Con el viaje a Estados Unidos bien cerca, se necesitaban hacer preparaciones y para los chicos, una parte importante, además del visado que Moriyama se encargó de antemano, era el avisar a sus familias de que viajarían, algunos lo tenían fácil ya que era solo avisar y ya, otros simplemente pasarían un buen tiempo explicando para despejar las preocupaciones que se puedan tener… en el caso de Miku, era algo un poco más complicado.
- (No sé como Mikuo se vaya a tomar esto… sé muy bien que es totalmente protector de mi persona, pero es una oportunidad que no volverá a repetirse.) – Ella estaba pensando fijamente, su hermano era alguien que encontraría la negativa en siquiera viajar y eso podría perjudicarle, así que se encontraba en el modo de lograr convencerlo.
- Ey Miku. – Kaito se acercó en ese momento para sorpresa de la peliverde.
- K-Kaito-kun…
- Pareces tener un problema ¿podrías decirme? – El peliazul era realmente muy amable y a ojos de Miku, brillaba bastante, no podía amarlo más, pero rápidamente despejó esos pensamientos.
- Bueno… quiero hablar con mi familia sobre el viaje, no creo que mis padres tengan algún problema con viajar ya que estaría cumpliendo mis sueños… el asunto es mi hermano Mikuo, él quizás se niegue ya que piensa que no soy lo suficientemente madura como para cuidarme en un país extranjero, en ocasiones odio eso. – Ella hizo un puchero, sacando una pequeña risa al peliazul.
- Aunque es verdad que en ocasiones te comportas como una niña. – Respondió este.
- ¡Eso no es verdad! – Reclamó la peliverde. – Sé que soy lo suficientemente adulta como para cuidarme.
- En cualquier caso ¿es difícil de convencer? – Miku asintió.
- Cuando decide algo, es complicado hacerlo cambiar de opinión, por eso estoy pensando en una forma de conseguirlo.
- … ¿Y si te ayudo? – Sugirió Kaito. – Ya que dice que no podrías cuidarte sola, si al menos tienes un acompañante, podremos ir a hablar con tu hermano y juntos convencerlo de que estarás a salvo, yo te puedo cuidar.
- Kaito-kun… - Miku estaba emocionada, no solo porque Kaito quisiera ir a su casa de ella, sino por ese motivo de que le cuidaría, era prácticamente una promesa de que estarían juntos durante todo el tour, ósea tendría al peliazul para ella sola, no pudo evitar sonrojarse pero mostrarse feliz. – Claro, me gustaría, si puedes convencer al idiota de mi hermano, estaré tranquila.
- Entonces así será, iremos juntos a tu casa a hablar con él, podrá estar tranquilo sabiendo que tendrás apoyo durante el viaje.
- Claro, ya lo espero. – De ese modo se hizo el asunto de ir a casa de Miku pero lo que ambos no saben es que eso empeoraría más las cosas, ya que Mikuo es prácticamente un hermano sobreprotector y que Miku lleve a Kaito a su casa, no era señal de buenas noticias.
Miku y Kaito salieron de los apartamentos en dirección al hogar de la peliverde, envió un mensaje por adelantado de que iría a su casa para que su familia esté ahí, entonces los dos caminaron juntos en ese momento.
- Espero que pueda aceptarlo… - Comentó ella por debajo, entonces sintió la mano del peliazul sobre su hombro.
- Todo saldrá bien, estoy contigo. – La sonrisa de Kaito logró calmar sus ansias, Miku pudo tranquilizarse.
- Es verdad… gracias Kaito-kun.
Un rato caminando juntos, llegaron a la zona residencial donde se encuentra el hogar de la familia Hatsune, justo al llegar, ahí la peliverde dio un respiro hondo, sería una batalla la cual estaba dispuesta a ganar, sea lo que sea, con su sueño en juego, ya entonces tomó la llave y abrió.
- Estoy de regreso. – Ambos entraron quitándose los zapatos, justo en la sala se vio a una mujer mayor de cabello verde igual que ella. – Mamá.
- Miku, bienvenida, recibimos tu mensaje. – Exclamó esta, ya entonces vio a Kaito a su lado. – Oh, que guapo amigo tienes.
- Me llamo Shion Kaito, soy amigo de Miku-san, un gusto conocerla señora Hatsune. – Se presentó el peliazul, sorprendiendo a la madre.
- Y qué educado igual, realmente Miku, te has conseguido a un buen hombre.
- ¡Mamá! – Reclamó ella con el rostro rojo, Kaito solo pudo reír de forma nerviosa.
- Pueden tomar asiento, traeré té. – Ya ambos se sentaron, por lo menos la primera impresión no fue nada mala, Miku pensó en que todo podría salir bien, al menos por parte de sus padres ese fue el caso, ya justo en ese momento la puerta de entrada se abrió.
- Ya llegué, no sé si Miku esté aquí o… - Mikuo llegó a la sala en ese momento donde vio a ambos, a su hermana menor y al chico que la acompañaba. – Ya estás aquí.
- Estoy de regreso Mikuo. – Anunció Miku, eso en un inicio sería una alegría para el Hatsune mayor pero ver a Kaito, a un chico con ella claramente no le daba buena espina.
- Sí, recibí el mensaje, en cuanto a él…
- Soy Shion Kaito, un gusto. – Se presentó con una sonrisa tan brillante que cegó a Mikuo en ese momento, fue entonces que lo sintió.
- (Este sujeto es guapo, amable, tiene una sonrisa muy brillante, son claras señales de peligro, puede ir tras Miku, no puedo permitirlo.) – A pesar de esos pensamientos, extendió la mano. – Igualmente, soy Mikuo, el hermano mayor de Miku.
- Me alegra conocer a la familia de Miku-san, ella ha trabajado arduamente y lo he observado de cerca, así que conozco todos sus puntos buenos.
- Kaito-kun… - Mikuo reconoció esa mirada en Miku, una mirada que expresaba amor, ella había caído totalmente por ese sujeto.
- (No dejaré que se aproveche de mi hermana.) Es cierto, ella ha trabajado bastante por conseguir lo que ha logrado, hemos observado de cerca su carrera y nos alegra que le vaya bien.
- Jeje, aunque no lo hubiera hecho sin la ayuda de los demás. – Respondió ella. Al poco tiempo llegó la madre y sirvió el té, ya entonces se sentaron.
- Entonces Miku ¿Qué quieres hablar? No creo que solo trajeras a tu novio para presentar. – Comentó la madre, esa declaración causó que Mikuo casi se ahogara con el té.
- ¡¿Novio!?
- ¡No es nada de eso mamá! – Miku corrigió rápidamente, teniendo el rostro como un tomate. – Kaito-kun solo es un amigo.
- Es que es un buen chico, la verdad no me disgustaría si se vuelven pareja. – Declaró ella, Mikuo sentía el aura oscura surgir de él.
- Yo respeto bastante a Miku-san, nuestras carreras están primero y es en lo que deseamos enfocarnos. – Respondió Kaito para calmar las aguas. – Justamente nos llegó una propuesta y es de lo que vinimos a hablar.
- Verán mamá, Mikuo, ahora mismo en la compañía se hará un tour por Estados Unidos y eso implicará que voy a viajar a otro país, justamente quiero hablar de eso, recibir permiso para viajar. – Ella hizo una reverencia.
- Para eso la acompañé, me dijo que quizás no tengan la confianza en que pueda cuidarse sola, pero no lo estará, ahí estaré yo para ayudarla y del mismo modo sus demás compañeros, por eso igual se lo pido. – Kaito hizo lo mismo, viendo que ambos estaban ahí, parecía más como que buscaban su aprobación para matrimonio entre ambos, al menos esa impresión le dio a Mikuo.
- Oh vaya, la verdad si es algo preocupante que Miku viaje a otro país, no sé si sepa manejar el inglés.
- No creo que haya problema con eso, hemos estado aprendiendo. – Exclamó la peliverde. – Esta es una oportunidad que no puedo dejar pasar y realmente me ayudará en mis sueños, por eso quiero que me permitan viajar. – La madre veía que Miku iba totalmente en serio, así que no tenía problemas en aceptar, ahora Mikuo, seguía desconfiando de Kaito, como es que Miku pudo hacerse amigo de un chico como él y además que obviamente siente interés en este, si viajan juntos, no tiene duda de que intimarán más y eso no es algo que le agrade.
- Solo quiero saber algo. – Él empezó a hablar, mirando a Kaito. - ¿Realmente podrás cuidarla?
- … Sí, Miku es una gran amiga y compañera, ella se esforzó bastante para llegar a donde está ahora y sabemos que esta oportunidad nos dará a conocer en otros lados, ella quiere esto y del mismo modo todos los que estamos ahí igualmente… por eso me encargaré de que ella esté sana y salva mientras nos encontremos viajando, es una promesa que no romperé. – Mikuo buscó alguna forma de llevarle la contraria, quizás algo que demostrara que Kaito solo buscaba aprovecharse de Miku pero sus palabras fueron totalmente verdaderas, no encontró nada así… era un chico muy confiable, al final soltó un suspiro.
- Parece que no tengo nada más que decir… entonces Miku, será mejor que te cuides, evites hablar con desconocidos, si ves una camioneta negra, no te acerques a esta y…
- ¡Ya no digas más, lo sé! – La peliverde lo calló. – Entonces… puedo ir.
- Claro. – Respondió Mikuo. – Parece que aquí Shion te cuidará y además supongo que igual irá Kei.
- Claro, no estaré sola. – Miku se veía feliz en ese momento, Kaito la animó, Mikuo no podía negar que quizás el peliazul no sea tan malo como pensaba, y tampoco veía intenciones de que fuera tras su hermana, aunque ella obviamente vas tras él. Ya entonces que Miku y su madre hablaban a solas, Mikuo decidió hablar con Kaito de la misma manera.
- Parece que Miku te agarró confianza ¿no? – Preguntó el peliverde, Kaito asintió.
- Ella es amable con todos en nuestros apartamentos y realmente tiene un aura que hace felices a todos, las cosas no hubieran sido divertidas si no estuviera ahí para nosotros.
- Es bueno saber que ella siga siendo de esa forma incluso cuando se alejó de nuestro hogar, al menos es un aspecto que no cambiará de ella. – Mikuo sonrió por debajo. – Puede seguir siendo una niña pero ahora no está sola, supongo que ya no soy necesario para estar con ella si tiene buenos amigos.
- Eso es cierto. – Kaito asintió. – Ella merece tener ese apoyo de ahora en adelante.
- Por eso… así se lo pedí a Kei, pero ahora te lo ofrezco, cuida de ella. – Mikuo era serio en esa petición, el peliazul lo sabía.
- Lo haré, nada le hará daño mientras yo esté ahí.
- Es bueno saberlo. – Mikuo cerró los ojos, temía que Miku pudiera haberse relacionado con las personas equivocadas, que quisieran aprovecharse de ella y su inocencia, por eso siempre fue bastante protector al respecto con esta pero vio que en realidad está rodeado de buenas personas, la luz que ella irradia atrae a gente de igual forma y eso quedó demostrado con Kei y Kaito, quizás ya no era tan necesario tanta protección, ella ya era alguien grande y es algo que necesitaba aceptar. – Que tenga un buen viaje.
- Eso haremos.
Finalmente llegó el día, prepararon sus maletas y los vehículos los llevaron al aeropuerto, ya se encontraban todos ahí.
- Primera vez que viajaremos al extranjero, esto no podría ser más que asombroso. – Exclamó Len.
- En realidad yo ya he viajado, vine de Inglaterra hasta aquí. – Respondió Oliver.
- Yo igual viajé mucho en el pasado, a la villa en Italia de mi familia. – También comenzó Teto.
- Estos ricos… - Gruñó el rubio por debajo.
- Es bueno que todo saliera bien. – Miku miró a Kaito. – Gracias por acompañarme a mi casa a convencer a Mikuo.
- No es nada. – Respondió, encontrándose un ambiente bueno entre ambos, algo que Meiko se dio cuenta.
- (¿Cómo que Kaito fue a la casa de la tabla de planchar? Y además conoció a su familia, maldita sea, que envidia) – Se jaló los cabellos en ese momento.
- Maldito Shion Kaito, ir a la casa de Miku-chan, eso es imperdonable, a su lado Yohio también miraba con desprecio al peliazul.
- Esa mocosa no puede quitarme a mi amado Kaito.
- Ese sujeto no puede quedarse con Miku-chan.
- Por eso…
- Por eso…
- Me acercaré a mi amor durante este viaje. – Exclamaron ambos al mismo tiempo con fuego en sus ojos.
- Ya el avión partirá pronto, hay que abordar. – Avisó Roswa, todos asintieron, dejando sus maletas para que subieran y teniendo sus boletos.
- Este será un viaje muy divertido. – Comentó Teto. – Vamos a disfrutar.
- Es cierto, hay que divertirnos en todo lo posible. – Asintió Gumi.
- Muy bien, es momento de que Estados Unidos nos conozca ¡Vamos a conquistarlo! – Declaró Miku, ya entonces subieron al avión que, en cuestión de minutos, justo comenzó a volar, ahora todos estaban en camino al continente americano, justo debajo estaba Moriyama que los vio partir.
- Seguro les irá bien… y de todos modos no estarán solos, porque en Estados Unidos les estarán esperando ellos… hace tiempo que decidieron ir a estudiar canto en América, seguro han mejorado y serán los mejores guías para ellos. – Justo recibió una llamada de un número conocido para él, contestando. - ¿Sí?
- Moriyama-san, parece que llamé a buena hora ¿sus idols ya están en camino?
- Claro, hace poco salió el avión, estaré contando contigo y con los otros dos para que puedan guiarlos por todo el país.
- Claro, de no ser por usted, que nos acogió cuando recién empezábamos, nunca hubiéramos tenido esta oportunidad y el haber estudiado en Estados Unidos nos ha abierto muchas puertas, los tres te estamos agradecidos y por eso devolveremos el favor, guiando a los nuevos prospectos que has escogido.
- Por supuesto, espero que lo hagan, cuiden de ellos.
- Eso haremos. – En ese momento colgó el teléfono, solo mirando al cielo, Moriyama recordaba esos viejos tiempos, donde todo inició, la primera generación que levantó y tomó su propio camino, ahora finalmente Miku y los demás los conocerían.
El tour dio inicio y ocurrirían muchas cosas, el nuevo viaje para todos ellos estaba por empezar.
Ninja Britten 11: El viaje si que estará con todo la verdad y con las emociones que están por llegar, ya tengo los planes para lo que sucederá ahí.
Ya con esta visita de Miku a su familia y además Kaito que la acompañó ya puede viajar, sí que la madre toda contenta y apoya que ambos sean pareja pero Mikuo no siente lo mismo jaja, ya se viene y con ello veremos nuevos personajes en el próximo cap, ya sabrán quienes serán, por ahora es todo. Saludos.
