Ladies and Gentlemen!

Esta es el segundo capítulo de esta actualización masiva de esta historia, originalmente les debo cinco capítulos así que espero, poder subir todos los capítulos que les debo. Créanme que no tengo ni siquiera una excusa para que perdonen esta falta de respeto que les estoy causando de dejar una historia realmente importante, a un lado. Pero como he dicho anteriormente, creo que aquella conexión que teníamos, se ha esfumado. Solo es un decir.

It's time to read!

It's showtime!


Aclaración: Yu-Gi-Oh! VRAINS no me pertenece. Es propiedad de Kazuki Takahashi. Yo solamente pido prestado sus personajes para poder escribir mis historias que se podrán leer a continuación.

Aclaración: Con estas historias no estoy cobrando por ninguna ganancia o regalía. Solo escribo para el entretenimiento de todo público pidiendo permisos al autor. Cualquier aclaración, pueden escribir en los comentarios su opinión al respecto.


El sonido de las teclas siendo presionadas, era lo que se escuchaba en ese momento, era aquel sonido que inundaba aquel tranquilo y silencioso lugar.

Kogami Ryoken alzaba el rostro curioso, miraba a Fausto trabajar en su computadora, tan concentrado que de vez en cuando, se encargaba de rascar su cabeza, veía a Gerome luchar por no dormir mientras espera a que Spectre regrese con algo de té, aunque sabía que prefería más el café para evitar quedarse dormido cuando regrese a SOL para volver a analizar las computadoras para evitar otra fuga de información y a Taki Kyoko hablar por teléfono mientras se encargaba de observar algo en su laptop, aunque de vez en cuando la escuchaba bostezar y rascar sus ojos, podía jurar que se veía más cansada de lo que todos estaban. A partir de ese momento en donde encontraron que su padre está un poco más involucrado de lo que todos piensan, es que Taki ha estado más "ocupada" para no decir que los estaba ignorando, y evitar mencionar palabra alguna con ellos. No sabía qué cosas podía esconder a la que puede considerar como su "segunda madre o su hermana mayor", esto le molestaba un poco al líder de Hanoi, pero no sabía cómo hablar con ella cuando son pocas las veces en que la ve y cuando quiere mencionarle algo, es que ella saltaba un asustada de su lugar, pareciera que escucha pero no presta atención a lo que le dice.

Más que molestarle, era un poco triste para él. Prefirió mover su cabeza de un lado a otro para evitar seguir pensando en ello para evitar sentir aquel dolor en su pecho. No lo necesitaba, al menos no por el momento. No quería pensar en ello.

Por otro lado, podía ver a Pandor analizando algunas cosas, alzaba sus manos para poder tocar aquellas pantallas, deslizaba alguna información y después, aparecía su teclado para empezar a teclear algunas cosas, tal vez era que se estaba acostumbrando a su presencia que era normal verla ahí, incluso cambiando de papeles con Spectre, se comportaba de una forma un poco más humana a pesar de que solo era un simple programa, probablemente podía comprender cómo es que todos se acostumbraron a tener a alguien así a su lado. Miro al lado suyo, se encontraba Fujiki Yusaku totalmente concentrada en su computadora mientras unos curiosos audífonos se encargaban de cubrir sus oídos, de vez en cuando, se encargaba de escuchar un suave tarareo mientras la veía morder levemente sus uñas o sus labios cuando no podía encontrar o resolver algo. La observaba mover su cabeza de un lado a otro, tal vez un poco desesperada o tal vez un poco cansada, es difícil saberlo con una chica tan inteligente como ella y cuando encontraba la respuesta, sonreía un poco, se acomodaba en su lugar y una vez más, sus manos se movían con rapidez.

Cada quien estaba trabajando, incluso él, que en ese momento, sus brazos estaban un poco acalambrados y que sus piernas se sintiera un poco dormidas por el pequeño cuerpo que se encontraba jugando con sus peluches, de vez en cuando, se encargaba de levantarse y jalar un poco sus mejillas como querer alcanzar los mechones de su cabello porque le causaba un poco de curiosidad o tal vez porque el color de su cabello era demasiado llamativo para su pequeña niña que no paraba de soltar pequeñas risitas cuando este se alejaba para evitar que le arrancara algún que otro mechón de cabello. ¿Qué traían los niños con el cabello de los adultos? Solo sabía que tenía que tener cuidado porque a pesar de tener una pequeña mano, sus pequeños dedos se enredaban con fuerza en los mechones de cabello y eran capaces de jalar con fuerza para arrancar algunos mechones. Aunque lo que más podía temer, era cuando esas pequeñas manos se llenaban de dulce, por alguna paleta que le ofrecían, y estaban demasiado pegajosas que un merecido baño después de comer aquel dulce, era necesario quitarle todo rastro que se pegó a ella.

Ni modo, era lo que un padre tenía que hacer, era la tarea valiosa de uno.

Sintió una mirada pesada.

Sabía que no era necesario voltear a ver a Yusaku porque de inmediato desviaba su mirada y seguiría trabajando sin mencionar palabra alguna. Sabía que se encontraba molesta, un tanto celosa de la forma en la que se encontraba con su pequeña niña. Aunque tampoco era su culpa, su pequeña niña inocente, a los ojos de los demás, caminaba con aquellos temblorosos piececitos y pequeña risitas para acercarse a su padre y alzar sus pequeñas manitas para pedir ser cargada, para pedir un poco de atención después de que el trabajo esté prestando más atención a esa computadora que a ella. Era imposible que Ryoken quisiera ignorar aquellos hermosos ojos turquesa que le amenazaban con soltarse a llorar si no le hacía caso, lo que menos quería era verla llorar. Así que como un joven padre complaciente, decidió tomar a la pequeña Aiko y sentarla en sus piernas para hablar un poco con ella, verla como suelta pequeñas risitas y le muestra los dos muñecos que llevaba arrastrando para que jugara un poco con ella. El de cabellos blancos estaba más que contento con cumplir aquel rol de padre.

De vez en cuando, le mostraba algunas cosas que veía en la computadora pero al no comprender, la menor prefería seguir molestando a su padre, Aiko prefería seguir soltando risitas y divirtiéndose con aquellas chistosas muecas que hacía su padre.

Una gran sonrisa apareció en él aunque no se alegró tanto después de mirar a Yusaku, como la chica miraba la escena con un poco de tristeza , estaba desilusionada, soltaba un pesado suspiro y al momento de ser descubierta, es que la chica prefería concentrarse en su computadora, ignorando aquella tierna escena de la que también le gustaría ser partícipe, pero que ante su negligencia, no podía formar parte de ese bonito momento. Hacia una pequeña mueca, se mordía un poco los labios y al final, trataba de concentrarse en su tarea, tal vez ese era el motivo por el que la chica estaba utilizando audífonos, prefería ignorar aquel escenario. Prefirió evitar romper aún más su corazón.

¿Qué palabras podía decir Ryoken en un momento como ese?

No lo sabía. Mucho menos cuando fue su pequeña niña la primera en dar sus pequeños pasos y caminar hacia él, hacia aquella figura paterna que ha estado a su lado desde que puede recordar.

Fue un suspiro de Taki el que rompió el ambiente. Todos voltearon en dirección de la mujer, tocaba su cabeza y un gesto de dolor se podía apreciar en su rostro. Se levantó un poco tambaleante mientras sonreía un poco mientras pedía disculpas de que tenía que retirarse a descansar. Notaron como su mano se encargaba de tocar las paredes, quizá para evitar caerse, quizás para sostenerse de algo y poder llegar a su cuarto. Cuando la mujer salió por la puerta, todos se miraron, incluso Spectre que llegó un poco preocupada cuando dejó la bandeja con aquel aromático té. Era en ese momento cuando Fausto estaba a punto de levantarse pero fue la mano de Yusaku en su hombro lo que detuvo sus acciones, le dirigió una pequeña sonrisa y negó.

-Hay veces que las personas necesitan estar un momento a solas -Dijo la duelista.- O hay ocasiones en que uno explota al no poder resistir tanta presión, todos estamos preocupados por ella, aunque apuesto a que eres el más preocupado de todos nosotros, pero tranquilo que en su momento, nos podrá decir lo que tanto le molesta -Dio unas cuantas palmadas en el hombro del hombre.- Saldré un momento a tomar un poco de aire aunque también, para ver si llego con bien a su cuarto, si me disculpan

Yusaku hizo una pequeña reverencia antes de caminar en la misma dirección por donde se había ido la mujer.

Los únicos hombres en aquella habitación se miraron. ¿Realmente había sido buena idea dejar ir a la chica con su compañera? No es que desconfiara de ella porque aquel lugar era más como una zona neutral y ambas se llevaban bien a pesar de todo. Con aquel pendiente, es que Fausto regreso con su tarea frente a él, que Gerome tomará de aquel té mientras soltaba uno que otro bostezo, que Spectre se encargará de ayudar a Pandor y que Ryoken siguiera prestando atención a Aiko que al igual que todos los presentes, la menor se encargaba de mirar de vez en cuando por dónde se fue "su abuela". Aquellos ojos turquesa miraron con atención a los celestes de su padre, este como una forma de protección, beso su frente y la abrazó con ternura. Ofreciendo aquel confort que la pequeña agradeció para volver a soltar pequeñas risitas y acomodarse más en el regazo de su padre para, tal vez, tomar una pequeña siesta en sus brazos.

Yusaku camino en silencio, escuchando con atención aquellos murmullos, aquellos quejidos que eran imposibles de ignorar. Al igual que todos, estaba preocupada de que Taki no se encontrara bien, era fácil de observar, aquellas ojeras, aquel cansancio que ese notaba con facilidad como que esté alerta en la mayoría del día. Sabía que la mujer escondía algo desde el momento que les contaron sobre lo que encontraron de Kogami Kiyoshi, fue en ese momento que la mujer se puso un poco nerviosa y que prácticamente, decidiera ignorarlos. No tenía que ser adivina para saber que, probablemente, la única mujer del grupo de Hanoi escondía. Se lo temió cuando vio aquellos ojos temerosos que no pudo evitar desviarlos y alejarse un tanto nerviosa. Se asomo despacio a ese cuarto, la mujer le daba la espalda pero podía escuchar como lloraba y como sus manos se acercaban a su pecho para abrazar algo.

Dio unos pequeños toques en la puerta para que la mujer se diera cuenta de su presencia. La chica hizo una pequeña reverencia antes de entrar y cerrar la puerta detrás de sí. Sonrió para poder tranquilizarla, pidió permiso para sentarse a su lado, Taki solo asintió sin mencionar palabra alguna. Fueron algunos minutos donde permanecieron en silencio, donde Yusaku no pudo evitar mirar con curiosidad lo que la doctora estaba abrazando a su pecho antes de que ella entrara. Era una fotografía donde las esquinas ya se encontraban un poco arrugadas, la imagen se encontraba un poco húmeda por las lágrimas. La usuaria de Vyra soltó un pequeño suspiro y le mostró aquella fotografía. La duelista no pudo evitar abrir sus ojos mientras sonreía con ternura al ver a un pequeño Ryoken que estaba siendo cargado por su padre y tanto ella como Fausto, estaban al lado del profesor Kiyoshi. Observó con atención aquellos pequeños ojos celestes, aquellos cabellos blancos y la manera tan tierna que tenía por meterse el pulgar a la boca.

-Le prometí al profesor Kiyoshi que protegería a Ryoken sin importar las consecuencias, sin importar lo que suceda en el futuro, yo siempre estaría al lado de él, siempre estaría a su lado como su hermana mayor que se encarga de regañarlo, tal vez como su madre porque fui yo quien se encargó de criar ese pequeño niño cuando su padre faltó y del que siempre estaré orgullosa como una, a pesar de las malas decisiones que puede tener, yo siempre estaría a su lado para ayudarle en su camino, para ser aquel hombro donde pueda llorar, cuando no se sienta bien, cuando siente que las cosas no van tan bien -Habló con voz baja, como si se rompiera su corazón por las palabras dichas.- Pero ahora yo… -Tomo un pequeño respiro y miro a la duelista, aquellas amargas lágrimas que salían de sus ojos.- Ya no se qué hacer, ya no puedo con estas palabras que se atoran en mi garganta con el deseo de salir, pero no puedo porque se lo prometí, porque le prometí que Ryoken tendría una vida normal después de terminar con todo ese asunto y después de que te conoció, se lo prometí, no puedo romper aquella promesa

Era la primera vez que veía a la mujer en un estado tan vulnerable. Admiraba a Taki por aquella firmeza que siempre presumía, por aquel orgullo que era capaz de apreciarse en su rostro, pero ahora verla así, no pudo evitar sentirse mal por lo que la mujer estaba pasando, por lo tanto que estaba pensando que no podía descansar con tranquilidad, que le era completamente imposible el estar al lado de las personas que ama. Así que Yusaku abrazó con mucho cuidado a la mujer, la cual, no dudo en abrazarla con fuerza.

-A veces, hay que romper aquellas promesas para que la verdad salga a la luz, para que las cosas se puedan arreglar -Fue lo primero que se le ocurrió decir.- Aunque sean promesas valiosas, sabes que es más importante la felicidad y el bienestar de las personas que amas, es lo único que importa cuando el corazón es el que manda -Soltó un pequeño suspiro, le dio suaves palmadas en la espalda de la mujer.- Romper todo tipo de promesas, no significa que estás traicionando a esa persona, significa que amas a las personas y estas dispuesta a correr el riesgo -La separó un poco de sí y le sonrió con amabilidad.- Yo ya le he hecho mucho daño a Ryoken, no hagas lo mismo que yo, aun si le dices la verdad, se que te perdonara, educaste a un buen hombre, que sabe perdonar cuando es necesario, estoy segura que nunca te odiara

Taki no puedo evitar abrir los ojos con sorpresa. Empezó a temblar un poco pero el suave agarre a sus manos, fue lo que evitó que quisiera salir corriendo. Aprecio aquella comprensión en el rostro de la chica, como le dirigía una sonrisa amable.

-¿Sabes sobre…?

-Puedo imaginármelo aunque tal vez me equivoque sobre ello y espero que así sea -Habló interrumpiendo a la mujer. Alzó los hombros y soltó un pequeño suspiro.- Lo he visto en tus ojos, el miedo que tienes por contar la verdad, las promesas suelen ser más dolorosas de lo que uno cree y puede que al final, la verdad sea más dolorosa cuando se descubre por terceras personas que nadie será capaz de perdonar por no haber contado por completo lo que sucede -Soltó una pequeña risita.- No te apresuro en contar las cosas pero quiero que lo pienses, sobre decirle a Ryoken lo que sucede, es mejor que lo escuche de ti que de alguien más, así los dos se podrán sentir mejor y dejar de imaginar cosas que no son

-¿Y si me odia por ello?

-Un hijo nunca odiaría a su madre -Sonrió, observo como Taki volvía a llorar.- Ryoken te ama demasiado como su madre que aprenderá a perdonarte, tal vez se enoje en un principio pero entenderá que era más importante el amor que le tenías y las razones por las que decidiste ocultarle eso, entenderá, siempre lo hace

Taki observó una sonrisa triste de la chica. La mujer no dudó en tomarla de las manos.

-Ryoken es demasiado afortunado de tenerte -Sonrió con orgullo.- Ahora puedo comprender cómo es que te ama con locura

Ambas soltaron una pequeña risita, ante la insistencia de Taki es que permitió que la chica se quedara a su lado mientras se encargaban de ver algunas viejas fotografías que guardaba con mucho recelo y las que siempre le gustaba ver a la mayor. Ambas mujeres sonreían, Yusaku escuchaba con atención y de vez en cuando, soltaba algunas carcajadas sobre aquellas historias. La usuario de Vyra tomó un pequeño respiro, si, tal vez era momento de pensar para poder decir la verdad detrás de aquellas promesas.

Era momento de romper las promesas para proteger a los que ama.

.o.

Yusaku sonrió en el momento que vio a Takeru a la salida de la universidad, esperando pacientemente por ella, tratando de sonreír y alejar a ciertas personas que se encontraban a su alrededor, aunque aquellos temores empezaban a ser olvidados, las viejas costumbres eran difíciles de desaparecer sobretodo aquella fobia al contacto humano aún no era capaz de desaparecer por completo. Podían vivir con normalidad, podían vivir al lado de las personas pero solo eran personas variadas las que podían tomar su mano. Su amigo de lentes le sonrió mientras alzaba la mano para saludarla, aunque tal vez se debía a que quería escapar de las chicas que no dejaron de rodearlo y prácticamente, acosarlo, pidiendo su número de teléfono con la promesa de que tendrían una cita. Solo esperaba que Kiku no se enterara de ello, no es que fuera celosa la chica pero no quería meterse en problemas.

La de ojos esmeraldas no puedo evitar soltar una carcajada al momento que se escapaba de las chicas, aunque fue algo que detuvo a la duelista y fue aquella sonrisa socarrona de aquel chico de ojos jade que el otro día la visitó en su salón para pedirle ayuda con un proyecto, Tetsuya Kaiou se encontraba frente a ella, se había alejado de algunas personas que lo rodeaban para solo ir con ella. Takeru pudo apreciar aquel gesto de incomodidad en el momento que vio a ese tipo acercarse a su amiga. Lo observo con atención, aquella ropa oscura, las miradas que las chicas le dirigían a él, aquel cabello tan desarreglado como sonrisa socarrona, tuvo un mal presentimiento así que por el momento, se encargaría de vigilarlo.

-¿Puedo ayudarle en algo, Kaiou-san? -Pregunto la chica un tanto a la defensiva.

-Vamos, no seas así, no seamos tan formales -Hablaba desinteresado.- Solo vengo a saludar a una amiga -Sonrió, metió su mano a su mochila y de ahí, sacó unos papeles.- Solo vengo a presentarte lo que haré como mi proyecto.

-Nunca le he dicho que le ayudare -Hablo un poco molesta.- Así que por favor, puede evitar perder el tiempo conmigo que no va a conseguir nada.

-Solo piénsalo bien -Alzó los hombros desinteresado mientras le obligaba a que tomara los papeles. Una vez que la chica tomó los papeles, el otro dio media vuelta mientras alzaba la mano para despedirse de la chica.- Escribí mi número de teléfono y mi correo electrónico si tienes alguna duda sobre ello, que tengas una agradable tarde

Se alejaba caminando. En ese momento, los ojos de Homura Takeru como los ojos de Tetsuya Kaiou chocaron. Una sonrisa apareció en el rostro del de ojos jade al mismo tiempo que desviaba la mirada y lo veía murmurar algo, era una total desgracia que no pudo escuchar lo que este mencionaba. El usuario de Soulburner solo lo siguió con la mirada. No tenía que ser un gran observador para saber que no era la persona que aparentaba, pudo apreciar aquella incomodidad en el rostro de Yusaku. Una vez que estuvo cerca de su mejor amiga, escuchó como soltaba un suspiro, alzaba los papeles, los observaba con atención y al final, los decidió meter a su mochila.

-¿Te encuentras bien? -Preguntó Takeru un poco preocupado.- ¿Qué es lo que quería esa persona? Aunque lo más importante, ¿Quién era él?

-Solo una persona que quiere que lo ayude con cierto programa que está tratando de crear, su nombre es Tetsuya Kaiou, pidió información de mi a los profesores y creo que está muy empeñado en que le ayude con su proyecto -Suspiro la chica una vez más mientras subía su mano a su frente y negaba.- Lo he rechazado desde hace algunas semanas pero al parecer, sigue insistiendo con ello

-No sé si fuiste capaz de sentirlo, pero esa persona no me inspira ninguna confianza -Dijo Takeru totalmente serio.- Hay algo en el que no me gusta y eso apesta demasiado

-Lo sé a mí tampoco me inspira confianza -Miro a su amigo y después a su alrededor, la mayoría de las miradas estaban enfocadas en ellos que con un simple gesto, fue que la chica le pidió que mejor salieran de aquel lugar.- En el momento que lo conocí, me sentí observada -Soltó un pequeño suspiro al murmurar aquellas palabras.- Sentí aquella misma mirada en el centro de Den cuando estábamos con Shoichi y Jin, no sé lo que está tramando pero siento que no es algo bueno

-¿Le has mencionado sobre esto a Ryoken?

Un pequeño silencio se formó, una vez que estuvieron lejos de todas las miradas, detuvieron su andar. La chica lo miró con atención a su compañero de duelos, se mantenía aún con aquella seriedad marcada en su rostro.

-No creo que sea un problema más adelante, por eso no lo he molestado con decirle, no vale la pena, necesito saber cuáles son sus verdaderas intenciones, por más que lo odie, necesito observar un poco más -Sonrió para tranquilizar a su amigo.- Confió en que nada malo pasara, en que él solo está ahí para molestarme con que le ayude con su "proyecto" -Soltó una pequeña risita.- Pero si sucede todo lo contrario, sé que puedo contar con todos ustedes, aunque sé que el primero en darle un golpe, serías tú

-Y no lo dudes que lo hare -Murmuro orgulloso Takeru.- Nadie le hará daño a mis amigos si estoy yo para evitarlo -Sonrió.- Así que si tienes algún problema con el cara de idiota, sabes que puedes acudir a mi cuando el idiota de tu novio se enoje contigo

-Eso se podría tomar a mal ¿Lo sabes? -Habló la chica con una sonrisa en su rostro.

-Lo sé -Alzó los hombros divertido.- Y sabes que no me importa lo que diga Revolver, siempre serás mi preciada amiga

-Bueno pero puedo investigar a esta persona y encontrar sus punto débil -Sonrió Yusaku.- Soy buena encontrando información, además "Playmaker" -Alzó sus dedos para marcar las comillas a sus palabras.- Puede pedirle a Furukawa Makoto que ayude en la causa

-Vaya que Playmaker puede ser muy manipuladora, en especial con los hombres, nada más espera a que Revolver se entere y lo pagarás muy caro -Mencionó en modo de broma el usuario de fuego.

-Todos caen rendidos bajo la belleza de ella -Alzó los hombros divertida.-Tengo que utilizarlo para algo

Ambos soltaron una pequeña carcajada ante aquellas pequeñas bromas y siguieron con su camino con pequeños golpes en el hombro, divirtiéndose como si de dos pequeños niños se tratasen. Caminaban y de vez en cuando corrían al camión de Shoichi que ya los estaba esperando.

.o.

-¿Entonces hay IA's custodiando aquella puerta? -Fue aquella sorpresa que marcó el rostro de Ghost Girl.- ¿Qué más cosas no nos han dicho? Eso no lo mencionaron la vez pasada

-Que al momento que Playmaker y yo entramos a ese lugar, aquellas IA's nos atacaron -Hablo un tanto cansado Soulburner.- Y no fue nada bueno -Soltó un suspiro.- Perdimos

-¿Perdieron? -Hablo sorprendida la hacker.- ¿Pero cómo? Son los duelistas más fuertes y perdieron, no logro comprender qué fue lo que pasó

-No fue nuestra culpa, cuando descubrí aquel lugar con Blood Shepherd, aquella puerta no había reaccionado de esa forma pero al ir con un compañero del caso Lost, fue que reaccionó y se activó aquella trampa -Soltó un pequeño suspiro Playmaker que se había quedado en silencio todo ese tiempo.- Fue un duelo Tag donde se puso a prueba nuestra compatibilidad con nuestro compañero y para nuestra desgracia -Miro al duelista de fuego.- Mi modo de juego no es compatible con Soulburner, aunque tal vez se deba a nuestro elemento -Alzó los hombros desinteresada.- No lo sabremos pero al momento de perder -Miro a todos.- Fue como si nuestra propia piel recordara lo que sufrimos en el caso Lost, se sintió exactamente igual que era puro instinto el querer cubrirse de aquella electricidad que recorría nuestros cuerpos -Negó.- Fue como si recordamos todo lo que vivimos en ese infierno

-Y al final, perdimos -Cayó derrotado Soulburner.- Encontramos una forma de entrar a ese lugar pero nos arriesgamos a perder o ganar contra aquellas IA's -Alzó su mano, una pequeña flama se creó de la palma de su mano y al final, cerró su puño.- Por un momento, sentí que me estaba enfrentando a Flame, era esa misma sensación de cuando estaba a mi lado, podía jurar que ahí estaba

-Entonces los Ignis todavía están vivos -Dedujo Akira Zaizen.- Es cuestión de llegar a ese lugar y liberarlos, de regresarlos con nosotros

Una carcajada falsa se escuchó en ese momento, rompiendo la conversación y provocando que todas las miradas se enfocaron al líder de Hanoi. Una sonrisa apareció en su rostro.

-Si los liberamos, estaremos haciendo otra cosa peor -Murmuró Revolver que se había mantenido un tanto distante. Todos guardaron silencio, su mirada se enfoco en la duelista que se encogió de hombros.- Si liberamos a los Ignis, nada nos va a garantizar que el mundo sea destruido por los mismos y con la creación del séptimo -Tomo un poco de aire.- Estaremos jugando con la vida de dos personas, estaremos jugando con su futuro

-¿Qué sucederá en ese futuro? -Murmuró un poco preocupada Blue Angel.

-Ese futuro del que Ai fue víctima y que lo hizo enloquecer, eran simulaciones que decidió realizar utilizando sus datos, fue un futuro que no quiso aceptar -Hablo Playmaker, dudo un poco pero al final, era mejor decirlo.-Era un futuro donde las decisiones que se tomaron, llevaron al mundo a la destrucción -Hizo una pequeña mueca.- Aquellas decisiones serán tomadas por una persona donde su vida o su muerte, serán la esencia principal en esta historia

-¿Sobre la vida y la muerte de qué persona? -Pregunto Shoichi un tanto preocupado, no pudo evitar mirar a su hermano con miedo. No quería pasar por ello otra vez.- ¿Sobre qué simulaciones?

-La mía -Hablo la duelista, abrieron los ojos sorprendidos las personas que no sabían sobre aquello.- Son simulaciones que yo no fui capaz de mirar pero ahora que Revolver se enteró de las mismas -Tomo un poco de aire.- Si liberamos a los Ignis, mi muerte estará destinada, el mundo entero se enterara sobre la existencia del último Ignis que será una combinación de todo y de todos y pelearán por ese poder hasta llegar a mi

-Al parecer, hay algo que Playmaker tiene o tal vez que LightCenturium oculta dentro de sí, no sabemos quién de los dos tiene aquel poder -Hablo Revolver.- Pero sé bien, que es algo que ella tiene y que los demás no , que los gobiernos se enteraron de su existencia -Explicó el líder de Hanoi.- Tenían más miedo de la creación del séptimo Ignis que no dudaron en matarla -Soltó un pesado suspiro.- Así ellos aseguraban que se salvarán pero la vida de Ai continuaría, después, ya no se qué sucede

-Pero son solo simulaciones -Hablo Shoichi esperanzado.- Todo puede cambiar ¿No es así?

-Analice un poco de los datos de Ai que aún se conservan en la red y aún arrojan a ese futuro que él vio -Respondió Revolver, miro a Playmaker.- Todo queda en ti, quieres que los Ignis regresen pero tu muerte será inminente o quieres seguir viviendo -Se cruzó de brazos.- Aunque sé que lo que se mantiene detrás de aquella puerta es nuestra última esperanza

-Lo sé pero no puedo ignorar lo que se encuentra en aquel lugar, hay algo que me guía a ir a ese lugar -Murmuró la duelista subiendo su mano a su pecho.- ¿Qué será aquello que ellos quieren de mí?, ¿Cómo es que se filtro todo tipo de información a ellos cuando nosotros desconocemos de la misma? Y sin olvidar que todavía tenemos el problema con King y Queen, no nos podemos quedar atrás -Se cruzó de brazos, miró con atención a su alrededor, como todos se mantuvieron en silencio, sentía que algo no estaba bien.- ¿Saben dónde está Onizuka? Desde hace algunas reuniones pasadas que no lo veo

Todos negaron, mirando a su alrededor con atención, era la primera vez que notaban la ausencia del duelista carismático. ¿Cuándo fue la última vez que vio al duelista? No puede recordarlo pero podía sentir un amargo sabor en su boca. ¿De qué se podía tratar?

-Entonces -Interrumpió Blood Shepherd para sacar a todos de sus pensamientos.- ¿Qué se hará con su problema de compatibilidad?

Playmaker dio un paso enfrente.

-Me temo que todos los niños del caso Lost nos tendremos que enfrentar a esas IA's y ganarles para poder descubrir lo que está detrás de aquella puerta, tendremos que encontrar a nuestro elemento con quien combine, entendemos que Luz y Oscuridad no pueden ir juntos así que tenemos que buscar una forma aunque solo hay un problema -Se cruzó de brazos.- El niño de Windy está muerto, sin él, me temo que no podremos continuar, el elemento de Aire es el único que nos falta

-Yo les ayudare -Dio un paso adelante Blue Angel.

-No -Hablo Revolver dando un paso adelante.- Es mi obligación ir, como hijo de Kogami Kiyoshi, es mi obligación ir y detener todo esto, puedo tomar los datos de Windy y de su niño, configurar aquellos datos y ponerlos en mi disco de duelos para que me acepte como uno de ustedes

Hubo una pelea de miradas entre Blue Angel y Revolver. Ninguno de los dos quería dar su brazo a torcer hasta que fue una pequeña tos la que llamó su atención.

-Si ese es tu deseo Revolver-sama -Hablo Taki dando un paso adelante, Fausto la miró con atención.- Permítame contarle algo más, una pequeña promesa que le hice a su padre hace mucho tiempo


¡Muchas gracias por leer!

No olviden que serán cinco capítulos (si es que puedo subirlos hoy) así que, esperen los demás por favor, no se pierdan de ningún detalle que estaremos hablando en esta fantástica historia.

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¡Nos vemos a la próxima!


Atte.: AnZuZu Dragneel

Fecha: Miércoles 30 de Diciembre de 2020