Partimos nuestra aventura sin mayores inconvenientes. Nuestro primer objetivo era llegar hasta Bulgar la principal ciudad de Sacae y centro comercial obligado para los viajeros y mercantes que se encontraban de paso por el país.

El principal objetivo era ganar algo de dinero, si bien Lyn contaba con algunos ahorros y sumado a lo que yo traía podríamos sobrevivir un tiempo no seria suficiente ni para financiar un mes de nuestra aventura.

La idea de mi compañera de viaje era ganar dinero rápido en el Coliseo, lugar donde se baten a duelo guerreros de todo el continente por algunas monedas de oro. Yo no sentía tanta seguridad como ella, si bien su manejo de la espada es bastante decente tampoco sobre sale de lo común, pero, en fin, ya había intentado convencerla en el camino de que buscáramos algún otro medio, pero termine por desistir ante su porfía.

De todas maneras, si no le va bien estoy segura de que podría ganar algo apostando en el mismo Coliseo.

-¡Elisa por aquí! Esta es Bulgar, la mayor ciudad de Sacae ¿No es impresionante? Es el lugar perfecto para aprovisionarnos para el viaje y para hacer algo de dinero-

A simple vista era cierto que se veía impresionante, aunque si la comparaba con la ciudad en que vivía en mi anterior vida no era para tanto. Tampoco era mucho mas grande que la capital de Etruria por lo que recuerdo, sin embargo, el flujo de gente si era mucho mayor. Se notaba que era una ciudad que vive mayormente del comercio, había un flujo constante de gente que entraba y salía y la mayoría de las calles estaban atestadas de comercios al punto que se hace difícil circular por ellas.

No pude evitar sostener mi bolso con fuerza, seguro que en este mundo los ladrones que se aprovechan de las multitudes deben ser tan o más comunes.

-¡Pero que deslumbrante belleza es la que ciega mis ojos!-

Una voz masculina llamo nuestra atención. Un sujeto comenzó a acercarse hacia nosotros. Parecía ser alguna especie de caballero, por su rostro seguro no superaba los 20, alto, de cabello y ojos castaños, armadura verde y una mirada llena de confianza…

-No te detengas Elisa-, Lyn tomo mi mano con fuerza y apresuro el paso hacia el centro de la ciudad. Mirando hacia atrás sin dejar de caminar me fije que el sujeto no se había rendido y seguía tras de nosotros.

-¡Espera hermosa dama! ¿No me concederás la gracia de saber tu nombre? ¿o mejor, la de tu compañía también? -

-¿De dónde eres caballero, que hablas con tanta libertad a una extraña?-

-¡creí que nunca preguntarías! Soy de Lycia, de la casa Caelin, hogar de hombres impetuosos-

-querrás decir de insolentes imberbes y deslenguados-

-Vaya… Hasta la crueldad te sienta bien-

-Vámonos Elisa, no hay nada mas que hablar con el-

Lyn siguió tirando de mi sin mirar hacia atrás, parece que el caballero desistió con su coqueteo porque no continúo insistiendo y se quedo parado. Cuando nos alejamos un poco pude observar como otro caballero apareció, no alcance a oír lo que le decía, pero parecía estar reprendiéndolo.

Luego de aquel desagradable encuentro dedicamos la mañana a recorrer la ciudad y a buscar alguna posada donde descansar, al parecer estaba todo copado por la cercanía de un festival que ocurriría dentro de un par de días, eso explicaría la cantidad de gente deambulando.

Cerca de la plaza central encontramos un pequeño local donde almorzar, la comida no era la mejor, pero a estas alturas no nos podíamos quejar. La camarera que nos atendió nos escucho hablar sobre nuestro dilema con el hospedaje, nos dijo que en la salida este de la ciudad estaba la posada de la familia de su esposo y que aun tenía habitaciones disponibles.

Luego de comer nos dirigimos según las indicaciones de la mujer a buscar la posada, estaba un poco alejada de la ciudad posiblemente esa fuera la razón de que aun tuviesen cupos.

-¿Estas segura que es por aquí? Ya llevamos varios minutos caminando y aun no veo ninguna posada…-

-Eso fue lo que dijo aquella mujer, de todas formas, tampoco hay donde dormir dentro de la ciudad por lo que si no encontramos el lugar tendremos que dormir a la intemperie-

No pude evitar dar un suspiro ante aquella idea, me ilusionaba que esta noche podría dormir en la comodidad de una cama por lo que desee con todo mi ser encontrar el lugar.

-Parece que nos están siguiendo…-

-¿El caballero de hace un rato?-

-No son ellos estos buscan sangre ¡Corre Elisa antes que nos alcancen!-

Eran cinco tipos, increíblemente rápidos a pesar de su apariencia, no tardaron en alcanzarnos. Lo ultimo que faltaba era que nos asaltaran en un lugar como este, no pude dejar de pensar que este era nuestro fin, era imposible que Lyn pueda con todos a la vez.

-Je,Je,Je… hola preciosa. Te llamas Lyndis ¿No es así?-

¿Cómo me has llamado? ¿Quién eres? Lyn desenvaino de inmediato su espada a la espera del primer ataque, yo hice lo mismo sacando mi pequeña cuchilla del bolso, aunque no creo que fuera a ser de mucha ayuda, pelear no es lo mío.

-Que desperdicio… un autentico desperdicio. Lo que llega a hacer uno por oro…En fin te a llegado la hora. ¡Vamos chicos!-

Nos pusimos espalda con espalda a esperar el primer ataque.

En lo que parecieron ser unos eternos segundos pude oír caballos acercándose, era lo ultimo que nos faltaba, ahora si que estábamos condenadas. Cuando estuvieron lo suficientemente cerca me percate que se trataban de los dos caballeros de la mañana, espero que se tratara de ayuda y no de amigos de los bandidos.

-¡Vosotros, alto ahí! ¿Qué creéis que haces contra dos jóvenes indefensas? ¡Cobardes canallas!-

-¡tu! Eres de…-

-¿Podemos hablar mas tarde? Parece que esta gente tiene malas intenciones. Si quieren luchar, que se midan conmigo-

-¡Atrás Kent! Yo me encargo de esto-

-¡No! ¡Es cosa mía! ¡Ustedes no se metan!-

-¡Podrían dejar de pelear! Este no es el mejor momento para entrar en discusiones absurdas. Lyn aceptemos su ayuda, es imposible que puedas vencerlos a todos tu sola, sabes que yo no podría ayudarte ¿verdad?- me sentía bastante inútil en este momento, si al menos supiera pelear no seria un lastre para ella. Afortunadamente estos tipos parecían estar de nuestro lado y debíamos aprovechar.

-Tengo una idea tu dirígenos. Soy Kent caballero de Lycia y este es mi compañero Sain. Te obedeceremos en esta batalla ¿satisfecha mi señora?-

-Estoy de acuerdo, Elisa y yo estaremos al mando-

-Pues bien, comencemos entonces, estos sujetos no parecen tener intenciones de seguir esperando-

A pesar de que no tenia mayores recuerdos de mi formación militar trate de guiar de la mejor forma posible a nuestro equipo ya que no quería que alguno resultara herido y de cierta forma quería sentirme útil de alguna manera.

Enfoque mi estrategia en Lyn quien sin darle mayores ordenes entendió mi idea, Kent y Sain se notaba que habían tenido una buena formación militar ya que nos siguieron el ritmo con fluidez.

El sonido de las hojas hacía eco en el valle. La espadachín y ambos caballeros se enfrentaban a los bandidos con movimientos rápidos y certeros.

Lyn junto a su espada parecían estar danzando entre los bandidos mientras desviaba los golpes de las hachas, los caballeros por su parte aprovechaban cada apertura que ella les entregaba para poder desarmar a los bandidos.

La pelea se convirtió en un torbellino de acero, mantuve la distancia mientras observaba la situación, debía estar atenta ante cualquier apertura que pudiese causarnos algún problema.

Con un giro bastante rápido Lyn logro desarmar al líder de los bandidos, al ver esta situación la moral del resto se desmorono por lo que salieron huyendo del lugar.

-Maldición… se suponía que era solo una chica… ¡Retirada!-

-Se acabo, excelente Elisa-

-Eso debería decirlo yo Lyn, lo hiciste bastante bien… -

-Entonces, ¿Cuál es la razón por la que parecen estarnos siguiendo?- consulto Lyn con desconfianza.

Los caballeros de bajaron de sus caballos y se acercaron a nosotras.

-En efecto las estábamos siguiendo. Partimos desde Caelin en busca de alguien-

-Eso esta en Lycia, el país que esta hacia el suroeste pasando las montañas ¿verdad? -

-Exacto. Llevamos un mensaje a Lady Madelyn, quien se fugó con un nómada hace unos 19 años-

-¿Madelyn?- La cara de Lyn parecía confusa.

-Si, la única hija de nuestro señor, el marqués de Caelin. El hecho de que lo abandonara resulto un gran pesar para el y la termino negando como hija. -

-Este año el marques recibió una carta de lady Madelyn donde ella le decía que vivía feliz en las llanuras de Sacae junto a su esposo y su hija. El marques no cabía de gozo al leer la carta. El anuncio formalmente que tenia una nieta llamada Lyndis-

-Ahora el único deseo del marques es conocer a la familia de su hija. Es por ese motivo que Sain y yo estamos acá, sin embargo no sabíamos que Lady Madelyn había muerto pocos días luego de enviar la carta, lo supimos poco después de llegar a Bulgar-

-Afortunadamente también descubrimos que no todo estaba perdido, ya que la nieta aun vivía. Nos dijeron que vivía sola en las llanuras… supimos enseguida que se trataba de ti... tu eres lady Lyndis-

-¿Por qué dices eso?-

-El parecido con tu madre es notable-

-¿Conocieron a mi madre?-

-No directamente, pero hemos visto los retratos en el castillo de Caelin-

-Para el resto de mi tribu, siempre fui Lyn. Pero para mis padres… cuando estábamos solos ellos me llamaban Lyndis. Que extraño resulta todo esto, hasta hace unos días estaba sola en el mundo y ahora resulta que tengo un abuelo-

-Lyn… el bandido también te llamo Lyndis, significa que no fue un ataque al azar-

-¿Qué? ¿Cómo es eso posible…?- Kent nos vio perplejo y luego se quedó pensando por un momento.

-Seguramente era algún vasallo de Lord Lundgren, ¿no crees Kent?-

-¿Y ese quién es?-

-El hermano menor del marqués. Todos creían que Lady Madelyn se había ido para siempre. Así Lundgren se convertiría en el heredero del marquesado-

-Básicamente lo que ustedes están diciendo es que Lyn resulta un obstáculo en el ascenso de Lundren a marques ¿no es así?-

-Pero... ¡si yo no tengo ningún interés en heredar algún título!-

-Por desgracia, tu tío abuelo no se creerá eso de buena gana. Creo que su deseo de acabar contigo persistirá-

-Opino lo mismo que Sain, creo que seguirá enviando mas gente. Al parecer nuestro viaje se a complicado, creo que hemos tenido suerte de no habernos encontrado antes con algún asesino, esta vez logramos sobrevivir gracias a estos caballeros, pero si hubiéramos estado solas seria otra la historia ¿no crees?-

-¿Qué hago entonces?-

-Lo mejor es que nos acompañe a Caelin, este camino ya no es seguro para usted, junto con Sain la escoltaremos con seguridad-

-Elisa… lo siento. Esto cambia todo lo que teníamos pensado… ¿Qué hacemos?-

Me encogí de hombros sin pensarlo "Decide tú, iré donde tu vayas" Era evidente que la alianza entre Lyn y los caballeros era perfecta para enfrentar los desafíos que se puedan presentar en el camino hacia Caelin. Si iba con ellos estaría segura y no tendría que preocuparme por el dinero. Una vez en Lycia vería que hacer, puede que para ese entonces logre recuperar por completo mi memoria y sepa con claridad cual era mi objetivo al salir de Etruria.

-¡En ese caso iré con vosotros!-

La cara de los caballeros parecía aliviada ante la rapidez con que Lyn acepto ir con ellos.

Ya con todo claro no había más que hacer y decir por lo que decidimos descansar por el día de hoy y partir mañana a primera hora hacia Lycia.

***Fin del capitulo***