pañal; al llegar la mañana todos ya estaban listos para comenzar el día, la reunión tendría lugar a las dos de la tarde, los abogados también habían llegado temprano, Haruka les pidió que agregaran el nombre de Michiru en el acta de Hotaru, para lo abogados no fue problema debido a que la niña también tenía el ADN de Michiru; la hora acordada había llegado más rápido de lo que todos pensaban.

- Mai. – comenzaba la rubia cuando le entrego a su hija a la peli-naranja pero está no la había dejado terminar.

- lo sé, tranquila, la cuidare con mi vida, no permitiré que nada malo le pase. – decía Mai con seguridad pues sabía lo importante que era la niña para los Kuga.

- gracias. – fue lo único que dijo la rubia y se despidió de su hija y las hime's con un hasta luego.

La familia Kuga junto con Setsuna había salido de la casa con tiempo, iban en una camioneta que era conducida por uno de los choferes de la familia, la rubia estaba un poco nerviosa por volver a ver a Michiru, tanto que había perdido uno de sus lentes de contacto y ahora llevaba sus gafas de montura negra, gafas que evitaba ahora debido a las peleas y todo eso. Llegaron sin problemas a la casa Kaioh, presentaron la invitación y el personal de seguridad los guio hasta el jardín donde todas las familias estaban reunidas, les habían informado que aún faltaban algunos por llegar y que disfrutaran mientras tanto. La rubia había comenzado a buscar a Michiru con la mirada pero por más que buscaba no lograba dar con ella; soltó un suspiro y una voz con un acento muy hermoso le hablo.

- dicen que la felicidad escapa por medio de los suspiros. – hablo la castaña a su cuñada con una sonrisa, Natsuki había sido llamada por sus padres y le había pedido que se quedara con su hermana.

- ¿en serio? Entonces creo que… - comenzó a hablar pero una voz bastante conocida la había interrumpido.

- así que es verdad que ya tienes una nueva prometida – hablo Michiru con molestia por lo que veía, esa castaña sin duda era muy bella y al lado de su viento hacían una pareja hermosa pero aun con eso no pensaba renunciar. – quiero que…

- es necesario que hablemos, tengo algo muy importante que decirte. – interrumpió la rubia, pues no estaba para un drama por parte de la aguamarina.

Continuara…