Ladies and Gentlemen!

Realmente me gustaría pedirles una disculpa por todo este tiempo que me tarde en subir este capítulo. Mi computadora se descompuso desde el año pasado y digamos que todas mis historias se quedaron ahí, lo bueno que siempre hago respaldo en la nube y pues, tuve que organizar todo de nuevo en las carpetas correspondientes. Luego me enferme, estuve de niñera cuidando a la hija de una vecina y pues, no tenía tiempo a pesar de que ya tenía los capítulos escritos. Sólo que mi beta ahora ya no tiene el tiempo suficiente para revisar mis capítulos así que decidí tomar la iniciativa de ya empezar a subir todos los capítulos para que no se queden con las ganas de saber que es lo que va a pasar.

¡Espero que lo disfruten!

It's time to read!

It's showtime!

Aclaración: Yu-Gi-Oh! VRAINS no me pertenece. Es propiedad de Kazuki Takahashi. Yo solamente pido prestado sus personajes para poder escribir mis historias que se podrán leer a continuación.

Aclaración: Con estas historias no estoy cobrando por ninguna ganancia o regalía. Solo escribo para el entretenimiento de todo público pidiendo permisos al autor. Cualquier aclaración, pueden escribir en los comentarios su opinión al respecto.

Ryoken entro en silencio a su cuarto, las luces se encontraban apagadas y en el medio de su cama, se encontraba un pequeño cuerpo que soltaba algunos pequeños murmullos, su pecho subía y bajaba lentamente como su corto cabello azul se encontraba un tanto desparramado en la almohada como la cama un tanto desordenada. No pudo evitar sonreír y cerrar la puerta detrás de sí con mucho cuidado para evitar a la linda y cansada mujer que se encontraba durmiendo, despertara de aquel sueño que realmente lo necesitaba. Camino con cuidado por la habitación, tomando una manta que se encontraba por ahí y cubrió a ese pequeño cuerpo, evitando que la misma se despertara aunque no pudo evitar que esta se removiera un poco al peso extra que se encontraba en cuerpo. Después de eso, la misma soltó un pequeño suspiro y siguió durmiendo como si nada.

Se sentó con mucho cuidado en la cama y acaricio con suavidad sus mejillas, acomodo aquellos pequeños mechones de cabello tras sus orejas. No pudo evitar sonreír aunque tampoco, pudo evitar sentirse un poco mal al ver aquellas ojeras que se marcaban debajo de sus ojos, estaban demasiado oscuras que era una clara evidencia de lo cansada que se encontraba, de todo el esfuerzo que había hecho que ahora solo era el sueño que la mantenía así de tranquila.

Habían sido unas duras y cansadas semanas para todo el mundo que ahora solo quería que todo aquello fuera parte de un mal sueño, era una completa desgracia que no podía ser de esa manera. Y que simplemente, se tuvieran que hacer algunos pequeños sacrificios para que todos pudieran regresar a la normalidad. Volvió a soltar otro suspiro para dejar de acariciar sus mejillas y simplemente se quedo perdido en sus pensamientos, mirando a la nada, sintiéndose un poco cómodo como asustado en aquella oscuridad de su cuarto.

Con los padres de la chica en el hospital, prácticamente Yusaku había asumido el papel de la hermana mayor para poder decidir sobre algunas cosas, cuidar a su familia era su primer prioridad como avisar a familiares como jefes del trabajo de su padre como de la escuela de su hermano sobre los recientes hechos, se mantuvo en movimiento todo ese tiempo que incluso, Zaizen le dio algunos días libres para que pudiera organizar todo y no sentirse tan presionada por tanta responsabilidad que estaba cayendo en su jóvenes hombros. Agradeció ese gesto, quizá para poner sus pensamientos en orden.

--Estaré bien, realmente les agradezco por sus atenciones en este momento crítico, muchas gracias por su ayuda y por su atención, incluso por cuidar a mi hermano que realmente es muy importante para mi --Menciono Yusaku con una pequeña sonrisa mientras hacia una pequeña reverencia y se despedía de sus amigos que se marchaban a descansar a sus casas. Jun a su lado, hizo la misma acción que su hermana mayor mientras tomaba un poco tímido la mano de la misma. Ryoken se mantuvo un tanto alejado, al lado de Spectre como de Gerome y Fausto que se iban a quedar por más tiempo.-- Sé que no será difícil pero al menos, quiero hacer algo por mis padres y mi hermano, como hermana mayor, tengo que hacer muchas cosas

--Para eso están los amigos --Menciono Takeru.-- Solo no te presiones demasiado, si quieres tomar un respiro, no dudes en confiar en nosotros que aquí estaremos para ayudarte

--Claro --Yusaku volvió a sonreír y solo alzo su mano libre para despedirse de ellos.-- Nos veremos luego

Al momento que dio vuelta para volver a caminar y entrar al hospital. Ryoken pudo apreciar que algo había dicho Yusaku pero no logro entender, aquellos ojos verdes que brillaban, simplemente se quedaron opacos al igual que la pequeña sonrisa de su rostro, solo se desvaneció. Quiso preguntarle pero simplemente la chica lo ignoro cuando se encontraron y volvió con aquella sonrisa.

Decidió llevarse a Jun con ellos, la chica menciono que de ninguna manera dejaría a su hermano menor solo, aunque en realidad no le molesto, le agradaba tener al niño en casa porque se escuchaba más animado el hogar y se encargaba de cuidar a Aiko junto con Pandor, le gustaba tener alguien con quien hablar, incluso con ayudarle en sus tareas o escucharlo discutir con su hermana mayor porque a veces no se ponían de acuerdo que el menor tenía que comer sus vegetales y el otro no accedía a ello. Hablando de Aiko, la pequeña bebé no paso de un pequeño susto y una pequeña cicatriz en su pequeño hombro. Al día siguiente que la pequeña despertó, no dudo en pedir desesperada los brazos de su padre, lloraba un tanto asustada a pesar de que se encontraba en los brazos de Taki, lo que realmente necesitaba, era aquella figura paternal que siempre ha estado a su lado. Claro que el joven padre no se negó a ello y en cuanto la tuvo entre sus brazos, no dudo en otorgarle pequeños besos a su pequeño rostro para calmar aquellos llantos, abrazando a la menor con suavidad y revolviendo sus cabellos para hacerle saber que no estaba sola.

Al mirar a su lado no se encontró con nadie, dio media vuelta para poder encontrarse a Yusaku mirando desde la puerta, sonriendo un poco, totalmente aliviada de que la menor estuviera bien, sus hombros se relajaron en ese momento y aunque las ojeras se marcaban demasiado en su rostro, no le importo nada al ver que la pequeña se encontraba mejor, quiso dar un paso adelante pero no lo hizo. Aunque no paso por desapercibido aquel pequeño suspiro que la joven madre saco, mover su rostro de un lado a otro para desvanecer aquellas pequeñas lagrimas que se empezaban amontonar y prestar atención a las indicaciones que le mencionaba Taki sobre el cuidado que tenían que tener por la pequeña, observo como ambas se alejaron para sentarse en una de las sillas que estaba afuera de la habitación. Ryoken bajo la vista para ver a la menor, se encontraba con su rostro pegado a su pecho, agarrando con fuerza su camisa, al momento de que Aiko alzo su pequeño rostro, presto atención a esos pequeños ojos turquesa que se encontraban un tanto rojos, aquel pequeño lunar debajo de su ojo derecho y ese pequeño puchero que se apreciaba en sus labios.

--Perdóname por ser un mal padre Aiko ¿Aun puedo ser merecedor de ese amor que se aprecia en tus preciosos ojos? --Susurro mientras besaba con suavidad su pequeña cabecita.-- Perdóname por no haberte dicho la verdad desde un principio, no tengo idea de cómo devolverte ese amor que siempre le tuviste a tu madre pero que ahora, lo olvidaste --La abrazo con mucho cuidado, acercándola más a su pecho.-- Solo te he mentido y no puedo evitar sentirme culpable por ello, no puedo evitar sentirme tan mal que no tengo idea de cómo me vas a mirar cuando descubras la verdad y las cosas que hice porque fui egoísta y solo pensé en mi, en mi propio dolor, en mis propios pecados, me di cuenta demasiado tarde que no solo le cause daño a ella, también te cause daño a ti --Una pequeña risita salió de él pero las lagrimas que salieron en ese momento de sus ojos, fue lo que empezó todo.-- ¿Aun puedo ser merecedor de ese amor que se aprecia en tus preciosos ojos?

Ese mismo día, Aiko regreso a casa con ellos. Más sus abuelos, aun seguían internados en el hospital, esa noche, Ryoken regreso con Aiko y Jun a su casa, se encargo de recibir al pequeño niño para que se sintiera cómodo en su hogar, una vez que se acostó en la cama, que Pandor se había hecho cargo para poder recibir a su nuevo invitado, el menor se durmió de inmediato, era comprensible, estaba demasiado cansado después de todo lo que vivió. Aiko se fue a dormir a su cuarto y aunque no quería soltar a su padre, después de estar tanto tiempo con ella y que la misma se cansara, es que pudo acostarla en su cama para que pudiera descansar mejor. El usuario de Revolver podía jurar que enloquecería solo por ver aquella pequeña venda en donde su pequeña niña ahora tendría una cicatriz que la marcaría de por vida.

--Juro que hare pagar al que hizo todo esto --Murmuro con furia antes de salir con cuidado de la habitación y dirigirse a la suya para esperar a que la chica regresara.

Quizá, por lo cansado que se encontraba, se había quedado dormido que solo se despertó unas horas después. Abrió los ojos con cuidado, sintiendo la oscuridad de su habitación. Para darse cuenta que no había nadie dormido a su lado, un tanto alertado, se levanto y salió de su cuarto, sabía que era demasiado tarde que su corazón golpeo un tanto acelerado su pecho. Tallo sus ojos un tanto perezoso, buscaba a Pandor pero la IA no se encontraba ahí, camino con cuidado al cuarto de su pequeña hija para darse cuenta que la puerta se encontraba abierta y un suave tarareo se lograba escuchar de aquel lugar que solo se quedo contra la pared, escuchando aquella pequeña canción.

--…Mi corazón podrá elevarse a través del cielo y transmitirte mi sonrisa; Una calidez que se siente como los últimos rastros de la deteriorada primavera; Si puedo tranquilamente dejar sólo eso dentro de ti, sonreiré para ti…

Se asomo con cuidado para fijarse en Yusaku que sostenía a la pequeña Aiko, se encontraba dormida mientras la mecía entre los brazos de su joven madre y una suave nana era aquello lo que la arrullaba, aquella gran sonrisa maternal que se podía apreciar en su rostro, aquella seguridad, aquella protección que le brindaba a la menor, era algo que él no podía hacerlo, era algo que él nunca iba a reemplazar, que su pequeña niña nunca olvidaría. Eran aquellos sentimientos que una madre siempre le brindara a su pequeño bebé, un corazón tan grande como su amor por ellos. Sabía que aunque Aiko no pudiera recordar, muy dentro de ella le indicaba que era ese amor que siempre estuvo a su lado, al menos en los primeros meses de su corta vida. Por eso no se molestaba al momento de ser cargada, por eso no empezaba a llorar, porque muy dentro de la menor, recordaba aquella calidez.

--Mi pequeña niña --Susurro la chica.-- Mamá está aquí, mamá está aquí a tu lado y nunca más se irá de tu lado --Beso su frente, Aiko se removió un poco pero solo subió su pequeño pulgar a su boca, Yusaku soltó una suave risita, toco con suavidad su regordeta mejilla.-- Jure que te protegería y aunque esta vez pude fallar, la próxima me encargare de que no sea de esa manera, te protegeré con mi vida mi pequeña Aiko

En algún momento, Ryoken haría las cosas bien, solo esperaba que toda esta situación terminara, que los dos pudieran ser libres de todo esto y podría decir la verdad, es lo que realmente ansiaba.

--¿En qué tanto piensas?

El usuario de Revolver se asusto un poco y miro con atención aquellos ojos esmeraldas que se abrían con cuidado, rascaba sus ojos y soltaba un pequeño bostezo.

--¿Qué tal dormiste?

--Bien --Yusaku soltó una risita.-- Se supone que iba a ir a ver a mis padres y ayudar a Jun con su tarea pero --Rasco su nuca.-- Creo que estaba demasiado cansada para ello

--Te estás excediendo demasiado –Le reprimió el líder de Hanoi.-- Aiko y Jun se encuentran dormidos en este momento, Pandor se encuentra patrullando en la red junto con Spectre, Gerome se está encargando de hacer tu trabajo en SOL y Taki está junto con Fausto cuidando a tus padres al notar tu ausencia, incluso me mandaron un mensaje preguntando por ti --Suspiro un poco antes de posar su mano en la mejilla de la chica que solo desvió su mirada.-- ¿Segura que estas bien? Puedes confiar en nosotros si es que sientes que no puedes con esto

--Confiar --Menciono la chica un tanto molesta, escupiendo aquellas palabras con cierto enojo que fue demasiado evidente.-- ¿Realmente puedo confiar en todos ustedes? --Miro los celestes de Ryoken.-- Con lo que paso con Onizuka ¿Está bien confiar en las personas? Me demostró que de nada sirve la confianza porque al final, siempre me decepcionaran ¿Cómo me pueden asegurar que no van hacer lo mismo?

Ryoken guardo un poco de silencio ante aquellas duras palabras. ¿Qué le podía decir en ese momento para poder alivianar su corazón? No podía encontrar aquellas palabras porque en el fondo, sabía que la chica tenía razón. Al final, uno siempre iba a terminar por traicionarlo mientras los demás se encargan de destruirlo. La chica se encontraba devastada, decepcionada como traicionada por todos a los que ella quiere seguir creyendo aunque en lo más profundo de su interior, la chica seguirá confiando en los mismos. Se acerco para abrazarla con cuidado.

--Puedes confiar en mí --Murmuro Ryoken.-- Si hay algo que te molesta, puedes contármelo, no volveré hacerte daño, ya no quiero hacerte más daño del que estas pasando --La separo con cuidado de su cuerpo, observando aquellos grandes ojos esmeraldas brillar.-- Si las demás personas te traicionan, aquí siempre tendrás a alguien que siempre te apoyara, aquí me tienes que siempre te amare y mi amor por ti, se basa en la confianza --Beso su frente.-- Aun cuando empezamos a discutir por tonterías o por mis celos, siempre estaré a tu lado

Fue aquel sentimiento que se instalo en el pecho de la chica lo que provoco que se acercara más a Ryoken para volverse a sentir amada entre sus brazos, una vez que sentía aquella seguridad fue que sus labios se pegaron en un pequeño tímido beso que sería aquel que desencadenaría todo lo demás. Empezaron a moverse con suavidad, como si trataran de reconocerse, como si trataran de memorizar aquello que siempre dejan atrás, quizá, para memorizarse porque de alguna manera, eran capaces de sentir que algo más iba a pasar y solo querían sentirse una última vez. Desde el momento que descubrieron aquello, iba a ser imposible el sacar aquella sensación de las yemas de sus dedos. Era aquella desesperación como ese miedo que se instalo en ellos lo que provoco que el líder de Hanoi tomara con suavidad aquel pequeño cuerpo de la usuario de Playmaker que se enredo en el suyo para evitar dejarlo escapar, aunque siendo sincero, era algo en lo que nunca pensaría, una vez que se quedo atrapado en aquella dulce chiquilla que conoció hace mucho tiempo, nunca más se alejaría de la misma.

Observando aquellos labios rojos, aquellos ojos que buscaban algo de él, aquel calor, aquellas caricias que solo él es capaz de brindarle a la chica debajo de su cuerpo. Hizo una silenciosa pregunta que solo fue respondida por una suave risita de la chica como una suave caricia que recibía su cuerpo para que continuara, que siguieran demostrando al mundo entero que así es como se debe amar a la persona correcta, así es como uno se debe entregar a cuerpo y alma al que uno ama.

Ambos estaban de acuerdo que querían eso y sin importar si no eran capaces de recordar lo que hacían, sus manos se encargarían de recordarles cómo es que se amaban, como es que se deseaban, la manera en que les gustaba y lo que provocaba que llegaran al éxtasis.

Las manos empezaron acariciar, los suspiros empezaron a escucharse, ya no había nadie quien quisiera detenerlos, estaban en su mundo. Los ojos se miraban con atención porque no querían perderse nada, aquel brillo en la intimidad que solo los encendía más. La ropa fue desapareciendo como la temperatura fue aumentando, los besos seguían aumentando por su cuerpo que solo provocaba que necesitaran más del otro, que no pudieran aguantar más el estar lejos del otro, se necesitaban, se ansiaban con desespero. Besando y mordiendo, dejando alguna que otra marca en su cuerpo, suaves suspiros, fuertes jadeos. Se volverían locos por tanto que se brindaban. Por tanta suavidad, por tanto cariño, por tanto amor. Ryoken besaba la espalda de la chica, maravillándose todo pequeño lunar, de cada cicatriz, escuchando a Yusaku suspirar mientras pedía más. Las manos traviesas que eran imposible de detener aquellos jadeos que se bebían en cada beso, observar aquellas acciones que realizaban con traviesos movimientos.

Una vez que sus cuerpos se encontraban desnudos y que una vez más, volvieron a recordar cómo era el cuerpo contrario, era momento de empezar con aquello tan prohibido pero que para ellos era tan excitante que con solo pensar o imaginar, solo querían empezar de una vez para no perderse nada, para volver a recordar que aquello tanto les gustaba que una pequeña risita apareció en el líder de Hanoi en el momento que alzo la mano a su cajón de la mesita de noche al lado de su cama y saco varios paquetitos plateados, la héroe de Vrains, sonrió y solo lo beso en la espera de aquella ansiada unión.

La habitación se sentía caliente, el característico aroma a sexo, la cama desarreglada y ellos solo se volvían uno no solo una vez, si no, otra y otra y otra vez. Para poder satisfacer a sus deseos, para poder satisfacer aquel sentimiento en sus pechos.

Al igual que las veces pasadas, al momento de despertarse y querer continuar con sus vidas, algo malo pasaría.

.o.

--Fujiki-san, me alegra volver a verte

Yusaku soltó un suspiro al momento que escucho aquella voz, alzo el rostro un poco molesta para encontrarse con Tetsuya Kaiou, se sentó frente a ella y solo la aprecio con aquella sonrisa coqueta que solo le causaba un gran escalofrió como aquellos ojos jade tan fríos y vacios que no podía evitar pensar cosas malas de él. Cosa que no pudo evitar sentirse un tanto nerviosa por la cercanía que solo quiso levantarse de ese lugar e irse, no estaba lista para querer hablar con desconocidos y menos con esta persona. Soltó un suspiro. Miro a un lado y luego miro a otro, era una completa desgracia que en ese momento nadie cercano a su clase se encontraba ahí para que le ayudara a salir de esa situación. Claro que ella podría hacerlo pero lo que menos quería, era llamar más la situación desde que Ryoken y él pelearon frente a todos. Playmaker aun quería evitar aquellas miradas curiosas de las chicas que se encontraba en su camino.

--No estoy para tus bromas Kaiou-san --Se quejo la chica mientras se cruzaba de brazos.-- ¿Qué es lo que deseas?

--No vengo a pelear --Alzo los brazos en rendición.-- Me entere de lo que le paso a tus padres ¿Cómo se encuentran?

--Muy bien, gracias por preguntar, pronto podrán salir del hospital --Lo miro con atención, un tanto sospechoso pero solo lo dejo ser, desde que lo conoce, ha sentido aquella mala vibra de él y a según Furukawa Makoto, no había sido capaz de encontrar algo malo en él o eso eral o que había arrojado las primeras investigaciones. Un pequeño silencio se formo en ellos, mientras ella se encargaba de mirarlo y poder descubrir que era aquello que escondía, el otro estaba bastante relajado mirando su celular.-- ¿Puedo hacerte una pregunta? --Tetsuya asintió.-- ¿Cómo es que puedo volver a confiar en las personas?

Se formo un silencio, mientras aquellos ojos jade le miraban con atención. Tetsuya Kaiou soltó un pequeño suspiro para cruzarse de brazos, como si se tomara su tiempo para poder responder a esa pregunta.

--Es imposible el querer confiar en las personas de nuevo, es imposible que uno vuelva a confiar en aquellos a quienes consideras tus amigos, incluso a tu familia, una vez que te traicionan, todo se va por el precipicio y solo te quedas en tierra sin saber que hacer --Fue lo que menciono.-- ¿Qué es lo que realmente nos espera de todo esto? Nada, solo algo vacio, solo algo sin sentido que se va instalando en nuestros pechos hasta llegar a destruirnos, de esta manera es como se siente la traición, la decepción, el miedo, todo se empieza a combinar en nuestro interior --Sonrió un poco al ver como aquellos ojos esmeraldas se iban opacando poco a poco, sabía lo que eso significaba.-- Incluso en nuestras parejas ¿Si los demás nos traicionaron, que nos espera de ellos? Solo están ahí para hacernos jurar que no harían eso, más sin embargo, en la primera oportunidad que toman entre sus manos, se encargan de hacernos daño ¿No es así?

--Quizá --Yusaku alzo los hombros un tanto confundida.-- Pero pueden cambiar ¿O no?

--Alguien que te traiciono una vez, no dudes que no lo hará por el resto de su vida --Menciono con aquella voz venenosa, ignorando aquel que se encuentra a su alrededor, solo seduciendo y manipulando a su antojo a la persona que quiere tanto.-- Aquel que te ha lastimado, no dudes que lo volverá hacer a pesar de las tantas promesas que te jure, es imposible que las personas cambien, nunca lo hacen porque solamente se encargan de buscar su propio beneficio sin importar quienes son aquellos los que se encuentran en su camino --Alzo los hombros desinteresado, observando como la duelista frente a ella empezaba a debatir.-- Justo como los celos ¿No se supone que una pareja debe tener confianza en la otra para evitar que aquellos bajos instintos salgan a la luz? De qué sirve tener una persona con la que quieres pasar por el resto de tu vida si no tiene la confianza suficiente en ti como en tu misma palabra --Sonrió.-- De qué sirve confiar en los demás cuando en tu interior solo existen aquellos oscuros sentimientos que te van manipulando a su antojo y te impide que hasta no confíes en ti mismo

Fue aquella reacción lo que espero de la chica, sintiendo y observando que algo dentro de ella se había roto, era aquella esperanza, era aquella luz de que alguien le dijera que pensar de esa manera estaba mal pero ahí estaba para confirmarle lo que ella ya sabía. Una vez que Alfil se encargo de romper la confianza de los demás, demostrarle que en algún momento, alguien siempre iba a estar ahí para encargarse de venderla, Fujiki Yusaku, mejor conocida como Playmaker, no tendría escapatoria porque se sentiría tan traicionada que lo mejor que podría hacer, era seguir sus propios instintos.

--Quizá --Hablo un tanto temerosa.-- Tengas razón

--Siempre tengo razón --Lo menciono un tanto altanero.-- Si no puedes confiar en los demás ¿En quién podrías confiar? La respuesta es en uno mismo, siguiendo sus instintos, siguiendo con aquellos pensamientos que por más que uno quiere negarlos, siempre estará en lo correcto ¿No lo crees?

--No lo se

--Así de cruel es la vida, por más que uno se esfuerza para tener una vida feliz y tranquila al lado de las personas que uno ama, al final, todo se desmoronara y nos romperá aun más de lo que ya estamos, todo por no confiar en las personas correctas, nos traicionamos a nosotros mismos

--¿Y cómo es que volvemos a recuperarla?

Tetsuya medito un poco.

--Una prueba de valor, diría yo --Dijo un tanto desinteresado.-- ¿Qué es lo que propondrías tú? ¿Alejarte o continuar con toda esta farsa?

--No lo sé --Suspiro derrotada.-- Hasta hace unas semanas sabía que podía creer pero ahora, simplemente no se qué hacer

--¿Por qué no confiar en mí por el momento? --Menciono con aquella sonrisa, Yusaku lo miro con atención.-- Te he demostrado hasta este punto que puedo ser mejor persona de lo que puedes llegar a creer, si he llegado a pelear es porque no considero apto el trato que te dan y eso es molesto para cualquiera que tiene ojos y se da cuenta de la situación --Soltó un pequeño suspiro, mientras subía sus brazos a su nuca.-- ¿Qué es lo que opinas Fujiki-kun? ¿Podría ser una de esas personas en las que podrías confiar?

Fue un pequeño silencio el que se formo en la chica, bajo un poco la mirada, como si analizara toda esa situación pero siendo sincera, era la única opción buena que una persona normal le daba.

--No eres tan mala persona como creía, Tetsuya --El nombrado, abrió los ojos sorprendió al escuchar su nombre de la chica, era la primera vez que alguien lo llamaba así.-- Puede que al final en cuenta, todo lo que digas, tenga razón --Yusaku soltó una pequeña risita antes de tomar su bolsa y levantarse de su lugar, una gran sonrisa pudo ser apreciada en el rostro de la chica, una sonrisa que se quedo grabada en el pecho del mismo.-- Muchas gracias por escucharme y darme consejos, lo seguiré en su momento y si quieres ayuda con él trabajo que me mostraste la vez anterior, estaría encantada de ayudarte

Empezó a caminar para alejarse de donde él se encontraba. Tetsuya dio un golpe en la mesa para poder subir su otra mano a su pecho, sintiendo como su corazón empezaba a golpear un tanto desesperado su pecho. Alzando la mirada y quedándose viendo el camino por donde ella se marcho, una sonrisa mucho más grande apareció en ese momento como sus ojos Jade brillaban de tal intensidad malvada que solo soltó una risa.

--Y aun así empezaba a dudar que no debía hacerlo pero estoy seguro de esto --Se relamió los labios mientras se levantaba de su lugar y se iba por el lado contrario.-- Serás mía, Fujiki Yusaku que ni King, ni Revolver o la manada de tus amigos, podrán separarte de mi

Sería ese mismo día donde empezaría y terminaría todo.

.o.

Fue aquella tarde donde la desgracia ocurrió.

Pandor había salido hacer unas compras que la usuario de Playmaker le solicito. Jun llegaría en unas horas después de jugar un rato afuera y Aiko se mantenía atenta a lo que aquella amiga de su papá hacia. De vez en cuando, la chica se encargaba de mirar el disco de duelos, que parecía una muñequera con una pantalla en forma de círculo que se encontraba en medio de la misma, para poder hacer algunos trabajos de SOL, ahora que trabajaba en casa, tenía que adelantar algunos informes como algunas investigaciones.

Un gran estruendo fue lo que se escucho afuera de la casa que Yusaku no dudo en asomarse lo que había ocurrido, más sin embargo, no pudo llegar a la puerta por el terrible dolor de cabeza que empezó a sentir en ese momento, aunque no solo ella, Aiko empezó a llorar con fuerza que lo único que hizo la chica, fue caminar a paso rápido donde se encontraba la pequeña bebé y querer calmarla pero no podía, era demasiada fuerte la intensidad que sentía que en cualquier momento, su cabeza explotaría. Un fuerte pitido que se encargo de ensordecerla que simplemente, cayó de rodillas porque para ella, era imposible que siguiera estando en pie.

Fueron pasos los que se escucharon en ese momento, quiso alzar la mirada para poder identificar a la persona que le estaba haciendo esto pero su mirada no podía enfocar bien, podía ver a una persona pero no podía ver quien realmente era. Le preocupaba más el llanto de Aiko que quiso mandar una alerta por medio de su disco de duelos pero ni siquiera sus manos se podían alejar de sus oídos. Se sentía tan confundida que hasta su estomago empezó a revolverse.

--¡Detén todo esto! ¿Quién demonios eres? --Gritaba furiosa.-- ¡No solo me lastimas a mí, la lastimas a ella! ¡Ella no tiene la culpa de nada!

--Se que no tiene la culpa pero es la forma más rápida para que aceptes algo --Escucho aquella voz, sentía que la conocía pero era imposible saber cuando su Link Sense como todos sus sentidos se encontraban afectados por lo que ese hombre estaba haciendo.-- Así como encontré la manera de manipular todos tus sentidos con un pequeño programa, encontré la manera de manipularte, de poder llegar a ti de la mejor o tal vez de la peor manera

--¿Qué es lo que deseas? --Hablo rendida.-- ¿Qué es lo que quieres para que puedas terminar con esto?

Tomaron su mentón con fuerza para que sus miradas se pudieran encontrar. Abrió los ojos con sorpresa al ver de quien se trataba que su cuerpo no dudo en temblar, que ella misma empezó a sentir miedo.

--Mi nombre no es de importancia pero soy una de las piezas más importantes de King, soy aquel que hace el trabajo sucio para el rey y tú, eres lo que necesitamos, lo que necesito y que no entregare a nadie --Se acerco a su oído para susurrarle.-- Porque lo que realmente deseo, es a ti, Playmaker, mi nuevo y ultimo peón

Aquellos ojos, aquella voz, no estaban mal. Antes de querer mencionar algo, una esfera de datos la envolvió que solo miro a su alrededor un tanto aterrada, miro a Aiko que seguía llorando, alzando sus pequeñas manos a esa persona pero sería imposible que se alcanzaran en ese momento. Miro su disco de duelos, la pantalla central se pintaba de color oscuro en lugar del usual color blanco que antes de poder hacer movimiento alguno, solo cayó al piso como si se tratara de peso muerto.

Todo estaba hecho y la tragedia empezaría, la guerra sería inminente y la vida de las personas, solo serian algo más que utilizarían para ello.

¡Muchas gracias por leer!

¡Realmente se siente bien el subir un capitulo de esta hermosa historia! Espero ya poder subir al menos un capitulo cada semana para ya no dejarlos con el pendiente de lo que sucederá.

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¡Nos vemos a la próxima!

Atte.: AnZuZu Dragneel

Fecha: Jueves 17 de Febrero de 2022