Me alegra informar que ya estuvo terminado el capítulo, luche mucho para completarlo en poco tiempo, porque ya sabía que quería hacer para este capítulo, estructuralmente y en escenas no habría nada que cambiaría, pero tuve que reescribir bastantes a lo largo de esta semana para que estuvieran escritas de una manera que me gustara, otra razón para buscar acabarlo rápido era para no olvidar lo que quería hacer en este capítulo.
Y ahora mi parte favorita de cualquier historia que haga, los reviews;
Alexander4443; ¡Muchas gracias!
CCSakuraForever; Sí, realmente la invasión por parte de los del sonido bajaron de intensidad porque Orochimaru tiene planes a largo plazo.
Samuel Santillan; Me alegro de que te esté gustando, y mira, tienes suerte, aquí tienes el capítulo, a medio día de haber comentado, je, admito que no sé qué tan creativo o impresionantes sean las técnicas que muestro aquí, pero lo intentaré, sobre el harem, sí, lo más seguro es que las incluya, al menos dos de ellas sí serán incluidas, y ya que mencionas eso, es algo que tengo pensado mencionar en un futuro.
Orochimaru había planeado parcialmente como ocurriría toda la invasión, se había imaginado a su anciano maestro suplicando en el suelo moribundo, quizás incluso una comprobación posterior de que la aldea caería sin su Hokage y al ver su aldea reducida a escombros, incluso con el número más bien reducido de pérdidas humanas (Después de todo el conocía el procedimiento de tres partes, analizar el nivel de amenaza, algo que se hacía en minutos a lo sumo, evacuar a las mujeres y niños, lo que podía tomar desde minutos hasta horas, y después neutralizar la amenaza) Claro, tenía la intención de ir tras algunos de los puntos seguros que conocía (No dudaba que hubieran construido nuevos refugios después de que él se fue), pero la sonrisa que tenía su maestro en el rostro lo ponía nervioso, no solo estaba recibiendo sin mayores esfuerzos los golpes de los resucitados, sino que parecía estar extrañamente seguro de lo que pasaría, y en su experiencia con el viejo mono eso no podía ser nada bueno.
Desde el exterior de la barrera Naruto no podía evitar mirar con horror a la figura siniestra, de algún modo sabía lo que era, podía sentirlo en lo profundo de sus entrañas, calando como un frío en los huesos, algo en su interior le hacía saber que eso que estaba viendo era la parca, y aunque no tenía forma de estar seguro o de saberlo, sentía que la figura hecha de chakra que se formaba colgando del shinigami era la del viejo Hokage y sabía que significase lo que significase no era bueno, como una realización lo supo, el anciano moriría hoy y lo haría aquí.
En cuanto la figura de chakra estuvo completa, y el shinigami envolvió su muñeca con su colgante de cuentas, desenfundando el cuchillo que tenía en su boca antes de dejar que la funda cayera al suelo, Hiruzen sonrió y un escalofrío recorrió la columna de Orochimaru, simultáneamente Naruto sintió una pesada piedra caer en sus entrañas. Antes de que cualquiera pudiera reaccionar cada clon sujeto por los hombros a uno de los reanimados, la sonrisa segura que los clones tenían no hizo más que advertirle a Orochimaru lo que estaba por ocurrir.
— ¡Sello! —Gritaron los clones, invisible para todos salvo para Hiruzen y Naruto, el shinigami empujó su mano envuelta en el colgante de cuentas a través del vientre de los clones para adentrarse en el interior de los reanimados, mismos que se quedaron repentinamente quietos.
El shinigami comenzó a tirar simultáneamente del interior de los dos kages revividos, de estos comenzó a salir una masa azul, el alma de estos hombres, tirando de ella por unos segundos antes de arrancarla por completo, regresando la mano de la parca a través del cuerpo de los clones, dejando no solo la piel expuesta donde estaba el mismo sello que se veía en el vientre del Uzumaki, aunque esto el rubio ya no podía verlo, antes de que los clones desaparecieran, los ojos de los kages se aclararon antes de sonreír, sus cuerpos comenzando a deshacerse en el aire como ceniza.
— Lamento que te hayamos hecho las cosas más difíciles, Hiruzen —Se disculpó Hashirama mientras se deshacía, una sonrisa en los labios— Me habría encantado ver en qué clase de mujer se convirtió mi pequeña Tsunade, je, vaya momento para ponerse nostálgico —Admitió con una sonrisa.
— Te has convertido en un buen hombre, Hiruzen —Señaló Tobirama con su seria expresión— Puede que no sea la acción más fácil ni menos costosa, pero es la acción propia de un Hokage, hiciste bien, muchacho —Tras esas palabras del especialista en jutsus de agua su hermano y él terminaron de deshacerse, el jutsu de agua que llenaba el tejado se deshacía, dejando como únicos testigos materiales de que alguna vez estuvieron aquí fueron los árboles que llenaban el lugar.
— No tienen por qué despedirse maestros, pronto me uniré a ustedes —Susurró Hiruzen antes de mirar con seriedad a Orochimaru— Es tu turno, Orochimaru —Rugió y tras esas palabras se lanzó para el frente sujetando con sorprendente velocidad a su viejo alumno por los hombros— ¡Sello! —Anunció por tercer y última vez.
En cuanto Naruto vio la mano del shinigami atravesar el vientre del anciano por tercera vez supo que este era el final, que esto estaba por acabarse, no podía garantizar qué era lo que lo hacía saberlo, del mismo modo que no podía decir cómo sabía que el shinigami estaba allí por el viejo Hokage, instinto sería la mejor forma de llamarlo, la batalla terminaría solo con dos resultados, el anciano muerto, o el anciano y Orochimaru muertos, no importa cómo acabase esto se sentiría como una derrota merecedora de luto en lugar de una victoria digna de satisfacción.
Sasuke sonrió ahora que por fin estaba a nada de encarar a Gaara, cuando Kankuro había intentado enfrentarlo para ganar tiempo Shino había llegado para confrontar a este y le dio la oportunidad para que él fuera tras Gaara, y Temari que había vuelto para ser ella quien ayudaba a su hermano a escapar.
— La prioridad en este momento es vencer a Gaara, el resto del equipo se te unirá pronto —Le había dicho en ese momento mientras detenía a Kankuro para que Sasuke pudiera avanzar. En ese momento, la parte de Sasuke que seguía viendo esto como su combate se sentía insultado de que enviaran a todo un equipo para encargarse de su oponente, pero eso solo lo motivaba a acabar con el pelirrojo más rápido.
Verlo allí, tumbado sobre la rama de un árbol, mientras Temari intentaba curarlo, le hizo replantearse el temor que había sentido durante un instante cuando había visto aquellos siniestros ojos en el nido de arena, sí el chico se mostraba tan débil y frágil tras solo una pequeña herida hecha por el chidori, no pudo evitar sentir un impulso en su confianza mientras daba un paso más, Gaara se quedó repentinamente quieto, sin lugar a dudas notando su presencia.
— Aléjate, Temari —Ordenó el pelirrojo mientras se levantaba— Déjame solo, ¡Solo estorbas! —Tras esas palabras golpeó a la rubia lanzándola por los aires, por suerte para ella cayó sobre una frondosa rama que evitó que cayera, probablemente, a su muerte, eso sí, no sin antes chocar contra el tronco, unas por otras, pensó Sasuke.
— No sé lo que estén tramando, bastardos de la arena, pero los voy a detener —Admitió mientras veía al chico girarse lentamente para encararlo— Además, no acabamos nuestro combate ¿O sí? —Cuestionó mientras veía al chico, ¿Estuvo mal de su parte no atacar por la espalda? Si, claro, pero quería esto como su combate en la arena del torneo, y para eso deberían empezar frente a frente.
— No somos tan diferentes, Sasuke Uchiha —Pronunció temblorosamente el pelirrojo, pero en lugar de sonar como un acto para obtener empatía de su oponente sonaba como una especie de amenaza— Pero a diferencia de ti yo no tengo amigos que me estorben, lo que nos hace fuertes son nuestros objetivos —Mientras decía esas palabras su cara se resquebrajó como lo haría una vasija, su armadura de arena se estaba rompiendo, recordó Sasuke del enfrentamiento que tuvo el pelirrojo contra Lee.
— ¡No, Gaara! ¡Sí lo haces todo el plan podría arruinarse! —Rogó Temari, aunque realmente ninguno de los dos la escucho realmente, sus palabras convertidas en ruido de fondo para los dos.
Sasuke no podía evitar una mueca ante la comparación, no le gustaba que lo compararán con un loco, además no lograba entender de que amigos hablaba Gaara, sí hablaba de que no amenazaba a sus compañeros de equipo con la muerte como "amistad" entonces el pelirrojo claramente no comprendía esa palabra, aunque sí hablaba de su rivalidad con Naruto, bueno, eso era algo que podía entender causara confusión (Especialmente porque sí alguien viera lo que había en la mente del Uchiha llamaría a eso obsesión igual que lo haría con sus pensamientos sobre Itachi).
— Pero hay algo que nos diferencia —Las palabras lentas, en una mezcla de un susurro y un gruñido animal, perturbaron a Sasuke, la arena que antes conformaba la armadura de arena se desmoronaba para extenderse por el cuerpo del pelirrojo— Mi objetivo es mucho más fuerte que el tuyo, ¡Solo eliminando todo lo que representas podré probar mi existencia! —Rugió, y en ese momento ocurrió.
La arena terminó de extenderse, envolviendo el brazo derecho, igual que la mitad derecha del rostro del pelirrojo. La arena comenzó a formar una especie de brazo, o la pata de una bestia, la mitad del rostro envuelto por arena tomó una forma más monstruosa, casi parecía que la arena y la carne se habían fusionado, incluso cuando el cambio de color debería hacer evidente lo contrario, marcas negras se extendían por todo el cuerpo cubierto de arena, el ojo derecho se había vuelto una especie de estrella, o flor de los vientos, con cuatro puntos entre las puntas, la figura de un tono opaco dorado que contrastaba significativamente con la esclerótica negra del ojo, una parte de Sasuke olvidó que todo el cuerpo de Gaara estaba recubierto por una armadura de arena, lo que le hacía ignorar que las partes del cuerpo antes mencionadas solo habían cambiado la forma en que eran cubiertos por la arena.
— Vaya monstruo —Sasuke susurró, sorprendido de la apariencia que había tomado el pelirrojo frente a él. Mismo que se lanzó contra él con el ¿Brazo? ¿Garra? Extendido, Sasuke se quedaría con el último término, decidió mientras saltaba para evitar la garra
Sí el Uchiha hubiera reaccionado un segundo más tarde habría sido golpeado por esa garra, misma que de un solo golpe destrozó el árbol en el que Sasuke había estado parado, derribándolo, y todos los que estaban en la misma línea, interponiéndose en el camino de esa garra. Girando en el aire sacó varios kunai de su bolsillo para lanzarlos a la espalda del pelirrojo, este, a una velocidad que era sorprendente para el tamaño y peso que debería tener se giró y bloqueo las cuchillas con su arenosa extremidad, los kunai fueron rápidamente absorbidos por la sustancia antes de dispararlos de regreso con tal fuerza y velocidad que el metal se puso al rojo vivo, abriendo los ojos con sorpresa y una pizca de miedo, justo a tiempo para hacer una sustitución y que el tronco con el que cambió lugar fuera acribillado por las cuchillas antes de quemarse.
— ¡¿A dónde fuiste, Sasuke Uchiha?! —Rugió el monstruo en el que Gaara se había convertido al aire, Sasuke nunca antes había odiado más como sonaba su nombre en la boca de otra persona— ¡¿Acaso tienes miedo de mí?! —Otro grito salvaje mientras extendía su brazo de arena para golpear árboles, destrozándolos y derribándolos en el proceso, buscándolo— ¡¿Eso era todo lo que tenías?! —Cuestionó furioso.
Sasuke miraba la destrucción desde la espalda del pelirrojo, sujetaba su hombro donde la marca de maldición había hecho aparición, sintiéndola palpitar agresivamente, el dolor había empezado desde que había formado el primer chidori ese día, aunque había sido un palpitar molesto e incómodo en lugar de doloroso, pero ahora lo estaba haciendo morder su mejilla con dureza, había aprendido que comenzaba a doler cuando tenía poco chakra o estaba muy débil, y en estos momentos no estaba ni lo uno ni lo otro, por lo que solo le quedaba creer que se debía a que Orochimaru estaba cerca.
— Esto no puede ser real ¿En serio eso es solo fuerza física? Si me atrapa estoy perdido —Pensó Sasuke para sí mismo, sí eso hacía a árboles de un solo golpe ¿Qué le haría a él sí uno de esos le daba directamente?
— ¡Sasuke Uchiha! ¿¡Realmente te doy tanto miedo?! —Rugió Gaara mientras se giraba a ver de un lado al otro buscándolo, un depredador que intentaba hallar a su presa para devorarla— ¡¿En serio tu odio y tu voluntad se desmoronan tan fácilmente?! ¡¿En serio eres tan débil y patético?! —Bramó con una sonrisa salvaje y depredadora— ¡Sal y demuéstrame que estoy equivocado! ¡Ataca! —Exigió sin saber lo que esas palabras hacían en Sasuke.
— No hables de lo que no entiendes —Fue el hilo de pensamientos que comenzó mientras Sasuke se levantaba de su escondite, incluso sí seguía siendo invisible a Gaara gracias al árbol que lo cubría— Cuando él me dejó vivo para ahogar la culpa de matar a todo el clan me eligió para ser yo el que lo matara, para ser el vengador del clan —La imagen de Itachi aquella noche apareció en la mente de Sasuke mientras hacía los sellos de manos para el único jutsu en su arsenal que podía herir a Gaara— Cuando él me humillo para hacerme ver que la diferencia entre nosotros se reducía por mi falta de compromiso me eligió como su rival —La imagen de Naruto aquella noche apareció en su mente mientras el chidori se formaba en su mano, el sonar de las aves característico de ese jutsu junto a la luz azul de la electricidad advertían a Gaara de la ubicación de su oponente.
— Parece que va a comenzar la diversión —Gaara jadeó emocionado mientras giraba a ver a su adversario que había dejado de esconderse.
— Acabaré esto con un solo golpe —Pensó Sasuke mientras su mirada, roja por el sharingan que ahora se mostraba en sus ojos, chocaba contra la de Gaara.
Ninguno de los dos dijo palabra alguna, no eran necesarias en estos momentos, se lanzaron en perfecta sincronía uno contra el otro, el brazo de arena contra el chidori, los ojos de Temari miraban con horror el choque, el sonido de la arena rasgándose como la carne cruzó el aire mientras la garra de arena de veía destrozada en dos, separándose todo el camino hasta el hombro, donde Temari sabía la conexión, y por ende la defensa, era más débil. No hubo sangre, pero eso no significaba que no estuviera lastimando a Gaara.
Sí esa transformación fuese solo una forma diferente de la armadura de arena que su hermano casi siempre usaba no habría dolor alguno, sería solo materia insensible movida por el chakra de su hermano, pero era la transformación del Shukaku, un proceso en el que el demonio del desierto usaba su chakra y su arena, el equivalente de ese demonio con la carne, se fusionaban parcialmente, creando una especie de nervios selectivos, lo que le permitía moverlo como una parte más de su cuerpo sin apenas preocupación, y debido a esa capacidad de "selección" era que sí se preparaba para recibir un impacto o un daño podía ignorarlo o prepararse, como había sido el caso de los kunai que luego regresó, por lo que el grito de dolor de Gaara fue sorprendente y aterrador. Ambos terminaron en lados opuestos a donde empezaron: Sasuke parado de espaldas a Gaara, su brazo flexionado por el golpe del chidori, Gaara al otro lado, tumbado en el tronco mientras soltaba alaridos de dolor. Temari pensó, por un instante que todo se había acabado, que su hermano había sido vencido y correría con el milagro de no ver al Shukaku otra vez (Una parte de ella siempre se preguntaba sí cuando la arena se disipase volvería a ver a su hermano o solo quedaría el tanuki de arena) y ese corto instante se acabó en cuanto la risa empezó, la risa loca de su hermano menor.
— ¡Estoy tan emocionado! —Logró pronunciar Gaara entre esas risas dementes que enviaban escalofríos por la espalda de los que lo escuchaban— ¡La oportunidad de enfrentarme a un enemigo capaz de hacerme tanto daño hace mi sangre fluir! —Bramó mientras la garra de arena se reformaba, levantándose para ver al Uchiha con una mirada hambrienta— ¡Cuando acabe contigo realmente me sentiré vivo! —Y tras esas palabras la arena comenzó a moverse una vez más, conectándose con la garra y el rostro monstruoso del pelirrojo empezó a formarse una cola espinosa en la base de la columna.
— ¿No sé cansa de sacar cosas de su cuerpo? —Un ligero temblor recorrió la columna del Uchiha mientras veía al chico estirarse como una especie de resortera, con la cola y la garra sosteniéndose del tronco en el que estaba antes de lanzarse a él. Sasuke saltó para sostenerse del tronco sobre él, colgando de cabeza, porque con la velocidad a la que se había lanzado sí no lo hubiese hecho habría sido aplastado— Ahora es más veloz, sí no fuera por el sharingan... —No se atrevió a completar el pensamiento.
Como no podía ser de otra forma se giró para verlo con una mirada maniática en los ojos, no había árboles lo suficientemente cercanos como para que pudiera saltar a ellos, no con la velocidad de Gaara, y precisamente por eso es que tampoco podía correr por la rama buscando otro árbol al que saltar, el tiempo se volvió incluso más escaso cuando el pelirrojo se lanzó de regreso al ataque, garra en ristre preparado para golpearlo.
— ¡Sasuke Uchiha! —Bramó el pelirrojo. Sí el mencionado estuviera en una mejor situación se preguntaría por qué el chico repetía tanto su nombre, en lugar de eso Sasuke preparó las posiciones de mano para su siguiente jutsu.
— Estilo de fuego; ¡Bolo Breath! —Uso su propio jutsu de fuego, el más potente en su repertorio, seguía sin estar ni cerca del poder del chidori, pero era lo mejor que tenía, disparando un chorro de fuego concentrado de color amarillo.
El jutsu era fuerte, pero sencillo, al concentrar la expansión del fuego podía aumentar la potencia del fuego lo suficiente para dañar rocas, él área de daño era reducida y no podía mantenerlo por demasiado tiempo, pero eso era algo que podría aumentar con el tiempo, el fuego amarillo pálido casi blanco era una demostración del calor que emitía este jutsu, uno del que estaba bastante orgulloso. Cuando el fuego se acercó al pelirrojo este se envolvió en su arena, una mezcla de su garra y cola en una especie de esfera o escudo. En lugar de que la arena fuera atravesada por su chorro de fuego como había imaginado esta se removió por el impacto enrojeciendo la arena antes de convertirla en una especie de líquido blanco lechoso, pero no lo detuvo, se preparó para recibir el golpe que no solo lo mando contra un árbol, sino que lo rompió y lo lanzó contra otro, atravesó dos árboles antes golpear un tercero en el que dejo un cráter. Gaara tiró la arena derretida a un lado dejando su garra como sí nada.
— ¿Es eso todo lo que tienes? —Preguntó Gaara extrañamente tranquilo, o más tranquilo de lo que había estado desde que se convirtió en este monstruo, mirándolo con expresión divertida.
— Mierda —Gruñó Sasuke mientras llevaba su mano a la marca de maldición, apretó los dientes por el dolor antes de levantarse— Mi mejor jutsu de fuego no pudo atravesarlo, es el chidori o nada —Se lamentó mientras comenzaba a hacer posiciones de manos para crear el chidori.
Tras su entrenamiento, siendo parte de este con la intención de aumentar sus reservas de chakra, podía realizar costosamente tres chidoris antes de caer desmayado, justo después de hacer el tercero, pero todo esto estaba sujeto a que no hubiera gastado más chakra antes, entre usar el sharingan, los jutsus, en general todo lo que había hecho en el día, tendría suerte sí podía crear el tercero, pero no tenía más opciones.
— ¡Acabemos con esto! —Rugieron los dos al mismo tiempo mientras se lanzaban contra el otro, una escena que se había repetido demasiadas veces para gusto de Sasuke, la electricidad en la palma del Uchiha estaba titilando, variando su potencia por la falta de chakra y el cansancio.
Sasuke sabía que, independientemente de todo lo demás este sería su último golpe, por lo que decidió atacar con más astucia que las veces anteriores, apuntó al hombro, donde la formación de arena era más débil, sí lograba lo que tenía en mente le arrancaría el brazo, lo que no evitaría que Sasuke cayera por el cansancio, pero esperaba que el dolor fuera suficiente para darle tiempo para recuperarse, o para que el equipo de la aldea lo alcanzara. El choque duró unos segundos nada más, habían vuelto a intercambiar posiciones en el escenario, el cuerpo de Sasuke manchado por la marca de maldición, siendo la razón por la que pudo estabilizar el chidori de último momento, pero su ataque había sido infructuoso, el brazo de arena cayó, pero el de carne y hueso estaba intacto. El Uchiha cayó sobre el tronco, aun consciente pero paralizado por el esfuerzo, sin poder despegar su vista del pelirrojo que había comenzado a formar una segunda garra de arena en el lado opuesto cuando la del lado derecho cayó y se disolvió en arena.
— De... demonios... —El de cabellos cuervo no pudo evitar gruñir mientras veía a su oponente girarse para verlo con una expresión de aburrimiento.
— Así que eso era todo... —Murmuró Gaara con su expresión psicótica calmándose hasta ser apática en el mejor de los casos— Realmente me había emocionado, fuiste capaz de herirme, pero supongo que es mi culpa... —El chico se lamentó con expresión de aburrimiento mientras usaba su brazo que no era de arena para rascarse la nuca humana— Por hacerme ilusiones con alguien solo por herirme una vez... Al final solo eres otro patético debilucho —Anunció con pesar mientras llevaba su mano a su costado una vez más, esas palabras logrando provocar una mezcla de furia y dolor en el Uchiha— Supongo que simplemente acabaré con tu sufrimiento —Las palabras sonaban extrañamente amables y compasivas viniendo de este monstruo— Pero no será rápido ni indoloro, por hacerme perder mi tiempo así me aseguraré de que sufras cada segundo... romperé tus huesos uno por uno antes de volverlos polvo, los desgarraré después, será una muerte lenta y dolorosa, vas a rogar la muerte mucho antes de tenerla —Explicó con un tono apático bastante sorprendente viniendo de él.
La arena que había conformado la garra derecha volvió a endurecerse mientras conectaba las dos ramas con un puente de arena sorprendentemente sólido y firme pese al material que lo construía, el pelirrojo comenzó a caminar por el puente sin preocupación alguna, pasos lentos y planificados, claramente con la intención de infundirle temor, esperando deliberadamente para acabar con una presa que ya no podía oponer resistencia.
— Este es el fin —Gruñó Sasuke mientras veía al pelirrojo a un par de metros de él elevar su garra para aplastarlo, cerró los ojos esperando el final, su corazón llenándose de culpa por no lograrlo, por no poder vengar a su clan, por no poder vengarse. Incluso sí no podía verlo podía escucharlo, la garra bajar lentamente, solo unos segundos y lo aplastaría.
— Adiós, Sasuke Uchiha —Gaara se despidió mientras volvía a levantar la garra para dejarla caer. Entonces ocurrió.
El sonido de algo cortando el aire, el rocío del agua golpeando su mejilla justo antes de que alguien lo cargara y lo alejara del lugar donde estaba, lo cargaron tan suavemente que no pudo evitar pensar que el shinigami había venido por su alma.
— Camino del Agua; Rueda de rocío —Fue la voz que lo sacó de su estupor, una parte de él había esperado que fuera una voz completamente nueva, pero la reconoció. Sin poder evitarlo abrió los ojos para ver.
Allí, parado en el tronco en el que Sasuke había estado tumbado se encontraba Naruto sosteniendo una espada de color negro de la que corría agua que al tocar la base de la espada aparecía el kanji de agua en un azul brillante, en su cintura una pequeña calabaza por cantimplora, una suave sonrisa en sus labios, y quien cargaba a Sasuke no era otra que Samui quien se había posado sobre una frondosa rama al otro lado de donde Temari se encontraba.
— Justo a tiempo —Los dos rubios anunciaron con sonrisas temblorosas intentando encubrir los nervios que ambos tenían.
— Uzumaki Naruto —Susurró el pelirrojo mientras volvía a la rama en la que había estado parado antes de un saltó— También estaba interesado en enfrentarme a ti —Admitió mientras centraba su mirada en el rinnegan, suave lila contra aguamarina— Madre quería que me mantuviera alejado de ti, tus ojos lo ponen nervioso —Gaara mencionó, aparentemente sin importarle haber cambiado el género del Shukaku en mitad de su frase— Pero yo puedo verlo, sonrisas tensas y falsas mientras tus ojos son como los míos, alguien que conoce la soledad... que está desesperado por demostrar su existencia... que nadie pueda negar que existes... gritándole al mundo "Estoy aquí". Igual que yo, me preguntó sí tú también serás una decepción como tu amigo —Enumeró sin parpadear, lo que le sumaba puntos para provocar nervios, eso y que parecía ser indiferente a la incomodidad que provocaba recibir una mirada fija del rinnegan.
— Vaya me has observado muy bien, no sabía que levantaba ese tipo de sentimientos en los chicos, pero lo siento, no eres mi tipo —Se burló Naruto mientras forzaba una sonrisa burlona en sus labios.
Eso había sido tristemente exacto en muchos aspectos, incluso con los amigos que tenía, entre los cuales debía mencionar que Sasuke no se encontraba, nunca había podido perder esa sensación de soledad, nadie que entendiera del todo lo que era estar solo como él lo había estado, no porque no apreciará a sus amigos, pero cuando el día acababa, cuando todos ellos se separaban para volver a sus hogares tenían a alguien esperándolos, él no, por eso se había aferrado tanto a Sasuke en un principio, porque ambos estaban solos. Y el sentimiento de desesperación por probarse a sí mismo no había hecho más que aumentar desde que el rinnegan había aparecido, no solo probar que incluso sí había sido la suerte lo que le había dado esos ojos haría buen uso de ellos, pero del mismo modo no podía evitar preguntarse qué tanto de lo que obtendría y lograría a partir de ese momento era gracias a él o gracias al rinnegan, quería que lo reconocieran por sí mismo, no por el rinnegan ni por el zorro. Debido a que este chico con el que solo había cruzado palabras unas pocas veces lo había leído tan bien se sintió nervioso, desnudo y vulnerable, y como siempre que se sentía nervioso y vulnerable decidió bromear.
— Deja de bromear y pelea —Bramó Gaara antes de lanzarse hacía él.
— Tú lo pediste —Naruto sonrió mientras volvía a sujetar la empuñadura de su espada con las dos manos, al mismo tiempo que afianzaba su agarre sobre su arma el agua comenzó a envolverla dándole un tono azul al negro metal antes de, con una sola mano, levantar la espada para dar una estocada— Camino del agua, estocada de lluvia —Y con ese se hizo el movimiento de estocada.
Sasuke quería reírse, después de todo no podía concebir cómo es que una estocada de una sola espada podría realmente herir a Gaara (A menos que lo tomaras con la guardia baja y ese pelirrojo nunca era atrapado con la guardia baja) mucho menos sin chakra que lo acompañara, pero lo que evitó que se riera fueron dos cosas; La primera era que la situación no era para que se riera, y en segundo, y más importante, en cuanto el movimiento de estocada se hizo fue como sí golpeara una especie de pared de agua tan fina que no podría ni verlo, o quizás nunca estuvo ahí, pero la cuchilla se extendió el filo de un color azul tan brillante y de donde suponía que estaba la pared de agua surgieron, a una velocidad honestamente sorprendente, un gran número de cuchillas del mismo color azul que la primera surgieron apuntando a lugares diferentes al mismo tiempo, y las cuchillas se extendieron disparadas como tentáculos de medusa acuchillaron el cuerpo de arena del chico. Donde las estocadas golpearon los golpes formaban diminutos cráteres, con cada golpe haciendo retroceder apenas un poco al arenoso, y pese a lo impresionante que era el truco no sirvió de nada, Naruto saltó para atrás para evitar el zarpazo que habría golpeado al rubio, la forma de arena de Gaara comenzó a reformarse lentamente.
— ¿Eso era lo mejor que tienes? —Cuestionó el jinchuriki del mapache de la arena, aunque eso no evito que el chico se sobara con cierta incomodidad el cuerpo.
— Eso había destrozado roca solida tras un golpe, que malditamente resistente eres —Se quejó el rubio mientras agarraba la calabaza en su cintura para colocarla en el suelo con la boquilla apuntando a su oponente— Voy a necesitar mucha más agua, y tomármelo más en serio —Sasuke entendía que al cargar una cantimplora le permitía tener más agua para jutsus, pero la cantidad debería ser tan poca que apenas daría para un jutsu.
— ¿Y cómo piensas hacerlo? —Gaara río, pero se calló y cerró la boca del mismo modo que Sasuke cuando vio el agua salir de la cantimplora: Salió un torrente de agua, mucha más agua de la que debería contener esa calabaza.
— Esta cantimplora es parte de mi espada y de mí, convierte mi chakra en agua, por lo que tengo un océano entero en el que ahogarte —El agua se arremolinó en la punta de la katana y se extendía por todo el camino formando una especie de remolino convirtiendo una katana en una especie de lanza de agua— Camino del agua: Espada remolino —Anunció con una sonrisa, una sonrisa que también se formó en los labios de Gaara.
— No me decepciones —Pidió el pelirrojo antes de sonreírle a su oponente, y los dos se lanzaron contra el otro.
Cuando los dos estaban por cruzarse Naruto extendió su sonrisa salvajemente, pero en lugar de golpear o ser golpeado fue tirado hacía arriba de golpe por alguna fuerza sobrenatural. Todos ellos, dígase Temari, Samui, Sasuke y hasta Gaara levantaron la mirada, allí parado en lo alto del tronco y con la mano apuntando al Uzumaki, estaba uno de los clones del rubio, el clon con el poder de la atracción y repulsión.
— Y tú no te confíes ¡Prisión de agua! —Repentinamente toda el agua de la espada cayó mientras se arremolinaba alrededor de Gaara, al mismo tiempo que de la cantimplora escupiera un torrente de agua que se unió para envolver al pelirrojo en una esfera de agua— Samui ¡Tú turno! —Bramó mientras rotaba en el aire, impulsando su movimiento con la prisión de agua.
— ¡Ya estaba cansada de esperar! —Un chirrido le advirtió de lo que estaba ocurriendo a su lado. Samui tenía su propia espada desenvainada que comenzaba a emitir un fuerte brillo azulado con el arma envuelta en electricidad pura— Esgrima de Nube: Relámpago —Con esas palabras corrió para poder clavar su espada eléctrica en la prisión de agua y con eso el pelirrojo recibió una corriente eléctrica lo suficientemente fuerte para hacerle gritar, lo que permitió que el agua entrara en su cuerpo.
— Camino del agua: Corte de cascada —Naruto empuñó la espada con ambas manos, elevando la empuñadura a la altura de su propio cuello mientras más agua salía de la calabaza para envolver su espada, se posicionó y comenzó a lanzar su tajo para decapitar al pelirrojo, Sasuke solo podía suponer que gracias al agua que envolvía la katana permitiría cortar a Gaara dentro de la prisión de agua.
Habría acabado así, Gaara decapitado por Naruto, ahogado por el jutsu de agua o con la electricidad superando lo que el pelirrojo podría soportar, teóricamente hablando estaba acabado, se necesitaría un milagro o intervención divina para salvarlo, o intervención demoniaca sí Sasuke se permitía opinar, y como ninguno de los tres tenía suficiente suerte claramente todo se fue al diablo en ese preciso momento, lo que solo podía explicarse como una explosión de arena ocurrió.
Posteriormente, cuando cualquiera de ellos que no fuera originario de la arena fuera a dar el reporte de lo que había ocurrido, no sabrían cómo explicar que en menos de un minuto Gaara no solo había podido destrozar la prisión de agua, algo que Sasuke sabía no era algo fácil, claramente la arena había aumentado, pero no solo como para terminar de envolver su cuerpo en arena para terminar de tomar esa monstruosa apariencia, sino para formar una montaña, una bestia del tamaño de una montaña literalmente. El tanuki de arena lleno de marcas negras iguales a las que había tenido el pelirrojo antes, del mismo modo compartía los ojos, aunque tenían un tono ligeramente más vivo, y sí cualquiera era honesto, la verdad la criatura era un mapache gordo.
— Al carajo —Ninguno de ellos estaba muy seguro de quién dijo eso, bien podrían haber sido los tres.
— ¿Alguna idea de cómo venceremos al Ichibi? —Cuestionó Samui mientras veía a la criatura comenzar a moverse lentamente, como si estuviera desperezándose.
— Me parece que Gaara está en la cabeza ¿Lo golpeo hasta que deshaga esto? —Cuestionó antes de girarse para ver a los otros, con el camino Deva y su clon con el elemento fuego se giraron para verlo también.
En retrospectiva Naruto tendría que recordar que por una razón tenía clones con los que compartía visión, para no ser tomado por sorpresa y que no debía apartar una de sus miradas a sus oponentes, porque precisamente por eso no pudo evitar una garra de arena que lo golpeó, separándose para formar una especie de capullo de arena que lo encerró contra un tronco y justo después los otros dos clones estaban encerrados en sus propios capullos de arena. Naruto podía sentir como los capullos de arena se apretaban, era lento, tardaría en matarlos, pero lo harían tarde o temprano indudablemente. Ahora tenía que llamar a sus clones porque no podía usar el poder del camino Deva, no solo no podía usarlos en rápida sucesión, sino que no sabía dónde estaban los demás y no quería terminar matándolos por liberar un clon.
— No sé cómo, pero de esta saldremos vivos —Anunció Samui mientras caminaba hasta el capullo donde estaba el original.
Naruto se sentiría algo culpable de sacar a su camino animal de la protección de la aldea para salvar su trasero, pero había unas cuantas cosas que lo tranquilizaban: Primero, tenía suficientes aves invocaciones para seguir contratacando a las serpientes (Mismas que seguían disminuyendo su número), Segundo, gracias a la aparición de un sapo que Naruto no había invocado supo que su padrino se había sumado a la protección, por lo que ya no era el único con ese trabajo, Tercero, y quizás el mejor en opinión de Naruto, es que los números de shinobis de la hoja que habían pasado a la ofensiva era cada vez mayor (Gracias a una de sus aves supo que estaban haciendo una especie de evacuación), incluso estaban los líderes de clanes, por lo que se sintió mucho menos mal de salir volando.
— ¿Qué es eso? —Gruñó Orochimaru mientras su mirada se posaba en el shinigami tras su maestro, no pudo evitar mirar para abajo para ver como algo azulado, su alma, estaba siendo extraído de él— ¡¿Qué intentas viejo decrepito?! —El sannin serpiente raras veces sentía temor, mucho menos después de la muerte de Hanzo la salamandra, pero este era uno de esos raros momentos, mirando al viejo mono quien no podía sino sonreír.
— Como tu mentor es mi deber hacerme responsable por tus errores y el daño que has hecho, lo justo es que te lleve conmigo —Proclamó en un quejido, sabía que el tiempo se le agotaba. La complicación en lo que pensaba eran dos cosas bastante simples; La primera era que al hacer que sus clones usaran el sello de la parca no solo había dividido su chakra en tres, los había hecho con el chakra justo para que hicieran el jutsu, no estaba seguro de tener suficiente chakra para hacer el jutsu completo. El segundo punto era su edad, no era idiota, él sabía que no viviría otra década, su cuerpo estaba cansado y tras la lucha aún más, no importaba sí tenía suficiente chakra para hacer el jutsu completo, sí su cuerpo no podía aguantar la presión solo lograría cierta parte— ¡Acabar contigo es lo menos que puedo hacer por las próximas generaciones de esta aldea! —Bramó.
— ¡¿Próximas generaciones?! ¡Solo mira la aldea, anciano! ¡Va a ser destruida! ¡Esta aldea llegó a su fin! —Proclamó agitado mientras el miedo le nublaba la mente, no era algo que viviera a menudo, pero el repentino shock de saber que moriría cuando todo había estado a su favor lo estaba desesperando.
— Nunca entendiste la voluntad del fuego, Orochimaru —Murmuró el hombre mayor como quien regaña a un niño, sí el sannin no estuviera tan desesperado probablemente se sentiría insultado— Cada una de las ramas que conforman esta aldea seguirán creciendo, no importa sí el tronco que soy se calcina, alguna crecerá para tomar mi lugar y protegerá y guiará a la aldea en mi lugar —Sin poder evitarlo, la imagen de Naruto revolviendo los cabellos de Konohamaru como lo haría un hermano mayor apareció en la mente del Sarutobi— Mientras haya un shinobi que luche por proteger este lugar al que llama hogar la voluntad del fuego no morirá y el árbol que es la aldea de Konoha volverá a crecer —Proclamó con renovado ímpetu, tirando más de la conexión que había creado el shinigami entre él y su alumno.
— ¡Date prisa y muere! —Orochimaru no solo había usado esta conversación para intentar destrozar el ánimo del anciano, lo había hecho para tranquilizarse lo suficiente para pensar (Una habilidad que muchos shinobis aprendían a hacer incluso inconscientemente) y con esas palabras, y con algunos movimientos de los músculos de su garganta, logró sacar la espada kusanagi, solo necesitaba apuntar lo suficientemente bien antes de dejar que su espada saliera de su boca.
— ¡Cuidado, Hiruzen! —La voz de Enma sorprendió y desconcertó a Orochimaru, lo que permitió que desviará a Kusanagi al golpearla en su forma de bastón, por lo que, en lugar de apuñalar el corazón del anciano, y matarlo al instante para terminar todo este tormento, terminó apuñalando al hombre en un costado del estómago, sería debilitante y quizás asegurara que no pudiera terminar el jutsu, pero no le gustaba, ahora no podía mover el arma y solo le quedaba apostar a cómo terminaría esto.
El primero de los clones en morir fue el camino Deva, Naruto supo el instante en que desapareció, no solo por perder su mirada, tampoco fue por sentir repentinamente devuelta en sí el poder del camino Deva (Había alucinado con eso durante todos los días de entrenamiento en que el clon estuvo construido), fue el incremento de chakra. ¿Había gastado chakra? Sí, mucho, el camino del agua de su espada gastaba chakra a raudales al convertirlo en agua, pero el camino Deva estaba casi totalmente descansado y tenía todo su chakra, lo que fue como un puñetazo de adrenalina y energía. Ese era otro de los riesgos de los clones del Samsara, eliminar a uno era muy positivo cuando el original apenas tenía chakra, lo haría sentirse renovado, pero sí tenía más chakra era un puñetazo energético que era más doloroso que placentero, por mucho que hubiera multiplicado sus reservas de chakra por siete gracias a los clones su cuerpo estaba preparado solo para una séptima parte de todo ese chakra, aunque no lo había puesto en práctica estaba casi seguro de que si eliminaban a los seis al mismo tiempo antes de que gastara el exceso de chakra terminaría muerto porque sus conductos de chakra explotarían. Por lo que este subidón de energía era la advertencia de que tenía que pensar rápido, lo que no era fácil por esa extraña picazón en su cerebro que llevaba sintiendo todo el día.
Lo que no ayudaba en esto era que podía sentir el clon que quedaba cerca, el que contenía el elemento fuego, estaba desestabilizándose, algo que había ocurrido muy a menudo en los entrenamientos cuando había logrado crear los clones, ocurría con todos los clones, quizás estaba siendo ocasionado por sus nervios, se mordió el interior de la mejilla sabiendo lo que ocurriría pronto. Cuando un fuerte y poderoso dolor agudo recorrió todo su cuerpo, al punto de que quería llorar por el dolor, supo que el clon se disipó y con eso esa picazón en el cerebro solo aumentó más hasta volverse enloquecedor. Sintió la presión contra su pecho, la respiración dificultarse, y el sabor de la arena llenar su boca, y que la cabeza se le iba a partir por el dolor en el que se había convertido la picazón en el cerebro, sintió más y más chakra entrar a su cuerpo, creía que estaba alucinando por estarse asfixiando, pero cuando la arena cayó dejándolo libre supo que no había alucinado la arena había perdido todo el chakra que la mantenía en su lugar, ¿Lo malo? La espada de Samui apuñaló el tronco justo al lado de su cabeza en ese momento. Y aunque no podía verlo podía sentir la sangre brotar de sus ojos como lágrimas, sus cálculos parecían estar mal porque se sentía morir con el chakra extra que tenía en su sistema, tenía que gastarlo ahora.
— ¡Oye, mapache apestoso! —Cuando el Shukaku giró para arriba, de donde venía la voz, fue recibido por un perro gigante del mismo tamaño que el demonio de la arena, elevó los brazos para cubrirse y empujar el enorme perro a un lado— ¡Jutsu de invocación! —Una palmada contra el ave sobre la que estaba montando el camino animal hizo aparecer a los cuatro que quedaban, entre ellos el original.
— ¿Por qué no pensé en eso? —Se quejó el original mientras se levantaba en una de las alas del ave, ahora no quería usar el poder del camino Deva por el poder destructivo que podría tener por el exceso de chakra. Al menos el dolor de cabeza se fue.
— ¡El abuelo Hokage! —Llamó el que contenía el camino Naraka sin poder evitar recordar lo último que había visto, el anciano cerrando los ojos mientras Orochimaru gritaba por sus brazos.
— Lo sé, también lo vimos —Chistó el clon que contenía el elemento tierra intentando contener la tensión. Este era otro detalle que le había gustado a Naruto, seguían siendo clones con los que podía tener una conversación real pese a las cualidades que compartían.
— ¡Desaparece, farsante! —La chillona y aguda voz del Shukaku los llamó mientras los miraba a los ojos, sus ojos llenos de furia salvaje— ¡Ni siquiera comprendes el poder de esos ojos! —Rugió.
Bien, eso era una mentira, Shukaku lo sabía, el chico pese a no usar todo el poder del rinnegan parecía usar los que tenía bastante bien, hasta ahora había deducido que tenía, y usaba, el camino Deva, el Naraka, el Chikushodo y sí debía apostar lo que había ocurrido ahora era el camino Preta, pero durante ese mes había llegado a una conclusión, que el chico tuviera los ojos de padre lo había enfadado, lo molestaba, sí, lo había sorprendido hasta ahora y lo había puesto nervioso, inseguro de eliminarlo, pero no había forma de que el mocoso avanzará lo suficiente con ellos sin ayuda de su hermano, sin contar que lo más probable era que hubieran aparecido por el Kyubi (Si lo pensará más en frío, o no estuviera cegado porque el chico era el jinchuriki del zorro se daría cuenta que eso era imposible) lo que lo molesto aún más, pero quería matarlo sin ver esos ojos.
— Naraka, Rayo, Tierra, láncense contra él, de ser necesario desaparezcan como una explosión —Esa era otra forma de deshacer el clon, que el chakra sobrante se volviera en una explosión de chakra, pero la explosión sería muchas cosas menos algo pequeño— Animal sigue haciendo invocaciones, mientras tanto yo atacaré con agua —Proclamó el original mientras colocaba su cantimplora en su cintura.
Todos los clones asintieron antes de pasar a la ofensiva, los tres clones saltaron del ave, que tras las órdenes había bajado lo suficiente para que la caída no fuera una muerte segura, pero Naruto no podía concentrarse en eso en estos momentos, no era solo el dolor de todo su cuerpo, sino que tenía que concentrarse en lo que venía, posiciones de mano cambiaban a rápida velocidad, era cierto que la cantimplora del camino del agua servía para imbuir la katana de agua para sus ataques, pero también era una fuente continua para jutsus de agua, aguantando el gemido de dolor que tenía atorado en su garganta levantó la mano.
— Eso nos va a tumbar... —Murmuró el camino Animal con una mueca.
— Cállate. Jutsu de agua: ¡Infinitos dragones de agua! —Con esas palabras de su cantimplora brotó agua de forma torrencial, decenas de dragones de agua, aunque para este punto sería más correcto llamarlo una hidra de agua, y seguían brotando cabezas que se lanzaban contra el Shukaku, aunque, como dijo el camino animal, el impulso del jutsu de agua desestabilizó al ave.
— ¡No te creas tanto! —Rugió el Shukaku mientras bloqueaba la mordida del perro gigante con su brazo antes de atravesar la invocación con decenas de picos de arena que perforaron al can, intentando aplastar a los clones que estaban caminando por su cuerpo moviendo la arena de la que estaba conformado su cuerpo, al mismo tiempo que tenía que extender su brazo para intentar conformar un escudo de arena para bloquear los dragones de agua.
Naruto no podía sonreír por mucho que el perder cantidades masivas de chakra en forma de dragones que colisionaban contra el mapache abriendo agujeros en la arena y destrozándola, no era fácil apuntar en un ave que de milagro no se había derrumbado y caído en picada, mientras tanto el camino animal daba una palmada para hacer aparecer otro perro gigante.
— ¡Sería un buen momento para explotar! —Bramó el camino animal mientras saltaba para subirse al perro, preparándose para el ataque. Ante sus palabras los tres clones sonrieron antes de explotar.
Ese había sido el plan, claro, el problema del que se dio cuenta Naruto era que la explosión era suficientemente potente para lanzar brutalmente al ave en la que estaba montado antes de que la invocación desapareciera dejando al rubio caer en caída libre, el Shukaku soltó un grito desgarrador cuando sus brazos se separaron de su cuerpo por la explosión, el perro gigante se lanzó sobre el tanuki para presionarlo contra el suelo, buscando obtener tiempo antes de que los brazos se reformaran, pero la bestia de una cola no perdió el tiempo, comenzando a enredar a la invocación con arena.
— ¡Zorro, sí tienes un modo para que salgamos vivos de esta es el momento de mostrarlo! —Chilló el rubio Uzumaki mientras caía hacía su muerte, no lo sabía, pero el kyubi rodó los ojos antes de soltar un resoplido.
— Recuerda Kurama, sí no lo salvas tú también mueres —Se dijo a si mismo el biju antes de infundir su chakra por el cuerpo de su recipiente, el sello se había vuelto un poco más frágil con cada camino que aparecía.
El sello estaba hecho para que Naruto pudiera aprovechar el chakra del biju, pero gracias a la conexión entre el zorro y el rinnegan, sin contar el trauma que se volvió necesario para su aparición gracias al genjutsu de Fugaku, había creado una puerta, una puerta que le permitía cierto poder para activar los caminos, no podía hacerlo plenamente en contra del Uzumaki gracias al sello, incluso cuando uso el camino Deva y Naraka había sido gracias a que previamente había influido en el chico con su ira, un sello complejo y muy bien hecho dirían todos los que supieran del tema, y por ello el zorro lo odiaba.
Esto significaba que en lugar de matarse tras impactar contra el arenoso cuerpo del Shukaku, fue reduciendo lentamente su caída gracias al poder del camino Deva sobre el poder de repulsión, esto tampoco significa que tuviera un suave aterrizaje, en su lugar su cuerpo cayó sobre el de Gaara a suficiente velocidad para separarlo del cuerpo tumbado del Shukaku, no solo despertándolo, aunque esto solo lo sabía Temari, y deshaciendo al demonio de la arena para que volviera al lugar donde residía, ambos cayeron en la tierra a alta velocidad, raspando sus cuerpos como sí hubieran sido arrastrados por el suelo (Qué no era tan diferente a lo que les pasó), ambos quedaron viéndose uno al otro.
— No te conozco —Jadeó Naruto, con la caída había llegado a su límite físico, no podía moverse, sí Gaara aun tuviera chakra o pudiera moverse era su fin— Pero tenías razón, sé lo que es estar solo, soy como tú —Cerró los ojos por un momento preparándose para lo que iba a decir— Soy el jinchuriki del kyubi, he estado solo casi toda mi vida —Admitió logrando que el pelirrojo abriera los ojos en reconocimiento, centrando su mirada en el rubio.
— ¿Cómo...? —El tono cansado y dolorido de Gaara delataba que él también estaba en su límite, el combate había acabado, la pregunta no se terminó, pero Naruto no necesitaba más palabras para entender.
— No todos nos van a odiar siempre... no importa sí encontramos a mil personas que nos odien sí encontramos, aunque sea, una que nos acepte —Naruto no pudo contener las lágrimas y comenzaron a fluir libremente— Yo tuve suerte y encontré personas que me ayudaron, y, quiero ser esa ayuda para ti, no quiero que nadie sienta esta soledad —Ofreció mientras formaba una sonrisa triste y temblorosa— Además, es bueno tener a un amigo que entiende esta carga ¿No? —Intentó reír como hacía cuando se sentía triste, una risa falsa que delataba que tan roto estaba.
— ¿Por qué? —Gaara lo miraba desconcertado, para cualquiera que no pudiera leer lo que sentía como Naruto podía parecería indiferente, pero él podía verlo, el anhelo, la necesidad de afecto y reconocimiento que él mismo había buscado de niño.
— A veces, solo es cuestión de dejar a las personas entrar, es un acto de fe —No respondió a la pregunta, Naruto lo sabía, pero también sabía qué palabras necesitaba escuchar el otro.
— ¡Gaara! —El grito desesperado de Temari resonó cerca, lo suficientemente cerca para que solo tuvieran que girar su mirada para verla. La rubia del desierto corría desesperadamente para acercarse a ellos, ojos llorosos, pero una sonrisa aliviada en el rostro— ¡Gaara! —Lloró cuando pudo llegar al lado de su hermano para levantarlo y abrazarlo, antes de abrir los ojos para separarse— Perdón, lo siento, sé que no te gusta que me acerque tanto, p-pero necesito sacarte de aquí —Se disculpó temblorosa mientras se limpiaba las lágrimas.
— ¡Gaara, Temari! —Otra voz sonó, Kankuro tardó bastante poco en estar al lado de sus hermanos— ¡Estaba tan preocupado con esas explosiones! V-vamos Gaara, vámonos ¿Sí? —Preguntó mientras ayudaba a su hermano a levantarse, cargando, junto con Temari, al pelirrojo, en algo que, visto desde fuera, se veía sospechosamente como un abrazo.
Gaara no miraba a sus hermanos, tenía una expresión desconcertada en su rostro por ser abrazado, el calor humano proveniente de sus hermanos, mirando al par como sí los viese por primera vez, esa había sido la primera vez que era herido de esa manera y la primera vez que era derrotado, la preocupación de sus hermanos por él era muy superior al miedo que podía provocarles su hermano.
— ¿Ves? Solo déjalos entrar —Naruto no habló, pero movió los labios formando las palabras, sonriendo al pelirrojo.
— Naruto Uzumaki —Llamó el jinchuriki del Ichibi ganando la atención de sus hermanos, una mezcla de preocupación y nervios— Cuando nos recuperemos, me encantaría que visitaras Suna, amigo —Ofreció mientras le dedicaba una suave sonrisa al rubio, quien sonrió enormemente al escuchar al chico, ambos ignorantes de las expresiones desconcertadas de los hermanos.
— En cuanto tenga una oportunidad y esté recuperado voy a ir, no lo dudes, amigo —Naruto no pudo evitar reír.
— Estoy muy cansado... ¿Podemos volver a casa..., hermanos? —Preguntó tentativamente el pelirrojo mientras recargaba su cabeza sobre el hombro de su hermano comenzando a dormitar.
— Descansa hermanito, tenemos un largo viaje por delante —Kankuro no pudo evitar revolverle los cabellos a su hermanito mientras comenzaba su retirada de Konoha y posteriormente del país del fuego. Ambos hermanos sonreían aliviados ante el cambio de actitud de su hermano.
— Parece que ya todo acabó —Murmuró Naruto mientras cerraba los ojos, tan cansado que estaba por caer inconsciente, solo pudo escuchar la voz de una chica antes de perder la consciencia.
— Tiene razón, Uzumaki-sama —Yugao afirmó mientras estaba ataviada con su uniforme de Anbu, haciendo una seña a sus compañeros estos recogieron a los otros chicos cerca para llevarlos al hospital de Konoha.
Con la muerte del Tercer Hokage tras lograr sellar los brazos de Orochimaru, y el final de la batalla entre los dos jinchuriki, la invasión a Konoha había terminado.
Siento que quizás apuré un poco esto, quizás habría agregado la escena final del Hokage, pero la verdad es que ya quería acabar este capítulo, llevo luchando para escribir las peleas casi toda la semana, porque los momentos de sexo y las peleas son las dos cosas que más me cuestan escribir satisfactoriamente para mí porque son las partes que siento que menos domino, sigue al menos un capítulo de descanso y desarrollo antes de pasar a la siguiente parte, la búsqueda de Tsunade.
Ya le di un nombre a la espada de Naruto, y sé me han ocurrido un par de formas para cuando sean usados por los caminos del rinnegan, pero hasta no estar seguro de sí podré crear las seis formas seguirán en el tintero, sí alguien quiere conocerlas, o dar ideas para ellas, siempre son bien recibidas, en general disfruto mucho cuando comentan.
