Capítulo 33.

- quería hablar con el general Haruka, pero al parecer tendré que conformarme contigo; quiero que le digas a la princesa Serena que quiero una audiencia con ella lo antes posible. – pidió la mujer sin el menor respeto.

Continuara…

- sí que tienes mucho valor o es solo que no aprecias tu vida lo suficiente como para venir aquí a buscar a mi prometida. – hablo Michiru con molestia y mostrando el símbolo de Neptuno en su frente para hacer énfasis en sus palabras.

- niña, si yo quisiera al general, ya estaría conmigo. – decía la mujer con suficiencia, pues estaba segura que de una u otra forma lograría que Haruka se uniera a ellos.

- claro, así como conseguiste que el príncipe Endymion estuviera contigo ¿no? – arremetió la aguamarina, no se dejaría amedrentar por esa mujer, si pensaba que jugaría con ella estaba más que equivocada.

- eres una… - pero no logro terminar la frase pues, alguien más había entrado en la conversación.

- cuidado con como te diriges a mi nuera. – hablo Kain apareciendo al lado de Michiru, no iba a permitir que esa mujer dijera lo que quisiera de su hija, ni mucho menos que insultara a su nuera.

- oh, pero miren a quien tenemos aquí, Kain Kuga el cobarde que huyo de su destino. – soltó sin más la mujer peli-roja. – perdón, quise decir el gobernante de Urano en persona. – corrigió supuestamente.

- vaya, viniendo de alguien que se nombró así misma reina, eso no es insulto. – respondió Kain con la característica sonrisa de medio lado de los Kuga, Kain era un hombre de aproximadamente cuarenta años, rubio, de ojos lilas como los de Hotaru y con una característica barba cerrada, musculoso y de la misma estatura de Haruka.

- ¡eres un…! – soltó molesta la mujer, pero no alcanzo a terminar pues justo en ese momento la matriarca Kuga estaba llegando y no le dejo continuar.

- cuidado con como te diriges a mi esposo. – hablo Saeko con ese porte fuerte y autoritario que siempre tenía, ella era una mujer de aproximadamente treinta y ocho años, tez clara, cabello color cobalto idéntico al de Natsuki y los característicos ojos verdes de los Kuga.

- ¿Qué diablos quieres Beryl? – hablo Michiru con un tono de voz firme, ella no era una mujer débil, ella era Michiru Kaioh, había formado un imperio lejos del seno familiar y era una exitosa empresaria, no podía dejarse amedrentar por esa mujer, no señor.

- cuidado como me hablas niña. – la chica frente a ella había cambiado de actitud drásticamente, sabia que la chica del general era de armas tomar, pero hasta ahora había hecho una actuación deplorable.

- eres tu quien ha venido a mi casa sin invitación… otra vez. – respondió recordando cuando hizo pasar por su padre en villa de los Kaioh.

- como ya dije, quiero una audiencia con la princesa de la luna. – había pensado mucho en eso y de una u otra manera necesitaba tiempo, tenia que ganarlo a como diera lugar y la única forma era una tregua.

- ¿Por qué querrías algo así? ¿Quién nos asegura que esto no es mas que una trampa? – desconfió Kain, Serena era su princesa, su carta de triunfo, no podían exponerla, así como así.

- tienen mi palabra de que solo quiero hablar con ella. – les ofrecía muy poco y sabía que desconfiarían de ella y tenían que, después de todo estaba frente al primer ministro de la luna y la esposa del general de la luna.

- comprenderás que no podemos solo tomar tu palabra como garantía para lo que nos pides. – esa mujer estaba mal de la cabeza si pensaba que expondrían a Serena solo porque ella les daba su palabra.

- a me importa muy poco su opinión, solo quiero que le pasen el mensaje a la princesa, es ella quien tiene que tomar la decisión de querer verme o no. – no malgastaría sus palabras con simples subordinados, ella hablaría con la princesa sí o sí.

- avisaremos a la princesa sobre tu petición ¿algo más? – Saeko muy dentro de ella sabia que esa mujer algo se traía, ella no seria una reencarnación, pero era capaz de ver cuando una persona tramaba algo y esa mujer sin duda tenía algo oculto.

- eso es todo, enviare a uno de mis generales por la respuesta, son libres de elegir el lugar, la hora y las condiciones, espero la respuesta dentro de tres días, espero que esta vez no maten al mensajero. – para su mala fortuna no hubo reacción en ninguno de los tres que tenia delante cuando comento eso, tenia esperanza de saber si habían sido ellos los que habían acabado con Jedite, pero al parecer no sería posible.

- informaremos a la princesa, ahora si nos disculpas. – invito Kain a retirarse, a lo que Beryl no respondió, sino que simplemente desapareció frente a sus ojos, así como llego así se había ido.

- eso fue muy extraño ¿Por qué la líder del enemigo se ha presentado aquí precisamente? – tal vez ella no era una estratega ni mucho menos, pero lo que había pasado hacía unos momentos no era algo que podía dejar pasar por alto la castaña.

- concuerdo con bubuzuque, esto es muy extraño, pero también creo que Saeko-san tiene razón y deben de informar a su princesa, ella tiene que tomar la decisión. – ella no tenia poderes, ni mucho menos ninguna habilidad que pudieran aprovechar, pero como heredera de la familia Suzushiro tuvo que aprender a temprana edad como llevar los negocios.

- esa mujer sin duda tiene algo entre manos, pueden estar seguros que la reunión no será una trampa, pero tal vez lo que le pida su princesa lo sea. – Midori aparecía en la sala después de que esa mujer se fuera. – ella vino aquí no solo a buscar a Haruka, vino aquí para sorprendernos, quiera obtener información, eso nos dice que sospecha que algo está pasando qui, debemos ser mas cuidadosos. – no que no lo hubieran sido hasta ahora, pero tendrían que limitarse a la villa Kuga, no podían permitir que las descubrieran.

- Midori-kun tiene razón, Beryl quería obtener algo al venir aquí, no lo obtuvo porque Michiru fue rápida en ocultar a Hotaru y a Shizuru. – hablaba Kain concordando con lo dicho por Midori.

- tendré que volver a casa. – hablo Michiru recordando lo difícil que había sido el convencer a su padre de irse a la casa de los Kuga.

Flash back

Michiru no había querido pasar ni una noche lejos de Hotaru, lo por lo que después de despedirse de su viento, le pidió a su suegro que la acompañara a su casa para que hablaran con su padre, sabia de sobra lo que este diría.

- mi padre se opondrá rotundamente a esto. – rompió el silencio del coche la aguamarina.

- claro que lo hará, eres su única hija cualquiera en su lugar haría lo mismo. – Haruka no estuvo con ellos mientras crecía, Natsuki siempre había sido muy independiente, pero eso no quitaba que sintiera un vacío al ver a sus hijas haciendo sus vidas.

Michiru solo volteo a ver a su suegro con una expresión de pánico, pues ella esperaba que el la apoyara en esto, que le ayudara a convencer a su padre, no que le diera la razón a él; Kain a parto su vista del camino solo instante para ver que pasaba con su nuera y porque no le respondía, grande fue sorpresa el ver como esta lo estaba viendo, sonrió ligeramente y volviendo su vista al camino y retomo la palabra.

- no tienes de que preocuparte, cualquier padre haría lo que fuera por sus hijas y esto lo estoy haciendo por ti y por Haruka, Michiru tu la haces feliz, no hemos convivido con ella lo suficiente pero no podemos evitar que vuele, ya es una adulta y lastimosamente a pasado por situaciones horribles, así que lo único que quiero es que sea feliz. – explicaba Kain, Michiru le caía bien, era una chica de buena familia, muy bien educada y sobre todo era capaz de darle felicidad a su hija.

- yo la amo, más de lo que jamás pensé amar alguien, Kain-ojisan sé que no tiene la mejor impresión de mi después de todo lo que ha pasado, pero le prometo que hare mi mejor esfuerzo para hacer feliz a Haruka. – no iba a utilizar la escusa de la nega fuerza, se había equivocado y lo admitía, ahora tenia que recuperar la confianza de todos.

- no tienes que hacer mucho, mi hija ya te ama y basta con solo escucharte hablar para que su rostro muestro una enorme felicidad. – era increíble lo mucho que sus hijas se parecían a el con Saeko, siempre detrás de el con un buen cachorro. – hemos llegado.

Bajamos del auto en silencio, no sabía cómo responder a las palabras que me habían dicho mi suegro, ¿en verdad Haruka se ponía tan feliz solo con escucharme? Creo que Kain-ojisan exagera el efecto que tengo en Haruka; caminamos hasta la entrada donde el coronel nos abrió la puerta y nos dirigió al salón donde estaban toda la familia al completo, papa fue el primero en vernos, se puso de pie y camino hacia nosotros.

- Kain, amigo que placer es verte, no era necesario que te molestaras en traer a Michiru hasta acá. – claro lo fácil era enviar a un sirviente ¿no? Mis padres no eran de aparentar tanto hasta donde yo recordaba.

- Michiru es lo más importante para Haruka y envista de que ella esta atendiendo unos negocios que la mantendrán fuera por unos días me pidió este favor. – woow ahora entiendo de donde heredo Haruka su gran porte y sentido del deber, tal vez no se había criado con los Kuga, pero sin duda las enseñanzas de sus vidas pasadas estaban ahí.

- vaya, pues que amable de tu parte amigo ¿quieres quedarte a cenar? – si vaya, típico en mi padre, cuando no sabe que decir, es de cambiar de tema.

- te agradezco la invitación amigo, pero temo que esta noche no me será posible, además de traer a Michiru, hay otro motivo por el cual tenia que venir. – aquí vamos, simplemente ya estoy escuchando lo que dirá mi padre "Estas loco" "nuestras costumbres nos lo prohíben"

- adelante amigo, por tu semblante puedo deducir que es serio. – no tienes idea de lo serio que es padre ¿y si nos dejamos de tantos rodeos y simplemente le decimos que ahora tengo una hija? No, creo que eso lo empeoraría.

- Michiru debe volver a la villa Kuga conmigo. – y yo que pensaba que el decirle lo de Hotaru era demasiado, sin duda, todos los Kuga son iguales.

- ¿Qué? ¿Cómo es que MI hija tiene que volver contigo a la villa Kuga? - ¿notaron como recalco el "mi"? ¿Qué piensa? ¿Qué Kain-ojisan me quiere robar o qué?

- Haruka le ha pedido matrimonio formalmente a Michiru y ella a aceptado. – genial, esto se pone cada vez mejor, esto sin duda se lo heredo a la menor de los Kuga, Natsuki era igual, estoy pensando que debí de haber traído a Saeko-obasan.

- ¡¿estás loco?! ¡¿Cómo permitiste que algo así pasara?! ¿Es que acaso no sabes que esto no funciona así? Nuestras costumbres nos lo prohíben. – ven, se los dije, bueno lo hecho, hecho esta, no pienso devolver mi anillo ni mucho retractarme de mi compromiso.

- ellas han estado comprometidas desde niñas, no veo porque el escándalo, solo se hizo oficial, Michiru ya tiene el anillo y cuando salgamos de todo esto, será una Kuga, esto ya estaba escrito. – oh cielos, esta utilizando justo los argumentos de mi padre en su contra, pues de acuerdo a nuestras costumbres, yo ya debí haberme casado con Haruka desde hace tiempo.

- las cosas no se están haciendo como es debido y lo sabes, se debió de hacer una fiesta de compromiso, tu hija no ha sido presentada ante nuestra sociedad como tu hija. – como dije, mi padre y las apariencias, me pregunto ¿qué dirían si supieran la gran variedad de chicas que tienen los Kuga en su villa?

- disculpa por no hacer una fiesta, estando en medio de una guerra, perdón por no haber presentado a mi hija en sociedad cuando mi casa es atacada por demonios, tienes razón, que idiota soy. – huy creo que papa ha tocado una fibra sensible para Kain-ojisan, después de todo tiene razón ¿Cómo piensa mi padre que haremos todas esas cosas estando en guerra?

- no tienes por que ser sarcástico Kain, se que este no es el mejor momento para esas cosas, pero bien pueden esperar. – si claro, yo debo esperar, pero Darien y Serena pueden estar siempre juntos, Shizuru y Natsuki también, no es justo.

- no me parece que las chicas deban de esperar para estar juntas Hideki, estamos en guerra, cualquiera puede morir ¿estas dispuesto a arriesgar la felicidad de nuestras hijas solo por apariencias? – sin duda era un buen argumento, aunque no me gusta que utilicen la palabra morir, no quiero perder a nadie, no soportaría perder a Haruka, eso no.

- debemos seguir las reglas Kain, no todos somos como tu y estamos dispuestos a romperlas. – eso ha sido un golpe bajo padre, hasta para ti, no entiendo que ha cambiado ahora y por que te niegas tan fervientemente a esto, fuiste tu quien alerto a los Kuga de Haruka.

- tienes razón, todos tienen el valor de hacerlo, pero al final ni tu ni yo decidiremos eso, sino las chicas, ellas ya son adultas, solo recuerda que en base a la decisión que tomes hoy serán las consecuencias que tendrás que enfrentar. – esto se ha convertido en una guerra de voluntades, no se quien es mas testarudo, pero sin duda se cómo es Haruka y si su padre es igual… que digo ¿de donde lo heredaría mi querido viento?

- ¡¿estas amenazándome en mi propia casa?! – no creo que esa sea la intención de Kain-ojisan padre, yo pude haberme quedado en la villa Kuga sin venir aquí, pero quisimos hacer las cosas bien.

- no, yo no me atrevería a hacer algo así, pero que no te extrañe si un día despiertas y Michiru ya no esta en su cama, sino en la de mi hija. – eso es lo que mas deseo, despertar todo el tiempo al lado de mi viento, junto a nuestra hija y no se tal vez quizá tener más, enfoca Michiru.

- eres un… - no tengo pensado quedarme callada por mas tiempo, ni mucho menos voy a permitir que insulte a Kain-ojisan.

- basta padre, Kain-ojisan tiene razón, si te niegas a que yo regrese a la villa Kuga tendrás que poner barrotes en mi ventana y mucha más seguridad en la puerta para detenerme, porque de una u otra manera yo me escapare para estar con la persona que amo. – ¡si! Toma eso padre, no me quedare callada, ya pasamos por mucho mi viento y yo desde niñas, no voy a permitir que nos separen ahora que por fin estamos juntas.

- Michiru, soy tu padre y no puedes hablarme así, será mejor que vayas a tu habitación jovencita y recapacites sobre tu actitud. – claro, ahora tengo quince años otra vez, aunque nunca estuve con ellos a esa edad así que…

- ya no soy una niña papa, estuve mucho tiempo fuera de casa, soy una mujer ahora y soy perfectamente capaz de elegir lo que es bueno para mí y Haruka lo es, siempre lo fue y siempre lo ha sido. – la cara de mi padre ahora es todo un poema, no sabe que decir, supongo que no es fácil como lo menciono Kain-ojisan, que tu única hija ya quiera volar.

- Michiru tiene razón padre, ha crecido lejos de nosotros y ha madurado más rápido debido a esa lejanía, confío en que su juicio es el correcto, no creo que este haciendo nada malo. – claro, ahora intervienes, debiste de ayudarme desde el inicio Darien, se supone que eres mi hermano.

- no quiero sorpresas. – eso significa que si llego a salir embarazada no le gustara nada. – no van a dormir en la misma habitación, quiero que tu hija se mantenga lejos de la mía hasta que se casen ¿entendido? – genial, ahora tendremos que escondernos para estar juntas, por Kami.

- ja ¿estas loco? ¿quieres que sea un policía bragas? Y encima ¿de mi podría hija? Olvídalo, son adultas, saben perfectamente bien lo que hacen, son sus decisiones. – no sabía que los Kuga fueran tan liberales, pero viéndolo bien creo que ese cambio se debe mucho a Natsuki, ella ha inyectado ese aire fresco a la familia.

- no puedo creer que te tomes esto tan a la ligera, no están casadas ¿quieres que deshonrar mas a mi familia? – obviamente no iba a decir a su hija verdad, que idiota soy, solo se preocupa por el buen nombre de la familia.

- no tienes que preocuparte padre, yo ya me entregue a Haruka, ya fui su mujer. – hay no ¿Qué he hecho? Ahora Kain-ojisan y mi padre se me quedaron viendo como si me hubiera crecido otra cabeza.

- ¡eres una…! – aprete los puños, cerré los ojos y me encogí esperando el golpe que mi padre estaba mas que dispuesto a darme por lo que acaba de decir, pero este jamás llego, poco a poco fui abriendo los ojos para ver que había pasado y me tope con Kain-ojisan deteniendo la mano de mi padre.

- no te atrevas a ponerle una mano encima. – declaro con clara molestia Kain-ojisan, no entiendo por qué está haciendo esto ¿Por qué me defiende?

- ¡ha manchado el buen nombre de la familia entregándose a tu hija! ¡¿Qué no lo ves?! Es una… – está furioso, supongo que a partir de hoy ya no seré una Kaioh.

- no te atrevas a insultarla Hideki, es tu hija, esto no cambia nada ¿o es que piensas que Darien y Serena son vírgenes aun? – ja ellos vírgenes si claro, son como conejos, no entiendo como mi cuñada no ha salido embarazada.

- es diferente, Darien es… - Darien es hombre y yo soy mujer, Kami hasta ahora me vengo a dar cuenta de que mi padre es un retrograda.

- si te atreves a decir que es porque Darien es hombre olvídate mi amistad para siempre; estamos en una nueva era, no puedes pretender que las reglas sean igual que en el milenio, ya no amigo, ya no puedes pensar de esa manera. – supongo que esa revelación no es algo que le haya llegado de la noche a la mañana, imagino que tiene que ver con todo lo que ha pasado.

- llévatela, yo ya no tengo una hija, ha manchado nuestro buen nombre al entregarse a una desconocida como una… - iba a tratar de insultarme una vez más, pero Kain-ojisan no se lo permitió nuevamente.

- para mi será un honor tener a Michiru en la familia, pero ¿estas seguro de esta decisión? Yo estoy ganando una hija y estas perdiendo una, no estamos pidiendo que se casen, solo creemos que Michiru debería de pasar más tiempo con Haruka y conocerse mejor. – creo que es inútil que trate de disuadir a mi padre en este momento, el no escuchara de razones ahora.

- ja ¿conocerse más dices? Te puedo asegurar que tu hija ya conoce muy bien a Michiru. – ¿notaron ese tono? No lo puedo creer, he estado años lejos de casa y esto es todo lo que mi padre puede ver.

- padre, concuerdo con Kain-san estas exagerando y sacando esto de contexto, Serena también ya es mi mujer ¿también me correrás de la casa? – por supuesto que no, tu eres el heredero de la familia, papa jamás te haría esto a ti.

- es diferente Darien, tu eres el heredero de la familia Kaioh, Serena fue prometida a ti desde niños, era inevitable que eso pasara, tendrán hijos y el apellido Kaioh perdurara. – una vida ideal para el heredero sin duda, no entiendo porque me afecta, yo no conozco a estas personas, se que yo me encargue de eso, pero Kami soy su hija y no esperan nada de mí.

- entonces Hideki ¿Qué es lo que llevas peor? ¿Qué tu hija de haya entregado a alguien? ¿o que ese alguien haya sido una mujer? – Kami, ¿mi padre no me acepta? Pero cuando les dije mis gustos ellos me apoyaron ¿Por qué ahora?... que idiota, claro que me apoyaron, estaba lejos, nadie me conocía y sabia que mi miedo me impediría estar con alguien.

- ¿entonces por qué aceptaste a Haruka cuando llegamos? ¿Por qué aceptaste el compromiso? - ¿Por qué me mintieron? ¿Por qué me hicieron sentir aceptada? ¿Por qué maldita sea?

- Kain es mi mejor amigo, noto de inmediato lo que te pasaba con su hija, a el no le importo, yo… no sabia como actuar, pero no me pareció una mala idea unir las familias, después de todo los Kuga son la segunda familia de los cuatro grandes clanes te Kioto. – así que solo soy una moneda de cambio para mi padre.

- ¿entonces eso es lo que soy para ti? ¿solo un negocio? – creo que ahora mas que nunca merezco respuestas.

- ¿Qué es lo que esperas que te diga Michiru? No podía obtener nada mejor de ti que ese matrimonio. – claro, al ser lesbiana no podía casarme con un hombre y traerle "honor" a la familia.

- no esperes nada de la familia Kuga, nos apoyaremos en la guerra, pero es todo lo obtendrás de nosotros. – vaya mi padre se ha sorprendido con esto, imagino que esperaba algo de esto. - ¿y tú Miharu? ¿No dirás nada? – oh es verdad mamá esta aquí, pero no ha dicho nada en lo absoluto.

- padre, no es justo esto lo que le estás haciendo a Michiru, te pido que lo reconsideres por favor. – déjalo Darien, papa no va a cambiar de opinión y mamá por su puesto que no dirá nada, no puedo creer que haya vivido engañada todo este tiempo con respecto a sus padres.

- bien. – después de las palabras de Darien nadie dijo más, mi padre simplemente había ignorado lo que Darien había pedido, Kain-ojisan había hablado justo ahora para romper el silencio. – nosotros nos retiramos, sinos disculpan, con permiso. – me saco de ahí sin siquiera tomar nada sin dirigir ni una sola mirada más a mis padres.

No dijimos nada, después de que salimos de casa y abordamos el coche, cuando salimos de los terrenos de la mansión Kaioh, no pude soportarlo mas y me rompí, tenía muchos sentimientos encontrados, mis padres me habían mentido toda mi vida, no podía asimilar que ellos después de todas las palabras de aliento y de lo comprensivos que se habían portado cuando yo estaba fuera, se hayan convertido en algo que ahora simplemente no se como definir, esas personas haya en casa no eran los padres amorosos, ja que idiota fui, solo fue una fachada, toda mi vida me mintieron, solo fingían quererme porque estaba lejos, por eso me aceptaban, porque en verdad me quisieran y ahora aquí estoy, llorando como una niña de diez años sin poder controlarme, por Kami estoy llorando en el coche con mi suegro ¿Qué podría ser más vergonzoso que esto?

Fin flash back.

Después de eso Kain-ojisan no dijo ni una palabra, detuvo el auto antes de llegar a la villa Kuga y me permitió desahogarme, no me dijo nada, solo me dejo llorar, ahí en el auto, cuando por fin estuve calmada, volvió a arrancar el auto, llegamos a la casa Kuga y al entrar le pidió a una de las maid que me preparara una habitación, le dijo a Saeko-obasan que a partir de ese día yo era una Kuga, nadie dijo nada, no me cuestionaron nada, simplemente entendieron que no debían preguntar, me aceptaron sin decir más, esta es la familia a la que pertenezco, no quiero volver, pero al parecer no tendré opción si tenemos que aparentar normalidad, cuando menos mis padres tendrán practica en esto.

- no iras a ningún lado, esta es tu casa. – eso quiere decir que no me iré, cual es genial, quiero estar aquí para cuando Haruka vuelva, Saeko-obasan no me dejara salir de la casa por nada del mundo.

- en eso Saeko tiene razón Michiru, esta es tu casa. – Kain-ojisan siempre apoya todas las decisiones que toma Saeko-obasan, ellos son muy unidos y no siguen las tontas normas que dicta nuestra sociedad, ellos son un equipo.

- lo que si tenemos que hacer es ir a hablar con la chica de las coletas y decirle que tiene que tener esa reunión con la dichosa reina. – Midori tiene razón, tenemos que ver a Serena cuanto antes y ella debe de tomar la decisión de ver o no la Beryl, aunque lo más sabio como lo hablamos, seria que aceptara.

Continuara…