Hola! espero que todos se encuentren bien; quisiera disculparme por no haber publicado el sábado, pero soy mexicana y este mes es de festejo para nosotros y también fue el cumpleaños de mi hermana así que... una disculpa.

Adicional, este es la capitulo mas corto que he escrito, se acerca el clímax, por lo que deben esperar capítulos mas largos y muchos descubrimientos.


Capítulo 35.

Estaban a punto de llegar a la casa Kuga cuando un enorme lobo se había atravesado en su camino, Saeko dio un volantazo tratando de evitarlo, lográndolo con un poco de dificultad; Haruka y Natsuki reconocieron al lobo bajando inmediatamente de la camioneta y acercándose a ella cuidadosamente, pues parecía herida y no había nada peor que un lobo herido.

Continuara…

- Alana. – hablo la rubia acercando con cuidado a la loba, reconocería a ese lobo café con motas negras donde fuera.

- algo… algo me ataco… los cachorros… no están seguro. – hablo la loba con un poco de dificultad, si había hablado, podían hacerlo, pero preferían comunicarse de manera telepática para despistar a todos.

- Horus. – hablo la rubia a su cachorro que sin dudarlo estuvo a su lado en un segundo, la rubia lo tomo en sus brazos y termino con la distancia entre Alana y ella. – no permitiremos que les pase nada, vamos a casa Alana, estamos muy cerca. – estaba preocupada por la loba, pero mas su cachorro, no concebía estar lejos de él.

- madre, nee-san, los cachorros y yo nos quedaremos con Alana, vayan a casa y que Midori regrese con una camioneta donde podamos subir a Alana y vayan llamando al veterinario. – dispuso Natsuki, sabía lo que estaba pensando su hermana, fuera del miedo de perder a su cachorro, sabía que temía que el negaverso hubiera descubierto todo y la hora de la balla final se acercara.

- de acuerdo. – respondió Saeko; subiendo a la camioneta junto con Nao y Setsuna, condujo con mayor urgencia y en menos de lo que esperaba llego a la casa.

Bajo de la camioneta y entro a la casa, explico a Midori lo que Natsuki había dicho y la peli-marrón no demoro en ponerse en marcha, llamo al veterinario explicando que era un lobo el animal que atendería y que era grande, para que estuviera prevenido, el veterinario se extraño un poco pero indico que estaría ahí en una hora; después de hacer lo pedido por su hija menor Saeko pidió a una de las maid que aun no se iba que bajaran las cosas de la camioneta, para después disponerse a explicar a todos lo que había pasado.

Al cabo de veinte minutos Midori volvía con las Kuga y la loba en el transporte, entre ellas, con la ayuda de Darien y su padre lograron bajar a Alana y llevarla al patio trasero donde habían dispuesto una carpa con una manta tendida para recostar a la loba y estuviera lo más cómoda posible; no podían tenerla en la casa por obvias razones, por lo que a Michiru y a Shizuru se les había ocurrido acondicionar algo en el jardín trasero.

- Natsuki. – hablo Shizuru acercándose a su cachorra para abrazarla. – te extrañe. – expreso la castaña, sin soltar el abrazo; Kami como había extrañado a su novia, no sabia que era tan dependiente de ella, basto tenerla lejos por unos días para que se diera cuenta.

- yo también te extrañe Zuru. – Kami, como la había extrañado, después de todos esos pensamientos que… se detuvo, pues ahora tenia algo que la delataba a la vista de todos. – nee-san y yo tenemos que hablar contigo y con Michiru. – la cara de pánico de Shizuru sin duda le dijo que su elección de palabras no había sido la correcta.

- de acuerdo Natsuki. – no sabía que más decir, dos días lejos, sin poder hablar con ella o si quiera mandarle un mensaje y ahora llegaba diciéndole que tenían que hablar ¿podía ser peor?

- oye Shizuru, yo te amo ¿de acuerdo? Esto que tenemos que hablar es importante, es algo que descubrimos y las involucra a ustedes, por lo que queremos que lo sepan. – explico un poco más, no quería que su chica se hiciera ideas equivocadas, la amaba, estaba imprimada de ella y eso jamás iba a cambiar.

- ara Natsuki ¿Qué te paso en estos dos días? – cuestiono, su cachorra parecía más madura, su Natsuki jamás le habría dicho que la amaba con tanta soltura y menos enfrente de tanta gente.

Natsuki solo sonrió tomándola de la cintura para acercarla a ella y sin mediar ni una palabra más la beso, ahí frente a su familia, ya no sentía esa vergüenza de antes… bueno tal vez un poco, pero quería demostrarle a Shizuru que la amaba.

- mi viento. – hablo la aguamarina con una sonrisa acercándose a la rubia para tomarla con sus dos manos del rostro y ahí besarla sin reparo alguno, era un beso lento, acariciando sus labios, saboreándose y demostrándose así, lo mucho que se habían extrañado.

- he de suponer que me extrañaste. – hablo la rubia después de que termino el beso por falta de aire.

- como no tienes idea, han pasado muchas cosas. – ya quería estar a solas con su rubia para ponerse al día con todo lo que había pasado.

- también tengo muchas cosas que contarte sirena. – dijo la rubia con seriedad, pues el decirles de la marca era una prioridad para ella y su hermana. – ¿Dónde esta Hotaru? – cuestiono al no ver a su hija en brazos de nadie ahí.

- tomando su siesta amor, esta hermosa y también te ha extrañado. – respondió la oji-azul con una sonrisa radiante, se le hacía imposible todo aquello, tenia una familia, con Haruka, con el amor de su vida.

- y yo a ustedes sirena, como tienes una idea, te prometo que nos pondremos al día, pero quisiera que Alana esta bien antes. – la loba aun les debía una explicación, no podía permitir que le pasara algo sin antes obtener la información.

- entiendo amor, no iré a ningún lado. – respondió la aguamarina, imaginaba que lo que fuera que le haya pasado a la loba, sin duda había dejado en ese estado a su prometida.

- no te vayas de mi lado por favor, te necesito. – admitió la rubia abrazando a la aguamarina de la cintura y hundiéndose en su cuello, aspirando su aroma tratando de tranquilizarse.

- siempre estaré a tu lado. – respondió Michiru acariciando la espalda de su viento para que se tranquilizara, sin duda lo que le había pasado a la loba la tenía muy alterada.

- gracias amor. – hablo la rubia saliendo del cuello de su prometida y dándole un beso ligero en los labios. – Midori, Mikoto por favor vayan a la habitación donde Hotaru y Nix están, no se separen de ellas. – pidió con preocupación, si lo que Alana dijo acerca de los cachorros era cierto tenia que proteger tanto a su hija como a Nix.

- Haruka ¿pasa algo? – cuestiono su padre con preocupación, pues no entendió porque su hija había pedido a sus amigas.

- Alana dijo que venían por los cachorros. – respondió Natsuki. – tenemos que estar en guardia, Hotaru es la única que no puede proteger a su cachorro; nuestras vidas están ligadas a ellos, si ellos mueren, una parte de nosotros morirá con ellos. – explico con seguridad la peli-azul menor, apretando la cintura de su novia para acercarla aún más a ella.

- tranquila Haruka, la chica gato y yo cuidaremos de tu hija y de Nix, puedes confiar en nosotras. – hablo Midori con seguridad, pues quería infundirle esa seguridad a la rubia.

- gracias Midori, gracias Mikoto. – agradeció inclinándose un poco hacia sus amigas.

El veterinario no demoro en llegar después de eso; claro que se sorprendió bastante al ver al lobo, pero los Kuga lo tenían todo planeado y lo habían hecho firmar un contrato de confidencialidad que el veterinario no dudo en firmar al ver la cantidad de dinero que le pagarían; reviso al lobo con cuidado y minuciosamente encontrando que tenia dos costillas rotas y al parecer había estado en una pelea, pues estaba bastante magullada.

El veterinario, con ayuda de Haruka, Natsuki y su padre habían vendado a Alana para que sus costillas sanaran, así como también había sanado una de sus patas y había curado las pequeñas heridas esparcidas por su cuerpo. Una vez que estuvo seguro que la loba se salvaría se lo hizo saber a la familia, ordeno una receta y una dieta, no era su fuerte el tratar lobos, pero no eran distintos de un perro, así que estaba seguro que se salvaría, recibió su pago y salió de ahí.

Las Kuga se habían dado una ducha y se habían puesto la ropa nueva que habían comprado para estar cómodas y después sacaron unas pequeñas sillas plegables para estar cerca de Alana y vigilar que nada malo le pasara, por supuesto tanto Michiru como Shizuru estaban con ellas, Hotaru aun dormía por lo que tenían tiempo para ella cuando menos hasta Alana despertara y les dijera quien la había atacado.

- Natsuki, ahora es buen momento para que nos digan lo que tenían que decirnos ¿no crees? – cuestiono Shizuru, pues su cachorra había estado un poco distante y eso le estaba preocupando.

- la peli-azul volteo a ver a su hermana y esta solo asintió para aprobar lo que le estaba proponiendo. – bien, les contare lo que nos pasó cuando estuvimos en la casa de las plantaciones de arroz, el celo… - Natsuki no omitió nada, con todo lo que había ocurrido, incluido su arranque y las cosas que Alana les había revelado.

- entonces… ¿ustedes deben marcarnos como ganado? – cuestiono Michiru con un poco de incertidumbre en la voz. – ¿solo para demostrar que somos de ustedes? – no estaba pensando decir que no, eso jamás, aceptaría todo de Haruka sin dudarlo, solo que eso de la marca se le hacia un tanto excesivo.

- no se trata de "marcarlas como ganado" – hablo la rubia haciendo las comillas con sus dedos al decir la ultima frase. – jamás les haríamos eso, como explico Natsuki la marca es como el matrimonio para los lobos, además es a su elección, jamás les haríamos algo que ustedes no quisieran Michiru. – sin duda había dolido; las palabras de Michiru habían herido una parte de ella.

- si no lo aceptan no lo haremos. – hablo Natsuki también un poco dolida. – acataremos todo lo que ustedes decidan. – su hermana tenia razón… otra vez esto no iba a ser sencillo.

- cariño, solo decimos que es algo que tenemos que pensar, si es un matrimonio como nos explican Haruka y tú, creo que debemos de hablarlo antes de tomar una decisión. – razonaba Shizuru, aunque se le estaba haciendo un poco difícil debido a que tanto su Natsuki como su cuñada parecían dos cachorritos.

- Sabemos que esto es difícil y no es una decisión que puedan tomar de la noche a la mañana, solo no queríamos ocultarles nada, las amamos y estaremos con ustedes pese a la decisión que tomen. – pese a todo, pese a que no aceptaran la marca, estaban dispuestas a seguir con ellas y amarlas.

- Amarlas fue nuestra elección, imprimarnos de ustedes también lo fue, ambas partes de nosotros se enamoraron de ustedes. – decía Natsuki con tranquilidad. – nosotros no las obligaremos a nada, siempre será su elección. – decía mientras se ponía de pie. – solo no olviden que nosotros las amamos. – termino dirigiéndose a la casa.

- Natsuki. – hablo Shizuru poniéndose de pie para tratar de seguir a su chica.

- creo que por ahora debemos de dejarla sola Shizuru. – pidió la rubia deteniendo a su cuñada, su hermana estaba triste, podía olerlo y sus chicas tenían miedo y estaban intranquilas, lo mejor era dejarlo por ahora.

- cariño… – trato de hablar Michiru, pues sentía que al igual que Natsuki, Haruka no estaba tranquila, habían sentido que las rechazaban cuando no era así.

- ¿podrían quedarse con Alana un momento? quisiera ver que Natsuki no haga algo estúpido. – pidió la rubia mientras caminaba hacia la misma dirección que su hermana había seguido no esperando respuesta.

Tanto Michiru como Shizuru se habían quedado un poco confundidas con la actitud de sus chicas, no sabían que había pasado, solo les habían pedido tiempo y… todo se había salido de control; tomaron asiento una al lado de la otra para sumergirse en sus pensamientos, eso hasta que una voz las saco de sus pensamientos.

- no se enfaden con ellas. – dijo alguien, dirigiéndose a las chicas que estaban sentadas.

- ¿Quién es? – cuestiono Shizuru a nadie en particular pues no veía a nadie cerca salvo a Michiru que tenia la misma cara de confusión que ella.

- por aquí. – volvió a hablar indicándoles a donde dirigirse.

- ¿eres Alana cierto? – cuestiono Michiru con un poco de desconfianza pues según las Kuga solo ellas y Hotaru podían hablar con los lobos.

- así es, yo soy Alana y por ahora estoy a cargo de cuidar a las cachorras Kuga. – decía la loba con tranquilidad y un poco de burla.

- pensé que solo los Kuga podían comunicarse con los lobos. – externo Shizuru confundida por lo fluido que era la conversación con la loba.

- ustedes son las elegidas de las cachorras, se imprimaron de ustedes, técnicamente son Kugas, así que… puedo hablar con ustedes y aconsejarlas un poco si me lo permiten. – aunque en realidad era mas para ayudar las Kuga, quienes lo habían hecho muy bien, no les ocultaron nada a esas chicas y habían abierto su corazón a ellas, entendía la reticencia a obtener la marca, pero la madurez que habían mostrado las Kuga la había sorprendido y por eso había decidido ayudar un poco.

- ¿podrías explicarnos mas afondo acerca de la marca por favor? – cuestiono Michiru con valentía, no tenia dudas de aceptas lo que fuera de Haruka, pero quería tener todo bastante claro antes de hacerlo.

- claro, no veo por que no deban saber mas acerca de esto… cuando un lobo de nuestra clase. – comenzó a explicar Alana refiriéndose a que ellos eran especiales por estar ligados a la sangre mágica de los Kuga. – elige a una pareja o se imprima, esto con lleva a la marca de esta, una vez que la marca fue ella, no hay nada que puedan hacer, sus destinos están unidos para siempre, aun cuando alguno lo niegue , si alguno muere el otro no tardaran seguirlo, sabrán que sienten sin necesidad de palabras, sabrán donde y como se encuentra el otro así estén lejos, jamás podrán estar con alguien más, aunque no creo que el vinculo sea tan fuerte, ya que en realidad las Kuga no son lobos, son humanos por mucho que compartan sangre con nosotros. – termino de explicar Alana con seriedad, por eso estaba ella ahí, los Kuga no habían documentado nada de sus experiencias y ahora ella había sido enviada para saber cómo funcionaba todo con ellas.

- ¿Por qué se han así? – cuestiono Shizuru un poco confundida mientras pensaba en todo lo que Alana les había dicho acerca de la marca.

- no se los tomen en cuenta, el rechazar la marca, es como rechazarlas a ellas, rechazar su amor, están un poco inseguras, no tardaran en volver con ustedes una vez que se tranquilicen. – explicaba con paciencia, en cierto modo entendía a Haruka y Natsuki, las chicas de las que se habían imprimado estaban inseguras por toda la información brindada y no sabían cómo proceder.

- gracias por ayudarnos a entender un poco mas todo. – agradeció la aguamarina con una sonrisa a la loba, definitivamente tenían mucho que pensar.

- estaré por aquí un tiempo así que… si necesitan algo mas no duden en consultármelo. – de alguna manera iba a tratar de involucrarse un poco en el día a día de las chicas para saber más.

- chicas, es hora de… - la rubia había salido para informar a Michiru y Shizuru que la cena estaba lista, pero al ver a Alana despierta dejo a medias la oración. – Alana, estas despierta ¿quieres comer algo? El veterinario dejo una dieta para ti. – la loba tenía que recuperar energía para que pudiera volver al bosque, aunque ahora le parecía mejor el tenerla en casa y así poder protegerla.

- te agradecería algo de comer Haruka. – respondió con honestidad, pues la verdad después de que la habían atacado, casi de madrugada no había comido nada desde la cena del día anterior.

- genial, le diere a alguien que te traiga algo ahora mismo. – informo la rubia, contenta de que la loba aceptara la comida. – volveremos contigo una vez que terminemos de cenar ¿de acuerdo? Tenemos que hablar. – le preocupaba que la loba saliera corriendo nada mas cenar por lo que se aseguro de que entendiera que tenía que estar ahí un poco más.

- aquí estaré. – no tenía intención de moverse, además de que siendo sincera no podía, el bastardo que la había herido en verdad se había ensañado con ella, había sido una suerte encontrarse con las Kuga.

Haruka les pidió una disculpa a Shizuru y a Michiru y les informo que venia por ellas para cenar, le dijo a Michiru que Hotaru había despertado pero ella había estado con su hija ese tiempo, la aguamarina se había sentido un poco mal por no compartir ese tiempo con ellas, pero entendía que Haruka necesitaba tiempo a solas también, además de que la conversación con Alana había sido educativa; pasaron al comedor y se dispusieron a degustar la maravillosa comida que había preparado Mai, la rubia había pedido le prepararan algo de la dieta que el veterinario había mando a la loba para que también cenara, en menos de lo que esperaba Alana también estaba degustando su cena.

Después de una agradable cena, donde no faltaron las bromas y conversaciones amenas, tanto Haruka como Natsuki decidieron decirles a todos sobre su pequeño cambio para evitar malos entendidos y sobre todo golpes no deseados; las bromas por parte de Nao y Midori no se hicieron esperar, pero Saeko había llamado al orden y se habían tenido que callar; la rubia pidió a todos que la acompañaran a fuera, tenían que hablar con Alana y saber que era lo que había pasado.

- una vez estuvieron afuera la rubia vio que la loba ya había terminado de cenar y sin esperar mas cuestiono. - ¿Qué fue lo que te paso Alana? – primero tenían que saber si la loba había sido atacada por alguien del negaverso.

- había estado cerca de la casa donde estaban ustedes por si me necesitaban, por la madrugada, escuche ruidos en el perímetro y me acerque, ahí lo vi. – explicaba la loba lo sucedido. – era un hombre con la piel blanca, castaño, casi peli-rojo y con ojos azules, parecía que buscaba la forma de entrar sin accionar nada ninguna de las trampas en el perímetro, pero no lo lograba, sus sonidos de frustración me llevaron hasta ahí, al verme, se sorprendió y dijo "Ahora entiendo" fue cuando me ataco, no podía defenderme así que hui. – termino de relatar la loba con un poco de frustración, pues lo único que había podido hacer había sido huir.

- Nephrite. – susurro la rubia reconociendo al hombre con la descripción que les había dado Alana, pero ¿Cómo había dado Nephrite con ellas, nadie sabia de su ubicación ¿Cómo la había conseguido?

- Si, por la descripción que da Alana no hay duda de que es el. – reafirmo Michiru lo dicho por su novia.

- ¿y qué demonios hacia Nephrite en esa casa? – cuestiono Kain con molestia, al final iban a tener a alguien que les estaba pasando información desde adentro, no había sido una casualidad que uno de los generales del negaverso supiera donde estaban sus hijas.

- creo que yo puedo darle la respuesta a eso Kain-san – hablo Yukino saliendo al jardín en el momento justo; desde que Haruka y habían vuelto, ella hizo lo que Kain le había pedido, enviar a sus espejos hacia la casa Kaioh.

- Yukino. – hablo Kain y se acerco a la pequeña castaña. - ¿hiciste lo que te pedí? – cuestiono pues si era lo que estaba pensando nada bueno podría salir de eso.

- hai. – fue lo único que respondió, pues no sabía que tanto podía decir enfrente de todos.

- ¿Qué es lo que esta pasando padre? – cuestiono Haruka con el ceño fruncido por la conversación que había tenido su padre con Yukino, pues no estaba entendiendo de que iba la cosa.

- cuando tú y Natsuki se fueron, para… - comenzó a explicar el rubio. – atender su problema, le pedí a Yukino que hiciera una cosa en el momento que ustedes estuvieran de vuelta. – termino de explicar con seriedad en la voz.

- ¿Qué fue lo que le pediste padre? – esta vez fue Natsuki la que cuestiono pues su hermana se veía cada vez mas molesta por lo que había hecho su padre.

- le pedí que enviara a sus espejos a la casa Kaioh. – respondió con seriedad y cruzando sus brazos, pues, aunque su hija iba a convertirse en la sucesora de la Kuga aún no lo era.

- ¿Qué? – dijeron Natsuki y Haruka al mismo tiempo, pues no podían creer que su padre hiciera eso.

- ¿a mi casa? – cuestiono Michiru con incredulidad pues no podía creer que le estuvieran haciendo eso ¿Por qué estaban dudando de ellos?

- ¿Por qué? – cuestiono Darien con molestia por lo que había hecho Kain, pues para él, el rubio no tenía ningún derecho de espiar a sus padres.

- porque considero que algo nos están ocultando. – comenzó con su explicación Kain. – y si mi instinto no me falla ellos nos han estado traicionando desde hace tiempo. – termino de explicar dejando a todos mas que tensos por su declaración y otros un tanto molestos por lo que insinuaba.

Continuara...