Ladies and Gentlemen!

¿Recuerdan que en el capitulo anterior les dije que iba a ver si subía los tres capítulos que me faltaba por subir? Pues este es el segundo que les debía. ¡Aquí está un capítulo más!

It's time to read!

It's showtime!


Aclaración: Yu-Gi-Oh! VRAINS no me pertenece. Es propiedad de Kazuki Takahashi. Yo solamente pido prestado sus personajes para poder escribir mis historias que se podrán leer a continuación.

Aclaración: Con estas historias no estoy cobrando por ninguna ganancia o regalía. Solo escribo para el entretenimiento de todo público pidiendo permisos al autor. Cualquier aclaración, pueden escribir en los comentarios su opinión al respecto.


Ryoken tuvo que sujetar la taza para evitar que se rompiera al momento que Yusaku se paralizo ante aquellas palabras que siendo sincero, parecía que se había ido en algún lugar de su mente que no pudo evitar preocuparle un poco, como si ella quisiera huir, como si quisiera que en ese momento, le dijeran que se trataba de una mentira pero no era así, en los ojos del líder de Hanoi, no se escondían mentiras como en los suyos. Aquellos ojos esmeraldas se abrieron más que hasta perdieron el usual brillo que se podía apreciar en los mismos, se puso más pálida de lo que ya es, empezaba a caminar para atrás, queriendo subir sus manos a su cabello, a su cabeza, de una forma un tanto desesperada, como si lo que escuchara en ese momento, no quisiera o no pudiera comprender lo que le dijo. Al momento que el líder de Hanoi dejo la taza en un lugar seguro, fue en ese momento que tomo a la chica por las manos para poderla hacerla regresar a tierra. Tomo aquellas manos heridas con mucho cuidado para no lastimarla más de lo que ya estaba, fue en ese momento que volvió a ver aquellos ojos temerosos.

Que subió sus manos a las mejillas de la chica para hacerle saber que se encontraba a su lado. Para regresarla a tierra y que no volviera a meterse entre sus pensamientos. Observaba como parpadeaba varias veces, como su pequeña boca se abría y cerraba varias veces pero fue al final que tomo un poco más de aire para poder hablar, para poder encontrar las palabras dignas que probablemente, causaría que se destruyera más de lo que ya estaba.

-¿Qué Aiko? ¿Qué? -Murmuraba aquellas palabras la chica, movía su cabeza de un lado a otro, como si quisiera negar las mismas, no queriendo ver aquellos ojos celestes, batallando internamente. Ni siquiera se creía tan valiente para poder terminar las mismas.- ¿Aiko tiene un Link Sense como el mío?, No, eso… Eso no es posible, solo es una pequeña niña que su única obligación es ser feliz, es reír, ella no sufrió como nosotros, como yo lo hice, entonces ¿Por qué? ¿Cómo, Ryoken?

-Eso es lo que estoy tratando de encontrar pero me temo que por más que investigue sobre esto, jamás llegare a un resultado final -Confeso, la miro con atención, acaricio aquellos cabellos azules con suavidad para que volteara a verlo, para poder tranquilizar a la misma. Acomodando mejor aquella manta que se encargaba de cubrir aquel pequeño cuerpo contrario.-Por eso te pregunte si sabias el origen de aquel súper instinto que solo fue creado para ti pero ahora que lo dices -Tomo un poco de aire.- Que fue Ai quien estuvo siempre a tu lado, quien también fue creado a partir de ti tomando tus datos para su creación, no logro entender cómo es que Aiko pudo heredar aquel instinto, como es que ella tiene algo que no le pertenece

-¿Cómo es que te diste cuenta? -Volvió a preguntar un tanto temerosa.- ¿Cómo es que no me di cuenta cuando estuve los primeros meses de ella a su lado?, ¿Qué fue lo que paso realmente para que esto…? -Alzo un poco la voz y detuvo sus palabras como si algo recordara en ese momento, como si algo hiciera clic en su cabeza.- Pero Ai, al ser una parte de mí, estuvo siempre a mi lado cuando estaba embarazada de ella y tú te marchaste, Ai dijo que se iría al Cyberse y así lo hizo pero se mantenía más tiempo a mi lado que no me molestaba, que no me podía llegar a imaginar que algo como esto, era capaz de suceder, interfería en algunas cosas, siempre estuvo en contacto, siempre estuvo nuestra conexión pero yo -Tomo un poco de aire después de decir todas aquellas palabras de corrida.- ¿Qué fue lo que paso para que no me percatara de ello?

-Es porque eres su madre -Fue lo que respondió con una pequeña sonrisa, tratando de tranquilizarla.- No pudiste percibirlo porque estuviste siempre a su lado, porque te encargabas de protegerla y darle aquella seguridad pero ahora sé que en el momento que te alejabas de ella, es que empezaba a sentirse un poco inquieta, es que incluso ella, podía sentir que nada estaba bien pero lo único que podía hacer era empezar a llorar porque le incomodaba todo, porque no te encontrabas a su lado para poder tranquilizarla, me di cuenta por lo que ella estaba atravesando en el momento que volviste con la noticia de que ellos regresaron, el momento que empezaba a reaccionar tu Link Sense, era el momento en el que ella empezaba a llorar, en el momento que se detenía contigo, era lo mismo con ella -Quito aquellos cabellos azules de su rostro, levanto un poco aquel flequillo azul con mechones rosados para poder besar su frente.- Porque eso es lo que hacen los padres, proteger y hacer sentir seguros a sus hijos, es por eso que nunca te diste cuenta que tal responsabilidad, fue a caer con Aiko, que incluso yo me di cuenta de ello hasta este momento -Soltó una risa burlona.- Supongo que somos malos padres por no habernos dado cuenta de esto desde un principio

La culpa se hizo presente en el rostro de la usuario de Playmaker que preocupo un poco más a Revolver.

-¿Es mi culpa? -Pregunto temerosa, sintiendo como todo alrededor de la chica, empezaba a derrumbarse.- Es mi culpa que esto esté pasando, ¿No es así? -Una vez más, sus ojos se llenaron de lágrimas, pedía desesperada separarse de Ryoken, queriendo mover sus brazos para alejarse de aquella seguridad pero como dijo y pensó desde un principio el líder de Hanoi, era imposible dejarla irse otra vez. Prefirió apretar un poco el agarre de sus manos para evitar que ella se marchara, para evitar que ella terminara por caerse y lastimarse más de lo que ya estaba.- Es mi culpa que ahora Aiko esté sufriendo de esto como yo lo hice, ¿Es porque soy su madre?

-No, eres una gran madre, eso lo sé muy bien -Dijo Ryoken con seguridad para que dejara de decir aquello, provoco que ella lo mirara con atención que no siguiera culpándose.- Aiko tiene un poco de mi como también, de ti, debe de existir alguna explicación por el que nuestra pequeña heredara tu sentido, siempre debe existir alguna razón para todo -Le dio un sonoro beso en la frente, sonriendo para poder darle un poco de tranquilidad.- Y ahora que estas aquí, lo descubriremos, no permitiremos que ella sufra y si existe una mínima posibilidad de quitarle este destino sin afectarla, lo haremos y si no podemos llegar a una conclusión, sé que podrás enseñarle a utilizarlo, estarás ahí a su lado para evitar que pase por lo mismo que tú

-¿En serio lo crees?

-Claro que sí, no hay otra persona que sabe muy bien de este sentido, más que de ti -La abrazo con cuidado.- No quiero que sufra de la misma manera en que tú lo haces y que no me atrevía a hacerle algo al estúpido de Ai porque eso significaba que salieras herida -Confeso.- Porque te amo demasiado, porque amo demasiado a nuestra pequeña, es que las quiero proteger de todo daño que se pueda encontrar frente a nosotros, y si no estás a mi lado, soy capaz de enloquecer porque te quiero a mi lado -Rasco su nuca un tanto nervioso.- Perdón por decir que preferías estar viviendo en la casa de otro hombre en lugar de quedarte con nosotros, no era mi intención herirte, no era mi intención el lastimarte, en serio -Hizo ojitos de cachorro que fue capaz de derretir el corazón de hielo de la chica para empezar a sonreír a pesar de que trataba de aguantarse.- Simplemente, me sentí un poco herido pero creo comprender mejor el porqué lo hiciste -Hizo una pequeña mueca, empezaba hablar, todo lo que ese tiempo se guardó.- Aunque me sigue molestando que no acudieras a mi primero, pero ahora que se sabrá toda la verdad, sé que no debo molestarme, tampoco quiero monopolizarte, no es la imagen que quiero que tengas de mi

Aunque aquello ya lo sabía Yusaku, no pudo evitar soltar una pequeña risita, sentirse un poco más tranquila. Era verdad, a pesar de lo tanto que odiaba a Ai, era imposible que quisiera hacerle daño cuando este aún se mantenía con vida. Era imposible el querer hacerle daño cuando ambos se encontraban enlazados de una manera desconocida que si afectaba a uno, el otro sufriría por igual. Lo sabía mejor que nadie, había visto como La amaba demasiado como para querer hacerle daño y aunque eso significaba que tenía que dejar a Ai vivo por ella, el líder de Hanoi era capaz de dejar su orgullo a un lado por ella. Muchas veces lo vio, muchas veces comprendió que ese era su amor por ella que a veces, no puede evitar maldecirse por ser tan ciega, por olvidar aquel hermoso sentimiento del que ambos aún tienen mucho que aprender, que este mismo sentimiento, se encargara de ayudarles a crecer.

Algo que Fujiki Yusaku realmente agradecía y que provocaba que una gran sonrisa apareciera en su rostro, aquella sinceridad, aquellas palabras que solo él se encarga de decirle y al mismo tiempo de que le da un gran confort, es que provocaba que su corazón golpeara con fuerza su pecho porque era ese mismo amor que estaba en ella. Al mismo tiempo que el frio aire se encargaba de mover sus cortos cabellos azules y ella subió sus manos con cuidado para acomodarlos en su lugar, observo con atención a su alrededor, el ruido del tranquilo mar, aquel magnifico sonido que pareciera una dulce nana, que todo ese tiempo, había extrañado con volver a escuchar. Ryoken tomo aquella sonrisa, aquellas pequeñas risitas como una buena señal de que ella se encontraba mejor que no dudo en besar sus mejillas porque le encantaba escuchar aquellas risas, porque para él, aquello sonaba como algo mágico, sonaba como algo de lo que solo él tenía ese derecho de escuchar.

-Gracias Ryoken y lamento por mentirte todo este tiempo, no era mi intención -Murmuro la chica, subiendo su mano a la mejilla contraria, estaba un poco fría pero poco le importo.- Fui una idiota por no ir contigo primero, solo quería mantenerte seguro, lo único que deseaba es que Aiko se sintiera segura

-Lo sé pero ahora -Beso con cuidado sus manos heridas.- Estaremos juntos para siempre por ella, con nuestra pequeña

Fue aquel abrazo que la chica correspondió con mucho gusto, soltando un suspiro aliviado, sintiendo como en sus brazos, podía alcanzar abrazar al líder de Hanoi, sentirse realmente bien, sentirse realmente amada por el chico que todo ese tiempo quiso conocer y que se enamorómientras avanzaba el tiempo. Aspirando suavemente aquel aroma varonil que tanto le encantaba y que todo ese tiempo, extraño con tener en sus brazos, una gran sonrisa apareció en su rostro mientras cerraba con tranquilidad sus ojos y sentía aquel suave palpitar de su pecho, como es que mismo golpeaba su pecho por ella. Como es que Kogami Ryoken era el único de hacerla pasar de la desesperación, de los gritos, de los llantos como que también suele ser el culpable del dolor de su pecho cuando es capaz de decirle aquella verdad, también era aquel que le otorgaba tranquilidad, que le otorgaba paz a su interior como aquel confort que siempre ha deseado. Era capaz de atraparla entre sus brazos y hacerle entender que a pesar de todas las dificultades del futuro, es que siempre estará ahí para poder atraparla entre sus brazos. Esperaría por ella y se volvería loco si no la encuentra a su lado.

-¿Por qué no me lo dijiste? -Hablo con suavidad Ryoken en su oído, provocando escalofríos en la duelista.- ¿Por qué no me dijiste nada de esto?

-Tenía miedo -Confeso, soltó un pesado suspiro, temblando un poco.- Tenía mucho miedo de que mi vida terminara de esa manera, sin haber tenido una oportunidad de disfrutarlo con mis amigos, con mi familia, contigo como con Aiko, quería encontrar una respuesta, quería encontrar una segunda opción, quería saber a qué me iba a enfrentar -Soltó una pequeña risita.- Pero no te mentía cuando dije que iba a regresar antes de tiempo cuando no encontraba nada acerca de ese futuro, pero ahora que las piezas se están acomodan en su lugar -Suavizo su mirada cuando volvió a fijarse en Ryoken.- Sé que debo de confiar en todos ustedes, sé que debo volver a confiar en ti para poder tomar las mejores decisiones, eso es lo que tengo que hacer ahora -Enlazo su mano con la de Ryoken.- ¿Me ayudarías a conseguir un mejor futuro para nosotros?

-No tienes por qué pedirlo -Su rostro de acerco con lentitud al de ella, sintiendo aquella cercanía, sintiendo aquella respiración contraria.- Porque desde un principio, estaba dispuesto a perseguir ese futuro a tu lado y si nos tenemos que enfrentar al futuro, lo haremos juntos

-Gracias, Ryoken

Fue un pequeño corto beso el que compartieron. No quisieron hacerlo más profundo con todas las cosas que se dijeron, aunque las cosas ya estuvieran arregladas, era imposible el quitar aquel dolor de su pecho, aquel dolor que está en sus corazones y que con el tiempo, es que se iba a desvanecer. Pegaron sus frentes, sintiendo aquella calidez, abrazándose con más fuerza, evitando que se vuelvan a marchar. Cerraron sus ojos por un momento, como si se conectaran, como si se pudieran decir y pedir perdón en ese momento.

Justo cuando sus ojos se abrieron al mismo tiempo, es que soltaron pequeñas risitas.

-¿Te quedaras a dormir? -Pregunto Ryoken.

-¿Realmente será bueno quedarme?

-Esta es tu casa y estoy seguro que no tienes por qué decirle nada a Dojun Kengo cuando estarás conmigo -Dijo un tanto molesto, Yusaku rodo los ojos divertida mientras negaba, ya estaba empezando de nuevo.- Además, hay que curar tus heridas ¿Me dejarías hacerlo?

Yusaku asintió con una sonrisa. Dejándose llegar por el líder de Hanoi, dejándose llevar cuando solo era tomada de la mano con mucho cuidado, y caminaban a paso rápido para entrar a la casa ahora que el viento se sentía un poco más frio que de costumbre. Soltando aquellas pequeñas risitas que ya no se escuchaban desde hace tiempo, sintiéndose aquellos dos chicos que se conocieron por un horrible accidente pero que se enamoraron por un encuentro destinado. Un encuentro donde aquellos ojos no volvieron y quisieron separarse, como si algo dentro de ella le decía que debía estar a su lado y así lo cumpliría.

Sintiendo que Ryoken se le olvidaba mencionar algo que había escuchado de Ai en el momento que se encontró con aquella copia de seguridad, sintió que no era importante. Tal vez, si se hubiera acordado en ese momento, las cosas hubieran sido diferentes.

.o.

Queen miraba desde la lejanía, ni siquiera se había querido quitar sus lentes y no es que fuera necesario cuando se encontraba sentada en una de las terrazas cercanas al centro de Den, el sol estaba a todo lo que da a pesar de que estaba bajo la sombra de una sombrilla y probablemente, ella era la única que se encontraba en ese lugar, soportando el sudor que empezaba arruinar su carísimo maquillaje que utilizaba para poder ocultar aquella horrible cicatriz que la estúpida pieza bajo las ordenes de King, le dejo y que solo provocaba que tuviera repulsión en ella misma. Alzaba su taza de té con mucha elegancia y de vez en cuando, se encargaba de cruzar las piernas, llamando así, la mirada atenta de los hombres, cosa que le agradaba demasiado que solo sonriera para llamar su atención, si, esa era la mujer deseada que era cuando se encargaba de salir a fiestas o reuniones para poder hacer más grande a SOL, para poder conseguir más poder y tener a todas las personas a sus pies, comiendo de sus manos. ¿Dónde quedo aquella Queen que era un ser superior? Por el momento, se encuentra sepultada bajo tierra, esperando el momento justo para salir y volver a ser la reina, aquel título que realmente se merecía.

Por el momento, seguiría escondida en la oscuridad como una rata. Algo que odiaba cuando se trataba de una mujer hermosa que tiene que ser apreciada por todo el mundo, que tiene que ser amada por todo ser existente en el mismo. En fin.

Curiosamente, no se encargaba de ver el espectáculo de duelistas que se estaba mostrando en ese momento por televisión, podía escuchar a todas aquellas personas vitorear de alegría, algunos más se quejaban porque no quería que ganara. ¿Por qué demonios tenía que interesarse en un duelo de Blue Angel? Lo único que sabía Queen, es que cada uno de esos duelistas con los que se enfrentaron en el pasado, que solo se encargaban de reír sin siquiera interesarse en quitar el poder a las demás personas. Aunque para la ex líder de SOL, para ella solo eran uno chiquillos idiotas. No es que estuviera interesada en todos ellos cuando puede utilizar los duelos como un arma a su favor para poder conseguir todo su poder, para ser reconocida por todo y por todos.

Para eso realmente es que existían los duelos.

Para dejar en el piso y avergonzar a todo aquel que se cree valiente.

Y si había alguien que la quisiera hacer cambiar de opinión, que pena, porque nunca lo escucharía, ni mucho menos cuando estos terminan con el orgullo pisoteado.

Aunque todavía estaba molesta de que una estúpida IA fue la que le gano y que por su culpa es que no puede tener su vida anterior, con todos los lujos de los que ella estaba acostumbrada, porque fue la misma quien quito de sus respectivos cargos a cada una de las piezas. ¿Cómo es que paso eso? Era la venganza de aquel estúpido Ignis de Oscuridad por lo que le hizo a su compañero Ignis de Tierra, desmantelarlo y tomar una porción de él para poder crear al ser más poderoso. Aunque al final terminara con que Playmaker pudo derrotar al estúpido de Go Onizuka aun cuando se tenía este poder y que prácticamente, ella terminara humillada por todos en SOL por culpa de Akira Zaizen que prefirió salvar la vida de aquel sujeto que nadie iba a extrañar.

No lograba entender cómo es que era por culpa de aquella estúpida chiquilla que todos sus planes se fueron a la borda y ella a la calle.

¿Qué era lo que estaba viendo en aquella terraza?

Era el mejor lugar para evitar ser descubierta y observar al líder de Hanoi, Kogami Ryoken en aquel camión amarillo donde estaba segura, vendían comida con mucho aceite y que solo a las personas comunes, disfrutaba. Ella que tenía un refinado sentido, es que podía mirar con cara de asco aquel lugar así que solo lo dejo pasar haciendo una pequeña mueca mientras prefería disfrutar de su taza de té. No estaba tan lejos por lo que podía apreciar al joven de cabellos blancos, que en primera, no pudo evitar pasear su vista por él, no estaba nada mal a pesar de ser un joven adulto, estaba más que segura que cuando se convierta en un adulto que ya no quiera jugar, sería un adulto demasiado apuesto que sería un deleite para los ojos femeninos. Podía comprender por qué Playmaker se fijó en aquel hombre, solo sonrió en el momento de ver a la estúpida chiquilla de todos sus problemas, fue en ese momento que apareció una chica de cabellos azules que llegaba un poco apresurada, se acercaba al puesto para ordenar algo y se alejaba en una de aquellas bancas que son instalados por esos mismos sujetos que atienden dicho lugar. Que estaba hablando con un joven de lentes que no pudo evitar preocuparse, porque las manos de la chica se encontraban vendadas mientras el líder de Hanoi se encargaba de comer aquella comida chatarra.

Lo malo que no se encontraba cerca, si no, podía escuchar todo lo que ellos estuvieran mencionando. Solo podía observar sus acciones, solo podía estar ahí para poder deducir cuáles eran sus debilidades y hacerlos caer de una vez por todas. Dejo la taza de té en su respectivo lugar, poso su mentón en su mano y empezó a recordar algunas cosas.

-Su nombre es Fujiki Yusaku -Hablaba Onizuka, contando todo lo que sabía, revelando aquellos secretos que se tendrían que mantener en silencio.- No sé muy bien de ella, ni mucho menos, a que se dedica pero sin duda, es esa chica la que está metida en todo, la que a muchos causo muchos dolores de cabeza -Hizo una pequeña mueca el duelista.- No entiendo como puede ser tan brillante en los duelos como que también sea una hacker, o eso es lo que todos dicen de ella cuando la conocen -Queen sonrió, Onizuka volvió a mirar a la mujer un tanto temeroso por lo que estaba mencionando.- No le harás daño ¿O sí? Me prometiste que no le harías daño a ninguno de ellos y que solo querías buscar algo

-Tranquilo -Tomo de su taza de té de aquella reunión.- Solo quiero conversar un poco con ella, solo quiero entablar una conversación con ella, es lo único que deseo conseguir de ella -Dejo la taza en su lugar.- Poder recuperar mi lugar en este mundo y salvarlo de todas las manos que estén lo más cerca de ello

-¿Segura?

-Completamente segura -Alzaba los hombros desinteresada, sonrió tranquila o eso era lo que quería aparentar.- Es una pena que no la conozcas mejor, es una pena que todas las personas que rodean a la chica, sepan más de ella y confían en sus palabras en lugar de darse cuenta que solo los estará metiendo en la boca del lobo -Tomo con cuidado un pequeño pastelito que se encontraba en la mesa frente a ella.- Es una bendición que tú te dieras cuenta que detrás de aquella chica, realmente se encontraba algo malo, gracias por tu ayuda Onizuka, sin duda, volveré a recuperar lo que me pertenece y hare que las cosas en la red sean mejor por lo mientras, ya arregle el asunto de los niños del orfanato, puedes estar tranquilo que no existirá amenaza alguna en contra de ellos

-Gracias, supongo -Rascaba su nuca un tanto nervioso, al final, solo un pesado suspiro.- Es una pena que no conozca muy bien a Playmaker pero sé que algo esconde junto con Revolver, solo que no soy capaz de averiguarlo

-Tranquilo, lo que recuerdes o lo que encuentres, será bueno para poder hablar con tranquilidad con la chica

Claro.

Eran mentiras cada una de las palabras dichas por la mujer.

Había aprendido a engañar, había aprendido a mentir. ¿Cómo es que creen que llego a ese lugar en la compañía?, ¿Cómo es que todos los estúpidos hombres siempre la adoraban como si se tratase de una diosa? No solo era su rostro y su cuerpo, era aquella inteligencia que poseía, era aquella información que podía conseguir en un solo chasquido para poder chantajear, para poder sobornar o amenazar para poder conseguir todo lo que deseaba, todo lo que anhelaba.

Y si pudo conseguir todo tipo de información con Onizuka, gracias a que se hizo la víctima, podía conseguir la forma de derrocar a Playmaker, a Revolver, a todo tipo de duelista fuerte que se pueda llegar a encontrar en su camino. Podía utilizar a los duelistas más fuertes a su favor y al final, terminar con el idiota de King, recuperar lo que es suyo y tenerlos bajo su mando, para toda su miserable vida.

Si, era lo que ella deseaba tanto que no pudo evitar sonreír un tanto orgullosa por su plan antes de tomar su taza y tomar un poco de su contenido para poder celebrar un poco antes de marcharse de ese lugar antes de que se dieran cuenta que no tiene dinero para pagar lo que consumió.

-Hola, Queen

O eso es lo que hubiera querido hacer al momento de escuchar aquella voz, de sentir como un gran escalofrió recorría todo su cuerpo y volteara rápido para fijarse en aquella persona. Fue en ese momento que se dio cuenta que no había personas a su alrededor, no se encontraba el camarero más lento que le atendió como las miradas de aquellos hombres. No, en su lugar, se encontraban varios hombres vestidos de traje de color negro y frente a ella, Alfil. Aquellos ojos de color jade eran tan exóticos que era imposible olvidarlos, mucho menos, con el miedo que le metió en lo más profundo de su ser. Quiso levantarse y huir lo más rápido de ahí pero no lo logro cuando un hombre se encontraba detrás de ella, la tomo por los hombros obligándola a sentarse de nuevo.

-¿Qué demonios haces aquí? -Comento molesta antes de querer mostrar el miedo que le provocaba su simple presencia.- ¿Cómo demonios me encontraste?

-¿Creíste que King te iba a dejar hacer lo que quisieras? -Hablo burlón.- Eres una mujer idiota si así lo crees, te hemos estado siguiendo desde que dejaste de informarle a nuestro rey, incluso la reunión que tuviste de Onizuka -Miro por donde estaba mirando la mujer.- ¿Kogami Ryoken?, ¿Qué es lo que planeas estúpida mujer?

-Nada que te importe -Hablo con rudeza.- Son mis planes para que King pueda conseguir de vuelta SOL

-¿King o tú? -Sonrió burlón, Queen mejor se quedó en silencio antes de voltear a otro lado. Subió una de sus manos para poder alborotar sus cabellos rojos, chasqueo sus dedos y los hombres inmediatamente tomaron a la mujer por los hombros para levantarle.- Llévensela lejos de mi vista, después me ocupare de su castigo

Los gritos desesperados de la mujer eran demasiado fuertes, era una completa desgracia que ninguna de las personas estuviera ahí para verla sufrir, todas aquellas personas tuvieron un pequeño descanso sin lastimarlos, era ese dulce soborno de un dinero extra lo que siempre motivaba a las personas a hacer lo que sea. Miro con atención lo Queen no dejaba de mirar, conocía a Kogami Ryoken por la filtración de datos que se hizo la última vez, pero no fue él quien le llamo la atención. Fue aquella chica de cabellos azules que al momento que ella volteo, observo unos ojos verdes, probablemente eran esmeraldas, era la primera vez que conocía una persona con unos ojos de ese color, a parte de los suyos. Alfil sonrió mientras se lamia los labios al ver la manera en que Revolver miraba de mala manera a ese estúpido nerd, como la chica de en medio trataba de detenerlos y al final, fue que la chica era realmente perceptiva para voltear a su dirección y saber que estaba siendo observada, cuando sus miradas se encontraron, fue la chica de cabellos azules que separo rápido su mirada. Pero Alfil no pudo desviar su mirada de ella.

¿Podría ser…?

-Esto es jugar sucio mi querida Queen -Murmuro, al final, volvió a sonreír para dar media vuelta y alejarse de ahí.- Pero jugare el mismo juego que tú, veamos quien consigue primero a Playmaker para poder tener todo el poder

Ahora que sus ojos se enfocaron en una persona, era imposible separarlos de la misma. Era un cazador listo para su presa.

.o.

Fausto Aso no pudo evitar mirar un poco preocupado a Taki Kyoko. Desde hace algunos días que la mujer se la pasaba suspirando, con aquel semblante triste que por más que quisiera esconderlo cuando estaban con Ryoken, era realmente imposible que todos empezaran a preocuparse por la única mujer de Hanoi.

¿Acaso era el trabajo? No, trabaja en una pequeña clínica donde les importaba al principio sobre sus antecedentes pero al demostrar que importaban más sus habilidades, es que la dejaron en paz y Taki se mostraba muy feliz por su trabajo. Cada que regresaba a casa para descansar, se le podía apreciar lo agotada que estaba pero dichosa por su trabajo. A Fausto eso le alegraba demasiado, más cuando la escuchaba hablar sobre cómo había sido su jornada y las cosas buenas que hizo. Al final, la ve caer dormida en el sofá y era su obligación como "compañeros" el cargarla y llevarla a "su" habitación para que pudiera descansar mejor y antes de salir del cuarto, es que ponía la alarma para que ella despertara a tiempo, comiera un poco de lo que él se encarga de preparar y dejarle en la nevera para que solo lo calentara en el microondas y volviera con su rutina con aquel pesado trabajo pero que ella amaba demasiado.

¿Era su relación? No lo creía pero tampoco podía estar tan seguro. Después de todo, siempre han sentido "aquello" por el otro que ahora que tienen una oportunidad de ser felices, no iban a desperdiciarla.

¿Sus compañeros? No, la mujer quería a Gerome como un hermano, un poco sarcástico pero lo quería. Con Spectre, lo miraba como un pequeño hermano aunque prácticamente sería "su" hijo por la vía legal. Con Ryoken no existían problemas, siempre se comportaba de aquella manera tan maternal con el hijo de su profesor que muchas veces podía ver aquel amor de madre por su hijo que no podía evitar sentirse un poco celoso, pero recordaba que era ese mismo joven al que igual quería como un hijo y se le pasaba. Tenía una buena relación con Fujiki-kun a pesar de las mentiras que la chica provoco, al final se descubrió todo lo que se ocultaba, a pesar de que no se conocen muy bien, era gratificante para todos escuchar cada mañana un poco de carcajadas femeninas como un desayuno variado que es creado por las mujeres. Aiko, prácticamente era su adoración, amaba a la pequeña que la mujer era imposible resistirse a los besos que le dedicaba a la pequeña como querer jugar a cada rato con el mismo. Bañarla y vestirla como una muñequita, arrullarla y desearle las buenas noches como toda "madre" o también como toda "abuela" orgullosa por sus niños.

Entonces.

¿Cuál era el problema con Taki?

Fue desde el momento que les contaron sobre un nuevo descubrimiento. Donde probablemente, Kogami Kiyoshi era el principal sospechoso, donde fue su profesor que prefirió llevarse un importante secreto hasta la tumba. En ese momento que mencionaron sobre ello, Taki no pudo brincar un poco sorprendida aunque en su rostro se podía apreciar la preocupación y el miedo de ello que ahora, prácticamente llevaba muchos días en vela. Mentía cuando le preguntaban si se encontraba bien, Fausto lo sabía, la conocía desde hace tiempo, ha pasado más tiempo a su lado, han compartido muchas cosas y sabía que algo más se encontraba en todo ese asunto.

¿Cómo persuadirla para que le cuente lo que realmente estaba pasando?

Hasta ese momento se dio cuenta que sería difícil el hablar con la mujer, era un tanto testaruda para hacerla hablar pero realmente lo haría, se esforzaría por sacarle aquella verdad.

Taki podía apreciar aquella determinación de Fausto de querer hacerla hablar que muchas veces se ha escapado pero cuando llegaba el momento, sería imposible para ella el escapar cuando tendrá que decir la verdad después de todo ese tiempo. Pero siempre entre "las parejas" iban a existir unos cuantos secretos.

Y ese era el mayor secreto de Taki que se convertiría en su pecado, al igual que Kogami Kiyoshi, se llevaría aquello a la tumba. No podría resistir el romperle otra vez el corazón de Ryoken, no quería romper más a "su" niño.


¡Muchas gracias por leer!

Y pues, veremos si puedo subir un capítulo más esta noche.

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¡Nos vemos a la próxima!


Atte.: AnZuZu Dragneel

Fecha: Domingo 29 de Noviembre de 2020