#10. Alguna vez, ¿has sido egipcio?

Hermione casi deseó tener un testigo presente de su momento de gloria. ¡Profesora Trelawney, si sólo estuviera aquí!

Mentalmente riendo con alegría, ella inocentemente parpadeó hacia el próximo Señor Oscuro, antes de tirar a matar.

¿Qué es un Voldemort?

Capítulo 10: Uno para el Álbum

Martes, 30 de septiembre, 1944

8:11 P.M.

—¿Dijiste que? —reclamó Draco, ahuecando una mano alrededor de su oreja derecha y desde su posición al lado de Hermione en un ricamente decorado sofá bronce y azul rey se inclinó hacia la dirección de la boca de Hermione.

—¡Ya me has oído! —ella se rió y lo apartó, en el sofá sin respaldo de Ravenclaw en la Sala de Menesteres. Esta se había redecorado como lo ultimó para sala común en Hogwarts, tres sofás, cada uno representando a una diferente casa o casas, creando un semi-perímetro alrededor de la crepitante chimenea. —Ahora él piensa que soy una vidente o algo por el estilo. Ooo, eso lo hizo estremecerse, déjenme decirles.

—Buen Merlín, Hermy, me matas —exclamó Lavender, rebotando de su asiento, acurrucada junto a Ron en la mitad roja y dorada de Gryffindor y la mitad amarilla y negra de Hufflepuff del sofá. Ella se dejó caer peligrosamente cerca de la chimenea, sacó un malvavisco de su mochila fucsia y lo insertó en la punta de su varita, poniendo el malvavisco en las danzantes llamas, sin una pizca de vacilación. —¡Rockeas, chica!

—¿Realmente cayó? —preguntó Harry. A su relato, su rostro se había iluminado como un árbol de Navidad, independientemente de eso, su brazo descansaba a través del estómago de Ginny mientras que ella estaba tumbada, completamente extendida, a lo largo del sofá plata y verde bosque de Slytherin. La parte posterior de la cabeza de Ginny descansaba en el regazo de Harry, con su cabello castaño rojizo contrastando bruscamente con el negro de las túnicas de su uniforme.

Hermione le asintió distraídamente a su mejor amigo, pero su verdadera atención estaba en Lavender como la chica se inclinó cerca al fuego examinando el punto de cocción de su malvavisco tostado. Hermione, observó en una especie de horrorizada fascinación como la melena de liso y brillante cabello rubio-teñido de Lavender derivó más y más cerca a las ardientes llamas rojas...

Apresuradamente, murmuró una oración en silencio y un encantamiento sofoca fuegos en voz baja, pero -justo a tiempo, pareció- Lavender se retiró delicadamente soplándole al malvavisco. —Lav —comenzó Hermione lentamente, lanzando un suspiro de alivio absoluto. —Por favor, nunca trates de tostar un malvavisco en tu varita o usar un acento americano y escocés en la misma frase. Nunca más.

Lavender simplemente le sonrió en respuesta, al parecer sin darse o tomar en cuenta lo cerca que había estado de tostarse a sí misma, y le dio a Hermione una señal de pulgar hacia arriba al mismo tiempo tomando una gran mordida en la pegajosa blanca lanilla.

La Premio Anual suspiró exasperada, preguntándose por qué incluso trató y regresó su atención de nuevo a Harry. —Perdón, Harry, sí, cayó, completamente —ella sonrió para si misma, momentáneamente reviviendo el esplendor de la noche anterior. —Deberías haber visto su cara cuando le pregunté qué era un Voldemort. Te juro que necesitaba una cámara.

—¡Qué era un Voldemort, eso va para el álbum! —exclamó Ron, extrayendo un caramelo de color rojo de su bolsillo y metiéndolo en su boca. Él se rió para si y negó con su cabeza, murmurando: —¡Qué era un Voldemort! honestamente, esa chica es brillante, es...

—Así que, vamos —Ginny extendió sus manos sobre su cabeza. —¡No nos dejes en suspenso! ¿Qué dijo él?

Hermione escondió una sonrisa como la cara completamente inexpresiva de Riddle apareció en su mente, describiéndolo como había estado cuando le contestó de vuelta. —Dijo que era el nombre de su mascota serpiente que murió este verano... y con quien estaba extremadamente unido.

Pppst!

Tan pronto como las palabras salieron de su boca, Ron escupió el caramelo completo a través del vacío entre los sofás de las Casas, donde aterrizó limpiamente en el centro de la chimenea. Lavender se carcajeó, Ginny contuvo una risa y las cejas de Hermione volaron en sorprendente regocijo como vio el caramelo rápidamente derretirse y desaparecer.

Ron miró a las tres chicas y empezó a toser sonoramente. A esto, Hermione en realidad prolongó su sonrisa, sintiendo como si se hubiera convertido de alguna forma en Draco. —Sí, Ron, casi me destornillo justo en frente de él exactamente así, exactamente... menos por el caramelo, por supuesto —agregó con una risa. Y frunció el ceño. —Realmente, más bien, estaba aterrorizada de que me fuera a echar a reír justo en su cara.

—¿Qué dijiste? ¿Qué dijiste? —coreó Lavender, terminando su malvavisco y chupándose los dedos de la manera más propia de una dama que Hermione le había visto alguna vez... tomando en cuenta que Lavender había tostado su malvavisco en el extremo de su varita en la Sala de Menesteres y había entonces procedido a comer el pegajoso lío.

La castaña sonrió ligeramente. —Dije, '¡Oh, eso es terrible! ¡Siento mucho tu pérdida!'

Ron realmente se carcajeó, Harry sonrió de esa manera característica suya, seria aún pero en burla, Draco sonrió y Lavender de nuevo comenzó a carcajearse malignamente. Hermione señaló con un dedo acusador pero de buena fe a la traviesa Hufflepuff. —Lav, ¿cómo es que no terminaste en Slytherin?

Lavender se puso seria al instante y palmeó su cráneo en completa seriedad. —Está todo aquí, Hermione. Lo bueno.

Cierto...

—¡Oh, Hermione! —exclamó Ginny de pronto, dejando a Ron bufar y cubrir su boca ante la anterior respuesta de Lavender. Ella chasqueó sus dedos en recuerdo. —Quería decirte antes: me han preguntado de dónde venimos y por qué nos trasladamos aquí unas veinte veces en el curso de lo que han sido ¿veinticinco horas? Mi respuesta más popular fue: Fuimos expulsados de la Academia del Sol por practicar excesiva Magia Oscura. Las pequeñas serpientes amaron esa.

—Oh, yo dije que habíamos sido instrumentales en la destrucción de las fuerzas egipcias de Grindewald y que ahora habíamos venido aquí para terminar el trabajo —dijo Harry. Frunció el ceño, pensativo, miró a su novia y suavemente pinchó la punta de su nariz de duendecillo en fingida molestia. —Gin, esos dos podrían chocar.

—Sí, los Slytherins parecían un poco confundidos en la mesa del desayuno esta mañana —reflexionó Draco sarcásticamente. Él miró de reojo a Hermione, sonrió seductoramente y tentadoramente extendió un brazo más cerca a ella.

Hermione rodó sus ojos, pero se deslizó a través de los cinco o menos centímetros entre ellos, sin embargo. Se acurrucó a su lado y cerró sus ojos como él cubrió con su brazo alrededor de sus hombros y distraídamente comenzó a tamborilear sus dedos en su costado. Al menos, pensó ella, al menos se las habían arreglado para sobrevivir a su primer día de clases con un número mínimo de ocurrencias anormales. Mínimo. —Y recuerden, todos, lo más escandaloso, lo mejor —murmuró somnolienta.

—¿Quieres un ejemplo de escandaloso? —preguntó Ron, sonriendo con aire de suficiencia. —Aquí esta uno: Dije que habíamos sido tutelados particularmente en una isla tropical en medio del Océano Pacífico toda nuestra vida y justo acabábamos de ser expuestos a la civilización como el mundo la conoce.

Ginny le rodó los ojos a su hermano. —Oh, ese fue creativo, Ron. Ahora todos van a pensar que somos unos anormales de la selva.

Ron arrugó la nariz y le disparó a Ginny una horrible mirada.

Para no ser superada por su amor encendido-de nuevo/apagado-de nuevo, Lavender dijo imperiosamente: —Bueno, yo dije que Draco es descendiente de la realeza francesa mágica del mismo nombre, Ron puede volver su cabello verde y hacer sus orejas puntiagudas en dominio, Harry y Ginny son miembros de una antigua y misteriosa secta de Magia Antigua que se mantiene efectuando una reunión especial dentro de la Gran Pirámide bajo la luz de cada luna llena y Hermione, además de sus misteriosas habilidades videntes, proviene de la familia de magos más poderosa en la historia de la magia.

'Leave it to Lav' (N/T; explicación al final del capitulo). Sonaba como una comedia de enredo. Draco inclinó su cabeza hacia abajo, encontrándose con la mirada entretenida de Hermione y le guiñó un ojo. —Me gusto algo ese, Nef, ¿a ti no?

La liviana atmósfera en la Sala de Menesteres era exactamente lo que Hermione necesitaba después del siempre estresante primer día de clases, por no mencionar el primer día de clases en una época diferente. En todo caso, se sentía aliviada de haber sobrevivido el primer encuentro de la noche anterior y una de sus dos clases posteriores (irónicamente, Defensa Contra las Artes Oscuras) con el joven Lord Voldemort.

Su felicidad duró poco al recordar donde eventualmente acabaría esa noche -compartiendo una sala común con él, entre otras cosas- pero sonrió con picardía. —Sí, suena como algo a lo que podría acostumbrarme —estiró su pierna lejos del sofá, con la mera punta de su zapato dirigida a golpetear la rodilla de Ron. —¿Qué te parece, Ronald, vas a ponerte todo verde y puntiagudo para nosotros?

Ron repitió la cara que acababa de hacerle a su hermana, con su expresión tan agria que Hermione se echó a reír otra vez... pero su diversión se desvaneció cuando Harry de repente dijo: —Hablando de Slytherins y las mesas del desayuno de esta mañana, que me recuerdan —su penetrante mirada verde recorrió el vacío entre los sofás para captar la mirada de Draco. —¿Has visto a Tom Riddle en algún lugar desde el banquete de bienvenida de anoche y Defensa Contra las Artes Oscuras?

—Nunca vino a la sala común de Slytherin —dijo Draco lentamente, pensando y sacudiendo su cabeza. —No, no estuvo en el desayuno, tampoco. O, al menos, yo no lo vi allí. West-Lette, ¿alguna aportación?

Ginny negó con su cabeza. Lanzando un gran bostezo, se escondrijo mas en el regazo de Harry, murmurando adormilada: —Si el grande y poderoso Draco du Lac ni siquiera logró capturar un pequeño vislumbro de la persona más reconocible en esta época además del tío Al, ¿que le hace pensar que la humilde Ginevra West hizo algo mejor?

Hermione sintió, más que miró, la mirada de Harry aterrizar en ella. —Mione, no lo has visto ¿verdad?

Yéndose sobre los acontecimientos del día anterior, se dio cuenta de que Harry estaba extrañamente en lo correcto. —No, ni siquiera esta mañana. Tú sabes lo temprano que me levanto y vagabundeé en la sala común un rato leyendo Hogwarts, Una His- —rápidamente se detuvo antes de que el probable gruñido de Ron llegara. —Bueno, estaba leyendo y no lo vi bajar.

Harry inclinó su cabeza hacia atrás, estudiando el techo gris apagado de la Sala de Menesteres. Ella notó que él había comenzado a masajear el brazo de Ginny de la manera como siempre hacía cuando se sentía incómodo y necesitaba que le recordaran que alguien más estaba allí. —No me gusta esto —finalmente murmuró. —Tenemos que, por lo menos, monitorearlo mejor que esto.

—Pero no podemos aparecer como si lo fuéramos siguiendo. Se daría cuenta de que algo esta pasando —argumentó Hermione y la cabeza de Harry silenciosamente se elevó para poder verla con más claridad. Después de un momento, ella añadió de mala gana. —Yo lo haré.

Se sintió enferma como la fría, dura conciencia de lo que ella, y nadie más, tendría en gran medida que adentrarse. —Iré y lo buscare, lo monitorearé si tengo que hacerlo —explicó como los ojos de Harry se estrecharon en cuestión. —Jamás llegará a ser sospechoso, ya que somos ambos los Premios Anuales y siempre podré inventar una razón por la cual lo necesit- ¡Dulce Merlín! —jadeó.

Por una fracción de segundo, Harry lució aterrado de que el Señor Oscuro se hubiera aparecido en realidad, pero se relajó de nuevo cuando Hermione se tumbó hacia delante y miró a las manecillas del reloj en la pared detrás de Ron. —Tengo que correr, ¡tengo una reunión de Premios Anuales con Dippet en menos de siete! —gritó, consternada. Lo cual, realmente, realmente no me deja mucho tiempo...

—¡Dippet, mah hombre! —chilló Ron como ella se des acurrucó de Draco, saltó sobre sus pies y rápidamente enderezó su uniforme. —Merlín, Mione, trata de evitar chillar como si acabaras de descubrir que Voldemort en persona estaba escondido aquí —regañó la pelirroja. Él hizo una pausa y la siguiente vez que habló, su voz surgió en un gruñido mucho más oscuro. —Excepto en caso de que realmente suceda.

—¿Por qué él estaría allí? —surgió Ginny, un afilado hilo de tono acusador se deslizó peligrosamente en su voz.

Hermione sintió escalofríos precipitarse por su espalda ante la idea del último comentario de Ron y se inclinó, extendiéndose sobre la pierna perezosamente extendida de Draco y agarrando su polvorienta mochila rosa. No tenía ni la menor duda de quien 'él' era, pero respondió inocentemente. —Ginny, no tengo ni la menor idea de a quién te refieres-

—¡Whoa, whoa, Nef! —interrumpió Draco sonoramente. Él atrapó su brazo antes de que ella pudiera enderezarse y la tiró hacia abajo a su nivel, con sus ojos azul cielo redondos como platos. Desconcertada, Hermione miró al rubio como si le hubieran brotado de repente alas y una cola. Sin embargo, siguió su mirada y sus ojos aterrizaron en...

Oh, cierto. En la locura del día, casi lo había olvidado.

Sí, eso sería definitivamente lo suficiente para que Draco du Lac interrumpiera en su camino.

Como Hermione se trasladó para recoger su bolso, un voluminoso amuleto cayó por debajo de su camisa y ahora colgaba a la vista de todos de una extensa, enjoyada cadena de oro abrochada alrededor de su cuello. Estaba incrustada con una piedra cuyo tamaño era una buena pulgada mayor que la circunferencia de una Snitch. La exquisita pieza lucía casi vulgar y fuera de lugar contra el ordinario uniforme de escuela de Hermione.

—Nefertari, he visto mi lote de joyería y luego he visto joyas —Draco se quedó asombrado ante el llano, perfectamente en forma de lágrima, rubí color purpura-rojo vivo, teñido carmesí, incluso él, no fue capaz de alejar el asombro de su voz. —Esa es masiva, Nef, masiva. ¿Sabes lo caro que algo de ese tamaño es? ¿De dónde sacaste eso?

—Gracias, Joyero Draco —dijo Hermione rodando los ojos. Sacó su brazo del ahora flojo agarre de Draco y se levantó. Volteándose a enfrentar las expectantes miradas en espera del resto de la audiencia, ella cuidadosamente levantó la brillante, multifacética joya al mismo tiempo que el impresionante collar, como si fuera una figurante presentando un producto a la venta antes de que la subasta terminara.

Aunque la habitación estaba iluminada, el rubí parecía no reflejar la luz, si no emitir rayos propios con algún tipo de brillo interior y ella lo miró con fascinación por un momento, todavía acostumbrándose, antes de que explicara: Esta es la prueba de mi 'nueva línea de sangre' a la que Dumbledore se refería justo antes de que nos enviara de regreso. Se llama Amuleto de Eras.

Ron silbó, impresionado. —Dame uno de esos por un día e incluso pretenderé ser Egipto.

Hermione contuvo una sonrisa, pero rápidamente metió de nuevo la fría piedra en su camisa, por alguna razón que aún no podía entender, se sentía incómoda con la idea de que el inestimable collar estuviera a la intemperie como hubiera estado si no lo hubiera hecho.

—También dejó una nota —añadió, pensativa, mirando hacia abajo a su blusa Oxford. Por el enorme tamaño del rubí, este sólo sobresalía ligeramente por debajo. —Dicho tan pronto como fue me lo puse, nunca me lo debo sacar hasta que muera o algo acogedor por el estilo. No soy experta en mitología de piedras preciosas, así que realmente sólo se los aspectos básicos de la importancia de esto.

Ante la expresión de ceño fruncido y curioso de Ginny, Hermione inconscientemente se sintió ir a lo que Ron le gustaba llamar 'el modo de profesor'. —Según la mitología tradicional, el Sol transmite rojo. Por lo tanto, los rubíes son 'gobernados' por el Sol. Si el Sol es el señor de la favorable casa en la carta astral, así como de la casa del Faraón Egipcio –se creía que había un dios del Sol viviente- un rubí aumentará la supremacía del portador.

Inconscientemente, ella alcanzó una mano a su collar y comenzó golpetear el lazo que era la joya. —La leyenda cuenta que dentro de este rubí se encuentra el enorme poder de la línea de los Nefertari. Todo en él. Es como un... como un pequeño almacén y sólo tienes que encontrar la manera de acceder al mismo. Es de miles de años de antigüedad, pero se perdió cerca a los comienzos del siglo XVI. No quiero ni saber cómo Dumbledore se las ingenió para lograr tenerlo en sus manos, y D, mi cara está aquí arriba, gracias-

DONGDONG

¡Rayos... Ponte en marcha, Mione!

Como el reloj marcó rudamente la media hora, Hermione soltó otro grito de alarma. —¡Merlín, tengo que correr!

—Volar, podría ser la única manera de salvarte ahora, en realidad —señaló Ron desalentadoramente, retorciéndose en su asiento para mirar al reloj de nuevo, mientras que Lavender le negaba con su cabeza a Hermione como si estuviera supremamente decepcionada con la falta de profesionalidad de la Premio Anual.

Hermione les ignoró a ambos y recogió su bolso, deteniéndose momentáneamente ante el retrato de los cuatro fundadores de Hogwarts, colgado sobre la chimenea, rápidamente escaneando su reflejo en el marco de oro pulido. Decidiendo que se veía relativamente presentable, expertamente barrió su radiante cabello chocolate oscuro sobre los hombros, murmurando para sí misma: —La primera reunión de Premios Anuales... Oh, no es una buena manera de hacer una primera impresión, no es una buena manera para nada...

—Tal vez deberías, ya sabes, darle a Riddle una tarjeta de condolencias por su serpiente —murmuró Harry, volviendo al tema inicial de la noche, sus entretenidos ojos verdes siguieron la salida corriendo de Hermione de la Sala de Menesteres. —Quiero decir, viendo que estaba tan atado a ella y que tú estabas tan triste por su pérdida...

Irritada, Hermione se congeló a la mitad del camino por el agujero del retrato. ¡Cómo... Cómo se atreve ese chico a hacer guasa de esta situación! ¡Ella no lo vio compartiendo una sala común con la versión más joven de Lord Voldemort! Dándose vuelta, apuntó su varita en Harry entre broma y amenazadoramente. —Tú... ¡vete al cuerno!

Los ojos de Harry se iluminaron en diversión. —Sí, mientras tú te vas, justamente hare eso —tanto él como Ginny empezaron a reír, causando una oleada de energía brotar a través de Hermione. Haciendo caso omiso de su desagradable reloj mental marcando los minutos que pasaban, corrió de nuevo al sofá de Ravenclaw, cogió una almohada rayada de bronce y azul y con vehemencia la aventó en dirección de la pareja.

Ginny se agachó, pero no fue lo suficientemente rápida. —¡Ow, Mione! —gritó, la almohada rebotó en su cabeza y al piso alfombrado.

Harry, sin embargo, sonrió con picardía y sacó su varita. —Wingardium Leviosa —murmuró, expertamente agitando su muñeca. La almohada azul y bronce se alzó amenazadoramente en el aire y miró deliberadamente entre la almohada y en donde Hermione estaba parada, expuesta, en el medio del piso de madera entre los sofás y la salida, como si él estuviera pensando ¿Debería o no?

Hermione no había sido la mejor amiga de Harry James Potter Evans durante siete largos años para nada. Al instante, ella prácticamente leyó su mente y con decepción le negó con la cabeza como un profesor lo haría con un niño travieso, tomando algunos dudosos-nerviosos pasos hacia atrás. Ayer mismo había tenido la varita de Dumbledore amenazándola de la misma manera que estaba segura de que Harry estaba a punto de hacer y, especialmente, no le gustaba estar atrapada por la punta de una varita de nuevo. —Vamos, Harry, ¡sabes que te merecías eso!

Al parecer, Harry no parecía pensarlo y apuntó su varita directamente a Hermione. —Volo.

La almohada tembló un instante y luego se disparó hacia Hermione como una bala.

¡Harry! —gritó Hermione y se lanzó a cubierto detrás del sofá de Ravenclaw, convencida de que Armando Dippet, Tom Riddle, o ambos la iban a matar cuando llegara a la oficina del Director quince minutos tarde.



Nota aclaratoria: 'Leave It To Lav' es una referencia al programa de televisión 'Leave It To Beaver' de la época de los 50's, este representó la idea de la "perfecta" familia estadounidense pero sólo consiguió resultar cursi y en el cual se presentaban una serie de personajes variopintos.

Bueno mas vale tarde que nunca ;) espero que le haya gustado el capitulo, nos vemos en el siguiente!