Capítulo 12

La abracé, ha sido uno de los mejores momentos de mi vida, sentí que el mundo me pertenecía y que podía alcanzar el cielo, pero el momento duro poco.

- Pecosa de mi corazón, en ese momento pensaba que me rechazarías porque te deje ir en ese maldito invierno, creí que no ibas a querer que me acercara a ti y que era mejor esperar, me apena decirte que me sentía el ser más frágil sobre la tierra, aunque contigo nunca he fingido, pero a pesar de todo nunca he dejado de amarte y siempre he esperado la oportunidad de recuperarte, perdóname por favor, perdona mi estupidez.

- Te entiendo Terry, pero debido a eso yo he aceptado a Albert y no puedo romper su corazón, di mi palabra, como tú lo hiciste con Susana, nuestro tiempo paso mi amado mocoso engreído.

No sé qué siento, por un lado, me ha llamado "mi amado" y por otro lado me ha hundido en el infierno al decirme que no dejará a Albert.

- Entonces no lo amas, me sigues queriendo a mí, por favor pecosa, no te sacrifiques, no cometas el mismo error que yo cometí.

- Lo lamento Terry, debo irme, siempre te recordaré.

Me pareció ver lágrimas en sus ojos y la detuve de la cintura, como en aquel invierno, hundí mi nariz en sus rizos y percibí su aroma a rosas – Quédate así toda la vida, no me dejes, que no ves que moriré de amor .

De inmediato volteo a verme con sus ojos reflejando sorpresa, a diferencia de esa noche de invierno: me tomo la cara con ambas manos y pego su frente con la mía, con tanta dulzura que cerré los ojos.

- Tal vez en esta vida no será, pero yo te amo Terrence Grandchester y seré feliz mientras sepa que tu te encuentras en este mundo, nunca vuelvas a decir que morirás, porque si eso sucediera, mi alma iría detrás de ti.

Me dio un beso en la frente y corrió hacia su carruaje, seguida de su acompañante. Mis piernas temblaron, tuve que sentarme, la he perdido, perdí al amor de mi vida.

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He decidido que regresaré a Inglaterra, me iré con mi padre a comenzar a ejercer funciones del ducado, ya no quiero actuar, ya no tengo mi fuente de inspiración, solo quiero huir de aquí. Tal vez nunca debí venir a América, tal como decía mi padre.

Hoy me doy cuenta de que nunca he tenido nada y lo único que deseaba realmente no pude obtenerlo.

Se me ocurrió compartir con mi madre estos pensamientos y ella sólo me dijo:

- La carrera de un actor es únicamente por el amor de estar sobre un escenario y no porque alguien te haya inspirado, pensé que eso, es lo que tu sentías, pero no. Definitivamente es mejor que regreses con tu padre.

Y se fue. No cabe duda de que cuando mi ángel se fue, se llevó todo lo bonito que tengo.

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Después de ese terrible día, mi padre llego a mi hogar para que comenzáramos la renegociación de mi compromiso con Candy, ya le había contado lo sucedido ese día y estuvo de acuerdo en que no insistiera más, él obviamente lo hacía por lo indignante que sería "Rogarle" y yo lo hacía porque sabía que sería inútil ya que sé bien lo terca que era mi ángel rubio.

Al llegar al banco de los Ardley fuimos recibidos por George, quien nos dejó en una sala de espera en la que había tres puertas que correspondían a los nombres del "Elegante", de Albert y del mismo George.

Una de las puertas se abrió dejando ver a mi ex compañero Arhivald Cornwell, quien, al percatarse de mi presencia, no pudo evitar hacer muecas de desagrado.

- Buenas tardes, Duque de Grandchester.

- Buenas tardes joven Cornwell, me he entrado de su fabuloso trabajo y como ha impactado en las finanzas de las empresas de su familia, me queda claro que nació para su puesto y no dudo que le haga una leal competencia al brillante William.

- Le agradezco el comentario, aunque yo soy leal a mí tío William y siempre será así, él junto con su "prometida" y por supuesto mí tía abuela, son mi única familia cercana.

Eso de "Prometida" me dolió hasta los huesos y sé que pudo notarlo ya que hizo cara de satisfacción.

- Te recuerdo "Elegante" que Candy aún es miiii prometida y que en cualquier momento puedo ejercer el poder del acuerdo que firmo tu tía.

En ese momento sus ojos se encendieron, parecía estar hablando con el mismo inmaduro Archi del colegio y afortunadamente George apareció de forma oportuna y le dio unos papeles que debían ser enviados con urgencia por lo que se tuvo que salir de inmediato llevándose a la única recepcionista.

- Les ofrezco una disculpa por la demora, en unos momentos serán atendidos por el joven William, si me permiten iré a ver qué lo está demorando.

George entró en su oficina y de inmediato me levante impulsado por un dolor de estómago.

- Padre, no la dejaré ir, estoy decidido, lucharé por mi amor, si es preciso la raptaré y la llevaré lejos de aquí, sé que no le importan los lujos, sé que podremos arreglárnoslas, te prometo que tomaré el ducado cuando me sea posible, no estoy pidiendo tu ayuda, pero definitivamente armare un plan para estar con ella.

Agradezco los comentarios de los que comentaron de forma anónima y de Edith Grandchster.