Capítulo 42.

La vida era buena, una vida que ni Haruka ni Michiru esperaban, las hojas de su destino estaban en blanco a partir de ahora y ellas estaban más que listas para comenzar a llenarlas con hermosas historias y maravillosos momentos.

Continuara...

- Hotaru te ama mas a ti que a mí. – hablo Michiru haciendo un puchero mientras veía como Haruka tomaba a su hija en brazos y esta dejaba de llorar.

- jajajajaja claro que no amor, lo que pasa es que yo he convivido mas con ella. – aclaro la rubia sonriendo, viendo a su prometida.

- me gustaría que fijáramos la fecha para la boda. – soltó Michiru, ya no quería aplazarlo más, quería despertar todos los días al lado de su viento, verla cargar a su hija y que juntas le cambiaran los pañales, la bañaran justo como ahora.

- podemos pensarlo ahora y darles la noticia a mis padres y a tu hermano cuando vuelvan. – acepto la rubia, para que engañarse más, ella quería tener ya a Michiru como su esposa, vivir juntas, ver crecer a Hotaru y despertar todos los días al lado de su sirena.

- eso me agradaría mucho. – respondió con una sonrisa la aguamarina mientras tomaba a Hotaru de los brazos de Haruka para cambiarla.

Después de eso la pareja no dijo nada más, Michiru termino de cambiar a Hotaru para después bajar nuevamente a la sala donde estaban Shizuru y Natsuki viendo aun la sexta película de Harry Potter, tomaron asiento y se dispusieron a ver también la película.

- creo que tu hija tiene hambre. – hablo Michiru cuando su hija se metió uno de sus dedos a la boca.

- eso parece. – respondió la ojiverde mayor viendo a su hija. – ahora vuelvo. – dijo mientras se levantaba para ir a la cocina y preparar el biberón para su hija.

- gracias. – agradeció la aguamarina sonriendo por el gesto de tu prometida, Haruka nunca la dejaba sola en cuanto a Hotaru se trataba.

Haruka volvió con el biberón para su hija y se la dio a Michiru para que la alimentara; continuaron viendo la película y cuando esta termino pusieron la última película para terminar de una vez con esa saga por si en la noche decidían hacer otro maratón ya no tener que ver esas películas, cuando menos eso pensaban Haruka y Natsuki, porque lo que eran Shizuru y Michiru las verían otra vez.

Después de que terminaron, Natsuki y Shizuru harían un picnic tardío en el bosque que rodeaba la propiedad, necesitaban un poco de tiempo a solas para hablar acerca de sus miedos en el caso de Natsuki y en el caso de la castaña sentía que quería, no más necesitaba decirle a su oji-verde que estaba más que lista para dar el siguiente paso y pasar al siguiente nivel en su relación, por otro lado Haruka y Michiru pensaron que el estar a solas les ayudaría a terminar de ultimar detalles para decirles a los padres de la rubia y al hermano de la aguamarina sobre su próximo matrimonio. Prepararon una canasta de picnic, aunque decir prepararon no incluía a Natsuki sino a Shizuru y a Michiru que se había ofrecido a ayudarle a preparar algo, Natsuki solo contribuyó con la manta para tener donde sentarse a dónde iban. Cuando tuvieron todo listo dejaron la casa despidiéndose de las chicas, por supuesto que Dhuran se había ido con ellas, él nunca dejaba sola la peli-azul.

- bueno, ahora que estamos solas y nuestra hija está tomando su siesta de la tarde ¿Quieres hablar sobre la boda? Es decir, sobre cuando decirles a nuestras familias ¿Quieres una fiesta para eso? La verdad no sé cómo funcionan las cosas aquí aún. – sabía que sería otra odisea esto de la boda con su sirena, sus padres y muy seguramente Darien querrán tirar la casa por la ventana y ella no estaba muy cómoda con toda esa etiqueta.

- no pareces muy convencida ¿Quieres hablar de eso? – Michiru no quería presionar a Haruka con nada y sentía que cuando hablaban de ese tema la rubia se ponía un poco tensa.

- no es eso, es solo que… han pasado muchas cosas Michiru, perdiste a tus padres, es algo que aun se ve en las noticias, no creo que hacer una fiesta o anunciar nuestro compromiso en estos momentos sea lo correcto, no sé cómo funcionan las cosas aquí, pero no creo que sea bien visto. – sabia de sobra que cualquier cosa que se hiciera fuera del protocolo que dictaba la sociedad estricta de Kioto recaería en ella y no quería toda esa atención.

- eso es algo que había pasado por mi mente antes, pero no pensé que fuera un gran inconveniente después de todo hemos pasado por mucho y el tiempo prudencial de duelo por la muerte de mis padres ya pasó. – si le preguntasen a ella se casaría mañana mismo, pero entendía las reservas de Haruka, aun había personas que no la consideraban apta.

- entonces ¿Cómo funciona? Digo se que nuestros padres lo acordaron cuando éramos niñas entonces ¿no tengo que pedirte que te cases conmigo? – ella y Michiru tenían una muy buena comunicación, pero después de decir esa pregunta sintió que no era con ella con quien debería de hablar de eso.

- bueno… ─ pero antes de que pudiera decir nada, la rubia la había interrumpido.

- ¿sabes? ¿Por qué no disfrutamos este tiempo que tenemos para nosotras? Para conocernos más, cuando mis padres regresen hablare con ellos y tu podrás hablar con tu hermano, después podemos juntarnos todos y tomar las decisiones que haya que tomar ¿Qué te parece? – eso sonaba mas como un plan, no quería decepcionar a sus padres y aún no habían hablado sobre la boda, así que tenia que hablar con ellos primero para que le dijeran si habia alguna tradición o pasos a seguir.

- eso suena a un buen plan y…ya no pudo continuar pues Haruka se habia puesto en pie y su mirada era muy seria.

- el viento esta muy agitado. – dijo la rubia y camino rápidamente hacia la puesta trasera de la propiedad, no le gustaba para nada la extraña sensación que le recorría el cuerpo.

Michiru habia seguido a Haruka y ambas se sorprendieron al ver que efectivamente el viento soplaba embravecido, nubes negras poblaban el cielo como presagiando que algo malo iba a pasar, antes de que cualquiera de las dos dijera algo, sintieron como todo se cimbro bajo ellas, sintiendo una presión extraña en sus cuerpos, como si la gravedad de la tierra de pronto fuera más alta, los cristales de los ventanales se rompieron y escucharon el llanto de su hija, con una sola mirada Haruka le pidió a Michiru que fuera por ella, fuera lo que fuera que estaba pasando no era nada bueno.

Todo lo que estaba pasando era muy extraño y ciertamente no habia una explicación para eso, nada tenia sentido, la negafuerza ya no estaba, no había más enemigos ¿entonces que era eso? ¿Qué demonios estaba pasando? Iba a seguir con sus pensamientos, pero el grito de su hermana la saco de los mismos.

- ¡nee-san! – grito la peli-azul estaba teniendo una alegre cita con su castaña y estaban hablando de cosas realmente importantes cuando el mundo comenzó a volverse loco.

- tengo a Hotaru. – hablo Michiru a espaldas de la rubia llegando a su lado.

- ¿Qué rayos esta pasando? – cuestionó la peli-azul llegando frente a su hermana agitada y a su lado su novia igual de agitada por haber venido corriendo.

- Haruka-san ¿sabemos a que se debe todo esto? – cuestionó la castaña volteando a ver a su alrededor donde los animales comenzaban a correr asustados.

- no tengo idea, ya no hay enemigos, se supone que todo debería de estar bien, tenemos que llamar a todos. – era una lastima tener que terminar con las vacaciones de todos, pero no habia otra salida, además no creía que esto fuera algo que solo estuviera pasando ahí, pensó mientras acariciaba a Horus.

- no creo que haga falta eso. – señaló la castaña al interior de la casa donde poco a poco todos iban apareciendo ahí.

- ¿pero que demonios…? – soltó Natsuki viendo que su casa se llenaba con sus amigos de un momento a otro.

- será mejor que cuides ese lenguaje señorita. – reclamo Saeko molesta viendo a su hija menor. – ahora, alguien seria tan amable de decirme ¿Qué demonios esta pasando aquí? Y ¿Por qué han interrumpido mis vacaciones? – Kami ya habia pasado por dos guerras ¿era necesario pasar por otra?

- no lo sabemos mamá, simplemente el mundo comenzó a… a actuar así. – respondió la rubia, justo en ese momento si era sincera consigo misma, tenia miedo, no quería otra guerra, no quería otro enfrentamiento, no quería perder a nadie.

- oigan, será mejor que vengan a ver esto. – Nao no quería escuchar como la matriarca de los Kuga regañaba a las cachorras por al aparecer descomponer al mundo, así que decidió ver televisión, lo que no espero encontrar, era eso.

Todos se acercaron a la sala, algunos tomaron asiento en los sofás dispuestos y otros simplemente permanecieron de pie, en la televisión estaban el noticiero y como Haruka lo habia pensado, lo que estaba pasando ahí no era un evento aislado, estaba pasando por todo el mundo, en algunas ciudades se lograba ver como si el cielo se estuviera quebrando, el mar estaba agitado, habia tsunamis en algunas partes del mundo, huracanes y tornados en otros, terremotos, avalanchas, era como si el mundo se estuviera acabando.

- ¿Quién puede hacer algo así? – cuestionó Rei con cierto temor en la voz y no era para menos, todo lo que pasaba era una locura, era una escala mundial y no sabia si estaban listos para algo así.

- ¿Dónde esta Setsuna? – cuestionó Haruka viendo a su alrededor y no viendo a la peliverde por ningún lado y preocupándose en el acto.

- aquí estoy. – respondió la oji-granate apareciendo de la nada, todo estaba mal, muy mal y sabia que era su culpa y ahora tenía que arreglarlo.

- Setsuna-san, tu sabes que es lo que esta pasando ¿no es así? – cuestionó la princesa de manera seria viendo a su sailor.

- ¿Setsuna? – llamo Haruka, al ver que su amiga no respondía a la pregunta de la princesa.

- si, si lo sé. – una vez que comenzara a hablar, ni Haruka, ni Michiru, ni mucho menos sus familias la perdonarían.

- Setsuna ¿nos puedes dar esa información? – cuestionó Ami solo despegando su vista de su laptop para preguntar eso y volver a lo que estaba haciendo.

- nuestra realidad esta colapsando. – soltó sin más, Ami dejo de teclear y volvió a ver a la peliverde sin poder creer sus palabras.

- el mundo se esta acabando, bien eso no es algo nuevo para nosotros, así que… ¿Cómo lo arreglamos? ¿Qué es lo que esta causando que la realidad colapse? – cuestionó Midori, quien por fin estaba con su amada Youko y la habían interrumpido.

- hay una anomalía, eso es lo que esta causando que todo esto este pasando. – estaba dando la información poco a poco para que todos pudieran asimilarla cuando dijera que era lo que era esa anomalía.

- bien, eso suena sencillo ¿Dónde está? Dinos donde esta para que podamos ir hacia allá y no se… derrotarlo, cerrarlo o lo que sea que se necesite. – si estaba desesperada, Nao no era precisamente una mujer paciente.

- la anomalía esta aquí, no es necesario ir a buscarla. – bien, estaba cerca del final, ya casi, ya casi terminaba.

- eso es aún mejor Setsuna ¿hacia a donde tenemos que ir? – cuestionó Natsuki con una sonrisa pensando que sería muy fácil solucionar lo que estaba pasando con la realidad.

- ahí. – fue lo único que dijo mientras señalaba hacia los brazos de Michiru donde Hotaru descansaba tranquilamente.

- mucho cuidado con lo que haces. – amenazó la rubia colocándose frente a su prometida y su hija. – estas señalando hacia mi prometida y mi hija. – no iba a permitir que nadie atentara contra su familia, al fin tenia una y nadie se la iba a quitar.

- Haruka-san, tú sabes muy bien de donde ha aparecido Hotaru. – sabia que eso iba a pasar, sus amigas no iban a dejarla ir tan fácilmente.

- si, la trajiste de otro tiempo porque no tenia a nadie, tu lo dijiste, sus padres en ese tiempo habían muerto, ella iba a morir y por eso la trajiste aquí. – ella lo habia dicho, no tenia familia, por eso habia aceptado quedársela, ahora que la amaba ¿Qué? ¿se la iba a llevar?

- la traje de otra realidad. – ya no tenia caso mentir, Serena lo sabia y ella lo habia aceptado, pero imaginaba que la princesa jamás pensó que eso iba a pasar.

- me mentiste. – susurró la rubia bajando la mirada, su amiga le habia mentido ¿en que mas lo habia hecho?

- ¿eso que tiene que ver con lo que esta pasando? – cuestionó Michiru sujetando mas fuerte a su hija en sus brazos.

- la decisión Kain-san de no seguir con su destino, el nacimiento de Natsuki y con ella, el nacimiento de las HiMEs, tu secuestro y el resto de situaciones que han sucedido sin estar destinadas… todo eso fue creando una onda de energía en nuestra realidad que termino por liberarse en el momento en el que todos convergimos aquí, esa onda se esparció por todos los universos causando cambios en todos ellos, Hotaru tiene que volver a su realidad, no puede quedarse aquí, de hacerlo, la realidad colapsaría. – soltó de una, no tenía caso que estuviera con sutilezas después de todo tenía que llevarse a Hotaru, la niña no se podía quedar ahí.

- Setsuna-san ¿No hay otra forma de solucionar esto? – cuestionó Ami, no quería separar a la familia, Haruka y Michiru realmente amaban a Hotaru, si bien no es su hija biológica, es como si lo fuera.

- me temo que no, Hotaru no pertenece aquí, ella tiene que volver a su realidad o corremos el riesgo de destruir todas las realidades por esto. – no sabía que esto iba a pasar, esa realidad en verdad estaba perdida, pero con la aparición de las HiMEs, el sacrificio de Malachite, bueno todo eso reactivo todo.

- ¿Por qué la trajiste aquí entonces? Si todo esto iba a pasar, si sabías que solo nos romperías el corazón ¿Por qué? ¿Por qué no la dejaste en su mundo? – ya no podía creer en lo que Setsuna les decía, no después de que le había mentido en la cara.

- cuando la traje aquí… su mundo realmente estaba colapsando Haruka, hubiera muerto, jamás pensé que todo lo que había cambiado aquí afectaría a las otras realidades, de haberlo sabido jamás la hubiera traído aquí, se que es duro y que no quieres dejarla ir, pero es lo correcto, ella no es tu hija, es hija de otra Haruka y de otra Michiru que muy seguramente deben de estar desesperadas buscándola ahora mismo. – había sido muy ingenua al no pensar más haya, su padre había tenido razón al decirle que su tiempo con los humanos la había ablandado y no solo eso, sino que la hizo más visceral.

- que fácil es para ti venir aquí y decirle eso a mi hermana y a su prometida, tu no pierdes nada, pero ellas pierden a una hija, si, ya escuché tu discurso de que no es su hija, pero el tiempo que a estado aquí lo ha sido, tu misma se los dijiste y ahora vienes y les dices que la entreguen, así, tan fácil, como si no significará nada. – que bueno que ella no había nacido sailor, porque estaba segura de que ya la hubieran despedido o desterrado o lo que fuera que hicieran con los que no siguen sus estúpidas reglas.

- yo no… se que no es fácil y no pretendo que… ains. – suspiró, sabía que sería difícil, pero no había vuelta atrás en esto. – miren, es mi culpa, lo sé y pueden enojarse conmigo todo lo que quieran, pero entre más tiempo Hotaru pase aquí, más estragos está causando en todas partes, se que no es fácil y no debí decir que no es su hija, se que lo es y por eso es tan difícil decirle adiós, pero es necesario si queremos salvar la existencia. – tendría suerte si sale de ahí ilesa, Natsuki tenía muchas ganas de golpearla y se notaba por la forma en la que la miraba y que decir Nao o de las otras HiMEs.

- ¿nos permites que nos despidamos? – no iba replicar como Haruka o como Natsuki, sabía lo que tenía que hacer y aunque no le gustará, Setsuna tenía razón. Amaba a Hotaru, pero precisamente por su bien es que debía dejarla ir.

- pero Michiru… - ¿Qué le iba a decir? ¿Qué no la podían entregar? Sabia que no habia alternativa, por mucho que no quisiera creerle a Setsuna, sabia que no le quitaría a su hija si hubiera otra salida.

- Michiru yo… - quería hacerle saber a su amiga que si hubiera otra solución no dudaría en implementarla, pero la aguamarina no le habia dejado continuar.

- no digas nada, no hace falta. – respondió interrumpiendo a su amiga, no quería hacerlo mas difícil. – amo a Hotaru, pero se que esto es necesario, por suerte es muy pequeña, esto será como un sueño para ella. – mentiría si dijera que no le dolía, pero se tenía que hacer, debía entregarla.

- no nos va a recordar ¿verdad? – tenia que ser fuerte como Michiru, no podía mostrar otra cara ahora que su prometida estaba comportándose a la altura.

- la regresare justo en el momento en el que la tome, será como si nunca hubiera salido de su tierra. – era lo mejor, sus amigos olvidarían a la niña y ella a ellos, así no sufrirían por esto.

- no tiene caso una despedida entonces, toma la. – dijo despegando a Hotaru de sus brazos y ofreciéndose la a Setsuna para que la tomara.

- Setsuna tomo a la niña y le sonrió, por suerte Hotaru estaba también a costumbra a ella. – lamento mucho tener que causarles este dolor…

- será mejor te marches, no queremos que esa aberración continue creciendo y siga causando mas daño. – no quería tener que despedirse de su hija, le dolía, pero tenía que hacerlo.

- en ese caso. – dijo y se alejo de todos, cuando se dieran cuenta de lo que estaba ocurriendo ya no podrían detenerla. – me despido.

Todos a sintieron, no habia palabras que decir, se sentían impotentes ante lo que estaba pasando, una familia se estaba destruyendo para salvar al mundo, de nuevo, al parecer esa era la historia de su vida, sacrificarse, sacrificar a sus amigos, a su familia, para salvar al mundo ¿así seria siempre? ¿Qué futuro les esperaba? Habían librado a la muerte en dos ocasiones si hablamos de las HiMEs y si hablábamos de las sailors, buenos ellas habían muerto y resucitado tantas veces, ganado y perdido otras tantas que no sabían cuando realmente habían podido ser felices sin esperar que algo malo fuera a ocurrir o que un nuevo enemigo fuera a parecer.

Haruka se habia acercado a Michiru y habia pasado una de sus manos por la cintura de su prometida para atraerla más hacia ella, podía sentir el dolor que Michiru sentía porque era el mismo que ella estaba sintiendo, sabia que era algo que les iba a costar superar, pero lo harían, de una u otra manera lo harían, pero tomaría tiempo; de pronto, algo de lo que dijo Setsuna apareció en su mente "la regresare justo en el momento en el que la tome, será como si nunca hubiera salido de su tierra" si la iba a regresar justo en ese momento, eso quería decir… quería decir que ellos… que ellos jamás la tuvieron, la historia también cambiaria para ellos.

- ¡espera! – gritó para tratar de detener a la peliverde, pero era demasiado tarde, ella ya se habia ido y se habia llevado a su hija con ella.

- ¿Qué ocurre Haruka? – cuestionó Michiru quien era la que estaba mas cerca de la rubia.

- vamos a olvidar a Hotaru. – dijo sin rodeos, no tenía caso enmascararlo, después de todo cuando Setsuna dejara a Hotaru, todos lo olvidarían.

- ¿Qué? No ¿Por qué? No quiero olvidarla, me duele su partida, pero aun así no quiero olvidarla. – dijo comenzando a llorar, Hotaru habia sido su hija por un tiempo, pero la amaba y no quería olvidarla pese a todo.

- Setsuna dijo… ella dijo que la regresaría justo en el momento en el que la tomo, eso quiere decir que aquí también cambiaran las cosas, será como si Hotaru nunca hubiera estado con nosotros en primer lugar. – explico la rubia, como no se dio cuenta antes de lo que estaba pasando, de las palabras de Setsuna.

- tiene sentido para mí. – hablo Midori, eso de viajes en el tiempo y la destrucción del mundo cada otro tanto le iba a pasar factura, pero entendía porque Setsuna estaba haciendo eso.

- ¿Qué? ¿en que bizarro mundo esta bien que me olvide de mi hija? – cuestionó la rubia con molestia hacia la sensei, respetaba a Midori y hasta le caía bien, pero no iba a permitir que dijera que borrar la existencia de su hija, estaba bien.

- no es su hija y si ustedes… si nosotros conserváramos esos recuerdos, siempre habría algo que no iba a encajar del todo, siempre habría algo que nos iba a hacer falta, Hotaru seria parte de nuestras vidas y… - explicaba Midori, pero ya no pudo continuar porque Haruka la habia interrumpido.

- y siempre existiría una aberración que terminaría afectado todas las realidades. – termino la rubia por la sensei, Midori no lo habia dicho para ofenderlas, lo habia dicho porque ella ya habia pensado en las acciones de Setsuna.

- Setsuna no lo hizo porque quisiera lastimarlas, lo hizo pensando en lo mejor para nosotros, en lo mejor para el mundo, aun sabiendo que se iba a aganar el desprecio de todos nosotros por separarlas de su hija. – termino de explicar su punto Midori, no le gustaba, pero ella era la mayor y como tal debía comportarse.

- Midori tiene razón, no es culpa de Setsuna al final de cuentas, ella lo hizo pensando que, hacia lo correcto, fueron mis decisiones lo que termino alterando esta realidad y al final todas las demás. – hablo Kain, ahora era el quien se sentía culpable por lo que estaba pasando.

- ¿Cuánto tiempo creen que demore en cambiar todo? – cuestiono Yukino, era fascinante ese nuevo mundo que habían descubierto por Natsuki, viajes en el tiempo, reencarnaciones, pese a ser una HiME, era increíble todo eso.

- hay una cosa que no están considerando en todo esto. – soltó Natsuki, entendía lo que estaba haciendo Setsuna, pero aun quedaba una interrogante en su cabeza.

- ¿el que Natsuki? – cuestionó Haruka con seriedad, su hermana rara vez se ponía seria, lo que significaba que lo que diría no era algo bueno.

- tu hablaste con Michiru debido a Hotaru, tu aun no tomabas una decisión con respecto a ella, pero cuando Setsuna apareció con ella en brazos y supimos de donde la trabajo y ella dijo que Michiru no estaba bien, tu decidiste hablar con ella y ver como estaba para decirle lo de Hotaru, si Hotaru nunca estuvo aquí ¿que pasara con eso? – tenia miedo de decir que sin la pequeña su hermana no estaría con Michiru ahora mismo o tal vez, pero pasando por otras situaciones quizá.

- Setsuna lo arreglara, no hay nada que nosotros podamos hacer ahora, es verdad que tome una decisión por mi hija, pero yo amo a Michiru, yo deseaba hablar con ella, solo me hacía falta un empujón y digamos que fue Hotaru, aun sin ella yo tenia que ir a la reunión y tenia que ver a Michiru, hablaríamos tarde o temprano. – ¿nervios? O si claro que sí, Natsuki tenía razón, Hotaru habia sido un desencadenante, pero en verdad esperaba que Setsuna pudiera hacer algo.

- dejando esta situación un poco de lado. – hablo Darien por primera vez. – ¿Qué haces aquí Michiru? – su hermana se notaba muy familiar como para haber sido teletransportada de la nada.

- nii-san por si lo notaste, todos fuimos teletransportados aquí de donde estábamos. – ¡rayos! ¿Cómo lo sabía? No habia forma de que los supiera o ¿sí?

- lo sé, fue inesperado y no nos dio tiempo de nada, pero tu ya tenías a Hotaru en tus brazos ¿Cómo paso eso? – sabia que no era buena idea haberla dejado sola, Michiru creció lejos de todas esas normas y era normal que las desafiara, pero tenía que poner orden.

- bueno yo… es decir… todo… – no habia manera de escapar de su hermano, lo habia descubierto ¿qué caso tenia mentir? No tenía ninguna excusa creíble ahora mismo, así que…

- ¿y bien? – lo sabía, se habia ido de casa y se habia venido meter a la villa Kuga tan pronto como el se fue, tenía que haberlo sabido.

- ella ha estado aquí prácticamente desde que tu te fuiste. – respondió la rubia ¿Qué caso tenia mentir? Venia una onda de energía que cambiaria todos sus recuerdos, así que estaba bien siendo sincera.

- ¡¿y lo dices así?! – cuestionó Darien ya molesto y levantando la voz.

- si, todos vamos a olvidar esto tan pronto la onda de energía nos alcance, incluso no sabemos a donde nos llevara eso, si bien Hotaru no influyo en la derrota del negaverso, ni en nada más, es el motivo por el que estamos aquí, así que cuando el tiempo se solidifique, bueno digamos que ustedes no estarán aquí. – aunque si lo pensaba bien, era uno de los motivos sino es que el único por el que Michiru habia ido a su casa ¡demonios! Pensó.

- lo anotare. – resolvió el pelinegro. – anotare esto y cuando todo cambie, regresare y me llevare a Michiru conmigo es inaceptable que estén las dos solas aquí. – ya se imaginaba el escándalo, con la muerte de sus padres y la destrucción de la mansión habia sido suficiente.

- se borrará, es mejor que lo dejes, como dije estamos aquí por Hotaru, de lo contrario seguirías en tu viaje, por ende, todo lo que hagas o digas aquí se borrará porque la razón de esto no existirá. – era una fortuna que le gustara hablar con Setsuna y que la peliverde fuera tan abierta con ella como para contarle la mecánica de los viajes en el tiempo y las alteraciones, aunque ya podría haberle dicho que existían otras realizades.

Antes de que Darien dijera algo más, un estruendo enorme se escuchó por todos lados, algo se avecinaba, no sabían que era, pero sabían que estaba cerca, todos corrieron hacia la puerta trasera y pudieron ver como una gran cantidad de energía se acercaba a ellos mientras arrasaba con todo a su paso, solo podías ver como esa energía lo engullía todo, no se veía nada más… no habia a donde correr a donde huir… el resplandor los alcanzo y solo pudieron ver un blanco puro y después nada.

Continuará…