Cambio de cuerpos Parte 5
—Bien, si yo soy Eda,y Eda es yo, ¿dónde estaría? —se preguntó Luz/Eda mientras corría.
—¡Atrapenla! —gritó Lilith, señalándola desde el agujero del distrito policial.
—¡Lucinda!
Luz/Eda terminó cerca del café de gatitos donde escuchó unos gritos y golpes. Se dio la vuelta y vio a cierto cuarteto golpeando el cristal.
—¡Trae mi maldito cuerpo para aquí! —gritó Eda/Luz, quien ahora (al igual que King/Luis) llevaba una camiseta celeste que decía "voluntario"
—¡Eda! —exclamó Luz/Eda aliviada, para luego correr hacia el local.
—Oh, mira Dottie —le decía la anciana alta a la baja, mientras Luz/Eda dibujaba un círculo de hechizos desde la ventana—. No es secuestro si ellos entran a nuestro negocio. Piénsalo como un buen servicio al cliente.
Ambas mujeres voltearon hacia una lámpara que se convirtió en una réplica exacta de la que Luz/Eda había vendido ese mismo día.
—¿Por qué la lámpara se puso tan innecesariamente extravagante?
Luz/Eda entró al local y, las ancianas dirigieron la mirada hacia ella, justo cuando el cuarteto salía por el agujero de la vidriera de exposición.
—Hola —dijo Eda, simplemente.
—¡Ñaaa, corran, corran! —gritó Queen desde el hombro de King/Luis, mientras todos salían por la puerta.
La anciana delgada jadeó.
—¡Tras ellos!
Dottie soltó un rugido, sosteniendo una red.
—¿En que cosas raras metieron nuestros cuerpos? —preguntó Luz/Eda, mientras salían de un callejon antes de encontrarse con Lilith, Satan y los guardias.
—Allí está —dijo Lilith, apretando los dientes.
El perro de múltiples cabezas, que era sostenido de la correa por uno de los guardias, ladró.
—Me pregunto lo mismo —dijo Eda/Luz.
Los cinco se dieron vuelta, solo para encontrarse con Boscha y su pandilla en sus botas voladoras.
—¡Ay, no! —exclamó King/Luis—. Me olvidé de ellos.
—¿Aprendieron la valiosa lección de experimentar las dificultades de los demás? —les preguntó Eda/Luz.
—¡Sip! —respondieron Luz/Eda, King/Luis y Luis/King al unísono.
—Bien, terminemos con esta pesadilla.
Eda/Luz tomó el bastón mágico de las manos de Luz/Eda.
—¡Queen, apártate!
—Ñaaa, claro —dijo la "reina de los demonios", bajándose de un salto del hombro de King/Luis.
—¡Cambio de cuerpos!
Eda/Luz hizo girar el bastón en el aire y un resplandor amarillo los envolvió, regresándolos a la normalidad. Sin embargo, aún permanecieron con ciertos atuendos en sus respectivos cuerpos.
—Yiak! —exclamó Luis asqueado, arrancándose el traje de abeja entre las risas simuladas de su hermana melliza, quién se sacaba los guantes de cocina.
—¡Mi cuerpo!
King miró la camiseta que llevaba puesta, y Queen corrió hacia él para abrazarlo.
—¡Ñaa! ¡Mi pequeño y dulce rey!
King la apartó, empujándola gentilmente.
—Todavía sigo enojado contigo.
—Hermana —gruñó Lilith—. Una y otra vez te he ofrecido mi ayuda. Sin embargo, tontamente regresas a tu inútil vida. Estoy cansada de intentarlo, Edalyn. ¡Tus días de prófuga han terminado!
Eda miró a la chica Noceda.
—Gracias, Luz —le dijo con sarcasmo.
Luz bajó la mirada.
—Lo siento.
—No te preocupes, yo me encargo.
Eda hizo girar el bastón sobre su cabeza.
—¡Cambio de cuerpos!
Lanzó el hechizo hacia todos a su alrededor, exceptuando al cuarteto (quienes se agacharon), y Satan, que se transportó mágicamente hacia donde estos estaban.
—¡Eda, hermana malvada! —gritó Lilith desde el cuerpo del perro de múltiples cabezas—.¡Cámbiame de vuelta! ¡Aaah! ¡Guau!
—¿Qué está pasando?
Los guardias que estaban en el cuerpo de las ancianas se miraron.
—¿Quién eres tú?
—Soy el guardia del aquelarre, sabiondo.
—No lo eres, ¡Yo lo soy!
La anciana delgada en el cuerpo de Cristo lo derribó.
—¡Tu sal de mi cuerpo, torpe!
—¡Pelea!
El guardia en el cuerpo de Dottie intentó atacar al sacar una red, pero...
—Oh, mis rodillas.
—¡Ey! ¡Ay!
En el aire, "Medusa" comenzó a jalar de la pierna izquierda de "Boscha".
—¡Esto es tu culpa! ¡Suelta!
Viendo como "Cristo" perseguía a un "guardia" con una silla, el grupo dio un paso atrás y Satan rio a carcajadas.
—¡SERÁN QUINIENTOS AZOTES SI NO DEJAS DE REIRTE EN ESTE MISMO INSTANTE, JOVENCITO! —se oyó la voz de Lilith.
—¿Sabes, tía Eda? —Satan hizo una pausa para mirar a la dama búho—. Con alguien como tú... Nunca hay un momento aburrido.
Eda se ruborizó y pellizcó cariñosamente la mejilla derecha de su sobrino.
—Ahhh, siempre sabes como alargarme, Querubín.
—¿Van a estar bien? —preguntó King desde los brazos de Luz, cuando "Cristo" golpeó al "guardia" con la silla.
Satan le sonrió.
—No te preocupes, "primo" —señaló a su sien con el índice diestro—. Los regresaré a la normalidad en un momento. Me sé el hechizo de memoria.
—Eda, solo quiero decir que... —empezó a decir Luz, mientras otro "guardia" perseguía a "Amity" con una espada, entre las risas de Satan—. Las cosas pueden ser más complicadas de lo que uno piensa. Pero con ustedes todo parece menos confuso.
—Ñaa, qué lindas palabras —dijo Queen.
Eda amplió su sonrisa, y preparó su bastón.
—Ahora nunca más hablaremos de esto.
Todos subieron al bastón, y al tiempo que se alejaban volando del caos, el perro que estaba en el cuerpo de Lilith aulló.
—¡Quieta chica! —le dijo Satan, acariciándole la cabeza.
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En pleno vuelo, Luz se acordó de algo.
—Entonces, ¿quién va a limpiar a Hooty? Está cada vez peor.
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—Chicos —decía Hooty, enrollado y todo cubierto de lodo en el suelo, fuera de la casa búho—, Hoy es mi limpieza mensual... Hoot Hoot... Soy puro moco, espero que eso no los detenga. Tengo muchos lugares dificiles de alcanzar. Necesito que tallen.
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—Tal vez si todos trabajamos juntos podríamos... —comenzó a decir Luz, entusiasmada.
Pero...
—¡No lo haré! —dijeron Eda, King y Queen al unísono.
Luz frunció el ceño.
—Oh, que mal...
Detrás de ella, Luis suspiró y embozó una pequeña sonrisa.
—Yo te ayudaré, Nutria.
Ante aquellas palabras, Luz volteó a mirarlo con una expresión en blanco.
—Bésame.
