Capítulo 29.
Mientras las dos chicas decían esa frase, un ruido en los arbustos llamo su atención, con la vista fija en ese punto y listas para que lo que fuera, tanto ellas como Midori y Mai vieron como una figura aparecía de entre ellos, con sus ojos ámbar fijos en ambas Kuga que a medida que esta figura avanzaba no podían reaccionar, ver esa imponente criatura acercarse a ellas de una manera tan tranquila, que sentían que el tiempo se había detenido a su alrededor.
Continuara…
- ¿Qué demonios es eso? – logro decir Midori cuando salió de su estupefacción.
- chicas que es lo que las entretie… - comenzaba Kain, había ido por sus hijas y las otras chicas debido a que se habían entretenido bastante y no sabía que era lo que estaban confabulando.
- papa tranquilo, no hagas movimientos bruscos por favor. – pidió Haruka de manera tranquila, aunque estaba lejos de sentir esa tranquilidad, pues justo frente a ellos estaba un lobo de pelaje café de más de dos metros y medio de altura sin despegar su vista de ellas.
- Kain-sama ¿Qué es lo que es…? - pero la pregunta quedo a medias al ver al enorme lobo frente a él; sin dudar desenfundo el arma que traía consigo y apunto con ella al lobo.
- por favor, quieren decirle que baje eso, no quiero hacerles daño. – al aparecer la descendencia de los Kuga decaía con cada generación, estas chicas ni siquiera sabían sobre el pacto ancestral y si no sabían acerca de eso, menos sabrían de él.
- baja eso, él no nos hará daño, ha venido por Natsuki, Hotaru y por mí. – Haruka se había recompuesto a tiempo, su memoria siempre había sido privilegiada y esto no era la excepción.
- Haruka ¿Qué está pasando? – cuestiono Kain confundido por la actitud de su primogénita hasta que mira fijamente al lobo frente a él, un enorme lobo le devolvía la mirada.
- Padre, es el gran sabio de los lobos del norte, ha venido para que cumplamos con el pacto ancestral de los Kuga. – respondió la rubia de manera seria, el pacto era pasado de generación en generación a los Kuga que tienen el don, pero ella no había estado ahí y no sabía cómo iba a funcionar.
- muy bien, ¿alguien nos quiere decir que es lo que está pasando aquí por favor? – pidió Mai de manera tranquila, se había quedado sin habla al ver al enorme animal frente a ellas, pero ahora los Kuga parecían de lo más tranquilos y no pensaba quedarse fuera.
- esto solo le compete a la familia Kuga, el resto son invitados a retirarse. – decía el gran sabio a las chicas, pues esto solo les concernía a ellos y la información era delicada.
- podrían por favor dejarnos solos. – esta vez fue Natsuki la que hablo, Haruka estaba poniendo al día a su padre con lo que estaba pasando.
- Natsuki. – hablo Mai con un deje de molestia, pues la peli-azul no les estaba diciendo nada y solo les pedía que se retiraran.
- Mai, les contaremos todo, pero ahora no, por favor, esto solo nos concierne a los Kuga, él lo ha pedido así. – no le era lógico que un lobo pudiera hablar en su mente, pero con todo lo que había pasado esto era lo de menos.
Mai no dijo más y juntó a los demás dejo a los Kuga solos con el gran lobo, algo no le terminaba de gustar y mayor fue su consternación cuando Natsuki había dicho que el lobo así lo había pedido, eso solo podía significar que la menor de los Kuga entendía al lobo o de alguna manera lograba comunicarse con él.
La peli-naranja había llegado a la sala donde Shizuru estaba tranquilamente tomando te, mientras veía Sakura y Yukino jugar con la pequeña Hotaru que veía de manera entretenía las caras que le hacían ambas chicas; al parecer no se habían dado cuenta de su presencia en la habitación o de lo que estaba pasando haya afuera, lo cual era bueno, se acercó de manera tranquila y tomo asiento en el mismo sillón que Shizuru, que con el movimiento salió de su ensimismamiento.
- ara Mai-san, me has sorprendido. – eso no pasaba muy a menudo, pero al parecer se había quedo absorta viendo a la pequeña, que lo demás salió sobrando.
- ¿Pasa algo Mai-san? – Yukino tampoco se había percatado de la chica hasta que la castaña hablo, pero la siempre alegre peli-naranja parecía muy seria, por lo que decidió preguntar si había algo mal.
- está pasando algo haya afuera, verán estábamos… - Mai conto todo lo que había pasado desde la llegada del lobo y el comportamiento extraño de las hermanas diciendo que una voz les llamada a lo que ella dijo su pensamiento que era el lobo quien le hablaba.
- genial, ahora tenemos un lobo de dos metros de alto en el jardín, las Kuga se han vuelto locas y Saeko-san que es la única que las hace entrar en razón no está. – la rubia estaba un poco frustrada por lo general para este tipo de situación ella ya había lanzado una o dos maldiciones, pero con la bebe ahí no podía ni siquiera gritar a su antojo.
- ¿Kain-sama ha dicho algo? – cuestiono la castaña con su habitual tono tranquilo, no tenía caso preocuparse por algo que a ciencia cierta no sabían y si las Kuga decían que eso estaba bien, ella iba a confían en su Natsuki y les iba a dar el beneficio de la duda.
- no, solo se ha quedado ahí, Haruka le estaba explicando algo cuando yo entre. – tal vez el alfa de los Kuga no estaba enterado de todo o se había olvidado de algunas cosas al salir de ahí en busca de romper el destino.
- lo mejor que podemos hacer es esperar, Saeko-sama no debe de tardar en llegar y si ellos dicen que están bien, nosotras debemos de esperar aquí y cuidar de Hotaru. – explicaba Shizuru, no quería preocuparse por algo que aún no pasaba y ni siquiera sabían si iba a pasar.
Las chicas solo habían asentido a lo dicho por la castaña y se habían quedado ahí muy atentas a lo pudiera pasar en el jardín. Mientras tanto en el jardín, los Kuga se habían puesto al día con el gran sabio, logrando recuperar la confianza de sus hermanos los lobos del norte.
- nosotros no creemos en el destino, nosotros lo labramos con nuestras acciones, no te juzgare Kain ya que, gracias a eso, tenemos a tres Kugas dignos. –mientras el gran sabio hablaba Haruka o Natsuki traducían para su padre.
- gracias gran sabio, una vez más una disculpa, por mi descuido, los lobos no han podido unirse a nosotros. – Kain no encontraba las palabras para expresar su arrepentimiento para los lobos y para sus ancestros, su padre le había pasado su conocimiento acerca de los lobos y le había dicho acerca del don, pero el había salido huyendo y con él su don se había esfumado.
- Padre el gran sabio ha dicho que dejes de disculparte y que es hora de pasar a lo que nos atañe. – traducía la peli-azul con impaciencia, ella no había escuchado nada de acerca de los lobos del norte como su hermana, al parecer tendría que hablar con su padre al respecto.
- la partida tendrá que ser hoy, la llegada de los cachorros se espera tal vez para mañana, no podemos esperar más, no habrá otro nacimiento hasta dentro de cuatro meses más y por lo que he visto, necesitan la ayudan. – había sido testigo de la horda de demonios que se acercaban a la propiedad mientras el bajaba la montaña, se había apresurado para ayudar, pero su ayuda no había sido necesaria.
- será como usted diga gran sabio, mis hijas partirán con usted en cuanto arreglen un equipaje ligero. – eso daría un poco de tiempo para que su esposa llegara y no lo matara por haber dejado ir a sus hijas con un lobo de más de dos metros que se comunicaba de manera telepática.
Las Kuga no perdieron tiempo y como había dicho su padre tenían que preparar un equipaje ligero, se disculparon con el gran sabio y con padre para entrar en la casa, con rumbo a sus habitaciones.
- ¿y bien, como fue la reunión con el perro? – hablo Nao quien había estado durmiendo, pero cuando se unió a las chicas estas la pusieron al tanto.
- se mas respetuosa araña. – declaro Natsuki, pues debían de ser cuidadosos y no romper la ahora frágil alianza con los lobos.
- Natsuki, Hotaru y yo saldremos con el gran sabio, tenemos algo que hacer con él. – dijo Haruka de manera seria, no iba a dejar a las chicas fuera pero tampoco les diría todo, era cosa de Kugas.
- ara ¿y Natsuki piensa irse, así como así? – cuestiono la castaña con un poco de molestia en su voz, desde que Natsuki había entrado ni siquiera la había volteado a ver, ahora entendía el por qué.
- Shizuru, tengo que preparar un equipaje ligero ¿podrías ayudarme por favor? – pidió la peli-azul de manera tranquila, no quería discutir con su novia en plena sala con su hermana y sus amigas delante.
La castaña norespondió, simplemente tomo la mano de su novia y la guio hacia las escaleras, por primera vez era Natsuki quien se comportaba de manera tranquila y como un adulto, eso sin duda la llenaba de orgullo.
- Sakura-san se que he abusado mucho de tu amabilidad el día de hoy, pero sería mucho pedir que te quedaras con Hotaru un poco mas por favor, debo preparar su equipaje y el mío. – ese día casi no había cargado a su hija, no había estado con ella y eso la hacía sentirse culpable ¿Qué clase de padre era?
- Haruka-san, no es molestia, Hotaru-chan es una bebe muy tranquila, puedes ir. – veía la duda en el rostro de la rubia, pero no sabia que palabras usar, ese no era su fuerte.
- gracias, ahora vuelvo. – dijo acercándose a la rubia que cargaba a su bebe. – espera por papa, saldremos a dar un paseo. – hablo la rubia a la bebe, amaba a su hija y debía de ser aun mejor por ella.
Subió las escaleras y se dirigió a su cuarto, tomo una mochila y metió un cambio de ropa para ella y tres cambios para Hotaru, tomo la pañalera de su hija, colocando pañales, toallas húmedas, talco, mamilas, leche y todo lo que creyó necesitar para su hija.
- espero lleves suficientes mamilas, cuando menos necesitaran tres más. – las chicas eran dignas descendientes Kuga, no se habían amedrentado ante lo que le dijo, aunque aun faltaba algo para cerrar con broche de oro el pacto ancestral.
Haruka no respondió, solo hizo lo que pidió el gran sabio y empaco mas mamilas, tomo la mochila con su ropa y la de Hotaru colgándosela en la espalda, así mismo tomo la pañalera colocándola en su hombro, así bajo las escaleras hasta la sala donde para su sorpresa su madre ya estaba ahí con una cara de pocos amigos, eso solo significaba problemas.
- ¿hablaste con Michiru? – fue lo primero que se le vino a su mente, la aguamarina no estaba en la sala, así que o la conversación no había terminado bien o Michiru había decidido terminar todo.
- no Haruka, no fue posible nuestra conversación, Michiru tenia que hacer algo urgente que no podía esperar, por lo que decidí retirarme. – el decirle la verdad no le concernía a ella, Michiru tendría que lidiar con eso cuando se recuperara.
- imagino que papa ya te puso al tanto. – no era una pregunta, su padre tenia que haber hablado con ella, por mucho que su madre diera miedo.
- si, lo hizo, pero eso no quita que sea una estupidez, mi nieta es solo una bebe, ella no tiene porque hacer lo mismo que ustedes, puede esperar. – decía Saeko con molestia, pues a pesar de que su esposo le había explicado el porque de las cosas aun no le entraba en la cabeza porque su nieta tenía que participar.
- es su don mamá, tiene que ir, tiene que cumplir con la promesa hecha, ya hemos manchado el buen nombre de los Kuga bastante. – no quería hacer sentir mal a su padre con sus palabras, pero quería que entendieran que era una cuestión de honor y de orgullo.
- ella tiene razón Saeko, debemos dejarlas partir, además mañana a esta hora ya estarán aquí si todo sale bien. – no podía estar mas orgulloso de su hija y heredera, Haruka sin duda haría un gran trabajo para la familia Kuga.
- ara si se me permite una sugerencia, pienso que es un tanto arriesgado el que vayan solas, sin nadie que cuando menos cuide el perímetro mientras hacen su asunto. – explicaba Shizuru, Natsuki le había contado parte de lo que harían y a pesar de no estar muy de acuerdo tenia que aceptar que era algo en lo que no podía intervenir.
- ¿Qué sugieres Shizuru? – cuestiono la rubia a su cuñada, estaba por demás la pregunta, sabia de sobra que la castaña ya tenía algo entre manos.
- dos de nosotras podíamos acompañarlas, quedarnos cerca, armar un cerco y estar atentas para que nadie se acerque. – explicaba Shizuru, obviamente ella sería una de las personas que acudirían a esa misión.
- imagino que ya tienes planeado quien podría acompañarnos ¿no es así? – debía de darle merito a la castaña, ella no concebía estar lejos de Natsuki y hacia lo que fuera para estar con ella.
- considero que Nao-san y yo somos las más indicadas para cumplir con esa misión. – su cuñada sin duda era muy astuta, debía tomar nota y no ser tan obvia en futuras ocasiones.
- déjalas que vengan, es un buen plan, el enemigo puede estar al acecho y pese a que nuestros guerreros son feroces, sus poderes son dejan en desventaja. – esa castaña sin duda era alguien astuto y hizo hasta lo imposible por estar con su compañera, sin duda era una hembra admirable.
- de acuerdo, pueden venir. – si sus oídos se iban a desarrollar tanto como los del gran sabio, debía de tener cuidado con lo que escuchaba.
Se despidieron de las chicas y de sus padres, Haruka le pidió a su madre apoyo con lo de Michiru si es que la aguamarina se llegase a presentar en la casa, Saeko solo le guiño el ojo y le aseguro que todo saldría bien; terminadas las despedidas comenzaron a seguir al gran sabio, que según les había dicho tardarían unas tres horas en llegar a su destino, la llegada de los cachorros seria aproximadamente a las doce de la noche, justo cuando la luna este al centro y ahí era cuando ellas actuarían.
- gran sabio, sé que aún hay algo más, sé que los cambio en nuestros sentidos son una cosa, pero creo que nos esta ocultando algo. – no sabia porque tenia ese presentimiento, pero no quería sorpresas en ese viaje, su hija iba con ellas.
- es verdad, aun hay algo que debo compartir con ustedes y quizá esto las haga desistir de hacer el pacto. – no era muy común que mujeres hicieran el pacto, por lo general los Kuga eran varones, si caso dos o tres mujeres lo habían hecho y solo dos habían compartido gustos con las chicas a sus lados.
- bien, pues será mejor que comience a hablar ahora que aun estamos cerca de casa. – les había costado un poco pero ahora ya podían comunicarse por telepatía.
- Natsuki, muestra un poco más de respeto ¿quieres? – aunque en el fondo, pensaba igual que su hermana, sabía que había algo mas, pero no pensaba que era algo tan grande como para tal vez hacerlas cambiar de opinión.
- para nosotros los lobos, la manada es lo mas importante y una manada grande siempre es lo ideal, elegir a la pareja correcta y tener cachorros que continúen con el legado; los Kuga con el don por lo general eran hombres, pero cuando tocaba el caso de que llegasen a hacer mujeres, había una particularidad dependiendo de sus gustos. – ellos nos juzgaban por los gustos de las chicas, después de todo, en su mundo hermanos se emparejaban con hermanos para que la descendencia fuera más pura, así que ese tipo de cosas los tenían sin cuidado.
- ¿y cual es esa particularidad? – cuestiono Haruka, no sabía si lo que diría el gran sabio era lo que estaba pensando, pero era una buena explicación del cómo habían engendrado Hotaru.
- la de adaptarse a su pareja. – ni siquiera sabía en qué momento había parecido la primera mujer con el don, solo recordaba que, en medio la noche, dos días después de que una de las chicas había hecho el pacto, junto a sus padres habían acudido a ellos por respuestas.
- eso no nos dice mucho gran sabio. – Natsuki estaba perdiendo la paciencia, no que tuviera mucha, pero quería evitar gritar y alertar a su castaña novia de que algo iba pasando.
- les crecerá un pene. – bueno si no entendían con palabras "apropiadas" tal vez si se los decía crudamente entenderían más fácil.
- ¿QUE NOS CRECERA UN QUE? – eso no había sido con su mente, había gritado y muy seguramente su castaña había escuchado.
- ara Natsuki ¿se puede saber de qué están hablando? – cuestiono la castaña, había notado que las hermanas le dirigían miradas al lobo, sabia que algo estaba pasando.
- si cachorra ¿Qué es lo que te va a crecer eh? – cuestiono también Nao, se le había hecho un poco extraño que fueran demasiado calladas y si recordaba bien ellas podían comunicarse de manera telepática con el lobo.
- lo siento por eso, el gran sabio nos estaba explicando algunas cosas sobre el pacto. – explicaba de manera tranquila la rubia, no podía decir nada, cuando menos no con Nao ahí. – y como sabrán es algo que no podemos compartir. – no quería recalcar que no eran Kugas y por eso no podía decirles nada.
- lo siento Zuru, solo me pareció un escuchar algo que es imposible y me altere. – no quería mentirle a su novia, de hecho, sabia que no debía mentirle, pero no había vuelta atrás, tenia que hacerlo cuando menos mientras el gran sabio estuviera ahí.
- no es algo imposible, les crecerá un pene. – por todos los dioses, si les decía sutilmente no entendían y si les decía directamente pensaba que era imposible ¿Qué les enseñaban ahora los Kuga?
- ¿quieres por favor dejar de repetir esa palabra? Aun no lo asimilo. – no quería tener que volver a gritar algo fuera de lugar y darle mas de que sospechar a su novia, que por la mirada que le daba no se había creído nada de lo que habían dicho.
- debemos de retomar el camino, si no nos damos prisa, no llegaremos a tiempo. – bueno cuando menos ya sabía cómo había nacido Hotaru, ahora tenía que saber cómo iba a funcionar ese cambio exactamente.
Sin mediar ni una palabra mas se pusieron en marcha nuevamente, las Kuga tenían muchas preguntas para el gran sabio y sus acompañantes tenían aun mas preguntas, pero se las habían guardado, sabían que era perdida de tiempo el exteriorizarlas ya que no se las responderían, no mientras el lobo aun estuviera con ellas, así que por ahora se tenían que conformar con la poca información que pudieran obtener pero vamos hablando entre ellos de manera telepática ¿Qué es lo que podían obtener? Y mientras ellas trataban de mantener una actitud positiva ante todo lo que estaba pasando y que no se estaban enterando de absolutamente nada; las Kuga tenían muchas preguntas que no se iban a quedar sin respuestas.
- ¿entonces cuando precisamente nos va a crecer el pene? – cuestiono la rubia, sus pensamientos sonaban tranquilos, pero estaba lejos de estarlo ¿Qué pensaría Michiru? ¿la aceptaría? ¿estaría de acuerdo con eso?
- ¿se puede saber como es que puedes estar tan tranquila? Nos acaba de decir que nos crecerá un pene, UN PENE POR KAMI SANTO – Natsuki no estaba muy por la laborar de tranquilarse y enfatizaba sus pensamientos moviendo las manos y tomándose la cabeza lo que no lo hacía ver nada bien.
- tienes que tranquilizarte, este no es situación común y se que no es una noticia que se pueda asimilar fácilmente, pero tienes que hacerlo, además debes dejar de mover las manos, harás que Shizuru y Nao sospechen. – en una de las dos Kuga debía de caber la cordura y al parecer le toca a ella como hermana mayor ser la voz de la razón.
- sé que esta situación no es fácil, pero créanme cuando les digo que no es algo que nosotros hubiéramos planeado, simplemente paso, cuando una mujer Kuga, a la que le gustan las mujeres hace el pacto, su cuerpo se adapta para que sea capaz de engendrar descendencia y así continuar con la familia, con la manda. – para ellos era fácil, solo sumas dos mas dos, pero al aparecer para los humanos era un poco mas complicado que eso el entender por qué pasaban esas cosas.
- ¿Qué pasara con Hotaru? – ya que su primera pregunta no fue respondida, debía intentar con otra diferente y esta era más importante ¿Qué sucedería con su hija? Ella aún era una bebe.
- no debes de preocuparte, es una bebe, sus gustos aun no se han definido, como dije en un principio, su cuerpo se adapta a su pareja para preservar a la manada. – tenía que hacer que de una manera u otra entendieran, serian ellas las que pasarían el alegado a su descendencia después de todo, ellas deberán pasar esos conocimientos, así que tenían que entender.
- eso quiere decir que como a Natsuki y a mi nos gustan las chicas, nos crecerá un pene para que el linaje de los Kuga siga, pero si a Hotaru le gustan los hombres no habrá necesidad de que su cuerpo de adapte ¿es así? – si había captado bien las palabras del gran sabio era así como funcionaba ese ¿hechizo?
- excelente Haruka, has entendido todo muy bien, es así como funciona nuestra magia. – debía admitir que no esperaba mucho de esas chicas, pero a cada momento habían demostrado ser dignas herederas de los Kuga.
- entonces podremos concebir ¿no es así? – cuestiono la peli-azul volteando levemente a ver a su castaña.
- así es Natsuki, concebirán cachorros para que la sangre Kuga perdure, dos días después del pacto comenzara el cambio. – era lo que les había tomado a las chicas antes que ellas, solo dos días.
- ¿y como va a funcionar exactamente gran sabio? – cuestiono nuevamente Natsuki pues, aunque todo se escuchaba muy bien, no sabia como lo iba a tomar Shizuru ¿y si se transformaba en un hombre? ¿Shizuru la seguiría queriendo?
- ¿Qué es lo que quieres saber exactamente Natsuki? – la menor de las Kuga era un poco mas retraída pero no por eso era menos inteligente y perspicaz.
- ¿Cómo es que ocurrirá el cambio? ¿Qué es exactamente lo que va a pasarnos a mi hermana y a mí? - tenía que resolver todas sus inquietudes antes de continuar con esto, no que no lo fuera hacer, después de todo era su deber como una Kuga.
- de acuerdo con sus predecesoras, dos días después del pacto, comenzaron a sentir un dolor en su bajo vientre, seguido de un calor en todo su cuerpo, ellas aconsejan estar solas para esta parte, después del dolor solo viene el alivio. – sabia que no era mucha información, pero no es como que tuvieran un manual de ese tipo de situaciones y todo lo que sabían era pasado de lobo a lobo.
- es algo vago gran sabio, pero creo que podemos hacer algo con esa información ¿no es así Natsuki? – cuando menos sabían que esperar, dolor, calor y después alivio, oh como olvidar que debían mantenerse alejadas ¿Qué pasaría si se saltaran esa regla?
- espero que si nee-san. – no estaba muy segura de que la información les valiera de algo, pero debían de absorber todo cuanto pudieran. – no nos transformaremos en hombres ¿verdad? – tenia que sacarse esa duda para cuando pudiera hablar con Shizuru.
- jajajajaja no muchacha, eso no va a pasar, no somos dioses, pero en cierto modo jugamos a hacerlo. – ya que no cualquiera cambia la fisionomía de una persona para preservar su descendencia.
- gran sabio ¿Por qué la advertencia de estar solas cuando pasa el cambio? – más información era lo que necesitaba si iba a dejar a su hija por dos días para pasar un dolor y calor con junto con su hermana.
- nosotros los lobos pasamos un estado cada mes,nosotros entramos en celo, para buscar una pareja, comienza con dolor, seguido de calor para después terminar en alivio, de acuerdo con una de sus predecesoras estuvo a punto de abusar de una chica, ustedes no tendrán control de su celo cuando ocurra el cambio, el primer celo es el más despiadado, después solo tienen que aprender a controlarlo, a nosotros nos funciona correr o pelear. – explicar esta parte era más sencillo, ya que después del cambio las chicas eran parte de la manada, serian en cierto modo lobos.
- esto es genial, entraremos en celo como animales, seremos peligrosas una vez al mes, esto cada vez se pone mejor. – lo que estaba pesando no era precisamente algo esperara ¿celo? ¿Qué le iba a decir a Shizuru?
- creo hermana, que lo correcto es decir como lobos, seremos parte de la manada, a eso se refiere el gran sabio, si entraremos en celo y posiblemente seremos mas territoriales y dominantes, justo como los lobos, como nuestro signo. – lo había entendido bastante bien y prueba de ello era la mirada de aprobación del lobo.
- ¿algo mas que quiera decirnos? – cuestiono Natsuki, la información era bastante para procesar, pero no quería más sorpresas, tenían que desvelar todo ahora.
- nosotros los lobos nos imprimamos, es decir, tenemos una sola pareja para toda nuestra vida, es la pareja ideal, capaz de procrear cachorros fuertes, dignos, capaz de preservar nuestro linaje y nos guardamos para ella. – no sabía cómo tomarían esta información las chicas, ya que por lo que había visto ya tenían a quien amar, pero sus leyes eran absolutas.
- esto es una locura, yo estoy con Shizuru, la amo, mi hermana ya tiene una hija con la chica de los Kaioh y se supone que sus destinos están en lazados ¿Cómo entra la imprimación ahí? ¿voy a dejar de amar a Shizuru? – no, eso no, habían muerto, vencieron a la misma muerte y ahora por fin estaban juntas, no iba a permitir que nadie las separara.
- no tienen elección, acataran nuestras leyes les guste o no, es tu deber. – después de todo, habían sido los Kuga los que habían pedido esos dones.
Continuara…
