Lamento mucho la demora, se lo que dije, pero mi trabajo ahora fue quien no me dio el tiempo para hacerlo, por suerte el mes y el proyecto que se tenia que sacar ya termina hoy y por eso pude subir este cap, espero poder subir otra mañana o el domingo para compensar.
Sin mas disfruten del capitulo...
Capítulo 44.
Por otro lado Haruka estaba más enfocada en la empresa, en su familia, si era sincera consigo misma, no había disfrutado mucho a su familia, el tiempo que tenía libre lo pasaba con Michiru y el otro tanto en la empresa, tenía que organizarse mejor, la familia era importante, su familia era importante, ahora que tenía este tiempo lejos de Michiru podía ver el panorama completo, ella también estaba haciendo las cosas mal, enfocándose tanto en su relación y no viendo a las personas a su alrededor, esto no significaba que no fuera a volver con Michiru, si por ella fuera ya la hubiera ido a buscar, esto solo significaba que tenía que ser mejor, no debía enfrascarse tanto en una cosa y perder de vista las demás, eso podría, a largo plazo herir a alguien y no quería que eso pasará, tenía una hermana y unos padres que la amaban, por fin tenía lo que tanto había deseado de pequeña, en todos sus deseos de cumpleaños, en todos los once, once del reloj, en todas las estrellas fugaces, era curioso como había actuado su destino, ahora mismo pensaba que su secuestro había sido algo bueno, pasar por todo ese dolor siendo una niña, la había convertido en la persona que era ahora, no sabía si hubiera pasado lo mismo de haber estado ahí con sus padres, con su familia, ahora entendía eso que decían "las cosas pasan por algo" ahora lo creía y estaba realmente agradecida por todo, ahora las cosas solo podían ir bien.
Continuará…
Haruka había llegado de la empresa muy cansada, había sido una semana bastante ajetreada, Darien le había llamado al día siguiente para disculparse por su pelea de la noche anterior, ella lo había desestimado todo y le restó importancia, no sabía si sería capaz de hacer lo que le había dicho al pelinegro, pero al saber que podría prometer a Michiru a otra persona la había molestado mucho y había soltado eso, quedaron tan amigos como siempre.
Durante esa semana no había sabido nada de Michiru, su mente no dejaba de decirle que tal vez la aguamarina había pensado mejor las cosas y se había dado cuenta que está versión de ella no le gustaba o que simplemente no la amaba, de solo pensar que tal vez Michiru no volvería con ella, le dolía el pecho, se sentía triste y por eso se había enfocado en la empresa y en conocer a su familia, había pasado estos días con su mamá, con su papá y por supuesto con su hermana, conociendo los, pero aun así no dejaba de pensar en lo que pasaría, ella había pedido ese tiempo sí, pero al parecer no lo había pensado bien, pero necesitaban esto, si Michiru se había dado cuenta que no la amaba, que no era lo que ella necesitaba, entonces había sido para bien, Michiru podría buscar a alguien más y ser feliz y no viviría atada al destino.
Tomo un baño, cenó lo que habían dejado para ella en la cocina; desde hacia unos días había pedido que no la esperarán para cenar, no le gustaba, ella tenía dos manos para calentar o en su defecto preparar su propia cena, así que su familia había adoptado eso mismo y ahí estaba ahora mismo, en la cocina dispuesta a cenar, Natsuki había salido a cenar con Shizuru, mientras su padre había llevado a su madre también a una cena, la habían invitado pero no quería ser mal tercio y decidió quedarse en casa; termino de cenar y se sentó en la sala a ver una película, no tenía mucho sueño; estaba por la mitad cuando la puerta sonó, vio la hora y arrugó el entrecejo era muy temprano para sus padres y su hermana y muy tarde para una visita social, aun así se encaminó hacia la puerta, si había pasado la seguridad era porque sin duda es alguien conocido; al abrir la puerta no se imaginó a la persona que estaba detrás esperándola.
- buenas noches, Haruka. – saludó la aguamarina con una sonrisa, había llegado la hora de hablar.
- buenas noches, Michiru. – respondió el saludo con asombro, no la esperaba.
- ¿Puedo pasar? – cuestionó al ver a la rubia parada en la puerta sin hacer nada.
- sí, si, por favor pasa. – dijo atropelladamente haciéndose aún lado para dejar pasar a Michiru a la casa.
Una vez que Michiru estuvo dentro de la casa, Haruka la invitó a la sala para tomar asiento, pausó la película y tomó asiento aún lado de la aguamarina, no sabía que era lo que le iba a decir y el silencio sin duda la ponía aún más nerviosa.
- ¿Es buen momento para hablar? – cuestionó Michiru viendo a su alrededor, pues todo estaba casi a oscuras salvo por la luz de la televisión.
- sí, si, por supuesto, mi familia no está, salió a cenar por eso estoy yo sola. – explicó atropelladamente la rubia, pasándose una mano por la nuca.
- ¿Y tú no? ¿Por qué? – cuestionó con una sonrisa, notaba a la rubia nerviosa y quería que estuviera cómoda.
- mamá salió con papá y Natsuki con Shizuru, no quería ser la tercera rueda, hemos pasado mucho tiempo juntos como familia y creí que necesitaban tiempo a solas con sus respectivos amores. – respondió la rubia más tranquila, al parecer aún no era momento para hablar, necesitaba relajarse.
- entiendo. – dijo aun sonriendo, Haruka siempre viendo por lo demás como en Italia. – yo… vine para hablar de lo nuestro, de nuestro compromiso, si tú quieres, claro. – Haruka había cambiado mucho en esta reencarnación.
- sí, claro, me gustaría hacerlo ¿has pensado en lo que te dije? ¿Ya sabes que es lo que quieres? – cuestionó la rubia, estaba nerviosa, temía escuchar que Michiru si había pensado las cosas y que ya no la quería.
- lo hice, de hecho, lo resolví a la mañana siguiente, después de que Darien me dijera que te había llamado para reclamarte, disculpa por eso, yo te juro que no sabía nada. – cuando menos algo bueno había salido de todo eso.
- Michiru yo… – demonios como iba a explicar lo que le había dicho a Darien, lo de los pagarés fue algo…
- no tienes que decir nada, mi hermano me lo contó todo, lamento lo que dijo de romper el compromiso, yo jamás lo hubiera permitido y gracias por ponerlo en su lugar y decirle que pensara las cosas y hablara conmigo. – ahora solo tenía que hacerle ver a su viento que ella la amaba y que no importaba más nada.
- no tienes nada que agradecer. – al parecer Darien no le había dicho nada de los pagarés a Michiru. – pero dime ¿A que resolución has llegado? – no iba a preguntar por qué no le había llamado ese mismo día que lo resolvió, ambas necesitaban ese tiempo.
- tu tenías razón, necesitábamos ese tiempo, te amo Haruka, a ti, no a tus vidas pasadas, me enamoré de ti pese a saber que tenía que guardarme para alguien, nada me importó, yo quería, quiero estar contigo, sin importarme el destino y esta vez no será la excepción. – ella se había revelado desde un inicio y no pensaba cambiar de opinión.
- yo también te amo Michiru y ese día en el picnic, yo quería… – metió sus manos a los bolsillos de su pantalón, pero recordó que ahora tenía el pantalón de su pijama, no lo traía ahí. – ¿Puedes esperarme un momento? – cuestionó la rubia mientras se ponía de pie y al ver que Michiru asintió, agregó. – no me tardo. – y salió corriendo escaleras arriba hacia su cuarto.
Michiru solo sonrió al ver correr a su viento escaleras arriba, llevaba una enorme sonrisa en su rostro y eso la hizo sonreír a ella, Haruka era feliz y ella también, había sido una semana y muchos dirían que había sido muy poco el tiempo, pero para ella había sido una eternidad, pero ahora podían estar juntas.
- listo. – dijo nada más al estar de regreso agitada por la carrera que había dado. – cómo te decía, yo quería… quiero que tengas esto. – dijo mientras le mostraba una cajita de terciopelo azul, la abrió y mostro un hermoso anillo, la banda era de ramas realista en oro blanco con un hermoso diamante azul a juego.
- por Kami Haruka. – dijo Michiru al ver el anillo, llevándose ambas manos a su boca. – es hermoso, no sé qué decir. – la rubia la habia dejado sin palabras.
- solo di que si, por favor. – pidió con una sonrisa en el rostro la rubia.
- sí, ¡Kami, si! – gritó emocionada arrojando se a los brazos de la rubia.
- la rubia sonrió y tomo el anillo para deslizarlo en el dedo de su sirena, cuando fue colocado le dio un beso al anillo y regreso la vista a su prometida. – era de mi madre, papá le propuso matrimonio con este anillo… bueno más o menos. – sonrió y tomo asiento una vez más al lado de Michiru.
- ¿Cómo es eso? – cuestionó viendo el hermoso anillo en su dedo.
- mamá destruyo su anillo original para hacer dos, uno para ti y otro para Shizuru, por eso dije más o menos, este es la mitad de ese anillo. – explicó la rubia, se habia emocionado bastante cuando su madre le dijo lo que habia hecho y al principio no quería aceptarlo, se veía que era muy importante para ella.
- oh por Kami, Haruka, no puedo aceptarlo entonces, es de tu madre. – ha estas alturas pensaba que la familia de Haruka la odiaba, no estaba haciendo su mejor trabajo para ganarse a su familia política.
- puedes, fue mamá la de la idea, ella quería que tú y Shizuru tuvieran una reliquia familiar, es su manera de integrarlas a la familia. – si bien al principio no quería aceptarlo, ahora era distinto, entendía las razones de su madre y le agradecía.
- gracias. – susurro lo suficientemente fuerte como para que Haruka escuchara, mientras se llevaba la mano donde su viento habia colocado el anillo cerca del pecho y la tomaba con la otra.
- fue un placer. – dijo mientras se acercaba más al lado de su sirena en el sofá y pasaba un brazo por sus hombros.
Estuvieron hablando de todo y nada poniéndose al día sobre el tiempo que habían estado separadas que si bien, no fue por mucho tiempo ellas lo sintieron así, al final la idea de estar separadas había resultado en algo bueno, habían pasado por mucho y la distancia habia ayudado no solo a reforzar su amor, sino a darles una mayor perspectiva de las cosas, sus prioridades, sus sueños y lo que pasaría a partir de ahora.
Solo quedaba disfrutar de su relación de manera lenta, que Haruka hiciera sus cosas y ellas las suyas, reunirse de vez en cuando, salir en citas, salir con las chicas, ayudar a Serena y a su hermano con la boda, buscar un departamento para ella y otra cosa que habia pensado en su tiempo a solas, era que quería trabajar en los laboratorios Kuga, con Saeko-san, ningún laboratorio era más prestigioso que el de los Kuga y ella quería, no, ansiaba trabajar ahí, tal vez si tenía suerte podría trabajar lado a lado con la matriarca Kuga en algún proyecto, habia pensado en asociarse pero dudaba que los Kuga necesitaran un socio, dado que el solo mencionar su apellido derivaba directamente en los laboratorios que presidía Saeko-san, también pensó en crear los suyos propios como una nueva rama de la sede en Italia, pero lo descarto, no quería hacer de competencia con los Kuga, además de que dudaba que fuera como tal una competencia, al contrario sería una pérdida para ella y la empresa de su hermano, además cuando se casara con Haruka, dudaba que la rubia quisiera recibir algo del dinero que le habían dejado sus padres y que le correspondía por la empresa, sabía que la rubia le diría que ese dinero era de ella y que no lo tocaría, así que si quería trabajar para no estar en casa, tendría que ir a las oficinas de los laboratorio Kuga y solicitar una entrevista, habia muchas cosas que hacer, pero tenían tiempo, por primera vez en muchos años, tenían tiempo, tiempo para vivir su vida, tiempo para disfrutar su relación, su familia, todo, tenían tiempo para disfrutar ese mundo sin la inminente amenaza sobre ellas todo el tiempo, ahora solo quedaba estar en paz.
- desde hoy podemos comenzar a vivir nuestra vida. – soltó con una sonrisa viendo su viento sonreír, la vida era buena y ellas tenían una nueva oportunidad de vivir su vida sin amenazas.
Tres meses después…
- no puedo creer que en tres meses voy a estar casada con Darien. – decía Serena de manera soñadora.
- y yo no puedo creer que llevemos más de tres horas aquí y no puedas decidirte por un vestido. – decía Rei con fingida molestia, le gustaba ayudar a Serena en todo lo de boda, pero también le gustaba molestarla.
- no comiencen de nuevo, las personas ya no ven con molestia. – decía Ami con su portátil en las piernas, estaba estudiando medicina y no dejaba su laptop por nada del mundo.
- ains. – suspiro Mina con ensoñación. – quisiera conocer alguien y vivir lo que está viviendo Serena ahora mismo. – declaro con ojos soñadores.
- te entiendo Mina, estar aquí, solo hace que quiera vivir esto también. – respondía Lita también con ensoñación.
Ese día habia sido el elegido para que Serena escogiera su vestido y el vestido de las damas, Michiru también habia sido invitada pero llegaba tarde, mientras las otras chicas soñaban despiertas con conseguir algo parecido a lo que tenía Serena ahora mismo, la chica estaba radiante, no cabía en felicidad, tanta que hasta sus calificaciones habían mejorado, todas las chicas notaban el cambio y se alegraban por su amiga, ahora si podían disfrutar de todo como era debido, ahora si podían acompañar a Serena en el altar y no estar afuera de la iglesia montando guardia por si alguien atacaba, tenían una nueva oportunidad, una nueva vida y la vivirían al máximo.
- siento la demora chicas. – aviso Michiru nada más llegar un poco agitada. – se complicó algo en el laboratorio. – explico con una sonrisa.
Otra cosa que habia cambiado era eso, Michiru habia conseguido un empleo en los laboratorios Kuga, muy a pesar del disgusto que se llevó Darien cuando le menciono esto, ya que por mucho que su hermano quisiera que no trabajara, ella no era así, tenía que hacer algo, así que se lo propuso y logro un puesto con los Kuga, ahora era muy frecuente ver a la primogénita Kuga en los laboratorios para recoger o solo ver a su prometida.
- no te preocupes Michiru, Serena aún no se decide por un vestido para ella por lo que no hemos visto siquiera algo para nosotras. – explicaba Rei restándole importancia al retraso de la aguamarina.
- ¿Cuántos vestidos se ha probado? – cuestiono con incredulidad la aguamarina mientras veía la hora en su reloj de mañeca, pues no llegaba algo tarde, llegaba tres horas tarde.
- ya perdí la cuenta. – respondió ahora Mina probándose los mismos vestidos que Serena se habia probado.
- exactamente se ha probado treinta y cinco vestidos. – respondió Ami levantando la vista de su portátil y ajustando sus lentes.
- por Kami. – susurro Michiru, si seguían así, no podría ir a cenar con Haruka después. – muy bien Serena, de todos los vestidos que te has probado debes de elegir los diez mejores, tienes quince minutos para hacerlo. – tenía que organizar esto y poner un alto a la hiperactividad de su cuñada.
- ¿solo diez? Pero Michiru, todos son tan hermosos que no puedo decidirme. – se quejó la rubia, todos los vestidos eran hermosos y ella quería que todo en su boda fuera perfecto, por eso se estaba tomando todo con más seriedad.
- pues tendrás que hacerlo. – espeto Michiru. – ya solo te quedan diez minutos. – Serena no iba a arruinar sus planes, hoy era el día, no podía esperar más, Haruka y ella lo habían estado planeando.
Serena no dijo más y comenzó a revisar los vestidos de uno en uno para elegir los mejores diez, Michiru le pidió a Ami que ayudara a la rubia, mientras ella y el resto de las chicas comenzaban a ver los colores y los tipos de vestidos para las damas, aunque al final la decisión seria de Serena, tenían que comenzar a avanzar con eso también.
En diez minutos la rubia ya tenía los diez vestidos elegidos y las chicas ya tenían una gama de colores y tipos de vestidos que Serena podía elegir para ellas, Michiru era muy buena organizando ese tipo de situaciones, no por nada llevaba un laboratorio exitoso en Italia.
- muy bien, ahora Serena, tendrás que probarte de nuevo esos diez vestidos y seleccionar solo tres ¿de acuerdo? – indicó nuevamente la aguamarina. – nosotras estaremos aquí y te ayudaremos a decidir mientras terminamos de pulir la lista para los colores y los tipos de vestidos para tus damas.
- está bien, gracias, Michiru. – y en serio que agradecía la ayuda de su cuñada, de no ser por ella, seguiría probándose vestidos sin decidirse.
Serena se probó los diez vestidos que había seleccionado y con ayuda las de las chicas selecciono los tres finalistas, ahora solo quedaba que ella se decidiera por uno por su cuenta; no demoro mucho en decidirse, la verdad era que solo habiendo escogido esos tres y guiándose por las opiniones de sus amigas la elección fue fácil, se habia decidido por un vestido de escote en "V", de gasa y satén, corte princesa, sin mangas, con acabados bordados y cristal, era un vestido hermoso sin lugar a dudas. Habiendo terminado con esa tarea, Michiru volvió a tomar las riendas y ayudo a Serena junto con las chicas a decidirse por un los vestidos para las damas, lo cual no fue tan difícil, ya que la rubia no quería que fueran vestidas de manera típica, así que lo harían honrando a su planeta guardián, idea que les encanto a todas y de esa manera terminaron con su visita a la tienda de novias; cabe mencionar que las encargadas estaban más que aliviadas porque esas clientas se fueran, habia sido toda una odisea el atenderlas, pero les habia gustado tener algo distinto a la típica novia y las típicas damas, pero agradecían que ya se fueran.
Salieron de la tienda y se despidieron de inmediato tomando caminos distintos, se habia hecho algo tarde y cada una tenía diferentes compromisos o cosas por hacer; Michiru pidió un Uber para dirigirse a su casa, tomar una ducha y llegar donde Haruka, aún tenía algo de tiempo para llegar a su cita, hoy era el día, Haruka y ella lo habían hablado durante estos meses, sus padres estaban fuera, Darien también habia salido por un viaje de negocios y Natsuki también se habia ido a pasar el fin de semana con Shizuru, así que la casa era totalmente suya, por eso habían elegido esa noche, por fin iba a pasar, si bien no era virgen ya, Haruka habia estado un poco renuente debido a su nuevo amigo, así que ambas se habían puesto a investigar, a hablar sobre ese asunto y tenerse la confianza como para espetar sus miedos, por lo que después de tantos intentos fallidos, por fin hoy sería el día, sus suegros estaban fuera del país y no volverían hasta el lunes, así que tenían todo el fin de semana para ellas, comenzando con esa noche de viernes.
Llegó a casa y se apresuró a tomar una ducha, tenía tiempo, además de que la cena era en la casa Kuga, querían que todo fuera romántico, como si fuera la primera vez, que viéndolo bien si lo seria, ya que ahora con lo que Haruka entre las piernas seria todo realmente nuevo para ambas. Termino de ducharse y se decidió por una falda tipo "A" larga blanca con una línea azul en la parte de abajo, así como una blusa cruzada con una lazo en la cintura azul con líneas negras, así como una sandalias de tacón con tiras azules, se veía simplemente hermosa, se aplicó un poco de su perfume preferido "CHANCE" de CHANEL, se miro en el espejo una última vez y aprobó sin dudas como se veía, habia decidido dejarse el cabello suelto, cayendo sobre sus hombros; se apresuro a pedir el Uber y una vez que estuvo en la puerta grito que saldría a cenar y se quedaría el fin de semana con Shizuru; esa era otra cosa que habia cambiado, ella y Shizuru se habían hecho buenas amigas y se cubrían mutuamente cuando querían estar con su respectiva Kuga, como ahora, Shizuru dijo que pasaría el fin de semana con Michiru y Michiru con Shizuru.
Cuando su auto llegó, se subió y le aviso a Haruka que ya iba en camino, en un lapso de veinte minutos ya estaba en la entrada de la casa Kuga, la reja fue abierta de manera automática y el auto entro hasta la casa principal, donde ella descendió e inmediatamente fue a tocar la puerta e inmediatamente fue abierta por su rubia, quien lucia simplemente hermosa, llevaba una camisa azul cielo, perfectamente planchada, fajada con un pantalón de vestir azul marino sujeto por un cinto café y zapatos de vestir del mismo color, lucia increíble, con todo pegado a su cuerpo; las hermanas Kuga habían descubierto que les gustaba ejercitarse como pasatiempo y ahora competían y sin duda era algo que ella y Shizuru disfrutaban sin duda.
- estas hermosa. – alagó la rubia con una sonrisa mientras tomaba la mano de su prometida y le daba un beso en el dorso.
- gracias, tú también estas muy guapa. – respondió sonrojada la aguamarina, Haruka siempre era muy galante con ella.
- ¿pasamos? – invito la rubia aun con la mano de Michiru entre la suya. – la cena ya está. – habló mientras llevaba a Michiru a la sala tomaban asiento ahí. - ¿quieres que cenemos ya? – mentiría si dijera que no estaba nerviosa por lo que iba a pasar esa noche, si habían investigado y todo, pero ¡era su primera vez! Y no quería lastimar o desilusionar a Michiru.
- si, claro. – respondió la aguamarina, que pudo notar claramente los nervios que tenía su pareja.
- Haruka-sama, la cena a sido servida. – informó una maid con una sonrisa llegando a la sala.
- gracias ahora vamos. – respondió la rubia viendo a la maid y poniéndose de pie. – se irán una vez que terminemos la cena. – respondió la rubia a la pregunta no formulada de su prometida, habia dejado solo al personal esencial para cena y la seguridad de la casa, pero tenían indicación de marcharse apenas terminaran la cena.
- entiendo. – se habia asustado al principio al ver a la maid, pero sabía que los Kuga tenían mucha confianza en su personal y nada saldría de ahí, aun cuando el mismo Kain o Saeko les cuestionaran.
Pasaron al comedor y Michiru no pudo evitar asombrarse con lo que habia dispuesto en la mesa, era comida italiana, sus favoritos, raviolis de espinaca y ricota y espaguetis a la carbonara lucían exquisitos; cenaron con tranquilidad y hablando de todo y nada, cosas del trabajo, cosas de su día, Michiru no perdió la oportunidad de contarle a Haruka sobre la odisea que tuvo en la tienda de novias para que Serena eligiera un vestido, Haruka aporto uno que otro comentario como el hecho de que si Michiru no hubiera aparecido muy posiblemente las chicas seguirían en la tienda ahora mismo o ya las hubieran echado; a la hora del postre Michiru se llevó otra sorpresa al ver su postre favorito una panna cotta de frutos rojos, lucia bastante apetitosa, sin duda su viento se habia lucido con la cena ese día.
Después de cenar fueron a la sala a degustar un poco de té para hacer digestión la comida mientras hablaban y veían una película, el servicio de la casa se habia retirado y solo se había quedado el servicio de seguridad exterior que jamás se iba, estuvieron hablando, riendo y haciendo comentarios sobre la película que veían, la película era "todo en todas partes al mismo tiempo" una película que alguien del trabajo le habia recomendado a Michiru y que sin duda habia sido un error verla, no tenia ni pies ni cabeza, en pocas palabras no habia sido del agrado de las chicas.
- han sido las dos horas peor invertidas de mi vida. – comentó la rubia con una sonrisa, la película habia sido horrible.
- ni que lo digas, no vuelvo a ver una película que alguien del trabajo me recomiende. – apoyó la aguamarina también sonriendo.
Después de ese comentario Michiru se acerco al rostro de la rubia con la intención clara de darle un beso pero se habia arrepentido al último momento, Haruka sonrió y tomo el rostro de su prometida con ambas manos y así sin perder la sonrisa termino con el espacio entre ellas y tomo los labios de Michiru con los suyos, era un beso lento, le encantaba disfrutar de los labios tibios de Michiru, que ahora sabían a fresa muy seguramente por la panna cotta, poco a poco fue rompiendo el beso para ver a su sirena a los ojos.
- ¿estás segura de que quieres hacerlo Michiru? – preguntó la rubia con seriedad refiriéndose a lo que habían planeado esa noche.
- estoy completamente segura Haruka, quiero esto, nos vamos a casar, ya estamos planeando cosas para la boda, claro que quiero estar contigo, pero entiendo si tu no. – de las dos, Haruka habia sido la mas renuente a tener sexo con ella después de que todo pasara.
- no, Michiru, por favor no me malinterpretes, te deseo y no sabes cuanto, cada que estas cerca de mí, no puedo controlarme, siempre termino con una dolora erección, solo quiero que estemos realmente seguras de esto, se que ya estuvimos juntas, pero esto es muy diferente, no me has visto desnuda ahora, no me has visto ponerme dura por lo mucho que mi miembro te desea, será muy distinto. – tenia que ser sincera con su sirena si quería que su primera vez ahora con su miembro fuera una buena experiencia para ambas.
- wow… eso fue muy gráfico. – dijo con una sonrisa coqueta en su rostro. – se lo que implica Haruka, hemos investigado, no estaría tan segura de pedirte que me hagas tuya ahora con tu miembro si no lo quisiera realmente.
Haruka no espero más y se lanzó a los labios de la aguamarina llevándosela para recostarla en el sofá donde estaban sentadas, acercando su cadera a la de su prometida para que fuera consciente de que su erección se estaba formando; se besaban con ímpetu, usando sus lenguas y explorando cada rincón de la boca de la otra; las manos de Michiru vagaban por la espalda de la rubia mientras que las de Haruka estaban apoyadas en el sofá para no aplastar a su prometida, el beso las estaba encendiendo y Haruka se habia acomodado mejor para que Michiru sintiera aun mas su miembro, los besos subían de intensidad y sentían que la ropa comenzaba a estorbar.
- Haruka. – llamó la oji-azul cuando su prometida libero sus labios para dejar besos por su cuello. – Haruka. – volvió a llamar, pero más parecía una súplica.
- ¿ummm? - fue lo único que respondió la rubia sin dejarla de besar.
- ¿crees que podríamos pasar a tu habitación? – si por ella fuera lo haría ahí mismo, pero la verdad no quería correr riesgos y ahí quien sea las podía ver e interrumpir.
- claro. – respondió la rubia mientras se alejaba y se ponía de pie mostrando que su amigo estaba muy animado ya. – vamos. – invitó estirando la mano para que Michiru la tomara.
Michiru no dudo en tomar la mano de su rubia y se dejó guiar hacia la habitación de esta. Hacia rato que se habían despojado de su calzado mientras estaban en el sofá, prácticamente desde que terminaron de cenar; cuando llegaron a la habitación la rubia la dejó pasar y cerro la puerta tras ellas asegurándose de poner el seguro.
- Michiru, si en algún punto no te sientes cómoda o ya no quieres continuar, por favor, dímelo y me detendré, no importa el momento, si no quieres… solo dilo. – aclaró la rubia acercándose nuevamente a Michiru y tomando ambas manos en las suyas.
- lo haré. – aseguro la aguamarina mientras se dejaba guiar hasta la cama donde Haruka las sentó a ambas.
- de acuerdo. – estaba a punto de hacer suya a Michiru, bueno ya lo era, pero ahora con su miembro realmente la reclamaría como suya. – ahora ven aquí, quiero seguir besándote.
Michiru no dudo y se recostó en la cama mientras Haruka se ponía a su lado para acercarse y comenzar a besarla de nuevo.
Ambas lo deseaban, ambas querían dar ese paso y esta vez no habia nadie que las interrumpiera; por un lado Michiru quería demostrarle a Haruka que nada habia cambiado con ellas después de que obtuviera un miembro, para ella seguía siendo su viento, su Haruka y eso jamás iba a cambiar ni se vería influenciado por lo que tuviera entre las piernas, de hecho eso les habia ahorrado muchas cosas, puesto que ella quería tener los bebes de Haruka, así que de no haber obtenido ese miembro tendrían que esperar bastante a que ella pudiera desarrollar la tecnología para que eso pudiera ser una realidad y ahora, bueno digamos que ahora solo tenían que planear cuando seria un buen momento para que los bebés comenzaran a llegar.
Por otro lado, Haruka quería hacer sentir segura a Michiru, tal vez la aguamarina no lo expresara, pero ella sabia que su prometida sentía dudas sobre cuanto la deseaba, sobre si su libido habia cambiado ahora que tenía un miembro y claro que lo habia hecho, ahora deseaba a Michiru mucho mas y para su mala fortuna no podía ocultar lo mucho que la deseaba como antes, puesto que ahora un bulto en entre sus piernas la delataba constantemente, tenia que pensar en otras cosas durante el día si no quería tener una erección bastante dolorosa por el solo hecho de pensar en su prometida, de verdad deseaba a Michiru, mas de lo que era capaz de admitir, pero no quería que solo fuera sexo, no, quería hacerle el amor, hacerla sentir amada, como la primera vez que estuvieron juntas siendo ella mujer y esa noche era la noche, por fin volverían a hacer uno, por fin estarían juntas nuevamente en cuerpo y ella no podría estar más feliz por eso.
Continuara…
