Len fue el único que se había quedado sin planes para hacer en las aguas termales, ahí se dio cuenta de que debió haber acompañado a Kei a salir, este soltó un suspiro.

- Vamos, son aguas termales, debe haber algo de diversión aquí. – Sin decir más, salió de la habitación y avanzando por los pasillos, llegó a la sala de descanso, ahí se encontraba una mesa de ping pong y unas cuantas máquinas de arcade. - … Supongo que no tengo nada qué perder jugando un rato.

Fue a una de las máquinas y depositó una moneda, se trataba de un juego de carreras en el cual tenía que llegar a la meta en el menor tiempo posible, al ser una árcade de un motel, era de 8 bits, lo cual lo hacía algo viejo, pero no por ello malo.

- Veamos lo lejos que llego. – Se concentró en el juego, tenía que esquivar obstáculos que se sumaban por la pista para ganar antes de que el tiempo se agote, el rubio se concentró en el juego de modo que no sucedía antes, moviendo la palanca para esquivar esos obstáculos, y conforme más pasaba el tiempo y se hacía menor, más de estos aparecían. – Rayos, ya se va complicando.

Justamente a los pocos segundos, acabó resbalando con una cáscara de plátano, perdiendo el juego, sintió frustración.

- Eso estuvo cerca… a decir verdad, estos juegos retro no están nada mal, quizás pueda seguir practicando y… - En ese momento sintió que lo jalaron de la bata, miró a ver hacia abajo, encontrando a una niña de cabello oscuro atado a dos coletas.

- ¿Puedo jugar? – Preguntó la niña con una voz tierna e inocente, Len no sabía qué hacía sola ahí y donde es que pudiera estar su madre, debido a como le veía fijamente, no tuvo otra opción.

- Claro, puedes jugar.

- Yay~ - Ella exclamó alegría mientras fue, metiendo una mano, empezó su juego, Len observaba fijamente lo que esta niña hacía, aunque notando que se le dificultaba un poco porque apenas alcanzaba la palanca.

- (Parece tener algunas dificultades para jugar…) – En ese momento se puso a pensar en algo para ayudarla, fue entonces que la sujetó de las axilas para ayudarla a levantar. – Así podrás jugar mejor.

- Jeje gracias onii-chan. – Agradeció la pequeña. Len tuvo que sujetarla durante ese tiempo mientras jugaba, a pesar de todo no se le hizo demasiado cansado pero si vio algo impresionante. - ¡Yay, gané!

- ¿Qué? – El rubio no podía creer que aquella niña había alcanzado la puntuación máxima en el juego. - ¿Cómo pasó?

- Jeje, que divertido. – Exclamó la niña, ya entonces Len la dejó en el suelo. – Gracias por ayudarme onii-chan.

- Esto… antes quiero saber algo ¿Cómo eres buena?

- Eh… solo me gusta jugar. – Fue lo que ella respondió, Len no creía que eso fuera todo respecto a esa niña, pensó en otra cosa la cual pudieran jugar, solo había una mesa de ping pong, no era correcto jugar con una pequeña pero el rubio deseaba saber más.

- ¿Quieres jugar ping pong?

- ¡Me gustaría! – Respondió la niña con ilusión en los ojos. Los dos fueron a la mesa y tenían sus respectivas paletas, la niña podía alcanzar la mesa así que no tendría problemas.

- Yo sacaré primero. – Len tenía la pelota, ya luego de rebotarla unos segundos la envió, primero con suavidad para no asustarla, ya entonces al otro lado esa niña la golpeó y fue con fuerza, siendo que Len no pudo devolverla.

- ¡Un punto! – Exclamó esta, Len no podía creer que esa niña fuera buena, apretó los dientes.

- Sí eso quieres, entonces lo daré todo igual. – Hizo el saque con un poco más de fuerza, a lo cual la pequeña lo devolvió pero Len hizo el remate con fuerza, saliendo de la mesa. – Ahora estamos empatados.

- Eso fue fuerte onii-chan, genial. – Ella se veía alegre, ahora le tocó el turno a esta de sacar y lo hizo con su respectiva fuerza, a lo que el rubio quiso detenerla pero pasó de largo, ahora ella llevaba la ventaja, Len hizo un saque igual de fuerte que ella devolvió pero ahora el rubio estaba más atento y la envió a la parte de la niña, actualmente los dos estaban en ese enfrentamiento. – Esto es divertido.

- Ya verás que divertido será cuando pierdas. – No había razones para que Len se contuviera, usando su fuerza mayor la golpeó con todo, haciendo un giro. – Recibe mi remate máximo. – La pelota fue con mayor velocidad que antes, Len tenía la victoria en el bolsillo o eso pensaba, la niña tomó su paleta y entonces la detuvo sin moverse, simplemente la puso de frente, causando que la pelota fue a lo alto, ya entonces al bajar y rebotar ella la golpeó y fue hacia el lado de Len, saliendo y dando un punto a ella.

- Otro más para mí. – El rubio no podía creer como estaba ganando. Al final y en pocas palabras, ella acabó por vencer al rubio, una niña de primaria derrotando a un adolescente era algo impensable pero sucedió.

- ¿Cómo?

- Jeje, me divertí mucho onii-chan, gracias por jugar conmigo. – Expresó la pequeña, Len no sabía que decir, sintió que su orgullo estaba por los suelos.

- ¡Yuuki-chan! – En ese momento llegó un hombre de lentes, la niña al verlo extendió los brazos.

- ¡Sensei! – Ella fue hacia él. – Jugué mucho el día de hoy con este onii-chan, fue divertido.

- Entiendo. – Este pareció relajarse. – Gracias por estar con Yuuki-chan, ella tiende a alejarse del resto.

- Esto… no es nada, tampoco es que pudiera dejar sola a una niña. – Respondió el rubio. - ¿Es su profesor?

- Así es, me llamo Hiyama Kiyoteru, nuestra clase se encuentra de excursión aquí y Yuuki-chan siempre se separa del grupo. – Soltó un suspiro. – Yuuki-chan, preséntate.

- Sí, me llamo Kaai Yuuki, gracias por jugar conmigo onii-chan. – Ella tenía una gran sonrisa, al final el rubio no podía estar molesto, acarició el cabello de la pequeña.

- La próxima vez no te alejes de tu profesor o amigos, no vaya a ser que te encuentres con alguien malo ¿entendido?

- Sí. – Ella asintió, ya la pequeña tomó la mano de su profesor.

- Gracias por todo. – El profesor hizo una reverencia. – Es momento de irnos, Yuuki-chan, despídete.

- Sí, adiós onii-chan. – Ella se despidió mientras se iban, Len hizo lo mismo.

- (A pesar de que ella me venció en los juegos, tampoco estuvo tan mal… hace cuanto que no jugaba de ese modo y me divertía con alguien que me llamaba hermano…) – Recordó algunos momentos del pasado en los que Rin era así, alguien que le quería bastante, pero ahora esos eran recuerdos lejanos.

- Len ¿Qué haces aquí? – Y hablando del diablo, la rubia estaba ahí, Len no pudo evitar hacer la comparación entre lo que fue Yuuki y la actual Rin, soltando un suspiro. - ¿Por qué suspiras?

- No es nada, supongo que al final solo nos queda los recuerdos del pasado ¿no? – Ella no entendía de lo que estaba hablando su hermano.

- En ocasiones eres bastante raro… ya que estoy saliendo del baño, quiero calentar un poco y parece que hay una mesa de ping pong ¿Qué dices? Acaso no tendrás miedo de que tu hermana te gane jugando. – Ella puso una sonrisa segura, Len aceptó ese reto, tomando la paleta.

- Si estás tan segura de tu victoria, debo de responder de la misma forma. – Los dos fueron a la mesa de juego.

- No llores cuando te aplaste totalmente.

- Ven con todo Rin. – Los dos comenzaron a jugar, Len tampoco es que despreciara a la actual Rin, ya durante el resto del tiempo los dos se metieron en una competencia amistosa, para ver quien ganaba al final.


Luka y Gumi estaban en busca de aquel amuleto que la tendera les señaló para darle de regalo a Kei, en el caso de la pelirrosa, aunque en sí el templo donde lo dan estaba un poco más lejos de lo que creían.

- ¿Tienes la ubicación Gumi-san? – Preguntó la pelirrosa, esta revisó su teléfono.

- Sí, está marcada… no pensé que ese templo estuviera metido dentro de la montaña.

- Pero debemos ir, quiero conseguir ese amuleto. – Declaró Luka, Gumi sonrió.

- Vamos entonces, no hay razones para retroceder. – Las dos chicas siguieron el camino indicado hacia ese templo, ya dejando atrás la ciudad y comenzando a ascender una montaña por unas escaleras, todo estaba silencioso. – No parece que nadie se pase por aquí.

- ¿Será un templo desconocido? – Preguntó Luka, ya al escalar un poco más, llegaron a ver la entrada al templo, como tal, todo se encontraba vacío, a pesar de todo, las dos decidieron entrar. – No hay nadie…

- Llamemos para intentar ¡Hola! – Gumi levantó la voz, esperando que saliera algún sacerdote o algo así, pero no pasó nada. - ¿Estará vacío?

- Gumi-san ¿crees que nos engañaron? – Preguntó la pelirrosa, no deseaban pensar en la posibilidad de que esa mujer las haya engañado para ir a un templo abandonado.

- No tengo idea, pero sí es así, mejor nos vamos y…

- Hola. – De repente salió una monja, lo cual asustó a ambas, Gumi se fue para atrás, cayendo de sentón. – Ups, lamento haberlas asustado.

- ¡Ciertamente casi me da un infarto! – Se quejó la peliverde, Luka apretó su mano.

- Esto… ¿trabaja en este templo?

- Así es, lo cierto es que es la primera vez en mucho tiempo que recibimos visitas, por eso no pude evitar emocionarme. – Respondió la monja. – Sean bienvenidas al templo de la montaña ¿desean pasar y rezarle a los dioses?

- Claro. – las dos pasaron, pasando al altar, depositaron monedas y entonces ambas rezaron, unos minutos más tarde, pasaron a la tienda, Luka finalmente obtendría lo que estaba buscando. – Esto ¿aquí venden amuletos para la suerte?

- Oh, así que quieres un amuleto, seguro es un regalo para alguien ¿no? – Luka asintió. – Supongo que escucharon sobre estos de alguien, es cierto que los amuletos son bastante conocidos por traer la suerte a quienes lo posean pero no es todo… también logran llevar la alegría y prosperidad a quien lo tenga, una forma de poder estar seguro y superar todas las adversidades que vengan a futuro, hay una leyenda local que dice: quien regale un amuleto, la persona que lo recibió estará atado por el destino con quien le dio el amuleto.

- ¿Eso es verdad? – Preguntó Luka con asombro.

- Es una leyenda linda, por eso los amuletos son considerados como buenos regalos, mientras tengas a esa persona en mente cuando se lo des, funcionará.

- Entiendo… - Ella no sabía que tuviera un significado profundo, ya entonces recibió el amuleto, esta lo vio con una sonrisa suave.

- Pudimos conseguirlo Luka-san. – Expresó Gumi, ambas miraron a ver a la monja.

- Gracias por todo. – Agradeció la pelirrosa, la monja sonrió.

- No es nada, yo debería agradecerles por haber venido al templo, he vivido años aquí y debido a la profundidad con el bosque, no hemos recibido muchos visitantes, espero que la persona a quien le des el amuleto, sea bendecido con felicidad y salud.

- Así será. – Asintió Luka. Ya las dos se despidieron de la monja y comenzaron a bajar las escaleras, la pelirrosa miraba el amuleto con una sonrisa.

- Al final, todo este viaje sirvió de algo ¿no Luka-san? – Preguntó Gumi, Luka sujetaba el amuleto con fuerza.

- Esto le dará salud y alegría a Kei-san… se lo voy a dar. – Ya entonces las dos terminaron de bajar las escaleras, un policía pasaba por ahí.

- Oigan chicas, este terreno está fuera de los límites, deberían irse. – Aquellas palabras del policía confundió a ambas.

- ¿Fuera de los límites? Solo fuimos al templo de la montaña a comprar un amuleto. – Respondió Gumi, el policía las vio con confusión.

- ¿Cómo que fueron al templo? Se encuentra abandonado desde hace cientos de años. – Esa respuesta sorprendió a ambas.

- ¿Abandonado? Pero sí hace poco…

- Ese templo no tiene a nadie que lo cuide desde hace mucho tiempo, claro que fue bastante prospero en su momento pero ahora es un lugar vacío, la próxima vez deberían de tener más cuidado. – Entonces el policía se fue, las dos chicas se quedaron ahí.

- Luka-san… si el policía dice que el templo está abandonado, entonces la monja que vimos… - La peliverde palideció en aquel momento. - ¿Era un fantasma?

- No lo sé, pero esto… - Observó el amuleto en sus manos. – Es real… de cualquier forma, ella nos lo dio amablemente, quizás era un fantasma bueno y solo esperaba visitas, por lo menos debe de descansar en paz ahora.

- Es cierto… pero nunca más quiero volver a un templo abandonado. – Gumi tuvo escalofríos. Las dos chicas no dijeron más y regresaron a la ciudad, Luka miró a ver por última vez a la montaña, una sonrisa suave adornó su rostro.

- (Gracias por el amuleto… prometo dárselo a Kei-san) – Sin nada más, caminó para regresar, le daría ese amuleto hasta el final.


Kei estaba recorriendo la ciudad, como era de esperarse, mayormente había varios sitios de aguas termales con distintas formas, baños para los pies, un baño con peces que se comen tu queratina y demás, observaba todo con atención.

- Realmente no dejo de asombrarme con todo lo que esta ciudad tiene que ofrecer.

- Ey Kei-kun. – Escuchó a IA, entonces llegó a verla a ella y Yukari en ese momento. - ¿Qué haces?

- Solo estaba paseando, como es mi primera vez en las aguas termales, quiero ver de todo.

- Hay mucho que ver ¿no? – Preguntó Yukari.

- Kei-kun, puedes venir con nosotras, lo cierto es que tenemos planes, por si no quieres estar solo. – Ofreció la pelirrosa, Kei no podía meterse en sus planes.

- Lo aprecio, pero seguro ya tienen algo planeado y no quisiera estorbar.

- Para nada, mientras más mejor ¿no lo crees IA-chan?

- Así es Yukari-chan, vamos, que será divertido. – Ya que ambas lo estaban ofreciendo tan amablemente, no había razón para negarse.

- Está bien, iré con ustedes. – Eso alegró a ambas chicas.

- Vamos entonces, será un lugar divertido que hemos visto por internet. – Respondió Yukari, así los tres comenzaron a ir, aunque Kei realmente no sabía que tipo de lugar era al que iban.

- Y ¿A dónde vamos? – Decidió preguntar, IA sonrió en aquel momento.

- A un museo de exhibición youkai, ya lo verás. – Respondió ella. Así que un museo de youkais, no era algo que esperaba el peligris pero seguro sería interesante, ya vería algo ahí y que pudiera ofrecer, quizás igual sacaría alguna idea para canciones, lo que terminarían viendo los tres terminaría por asombrarlos más de lo que pensaban.


Ninja Britten 11: Ya como ahí Luka tiene sus planes y realmente le está agradecida a Kei para darle algo, mientras sí que se puede estar cocinando algo con Teto y Meiko, eso se verá más adelante.

Bueno, ya este cap trajo varias cosas, primero mostré a dos nuevos vocaloids de un cap, ya es algo que estaré haciendo de vez en cuando, igual Gumi y Luka ya tienen el amuleto y hubo su sorpresa ahí, ahora Kei va con IA y Yukari a esa exhibición, tengo algo preparado para eso, ya lo verán, hasta el próximo cap. Saludos.