Prologo: Saliendo a Flote.
La luna estaba en su máximo apogeo, los grillos se ocultaban entre la maleza para poder cantar a coro para el gran cuerpo blanquecino que se postraba arriba de ellos, algunos animales que habitaban el bosque dormían mientras la bella y tranquila luz los arropaba, mientras que otros empezaban a iniciar sus actividades. En este gran y diverso bosque la noche, generalmente, no suele ser tan pacifica, pero este día, el brillo lunar ha apaciguado a todo ser viviente que mora y vive en este lugar. Este hecho no pasa desapercibido por un pequeño grupo de infantes que viven en su pequeña base por estos rumbos; más específicamente, la pequeña casa está construida en uno de los árboles más grandes.
Los cuatro niños estaban alegres cenando el fruto de su esfuerzo: carne de un animal recién cazado. Los cuatro integrantes comían y platicaban sobre los acontecimientos del día de hoy. El más pequeño de todos, un chico que portaba un sombrero de paja estaba acaparando la comida, así que los otros dos niños varones empezaron a gritarle con disgusto.
-¡Luffy! Deja de comer de más, a todos nos corresponde una parte, mañana saldremos a cazar más- Gritaba el más grande de los niños, un pequeño llamado Portgas D. Ace.
-Con más calma Luffy, te acabaras ahogando si sigues comiendo como un animal- Gritó un niño rubio llamado Sabo.
Al pequeño Luffy parecía no importarle lo que le estaban diciendo sus hermanos adoptivos, el seguía comiendo como si jamás le hubieran dejado probar bocado, pero una pequeña niña de cabellos bicolores estaba mirándolo con cierta ternura, pero aun con un poco de molestia, más que nada por los modales del niño a la hora de comer. El pequeño de cabellos negros tenía la boca llena de restos de comida, sin mencionar que tenía tanta comida en su boca, que ya no podía cerrarla, y, como si de una caricatura se tratase, su estómago se había hinchado por tanta comida ingerida.
-Ne, Luffy. No comas como cerdo, si prometes que te comportarás al momento de comer te daré de mi comida- Le decía la protagonista de nuestra historia, la futura idol pirata Uta.
No es secreto para nadie (A excepción del pequeño Luffy) que la pequeña de cabellos bicolores estaba perdidamente enamorada del chico con el sombrero de paja. Tanto así, que ese afecto rozaba (por no decir que ya es) una obsesión enfermiza. Pero ninguno de los niños, o adultos, decía nada por temor a ser asesinados mientras dormían por la pequeña idol.
Mientras tanto. Luffy, al escuchar que le ofrecían comida gratis a cambio de un poco de diciplina, decidió aceptar el trueque de Uta. Trago la comida que tenía en la boca; se sentó apropiadamente en su lugar y empezó a comer de manera "educada", esto último refiriéndose a que no estaba robando la comida de los demás. Seguía teniendo restos de comida en las comisuras de sus labios.
-Gracias, Luffy- Menciono Uta con alegría al ver que el aludido le había hecho caso. Aprovechando el hecho, también se aprenso a su brazo con emoción.
El niño ríe en consecuencia. Los otros dos integrantes del grupo se quedan boquiabiertos por lo que acaba de pasar, para rápidamente desestimar lo sucedido con un movimiento de cabeza, ya sabían que el niño haría lo que fuera mientras le dieran comida, diversión, aventuras o cualquier cosa que tenga que ver con esos tres conceptos.
Después de pasar un rato más comiendo y pasándola bien en esta hermosa noche estrellada. Los niños deciden que es momento de descansar y cada uno se dispone a ir a su respectivo lugar para dormir. Sabo y Ace duermen uno al lado del otro, sin abrazarse ya que, según ellos, eso no era de "Hombres"; mientras que Luffy y Uta duermen juntos. Al poco tiempo de acostarse, cada uno empieza a soñar con diferentes cosas: Luffy con (Inserte el Sueño que nunca se escucha aquí); Sabo con por fin ser libre y Ace con ser reconocido a nivel mundial. Todos son sueños relativamente normales, pero nuestra pequeña Idol con la enfermedad "Nomepuedoalejardeluffyporquesinoalgunacualquieraselovaallevar" sueña con un escenario bastante interesante…
"Era una mañana soleada en algún barco pirata de nombre desconocido. El oleaje del mar golpeaba el barco con serenidad, arrullando un poco más a la tripulación que viajaba en él. Aunque solo fueran dos personas las que habitaban el barco.
En una de las habitaciones, una señorita de 21 años se empieza a levantar gracias a los rayos de luz que lograban entrar por su ventana. La chica en cuestión se sienta sobre su cama y empieza a estirarse para tratar de alejar el sueño que seguía en ella. Se frota los ojos y mira a su alrededor para observar su cuarto "hermosamente" decorado: La decoración consistía en varios posters de sus presentaciones a lo largo del mundo, resaltando aquel que mostraba la fecha de su concierto en el Archipiélago Sabaody; el color de la habitación era de un rojo claro, en sintonía con la parte colorida de su cabello; Los muebles que llenaban el cuarto era de color blanco, también por la parte blanca de su cabello y; para terminar la perfecta decoración; un rincón lleno de fotos de Luffy que formaban un corazón alrededor de otra foto del mismo chico, justo debajo de ese corazón estaba un muñeco vudú con un chaleco color rojo y un sombrero de paja hecho a mano y al lado había un recorte de la cara de Uta junto a una Foto de Luffy con la leyenda "Juntos Por siempre" escrito en mayúscula y con un corazón al final, todo en un color blanco translucido…
Uta sonreía cada vez que veía su habitación, para ella era perfecta y no una demostración de lo ególatra y de lo psicópata que podría llegar a ser.
Mientras se preparaba para iniciar el día con su "Precioso", alguien toca la puerta de su habitación. Uta, como si no supiera quien es, se acerca a la puerta y pregunta de la manera más "Dulce"
-¿Quién es?-
-Luffy- Contesta con normalidad el azabache – Oye, tengo hambre ¿Qué hay para desayunar?-
-Espera, ya salgo para prepararte algo de comer, deja me cambio la pijama.- Dijo Uta mientras se dirigía a su armario para poder cambiarse de ropa.
Decide que hoy se vestirá con su atuendo habitual: Un vestido blanco que cubre hasta la mitad de sus muslos y se ciñe bastante bien a su cuerpo; tiene un pequeño mono negro atado al cuello; sus típicas botas y sus auriculares con su nombre escrito en la parte posterior de las bocinas. Decidió solo cepillar su cabello y dejarlo caer sobre sus hombros, quería probar un nuevo estilo.
Después de que mirarse al espejo y aprobarse a sí misma, decide salir de su habitación con dirección a la cocina del barco. Al entrar a la habitación, se encuentra con un Luffy impaciente debido a que no hay comida todavía. Uta al ver esto sonríe y niega con la cabeza.
-Tranquilo, Luffy. En un momento estará la comida, solo espera un poquito más y prometo que la comida de hoy será deliciosa- Le dijo mientras se ataba un delantal que decía "La mejor Idol del mundo" en la parte del pecho.
-Tu comida siempre es deliciosa, Uta Shishishish- Le contesta el joven de 19 años con una enorme sonrisa.
Uta se sonroja por el comentario y decide apurarse para prepararle el desayuno a "su niño".
Para no tardar demasiado decidió solo cocinar la típica carne con hueso que tanto le gusta a Luffy. Para ella será un poco de cereal que tenían guardado. Así que con eso en mente enciende una de las parrillas de la estufa, toma una sartén que tenían en la alacena, le pone un poco de aceite y la coloca sobre el fuego. Mientras el aceite se calienta, busca en el refrigerador y toma un trozo gigantesco de carne que todavía les quedaba. Lo examina y decide que será el indicado para cocinar.
Justo en ese instante el aceite empieza a "brincar" y Uta pone la carne en la sartén.
Como si fuera la idea de un escritor que no quiere (y no sabe) construir una escena. El escenario cambia total y drásticamente al comedor, donde el trozo de carne, que hasta hace unos segundos estaba cocinándose, era devorado por el chico con el sombrero de paja, mientras una chica de cabellos bicolores comía tranquilamente un tazón de cereal.
Mientras disfrutaba de su cereal, Uta sonreía al ver a su "Hombre" comer, ella siempre lo encontraba adorable en cada una de sus facetas y momentos del día: Cuando comía, cuando dormía, cuando luchaba, cuando la defendía y cuando lo miraba a escondidas mientras él tomaba su relajante baño de la tarde. Todo su ser era perfecto.
Al estar pensando en todos estos detalles, uta no se percató que Luffy había dejado de comer para mirarla a ella.
-Oye, Uta- Soltó de repente el azabache.
-¡Ay!- Grita uta por la sorpresa -¿Qué deseas, Luffy?- Pregunta mientras trata de reincorporarse.
-Se que puede sonar un poco repentino…- Luffy sostiene la mano de Uta, ella se sonroja y aparta la mirada -Pero ya no puedo soportar más este sentimiento que llevo en el pecho-
Uta lo mira con asombro, ella cree saber lo que Luffy tiene que decirle, pero no quiere arruinar el momento y se queda en silencio.
-Uta, yo aún tengo hambre, quiero más carne- Uta se cae cómicamente de su asiento mientras el ambiente se va perdiendo de a poco.
Uta se levanta, con su orgullo herido y su corazón algo quebrado, pero decide que puede esperar un poco más por esa confesión que tanto anhela. Por el momento, va a satisfacer el estómago de su futuro esposo. Se dispone a ir a la cocina para poder preparar más carne, pero antes de que avance, la mano de Luffy la agarra del brazo. Esto toma por sorpresa, otra vez, a la señorita, quien rápidamente cuestiona al chico.
-¿Qué haces, Luffy? Si no me dejas ir no podré traerte más comida-
Luffy la mira a los ojos y le dedica una sonrisa… interesante.
-No voy a dejar ir a mi comida- Uta no entiende, pero al dedicarle unos segundos a la frase, rápidamente entiende lo que dice Luffy: él se refiere a ella misma.
En un audaz y rápido movimiento, Luffy trae hacia él a Uta, acercándola bastante a su cuerpo. El azabache también tiene las agallas para acercar su rostro al de la idol para poder darle un beso…".
De pronto, de entre las profundidades más oscuras del bosque, un estruendoso rugido resuena por todo el lugar, llegando hasta la base de los infantes. Pero al parecer, la única con el sueño ligero en esta ocasión es Uta, quien se despierta asustada y desorientada.
Mira alrededor para tratar de encontrar cual fue la fuente del sonido que la saco de su peculiar sueño, pero no encontró nada. Mientras estaba observando el lugar, por fin cayo en cuenta del tipo que estaba teniendo. Sus mejillas automáticamente se pusieron rojas.
¿Era ese sueño el tipo de sueños que los adultos tenían acerca de sus seres deseados? Shanks le había hablado un poco de ellos después de haberlo encontrado mencionando el nombre de la señorita Makino en sueños y con algo sobresaliendo de sus cobijas. Ella inspecciono la cobija que ella y Luffy compartían; no parecía haber nada. Uta suspiro de alivio.
Sin saber que más hacer o pensar, dejo que la situación pasará y decidió que volvería a la tierra de los sueños con una sonrisa en el rostro. Sueño adulto o no, para ella había sido un sueño agradable. Esperando que algún día, más cercano que lejano, esa pequeña Fantasía se pueda volver realidad.
