Notas: A sugerencia de un Guest, agregué las fechas. Como verán ocurre prácticamente todo en agosto 1812. Los capítulos son 'cortos' porque son pedazos de capítulos largos. Cuando edite la historia los voy a unir y quizás cambie el orden de alguno de ellos. Los que están acostumbrados a leer mis historias, saben que prefiero postear con frecuencia a esperar una o dos semanas a tener un capítulo largo.
La historia ya está armada, y ocurren muchas cosas en paralelo que terminan formando un escenario muy complejo. El próximo capítulo es sobre Lizzy y Darcy.
27 - 28 de agosto 1812
"Sra. Gardiner, ¿cómo está la Srta. Bennet?" Darcy preguntó muy preocupado.
"Afortunadamente, está relativamente bien. Pero está muy dolorida por los golpes y un poco mareada." Con una sonrisa, la Sra. Gardiner agregó, "Estoy convencida que va a recuperarse por completo en unos pocos días."
Darcy respiró hondo aliviado. Los últimos días habían sido muy difíciles para él y le estaba costando muchísimo contener sus emociones. Cuando comprobó que Elizabeth era una de las personas accidentadas, su corazón dio un vuelco. Su hermoso rostro estaba ensangrentado, tenía los ojos cerrados y estaba tan inmóvil que parecía que estaba muerta. A pesar que Elizabeth había rechazado tajantemente su propuesta de matrimonio, y se había propuesto olvidarla por completo, al verla así, se dio cuenta que aún la amaba. Al comprobar la gravedad de la situación, invitó a los Gardiner y a Elizabeth a que se hospedaran en Pemberley. Lo cierto es que, habría socorrido de la misma forma a cualquier persona en la misma situación que estaban los Gardiner. Enseguida mandó llamar al único doctor de Lambton, el Sr. Tilk. El veterano doctor examinó por completo a Elizabeth, y con tristeza, dijo que no había nada que pudiera hacer por ella. Había tenido un fuerte golpe en la cabeza, y había que esperar a que despertara - si es que despertaba.
Con una leve sonrisa, Darcy respondió, "Me alegro mucho que este recuperándose. Hace una hora, uno de mis sirvientes salió a Lambton con una nota para Sr. Tilk. Le solicité que venga lo antes posible a examinar a la Srta. Bennet."
"Gracias por todo lo que ha hecho por nosotros, Sr. Darcy. Estamos en deuda con usted."
"No tiene que agradecerme; hice lo que cualquier otra persona habría hecho en mi lugar…"
Una hora más tarde, el Sr. Tilk después de examinar por cometo a Elizabeth, declaró que estaba fuera de peligro. Pero le aconsejo que hiciera reposo por al menos dos o tres días, ya que, por el fuerte golpe en la cabeza, podía tener mareos.
PPP
A la mañana siguiente, Elizabeth se sentía mucho mejor. Se levantó, se miró al espejo, y comprobó que tenía mejor semblante que el día anterior. Se cepilló el cabello y se recostó por un par de horas más.
Sobre media mañana, la misma joven sirvienta del día anterior – Molly – entró a su habitación con una bandeja con un suculento desayuno, seguida de la Sra. Gardiner, y de una joven alta y rubia, que Elizabeth nunca había visto.
Después que Molly se retiró, la Sra. Gardiner le presentó a la jovencita, que era Georgiana Darcy. Después de unos pocos minutos de conversación, Elizabeth se dio cuenta que Georgiana Darcy era una jovencita muy tímida, que contestaba con monosílabos y se sonrojaba con frecuencia.
Recordó que la Srta. Bingley, Lady Catherine y el Sr. Darcy habían comentado que Georgiana adoraba la música y era una gran pianista. Elizabeth comenzó a hablar sobre música, y el rostro de la joven se iluminó. La Sra. Gardiner - también sabía tocar muy bien el piano - hizo algunos comentarios sobre sus piezas y compositores favoritos.
Poco a poco, Georgiana se fue animando a intervenir cada vez más en la conversación. En un momento comentó, "Me gustaría muchísimo escucharla tocar; mi hermano dijo que usted es una muy buena pianista."
Elizabeth se sorprendió por el comentario y con franqueza respondió, "Sin duda, su hermano exageró mi talento. Me gusta tocar el piano, pero no toco muy bien."
"Es raro, mi hermano raramente exagera." Georgiana se sonrojó y suavemente agregó, "me gustaría escucharla tocar."
"Con mucho gusto Srta. Darcy; espero no desilusionarla." Elizabeth sonrió, "Si desea podríamos tocar un dueto."
El rostro de Georgiana se iluminó, y siguieron conversando animadamente. La Sra. Gardiner se retiró en mitad de la conversación para ir a ver a su esposo, y a escribir una carta a Longbourn para avisarles que Elizabeth estaba recuperandose.
Una hora más tarde, Molly vino a buscar la bandeja con los restos del desayuno, y Georgiana se retiró, pero prometió regresar cuando terminara sus lecciones. Elizabeth – a sugerencia del doctor - iba a quedarse ese día en la habitación en reposo, pero al día siguiente iba a levantarse.
