Ladies and Gentlemen!
¡No me la van a creer! Pero mi Beta y yo somos tal para cual ¿Por qué creen que lo digo? Es una pequeña historia ya que a las dos se nos había olvidado que estábamos en el capítulo 13 ¡Y ya nos queríamos pasar al capítulo 14! ¡Pero no! Y pues, prácticamente tuvimos que pensar en algo bueno que poner en este capítulo. ¡Les juro que nos habíamos olvidado que antes del 14 existía un 13! Y pues, aquí está el capitulo, espero que les guste.
It's time to read!
It's showtime!
Aclaración: Yu-Gi-Oh! VRAINS no me pertenece. Es propiedad de Kazuki Takahashi. Yo solamente pido prestado sus personajes para poder escribir mis historias que se podrán leer a continuación.
Aclaración: Con estas historias no estoy cobrando por ninguna ganancia o regalía. Solo escribo para el entretenimiento de todo público pidiendo permisos al autor. Cualquier aclaración, pueden escribir en los comentarios su opinión al respecto.
¿Desde hace cuánto que hacia aquello a escondidas del mundo?
Prácticamente, desde el momento que sintió como algo le llamaba, lo primero que hizo fue mirar a los tantos monitores e incluso, mirar aquel disco de duelos que guarda en el cajón de su escritorio; una vez que Shoichi se lo regreso. Estos Parecieran unos amuletos de la mala suerte que prefería no volver a verlos nunca más, hasta que al otro día era que le picaba la curiosidad una vez más y volvía a tocar el disco de duelo, sentir una pequeña electricidad en sus manos y algo que le llamaba. Fueron unos meses después cuando el usuario del Ignis de Viento murió y fueron a su velorio como a su sepultura. Al momento de llegar a su casa y dirigirse a su cuarto, se dejó caer en su cama un tanto confundido por lo que paso, inclusive no pego el ojo en esa noche. ¿Y si hubiera sido él? , ¿Qué hubiera pasado?, No pudo evitar preguntarse, no pudo evitar pensar en ello. ¿Por qué no podía ser capaz, de lo que supuestamente, el Ignis de Luz hizo con él? , ¿Qué era lo que significaba vivir con ese miedo? No lograba entender, claro que estaba un tanto abatido por lo que pasó con su compañero del caso Lost, pero también, no sabía cómo es que tenía que reaccionar a ello, una persona que nunca conoció pero que prácticamente, estaba muy relacionado a él. ¿Cómo reaccionar de algo que le era imposible recordar? Era imposible comprender que era lo que sucedía con él.
Y ni como quería preguntarle a su hermano mayor, que ahora ni siquiera quería dejarlo solo, aunque tenía que hacerlo cuando se trataban de los trabajos de la escuela, así como el mismo trabajo de Shoichi como cocinero. Una vez que aquellos eventos "terminaron" se podría decir que tenía una vida normal, se supone. Tal vez porque seguía teniendo miedo de que algo pasara en la red y el que no pudiera hacer nada, otra vez, era algo que le molestaba, era algo que esta vez no se lo permitiría. Siendo sincero no quería molestarlo aún más, no quería molestar a nadie con aquellos problemas que se tuvieron en el pasado, hubiera deseado que Yusaku estuviera en ese momento a su lado para que le dijera, incluso se conformaba con Takeru o alguien más pero tenía miedo de la respuesta que recibiría y que decidiera decirle a su hermano lo que estaba haciendo.
Prefería guardarse aquellas dudas y pretender que su vida seguía normal. Aunque había algo más, lo sabía, podía sentirlo.
Pero.
¿En realidad iba a ser tan fácil el contener aquella curiosidad?
No. Los humanos son curiosos por naturaleza, son impulsados más por sus instintos que Jin desde ese momento, es que decidió hacer las cosas a su manera.
Algo, muy dentro de él le decía que algo más faltaba. ¿Qué era aquello lo que le faltaba? No lo sabía pero en aquel mundo real no lo iba a encontrar, sabía que iba ser imposible encontrarlo. Tenía que ir a otro lugar, tenía que hacer el recorrido que hizo cuando era un niño, tenía que volver a meterse en los duelos e ingresar a la red para poder calmar un poco aquellos sentimientos, poder calmar aquel corazón acelerado que se emocionó en el momento que tomo su disco de duelos, por primera vez, se lo puso en el brazo izquierdo, busco su antiguo deck para ingresar a ese maravilloso mundo virtual que todos amaban y que al poco tiempo de estar ahí, comprendió por qué todas las personas gustaban de estar inmersos en un lugar donde las posibilidades eran ilimitadas, donde se podía esconder algo más y que calmaba aquella curiosidad.
Fue aquella primera vez que ingreso a la red que se sintió tranquilo, donde al momento que abrió los ojos, se quedó maravillado, donde pudo sonreír y sentir que podía hacer muchas cosas ahí, que podía regresar a los duelos, que podía hacer más cosas, que podía ser realmente él. Sentía que estando en un mundo como ese, estaba completo. Podía entender por qué su hermano amaba tanto el estar navegando por la red, incluso, podía comprender a Yusaku, a esa chica que esta tan relacionada en ese mundo, que podía sentir aquellas conexiones, aquel aire, aquellos datos que removían sus cabellos y la emoción de seguir, aunque claro se tenía que desconectar antes de que su hermano se diera cuenta de lo que está haciendo y sobreprotegerlo más de lo que ya estaba.
¿Cómo es que hasta ahora, nadie se ha dado cuenta de ello?
En realidad, si había una persona que conocía aquel pequeño secreto y que lo descubrió, sin querer. Había ido a una de las contadas tiendas que aun vendían cartas en físico, sentía que no quería utilizar su antiguo deck, quería evolucionar, quería crecer como realmente ansiaba aquella pequeña flama dentro de su pecho. Camino por algunos pasillos, podía encontrar cartas de todo tipo, incluso de cada elemento pero por alguna razón, quería algo que fuera algo de atributo de Luz. ¿Quería continuar con lo que Lightning le dejo? No, nunca lo haría, simplemente, tenía ganas de evolucionar con ese mismo elemento y aunque no se encontraron cartas Cyberse, decidió probar con otras más que le llamaron la atención. Fue en ese momento que alzo la vista para encontrarse con los ojos azules de Miyu, la amiga de Aoi que estuvo en el hospital y que trataba de que no la identificaran cuando traía una gorra en su cabeza y un cubre bocas blanco. Al momento que ambos se vieron, no pudieron evitar abrir los ojos con sorpresa pero casi al mismo tiempo, soltaron una pequeña risita por haberse descubierto que simplemente, salieron de aquella tienda de cartas, con algunos sobres, que curiosamente, de su mismo elemento que identificaban a su Ignis y salir hablar un poco a un lugar tranquilo y que nadie se diera cuenta de sus planes.
En el momento que Miyu se encontró con Jin, no pudo evitar sentirse un poco nerviosa pero al ver aquellos ojos, supo que estaba buscando lo mismo que ella. Crecer, avanzar, evolucionar y dejar atrás el pasado aunque eso significara que ahora, quisiera dar los mismos pasos que cuando era una niña curiosa por los duelos de monstruos, decidió aprender de los mismos hasta que su mala suerte llego y la alejaron de su familia. En el momento que despertó del hospital y después de negociar varias veces con su madre de que dejara que Aoi como aquel chico que siempre le llevaba plantas bonitas el cual se identificó como Aso Ethan y usuario del ignis de Tierra, la siguieran viendo. Es que empezó a sentir curiosidad por todo lo que se perdió ese tiempo, quería estar al tanto de todo lo que existía fuera de aquel cuarto. Empezó a salir más, iba a la escuela como una chica normal, tenía un pequeño trabajo de medio tiempo, se reunía con Aoi y en algunas ocasiones con Ethan para que le enseñara a cuidar un poco de las hermosas plantas que adornaba su habitación.
Pero.
Siempre hay algo que le tiene que llamar la curiosidad a uno.
Miyu no pudo evitar tener curiosidad cuando su mamá, casi tira su disco de duelos a la basura que la chica, estuvo discutiendo por mucho tiempo con ella para que al final, aceptara que podía tenerlo pero que no tenía permitido sumergirse en la red. Era muy obvio que su madre estaba preocupada por ella porque no quería volver a vivir aquella tragedia. Aunque siendo un poco más optimista y analítica, es que podía deducir que nada podía pasar ahora que el mundo virtual se encontraba tranquilo como también, había muchos vigilantes para que no se repitiesen aquellos sucesos.
No pudo evitar comentárselo a Aoi, quien, un poco sorprendida, abrió los ojos por el shock pero al mismo tiempo comprendió que quería conocer aquel mundo del que su Ignis nació, el lugar que todos protegieron.
En ese momento, vio a su amiga de la infancia, meter su mano a su bolsa y mostrarle un paquete de cartas. Miyu no pudo evitar mirarla un poco confundida hasta que puso el mismo en la pequeña mesa de su habitación. Fue cuando la origen de Aqua tomo con curiosidad la primera carta y se dio cuenta que era el deck que su Ignis así como el de la duelista Blue Maiden, utilizaron en aquella guerra contra ese Ignis amarillo y su IA de enormes músculos que le disgustaba mucho.
-El deck Marincess, este es el deck que Aqua te dio, ¿No es así? -Aoi asintió.- ¿Por qué me lo estás dando?
-Porque por derecho te pertenece -Hablo la chica de cabellos castaños con una pequeña sonrisa en su rostro.- Aqua solo me lo presto porque su usuaria no se encontraba disponible, al querer pelear a su lado es que ella me lo dio -Miro aquel deck con nostalgia, algo que no pudo evitar Miyu notara.- Pero ahora que estas aquí, te lo puedo devolver, siempre fue tuyo por derecho
Miyu miro con atención cada una de aquellas cartas, le parecía que eran bonitas al igual que también sabia, eran especiales para su amiga de la infancia, aquella triste sonrisa que mostro al querer despedirse de ellas, sabía que para ella ese deck representaba mucho y a pesar de que no era un niño del caso Lost como ellos, pudo comprender a la perfección aquellos sentimientos que Aqua pudo percibir en ella para confiarle su deck. Las quería, si, le era imposible negarlo pero no tanto como a ella. Soltó una pequeña risita antes de negar, acomodar las cartas y dárselas.
-No puedo tener estas cartas cuando significa mucho para ti -Sonrió Miyu tranquila.- Y antes de que digas que es el deck que Aqua le hubiera gustado ofrecerme, yo sé que hay algo más -Subió su mano a su pecho.- Aqua te confió este deck porque vio algo en ti, aquella valentía, aquella sinceridad, aquella sinceridad que en pocas personas se ve, ella confió en ti, es por eso que decidió darte algo importante para ella porque quería que correspondieras a esos sentimientos, no solo porque quería que le ayudaras a que yo despertara, también porque quería ser tu amiga, querer demostrar que ninguno de los dos bandos era peligroso cuando realmente se podían comprender como lo hiciste con ella -Soltó una pequeña risita, las mejillas rojas de Aoi, eran bastante notorias que no dudo en tomar su mano.- No puedo tener este deck porque sus monstruos corresponden a tus sentimientos, a esas emociones de querer salvar a las personas que amas Aoi, no tienes por qué ofrecerme algo que tu amas, puedes tenerlo porque es tuyo
-¿Y qué harás tú?
-Voy hacer lo mismo que todos, crecer -Sonrió.- Al igual que tú lo hiciste, creciste, eso es lo que yo voy hacer -Soltó una pequeña risita.- Tranquila séque puedo conseguir otro deck, aunque no sea Cyberse como este pero quiero probar todo lo que me puedan ofrecer, quiero empezar a crecer por mí misma, aprender sola y cuando menos te lo imagines, tendremos un duelo, ¿Te parece?
Aoi soltó una pequeña carcajada, bromeando que era imposible que le ganara a lo que Miyu solo aparento que se ofendía pero de eso se trataban las amigas, de bromear un poco, de darse un poco de ánimo de esa manera.
Fue de esa manera en la que decidió ir a la pequeña tienda de cartas para conseguir algo que quisiera, algo que le llamara la atención, algo que presentara aquella evolución. Encontrarse a Jin en ese lugar, los hizo sentirse un poco más cercanos, un tanto cómplices por lo que ambos deseaban.
Avanzar.
Crecer.
Evolucionar.
Querían demostrar que ya no era necesario que los sacaran de todo tema de importancia porque al igual que todos ellos, es que podían proteger a las personas que tanto amaban. Por eso, de vez en cuando es que ambos se reunían en Link Vrains. Jin como LightCenturium, vistiendo ropas diferentes de las que Lightning le obligo a vestir, parecía más como un caballero de brillante armadura, mientras que Miyu como SleepySiren con aquellas ropas azules, parecidas a las de una guerrera que representa a sus cartas.
Ambos se encontraron, ambos se vieron y empezaron a buscar a sus contrincantes, un duelo Tag para mostrar las habilidades de sus nuevos deck. Como atributo de Luz el deck del menor de los Kusanagi era un deck Constelación; mientras como de atributo de agua el de Miyu era un deck Mermail.
Demostrarían su fuerza y cuando llegue el momento, es que podrían enfrentar al mundo, ayudar en lugar de quedarse en sus propios lugares, avanzarían con ellos. De eso se trataba el crecer.
.o.
Onizuka miro de un lado a otro. Tal vez se encontraba un poco confundido, tal vez esa maldita bastarda de Queen le dio una dirección equivocada, no dudo en volver a mirar el papel donde escribió la dirección y mirar a ese edificio tan viejo que realmente dudaba de su estabilidad, en cualquier algún momentoeste se podría caer y aplastándolo, tal vez era un plan de esa maldita para deshacerse de uno de ellos. No, movió su cabeza de un lado a otro, negando aquel pensamiento. A pesar de que no confiaba en esa mujer, sabía que ella cumplía con todas y cada una de las promesas que hace. Soltó un pequeño suspiro antes de sacar el celular de su bolsillo y marcar el último número de su registro. Pero fue primero aquel numero el que decidió marcar, sin dudar, deslizo su dedo en aquel pequeño círculo de color verde para poder contestar.
-Llegaste al lugar indicado señor Onizuka -Fue aquella voz femenina del otro lado de la línea, el nombrado, alzo la vista para encontrar alguna pista de ella.- Solo tienes que entrar al edificio
Colgó. Bufo un tanto molesto pero aun así, sus pies se movieron, un tanto temeroso, entro a ese lugar. Estaba bien que entrenaba para ser fuerte pero aun así, de vez en cuando era normal que tuviera secuelas de lo que aquella mujer hizo con él. Estaba un tanto oscuro pero era mejor lo que se encontraba adentro en lugar del exterior. Las paredes de color gris que le hacía recordar a un hospital, las luces blancas del techo que en ese momento odio porque así empezaba toda película de terrorcuando matan a una persona, en donde nadie se da cuenta del cuerpo se encuentra en ese lugar hasta que empieza a podrirse. Movió su cabeza de un lado a otro para poder despejar sus ideas, no era momento de pensar en ello. Siguió caminando para al final, encontrar una puerta. Dudo un poco pero solo fue cuestión de tomar un poco de aire para poder tomar la perilla y girarla.
Escucho un clic y la puerta se abrió.
Se asomó por la misma para encontrarse con aquella mujer. Queen se encontraba bastante tranquila, tomando un poco del contenido de aquella taza, miro a su alrededor, era un poco más absurdo de lo que imagino. Aquellas paredes forradas de peluche de color rojo, mesa para tomar el té de ese mismo color, luz blanca arriba de ellos y podía jurar que olía algún aroma a flores que siendo sincero, solo le molestaba, tal vez a partir de ese momento, odiaría el color rojo. Soltó un pesado suspiro y antes de retractarse de su visita, la puerta detrás de él se cerró. Escucho a la mujer soltar una pequeña risita, bajar su tasa con mucha elegancia y mirarlo sin antes, quitarse los lentes que cubrían sus ojos y haciendo más notoria aquella cicatriz de su rostro.
No pudo evitar mirarla un tanto sorprendido.
-¿Qué te sucedió?
-Esto es lo que pasa cuando alguien no hace bien su trabajo para ese bastardo de King -Escupió molesta.- Yo solo quiero recuperar la empresa para poder tener algo en mis manos y poder defenderme de ese bastardo, pero aquí me tienes, contra las cuerdas porque tus estúpidos compañeros decidieron sacarme de lo que por derecho me pertenece
-¿Aunque las cosas están mejor sin ustedes tanto en SOL como en Vrains?
Queen soltó una pequeña carcajada antes de invitarlo a sentarse en su mesa para tomar té.
-Eso es lo que te han hecho creer; pero no es cierto -Sonrió divertida.- Solo quieren la empresa para sus malos planes, para destruir todo lo que se encuentra ahí y limitar a las personas de su libertad -Tomo con mucho cuidado, un pequeño panecillo y lo mordió con cuidado.- Utilizarlos como conejillos de indias para sus experimentos
-¿Cómo lo hiciste conmigo?
-Querías fuerza para derrotar a tu enemigo, yo te di esa fuerza y lo volvería hacer para que puedas saber la verdad de lo que ellos hicieron, pero antes de eso -Sonrió.- Tienes que hacerme un pequeño favor
-¿Ahora qué quieres?
-Quiero nombres -Hablo directa.- Nombres de tus aliados, en especial de Playmaker -Alzo los hombros desinteresada.- Sabemos la identidad de Revolver pero nos hace falta la de esa estúpida duelista que sigue haciéndose la heroína cuando lo único que tiene que hacer, es salvarse así misma por todos los problemas que siempre nos ha ocasionado -Soltó un pesado suspiro.- Si ella no hubiera intervenido, esto no hubiera pasado, las cosas seguirían su rumbo normal pero es por ella, que todos estos planes han cambiado
-¿Qué harás si te digo su nombre?
-Nada malo si eso te preocupa -Sonrió.- Solo quiero hablar con ella a cambio, te ayudare a liberar aquel embargo al orfanato -Lo señalo.- Quiero que seas mis oídos, quiero que me digas todo lo que ellos digan en sus reuniones, lo quiero todo ¿Estamos claros en eso? Es lo único que necesito, así seré capaz de librarme de las garras de King, así podre recuperar lo que es mío y e ayudar como realmente quería desde el momento que me uní a SOL y me decepcione al momento de saber sus planes ¿Me ayudarías a salvar ese mundo que todos desean?
Noto como ella alzaba su delgada mano. Muy bien cuidada con manicura y tal vez productos que hacen que se vea suave y delicada. ¿Valía la pena arriesgar todo para creer en esa mujer? ¿Realmente se lo merecía? Quería creer en ella como lo hizo en un principio cuando le prometió que sería más fuerte que Playmaker y realmente lo hizo realidad aunque consigo, trajo algunos problemas a su salud pero mereció la pena arriesgar todo por tanto poder, por ver a la duelista más fuerte, caer en la misma desesperación. Pero en esta ocasión, los que estaban en peligro, eran sus niños, aquellos que no tenían la culpa de las decisiones y de la guerra que en ese momento se estaba formando, no entendía del porqué Playmaker no le respondía el teléfono pero si lo estaba ignorando porque pensaba que no valía la pena en él, le demostraría que pueden existir más personas que pueden confiar en él. Acepto en ese momento que tomo la mano de la mujer para cerrar el trato.
-Lo hare -Murmuro.- Pero tienes que asegurarme que no le harás daño a ninguno de esos duelistas
-Lo prometo
¿Queen realmente cumplía con sus promesas? No. Solo se aprovechaba de la ingenuidad de los mismos para poder tener control sobre todo. Haría lo único que ella sabe hacer. Utilizar a las personas para conseguir sus propósitos, para vengarse de ese maldito bastardo de King y de lo que le hizo a su rostro.
Todo estaba en el tablero de juegos.
.o.
El eco de los zapatos se escuchaba a lo lejos. Cualquiera que se encontrara con él, tenía que presentar sus respetos, haciendo una pequeña reverencia y hasta que se alejara de ellos, es que se les permitía levantar la mirada. Todos le tenían miedo, sabían que las personas con las que se encontraba en su camino, terminaban mal, preferían seguir las reglas en lugar de arriesgar su vida junto a la de las personas que aman. Estando en ese lugar porque los amenazaron, es lo peor que les paso pero todo es por proteger, era lo único que importa. ¿Qué importaba que pisotearan su orgullo?, En ese momento no importaba cuando el más fuerte era el que siempre ganaba.
Aquel hombre de ropas oscuras caminaba por un largo pasillo hasta dirigirse hacia una sala de reuniones. Aquel que una vez estuvo en la cima de la tecnología que tanto el gobierno le temía y le respetaba, ahora se encontraba escondido como una rata en su agujero. Era realmente molesto que por culpa de unos estúpidos mocosos, le quitaron todo. Pero sabía que no se iba a quedar así, no se iba a quedar con las manos cruzadas cuando esta vez, tomaría el control de lo que le pertenece.
-¿Y se puede saber porque te interesas tanto en SOL ahora? -Fue aquella pregunta que Queen le lanzo furiosa en el momento que regreso y descubrió que le quitaron todo lo que ella estaba manejando, cuando ella había huido con la cola entre las patas.- Siempre te quedaste apartado viviendo como un parasito del trabajo ajeno…
Antes de que pudiera terminar de hablar, un fuerte golpe fue el que recibió en ese momento en su mejilla que la tiro al piso. Provocando que aquel cuerpo delgado chocara con el mismo y soltara un grito adolorido. La mujer alzo la vista furiosa pero se quedó congelada con aquellos ojos amarillos que le miraba con furia, mejor se quedó callada.
-¿Sabes del porque estoy tan molesto? -Hablo con voz profunda.- Porque ahora que regreso, me doy cuenta de que lo perdiste todo por culpa de unos estúpidos mocosos, que pudiste destruir con solo un chasquido -Se arrodillo frente a ella para tomarla por los cabellos, Queen soltó un chillido mientras se disculpaba y le pedía que la soltara.- ¿Y a ti que te importa lo que estoy haciendo? Solo hiciste las cosas mal, todos ustedes huyeron, todas las piezas que sirven al rey, huyeron como ratas, volví por lo que me pertenece y por lo que ninguno de ustedes pudo tomar, son unos cobardes
-Yo no soy la única, todos te traicionaron
-Eso es lo que tú crees querida Reina -Sonrió con malicia, soltó sus cabellos para tomarla de las mejillas y apretarlas con rudeza.- Vinieron a mi porque su Reina es una inútil que no sabe proteger a su reino, mucho menos servirá para proteger a su Rey -Escupió molesto.- Veras como realmente se debe de tratar a los ladrones, pero antes de empezar, no creo que nadie te extrañe y mucho menos a tu linda carita, Alfil -Hablo con voz fuerte, la puerta se abrió en ese momento y un par de ojos de color jade aparecieron en ese momento, que Queen solo chillaba desesperada para que la soltara, golpeaba un tanto desesperada para poder huir de ellos dos.-Necesito que te ocupes de alguien
-Claro que sí, King
Recuerda los gritos de terror antes de que saliera arrastrada por Alfil hacia un lugar completamente desconocido.
Una vez que llego a su destino, pasó por aquella puerta y se encontró con Alfil, con Torre y Caballo. Sonrió en el momento que todos hicieron una pequeña reverencia para recibirlo y esperar a que subiera a su trono para que siguiera con su jugada. Estaba disfrutando realmente eso que no puede esperar más para poder torturar a los que se atrevieron a quitarle lo suyo, incluso si eso significaba que tiene que empezar con sus propios aliados, no le importaba sacrificar a las personas necesarias para poder conseguir lo que tanto deseaba. Miro de reojo a Alfil y asintió, este hizo el mismo gesto y solo se alejó mientras hacia una pequeña reverencia.
Era momento de destruirlos, rompiendo lentamente para poder conseguir lo que deseaba. Para poder tener todo el control en sus manos.
¡Muchas gracias por leer!
¡Espero tener tiempo para poder escribir el siguiente capítulo! ¿Porque? Porque para la siguiente semana que es Halloween, voy a tener una fiesta virtual con unos amigos pero también, aquí en mi país es Día de Muertos así que estaré ocupada en mi ofrenda y escribiendo un capítulo especial para este día así que. ¡Veremos cómo me organizare para otorgarles un buen capitulo!
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¡Nos vemos a la próxima!
Atte.: AnZuZu Dragneel
Fecha: Domingo 25 de Octubre de 2020
