Ladies and Gentlemen!
Ya se que me había tardado siglos en actualizar, no saben lo mal que me siento por esto y realmente quiero disculparme, sinceramente. Estuve atravesando por un cuadro de depresión y a inicios de este año me enferme horriblemente del estómago, intestino y vesícula que siento que aún tengo algunas secuelas, tardará en sanarme. Y pues, había estado solo levantándome de la cama pero no tenía muchas ganas, ha sido una etapa difícil para mi pero ya estoy saliendo de esta. Realmente quiero salir y para hacerles ver que me estoy sintiendo mejor, ¿Qué mejor que actualizar todos aquellos fics que me han dado vida?
¡No se pierdan nada de esta historia!
It's time to read!
It's showtime!
Aclaración: Yu-Gi-Oh! VRAINS no me pertenece. Es propiedad de Kazuki Takahashi. Yo solamente pido prestado sus personajes para poder escribir mis historias que se podrán leer a continuación.
Aclaración: Con estas historias no estoy cobrando por ninguna ganancia o regalía. Solo escribo para el entretenimiento de todo público pidiendo permisos al autor. Cualquier aclaración, pueden escribir en los comentarios su opinión al respecto.
Cuando Fujiki Haruka abrió la puerta de su casa, lo que menos espero encontrar, fue aquella gran fuerza policial que rodeaba la misma. Abrió sus ojos un tanto asustada al ver aquel hombre con unas cuantas gasas cubriendo su mejilla. Era aquel mismo hombre que había negociado con todos los adultos de los niños implicados en el caso Lost, aquel que había comprado su silencio para evitar que la ciudad cayera en pánico. Aunque sabía a la perfección que aquello sólo fue para evitar que la reputación de Nakadachi Ryuto fuera manchada ya que en ese entonces, fue la persona más influyente de la ciudad.
Dio un paso atrás cuando ese hombre se acercó a ella con la intención de intimidarla aunque eso no iba a ser suficiente para asustarla.
-Vladimir Hinosuke -Murmuró Haruka con cierta molestia que fue bastante evidente.- ¿En qué le puedo ayudar al jefe de seguridad de Den? Usted no tiene jurisdicción en esta ciudad, es mejor que se vaya
-Vayamos al grano señora Fujiki -Menciono Vladimir con cierta molestia de la que Haruka solo arrugó un poco su nariz.- ¿Donde está ella? -Elevo su voz.- ¿Donde está su hija? ¿Donde está Fujiki Yusaku?
Haruka volvió a dar un paso atrás, era una desgracia que no podía hacer nada o aquellos policías la detendrian y causaría un alboroto mucho más grande. Miro a sus espaldas cuando sintió una mano en su hombro, era su esposo el que había llegado tan pronto como escucho aquellos gritos. A paso lento es que se acercó a la puerta y miró aquel hombre. Volvió a mirar a Haruka para tranquilizarla mientras le hacía una seña de que mejor entrará y cuidara a Jun. Una vez que ella se marcho, Fujiki Kazuo arrugo el seño en molestia total. No iba a permitir que le hablaran de esa manera a su esposa, no iba a permitir que aquel tipo arrogante se parará enfrente de su casa y empezara a gritar.
Miro con detenimiento la cantidad de oficiales que se encontraba ahí, era totalmente absurdo. Aunque ver el rostro de ese hombre, no era una visita pacifica, se encargaría de hacerle saber que no era bienvenido. Tomo un poco de aire y se hizo a un lado.
-Si usted lo desea, puede registrar la casa e intentar buscar a mi hija pero debo decirle que pierde el tiempo pues ella no se encuentra aquí, desde hace algunos años que ella se fue de la casa para empezar a vivir sola -Hablo con voz fuerte Kazuo.- Pero antes de decirle la ubicación de ella, me gustaría saber sobre qué cargos la están culpando, claro, mi hija tiene derecho a un abogado y no dude que lo tendrá -Se encogió de hombros.- Yo solo quiero información de esta acusación
Vladimir soltó una gran carcajada, Kazuo alzo una ceja. ¿Qué era tan divertido?
-No juegue conmigo -Subió su mano y desordeno sus cabellos desesperado, los golpes de la cara le empezaban arder. Kazuo sonrío, iba a ser fácil sacarlo de quicio con lo desesperado que se veía.- Su hija es una criminal, esconde información de suma importancia y es necesario encontrarla ahora antes de que ocurra algo malo, debemos protegerla antes de que caiga en manos equivocadas
-¿Protegerla? No lo entiendo, usted dice que es una criminal pero también dice que quiere protegerla -Fue turno de Kazuo de soltar una carcajada. Vladimir enfureció más, padre e hija eran iguales, solo intentaban burlarse de él y con mucho sentido, había dicho tantas mentiras en su vida que se acostumbro a las mismas.- Dejémonos de estupideces y dígame la verdad ¿Qué clase de información podría esconder una chica? ¿De qué la acusa usted? -Pregunto confundido el mayor Fujiki.- ¿Es tan importante esta información que tuvo que venir con todos sus hombres solo por una niña? Es absurdo
-Ustedes dos son igual de molestos -Murmuro Vladimir, tomo un poco de aire y volvió hablar, tratando de que la furia no lo domine.- Es información que podría poner el mundo en las manos equivocadas, es de suma importancia encontrarla
-No entiendo cómo es que mi hija puede estar relacionada con ello -Comento Kazuo completamente desinteresado, Vladimir quería explotar pero tenía que ser paciente.- Solo es una estudiante universitaria que trabaja en SOL y se esfuerza en todo -Con cierto aire juguetón, Kazuo solo sonrío orgulloso.- Solo quiere avanzar y olvidar el evento de hace años, solo quiere ser una mujer normal ¿Acaso eso es un crimen? Ella solo quiere olvidar -Soltó un pequeño suspiro, aquel rostro cansado que había visto sufrir a su hija por muchos años, era imposible olvidar aquel dolor, aquellos gritos y su impotencia de no poder hacer nada por el temor de su hija al contacto físico, que ahora al verla feliz, compartiendo todo momento con ellos e incluso sentir aquellos abrazos que se perdió en ese momento, iba hacer todo lo posible por protegerla, sin importar quien estuviera enfrente, Kazuo protegería a su niña.- Si no mal recuerdo, fue usted quien sugirio que tomáramos el soborno a cambio de guardar el secreto de que seis niños fueron secuestrados y torturados por el gobierno de Den, ¿Acaso quiere romper el arreglo que tuvimos hace mucho tiempo? ¿Quiere decir que fue una orden de alguien más? -Tomo un poco más de aire.- ¿Volverán a tratar a mi hija y a los otros cinco niños como ratas de laboratorio?
Vladimir arrugó la nariz, claro, iba a ser difícil a padres como ellos, olvidar lo que pasó y más difícil, que volvieran a confiar en él.
Volteo a sus espaldas en el momento de escuchar ruido proveniente de aquellas personas curiosas que se detuvieron a ver y escuchar lo que estaba pasando. Fujiki Kazuo lo había hecho a propósito, hablar en voz alta y hacer un ajetreo para llamar la atención de los curiosos. Sería imposible salir de la mirada de todas esas personas, miro con más atención, muchos sacaban sus celulares para grabar aquella situación. Chasqueo la lengua en el momento que volvió a ver aquel hombre recargado en el marco de la puerta con los brazos cruzados.
Una sonrisa de superioridad apareció en Kazuo, ellos no iban a poder nada frente a tantos ojos. Peor si aquellos videos se suben a la red, estarían en problemas.
-El arreglo se puede romper cuando hay algo más importante en medio de todo eso y le puedo asegurar que la destrucción a manos de su hija, es un asunto de vida o muerte -Comentó con voz dura.- Solo quiero saber dónde se encuentra su hija, al estar protegida bajo la ley...
-Pero usted es un oficial de alto rango -Kazuo soltó un bufido divertido para interrumpirlo.- Usted debería de saberlo mejor que nadie, tiene a los "mejores" -Hizo comillas con sus dedos.- Hackers para burlar la seguridad de los datos personales, debería ser demasiado fácil para usted y todo su séquito
-Si fuera tan fácil no hubiera venido aquí desde un principio, necesito la autorización de sus padres para saber más de ella -Dio un paso adelante más sin embargo, Kazuo no se movió de su lugar.- Así que es mejor que me entregue la información de su hija o si no...
-¿Acaso eso fue una amenaza?
Aquella pelea de miradas, los ojos azules de Kazuo contra los ojos grises de Vladimir. Era más que obvio que ninguno iba a dar su brazo a torcer, el ambiente era tenso. Pero al final y ante aquel cuchicheo que se escuchaba de la gran cantidad de gente que ya se encontraba reunida, Vladimir solo soltó un suspiro y se enderezó. Si hacía un movimiento en falso, sería difícil poder salir de la misma cuando está haciendo todo esto a espaldas del bastardo de Tetsuya.
-Solo deme la dirección de su hija y no lo molestare más
Kazuo sonrío, saco su celular de su bolsillo, presiono la pantalla e inmediatamente lo guardo. Vladimir sacó su celular de la bolsa del pantalón y admiro la notificación de un mensaje. Abrió inmediatamente la burbuja y ahí aparecía una dirección que sabía a la perfección, ella se encontraba en SOL, debajo se podía encontrar más información de ella pero no se encontraba la dirección de donde actualmente residía. Alzo la mirada para encontrarse con aquella mirada de Kazuo, no sabía si mentía o si tampoco tenía idea de donde ella se encontraba.
Eran tan buenos mentirosos que no sabía que pensar.
Con un pequeño gesto, indicó a todos sus hombres alejarse de aquel lugar. Vladimir solo hizo una reverencia y dio media vuelta.
-Antes de que se vaya, oficial -Hablo Kazuo.- Salúdame a Tetsuya Kaiou -Vladimir se quedo congelado.- Quien iba a creer que la gente que nos iba a proteger, ahora este haciendo sucios tratos con ese bastardo -Kazuo soltó una risita triste.- Usted nunca lo sabrá porque no es padre pero no sabe la impotencia que sufrí en ese momento por no poder proteger a mi hija, cuando ella más me necesitaba yo le falle -Soltó un suspiro.- Es algo que no puedo superar pero si usted va a protegerla, hágalo, no haga sus estúpidas promesas que no piensa cumplir -Kazuo dio varios pasos atrás y tomó la puerta para cerrarla poco a poco.- Le juro que si algo le pasa a mi hija, haré su vida un infierno, así como mi hija tuvo la desgracia de vivir, proteger a sus hijos, es el deber de todo padre
Y cerró la puerta.
Vladimir volteo a sus espaldas, se rasco la nuca y siguió con su camino. Las personas que se encontraban observando, se dispersaban aún sin querer alejar su vista de ellos. Aquellas palabras se quedaron en la mente del oficial, ¿Qué diablos estaba haciendo? Nadie parecía comprender lo que hacía, si eliminaba al problema número uno, era más probable que todo esto terminara pero pareciera que al mundo le importaba más perder a una persona que perder a miles.
Se repitió varias veces que esto era para el bien del mundo hasta convencerse de ello.
Cuando se subieron a sus autos y se alejaron, Kazuo se asomo por la ventana para soltar un gran suspiro. Inmediatamente, sintió los brazos de su esposa rodear su cuerpo en un fuerte abrazo. El padre de familia sonrío que lo único que pudo hacer, fue devolverle aquel abrazo mientras le dedicaba un beso en su cabeza.
-Aguantaste muy bien cariño -Bromeo el hombre.- No se como pudiste resistir a no golpearlo
-¿Estás seguro de esto, Kazuo? -Pregunto Haruka un tanto insegura.- Si haces esto, sabes que tendremos que mantener nuestra distancia con Yusaku
-Debemos confiar en nuestra hija -Kazuo miro aquellos ojos esmeraldas de su esposa, tan idénticos a los de su hija.- Por más que nosotros queremos protegerla, es ella quien nos protege siempre -Alzo la vista para encontrarse con su hijo menor. Jun se acercó a sus padres, Kazuo poso su mano en la cabeza del menor, el menor soltó una risita.- La tarea de todo padre es proteger a sus hijos y así lo voy hacer, ya no me quedaré con los brazos cruzados
-¿Le dirás que los oficiales irán por ella? -Sonrió la mujer.
-Lo hare aunque necesitaré de tu ayuda -Beso la frente de su esposa una vez más.- Estarán vigilando toda nuestra información así que espero que desvíes todo tipo de señales
-No tienes porque pedírmelo -Sonrió Haruka.- Lo hare para proteger a nuestros hijos
Un pequeño beso en los labios se dedicaron antes de empezar con su misión principal. Jun siguió mirando como sus padres empezaban a trabajar para advertirle a su hermana mayor, un gran estruendo llamo su atención que decidió mirar por la ventana.
Una tormenta empezaba a formarse en ese momento.
.o.
El mal presagio era capaz de sentirse en el aire que muchas personas intentaban huir desesperados. Con solo cerrar los ojos, era capaz de sentir un gran escalofrió recorrer la espalda como aquellas pequeñas gotas de lluvia que empezaban a caer de aquellas nubes cargadas. El ambiente era oscuro, era misterioso y para nada tranquilo. Aquella inquietud que incomodaba a todos, aquel sistema de alerta en las personas se activo, miraban a todos lados en busca de aquel mal presagio pero no había nada.
Aquellos grandes paraguas negros se hacían presentes al momento de que aquel embriagante aroma a tierra mojada invadía sus sentidos. Los gritos de aquellos estudiantes que corrían despavoridos para poder protegerse de aquella fría corriente de agua que se hizo presente, se podía escuchar en las calles casi vacías. El frío ambiente que fue capaz de congelar la ciudad de Den, no sólo se podía tratar de aquel mal estado del clima, no sólo era eso, había algo más.
Algo que todos desconocían pero que se podía sentir en el aire.
Un estruendo se escucho en el cielo que poco después se iluminó y varios gritos se escucharon. Un rayo había caído tan cerca que no pudieron evitar asustarse y mirar a las pantallas en busca de alguna información que dijeran los noticieros pero de algo estaban seguros, era un fuerte y violenta tormenta la que se avecinaba.
Algunos trabajadores de SOL no pudieron evitar encogerse un poco mientras guardaban todos sus avances. No querían perder todo en un apagón e irse tarde por querer terminarlo. Aunque tuvieran una planta de energía propia, esta tardaba en encenderse así que querían guardar todo lo que habían avanzado antes de que sucediera una tragedia.
Akira Zaizen alzo la vista ante aquel estruendo, miro a sus trabajadores que empezaron a murmurar algunas cosas y volvió a retomar el tema del día para evitar que entraran en pánico.
Al final de aquella sala de reuniones, Yusaku no pudo evitar encogerse un poco ante aquel estruendo mientras a su lado Hayami se encontraba haciendo alguna que otra anotación que le iba a presentar a su jefe después de la reunión. Un débil sonido escucharon en ese momento, la duelista usuaria de Playmaker brinco un poco en su lugar antes de meter su mano a la bolsa de la falda y sacar su celular. Alzo la ceja, era algo inusual que sus padres le hablaran a esa hora del día cuando saben cual es su horario de trabajo.
No sabía si contestar o no. Podía ser una duda que tuvieran, algo sin importancia pero también estaba ese mal presentimiento de que era algo urgente. Había algo más lo que le causó un fuerte escalofrío.
Hayami a su lado, quien vio todo, tocó su hombro con cuidado y le indicó con la mirada que podía salir a contestar. Yusaku hizo una reverencia y trato de salir de aquella sala con el mínimo ruido posible, una vez que salió, pego el celular a su oreja mientras caminaba a un lugar donde no hubiera tantos curiosos.
Fue Zaizen quien se dio cuenta que la duelista salió, esperaba a su regreso si solo se trataba de una corta llamada pero los minutos habían pasado y ella no había aparecido, algo extrañado, sólo le dirigió una mirada a su asistente principal, ella solo se encogió de hombros y al final la mujer decidió salir a buscar a la duelista.
Sin embargo, al salir de la sala de reuniones, vio a la misma correr al baño a toda prisa. Hayami un tanto asustada corrió detrás de ella para al final escucharla vomitar en el retrete. Tuvo que evitar el paso de dos compañeras diciendo que adentro había alguien que no se sentía bien. Una vez que ellas se fueron y cerró la puerta detrás, a paso rápido se dirigió al cubículo donde la chica se encontraba. Incrédula, miro a la chica llorando mientras trataba de abrazarse pero sus uñas se habían encargado de rasguñar el dorso de su mano.
-Perdón -La escuchaba murmurar con cierto pánico que se apoderó de ella y ni siquiera se dio cuenta de su presencia.- Todo esto es mi culpa
Sin saber que hacer, se acerco de manera cautelosa, evitando tocarla pues pensaba que aquella fobia le alteraría, no sabía que hacer, no sabía como actuar con ella ¿Sería bueno llamarle a alguien más? Pensaba en muchas cosas pero al final fue inútil pensar en todo eso, ver a la persona más fuerte caer de esa manera, la manera en la que se hacia daño e ignoraba todo a su alrededor, no pudo resistirlo. La acercó un poco a sí y la abrazo con fuerza, sintió a Yusaku brincar ante aquel contacto pero la misma no la alejo al abrir los ojos y encontrarse con Hayami. Al contrario, atrapo aquel saco con fuerza y siguió sacando varios gritos. Sintiendo ese delgado cuerpo temblar, la apretó un poco más a su cuerpo.
Fueron después de unos minutos cuando Yusaku se tranquilizo y miró con pena la blusa blanca empapada. Ambas se sentaron en el piso del baño, una al lado de la otra.
-No te fijes en ello -Comento Hayami con desinterés.- Al contrario, debería disculparme por haberte tocado aún sabiendo que odias el contacto de las personas desconocidas, ¿Te encuentras mejor?
-No eres una persona desconocida Hayami-san, eres una valiosa amiga, gracias por tenerme presente -Sonrió la duelista, la asistente de Zaizen se sonrojo en ese momento que desvío la mirada. Yusaku saco un pañuelo de su falda y limpio su sudor como su boca.- Mis padres acaban de comunicarse conmigo, tienen malas noticias -Suspiro la chica. Miro a la asistente que la miraba con atención.- Vladimir Hinosuke fue a casa de mis padres para arrestarme, prácticamente los amenazó y aunque fueron salvados por los vecinos que salieron al escuchar tanto ruido, saben que no será lo mismo si ese hombre regresa -Hayami miro el piso, no sabía que decirle en un momento tan tenso como ese.- No te preocupes, sabia que este día llegaría solo que a pesar de todo -Tomo un poco de aire.- No había estado preparada para esto
-Nadie es capaz de prepararse para las malas noticias
-Por el momento, hablar con mis padres o mi hermano estará limitado, no podré estar en contacto con ellos y ni siquiera podremos vernos -Comento la duelista con tristeza.- Estamos seguros que los estarán siguiendo y escuchando así que no podré verlos en un largo tiempo -Pequeñas lágrimas traicioneras salieron de sus ojos.- Me disculpe con ellos por meterlos en esta situación y ellos solo dijeron que estaba bien -Su voz se rompió.- El deber de todo padre es proteger a sus hijos pero se que todo esto es por mi culpa -Volvió a llorar.- Yo sé que no debo sentirme de esta manera, yo debo pensar en la mejor solución para que todos regresen a casa pero yo...
No termino de hablar cuando Hayami volvió abrazarla.
-Debió ser difícil para ti soportar todo esto tu sola, debió ser difícil actuar tu sola sin saber quien era amigo o enemigo -Comento con confort.- Lo has hecho muy bien hasta la fecha Fujiki Yusaku, un héroe debe ser fuerte para proteger a los que ama pero también puede caer y llorar, esta bien, puedes hacerlo
Un llanto silencioso. Un abrazo que le brindaba calidez.
En esa tarde, Hayami aprendió muchas cosas. Que Fujiki Yusaku tiene sentimientos y que puede llorar como todo ser humano, que ella es una chica normal con un pasado horrible, con un presente que trata de avanzar superando sus miedos y un futuro incierto. Tal vez era un tanto cruel esa forma de pensamiento pero al verla tan indefensa, solo pensó que ella era una niña pequeña que tuvo que madurar temprano al darse cuenta de la crueldad del mundo. Solo era una chica que quería tener una vida normal ¿Acaso le estaba pidiendo mucho a la vida?
Hayami volvió a suspirar mientras le daba una que otra palmada en su espalda. Playmaker era una heroína fuerte que no dejaba ver sus sentimientos pero detrás de ella, se encuentra Fujiki Yusaku, una chica que le teme al mundo y a las personas. Ambas siendo la misma persona pero con fortalezas y debilidades que solo la otra muestra.
El mundo es cruel al hacerla sufrir de esa manera.
.o.
Hayami regresaba a la oficina de Zaizen Akira después de estar unas horas encerrada en el baño con Fujiki Yusaku.
Se detuvo para procesar lo que había visto y lo que había hecho.
Ese mismo día al fin conoció el lado bulnerable de la duelista más fuerte. La vio llorar y hablar con temor, la vio culparse por lo que estaba ocurriendo y escucharla decir que no quiere involucrar a todos los demás. Le dio confort, le dijo palabras que probablemente la chica había querido escuchar desde hace mucho tiempo que solo pudo sacar su dolor de esa manera.
Al final, Yusaku dejó de llorar mientras volvía a disculparse.
-Lo lamento, soy tan patética -Soltó una risita la chica.- Lamento que vieras mi lado más vergonzoso
-Esta bien, todos tenemos un lado que siempre queremos esconder -Hablo Hayami con tranquilidad y una sonrisa en su rostro, se levantó del piso y sacudió su ropa, de igual manera, ayudó a levantar a Yusaku ofreciéndole un mano. Esta inmediatamente la acepto y se acercaron a los lavabos para limpiarse.- ¿Qué vas hacer?
-Aun no lo sé
-Sea el plan que tengas en mente, no dudes, tienes a muchas personas a tu lado
-Lo que quiero es evitar involucrar a más personas
-¿Sabes porque las personas se involucran en la vida de otras? -Yusaku negó.- Porque nos importa, creo que aún no te has dado cuenta pero intenta mirar a tu alrededor, la cantidad tan grande de personas que se encuentran a tu lado, se sienten en deuda contigo -Hayami sonrío.- Haz cambiado sus vidas, les has ayudado aún cuando no te lo piden que estar a tu lado, es lo que quieren hacer, no por obligación, es porque quieren y te quieren
También fue la primera vez que vio las mejillas de la chica pintarse de un adorable rojo mientras intentaba desviar su mirada. Hayami no pudo evitar soltar una risita que al final, fue contagiada a la duelista.
Fue la primera vez que la vio llorar, que la escucho contar su tristeza pero también fue la primera vez que la vio sonrojarse y sonreír de esa manera que pensó que ella se vería más bonita si una sonrisa apareciera en su rostro.
-No creo poder regresar en este estado a la oficina, mi estómago se encuentra tan revuelto que creo que iré al hospital para que me recomiende algo -Comento Yusaku una vez que salió del baño.- ¿Puedes inventarle a Zaizen que tuve que marcharme? -Suspiro.- No entiendo cómo es que sigo en esta oficina cuando he faltado mucho
-No te preocupes por ello, al jefe Zaizen no le importa que faltes -Se acercó a ella para susurrar.- De todas maneras, eres nuestra heroína, tienes ciertos privilegios que solo el director de SOL te puede otorgar
Yusaku soltó una pequeña risita.
-Ahora entiendo porque Zaizen te mantiene a su lado -Hayami se sonrojo.- Eres una buena persona, estoy segura que en algún momento, él notará tus sentimientos
Hizo una pequeña reverencia y se alejo de ahí mientras le volvía agradecer el estar ahí con ella.
Una vez regresando al presente, tuvo que esperar una hora más al notificar al servicio de limpieza. Estando limpio, decidió regresar a la oficina y notificarle la ausencia de Fujiki Yusaku. Miro por las ventanas de la oficina, se acercaba una fuerte tormenta que realmente esperaba que ella aún hubiera encontrado transporte y alejarse de aquel lugar.
Toco dos veces la puerta de Zaizen Akira y la abrió.
-Disculpe la interrupción Jefe Zaizen pero...
Se detuvo en el momento que vio que Akira no estaba solo. Frente a él se encontraba Vladimir Hinosuke, la secretaria hizo una pequeña reverencia y tenía intenciones de salir cuando su jefe la detuvo.
-Que bueno que te encuentro señorita Hayami, justo te he estado buscando desde hace unas horas -Sonrió con amabilidad Zaizen.- ¿Te puedo pedir un favor? ¿Podrías buscar a Fujiki Yusaku? El oficial la está buscando y ya hemos tratado de comunicarnos con ella pero me temo que por la tormenta, estaremos incomunicados, estamos tratando de arreglarlo rápido para que el sistema de emergencias pueda atender llamadas importantes
Hayami se quedó pensando en su lugar. La presencia de aquel oficial no era nada bueno y menos cuando ese mismo dia la chica recibió la alerta de sus padres de que este la estaba buscando. A pesar de todo el nerviosismo que tenía, tomo un poco de aire para empezar hablar con seguridad y evitar que dudarán de sus palabras. Se disculpo en ese momento con Yusaku por la pequeña mentira que se iba a inventar en ese momento pero si querían salvarla, tenían que hacer de todo.
-A eso venía hablarle señor -Hayami se acercó.- Estuve con la señorita Fujiki hace unas horas y ella no se sentía bien -Sonrió.- Había recibido una llamada urgente -Se sintió un poco mas nerviosa ante la mirada del oficial pero aguanto y siguió hablando.- De su doctor
-¿De su doctor? -Pregunto Zaizen confundido.- ¿Acaso ella se encuentra muy mal? ¿Porque no nos dijo?
-A eso iba jefe Zaizen -Sonrió la chica, volvió a disculparse con la chica en su mente, tenia que sonar lo más convincente.- No sabía si estaba en lo correcto o no pero parece que ella está embarazada
Detuvo su historia cuando Vladimir Hinosuke empezó a toser. Inmediatamente, Hayami le acercó un vaso con agua. Zaizen abrió los ojos sorprendido, pedía una explicación pero al ver a su asistente, ella solo alzo los hombros mientras miraba a otro lado. Era una mentira. Akira solo carraspeo un poco para continuar con aquella historia que se había creado.
-¿Y que sucedió después? -Preguntó con sorpresa.
Si tenían que actuar, tenían que convencer al oficial de ello.
-Ella empezó a sentirse mal porque no estaba segura y estuvo a punto de tener un ataque de pánico así que mejor le sugerí que fuera al hospital para asegurarse de ello -Sonrió Hayami.- Tenía miedo de contarle pero le sugerí que yo lo haría, así ella podía sentirse más segura, estaremos en contacto con ella así que si me disculpa, debo retirarme a continuar con mi trabajo
-¿Sabes en que hospital se fue? -Por fin hablo Vladimir, deteniendo a la secretaria antes de que se fuera.
-No lo se muy bien pero espero que se encuentre bien, con esta tormenta es probable que algunas calles se tuvieron que cerrar -Suspiro la asistente.- Me retiro
Con una reverencia, fue que Hayami salió de la oficina a toda prisa, tenía que comunicarse con ella y comentarle sobre lo que había hecho pero ese no era el lugar correcto, si quería evitar miradas curiosas o que la policía empiece a rastrear su llamada, tenía que ir a donde esos dos Hackers se encontraban.
Zaizen subió su mano a su mentón mientras Vladimir se quedo pensativo.
Para el oficial, sabia que iba a ser difícil el sacarla del tablero cuando una situación como esa se presenta. De por si, había sido difícil seguir su paradero y ahora descubrir que ella se encontrará en ese estado, las cosas se le habían complicado. Y más al saber que había personas que sabían de su condición. Muy pronto correría el rumor, si no la desaparece ahora, será más difícil más adelante.
-No sabía que Fujiki Yusaku tuviera pareja -Comento pensativo el oficial.- No sabía que podía tener pareja teniendo presente su aberración por el contacto físico
-No olvide que al igual que usted y que yo, ella es humana, puede que solo a pocas personas le permita el contacto -Comento Akira revisando la información de su Tablet.- Referente a su pareja, a veces lo hemos visto esperándole afuera de la oficina pero realmente no sabemos quien es -Hablo desinteresado Zaizen. Si querían protegerla, era mejor seguirle el juego.- Deberé mandarle un correo para que venga los próximos días a explicar su situación -Miro al oficial.- Lamento no poder hacer nada más por usted
Vladimir solo asintió, se levantó de su asiento y salió por la puerta. Caminaba perdido en sus pensamientos, tenía que idear un plan para sacar a esa chica de la vista del mundo hasta que se detuvo de golpe por casi chocar con alguien.
Aquel joven de cabellos blancos y ojos azules hizo presencia. Aquella mirada que perforaba su alma, podía sentirlo, siempre se mantenía reservado y alerta en su presencia. Desde aquella primera vez que lo vio, sentía tanto resentimiento aunque no podía comprender el porqué.
-Disculpe
El joven hizo una reverencia y siguió su camino.
El oficial se le quedó viendo por un buen rato hasta que recordó algo de aquellas fotos que había visto. Inmediatamente se dio la vuelta y lo siguió hasta que el joven entró en la oficina de Zaizen y cerró la puerta tras de sí.
¿Sería posible?
Fue media hora después, cuando Ryoken había bajado al estacionamiento subterráneo y se dirigía al carro donde lo esperaba Dojun Kengo, tenía que regresar rápido a casa y prepararse para la gran tormenta que se avecinaba, hacia alguna que otra llamada con sus hermanos que estuvieran al tanto de Aiko. También había querido intentar comunicarse con Yusaku pero había sido en vano, había ido a SOL para encontrarse con ella pero no la encontró. Akira solo le había dicho que tuvo que salir pero tampoco estaba al tanto de hacia donde se fue, solo que al rato en su próxima reunión, le tendría que decir algo que sucedió ese día. El duelista usuario de Revolver solo soltó un suspiro, sabía que después se encontraría con ella.
-Kogami Ryoken
Escucho alguien mencionar su nombre. Detuvo su andar y alejo su celular de su oreja, al dar media vuelta, se encontró con Vladimir Hinosuke con dos de sus hombres detrás de él.
Ryoken soltó una pequeña risita, mencionó unas palabras al celular y colgó.
-¿En qué le puedo ayudar, Vladimir Hinosuke?
¡Muchas gracias por leer!
¡Ahora si viene lo bueno! Ya casi chicos, ya casi nos acercamos a la parte final de esta historia. En cada capítulo, las cosas se pondrán interesante. Espero que las actualizaciones de las historias pendientes sean cada vez más seguido. No quiero dejar estas historias abandonadas y con respecto al estado de mi salud, se que pronto saldré de esta, ya lo verán que regresaré.
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¡Nos vemos a la próxima!
Atte.: AnZuZu Dragneel
Fecha: Martes 11 de Abril de 2023
