Ladies and Gentlemen!
Y es de esta manera con la que empezamos el capitulo uno de esta cuarta temporada. Como les dije en el capítulo de inicio. Quiero darle un final apropiado, anteriormente ya había escrito tres temporadas que se apoyan con el anime pero esta vez, prácticamente iré a ciegas, es por eso que me apoyare en algunas personas como en algunas cosas para poder guiarme correctamente. Espero realmente que disfruten todo este trabajo.
It's time to read!
It's showtime!
Aclaración: Yu-Gi-Oh! VRAINS no me pertenece. Es propiedad de Kazuki Takahashi. Yo solamente pido prestado sus personajes para poder escribir mis historias que se podrán leer a continuación.
Aclaración: Con estas historias no estoy cobrando por ninguna ganancia o regalía. Solo escribo para el entretenimiento de todo público pidiendo permisos al autor. Cualquier aclaración, pueden escribir en los comentarios su opinión al respecto.
Un pequeño gesto de dolor junto con un quejido no pudo evitar hacer Ryoken en el momento que Taki Kyoko le curaba con bastante cuidado aquellas heridas que le habían dejado hace unas horas y que ahora su hermana, con la asistencia de Pandor, le estaban ayudando en curarle apropiadamente. Quería hacer sus manos en puños pero hasta con eso, los nudillos le dolían demasiado que la misma le tuviera que poner para que desinflamaran los mismos para poder hacer las curaciones respectivas.
-Lo lamento -Se disculpo Taki.
Pero en el momento que ella volteo su mirada a su "pequeño hermano" se dio cuenta que este solo se dedicaba a mirar a otro lado. Estaba bastante distraído, estaba bastante ido y no lo podía culpar. La razón por la que se encontrara así, tenía aquel nombre de usuario que con solo mencionar, sería como un Tabú. La doctora solo suspiro un poco, dejando que aquel silencio los invadiera, dejando que Ryoken solo pensara en lo que había pasado esa noche.
No pudo evitar revivir aquellos momentos.
Solo había salido como cada noche, solo quería caminar como siempre lo hacía, lo bueno de todo eso, es que no había llevado a su pequeña Aiko para ver el mar como había pensado en un principio pero al final, solo la dejo a cargo de sus hermanos que no paraban de reír con la menor al hacer sus pequeñas travesuras, era lo único bueno de toda esta situación.
Perderse entre sus pensamientos y ver hasta donde es capaz de llegar pero sus planes fueron interrumpidos en el momento que observo como aquel carro negro se detenía. Ni siquiera se había dado cuenta que era seguido. Decidió seguir con su camino o eso hubiera querido si no le hubieran detenido en ese momento, tomarlo de su brazo y prácticamente, lanzarlo contra un muro, tirarlo hasta alguno de los callejones de aquel lugar. Sintió el golpe en su espalda, esto solo provoco un gran enojo en el mismo que solo alzo la mirada para ver a esos tipos frente a él con aquellas sonrisas. Más sin embargo, no pudo leer aquellos movimientos que solo recuerda como se vio en el piso por el fuerte golpe que había recibido. Lo dejo un tanto mareado pero aun así repartía golpe alguno a diestra y siniestra. Con lo que no conto, es que ellos eran más y lo dejarían en aquellas condiciones, donde la sangre salía de su boca como de sus manos o sus brazos. Se levanto un tanto cansado en el momento que estos dejaron de divertirse para poder sacar sus armas. Como una persona salía de entre ellos y lo miraba con atención.
-Tú nos acompañaras, alguien quiere verte con urgencia
Eso fue lo que escucho, su cabeza aun se sentía confundida, se sentía bastante cansado. Escuchaba pasos pero no pudo preguntar quién lo quería ver o a donde se iban a dirigir, en el momento que los hombres empezaron a caer uno por uno como peso muerto frente a él. Ese encuentro que tuvo con Yusaku como las palabras que la misma le estaba diciendo, no sabía si era parte de un sueño o de una ilusión después de tanto golpe pero la manera en la que ella tomo su mano, aquella calidez que le brindaba. Se dio cuenta que era la realidad. La chica todo el momento se mantuvo atenta a todo a su alrededor, sosteniendo aquella arma en su mano y pegado la misma a su pecho, como suspiraba y asentía con cada palabra que la persona del otro lado del pequeño micrófono le decía. Como lo dejaba atrás de ella para poder protegerlo. Una vez que todo estaba despejado, se dio cuenta que otro carro, de color gris, ya los esperaba. Observo como las luces del mismo se encendían como también se apagaban y de un momento a otro, ella le empujaba para que se pudiera subir en la parte de atrás y así que este arrancara.
Suspiro un poco al verse descansando, hasta ese momento, sintió como le empezaba a doler todo el cuerpo. Observo a su lado como Yusaku dejaba el arma en el sillón y ella se quitaba el audífono del oído para guardarlo en una pequeña cajita. Ella lo observo y después el arma, lo que él estaba viendo.
-Si te preguntas, no los mate -Ella suspiro.- Ganas me quedaban pero no lo hice, solo les aplique un buen sedante, tranquilo, ellos despertaran dentro de unas horas -Guardo el audífono y saco su celular, vio como estaba escribiendo algo pero siendo sincero, no presto atención.- Esto es lo bueno de ser sigilosa y haber entrenado este tiempo, solo traigo esa cosa para poder protegerme, no sabes con que personas te encontraras ahí afuera ¿Alguien más en el perímetro, Dojun-san?
No fue hasta ese momento que Ryoken se dio cuenta que el conductor era Dojun Kengo. Aquel militar, hacker y duelista que muchas veces había entablado una corta conversación o de vez en cuando se lo topaba en la empresa de SOL e incluso en Vrains. ¿Qué era lo que estaba pasando? ¿Cómo es que estos dos se conocían? Se quejo un poco al moverse, escucho como el que iba como conductor soltó un pesado suspiro para mirarlo por el retrovisor y volver a enfocar su vista en el camino, en aquella oscuridad donde se supone que todos se encontraban dormidos en su casa pero ellos eran los únicos que se encontraban en camino.
-Su apoyo se encontraba bastante lejos de su ubicación, no son para nada expertos solo son personas que contrataron para conseguir dinero todo por culpa de su estúpido dinero -Escupió molesto mientras seguía conduciendo.- No habrá rastro de lo que hicimos, cuando se den cuenta, estaremos bastante lejos ¿Cómo se encuentra él?
-Como se supondría, con bastantes heridas pero estará bien, sobrevivirá -Alzo los hombros una vez que dejo de ver la pantalla de su celular, guardarlo en su bolsa y ver a Ryoken.
-¿Qué es lo que está pasando? ¿Cómo es que ustedes también estaban ahí?
Un pequeño silencio se formo que pensó que nadie lo escucho. La chica su lado fue la única en suspirar y sacar un pañuelo de la bolsa de su falda, hasta ese momento Ryoken se percato de cómo ella estaba vistiendo. Era un tanto similar a la ropa que ella utilizo cuando el regreso a Den después de un año. Tembló un poco pero agradeció ese suave tacto que se encargo de limpiar los rastros de sangre. Lo miraba con bastante atención, concentrada en limpiar con suavidad ante aquellos golpes que muy pronto se verían como moretones, él solo la observo en silencio. Observando como ese rostro había madurado, sus rasgos se hicieron más finos, la piel se veía suave y no pudo evitar llamarle la atención aquellos cortos cabellos azules que le llegaban a los hombros en lugar de su habitual cabello largo, incluso unos pequeños aretes que estaban en los lóbulos de sus orejas. La ropa oscura que escondía muy bien su pequeño cuerpo. En ese momento, no pudo evitar que tenía un cierto parecido con Ai, como realmente ese estúpido Ignis había tomado toda la apariencia de ella pero en versión masculino. Quería mover su mano pero hasta eso le dolía.
-Ellos no eran los únicos que te estaban siguiendo, yo ya lo hacía desde el momento que me di cuenta de los planes de SOL -Escupió molesta.- Empezaron actuar por su propia cuenta, fue lo que nos llamo la atención y nos alegra haber estado ahí -Soltó otro pequeño suspiro para mirarlo con atención.- Escúchame Ryoken, tienes que tener cuidado de ahora en adelante, ahora que te escapaste de las manos de SOL, no dudes que van hacer algo para llamar tu atención, no dudes del daño que puedan llegar a ocasionar, así que ten más cuidado por favor -Soltó un pequeño suspiro para acariciar su mejilla con dulzura, Ryoken observo aquellos ojos esmeraldas, aquellos que le miraban con tristeza pero también con toda aquella furia que se encontraba en los mismos.- No puedo contarte la razón de mi regreso, aun no, solo espera a mi llamada por favor y te juro que te contare todo, ahora, tienes que descansar, ya le avise a Taki
Fue en ese momento que Ryoken se dio cuenta que habían llegado a su casa. Como la puerta del carro se abría y ella salía de la misma para poder ayudarle a salir y poder caminar. Sintió como lo tomaba con fuerza para que diera pequeños y cortos pasos, cuando alzo la mirada para encontrarse a su hermana totalmente sorprendida y un tanto asustada, a su lado, se encontraba Pandor. Ambas acudieron a su auxilio para poder tomarlo y ayudarle a entrar. En ese momento, sintió como ella quitaba sus manos de su cuerpo, ya no era su apoyo y no dudo en voltear a sus espaldas para mirarla, como ella baja la mirada y solo suspiro para dedicarle un palabra silenciosa a su hermana.
-Tenemos que hablar Yusaku -Fue lo único que menciono Ryoken.
-Lo sé -Ella sonrió un poco pero solo movió su cabeza de un lado a otro para solo dar media vuelta y volver al carro.- Pero este no es momento adecuado para decir toda la verdad, solo espero que mejores, vendré cuando estés recuperado, por ahora -Volteo a verlo.- No menciones a nadie que me viste, aun no es momento de que sepan de mi regreso, si es que quiero seguir protegiéndolos a todos
Se despidió antes de subir y ver como el carro aceleraba para perderse en la oscuridad. Ryoken solo suspiro para sentir como Taki le ayudaba junto con Pandor para adentrarse en casa y empezar la curación de sus heridas.
Ryoken salió de sus pensamientos soltando un pequeño grito y cerrando con fuerza sus ojos en el momento que empezaron a revisar sus nudillos. Si pudiera ser posible, en ese momento estaría llorando pero tuvo que morderse los labios para no hacer más ruido de lo que ya estaban haciendo, no dudaba que alguien se diera cuenta de lo que estaban haciendo. Miro con atención a Taki, como su hermana solo soltaba un pequeño suspiro y lo miraba, para después pasar su mirada al pequeño algodón que ya estaba en alcohol.
-Menos mal que ellos te siguieron si algo hubiera pasado algo realmente malo
Aquello se quedo en silencio. Observo como su hermana soltó unas pequeñas lágrimas que Ryoken solo limpio con cuidado. Poso sus manos en sus mejillas para sonreírle un poco antes de quejarse de dolor.
-Estoy bien -Menciono.- Esos bastardos me lo pagaran, no te preocupes por ello que me asegurare de encontrarlos, por ahora, hay que mantener esto en secreto, si esto lo hace para protegernos, debe tener otro motivo oculto -Se estiro un poco pero no dudo en quejarse por lo mismo.- Eso realmente quiero creer pero ¿Qué hacía con Dojun Kengo?
-Tal vez tenía sus motivos, tal vez algo están haciendo, le debiste preguntar en ese momento -La doctora alzo sus hombros desinteresada. Taki observo como Ryoken alzaba los hombros desinteresado. Al final, ella soltó una pequeña risita que no paso por desapercibida de su hermano.- Te lo dijeron ¿No es así? Ella iba a regresar por sí sola, aunque aún quedan muchas cosas por saber pero tranquilo, nos lo dirá a su debido tiempo ¿Confiaras en ella? ¿Lo seguirás haciendo?
Un pequeño silencio volvió a formarse. Esperaron a que Pandor saliera de la habitación de Ryoken y cerrar la puerta detrás de la misma, la IA se encargaba de tirar y limpiar todo rastro que pudieron haber dejado. Incluso si eso significaba quitar todo rastro que pudiera mostrar a la chica. Fue en ese momento que el usuario de Revolver se dejo caer un poco a la almohada que estaba detrás de él.
-Eso quiero creer pero no quiero salir herido otra vez, ya no puedo esperarla más y saber que me seguirá diciendo mentiras y no volver a confiar en mí, ya no se
Fue aquella decepción que escucho Taki de Ryoken que solo pudo sonreír, dedicarle un beso en su frente y salir con cuidado de su habitación con su maletín de curaciones. Dejando a su pequeño hermano solo en su cuarto para que pudiera descansar y poder pensar con claridad en lo que iba a pasar de ahora en adelante.
.o.
Dojun Kengo escucho como la puerta de su casa se abría, este solo soltó un pesado suspiro para poder alzar su mirada y encontrarse con aquella chiquilla que entraba a su casa como "Don Juan", cerraba la puerta y se dejaba caer en su sillón mientras soltaba pesados suspiros mientras golpeaba un poco el cojín que tomo y solo abrazo como si nada. Desde el momento que ella decidió pedirle ayuda, aunque era mejor decir que era la que le pagaba sus servicios, no ha dejado de entrar a su hogar a pesar de los tantos cambios que le ha hecho a sus cerraduras, por unas realmente de alta tecnología y no sabía cómo pero la chica se encargaba de abrir la misma, cambiando todas las configuraciones y consiguiendo sus mismas llaves para poder entrar y dejarse caer el su sillón. Realmente no dudaba de las habilidades de la chica, tanto en los duelos como en la comunicación entre humano y maquina, ella era realmente inteligente. Cosa que le molestaba porque él tuvo que aprender y pareciera que ella nació con ese conocimiento. Soltó un pesado suspiro para apagar sus monitores y sacar un cigarrillo de su chaqueta para empezar a fumar.
-¿Realmente crees que tu novio estará bien? -Fue lo primero que pregunto Kengo, observo a la chica de reojo.- ¿No crees que mejor debiste quedarte con él?
-Aunque eso significara que tendría que contarle todo lo que estuve haciendo en todo este tiempo que estuve lejos, es mejor que las cosas sean así -Fue lo que la chica hablo antes de sentarse bien en su sillón y sacar su celular de su bolsa.- Y siendo sinceros, con todo lo que hemos encontrado, no se puede decir en una sola noche lo que descubrimos, al menos no solo a él -Vio a la chica que estaba moviendo sus dedos en su celular, no sabía que estaba haciendo y mucho menos le interesaba, así que solo soltó el humo de su cigarro.- Todos los implicados deben saber que es lo que está pasando y el porqué los antiguos directores de SOL se están encargando de buscarnos a todos y hacernos pagar por quitarles su empresa -Yusaku soltó un pequeño suspiro.- ¿Cómo es que se está filtrando la información de nuestros nombres reales? ¿Has hablado con Akira o Emma sobre esto?
-Ni ellos saben quién fue el infiltrado pero pudieron encontrar el error para poder volver a reescribir los datos antes de que siguieran investigando -Dojun aplasto su cigarrillo con aquel objeto de cristal donde se encontraban varios.- Hanoi se enterara de esto y aumentaran la seguridad, tranquila Playmaker que el nombre de Revolver fue el único que pudieron guardar, no dudo que en estos momentos hiciste algo para hacer pagar a esos tipos que lastimaron a tu novio
-Y lo están pagando muy caro, que sepan ellos que no será lo único que les hare -Guardo su celular en su bolsa.- Pero ¿Qué es lo que sabrá Ryoken sobre ello? -La chica se levanto y camino hasta la pequeña cocina que se encontraba en su hogar para abrir el refrigerador.- Hasta donde nosotros sabemos, tanto nosotros como esos bastardos de King y Queen, somos los únicos que descubrimos la ubicación de ello
-Tal pareciera que Kogami Kiyoshi aun ocultaba muchas cosas, cosas que ni sus subordinados como su propio hijo no serán capaces de creer -Volvió a encender los monitores y conectar su brazo para poder encontrar información mientras movía su otra mano.- Lo peor es que si ellos no saben, no sabremos a que nos estaremos enfrentando esta vez ¿Cómo saber que ellos aun siguen con vida? Es algo que solo tú eres capaz de sentir, se me hace una estupidez
Un pequeño silencio se formo. Solo el sonido de Kengo en el momento de encontrar información como las notificaciones que eran capaces de llegar a su monitor. Yusaku soltó un pequeño suspiro para cerrar el refrigerador y sacar dos bebidas de ahí.
-¿A qué clase de hombre no se le ocurre comprar pero si cerveza? -Se quejo la chica.- ¿Cuántas veces te he dicho que debes comprar algo que se pueda comer, no con algo que te quieras emborrachar?
-Y yo, ¿Cuántas veces te he dicho que esta no es tu casa para que entres como si nada y solo te quejes por como vivo? -Le miro con aquella mirada seria, Yusaku solo alzo una ceja, una guerra de miradas empezó en ese momento.- Si no te agrada la manera en la que vivo, ahí está la puerta, puedes mejor salir para que pueda cambiar la cerradura y así evitar que nunca entres
-No puedes hacerlo -Fue lo que la chica menciono con una sonrisa socarrona.- ¿Has olvidado quien es la que te está pagando?
Kengo solo suspiro derrotado. Aunque fuera discutiendo, era imposible ganarle, odiaba que fuera de esa manera, odiaba a las personas que siempre ganaban y nunca probarían la derrota. Solo observo a la chica que abrió una de aquellas bebidas y empezó a tomar de la misma mientras volvía a revisar lo que se encontraba en su celular.
-Si al menos me vas a regañar por mi estilo de vida, al menos deberías de darme la otra bebida antes de que te la acabes como siempre haces que te encargas de hurgar en mi propia casa cuando solo eres una menor de edad
Escucho como la chica suspiraba y caminaba hasta su escritorio para dejar la bebida en la misma y volverse a ir. Kengo solo negó mientras abría la misma y tomaba. ¿Por qué sentía que estaba cuidando a su hermana menor? Ni siquiera con Emma es así. Volvió a cerrar los ojos por el cansancio mientras se repetía que solo lo hacía por el dinero que la chica le estaba ofreciendo. ¿No es así?
.o.
Ryoken dejo caer su celular a su cama. Estaba cansado de sostener el mismo y saber que un día más iba a pasar y no iba a recibir llamada de la persona que tanto había ansiado ver. Incluso sentía que en algún momento, su mano se le iba acalambrar.
Decidió dejar el mismo a un lado para suspirar y acostarse un poco mejor en su cama, sintiendo como el dolor de aquellos golpes que había recibido de hace una semana, empezaban a desaparecer, incluso algunos moretones que solo se mantuvieron ahí. Claro, iba a ser imposible ocultarlos de Gerome o Fausto que no pudieron evitar preocuparse pero este solo negó de que estaba bien y que con suerte, estaban algunas personas que le ayudaron. Nunca menciono él porque y mucho menos, quien le ayudo. Pero podía sentir la pesada mirada de Spectre, Ryoken solo desviaba la mirada para querer hablar de más. La mayoría del tiempo se la paso en la cama, realmente tenía mucha pereza de querer caminar pero su pequeña Aiko no se lo permitía. La pequeña niña que caminaba con aquellos temblorosos piecitos, con aquellas carcajadas que soltaba como los pequeños golpes que daba la menor a su cuarto, era imposible el querer estar en un solo lugar cuando su pequeña le pedía salir, que le cargara o esos pequeños ojitos turquesa le amenazaban con empezar a llorar y siendo sinceros, eso nadie quería.
Era de esa manera en la que Ryoken accedía a pasar ese preciado tiempo al lado de su niña y no es como si quisiera negárselo, no podía por tanto que la amaba y querer pasar todo el tiempo a su lado. Haciendo que se sentara en sus piernas para verla hablar con los peluches. Acunarla en sus brazos cuando tomaba una merecida siesta o darle de comer, lo cual seguía siendo un reto sin antes mancharse su ropa de comida. Cosa que le parecía graciosa a la menor y que estaba más que satisfecha con ese cálido baño que siempre le daban para limpiar toda suciedad. Jugar con la espuma y los pequeños juguetes, era lo más divertido para ella. Ver a su padre lleno de espuma y como le empieza hacer cosquillas, era su manera tan feliz que podía disfrutar con su padre.
Ver a su pequeña sonreír y soltar pequeñas risitas. Como gateaba por toda la casa, todos tenían que seguir a la menor para que estuviera a salvo, aunque la que más le dejaban el trabajo, era a Pandor que se encargaba de seguir a la pequeña niña que solo soltaba risitas. Meterla a su corralito y verla jugar con la cantidad tan absurda de peluches y juguetes. Escucharla mencionar algunas palabras que entendía de los mayores y dormir aquella siesta con los cálidos rayos de sol, el suave viento y su cobijita que le encantaba llevarla a todas partes.
Aquellos adorables vestiditos y trajecitos que a todos les gustaba poner. Como aquel vestidito de tonos blancos que llamaba la atención y que se comportara un poco coqueta, abriendo y cerrando sus pequeños ojitos o sonriendo mientras lanzaba algunos pequeños besitos al aire. O aquel traje de osito donde la pequeña se la pasaba soltando unos gruñidos como la manera en la que fruncía el seño para que vieran su enojo. Ryoken no podía dejar de enamorarse de su pequeña niña cada día. Era su razón de vivir, era su razón de levantarse su cama aunque estuviera adolorido e ir a paso lento para entrar al cuarto de su pequeña y asomarse por la pequeña cuna para ver a su pequeña contenta de verlo mientras en sus manitas sostiene sus calcetines o se dedicaba abrazar a sus peluches. Ryoken la alzaba con cuidado para ofrecerle pequeños besos en sus mejillas y su frente, revolviendo sus cabellos azules y peinando su flequillo blanco. Apreciando aquel pequeño lunar debajo del ojo derecho de su pequeña. Sonriendo cuando la misma alza sus manitas para tocar su cara y los besitos que le daba.
-¡Papá!
No podía evitar sonreír como un idiota al escucharla mencionar esa palabra. Como dejaba de prestarle atención a sus "tíos" para poder ir a sus brazos. Para poder sentir su calor. Aquel calor que solo un padre puede sentir con su hijo, le hacía recordar a cuando era un pequeño niño y siempre buscaba los brazos de su padre. Aquella protección que siempre le brindaba.
Pero.
No pudo evitar pensar en algo.
¿Acaso se iba a repetir su misma historia con Aiko?
Ryoken no sabe nada sobre su madre y no lo quiere saber. Solo eran ellos dos, solo era su padre y él. Soltaba un pequeño suspiro para abrazar más a su pecho a su pequeña. No. No dejaría que eso se volviera a repetir. Porque ella tenía una madre que estaba haciendo todo lo posible por regresar, sería en lo que él creería. Aunque seguía siendo doloroso para él el poder hablar de su madre. Aun no podía.
Ese día en especial que estaba en casa y la pequeña Aiko se encontraba jugando en aquel lugar seguro con tantas almohadas y que era imposible que le pasara algo pero aun así como todo padre preocupado que era, le gustaba que su hija estuviera segura. El timbre de su casa sonó. Un tanto cansado se levanto del sillón, dejo su tableta y acaricio los cabellos de su hija. Camino sin mucho interés a la puerta para abrirla. Pensando que alguno de sus hermanos se le olvido algo, no era la primera vez que pasaba pero al momento de abrir la puerta, las palabras se escaparon de si al ver a Yusaku parada frente a él. Usando aquella ropa que utilizo esa noche. Apreciando aun más su rostro, aquella madurez que se podía presumir en ese momento.
-Hola Ryoken, me alegra que estés bien pero ahora, tenemos que hablar
-¿Papá?
Ambos voltearon a ver a la pequeña Aiko que había llegado y se abrazo de la pierna de su padre. Miro un tanto temerosa a la persona que estaba frente a ellos. Yusaku no dudo en abrir los ojos sorprendida y con los ojos un tanto llorosos al ver a su niña ahí. Y Ryoken, solo no sabía que hacer en ese encuentro.
¡Muchas gracias por leer!
Puede que me tarde de dos a tres días para poder escribir el siguiente capítulo y hasta puede haber ocasiones en las que me pueda tardar un poco más pero tranquilos que no los dejare sin su merecido capitulo. Porque estoy segura que esto ira para largo. Eso es lo que realmente deseo. Muchas gracias por su apoyo y aquí vamos una vez más.
No olviden seguirme en mi página de Facebook: Anzuzu Dragneel. Estaré dando muchas noticias al respecto del futuro de mis historias.
El Link de mi página, como el demás redes sociales, la encuentran en mi perfil de Fanfiction. Hay algunos que no se pueden ligar a la pagina pero por eso pongo el nombre de la red y de mi perfil para que ustedes puedan visitarlo.
Por cada comentario el escritor desvelado tendrá una gran sonrisa en su rostro y más energías al seguir escribiendo.
Nota importante: El sitio de Wattpad, es usado como medida de precaución ante el anterior robo de historias que se sufre. Por favor, de apoyar a su escritor favorito, nunca intenten copiar las historias en otros sitios y usarlos como suyos, recibirán grandes sanciones por parte de la comunidad como la falta de respeto que se podrían ganar. Solo obligan a que nosotros como escritores, ya no confiar en ustedes, dejar de escribir y en caso mucho más grave, eliminar nuestras historias.
¡Nos vemos a la próxima!
Atte.: AnZuZu Dragneel
Fecha: Miércoles 5 de Agosto de 2020
