Capítulo 45.
Por otro lado, Haruka quería hacer sentir segura a Michiru, tal vez la aguamarina no lo expresara, pero ella sabia que su prometida sentía dudas sobre cuanto la deseaba, sobre si su libido había cambiado ahora que tenía un miembro y claro que lo había hecho, ahora deseaba a Michiru mucho mas y para su mala fortuna no podía ocultar lo mucho que la deseaba como antes, puesto que ahora un bulto en entre sus piernas la delataba constantemente, tenia que pensar en otras cosas durante el día si no quería tener una erección bastante dolorosa por el solo hecho de pensar en su prometida, de verdad deseaba a Michiru, mas de lo que era capaz de admitir, pero no quería que solo fuera sexo, no, quería hacerle el amor, hacerla sentir amada, como la primera vez que estuvieron juntas siendo ella mujer y esa noche era la noche, por fin volverían a hacer uno, por fin estarían juntas nuevamente en cuerpo y ella no podría estar más feliz por eso.
Continuara…
Los besos seguían igual de intensos, las lenguas de cada una buscando dominar a la otra, las manos de Michiru explorando la espalda de la rubia aún por sobre de la camisa, mientras las manos de Haruka descansaban sobre el colchón, la ropa comenzó a estorbar y sin siquiera darse cuenta, Haruka deshizo los lazos de la blusa de Michiru, se alejó de ella y se deshizo de la estorbosa prenda, la aguamarina no se quedó atrás y saco la camisa del pantalón de la rubia y sin pensarlo mucho comenzó a quitar los botones uno a uno sin dejar de besarla, la camisa quedó fuera y se quedaron solo en sostén, Haruka con un sostén deportivo azul y Michiru con uno de encaje sin tirantes azul también, sonrieron al ver la similitud en los colores, pero retomaron su labor de seguir besándose, se volvieron a separar y Haruka se deshizo del sostén de Michiru y Michiru del de ella.
Libres de esa prenda Haruka pudo apreciar los senos de Michiru nuevamente, eran hermosos, así que sin más se lanzó hacia Michiru haciendo que se recostara nuevamente en el colchón para comenzar a besarla de nuevo, la cadera de la rubia comenzó a moverse rítmicamente contra la de su prometida y los gemidos no se hicieron esperar, en especial cuando Michiru noto lo animada que estaba la rubia, fue Haruka quién tuvo que poner un poco el freno, ambas tenían que recordar que era como su primera vez, para ambas y las dos querían que fuera especial. La intensidad de los besos comenzó a bajar, Haruka recorrió el mentón de la oji-azul a besos y llegó hasta el cuello con ternura, casi como si temiera que se rompiera.
- eres hermosa Michiru. – dijo mientras seguía regando besos. – realmente hermosa.
La aguamarina sonrió por las palabras de Haruka y acarició su cabello con ternura, siguió con el recorrido de besos hasta llevarlos a la clavícula y dar un recorrido sobre el hueso, llegó hasta el hombro y bajó por su pecho, levantó la mirada para ver a Michiru y sus miradas se encontraron, se quedaron observándose mientras Haruka seguía con su labor de llenar de besos el pecho de su sirena; dejó los besos en el pecho y se acercó para tomar nuevamente sus labios y mientras lo hacía, llevó una de sus manos hacia su pecho, descansó su mano sobre el pecho y sintió como Michiru apretaba su espalda y parecía que no quería o no podía pasar de ahí, ella también quería que Michiru la tocará, esto era de las dos.
- puedes tocarme si quieres Michiru. – alentó la rubia separándose un poco para ver a su prometida a los ojos. – soy tuya. – declaró.
Después de esa declaración la rubia no espero repuesta de su oji-azul y ni siquiera le dio tiempo a procesar lo que había dicho, pues regreso a besarla con ímpetu, pero pudo sentir las manos de Michiru bajar por su espalda hasta su cintura y luego bajar hasta la cadera y fue directa a desabrochar el cinturón de la rubia, cuando terminó con es tarea siguió con el botón del pantalón para después bajar el cierre; Michiru llevó su mano temblorosa hasta el miembro de la rubia, sintió a su viento paralizarse mientras ella tocaba todo el largo con timidez, Haruka dejó de besarla para verla mientras la respiración de ambas se aceleraba mucho, Michiru continuó con sus caricias sosteniendo la mirada de Haruka.
- ¿Lo estoy haciendo bien? – cuestionó Michiru con timidez y excitación, porque una cosa era leer o verlo y otra muy distinta era ponerlo en práctica.
- si… – respondió con la voz gruesa a causa de la excitación y con el deseo de tocar también a su sirena.
No lo pensó mucho y llevo sus manos a la falda que llevaba puesta, se veía muy hermosa con ella, pero en ese momento le estorbaba, así que busco el cierre y sin mucho preámbulo lo bajo, tomó la falda y la bajó hasta donde pudo sin interrumpir lo que Michiru le hacia; la aguamarina dejó su labor con el miembro de la rubia ganándose un gemido de reproche, pero aún así continuó con lo que había comenzado, primero se terminó de quitar la falta, para después comenzar a sacar el pantalón de la rubia, ya solo las separaba la parte inferior de su ropa interior, regreso a su posición y también regreso su mano con un poco más de seguridad a lo que estaba haciendo antes, ganándose un gemido de satisfacción de parte de su viento, quien no perdió el tiempo para llevar una de sus manos dentro de su ropa interior.
Poco a poco llevó su mano hasta el centro de Michiru y poco a poco dejó que sus dedos la tocarán, estaba mojada y su ropa interior estaba bastante húmeda, eso sin duda hizo estragos en ella y en su nuevo amigo que comenzó a endurecerse más en la mano de su prometida, más de lo que ya lo estaba debido a sus caricias, Haruka pego su rostro al de Michiru mientras se dedicaban a tocarse; la rubia llevó sus dedos a la apertura de su prometida buscando su punto sensible, la oji-azul comenzó a gemir en su boca y a tomar su miembro con mas ímpetu, llevó su boca al cuello de Michiru para dejar besos y cuando sintió que estaba lo suficientemente húmeda sacó su mano e hizo que Michiru también sacará la suya, retiro la última prenda que las separaba a ambas e hizo que Michiru se recostara de nuevo, vio los pezones rosados y enrojecidos de la aguamarina y se acercó para darle un beso a cada uno, para después tomar uno en su boca.
- oh, Kami… – soltó Michiru al sentir los labios de Haruka sobre uno de sus pechos.
Para Haruka, Michiru lucia bastante hermosa en su placer, pudo sentir como sus manos recorrían su espalda pero estaba vez se dirigieron hacia sus pechos para masajearlos, la rubia no pudo evitar soltar el pecho de Michiru al sentir las manos de esta tomar sus pezones, la aguamarina no desperdicio la oportunidad que tenia y tomó uno de los pechos de Haruka en sus labios ganándose un gemido de aprobación de su rubia.
- ven, vamos a meternos en la cama para estar mas cómodas. – sugirió la rubia interrumpiendo a Michiru en su labor.
Haruka abrió las sabanas e invitó a Michiru acomodarse en ellas para después hacerlo ella sobre Michiru y seguir besándola, estuvo así por unos momentos para después comenzar a bajar por su pecho, dejó besos tiernos por todo el lugar y siguió bajando por su vientre y Michiru no pudo evitar tragar saliva mientras veía a la rubia seguir su recorrido.
Cuando llegó al lugar deseado, Haruka llevó las piernas de Michiru a sus hombros y comenzó a dejar besos sobre los labios inferiores de su prometida, podía oler y sentir la excitación de Michiru y eso solo hacía que su miembro palpitara y se endureciera mas si era posible, comenzó a lamer sacando gemidos de su sirena, mientras sus piernas se retorcían y no podía evitar mover la cadera; bajó sus piernas de sus hombros y la acomodo nuevamente para seguir lamiendo, mientras Michiru mas se mojaba, Haruka aumentaba mas la velocidad de sus lamidas; Michiru se sentía muy mojada y excitada, caliente, sentía su piel hervir y era capaz de oler su propia excitación; Haruka paso de lamer a chupar y se deleito con el sonido que soltó Michiru.
- Ahhh… Kami… Ahh… – gimió Michiru mientras sentía las succiones de Haruka en su centro.
Haruka permaneció un poco mas succionando y lamiendo el sexo de su prometida, mientras esta gemía disfrutando de sus atenciones, cuando Haruka sentido que estaba lo suficientemente mojada para recibirla termino con sus atención a esa parte del cuerpo de su sirena, subió para darle un beso y que la aguamarina fuera capaz de sentir su propio saber y olor en la rubia, la oji-verde se acomodo de tal modo que Michiru fue capaz de sentir la dureza de la rubia en su entrepierna y sin dudarlo llevó sus manos a sus glúteos incitándola a entrar en ella.
- espera. – pidió la rubia mientras estiraba la mano para abrir uno de los cajones de su buro y de el sacaba un empaque plateado.
La rubia se arrodillo en la cama y bajo la atenta mirada de Michiru abrió el condón, poniendo el empaque vacío sobre el buró y regresando a su lugar, se puso el condón sin perder detalle de la mirada de Michiru que jamás se aparto de sus acciones; Michiru sonrió y abrió las piernas para la rubia incitándola a entrar en ella, la oji-verde ya no podía mas, pero aun con la bruma de la excitación bajo su mano una vez mas hacia el sexo de Michiru para asegurarse que seguía bastante mojada para ella; con esa confirmación la rubia tomo su miembro y lo guio hacia la entrada de Michiru.
- iré muy despacio Michiru. – explicó la rubia. – tal vez sea un poco molesto al inicio y tal vez duela, si sientes que es demasiado detenme ¿de acuerdo? – a estas alturas lo único que quería era continuar, pero si Michiru al final no podía lo haría, se detendría.
- lo sé, tranquila, confío en ti. – no quería parar, pero si había leído que seria molesto y doloroso como había dicho Haruka, aun así ella quería seguir.
Haruka se acomodó y comenzó a entrar lentamente en Michiru, asomo la punta y sintió un ligero respingo, pero decidió continuar, Michiru sin duda le diría que se detuviera si era demasiado para ella, continuo ingresando lentamente, escuchando como Michiru gemía mientras las se deslizaba en ella, sentía sus manos arañando su espalda y en sus glúteos instándola a entrar mas; cuando estuvo completamente dentro de Michiru, tuvo que cerrar los ojos un momento por lo bien que se sentía estar en el interior de Michiru; la aguamarina también había cerrado los ojos con fuerza al recibir completamente a su viento en ella.
La rubia podía sentir aun sobre el condón, lo caliente, mojado y apretado que era el interior de su prometida, quería moverse, pero tenia que esperar un momento a que Michiru se acostumbrara por lo que se quedó quieta y se acerco a besarla, tocando con su lengua la de su sirena; comenzó a moverse lento, quería que disfrutara por sobre todo, la miro a los ojos y poco a poco comenzó a sentirla cómoda.
- te amo… Michiru. – declaró la rubia viendo a su prometida.
- oh Haruka… - respondió en un suspiro. – también… te amo… - tuvo que parar y abrir la boca presa de su excitación, no emitió sonido alguno, solo se quedó así.
- Haruka mordió su labio, quería ir mas rápido, pero primero tenia que asegurarse de que Michiru estaba bien. – ¿Cómo te sientes Michiru? – cuestionó la rubia continuando con sus lentos movimientos.
- muy bien… me gusta… por favor… mas… – pidió la aguamarina, había sentido cierta incomodidad y dolor al inicio pero ahora… ahora solo sentía el placer.
Eso fue todo lo que Haruka necesito para aumentar el ritmo de sus embestidas y comenzar a disfrutar a un mas de hacer el amor con Michiru ahora de esta manera, se besaron mientras Haruka entraba y salía, llevo una de sus manos al seno de Michiru y pellizco su pezón.
- Ahhh… ummm… – la aguamarina no pudo evitar gemir en la boca de su rubia.
- ummm… Ahhh… Michiru… – gemía también la rubia.
- Haruka… – hablo mientras miraba a la rubia. – me gusta… – declaro con un rubor en sus mejillas.
- Haruka no pudo evitar sonreír ante la declaración de su prometida, le dio un corto beso para después hablar. – a mi también me gusta Michiru. – declaró también y con su declaración llegó también un aumento en sus embestidas.
La rubia aumento el ritmo sin dejar de ser delicada, fue capaz de sentir como Michiru se abría mas a ella por lo que el movimiento de sus cuerpos se sincronizo con el sonido de la cama que crujía.
- Ahhh… Ahhh… Ahhh… – gemía la aguamarina contra la boca de su viento.
- Ahhh… Ahhh… ummm… – gemía a su vez la rubia. – estas tan apretada Michiru. – declaro bastante excitada.
- Oh, Kami… se siente… Ahhh… sigue… sigue… – pedía la aguamarina presa del placer.
- eso Michiru… – alentó al darse cuenta de que su sirena estaba cerca. – disfruta, siénteme… siente lo dura que me tienes… solo tu causas esto. – declaro sin vergüenza.
- estas… muy dura… me… me gusta… Ahhh… se siente muy bien Haruka… te necesito mas, por favor, no soporto… – Michiru sentía que estaba a punto y no dudo en expresarlo.
- shhh… tranquila… – calmo la rubia besando su cuello, sintiendo como su prometida se apretaba mas a ella. – eso… eso… Michiru… voy a venirme en ti…
- quiero llegar contigo. – pidió Michiru en un susurro.
- si, juntas… juntas mi hermosa sirena… hazme, tuya Michiru… tómame… soy para ti… solo para ti. – incitó la rubia, mientras seguía entrando y saliendo de la aguamarina.
- Sí… mía… eres mía… mía. – declaró con la voz cargada de deseo.
- sí… tuya… Ahhh… Mich… Michiru. – estaba a punto, lo sentía.
- Oh, Haruka… sigue… así… Ahhh… Kami… duele. – dijo la aguamarina y al instante sintió como la rubia bajo el ritmo. – me duele, pero no te detengas. – el dolor era soportable, pero le había dicho a Haruka que le diría todo.
- no quiero lastimarte. – respondió la rubia, continuando con sus movimientos mas lentos.
- tu jamás me lastimarías Haruka… confío en ti. – declaro, pero no hubo cambio en los movimientos de la rubia, sabia lo protectora que era Haruka.
La oji-verde continuo con los movimientos lentos, sintiendo como Michiru la arrimaba mas hacia ella, sintiendo como se apretaba, llevando su cabeza hacia atrás, se agarro de las sabanas y supo que Michiru había llegado a su orgasmo.
- Ahhh… Ahhh… Ahhh…
- ohhh… ohhh… ohhh…
Haruka se vino inmediatamente después que su sirena y se quedó quieta, vaciándose, se quedaron recuperando el aire un momento, la rubia vio como Michiru cerraba los ojos, se salió lentamente de su interior y permaneció a su lado; la aguamarina llevo una de sus manos hasta su rostro para cubrirlo y todas las alarmas se encendieron en la rubia cuando la sintió llorar.
- Kami, Michiru… ¿Qué sucede? – cuestionó asustada. – lo lamento… ¿te lastime? Perdóname… yo… – ¿Qué le decía? Se había dejado llevar y ahora la había lastimado ¡le dijo que le dolía! Debió detenerse entonces.
- no, Haruka… no lloro porque me hayas lastimado, no lo hiciste. – respondió mientras seguía llorando. – lloro porque… fue hermoso… se sintió precioso… gracias por entregarte a mi Haruka.
- la rubia presa de la emoción comenzó a derramar lagrimas también. – soy yo quien debería agradecerte; gracias por entregarte a mi Michiru y ser mía.
Con eso dicho la rubia se giro y se sentó al borde la cama para sacarse el condón, una vez fuera, lo anudó y lo metió al empaque para después levantarse e ir al baño para tirarlo ahí; salió del baño y fue hacia su closet para tomar unos boxers y una camiseta, pero Michiru le dijo que no, que quiera dormir así con ella, la rubia le sonrió y asintió a su pedido para regresar a la cama y meterse de nuevo en entre las sabanas con su amada.
- segura que no te lastime ¿verdad? – cuestionó la rubia una vez que estuvo dentro de la cama de nuevo.
- me duele al moverme, pero estoy bien, fue maravilloso. – respondió con una sonrisa la aguamarina mientras recostaba su cabeza en el pecho de la rubia. – ¿podemos dormir ahora? tengo sueño.
- claro, descansa amor. – dijo la rubia al ver como Michiru cerraba los ojos y su respiración se volvía acompasada.
Haruka apretó mas a Michiru contra ella y de esa manera se fue quedando dormida, había sido una maravillosa experiencia haber estado con Michiru de esa manera, ahora solo quería dormir para reponer energías.
No supo cuantas horas había dormido después de cerrar los ojos, pero en la bruma de su sueño era capaz de sentir como le besaban el cuello y acariciaban su miembro, no estaba segura si estaba soñando o era real, pero por Kami, que bien se sentía eso y mataría a cualquiera que la despertara de ese maravilloso sueño.
- Haruka. – escuchó la rubia que la llamaban, la rubia abrió los ojos y se maravillo al ver la figura de Michiru sobre su cama bañada con la luz de la Luna que se colaba por la ventana. – lamento molestarte, pero… no puedo soportarlo… te necesito. – pidió la aguamarina.
- la rubia abrió mas ojos y termino de despertarse al escuchar esas palabras ¡no estaba soñando! – Michiru… – susurro al sentir las caricias de Michiru en su miembro.
- me desperté porque sentí algo duro en mi entrepierna y no pude evitar pensar en lo que hicimos y… – Kami, parecía una adolescente hormonal ahora mismo, pero no le importaba; en algún momento de la noche había subido una de sus piernas a la cadera de la rubia y con el movimiento había terminado con la erección de la rubia en su entrepierna. – estoy tan mojada Haruka… te necesito… necesito sentirte otra vez. – pidió mientras besaba el cuello de su prometida.
- oh Kami… – fue lo único que atino a decir mientras sus manos se dirigían al cuerpo de su sirena. – tranquila amor, te voy a dar lo que necesitas.
Haruka permaneció acostada mientras llevaba una de sus manos al seno de Michiru, masajeándolo y sintiendo su pezón duro al igual que su miembro que estaba bastante deseoso de tener a Michiru de nuevo; la rubia acerco a Michiru a su cuerpo y pegó sus caderas, su miembro se pegó abdomen de su sirena y fue capaz de sentir como Michiru bajo su mano para tomar una vez mas su miembro.
- quiero… quiero llevarlo a mi boca ¿puedo? – había visto y leído que eso gustaba mucho y quería probarlo.
- Haruka trago saliva y solo pudo asentir para después tartamudear. – cla… claro. – estaba demasiado excitada.
Michiru no perdió el tiempo y acerco su rostro al miembro de su viento, comenzó a darle besos en la punta mientras masajeaba sus testículos para después de manera lenta comenzar a meterlo en su boca; Haruka no pudo evitar suspirar ante la sensación de los labios de Michiru y sin querer ni poder evitar gimió cuando esta comenzó a dar leves chupadas.
- oh por Kami… – suspiro la rubia mientras cerraba los ojos y disfrutaba de lo que Michiru le hacía.
Michiru metía y sacaba el miembro de la rubia de su boca como si fuera una experta, había descubierto que le encantaba escuchar todos los sonidos que era capaz de producir en Haruka al estar haciendo eso para ella, lo amaba, amaba el control que tenia en el placer de su viento; de pronto sintió las manos de la rubia en su cabeza haciendo que fuera un poco mas lento.
- despacio… así… oh si… usa tu lengua… así… Ahhh. – ¡Kami! ¿Dónde había aprendido a hacer eso Michiru? ¡La estaba volviendo loca!
Haruka disfrutó un poco mas de las atenciones de la boca de Michiru en su miembro, pero la necesitaba, necesitaba estar dentro de ella otra vez, con cuidado tomo su cabeza una vez mas y la alejo de su miembro, la recostó y ella se recostó justo al lado para comenzar a besarla y mientras lo hacía, sin perder tiempo llevo su mano al sexo de su sirena para estimularla; al inicio solo jugaba con la zona de sus labios, esparciendo sus juegos asegurándose de mojar toda la zona; sin poder evitarlo llevó sus dedos hasta la entrada de la aguamarina y tanteo con un dedo, al sentir que Michiru gemía en su boca por su toque, ingreso el dedo lentamente, asegurándose de que estaba lo suficientemente lubricada para recibirla, su interior estaba caliente y se moría por sentir eso en su miembro, saco su dedo y se posiciono encima de la aguamarina.
- por favor, entra ya. – pidió la aguamarina, hacia tiempo que su vergüenza había salido por la ventana.
- espera, debo ponerme un condón. – dijo la rubia mientras se estiraba para alcanzar el cajón de su buro y tomar otro condón.
- no… por favor no lo hagas… quiero sentirte así, no quiero una barrera entre nosotras, por favor Haruka. – no lo pudo evitar, era lo que quería, quería sentir a Haruka sin el condón, quería sentir su semen llenándola, lo quería.
- Haruka tomo el condón y dudo un poco por la forma en la que Michiru le estaba pidiendo que lo hicieran sin condón, pero no podía hacerlo, en alguna de ellas tenia que caber la razón. – no podemos Michiru, seria demasiado irresponsable de mi parte hacerte el amor sin condón, podría dejarte embarazada. – tenia que ser fuerte, por mucho que quisiera sentir a Michiru sin barreras, no podían.
- Michiru reacciono ante eso, era verdad, no podían, un embarazo ahora… no… tenia que controlarse, pero lo quería, tal vez si… – si voy a mi ginecóloga para encontrar otros métodos anticonceptivos y podamos hacerlo sin condón ¿estarías dispuesta?
- hare lo que quieras Michiru, salvo hacerlo sin condón ahora, pero podemos ver a tu ginecóloga y buscar mas opciones. – accedió, ella también quería a Michiru sin condón, llenarla de su semilla.
- hare una cita e iremos las dos ¿esta bien? – y vio como la rubia le asentía con una sonrisa. – ¿podemos continuar? – volvió a cuestionar removiéndose un poco.
- claro. – la respuesta de Haruka fue inmediata mientras abría el condón y se lo colocaba.
Después de colocarse el condón, la rubia tomo su miembro con una de sus manos y lo acomodo en la entrada de Michiru, esta vez no lo metió poco a poco, si bien si lo hizo lento, lo deslizo todo de una, las manos de Michiru arañaron su espalda y la sintió retorcerse bajo ella.
- Ahhh… Kami, amo tu interior. – soltó con alivio la rubia una vez que estuvo dentro de Michiru. – estas tan apretada.
- Ahhh… estas tan grande Haruka… muévete. – pidió mientras con sus manos empujaba a la rubia mas hacia ella.
Haruka atendió el pedido de su prometida, pero no se movió rápido, no quería lastimar a Michiru y sabia que estaba sensible por la primera vez, aun así, disfrutaba de cada embestida, cada que salía y entraba en Michiru, disfrutando su interior; usando sus manos abrió un poco mas sus piernas y siguió embistiendo siempre procurando no ser muy ruda pero si buscando el placer de su sirena.
- Ahhh… Ahhh… Michiru… Ahhh… – ¡Kami! No podía evitar gemir por todo lo que sentía.
- ummm… Ahhh… ummm… Ahhh… – escuchar a Haruka gemir no hacia otra cosa mas que encenderla más.
Haruka se acerco mas al cuerpo de su prometida, acercándose directo a su cuello, dejando besos por todo el lugar, para después pasar a su boca, iniciando una guerra entre sus lenguas, donde fue capaz de sentir su sabor en la boca de Michiru, en la intensidad del momento su sirena había levado su cadera buscando mas contacto y Haruka no dudo en dárselo, iniciando un movimiento lento, entrando y saliendo de ella de manera rítmica.
- ¡Ahhh! ¡Haruka! – gritó sin poder contenerse ante la sensación que le provoco la rubia.
Quería verla, quería ver a su viento en el placer, quiera ver su rostro plagado de placer mientras la hacia suya, así que estiro su mano hasta el buro y logro encender la lámpara de noche que Haruka tenia ahí, una vez con luz, no dudo en dirigir su mirada hacia su viento, ambas se miraron a los ojos mientras la rubia seguía embistiendo, pero Michiru quería sentirla aun mas, así que llevo ambas manos hacia la espalda de la rubia para apretarla mas a ella e incitarla para que fuera mas adentro.
A medida que Haruka se fue moviendo en Michiru, pudo sentir como su cuerpo comenzaba a sudar y sus piernas buscaban un punto ideal, hasta que lo encontró apoyando sus pies en los glúteos de la rubia para hacer mas presión, mientras su manos se aferraban con fuerza a su espalda; Haruka pudo sentir como Michiru se apretaba mas a su alrededor y eso solo la hizo aumentar la intensidad, el sonido lascivo de su pelvis golpeando contra la entrada empapada de Michiru se mezcló con sus gritos.
- ¡Ahhh! ¡sigue! ¡Ahhh! ¡Haruka! – ya no podía controlar su voz, lo que Haruka le hacia era muy bueno.
- Ahhh… Michiru… ¡oh Michiru! Por favor… vente… llega para mi… – pidió la rubia igual de excitada que la aguamarina.
- Vacíate Haruka… estoy a punto… – podía sentir como Haruka se hacia mas grande entro de ella.
- oh Michiru… Kami, que delicia… Ahhh… que rico… – Michiru la estaba apretando mas y eso estaba dificultando que se moviera mas libre, pero sabia que la aguamarina ya estaba al borde.
- Haruka… Ahhh… si… así… ya… ya no… ¡Ahhh! – y se dejó ir.
Michiru llegó a su orgasmo, apretando a Haruka contra ella en ese momento, la rubia no lo pudo contener mas y se vino en el condón deseando e imaginando que lo hacia en Michiru, cayó agotada sobre la aguamarina y estuvo así por un momento hasta que pudo moverse lo suficiente para salir con cuidado y termino por caer rendida a su costado; ambas se quedaron en silencio, las palabras sobraban entre ellas en ese momento; Michiru atrajo a Haruka hacia su pecho y sin decir mas de esa manera se durmieron.
No hubo mas despertares durante el resto de la noche y a la mañana siguiente para su sorpresa había sido Haruka la primera en despertar, sonrió al ver a Michiru desnuda a su lado, todo lo ocurrido la noche anterior vino a su mente y no pudo evitar la erección que se formo, pero no era momento para eso, eran las diez de la mañana, sabia por su respiración que Michiru dormiría un poco mas, tal vez podría hacer algo para ella y sorprenderla, quería hacerla sentir especial después de la maravillosa noche que le había regalado, así que era mejor que se pusiera manos a la obra.
Tomo ropa y salió del cuarto para ducharse en el de su hermana y así no despertar a su sirena; una vez vestida con un pantalón de algodón holgado de estar en casa gris y un sujetador deportivo negro, bajo a la cocina y se dispuso a preparar la harina para preparar panqueques, era lo mejor que podía preparar sin quemar nada; preparo la harina y saco frutos para ponerlos junto con los panqueques y veo la hora, Michiru despertaría pronto y era mejor subir aun tenia que preparar el baño, mientras tomaba su ducha, se le ocurrió que un baño de sales curativas ayudaría a Michiru con las molestias; subió corriendo al segundo piso, llego a su habitación y con mucho cuidado abrió la puerta, para su buena fortuna Michiru aun seguía dormida, entro y paso directo al baño para comenzar a llenar la tina y estuviera a buena temperatura para cuando Michiru despertara, al salir de ahí dejando la tina llenándose se recostó al lado de su sirena.
- Michiru al sentir el movimiento en la cama y previo a eso el sonido del agua, comenzó a abrir los ojos. – buenos días. – saludo al ver a su viento sobre su costado viéndola.
- buen día. – respondió la rubia con una sonrisa. - ¿Qué tal dormiste? – cuestionó.
- ummm… muy, muy bien… relajada. – dijo y con eso ultimo ambas no pudieron evitar son reír.
- me alegra escuchar eso. – dijo la rubia con una sonrisa mientras miraba la figura de la mejor en su cama.
- ¿Qué estas haciendo? – cuestionó la aguamarina al escuchar el sonido del agua correr en el baño.
- te prepare el baño con sales curativas, escuche que es bueno después de… ya sabes, la primera vez. – respondió, ayer parecía no tener filtro pero hoy toda esa confianza se había ido.
- se escucha muy bien, pero no creo que me pueda mover. – confesó sonrojada hasta las oreja la oji-azul.
- no te preocupes, te llevare hasta ahí. – dijo y sin esperar respuesta tomo a Michiru en sus brazos al estilo princesa y la llevo hasta el baño. – servida mi lady. – bromeo dejando a la chica dentro de la tina. - ¿Qué tal esta?
- maravilloso, se siente muy bien, gracias Haruka. – respondió Michiru con una sonrisa, Haruka era tan atenta.
- perfecto, ahora quédate aquí, iré por tu desayuno. – dijo la rubia alejándose de la bañera. – hablo en serio, no te muevas, yo vendré por ti.
- esta bien. – respondió mientras cerraba los ojos y se relajaba.
Haruka dio una ultima mirada a su chica y después salió del baño directo a la cocina, ahora tendría que hacer los panqueques y llevarlos hasta el dormitorio, quería consentir a Michiru; se apresuro a terminar de hacer el desayuno porque no quería hacer a Michiru esperar y que se enfriara el agua y se enfermara, así que una vez con todo listo, lo puso en una bandeja y lo llevo hacia su dormitorio, por suerte había dejado la puerta abierta para no tener que maniobrar con lo que traía, dejó todo en la mesa de centro de su habitación y fue hasta el baño.
- ¿estas lista para salir Michiru? – cuestionó antes de entrar al baño, no quería interrumpir a Michiru.
- si, el agua ya comenzó a enfriarse. – respondió del otro lado la aguamarina.
- de acuerdo, voy a entrar. – avisó la rubia, tomo una de las toallas ahí dispuestas y envolvió a mi Michiru con ella para después volver a tomarla en sus brazos.
- ¿puedes prestarme algo de ropa? – cuestionó, pues ella no tendría ropa hasta el domingo que Shizuru fuera a la casa.
- por supuesto. – respondió mientras iba hacia su closet y sacaba ropa para la aguamarina, unos pantalones de algodón verdes y una playera blanca de cuello "V" – espera, voy al cuarto de Natsuki por ropa interior.
Era una suerte que su hermana siguiera coleccionando ropa interior y que aun conservara boxers femeninos nuevos en su haber, así como también bras que Michiru podría utilizar; se dirigió al cuarto de su hermana y tomo un paquete nuevo de ropa interior asegurándose de que no fuera de la colección privada de Natsuki y regreso al lado de su novia, quería estar cerca de ella para ver que estuviera bien y no le faltará nada, con lo que habían hecho la noche pasada, se sentía aún más unida a Michiru.
Regresó a su habitación con una sonrisa, le entregó la ropa a Michiru y vio de forma divertida como la aguamarina se iba al baño a cambiarse, como si la noche y madrugada pasada no se hubieran visto mutuamente, no la molesto cuando la vio volver, solo se levantó y tomo la bandeja con la comida, una vez que Michiru estuvo de nuevo en la cama, Haruka puso la bandeja sobre ella y ambas comenzaron a comer en un silencio agradable, no hacía falta decir nada, ayer se habían demostrado con hechos como se sentían, ahora solo disfrutaban de la compañía de la otra con la tranquilidad de saber que solo eran ellas dos.
Continuará…
