Capítulo 43.

Antes de que Darien dijera algo más, un estruendo enorme se escuchó por todos lados, algo se avecinaba, no sabían que era, pero sabían que estaba cerca, todos corrieron hacia la puerta trasera y pudieron ver como una gran cantidad de energía se acercaba a ellos mientras arrasaba con todo a su paso, solo podías ver como esa energía lo engullía todo, no se veía nada más… no habia a donde correr a donde huir… el resplandor los alcanzo y solo pudieron ver un blanco puro y después nada.

Continuará…

- las chicas no deben de tardar en llegar Natsuki. – hablo la rubia saliendo de su cuarto con unos jeans y una camisa de cuadros rojos y negros.

- ya estoy lista nee-san. – respondió la peli azul saliendo de su cuarto también en jeans, pero ella llevaba una playera negra con un pikachu haciendo la señal de paz. – es genial que nuestros padres hayan tenido que salir y que ellas hayan logrado escaparse para venir aquí. – explicaba la Kuga menor con una sonrisa.

- dímelo a mí, estas dos semanas han sido bastante ajetreadas, entre el viaje de Michiru con su hermano y Serena, el viaje de nuestros padres y tener que hacernos cargo de la empresa, ha sido de locos. – hablaba la rubia mientras bajaban las escaleras.

- Shizuru a tenido que estar mas presente en la empresa, su padre quiere dejársela a final de año e insiste en que debe de tener mas participación. – también se quejaba la peliazul siguiendo a su hermana.

- hablando de eso ¿ya has pensado en una fecha? – cuestionó, sus padres y ellas habían ido a cenar a casa de los Fujino hacia unos días y habían tratado el tema de la boda, pero las chicas no habían puesto fecha.

- Shizuru insiste en que termine la universidad antes, pero falta como un año para eso, no quisiera esperar tanto ¿Qué hay de ti? – respondió la ojiverde menor, no quería esperar para estar casada con su castaña, pero sabia lo que sus padres y su hermana pensaban al respecto de eso.

- sabes que en esto apoyamos a Shizuru ¿verdad? – respondió con una sonrisa la rubia. – es mejor que termines tus estudios Natsuki, así cuando por fin des el sí, no tendrás deberes de escuela que atender, tendrás deberes en la empresa, pero sabes que esos se quedaran ahí y no tendrás que llevarlos a casa. – explico la rubia su punto. – y sobre tu pregunta, me gustaría conocer a Michiru un poco más, tu conoces muy bien a Shizuru, pero lo de Michiru y yo ha sido muy apresurado con las batallas, el destino y todo eso, así que creo que lo mejor es tener un compromiso largo, un año estará bien. – si bien si quería contraer nupcias con la aguamarina, no quería apresurar las cosas, ya bastante avanzados estaban en su relación como para todavía apresurarla aún más.

- ¿y ella que opina? – cuestiono Natsuki tomando asiento en uno de los sofás de la sala. - ¿han hablado sobre eso? – entendía lo que su hermana quería, ella tenia mas de tres años conociendo a Shizuru y aun habia cosas que la sorprendían, no quería saber como era para su hermana.

- si, hablamos de eso hace poco, entendió mis razones y las acepto, pero no sé, no la note muy segura pese a que me dijo que todo estaba bien, supongo que ella no quiere esperar, pero el hacerlo tan pronto no se siente bien, espero tener hoy una oportunidad de hablar sobre eso. – dijo la rubia, no le gustaba que Michiru no le dijera como se sentía realmente, no podían ocultarse las cosas a estas alturas del partido.

- bueno… yo creo que… - pero ya no pudo continuar el sonido del timbre de la puerta principal la habia interrumpido. – supongo deben de ser ellas. – dijo mientras se levantaba para caminar hacia la puerta.

- si, deben de ser. – apoyo la rubia siguiendo a su hermana.

- ¿Recuérdame por que no hay nadie que habrá la puerta? – cuestionó la peliazul mientras caminaba.

- les dimos la tarde libre, además no te vas a morir por un día que abras la puerta y todos estarán aquí para las seis, antes de que nuestros padres lleguen. – explico Haruka mientras llegaban a la puerta y tomaba la perilla para abrirla.

- ¡hola! – dijeron las dos chicas en la entrada cuando la puerta se abrió.

- hola Shiz. – saludo la ojiverde menor con una sonrisa mientras le extendía la mano a su prometida para que la tomara y le daba un beso.

- hola mi sirena. – saludo también la rubia mientras dejaba que su prometida entrara en la casa y la abrazaba para darle un beso.

- ¿están listas? – cuestionó la peliazul una vez que estuvieron dentro.

- si. – respondieron Michiru y Shizuru respectivamente.

- en ese caso vamos. – dijo la rubia mientras guiaba a las chicas hacia la salida trasera y ella y Natsuki tomaban dos canastas de picnic.

Salieron de la casa y saludaron a Dhûran y Horus que ya estaban afuera ansiosos por ir a pasear, aunque fuera dentro de la misma villa; las chicas habían planeado un día de campo con sus prometidas por esas dos semanas que habían estado sin verse a causa de todas las ocupaciones que las cuatro tenían respectivamente, si bien Natsuki habia visto a Shizuru en la cena con sus padres, esta habia sido bastante formal y en ningún momento habían estado a solas.

Llegaron a un claro en la villa donde habia muchos arboles alrededor, la sombra era muy buena y se veía fantástico para su picnic, así que no lo dudaron y dejaron las canastas para comenzar a sacar su contenido; lo primero que desempacaron fueron las mantas para que Michiru y Shizuru pudieran sentarse, para después comenzar con la deliciosa comida que Mariel les habia preparado para esa ocasión.

- ¿entonces Darien lo hizo? – cuestionó la rubia para romper el silencio que se habia instaurado entre ellas.

- sí lo hizo, reafirmó su compromiso con Serena y… ¡ambos pusieron fecha para la boda! – respondió con alegría la ojiazul, aunque se alegraba por su hermano, no podía decir lo mismo de ella.

- ¡wow! ¡eso es fantástico! entonces ¿Cuándo será el gran día? – cuestionó nuevamente la rubia, a quien no le pasó desapercibido el cambio en Michiru.

- dentro de seis meses, en septiembre veintisiete, Serena y mi hermano están muy emocionados, ya están viendo todo lo referente a la boda, seis meses se pasan volando. – cuando su hermano comenzara una vida con Serena, ya como un matrimonio, ella tendría que irse de la casa, no le gustaría estar ahí durante el periodo de Luna de miel.

- ¡ara! Eso suena estupendo Michiru, deseo que tu hermano y Serena sean tan felices como lo son ahora y espero que todos los preparativos resulten bien. – dijo Shizuru con una sonrisa, si no mal recordaba Serena tenia la misma edad que su Natsuki, por lo que ella seguiría en la universidad estando casada.

- muchas gracias por tus deseos Shizuru, se los trasmitiré a mi hermano cuando regrese a casa, Serena ya esta en casa de sus padres y se quedara haya hasta la boda, solo vera a mi hermano ciertos días y para los preparativos. – explicaba con alegría, estaba contenta por ellos, claro que lo estaba, pero no podía evitar sentirse triste cuando su prometida quería esperar para casarse.

- eso quiere decir que Serena se va a casar aun sin haber terminado la universidad ¿no es así? – cuestiono la peliazul, parecía que Darien y Serena no pensaban sobre eso o bien no le habían dado importancia.

- así es, Serena dijo que bien podía terminarla estando casada o simplemente ya no concluirla, pero sus padres no estuvieron de acuerdo, así que debe de terminar la universidad con buenas notas aun estando casada con mi hermano. – respondió con una sonrisa, entendía a Natsuki, ella se veía también ansiosa por una boda.

- Shizuru… - comenzó la ojiverde menor pero antes de que siquiera pudiera decir otra palabra su castaña ya la habia interrumpido.

- vamos a caminar Natsuki. – dijo extendiendo su mano a su prometida para que la tomara y así poder alejarse un poco de ahí y hablar.

Natsuki no respondió nada, solo asintió y tomo la mano ofrecida y se dispuso a caminar con su castaña alejándose de su hermana y su cuñada, que suponía también iban a provechar el tiempo para hablar de sus problemas, vaya lio el que se estaba armando por las bodas, mientras ella quería hacerlo ya, Shizuru quería esperar por otro lado, mientras su hermana quería esperar, Michiru moría justo como ella por hacerlo de una vez, que situación tan mas hilarante estaban teniendo justo ahora.

- sirena yo… - comenzó la rubia, pero su prometida no la dejo continuar, si quería hablar sobre la boda, pero también quería darle algo a Michiru.

- ¿sabes? El ver a mi hermano y a Serena poner una fecha para la boda, hablar sobre flores y todas esas cosas… tu aun quieres esperar ¿cierto? – se conocían en mas de un sentido, en mas de una vida y pareciera que Haruka aun dudaba.

- Michiru, sé que el compromiso ya afianzado de Darien y Serena solo te ha hecho desear mas nuestro matrimonio, pero por favor, quiero que comprendas mis motivos, no hemos disfrutado de una relación sana, no hemos tenido citas, salido al cine, a comer, que se yo, no hemos disfrutado nuestro noviazgo, nuestro compromiso, yo no me siento lista aun para embarcarme en un matrimonio, quiero afianzar las bases de nuestra relación primero. – explicaba la rubia con tranquilidad y ¿Por qué no? Con un deje de angustia porque su sirena se veía reacia.

- es que no lo termino de entender Haruka ¿Qué quieres afianzar? Nos hemos conocido en infinidad de vidas, no le veo el caso a esperar ¿Por qué tenemos que hacerlo? Nos conocemos desde hace tanto que no le veo el sentido a la espera. – cuestionaba la aguamarina ¿Qué más tenían que conocerse? ¿Qué no lo hacían ya? ¿Por qué Haruka estaba poniendo tantas trabas?

- entonces tu quieres seguir ligada al destino de ser una sailor, no te importa que lo hayamos roto, tú quieres seguir esa cadena sin importarte las vidas que se sacrificaron antes para romperla, ya no somos reencarnaciones Michiru, somos personas normales ahora, ya no hay un destino que seguir y me niego a casarme contigo basados en las experiencias de nuestras pasadas, que por si no lo recuerdas, en cada una de ellas morimos después de un año de matrimonio, discúlpame si es algo que no quiero seguir repitiendo, discúlpame por querer algo mejor. – termino de hablar molesta la rubia mientras se ponía de pie, pero es que no podía creer que Michiru no entendiera lo que pasaba.

- Haruka yo… - ¿Qué le iba a decir? ¿Qué la estaba presionando por el pasado que tenían juntas? ¿El pasado en el que mueren? ¿el pasado en el que tienen que casarse a escondidas porque el enemigo no debe tomarlos con la guardia baja? Kami ¿en qué estaba pensando?

- no tienes que decir nada, pero no me casare basada en nuestras experiencias pasadas y mucho menos viviré basada en ellas, si ese es el camino que tu quieres seguir, creo que lo mejor es que… - iba a pedirle un tiempo, era lo más sano ahora, Michiru quería vivir en el pasado, pero ella no, ella quería avanzar, no quería ser la sombra de sus vidas pasadas, ella era Haruka Kuga, heredera de los Kuga, con maestrías y doctorados.

- ¡no! – la habia interrumpido antes de que le pidiera tiempo, antes de que dijera esas palabras porque no estaba bien, no quería estar lejos de Haruka. – por favor, no lo digas.

- sabes que es lo mejor, necesitas pensar en que es lo que quieres, yo te amo, a ti, no a tus vidas pasadas, no a la Michiru que era mi mano derecha en la guerra, sino a la Michiru que me dio una oportunidad en su laboratorio y me enseño que era lo que es el amor, te amo a ti y solo a ti, pero si tu solo quieres verme como la general del milenio de plata y no como lo que realmente soy, creo que es mejor tomarnos un tiempo. – mentiría si dijera que no le dolía, pero no podían seguir viviendo en la pasado, ya no, su vida como reencarnaciones habia acabado, ahora habia algo más, una nueva vida, un mundo de posibilidades.

- esta bien. – respondió resignada, no le quedaba de otra, Haruka tenia razón, ellas no eran sus vidas pasadas y quizá un tiempo lejos, le ayudaría a replantearse sus prioridades y la vida que quiere. - ¿Cuánto tiempo? ¿Cuánto tiempo estaremos… separadas? – le dolía, mucho, pero tenía que entender que era lo mejor, ella se lo habia buscado.

- tomemos nos nuestro tiempo Michiru, no pongamos un lapso en nuestra separación, solo piensa bien las cosas y yo hare lo mismo. – respondió la rubia, sabia que esto no acabaría con el amor que se tenían, pero tenían que alejarse.

- entonces ¿Qué pasara ahora? – ¿el darse un tiempo era como terminar? ¿estaban terminando entonces? ¡No quería terminar!

- te daré tiempo para que pienses, que es lo que sientes, que es lo que quieres, que te pasa y yo haré lo mismo, pero esto no cambia nada Michiru, yo te sigo amando y lo voy a hacer siempre, solo busco entenderte y que me entiendas, hasta entonces, sigues siendo mi prometida. – termino de explicar la rubia con tristeza, ella solo quería un tiempo para explorar su relación y al parecer no fue buena idea, pensó mientras apretaba la pequeña caja en el bolsillo de su pantalón.

Michiru no respondió nada y no dijo más, simplemente se puso de pie y se marchó, no tenia mas nada que hacer ahí y tenia mucho que pensar, la rubia no trato de detenerla sabiendo que era lo mejor, si la detenía podía darle un mensaje equivocado a la ojiazul y era lo que menos necesitaba en este momento, ambas tenían mucho que pensar.

Para cuando Natsuki y Shizuru volvieron de su caminata solo encontraron a la rubia ahí, sola y triste, no queriendo preguntar que era lo que habia pasado para no agobiar mas a su cuñada, Shizuru decidió que era mejor terminar el picnic y volver, así ella regresaría a su casa y Natsuki podría hablar con su hermana y averiguar que era lo que habia pasado; tomaron sus cosas y se dispusieron a marcharse, los cachorros estaban un poco renuentes pero al final las siguieron, si algo bueno salió de ese picnic, era que Shizuru habia podido convencer a Natsuki de esperar a que ella terminara la universidad para poder casarse, la peliazul habia entendido las razones de Shizuru para esperar y las habia aceptado, después de todo eran razones válidas, Shizuru tenia razón al decir que si no esperaban ella estaría tan ocupada con el trabajo en la empresa que casi no estaría en casa pues su padre la estaba presionando para hacer la sucesión y sabia que esos meses iban a hacer de locos y si sumamos el tiempo que le tomara Shizuru empaparse se todo, el tiempo que tenía Natsuki para terminar la universidad era lo ideal para que Shizuru pasara por eso en la empresa y cuando al fin pudieran casarse todo estaría consolidado y seria mas fácil.

Cuando llegaron a la mansión, la rubia solo se despidió escuetamente de su cuñada y se disculpo diciendo que le dolía la cabeza y que se recostaría en su habitación, la castaña con una sonrisa la despidió y le dio palabras de aliento, cuando la rubia desapareció por las escaleras la pareja se miró entre si entender que era lo que estaba pasando.

- me iré ahora Natsuki, es mejor que vayas a haber que fue lo que paso con tu hermana y Michiru, no creo que haya sido algo bueno o agradable por cómo estaba Haruka y sabre todo porque Michiru no estaba. – decía la castaña con preocupación, su cuñada lucia abatida, solo esperaba que no hubieran terminado, era una historia muy bonita la que tenían ambas como para perderla.

- tienes razón, es mejor que vaya a haber que fue lo que paso, lo lamento mucho Shiz. – no era precisamente, así como quería que su día terminara, pero las cosas nunca salen como se planean.

- no tienes que disculparte Natsuki, son cosas que pasan, además estoy preocupada por tu hermana, creo que deberías ir. – dijo la castaña dando un beso a su peliazul. – Llámame cuando termines de hablar con tu hermana ¿de acuerdo? – volvió a hablar y a besar a su prometida que solo atino a asentir.

Cuando Shizuru se fue, Natsuki dio media vuelta y se enfilo a las escaleras con el propósito de hablar con su hermana; antes de salir de la casa todo estaba bien, fue durante su caminata con Shizuru que debió de haber pasado algo y ya suponía que era lo que habia pasado; subió las escaleras y llegó a la habitación de su hermana, dio dos toques y le permitieron el paso.

- Natsuki entro y se sentó en la cama con su hermana antes de hablar. - ¿Qué paso? – así a simple vista podía ver que su hermana habia llorado, otra vez Michiru haciendo de las suyas.

- Michiru y yo nos dimos un tiempo. – respondió con un hilo de voz, dios como dolía ahora que lo decía en voz alta.

- ¿Qué? Pero ¿Por qué? ¿Qué paso? – cuestiono angustiada la peliazul, no quería que su hermana sufriera, pero al parecer a Michiru no le importaba mucho eso.

- no ha sido Michiru quien lo ha sugerido, he sido yo. – dijo la rubia adivinando los pensamientos de su hermana. – lo que paso fue… - Haruka le conto todo a su hermana, tenia que sacarlo y quería llorar ahora para que cuando les diera la noticia a sus padres estuviera tranquila.

Mientras eso pasaba en la villa Kuga, en la casa de los Kaiō las cosas no estaban también como se esperaba, Michiru habia llegado a casa y en la sala estaba su hermano, que nada más verla así en este estado no dudo en acercarse a ella y ver que era lo que habia pasado en esa salida que habia tenido con Shizuru.

- te lo contare todo, pero por favor, ahora no, solo dame tiempo de procesarlo y calmarme para poder decírtelo. – pidió la aguamarina con tranquilidad, que por cierto no tenia para nada, pues estaba perdiendo al amor de su vida.

- ains. – suspiro, no le gustaba ver a su hermana así, pero tampoco tenia caso interrogarla ahora, ella tenía razón era mejor que se calmara. – de acuerdo ve, descansa, hare que te lleven té a tu habitación, trata de dormir y hablamos mas tarde. – no quería llamar a Shizuru y preguntar que habia pasado, pero mentiría si dijera que no estaba ansioso por lo que le pasaba a su hermana.

Tanto Michiru como Haruka permanecieron en su habitación el resto del día, no quisieron ver a nadie o siquiera comer, tanto Darién como Natsuki estaban preocupados por sus respectivas hermanas, por suerte para nuestra peliazul sus padres no demorarían en llegar y podía hablar con ellos con respeto a lo que le pasaba o le había pasado a su hermana, aunque preferiría que fuera ella misma quien se los dijera, no quería quebrar una regla de hermanos o algo así.

La noche llego y con ella la hora de la cena, ni Haruka ni mucho menos Michiru tenía ganas de bajar, pero debían hacerlo, ambas tenían que dar explicaciones a sus respectivas familias de lo que estaba pasando y ambas sabían que no sería una conversación fácil, sobretodo con Darien, después de que perdieran a sus padres el tuvo que hacerse cargo de la empresa, de los negocios, de la casa, de todo y con todo eso se había vuelto más sobreprotector con su hermana, así que Michiru no lo tenía fácil, sabía que su hermano, no se lo haría fácil, el querría ir a casa de los Kuga y armar un escándalo y de solo pensarlo ya le dolía la cabeza.

Haruka habló con sus padres después de la cena, les contó lo que había pasado con Michiru, como habían llegado a ese punto y como se sentía, aún la amaba, pero hasta que la aguamarina no entendiera que la amaba a ella, no a la reencarnación, no a las vidas pasadas y mientras ella no pudiera ver eso, no podían volver, no sabiendo que posiblemente Michiru no la amaba a ella sino lo que cree que sabe de ella debido a las vidas pasadas; por supuesto que sus padres lo tomaron con calma, la escucharon y comprendieron sus razones para estar distanciada de Michiru, aunque Kain quería ir a casa de los Kaiō y tener unas cuantas palabras con Michiru.

Michiru por otro lado no lo llevaba muy bien, Darien ni siquiera le había dejado terminar de explicar lo que estaba pasando y que claramente había sido su culpa, no, su hermano se había puesto a despotricar y a gritar que Haruka no debería de llevar el apellido Kuga y no debería de tener tanta responsabilidad y una sarta de tonterías más como si eso hubiera sido un factor para que Haruka le hubiera pedido ese tiempo.

- tienes que tranquilizarte Darién, esto ha sido una decisión de ambas, necesitamos este tiempo ¿Por qué… – trataba de explicar, pero su hermano no la había dejado terminar, de hecho el solo había escuchado que ella y Haruka se darían un tiempo y de ahí en más se puso ha hablar sin parar.

- ¡¿Cómo quieres que me calme si Haruka ha roto el compromiso?! – gritó con molestia el pelinegro viendo a su hermana ¿Por qué estaba tan tranquila? Ella debía casarse con Haruka, sus padres habían hecho ese compromiso y pese a todo el iba a cumplir con esa voluntad.

- ¡Ella no ha roto el compromiso! ¡Solo me pidió tiempo porque yo, yo, cometí un error! No ella, así que si pudieras… – pero no tenía caso, su hermano no la iba a escuchar y temía que hiciera una estupidez.

- esto no se quedará así, ella no puede hacerte eso, ella me va a escuchar. – interrumpió el pelinegro mientras caminaba de una lado a otro.

- ¿Quieres parar por favor? Escúchame, esto ha sido culpa mía, no es de Haruka, es mía, tienes que entender que esto es algo que necesitamos ambas, así que quieres por favor dejar de gritar y de insultar a mi prometida, porque… – pero ya no pudo continuar, su hermano se había ido hacia su despacho aparentemente sin escuchar nada de lo que había dicho y temía que fuera a hacer una tontería que complicada más las cosas con Haruka.

Se acercó a la puerta del despacho y tocó varias veces pero su hermano no respondió, trato de abrir la puerta pero estaba cerrada por dentro, gritó varias veces el nombre de su hermano tratando de llamar su atención, pero nada, supuso que tal vez se había puesto a hablar con Serena y por eso no le respondía, estaba tan cansada que justo ahora ya no quería saber que era lo que estaba o no haciendo su hermano, así que lo dejo ser, dio una última vista a la puerta del despacho para después comenzar a caminar a las escalar y dirigirse a su habitación, necesitaba dormir, quería dormir, había sido un día bastante pesado.

Mientras en el despacho Darien estaba haciendo de todo menos hablar con Serena, estaba revisando los números de la empresa, quería despejarse, pero entre más revisaba más le molestaba, escucho a Michiru tocar y gritar detrás de las puerta, pero no quería verla, no quería ver qué ella estaba tan tranquila destruyendo lo que habían hecho sus padres al comprometerla con la chica de los Kuga, tenía que hacer algo, los números estaban bien, todo estaba bien con la empresa, ahora solo debía de arreglar lo de su hermana.

- Sin pensarlo tomo el teléfono y marco el número de la villa Kuga; espero tres tonos y respondieron. – con Haruka por favor. – pidió el pelinegro con amabilidad.

- Claro ¿Quién le digo que la busca? – respondió del otro lado Mariel con amabilidad.

- Darien Kaiō, por favor. – quería ver si la rubia tenía el valor de mantener el tiempo que le había pedido a su hermana después de que hablara con ella; aunque si era sincero no habia pensado que era lo que le iba a decir.

Estuvo un rato en la línea hasta que Mariel volvió y le pidió que esperar cinco minutos para que la heredera Kuga se pusiera al teléfono ya que se dirigía al estudio para poder esta cómodo y tomar la llamada sin interrupciones; Darien le agradeció a Mariel por su atención y estuvo esperando en la línea el tiempo que le dijo Mariel, habia sido un buen momento para pensar que era lo que le diría a Haruka cuando tomara el teléfono, el no permitiría que lo que habían hecho sus padres se perdiera, la rubia tenía que casarse con su hermana y él se encargaría de eso.

- Hola, buenas noches Darien. – saludo cortésmente la rubia, sabia cual era el motivo por el que Darien estaba llamando, pero no por eso iba a hacer descortés.

- ahórratelo, no es una llamada social e imagino que sabes muy bien porque estoy llamando ¿no es así? – respondió con molestia el pelinegro, no quería ser social, estaba molesto y tenia un muy bien motivo para estarlo.

- lo sé, pero no es algo en lo que tu deberías intervenir, esto es entre Michiru y yo, es nuestra relación, así que… - ya no pudo continuar con su explicación que una relación era de dos, porque su cuñado la habia interrumpido.

- así que será mejor que te calles y me escuches. – soltó Darien con molestia. – no importa lo que digas, es mi hermana la que llegó llorando, es mi hermana la que esta sufriendo, así que te pido… no te exijo que canceles esa estupidez el tiempo ahora mismo. – dijo con molestia, Haruka no podía llegar a decir que era lo que estaba bien o mal con su relación con su hermana, era un acuerdo entre sus padres.

- ains. – suspiro para contener la molestia que sentía ahora mismo y no decirle a Darien algo que muy seguramente no era parte del código de etiqueta de Kioto. – tu no eres nadie para venir a exigirme nada, eres el hermano de mi prometida, pero nada más, lo que ocurra en nuestra relación solo es cosa mía y de ella.

- es mi hermana y si insistes en esta estupidez del tiempo, romperé el compromiso y la comprometeré con alguien más. – eso no estaba en sus planes, pero la rubia no quería ceder.

- escúchame bien imbécil. – al diablo con el código de etiqueta, Darien no iba a venir a sermonearla ni mucho menos a amenazarla, ella era una Kuga y un lobo no se amedrenta. – tu no vas a hacer esa estupidez, yo amo a Michiru y ella me ama a mí, esto es necesario para ambas y si tu diminuto cerebro de guisante no lo entiende, no es mi problema, pero el compromiso sigue.

- no, seré un imbécil, pero no voy a seguir con ese compromiso si tu insistes en dejar a mi hermana por quien sabe cuánto tiempo para que vayas a divertirte. – tenia que hacer entrar en razón a esa chiquilla, Haruka no se saldría con la suya.

- bien, ya me cansé de ser buena persona y de estar escuchando estupideces de ti. – por fin Darien habia logrado acabar son su paciencia. – tu no vas a romper el compromiso, porque si lo haces voy a dejarte en la calle y veremos si los padres de Serena seguirán tan entusiastas con la boda cuando sepan que no tienes ni un yen para mantener a su hija. – no quería sacar esa carta, pero si Darien quería jugar a quien la tenia mas grande sin duda ella iba a ganar.

- ¿pero que estupidez estas diciendo? – cuestiono, la empresa estaba bien, no habia nada como para que Haruka dijera algo así, mentira, la rubia solo estaba blofeando.

- veo que no has revisado muy bien las cuentas de tu empresa ¿verdad? – dijo mientras subía los pies al escritorio del estudio, siempre habia querido hacer eso. – por tu silencio veo que no; veras mi padre se toma muy enserio eso de enseñarnos toda la empresa y al revisar las cuentas me tope con varios pagares a nombre de tu padre por cantidades enormes que aun no nos pagan, así que, si tu insistes en querer romper el compromiso, bueno, digamos que ya no habría motivo para no cobrar esa deuda. – ya nadie la iba a amedrentar, era un lobo, era el alfa y como tal se iba a comportar.

- es mentira, no te creo. – no podía ser cierto o ¿sí? Tenia que revisar todas las cuentas a fondo, tenia que hablar con el contador, su padre tuvo que haber dejado eso documentado en algún lado.

- me importa muy poco si me crees o no. – dijo con seriedad. – lo único que quiero es que tengas en cuenta que si insistes en romper el compromiso yo no voy a dudar en dejarte en la calle.

- ¿le dirás a Michiru? – cuestionó más tranquilo, no podía arriesgarse a hacer nada hasta que no revisara las cuentas más a fondo.

- ¿sobre cómo llamaste para amenazarme? No, se lo dirás tu. – resolvió con una sonrisa que su cuñado no podía ver. – por ahora, yo no puedo hablar con ella y en vista de que hiciste esto a sus espaldas, tú serás quien se lo cuente. – le encantaría ver la cara que tenía Darien ahora mismo.

- bien. – respondió, no podía hacer nada más, Haruka tenia razón al decir que lo hizo a espaldas de su hermana.

- perfecto. – dijo con alegría. – ahora si eso es todo, ha sido un día bastante pesado y me quiero ir a dormir. – no sabía si lo lograría, pero habría que intentarlo.

- claro. – fue lo único que dijo antes de colgar el teléfono con enojo.

Haruka lo habia humillado y no se habia amedrentado en lo más mínimo, al contrario, hasta lo habia amenazado con tal de seguir con su compromiso con Michiru; no tenía caso seguir dándole vueltas al asunto, debía ir a descansar, el día de mañana tendría una mejor perspectiva de lo que habia hecho.

A la mañana siguiente Darien se habia levantado temprano para hacer su rutina de ejercicios, aun seguía dándole vueltas a lo que habia pasado con Haruka y la rubia tenia razón en molestarse, una relación era de dos y el se habia metido solo por egoísmo, no habia escuchado a su hermana, tenia que enmendar las cosas y lo primero, seria escuchar a Michiru y después contarle lo que habia hecho la noche pasada.

Termino con su rutina de ejercicios, tomo una ducha y se dirigió al comedor con la esperanza de que su hermana no hubiera salido, aunque no sabía a donde saldría, los laboratorios que ella manejaba estaban en Italia y ahora eran manejados por Setsuna, tal vez necesitaba algo para poder distraerse; continuó pensando en eso hasta que llegó al comedor y para su buena fortuna su hermana estaba ahí, desayunando.

- ¿Podemos hablar? – cuestionó después de tomar asiento.

- Michiru levantó la vista de su comida y miro a su hermano. – claro. – respondió con una sonrisa, este era más el hermano que ella recordaba.

- primero quiero disculparme por como actúe ayer. – dijo arrepentido por como había actuado. – segundo me gustaría que me contarás ¿Qué pasó ayer? Se que me lo dijiste pero, ayer no estaba en mi mejor momento, me ofusque y no fui capaz de escucharte como era debido. – se había empeñado en mantener el legado de sus padres que lo demás no le importó.

- no te preocupes hermano, todos tenemos un mal día. – respondió con una sonrisa, era agradable que su hermano estuviera de vuelta. – ahora, sobre lo que pasó ayer, bueno, todo comenzó cuando estábamos de viaje, Haruka… – no se guardó nada y le contó todo para que su hermano se sintiera tranquilo y como una medida para desahogarse.

- ahora entiendo. – ambas tenían razón, necesitaban ese tiempo. – ayer hablé con Haruka, después de que te fuiste a tu habitación. – no tenía caso decirlo con sutilezas, mi enmascarar lo. – y antes de que digas nada, lo sé, estuvo mal y no sabes cómo lamento haberlo hecho. – dijo al ver que Michiru tenía pensado replicar.

- ¿Qué fue lo que le dijiste? O Darien, espero que no lo hayas arruinado ¿Qué pasó? – dijo con toda la tranquilidad que podía, no quería más problemas, ya tenía suficiente.

- tranquila, ella sigue queriendo ser tu prometida, me dijo que te ama. – le diría todo a Michiru, todo salvo lo de los pagarés. – cuando te fuiste a dormir ayer, no podía concentrarme en nada, así que en la bruma de mi enojo, pues… – no era fácil decirle a su hermana que había actuado como idiota, pero tenía que hacerlo.

- oh Darien, estoy muy molesta contigo por no escucharme y por llamar a Haruka y hacerle pasar un mal rato ¡¿Cómo se te ocurre decirle que vas a cancelar el compromiso?! ¡yo la amo! ¡Es el amor de mi vida! – gritó con molestia y golpeando sus palmas en la superficie del comedor. – fui yo quien hizo las cosas mal, yo fui quién no se dio cuenta que… ella tiene razón, esto no es sobre del destino, es sobre nosotras, sobre ella y sobre mi, no importan nuestras vidas pasadas porque está vez nada paso como debería, nada fue como se suponía que tenía que ser y es verdad que no la conozco del todo, ella cambio y yo cambié y no tiene nada de malo tomarnos un tiempo para disfrutar de nuestra relación para después embarcarnos en el siguiente paso. – resolvió con una sonrisa, su novia tenía razón. – y ahora me doy cuenta que me comporte como una idiota y la obligue pedir este tiempo con mi actitud.

- velo por el lado bueno, ahora puedes ir y hablar con ella, ya lo tienes hermana, ve por tu novia, ustedes no pueden estar mucho tiempo separadas. – bien una crisis resulta y lo único que tuvo que hacer fue escuchar a su hermana, si pudiera se pagaría el mismo por su estupidez.

- no creo que sea prudente que la busque hoy mismo, me tomaré ese tiempo, no sé, veré a las chicas, iré de compras, como una personal normal y cuando me sienta segura, buscaré a Haruka. – tenía ganas de salir y disfrutar de un día normal, como una persona normal, le hacía falta.

- como tú quieras. – respondió con una sonrisa el pelinegro. – disfruta tu tiempo libre, yo tengo que ir a la oficina, si necesitas algo no dudes en llamarme, cuídate y ten un hermoso día. – dijo mientras se levantaba y se acercaba a ella para darle un beso en la mejilla.

Después de la batalla final, había visto a Haruka en su casa o en la villa Kuga, pero en realidad no habían salido a una cita, justo como la rubia lo había dicho, no habían tenido una relación normal, después se había ido con su hermano y su cuñada haber a los padres de esta última y al parecer a ultimar los detalles de su boda, no había tenido un tiempo libre para ella, para concentrarse, para pensar en ella, en que era lo que quería, Haruka tenía razón, mucha razón, tenían que conocerse, tenían que disfrutar de su relación, por Kami ¿Cómo había sido tan ciega?

Por otro lado Haruka estaba más enfocada en la empresa, en su familia, si era sincera consigo misma, no había disfrutado mucho a su familia, el tiempo que tenía libre lo pasaba con Michiru y el otro tanto en la empresa, tenía que organizarse mejor, la familia era importante, su familia era importante, ahora que tenía este tiempo lejos de Michiru podía ver el panorama completo, ella también estaba haciendo las cosas mal, enfocándose tanto en su relación y no viendo a las personas a su alrededor, esto no significaba que no fuera a volver con Michiru, si por ella fuera ya la hubiera ido a buscar, esto solo significaba que tenía que ser mejor, no debía enfrascarse tanto en una cosa y perder de vista las demás, eso podría, a largo plazo herir a alguien y no quería que eso pasará, tenía una hermana y unos padres que la amaban, por fin tenía lo que tanto había deseado de pequeña, en todos sus deseos de cumpleaños, en todos los once, once del reloj, en todas las estrellas fugaces, era curioso como había actuado su destino, ahora mismo pensaba que su secuestro había sido algo bueno, pasar por todo ese dolor siendo una niña, la había convertido en la persona que era ahora, no sabía si hubiera pasado lo mismo de haber estado ahí con sus padres, con su familia, ahora entendía eso que decían "las cosas pasan por algo" ahora lo creía y estaba realmente agradecida por todo, ahora las cosas solo podían ir bien.

Continuará…