Mientras otros se encontraban en distintos lugares, Kei y Luka se encontraban viendo en una tienda de recuerdos, para el pelinegro fue la primera vez que viaja y deseaba aprovechar, del mismo modo llevar algunos recuerdos a su familia.

- Gracias por acompañarme Luka. – Respondió este, ella sonrió de forma suave.

- No es nada, pude haber ido con los demás en el grupo, pero viendo que estabas solo, no me parecía bien dejarte así.

- Lo aprecio, quisiera llevar unos buenos recuerdos aunque no sé que escoger. – Se puso a revisar y había tantas cosas, como tazas y demás, la pelirrosa buscó darle algunas sugerencias.

- Creo que algo para utilizar en su vida diaria sería muy recomendable, como una taza.

- Es cierto, la verdad es que a mi papá le gusta tomar café casi a diario, quizás si le regalo una podría usarla y en cuanto a mi mamá… - Vio como había ahí un pequeño juego de tenedores y cucharas. – Eso podría servir igual.

- Parece que lo tienes.

- Es cierto… aunque podría comprar algo más ¿quieres algo?

- ¿Eh? – Eso la sorprendió. - ¿Yo?

- Claro, como agradecimiento por acompañarme, te compraré lo que quieras. – Luka no pudo evitar sonrojarse por lo bajo.

- B-Bueno… eso es amable, pero no es necesario, estoy bien.

- Insisto, desde que empecé a ver me has estado ayudando bastante, puedo leer y hacer otras cosas porque me enseñaste y por esa razón quiero regalarte algo. – Kei realmente quería darle algo y siendo que ella no podía negarse, más luego de todo lo dicho, solo pudo asentir. Ahora que estaba viendo que podría escoger, se encontraban tantas cosas que se le dificultaba y tampoco quería que fuera demasiado caro, así entonces revisó hasta que algo cruzó su atención en ese momento.

- … Kei-san, esto. – Señaló a un colguije con forma de corazón, Kei lo observó y asintió. – Se ve hermoso, no sé si te moleste pero…

- Para nada, vamos a tomarlo. – Así lo agarró y fueron a pagar por todo lo que sujetó, ya de antemano les cambiaron por dólares así que tenían para ello, ya entonces, Kei sacó el colguije de la bolsa. – Date la vuelta, te lo pondré.

- Eso… bien… - Luka se recogió su largo cabello para dejar su cuello libre, ahí Kei tomó el colgante y lo pasó por este, ya entonces cerrando con el clip, Luka lo vio en su cuello. – Es lindo…

- Eso es cierto. – Sonrió él.

- You have a cute girlfriend, boy. – Expresó el tendedero, Kei no entendía muy bien el inglés pero Luka sí y al escucharlo, se sonrojó.

- ¿Dijo algo? – Preguntó el pelinegro, ella bajó la mirada teniendo sus mejillas rojas.

- N-No es nada. – Negó rápidamente con las manos, en ese momento lo empujó. – Mejor vamos a otro sitio, seguro hay más cosas interesantes. – Luka estaba muy avergonzada para verlo al rostro así que se limitó a empujarlo por la espalda. – (¿Por qué habrá dicho eso? Yo no siento algo así por Kei-san… es en serio…)

Pasando a otro sitio, Miku y Yohio estaban viendo una tienda de accesorios, más que nada por el rubio que deseaba entrar, en ese momento tomó unos lentes de sol.

- ¿Qué tal Miku-chan? ¿Acaso no me veo genial? – Sonrió en ese momento, esperando una respuesta de la peliverde pero ella miraba a otro sitio. - ¿Miku-chan?

- ¿Eh? Ah, sí Yohio-san, se ve bien. – Sonrió aunque fue forzado, aquello no sentó bien al rubio, esperaba recibir atención de Miku y que ambos pudieran divertirse, pero en realidad estaba ignorándolo, eso le sacó un suspiro.

- Miku-chan, no pareces concentrada ¿no soy realmente tan interesante? – Preguntó este, aquello sorprendió a Miku.

- N-No quise dar esa impresión, eres alguien amable y sé que haces esto para divertirme, es solo que… - Ella bajó la mirada, Yohio sabía sobre ese tipo de mirada, de alguien que extraña estar con otra persona.

- ¿Preferías estar con Shion Kaito? – Preguntó finalmente, aquello causó que ella quedara boquiabierta.

- ¿Eh? N-No quise decir eso, además ahora mismo Kaito-kun está…

- No tienes que mentirme… - Yohio se quitó los lentes. – Vamos a sentarnos a otro lado. – Los dos fueron entonces a una banca para sentarse, al hacerlo, dejó que Miku pudiera hablar. – Entonces… que sientes realmente.

- … Bueno… yo… ¿en serio me obligarás a esto? – Preguntó ella, el rubio asintió, eso causó que ella hiciera un gruñido. – No es justo… solo yo debo humillarme.

- No me voy a reír, es solo algo que he notado, la verdad pienso que deberías de relacionarte más con los demás, he visto como siempre te juntas con Shion Kaito a cada momento y eso podría ser una molestia para él, que te estés apoyando demasiado en su persona.

- ¡Eso no es cierto! – Exclamó ella en voz alta. – Kaito-kun no es ese tipo de persona, él siempre me ayuda con una sonrisa y me escucha cuando tengo problemas, se lo agradezco bastante… realmente… - Ella sonrió suavemente, Yohio pudo ver esa sonrisa suya, era la expresión de alguien enamorada.

- Entiendo que te agrade mucho estar con él pero igual deberías darle su espacio. – Comenzó a hablar. – Si llegas a ponerte encima de él pegártelo como una sanguijuela, no hay duda de que tarde o temprano se cansará de ti, serías como esas fans obsesivas que desean saberlo todo de su artista y entonces buscarás ser muy posesiva.

- Eso no es verdad, yo no soy así…

- Entonces, déjame darte un caso hipotético, si ves a Shion Kaito hablando de forma amigable con otra chica ¿Cómo reaccionarías?

- Eso es obvio, me molestaría.

- Ahí está, eres celosa y posesiva. – En eso tres rayas de pesimismo aparecieron en la cabeza de la chica.

- No puede ser… no quisiera hacerle daño a Kaito-kun de esa forma…

- Existe una solución muy simple: Intenta no hablar demasiado con él, al menos durante este viaje.

- ¿Eh? – Miku no pudo evitar expresar asombro. – E-Espera Yohio-san, eso sería demasiado.

- Los chicos igualmente desean tener su espacio de vez en cuando y sé que él te lo agradecerá, además puedes pasar el rato con otras personas, estoy yo por ejemplo, no me molestas en lo absoluto.

- … Bueno… sí con eso Kaito-kun pueda estar bien y no se canse de mí.

- Ya lo verás, todo saldrá bien. – El rubio sonrió, así parecía en la superficie pero por dentro tenía otros planes. – (Excelente, con esta conversación ya es seguro que Miku-chan no hablará con Shion Kaito a lo largo del viaje, aprovecharé para conquistarla.)

- Eso haré entonces, gracias por el consejo Yohio-san… al menos así Kaito-kun será feliz hablando con otras personas.

- Descuida, nos divertiremos bastante durante este viaje, eso es seguro… - Escondió su sonrisa malvada, Yohio finalmente hizo su movimiento y su plan para poseer a Miku apenas estaba empezando.


- Mira Kaito, hay mucha ropa linda aquí, vamos a ver.

- Sí, claro.

Meiko estaba arrastrando al peliazul a todos lados, aprovechando que estaban a solas para que ella pueda estrechar tanto como puedas sus lazos con él. En ese momento estaban en una tienda de ropa, pero como lo atrevida que es, fueron a la sección de lencería.

- O-Oye Meiko-san, no creo que yo deba estar…

- Vamos, no es nada malo, dicen que las marcas americanas tienen mejor calidad y no quiero desaprovechar, me alegra mucho que me acompañes Kaito.

- E-Eso, es bueno que te diviertas Meiko-san, pero yo… no creo que deba estar aquí. – Rodeado de ropa interior, obviamente él se sentiría incómodo al respecto.

- Una lastima que no se puedan probar, no me molestaría tener alguna opinión. – Ella soltó un guiño. – Estaré revisando. – La castaña se fue a ver, quedando Kaito ahí solo, era inevitable como algunas miradas se posaron sobre él, siendo una chica en una sección de lencería, no quiso llamar más la atención y se alejó un poco.

No pensaba que Meiko fuera tan activa y quisiera ir a muchos sitios, por lo menos eso le llevó a aprender más sobre ella ya que no han tenido tantos momentos a solas, más que nada porque Miku siempre está en medio.

- (Es cierto ¿Qué estará haciendo Miku-san ahora mismo?) – No pudo evitar pensar en ella, en sí se le hacía raro que no estuvieran juntos en aquel momento, ya podría haber esperado que le invitara y fueran a sitios distintos pero en ese caso Meiko se adelantó y por su parte vio como ella se fue con Yohio, no es que le molestara, era bueno para ella que pueda hacer amistades con otras personas, pero dado el tiempo que siempre han estado juntos, le parecía algo totalmente extraño en ese momento.

- Ya regresé y compré lo que quería. – La castaña volvió con una bolsa. – Debo decir que no mienten cuando dicen que es de calidad ¿quieres verlo? – Ella sonrió de forma traviesa.

- N-No es el sitio adecuado. – Respondió Kaito con algo de vergüenza, sacando una pequeña risa a Meiko.

- Descuida, no lo haré, a menos que sea en privado. – Salieron de la tienda en aquel momento. Meiko no dudó en sujetar al peliazul del brazo una vez más, aprisionándolo entre sus grandes pechos. - ¿A dónde vamos ahora?

- Esto… no sé, creo que deberíamos volver. – Sugirió él, eso trajo un rostro neutro a Meiko.

- ¿Acaso te aburriste?

- N-No es eso lo que quiero, ya hemos visto demasiadas tiendas de ropa y todo lo que has querido hacer, supongo que es mejor regresar. – Respondió, sin embargo Meiko no estaba convencida.

- ¿Quieres ver a la mocosa? – Preguntó, Kaito no podía mentir al decir que esperaba hablar con Miku.

- Debe estar divirtiéndose ahora. – Él sonrió.

- Entonces te importa más ella que yo… - Meiko soltó un suspiro.

- Eso no es verdad, igual me divierto contigo. – Respondió Kaito, la castaña se llevó las manos a la cintura.

- ¿Eso es cierto? Yo solo te he llevado a donde quiero ir, pero nunca me dijiste a donde deseas ir ¿no sería con ella?

- Eso… - Kaito no supo que responder, aunque por su expresión, Meiko lo sabía.

- Increíble… siempre es todo ella y eso no es justo. – Ella se veía molesta.

- Meiko-san… ¿no te agrada Miku-san? – Preguntó él, ella desvió los ojos.

- No podía ser más obvio, parece que todas las veces que he peleado contra esa tabla de planchar no existe. – El peliazul soltó una risa nerviosa.

- ¿Por qué siempre están peleando? Se supone que aquí todos somos amigos y compañeros. – En eso ella cerró los ojos.

- Tenemos… nuestras razones. – No era el momento para confesar que era por él. – Pero si pudiera dar una razón… es que tengo envidia. – Aquello sorprendió a Kaito.

- ¿Envidia?

- Sí… ella es… tan brillante, irradia una vibra tan emocionante y además es tan atractiva a los ojos de la gente… no tiene la misma belleza que yo pero… posee…

- Carisma. – Respondió Kaito, ella asintió.

- Eso es lo que me molesta de ella, es todo lo que yo siempre quise ser y además lo consiguió sin esfuerzo alguno, yo me esforcé practicando y entrenando canto y baile, buscar dejar atrás mi imagen como modelo gravure para incursionar a esta industria y me costó años… a ella solo le tomó unos meses y es la más popular del proyecto, la envidio… y eso me hace enojar. – En aquel momento el peliazul soltó una risa. - ¿Qué es gracioso?

- Es un tipo de lazo especial que tienen solo ustedes dos, son realmente rivales. – Respondió, en aquel momento ella se cruzó de brazos, sonrojándose levemente.

- N-No malinterpretes las cosas, la odio totalmente, no me agrada en nada.

- Pero no cabe duda que de colaborarías si se da la ocasión.

- … Solo porque es trabajo, eso al menos lo entiendo. – En ese momento soltó un suspiro. – Ya dejemos de hablar de esa mocosa, solo de hacerlo me pone enferma.

- Claro. – Kaito ya parecía entender un poco más a Meiko y sus ambiciones, ella llegó ahí por medio del esfuerzo y trabajo arduo, aunque quizás no sea la más popular, siempre tiene todo en mente y aprecia a la gente que la apoya, desea avanzar más incluso contra prodigios naturales como lo es Miku. – Buena suerte Meiko-san.

- ¿Eh? Esto… no la necesito. – Ella frunció el ceño. – Seré la más popular, tanto que esa tabla de planchar besará mis pies, ya lo verás. – Meiko tenía su objetivo fijo y Kaito la apoyaría en ello, aun quedaba mucho por delante.


Gakupo estaba observando al grupo que acompañaba en ese momento, estaban viendo tiendas, justo ahí llegaron Lily y Roswa.

- Oh Lily-dono, Roswa-dono, todo está bien por mi lado.

- … Gakupo-kun… quiero que lleves a Roswa-san a nuestra casa… él se encargará de ese asunto. – Respondió la rubia con seriedad, Gakupo entendía a lo que se estaba refiriendo y asintió.

- Entendido… ¿estarás bien cuidando del resto? – Preguntó, ella asintió con una sonrisa.

- Claro, cuidar de los chicos no será problema alguno, ahora mismo lo más importante es tratar con él y Roswa-san es la única persona de la que puede hacerse cargo, después de todo es en quien más confía él.

- Entendido, te dejo el resto a cargo Lily-dono, prometemos no tardar demasiado. – Lily se vio aliviada.

- Lo dejo en sus manos, esperaremos en la entrada cuando haya acabado. – Sin decir más, Gakupo y Roswa fueron a la camioneta, el pelimorado tomó las llaves y se subió, ya entonces ahí ambos estaban a bordo y encendió el motor, empezando a manejar.

- ¿Cómo terminó así? – Preguntó Roswa. – Hace años Fukase era alguien muy alegre y siempre tuvo la ilusión de dedicarse a lo que le gustaba, junto a ustedes dos.

- Eso… es mejor que lo averigües por ti mismo, yo no estoy en posición de decirlo, así que sería lo más adecuado que lo escuches de su propia voz. – Empezaron a ir por las calles, Roswa solo esperaba que pudiera convencerlo.

Justamente en una casa, dentro de una habitación a oscuras, alguien estaba sentado, con sus rodillas cubriendo su rostro, una figura que solo se mantenía así.

- … Me quiero morir…


Ninja Britten 11: Con los nuevos personajes ya veremos muchas más cosas y tengo mis planes con ellos, igual con todo lo que está por darse respecto a las relaciones de los personajes, hay mucho por lo cual desarrollar.

Ya vimos aquí un poco más de los otros personajes, Luka y Kei juntos, ahí Yohio haciendo su movimiento con Miku y Kaito aprendió algo más de Meiko, ya veremos como se las arreglará Roswa con nuestro pj faltante y sabremos su historia igual, ya todo eso se verá en el próximo cap. Saludos.