Ladies and Gentlemen!
¡Quiero disculparme con todos ustedes! Realmente lamento no haber subido capitulo alguno desde hace dos semanas. En primera, es que mi beta había estado ocupado y desde hace dos semanas, yo me había encontrado enferma (Tranquilos que no fue Covid) Y pues obviamente tenía que tener reposo y las pastillas me daban un poco de sueño y de una infección leve en la garganta me pase a bronquitis, fue todo un espectáculo estas semanas. Pero al fin, tanto mi beta (que tiene trabajo) y yo (que me la pase descansando) al fin pudimos editar los capítulos y se los presentare a todos ustedes. ¡Para que vean que somos generosas! Subiré los tres capítulos, los dos que les debo de la semana pasada como el de esta semana. Así que. ¡Vamos por tres capítulos!
It's time to read!
It's showtime!
Aclaración: Yu-Gi-Oh! VRAINS no me pertenece. Es propiedad de Kazuki Takahashi. Yo solamente pido prestado sus personajes para poder escribir mis historias que se podrán leer a continuación.
Aclaración: Con estas historias no estoy cobrando por ninguna ganancia o regalía. Solo escribo para el entretenimiento de todo público pidiendo permisos al autor. Cualquier aclaración, pueden escribir en los comentarios su opinión al respecto.
Takeru soltó un pesado suspiro. Recargaba su mentón en su mano mientras recargada su cuerpo contra la mesa de la cocina de Shoichi, sin importarle que las gotas de agua de su cabello, cayeran a la mesa y mojara un poco el mueble. Escuchaba con atención como ambos hermanos empezaban a discutir sobre algunas cosas que vieron en la red o que escucharon en algún lado para que al final, después de soltar algunas carcajadas, es que empezaban acomodar los platos de comida en la mesa. Aunque realmente para Takeru, su cabeza no estaba en ese lugar ahora. Se encontraba en otro momento, para ser más específicos, se encontraba pensando en en las discusiones que probablemente, Yusaku y Revolver estaban teniendo en ese momento, tanto así que estaba pensando seriamente en salir de esa casa para ir corriendo a esa mansión del risco y poder detener un poco aquel ambiente tan cortante que se debe de vivir en ese momento.
Y es que. La forma en la que Kogami Ryoken salió de aquella cabina, ignorándolos, solo pregunto por el paradero de la chica y una vez que le informaron donde se encontraba, es que decidió salir del camión a paso lento, tal vez por el tanto tiempo inmerso en la red, como lo cansado que se debe de encontrar, quiso detenerlo, quiso ayudarle pero no se lo permitió. Simplemente golpeo su mano mientras lo volteaba a ver, aquellos ojos celestes que brillaban de ira que fue la primera vez que dio un paso atrás y ponerse a la defensiva para esperar el golpe. Pero simplemente, el de cabellos blancos se alejó para ingresar a su vivienda, se alejó para poder hablar sobre aquellos temas pendientes. Quiso seguirlo pero fue Shoichi quien lo detuvo, quien tomo su hombro con gentileza y negaba con una sonrisa en su rostro.
-Es momento que ellos dos arreglen lo que tanto oprime sus pechos y no les permite estar al lado de la persona que aman
Ante aquel momento, es que al final decidieron dejarlos. Subirse en la parte delantera del camión y conducir hasta la casa de Shoichi, ya que Jin los esperaba después de haber terminado con sus tareas así como de limpiar el cuarto, que hasta hace algunos años le perteneció a Yusaku cuando vivía con Shoichi, y ahora estaba disponible para los huéspedes y él lo estaría utilizando en su estadía en Den o al menos lo que dura la misma.
Y era de esa forma en la que se encontraba en ese lugar. Después de una merecida ducha caliente, solo esperaba a que hicieran la cena, ambos hermanos se disponían hacerla aunque en primera parte, lo agradecía porque ahorita no tenía cabeza para poder pensar con claridad, estaba seguro que si seguía manteniendo su cabeza en algún otro lugar, probablemente tendrían un accidente del que no quería que sus abuelos se enterasen.
Todas las cosas que Takeru descubrió en ese momento. Las cosas que le dijo Yusaku con aquella tranquilidad en su rostro aunque sabía que por dentro, la chica estaba llorando, estaba temiendo por su vida como lo hizo cuando eran pequeños niños y estaban en aquel horrible experimento. Aunque no solo por ella misma porque ahora la duelista más fuerte, era capaz de pensar en las personas, en los que amaba como en aquella pequeña niña que lo único que quería, era protegerla; aún si era de ella misma. No podía evitar estremecerse, sentir aquel escalofrió recorrerle toda la espalda y perderse en algún punto de su ser.
Era capaz de cerrar sus ojos y recordar aquel lugar. Como es que perdieron a pesar de tener un Tag Duel, probablemente en ese momento se dio cuenta que los elementos de Fuego y Oscuridad, no combinaban para poder derrotar a sus enemigos frente a ellos, aun no comprendía el por qué no combinaban, Ai y Flame eran tan buenos amigos que realmente pensó que sí. Paso sus manos por su cabello para despeinarlo, era un tanto desesperante la situación en la que se encontraban porque era la primera vez que perdían, era la primera vez que volvía a sentir aquella electricidad recorrerle el cuerpo. Sentía una gran presión en su pecho que al momento que tocaron su hombro, no pudo evitar brincar un poco en su lugar.
-¿Estás bien? -Pregunto Jin un tanto preocupado.- Escuche de mi hermano que perdieron un duelo con aquellas IA's, creo que ni siquiera puedo llegar a imaginarme como fue eso -Sonrió un tanto nervioso.- Es un poco problemático no poder recordar cómo es que se sentía perder y como es que puede afectarlos
-Nada bien –Murmuro Takeru, miro a Shoichi que estaba ocupado cocinando. Con una señal, es que le pidió que Jin se acercara a él.- ¿Y cómo vas con tus duelos sin que Kusanagi-san se entere?
Jin brinco un tanto sorprendido como también, un tanto avergonzado. Rasco su mejilla un tanto nervioso y solo pidió que guardara silencio, volteo a sus espaldas y el hermano mayor seguía cocinando.
-Después te cuento -Murmuro quedito para después, soltar un pequeño suspiro.- ¿Cómo es que te diste cuenta?
-Tienes un poco marcado la muñeca donde va el disco de duelos -Señalo Takeru y Jin inmediatamente bajo un poco más la manga de su suéter.- Eso me pasaba cuando ingresaba a la red por primera vez pero una vez que me acostumbraba, simplemente ya no estaba ahí -Soltó una risita, subió su dedo a sus labios.- Pero no diré nada -Lo miro.- Solo espero participar en un duelo contigo y ver qué tan compatible son los elementos de Fuego y Luz
-¿Compatibles?
-Mi deck no era compatible con Yusaku al momento de enfrentarnos a duelo contra aquellas IA's, teníamos muchas diferencias -Rasco su nuca un tanto nervioso.- Fue un tanto difícil el encontrar una buena estrategia y cuando nos dábamos cuenta de nuestros movimientos, es que habíamos perdido el duelo
-No me imagine que se enfrentaron en un duelo tag -Menciono Shoichi haciendo saltar un poco a ambos jóvenes, ignorando aquella reacción, dejo los platos de comida en la mesa.- ¿Cómo fue enfrentarse a ellos?
Takeru guardo silencio, tomaba los palillos que le ofrecieron y miraba su plato de comida. ¿Realmente merecía comer después de perder?, No había perdido desde el momento que se enfrentó a Bohman que ahora, simplemente se sentía tan desconocido. Borro aquellos recuerdos, se supone, que no era digno de recordar aquella tragedia, aquella tortura. Se supone que ahora, solo era cuestión de vivir una vida normal como siempre lo deseo pero aquella sensación, no se podía quitar de su cabeza.
Prefirió mover la misma de un lado a otro para pasear su vista por la casa, mirar con tranquilidad a Shoichi y Jin.
-Era como si nos estuviéramos enfrentando a nosotros mismos -Fue lo primero que se le ocurrió decir, subió su mano a su pecho.- Se sintió como si me estuviera enfrentando a Flame, tal vez es mi imaginación, no sé si Yusa lo sintio pero -Tomo un poco de aire.- Tal vez pude sentir algo de Flame en ese lugar, quizá no estemos tan equivocados y realmente los Ignis siguen viviendo en ese lugar pero…
-¿Pero? -Pregunto Jin un tanto interesante.- ¿Qué sucede?
-Tal vez no sea buena idea si queremos abrir esa puerta y soltar las desgracias como una caja de Pandora -Empezaba a comer un poco después de agradecer por la comida.- Si es que queremos mantener el futuro como realmente deseamos, y que Playmaker se mantenga aun con nosotros o eso es lo que pienso
Ante aquellas palabras sin poder comprender, ambos hermanos se vieron, después observaron a Takeru que comía en silencio mientras miraba "interesado" la televisión que se encontraba encendida.
Realmente deseaban que pudieran arreglar todo esto, realmente esperaban que en algún momento, les contaran sobre lo que realmente estaba pasando. Jin y Shoichi solo alzaron los hombros desinteresados, mejor se sentaron a comer antes de que se enfrié la comida.
.o.
En el momento que Ryoken salió de la inmersión de la red, dejo a un lado aquel mareo que empezaba a sentir, miro a su lado, al no encontrar a la chica, es que decidió levantarse un estaba un poco cansado, al abrir la puerta de la cabina para poder salir y darse cuenta que en el camión tampoco se encontraba.
-¿Yusaku? -Fue lo primero que murmuro.
-Esta con Aiko en estos momentos -Hablo Shoichi.- Buena suerte, Ryoken
Una vez que paso, sin siquiera despedirse de los demás, aunque cuando Homura Takeru toco su hombro, fue en ese momento que dio un golpe a la mano contraria para alejarlo, momentos como ese, simplemente no quería hablar con nadie y que le dijera "no te enojes" porque sentía su sangre hervir. Abrió la puerta trasera y sintió el aire frio de las costas de Den removiendo su cabellos, provocándole un escalofrió que solo olvido. Sus ojos se enfocaron en ese momento, observo lo oscuro y tarde ya era pero poco le importo, cuando realmente quería arreglar las cosas de una vez por todas. A paso rápido y antes de que la chica se fuera de nuevo, es que decidió caminar a su casa y al mismo tiempo que abría la puerta, tocaba el centro de su disco de duelos, cerrando todas las vías de escape, no quería perder esa oportunidad de hablar frente a ella.
Y fue de esa manera en que la encontró. Tan hermosa pero también, tan débil, tan triste que le removió un poco el corazón pero no era momento de pensar en aquellas cosas, no era momento de tocarse el pecho y aceptar las mentiras que sería imposible encontrar la verdad detrás de las mismas, todo lo que ella escondió y que prefirió no contarle aun cuando se trataba de su pareja, aun cuando se supone que se contarían todo, se ayudarían en todo lo posible, estarían en las buenas y en las malas juntos pero no le importo a ella. Para Ryoken le dolía demasiado que no confiara en él sobre aquellos asuntos aun cuando se amaban demasiado.
La manera en la que vio aquellos ojos esmeraldas mirarle con pena, con un poco más de temor que identifico después. Observando cómo prefería desviar la mirada antes de encararlo, morderse un poco los labios y apretando con fuerza sus puños.
-Mírame Yusaku -Hablo con voz dura que solo provoco que ella encogiera un poco los hombros y negara.- ¡Maldita sea! ¡Mírame!
-Baja la voz -Murmuro la chica.- Aiko puede escucharte y despertarse
-Aiko no se despertara hasta el día de mañana -Siguió hablando con voz dura, dando un paso adelante, mientras ella daba uno atrás.- Su cuarto es aprueba de ruido así que ella no se enterara de nada -Tomo un poco de aire.- Mírame Fujiki Yusaku y cuéntame la verdad -Volvió a dar un paso adelante.- Y nada más que la verdad
Vio a Yusaku tomar un poco de aire y al final, levantaba la mirada donde decidió verlo, donde sus ojos al fin se encararon para poder hablar, para poder gritar y tal vez para poder huir. Abrió los ojos sorprendido de verla llorar, pero en ese momento, lo que más se podía apreciar en aquel rostro, era aquella furia, era aquello que tanto tiempo prefirió guardarse en lugar de decir la verdad y solo observar cómo es que empezaba a lastimar a los que tanto amaba con aquellas mentiras, con aquellos secretos que al fin serían descubiertos.
-¡Sé que lo arruine!, ¡Sé que la cague y sé que no puedo regresar el tiempo para querer o poder evitarlo! -Fue lo primero que dijo, sacando por primera vez, aquel grito de lo más profundo de su pecho.- ¡Sé que metí la pata por no haber dicho esto desde un principio!, ¡Por no haber comentado que era lo que iba a pasar en aquel futuro! , ¡¿Cómo demonios crees que lo diría sin que te alteraras, sin que te molestaras?!, ¡Sin que me dijeras que nada de eso pasaría y que solo eran pensamientos míos como de Ai! -Alzaba más la voz, hacía gestos exagerados con sus manos, su corto cabello se movía con sus acciones.- ¡Adivina que Ryoken!, ¡El día de mañana yo voy a morir!, ¡No sé cómo ni porque pero moriré y te dejare a ti solo junto con Aiko y por favor, cuida bien de mis padres y de mi hermano menor!, ¡¿Eso era lo que querías que dijera?!
-¡Debiste pedir mi ayuda!, ¡No te costaba nada por pedir mi ayuda en lugar de irte y confiar en alguien más! -Grito Ryoken enojado, subiendo sus manos a su cabello un tanto desesperado, dando vueltas de un lugar a otro.- ¡Desde un principio, debiste pedirla si se supone que éramos tan unidos, si se supone que éramos una pareja!, ¡Y ahora mismo estaríamos buscando más alternativas para evitarlo, tendríamos más tiempo para prepararnos para esto! -Soltó un gruñido furioso.- ¡Joder Yusaku! , ¡Ai se encuentra muerto en este momento!, ¡¿Cómo demonios vamos a saber si aquel futuro se hará realidad o no?!
-¡Sé que Ai está muerto porque yo misma lo mate, yo misma lo sentí! -Ryoken guardo silencio ante aquel grito, ver como ella subía su mano a su pecho y apretaba con fuerza su blusa, bajo un poco la mirada.- Lo sé, Ai está muerto, sentí como si una parte de mí se fuera junto con él -Tomo un poco de aire, subía con cuidado su mano para limpiar las pequeñas lagrimas que estaban bajando de su rostro.- Sentí como todo se rompía dentro de mi pecho, como mi Link Sense desaparecía, me dolió demasiado, Ai se llevó algo de mí como yo me quede algo de él -Metió su mano a su bolso para sacar un pequeño objeto de control, era aquel rombo de color azul que no se encontró en uno de los SOLtis que se encontraban en la empresa de SOL. Aun brillaba el mismo a pesar de no estar anclado a uno de ellos.- Ambos aprendimos en este tiempo lo que era el amor, el amor que Ai me tenía como el que yo le tenía a él -Tomo un poco más de aire.- Me sentía tan sola porque sabía que todo este tiempo, Ai siempre me cuido, siempre me vigilo, siempre estuvo para mí, rompiendo las reglas de los Ignis de no acercarse a los humanos, solo por mi -Soltó un poco de aire.- Solo porque me amaba
Como si algo hubiera conectado dentro de Ryoken, provoco que la mirara con atención, que miro de un lado a otro, como si trataba de encontrar donde había escuchado aquellas mismas palabras. Observaba como Yusaku desviaba su mirada al revelar aquello por lo que el de cabellos blancos, buscaba respuestas pero no los encontró con ella o eso es lo que le había hecho creer. Le había mentido pero esta era la oportunidad perfecta para enmendar los errores, para poder contarle todo lo que este deseaba.
-¿Lo sabías? ¿Sabías que Ai estaba siempre ahí cuando lo necesitabas? -Hablo perplejo ante aquella confesión.- Realmente siempre has sabido sobre la creación de tu Link Sense, la conexión que tenías con el mundo virtual y con tu Ignis, realmente lo sabías pero no dijiste nada, ¿Por qué no me dijiste nada cuando te pregunte por el Link Sense?
-Lo sabía pero no sabía qué era lo que buscabas de ello -Murmuro, cerró por un momento sus ojos, como si quisiera recordar algo, como si quisiera sentir algo.- En el momento que estaba en el hospital, la razón por la que siempre me retorcía de dolor en la cama hasta que las enfermeras me aplicaban un sedante, quien ayudo a mis padres a que no me apartaran de ellos, quien me defendió de las malas personas que me encontraba en la vida -Subía un poco más su voz.- Quien me ayudo a conectarme con las computadoras, quien me otorgo a mi pequeña Roboppy y quien me enseñó a comunicarme con las mismas, quien me enseñó a controlar mi sentido, usarlo a mi favor para poder hacer lo que yo quisiera, quien al final de esta historia, me ayudo a encontrar lo que todo este tiempo creía perdido para al fin sentir como me complementaba, pero sobre todas las cosas -Lo miro con suavidad.- Quien me ayudo a encontrar a este niño que siempre quise rescatar y del que me enamore perdidamente que ahora, tenemos a una pequeña niña, todo fue gracias a Ai que en el momento que él se apartó de mi lado, por primera vez sentí que algo me faltaba -Dejo caer sus hombros con cansancio.- La parte que me quitaron para crearlo, cuando lo recupere me sentía completa pero ahora que lo volví a perder, no puedo evitar molestarme al respecto de eso y sentir que es mi culpa porque fue por mi -Señalo su pecho.- Es por mí que el futuro perecerá por mis decisiones, el me vio siendo víctima de ese futuro que por primera vez, no quiso ser egoísta, prefirió darme la libertad de escoger mi propio futuro antes de ver cómo me mataban frente a sus ojos
Fue un corto silencio el que se quedaron observándose con atención, con aquel miedo con aquel dolor que se encontraba en sus corazones, con muchas palabras que decir pero sin poder descubrir cómo es que tienen que empezar. Ryoken gruño un poco, le dio la espalda para poder pensar en todas las palabras dichas y al final, soltar todo el aire que estaba en su pecho para volverla a encarar. Una vez que ambos tomaron un poco de aire para poder escuchar con atención al otro, es que volvieron hablar.
-¿Has visto el futuro que Ai vio analizando sus datos?
-No -Yusaku soltó un suspiro mientras negaba con su cabeza.- Cuando estuve buscando las razones del porque Ai enloqueció, decidí ir al Cyberse a encontrar las respuestas pero no me dejo entrar a ese lugar -Sonrió un poco.- La copia de seguridad que se encontraba en ese lugar, no me permitía saber lo que se encontraba en ese lugar, el programa decidió prohibirme la entrada al Cyberse para que no siquiera insistiendo --Señalo a Ryoken.- Por eso te di las coordenadas de ese lugar, porque tenía la esperanza de que lo descubrieras por ti mismo ¿Qué fue lo que paso en ese futuro?
Ryoken guardo silencio. Abría y cerraba su boca en busca de las palabras correctas, al final, fue que decidió hablar. Contar todo lo que vio, aunque siendo sinceros, parecía más como una pesadilla de la que quisiera olvidar cuando se despierta en las mañanas.
-El futuro que provocaba su existencia, te vio siendo víctima de este -Murmuro las palabras que se sabía de memoria.- Lo sentí en ese momento, como es que Ai enloqueció y como yo mismo enloquecí, pude comprenderlo en ese momento, pude sentir cuales fueron sus motivos, las razones por las que decidió hacer todo eso -La miro con pesar.- Fue horrible aquel futuro donde la ciudad se encontraba destruida, y el mundo se encontraba oscuro, las personas huían y otras más morían, vi como tratabas de alejarte de ese lugar con Ai, como intentabas correr pero fue imposible cuando los soldados los encontraron -Su voz empezaba a romperse ante aquel recuerdo, tomo un poco de aire para evitar soltarse a llorar, subiendo sus manos a sus ojos, y limpiando todo rastro que se pudiera encontrar.- Intentaste protegerlo pero era demasiado tarde cuando ellos sabían que era gracias a ustedes que se daría la creación del séptimo Ignis, diciendo que de quien debían de temer era a ti y vi con mis propios ojos como tú…
-Como moría -Completo aquellas palabras, con tranquilidad pero observando cómo sus piernas temblaban.- Incluso ellos fueron capaces de deducir quien era el séptimo, o fue de pura casualidad que alguien les informo de ello -Subió su mano a su brazo contrario y rasco un poco el mismo, volvía a evitar mirarlo.- ¿Dónde estabas tú Ryoken? En el momento que paso todo eso ¿Dónde estabas?
-No me encontraba a tu lado -Hablo con un mal sabor de boca.- Prácticamente llegue a tu lado cuando todo paso, cuando le decías a Ai cuanto lo amabas, como le dijiste que confiara en nosotros que le ayudaríamos a continuar sin ti -Escupió molesto.- Y como morías sin que yo pudiera protegerte, sin que yo pudiera estar a tu lado, ¡¿Cómo demonios pudiste decir que estaría a su lado cuando tu simplemente moriste?!
-Confiaba en Ai y haría todo lo que fuera para que siguiera su camino, confió en ti como en los demás, probablemente, esas serían las palabras como la confianza que le pondría en sus hombros para que la humanidad pueda tener su coexistencia -Alzo los hombros desinteresada, movió su cabeza de un lado a otro y lo miro con atención.- Sabía que en el momento que Ai murió, ese futuro no se haría realidad pero algo me decía que podía cambiar, y probablemente no moriría el día de mañana fue por eso que me fui a investigar, que te deje solo con una pequeña niña y con una gran responsabilidad en los hombros -Hizo una pequeña reverencia.- Realmente me disculpo por ello, pero no te mentía que iba a regresar antes de lo previsto, justo cuando paso un año y cuando no había encontrado que todas estas locuras se hicieran realidad, fue cuando lo volví a sentir, como algo me llamaba -Alzo su mano y señalo su cabeza.- Como algo me decía que estaban vivos y descubro que realmente el futuro del que me protegió Ai, se puede hacer realidad, solo lo retraso un poco, un año de vida fue lo que me otorgo pero me fui para poder estar segura de las decisiones que cambiaran ese futuro para poder pelear por mí y por los demás
-¿Segura que fue por eso?
-¿Eh?
Ante aquellas palabras, Yusaku miro un poco extrañada al líder de Hanoi, como ocultaba su rostro en su flequillo blanco, como mordía sus labios y sus manos las hacia puños.
-Maldita sea, debiste buscarme desde un principio, y no querer encomendarle a Ai que le ayudaríamos, ¡No debiste prometerle eso! -Volvió a molestarse Ryoken ante aquella tranquilidad de Yusaku con la que ahora se encargaba de responder todas sus preguntas, como si fueran cosas banales.- Quiero pasar toda mi vida a tu lado, al lado de nuestra pequeña Aiko, ¡Pero no quiero que todo sea de esta manera!, ¡Claro que te busque por todo este año para poder decirle a Aiko que tenía una madre!, ¡No le conté nada de ti porque tenía miedo a que no volvieras a su lado justo como ella lo hizo conmigo!
-¿Ella?
-¡Porque no quería que Aiko creciera como yo! -Volvió alzar la voz ante la ira, dejando a una perpleja Yusaku que no sabía que palabras decir, quedándose en silencio mientras veía como Ryoken caminaba más a ella, y como la duelista, intentaba escapar de él.- ¡No quería que esa pequeña niña creciera sin una madre como yo lo hice!, ¡No quería que viviera de la misma manera en la que yo crecí! -Gritaba furioso, volvía hacer movimientos exagerados con sus manos.- ¡No quería que se convirtiera en alguien como yo!, ¡No quiero convertirme en alguien como mi padre!
-Tu no…
-Por eso te busque día y noche, sin parar en este año, tus padres siempre me dijeron que ibas a regresar, todos creían en ti que en algún momento lo ibas hacer ¡Yo perdí la esperanza de que algún día regresarías a mi lado!, ¡Por eso no le conté a Aiko que tenía una madre por eso le mentí a ella!, ¡Le mentí para poder convencerme de que no regresarías y me dejarías como esa mujer lo hizo! -Volvió a caminar en círculos, desarreglando su cabello blanco más de lo que ya estaba, Yusaku intentaba detenerlo pero Ryoken no se dejaba tocar, solo movió su brazo para evitar que ella se acercara, no le importaba que en ese momento, le golpeara la mano para alejarla de él.- ¡Pensaste en Ai todo este tiempo!, ¡¿Y nosotros donde estábamos en todo esto?!, ¡¿Realmente pensaste en nosotros?!, ¡¿Pensaste en tus padres, en tu hermano?!, ¡¿Pensaste en mí tan siquiera?!, ¡¿Pensaste en Aiko?!, ¡Claro que no! -Volvió a gritar con ira.- ¡No logro comprender por qué lo hiciste! ¡Porque fuiste en búsqueda de alguien más cuando yo mismo pude ayudarte!, ¡Claro que enloquecería como en este momento lo estoy haciendo!, ¿Creíste que lo iba a dejar pasar cuando estás viviendo con otro hombre en lugar de estar aquí con nosotros?, ¡Eso es lo único en lo que piensas!, ¡Solo porque eres Playmaker crees que todos tienen el derecho de perdonarte y dejarte pasar todo lo que has hecho!, ¡Pero yo no! -De sus ojos, sacaban por primera vez, aquellas lagrimas amargas que todo ese tiempo se guardó, fue capaz de sacar aquel dolor que ha estado soportando y que justo ahora, lo único que quería era explotar.- ¡Yo no soy como los demás!, ¡No pienso como los demás y dejar pasar esto por alto!, ¡Dices que piensas en nosotros pero eres igual que Ai!, ¡Eres tan egoísta que en lo único que pensaste todo este tiempo, fue en ti!, ¡Nosotros no existimos para ti!
Fue aquel ardor que llego a su mejilla y como prácticamente, sus piernas se movieron un poco de su lugar. El cuello le dolía ante aquella acción que lo único que hizo, fue regresar su vista a la duelista más fuerte de Vrains. Como había alzado su mano y como esta misma se encontraba un tanto roja por el golpe que le había dado a su mejilla. Aquella cachetada que lo hizo callar una vez más, y observar como aquellas amargas lágrimas, salían de sus ojos que ya se encontraban un tanto rojos. Mientras sus mejillas se pintaban de rojo, aquel enojo, aquella furia tan común en ella, aunque también, estaba dolida por aquellas palabras que no fue capaz de soportar todo eso. Kogami Ryoken enfureció en ese momento que estuvo a punto de olvidar que frente a él, se encontraba la mujer que tanto amaba pero recordó en el momento justo que él alzo la mano y ella solo se quedó quieta en su lugar, sin importarle si este le golpeaba o no, solo estando de frente ante él. Sin miedo en su rostro. Ryoken dudo un poco que solo bajo la mano, que ella al final, bajo los hombros para evitar defenderse, para mostrar lo descubierta que se encontraba.
-Eres un idiota Revolver
Fujiki Yusaku dio media vuelta, Ryoken creía que iba a escapar y estaba preparado para detenerla pero no fue así, solo observo como abrió la puerta que daba al jardín y a la alberca de la casa como cerró la misma detrás de ella. La vio caminar hasta estar alejada y fue cuando la escucho soltar un grito mientras lloraba con más fuerza, mientras la veía golpear un poco la barda que se encontraba en ese momento, frente a ella, sin importarle si le dolía aún más sus manos, eso no le importaba a Yusaku en ese momento cuando lo único que necesitaba, era sacar aquella furia que se encontraba encerrada, era gritar aquel dolor.
Tal fue en ese momento que el líder de Hanoi dijo las palabras incorrectas pero no se dio cuenta de ello. Lo dicho ya estaba y no podía cambiar sus palabras, era lo que todo ese tiempo deseo contarle. Soltó un grito frustrado para volver a despeinar sus cabellos blancos. Prefirió dar media vuelta para poder alejarse del otro, para poder evitar que se hicieran más daño, era mejor que cada uno se diera su tiempo y cuando estuvieran de acuerdo, volverían hablar todo lo que callaron.
.o.
Pandor había sido la única que observo todo en silencio.
Se mantuvo un tanto alejada, cuidando de Aiko como también, que ellos dos no hiciera nada estúpido que se lastimaran más, eso no le gustaría a sus conocidos, tampoco le gustaría ver de esa manera a ellos , como tampoco le hubiera gustado ver a Ai por más que odiaba a Ryoken y que su creador compartía el mismo sentimiento.
Había visto muchas veces llorar a Kogami Ryoken, cuando el líder de Hanoi cree que nadie lo escucha o lo ve. Lo ha visto llorar con solo sostener una foto de las tantas que guarda en su cuarto como también, con aquella pequeña caja de terciopelo donde guarda un anillo y que pudo deducir fácilmente que le pertenecía a Playmaker. Muchas otras veces, lo ha visto llorar cuando está en el cuarto de Aiko mientras acaricia sus mejillas, y pide disculpas a la menor por tener a unos padres tan estúpidos que son tan orgullosos que son capaces de lastimarse y dejar aquel hueco en su corazón. Lo ha visto caer y le ha ayudado al mismo, no solo porque todos le piden, no solo porque Fujiki Yusaku le mando un correo para que cuidara a su familia en su ausencia, si no, porque le tenía cierto cariño a su creador que no tenía problemas con verlo como un pequeño niño que necesitaba de alguien que le ayudara a levantarse.
Por eso, en ese tiempo que ambos se alejaron para poder pensar con claridad, se podía encontrar a su creador sentado en el sillón de la sala, mirando a la nada con una de sus manos en su frente, como si tratase de esconderse del mundo. Pandor no dudo en llevarle un poco de café y en el momento que se lo dejo en la mesita de centro, fue cuando Ryoken alzo la mirada para observarla. Murmurar un pequeño "gracias" y tomar la taza de café para soplar con cuidado y beber su contenido.
-¿Escuchaste todo lo que nos dijimos?
-Si usted dice que no, entonces le puedo asegurar que no escuche nada pero siendo sincera, todo lo que decían se escuchaba aun cuando me mantenía alejada -Sonrió Pandor, dando un poco de confort.- Sus corazones se encuentran bastante heridos, pero si le vuelvo a ser sincera, sé que podrán arreglar todos los problemas que tienen
-¿En serio lo crees?
-Si lo creo -Hizo una pequeña reverencia al mismo tiempo que sonreía.- He visto en todos sus duelos, he conversado con todos y opinan que ustedes dos siempre saldrán adelante a pesar de las dificultades que se pueden encontrar en su camino, siempre encontraran una forma de tener un futuro juntos, a pesar de todo el dolor que crece en sus pechos, es demasiado notorio el amor que se tienen que podrán solucionarlo -Empezó alejarse a paso lento.- Solo tienen que hablar, solo tienen que encontrar una solución, y podrán tomarse las manos una vez más a favor de Aiko-sama, para que esa pequeña niña, tenga unos padres -Soltó una pequeña risita.- Con su permiso, debo hacer algunas otras tareas
Y fue así como Pandor se alejó a la cocina, escuchaba como movía cosas de ese lugar pero decidió ignorar lo que ella estuviera haciendo, no tenía tiempo para preocuparse por ella. Lo que sí hizo, fue dejar a un pensativo Ryoken tomando de su taza de café, mirando por la ventana donde seguía estando Yusaku, sin importar el frio que se sintiera en ese momento, solo observando al mar, solo observando un punto que no era él. Observo como aquellos cortos cabellos azules se movían con el viento. Sintiendo que paso mucho tiempo desde que la vio de esa manera que ahora, no era capaz de ver danzar aquellos largos cabellos que tanto le gustaba peinar, que tanto le gustaba acariciar.
Ahora, simplemente sentía que no era lo mismo.
El remordimiento llego en el mejor momento.
Tal vez, no debió decir aquellas palabras, era cuando llegaba el arrepentimiento de haberlas dicho que solo sintió un poco de pesar en su pecho. No había tenido que decirlas, no había sido lo correcto a pesar de que cada una de aquellas palabras eran verdades que ahora que salieron a la luz, no sabía cómo las volvería a ocultar. Fue ese preciso instante que se arrepentía realmente de haberlas dicho en un arranque de ira. Solo suspiro, miro su taza de café y se levantó.
Era momento de terminar con las mentiras.
Yusaku sentía el aire frio en sus mejillas, no le importaba que se encontraba temblando, mucho menos, que sus manos se encontrasen frías y un poco adoloridas por haber descargado toda su ira. Pero eso no le importaba, no le importaba sentirse lastimada. Incluso no tenía ganas de quitarse el cabello que estaba en su cara, simplemente, quería estar otro rato más, tratando de ordenar un poco de su desorganizada vida. Soltó otro suspiro cuando metió su cabeza a sus brazos, cerrando sus ojos por un momento, recordando cada una de aquellas palabras dichas. Ella había metido la pata, lo había arruinado y no podía evitar sentir ese horrible peso a su pecho. Lo odiaba, odiaba sentirse de esa manera. Sabía que era a partir de esas acciones, las que incluso, influirían mucho en ese futuro que quiere evitar, ese futuro del que tanto miedo le tiene.
-¿Te encuentras bien?
Fueron aquellas palabras como esa voz que conocía a la perfección, lo que provoco que alzara el rostro para encontrarse con aquellos ojos celestes que le parecían aún más perfectos en la noche. Aquel triste semblante en Ryoken, le tranquilizo y pensó que no estaba ahí por más pelea que tuvieran. Observo como una manta caía por sus hombros, tratando de cubrir un poco su helado cuerpo que solo soltó un pequeño suspiro de satisfacción. Le ofrecía una taza humeante de chocolate. Con sus manos un tanto temblorosas y adoloridas, acepto la taza.
-Gracias -Soplo un poco a la misma y tomo un poco aunque sintió como si su lengua se quemara cuando tomo el contenido.
-¿Te duele? -Yusaku lo miro un poco confundida, Ryoken solo hizo un pequeño gesto, ver aquellas pequeñas y delicadas manos estando rojas y lastimadas, le molestaba un poco.- Me refiero a tus manos
-Solo un poco -Sonrió. Alzo un poco las mismas y soltó una risita.- Pero si también te referías a mi corazón, si, duele demasiado
-Ya somos dos -Ryoken sonrió un poco, subió su mano pero inmediatamente la bajo. Era en momentos como ese que quería abrazarla pero se controló para no dar su brazo a torcer, no quería ser el primero por más que le doliera. Prefirió rascar su nuca un tanto nervioso.- ¿Cómo es que terminara esta historia, Yusaku?, ¿Cómo terminara sin que en el proceso, te pierda a ti, me pierda a mí como también…?
-¿También?
El líder de Hanoi suspiro un poco antes de mirarla. Aquellos esmeraldas que brillaban en la noche, que provocaba que se viera aún más bonita. Si realmente quería que todo se terminara, entonces, también tenía que ser sincero.
-Aiko -Ante la mención del nombre de su pequeña niña, Yusaku abrió los ojos asustada a lo que le iban a mencionar, Ryoken la miro un tanto temeroso.- Hay algo que no te he mencionado pero Aiko -Tomo un poco de aire.- Es probable que Aiko heredara tu Link Sense
¡Muchas gracias por leer!
Y pues. Este solo es el primer capítulo de tres (si es que se puede subir los tres capítulos en este día) Así que por favor, esperen a los que siguen.
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¡Nos vemos a la próxima!
Atte.: AnZuZu Dragneel
Fecha: Domingo 29 de Noviembre de 2020
