PARTE III

Capítulo 1

Primer Verano de una Nueva vida

El Verano de Harry no empezó bien. Y él se dió cuenta desde el viaje en tren. Ginny lo ignoraba olímpicamente y para añadirle la cereza al pastel, Hermione estaba con Linfred y Ron y tenía el canal cerrado.

—Toc Toc —dijo una voz y Harry miró a la puerta del vagón donde estaba solo—. ¿Se puede o está lleno?
—Ja-Ja que divertida Pansy —dijo Harry y la chica esbozó una sonrisa mientras entraba y se sentaba frente a él.

—¿Por qué estás aquí solo?
—Porque...
—Y no me digas que porque nadie es tu amigo porque la chica Weasley y Granger si que te hablan muy bien.
—Si bueno, Ginny me ignora desde hace unos días —dijo Harry sin pensarlo mucho, cuando miró a Pansy ésta tenía una sonrisa de triunfo—. Por favor no lo menciones.
—¿Cómo podría? Para explicar porqué lo sé, tendría que admitir que soy amiga de un mestizo y mi familia no lo vería bien. Menos si soy amiga del hermano gemelo del Niño que Vivió —añadió la chica sonriente y con un ligero tono de coquetería que Harry definitivamente se perdió.

—Gracias por el regalo de Navidad, creo que nunca te agradecí como se debía.
—Me alegra ver que te gustó, tuve que conseguirlo con una prima en Rusia, todo para que en casa no supieran nada —dijo poniendo los ojos en blanco.
—Me gustó mucho la verdad, y enserio que es más apropiado de lo que creerías.
—Harry, tú hubieras sido un buen Slytherin, tienes mucho potencial para ello.
—Y yo digo que Hermione habría apreciado tenerte de compañera de cuarto.

—No soy muy buena con los estudios, mi mejor materia es pociones y eso es porque somos compañeros ahí, en las demás no soy buena... la escuela no es algo que se me de muy bien.
—Podrías juntarte conmigo y Hermione a estudiar si quieres el siguiente año.
—Si... supongo que podría desafiar un poco la sociedad estudiantil de Hogwarts, y si sigues con la idea cuando volvamos, aceptaré encantada tu idea.

Resultó que Harry pasó todo el camino charlando con Pansy, la Slytherin le hizo olvidar un poco sus pésimos últimos días. Cuando finalmente se retiraron la túnica de Hogwarts, él la vio ruborizarse.

—¿Pena?
—Con el uniforme no se ve... —dijo ella bajando la mirada apenada.
—¿No se ve el qué? —inquirió Harry y ella rodó los ojos.
—Estoy gorda, Harry.
—Ah... bueno, no soy experto en el cuerpo femenino, pero tengo una amiga que tal vez pueda ayudarte un poco con eso, si quieres claro.

—¿Granger o Weasley?
—Ninguna, ella no es de Inglaterra, es Americana, la conozco desde niños, pero ha ayudado a Hermione con su cabello.
—Ahora que lo mencionas... sí que Granger ha controlado mejor ese nido de aves.
—¿Entonces? ¿Le digo que necesitas ayuda?
—Mientras no sea algo que ponga en peligro mi vida o mi magia, estoy dispuesta a probarlo, ya he recibido demasiadas burlas de Malfoy por mi peso —bufó molesta.

Harry y Pansy siguieron hablando de muchas cosas triviales, Hermione nunca apareció por la puerta, pero Harry entendía eso, cuando finalmente se separó de Pansy en la estación fue que sintió el familiar tirón del anillo.

"Dime que no pasaste el viaje solo o me sentiré realmente mal"

"Estoy bien Cookie, Pansy estuvo conmigo"

"Harry, necesitamos hablar, urgentemente, ¿Crees poder retrasarte un poco?"

"Claro"

Cuando finalmente se encontró con Hermione, esta tenía una mirada preocupada, sus ojos desbordaban ansiedad.

—¿Qué sucede Hermione?
—Harry, estuve... ammm... preguntándole algunas cosas a Ginny en el camino, estábamos solas en el compartimento y creo que sé porqué nos evita, o bueno, a tí.
—¿Hice algo mal Hermione? Porque si es así puedo hablar con ella y...
—Harry será mejor que lo tomes con calma... ella... ella no te recuerda.

Hermione decidió soltarle la bomba así, sin más, sabía que él no era Linfred o Ron, Harry tenía un mejor de control en las crisis.

—¿De qué estás hablando?
—Ron dijo que a su hermana le borraron los recuerdos dolorosos de este año, que Molly y Arthur estuvieron de acuerdo, pero creo que hicieron más que borrarle los recuerdos de este año. Ella no recuerda absolutamente nada que tenga que ver contigo, yo le hablaba de algunas cosas y ella parecía no entender, le pregunté otras tantas pero ella no respondía, y parecía realmente confundida, creo que alguien te olvidó de los recuerdos de Ginny.

—Okey, eso definitivamente no lo esperaba —dijo Harry estoico pero Hermione podía sentir la ansiedad de Harry, y eso la preocupaba, sabía que el chico estaba controlándose lo mejor que podía.
—Mira, Harry sé que no es un consuelo, pero si pudiste ganártela una vez, podrás volver a hacerlo y tendrás dos semanas mientras vuelven tus padres y luego cada oportunidad de verse hasta que nos vayamos a América, sé que puedes recuperar eso que tenían, solo te lo digo para que no la presiones, ella no recuerda.
—Gracias hermana —dijo Harry abrazándola, ella le devolvió el abrazo gustosa e intentando transmitir todo el consuelo que quería expresarle.

Se separaron de nuevo al bajar del tren, como había dicho Lily, ellos fueron a La Madriguera, pero en todo ese tiempo, Harry no logró acercarse mucho a Ginny, ya que ella perseguía a Linfred y Ron casi siempre. Ninguno de los hermanos Weasley le prestaba mucha atención a Harry, y si podían eran casi, casi tan abusivos como Linfred.

Dos semanas. Eso es lo que Harry se repetía cada vez. Hubo entonces una ocasión, cuando Harry estaba leyendo en la sala y ella bajó, traía una mirada confundida.

—¿Estás bien? —inquirió Harry preocupado.
—Creo... creo que tuve una pesadilla, pero no lo recuerdo.

Harry suponía que tipo de pesadilla era, así que sin preguntar la abrazó, ella pareció sorprenderse al inicio, pero se dejó hacer al final. Esa noche, fue como antes, antes de que la olvidaran, ella se acurrucó junto a Harry en el sillón y ambos se quedaron dormidos.

Luego por algún motivo que Harry desconocía, ella había empezado a tratarlo como Linfred siempre hacía, no es que no estuviese acostumbrado al trato de Linfred, pero recibir lo mismo de Ginny... simplemente no encajaba. Sobre todo porque durante el día esa era su conducta, pero habían creado una especie de rutina para la hora de dormir, ella bajaba luego de las 11:00 pm, y se acurrucaba cerca de Harry sin decir nada, mientras él solo la observaba dormir tranquilamente, y en caso de que ella se inquietara, Harry solo necesiaba colocar su mano sobre la de ella y era como si Ginny recibiese un hechizo tranquilizante.

No lo dijo, pero eso lo lastimaba, no le gustaba tener que lidiar con dos versiones de la misma Ginny, pero permanecieron así hasta que se cumplió el plazo de las dos semanas, Harry esperaba poder hablar con su mamá acerca del olvido de Ginny y su extraño comportamiento... se suponía que sus padres estarían ya de vuelta, pero pasaron 3 días más y no llegaban.

El cuarto día por la mañana apareció Remus Lupin, el padrino de Linfred y pidió hablar con los hermanos en privado, los Señores Weasley estaban presentes también y el Ministro de Magia estaba ahí también, eso desde el inicio no le olió bien a Harry.

Remus les anunció la muerte de sus padres, Harry no supo cómo reaccionó Linfred, estaba demasiado ensimismado en sus propias emociones como para poner atención a nada más, escuchó algo de un duelo, cosas más, cosas menos, luego que Remus había identificado los cadáveres y que serían enterrados la semana siguiente.

Les dijeron a los hermanos que los Weasley eran la primera opción para ambos para permanecer como custodios de los menores de edad. Cuando miró a los Weasley se dió cuenta que ellos los recibirían a ambos de buena gana con los brazos abiertos, pero Harry bien sabía que ese no era su lugar, durante toda la estancia nunca se había sentido bienvenido, salvo las noches con Ginny, entonces se hizo el silencio. Remus les dijo que podrían pensarlo, les dieron un plazo de un par de horas mientras hablaban con los Señores Weasley sobre los términos de Custodios que tendrían.

Mientras, en ese tiempo Linfred se encargó de darle la noticia a los hermanos Weasley.

¿El fenómeno hermano de Linf también vivirá aquí? —preguntó de lejos la voz de Ginny Weasley, y el desdeño en su voz le dió la fuerza que necesitaba para preguntar a Remus en privado cuando salió a buscar a los hermanos.

—Dijiste que eran la primera opción, ¿Hay una segunda?
—Hay una segunda para ambos y una tercera para tí Harry, pero no creo que te agrade, implica muchos cambios.
—¿Cuál es la opción que tengo y Linfred no?
—La Familia Fireblolt en América.

Harry supo de inmediato su respuesta.

—Los Fireblolt son mi elección, Tío Remus.
—¿Estás seguro Harry? Mira que son demasiados cambios, casa, reglas, costumbres, escuela...
—Estoy seguro, si tengo la opción la prefiero.
—Tendríamos que irnos mañana mismo para arreglar todo el papeleo pertinente tanto en MACUSA como aquí, y localizar un hueco en la agenda del presidente americano no será nada fácil y el funeral de tus padres es hasta dentro de una semana, no estarías ahí...
—Necesito alejarme, Tío Remus.
—Harry esta es una elección definitiva, no podrás retractarte de esto incluso si quisieras cambiar de guardianes.
—Lo Necesito, Tio Remus —repitió Harry casi rogando, y algo en su mirada debio ser convincente, porque Remus asintió resignado.
—Bien, hablaremos con Molly y Arthur.

Harry y Remus entraron de nuevo a la cocina, donde la Señora Weasley y su marido discutían acerca de una habitación para los dos hermanos, Harry se acercó a ellos.

—Señor Weasley, Señora Weasley... Ustedes son una familia maravillosa, pero no puedo quedarme, necesito tomar distancia... y quedarme aquí no tendrá ningún buen recuerdo, necesito irme... Sra. Weasley, gracias por tenerme aquí este tiempo.
—Oh querido —exclamó la mujer antes de darle un abrazo que casi le saca el aire—. ¿Pero de qué hablas?

—Harry tiene la opción de que su familia Guardiana sea una que reside en América, en Estados Unidos específicamente —explicó Remus.
—No tienes que hacerlo querido, puedes quedarte aquí, no tenemos reparo alguno —dijo acariciando las mejillas de Harry y él sintió su corazón apachurrarse por la mujer pelirroja que se había hecho a la idea de tener dos niños más ahí en la Madriguera.
—Lo se Señora Weasley y se lo agradezco mucho, pero necesito tomar distancia, creo que será lo mejor para mí y para Linf.

—Bien, si todo está decidido, deberías ir a por tu baúl, podemos organizar un traslador para mañana a primera hora —dijo el ministro—. Lo esperaré en el Ministerio Remus, para entregarle la copia de los documentos mágicos que debe llevar a América.

Harry sin decir una palabra más fue a la habitación donde estaba su baúl y guardó lo poco que había sacado. Entonces vio algo que llamó su atención, era su libro Muggle de fantasía favorito, se lo había regalado Lavinia en uno de sus cumpleaños, y estaba además en el segundo idioma de Lavinia, el español, era de todos los libros, su posesión más valiosa, le sonrió con nostalgia al libro, iba a prestárselo a Ginny en este verano, inclusive había hecho notas ahí para que ella las leyese, pero con todo, parecía que a la pelirroja leer era lo que menos le importaba, Harry suspiró triste, pero tomó una decisión.

Con cuidado de que nadie le viese fue al cuarto de Ginny, afortunadamente no tenía ningún tipo de protección, entonces vio en una repisa el libro que él mismo le había regalado a Ginny en la librería y con cuidado puso debajo de éste el libro que llevaba en manos, ahora las doradas letras de "El Príncipe del Sol" reposaban en la pequeña repisa de libros de la pelirroja, tal vez, pensó Harry, un día ella tendría curiosidad y lo leería y Harry se conformaría con eso, con haberle dado un último libro. Una vez hecho esto, bajó y se encontró con Remus aún ahí.

—¿Hay algo que quieras de la casa de tus padres Harry? —inquirió Remus.
—No tío Remus, estaré bien así.
—¿Vas a hablar con tu hermano de tu decisión? —inquirió dudoso, a sabiendas de la extraña relación entre los hermanos.
—Sí.
—Está bien te esperaré en la cocina cuando estés listo.


• • •

—¿Linf, podemos hablar? —preguntó esa noche a su hermano que estaba rodeado de los Weasley—. Será rápido, y es necesario, de otra forma no te molestaría.
—Sí claro, Harry —dijo Linfred sorprendiendo a todos. Y siguió a Harry hasta salir de la casa—. ¿Qué sucede, hermano?

Esa simple palabra le rompía el corazón a Harry, porque eran pocas las veces que Linfred realmente le llemaba así.

—Me voy, es lo mejor para todos Linfred, para tí y para mí, tengo de opción irme con los Fireblolt a América y voy a tomarla.
—¿Estás seguro, Harry? ¿América?
—Seamos honestos Linf, no me quieres aquí, esta es tu familia, no la mía... y yo tampoco quiero estar en un lugar donde no soy bienvenido y no hablo de los Señores Weasley, sino de sus hijos.

Linfred guardó silencio por un tiempo, y al mirarse a los ojos, ambos lo supieron, Linfred solo era amable porque justo ahora era el único que podría entenderlo, pero se conocía muy bien, sabía lo que la atención le hacía a su carácter... por algo el Sombrero Seleccionador había sugerido Slytherin para Linfred... y aunque pareciera lo contrario, quería a su hermano, quería a Harry, y él merecía una oportunidad, oportunidad que sabía, no tendría en Inglaterra, porque posiblemente el mismo Linfred no le daría oportunidad, sería difícil tener que dejar ir a Harry, pero sería mucho peor que se quedara, Linfred sabía que Harry estaba tomando la desición correcta, porque cuando todo el duelo pasara... la competitividad ganaría en Linfred, y no permitiría que Harry brillase, y él merecía brillar.

—La Leona va a saltar de la emoción cuando le digas que ahora si llegas para quedarte —comentó Linfred con una sonrisa naciente.
—Supongo que tienes razón.

—Harry... cuídate mucho, estarás bien allá, lo sé porque la Leona te adora y hará lo posible por tenerte a gusto y además allá no hay "Niño que Vivió" así que no tienes que preocuparte. No voy a contactarte hermano, como dijiste, es lo mejor para ambos, tú harás tu vida allá y yo aquí —dijo Linfred.
—Gracias Linfred.
—¡Por Merlín! Mamá habría odiado esto —dijo riendo Linfred—. Ten una buena vida, Harry —y Harry hizo algo que hacía mucho tiempo no hacía, abrazó a su hermano.
—Tú también Linfred y haznos un favor... cuida a esta familia, por que no pienso recibirte con los brazos abiertos en América ¿Entendiste? Es una orden de hermano mayor —añadió Harry sonriéndole a su hermano.
—Dalo por hecho.


• • •

Ginny no era una chismosa, simplemente tenía curiosidad sobre lo que los hermanos Potter pudiesen estar hablando, así que ella espió lo que decían.

Le sorprendió darse cuenta de que le pesaba en el pecho el que Harry Potter se fuera de su casa. Sí, era un fastidio y todo, pero ella no quería que se fuera, era de nuevo ese extraño sentimiento que la hacía bajar cada noche para quedarse dormida a su lado, ese que la hacía morderse la lengua cada que le decía algún comentario poco agradable y veía la decepción en esos ojos verdes esmeralda. Ginny sabía que había algo extraño con el chico, ella lo detestaba por cómo era con Linfred, pero curiosamente siempre se sentía fatal cuando le hacían alguna maldad los gemelos o incluso Ron o Linfred y se sentía aún peor cuando quien le hacía la maldad era ella misma.

Sobre todo porque al final del día, cuando la oscuridad reinaba en el cielo y ella comenzaba con las pesadillas, sabía que si bajaba, él estaría ahí en el sillón y no le diría nada, simplemente la dejaría sentarse, recostarse a su lado y la abrazaría, y disiparía todas sus pesadillas (esas pesadillas que nunca recordaba al despertar, pero que ella sabía que eran terribles) y le regalaría descanso en su sueño.

La primera noche que eso sucedió ella había despertado agitada y sudando, había tenido una pesadilla, la primera de esas vacaciones que no recordaría, pero le daba terror volver a dormirse, así que decidió vagar por la casa buscando sueño, cuando menos se dio cuenta estaba en la sala y Harry Potter estaba sentado en el sillón leyendo un libro a la luz del fuego de la chimenea y a Ginny se le antojó sentarse junto a él, era casi una necesidad, entonces él le había preguntado acerca de su motivo para estar despierta, ella había terminado contándole que tenía una pesadilla, pero que no podía recordarla.

Entonces sin avisarle, el chico la había abrazado y en ese momento, el frío que se había instalado en ella desde que se había despertado en su habitación, se había ido, como si él fuera la hoguera de seguridad, estar cerca de Harry le regalaba noches tranquilas de sueño y descanso y desaparecía esa ansiedad con la que estaba ella durante todo el día, una ansiedad que tenía problemas para asociar la fuente, pero que se iba siempre que estaba cerca de Harry, mucho más si lo tocaba de alguna forma.

Ginny no estaba lista para perder eso, un pánico ilógico se instaló en ella, entonces se dió cuenta que no quería que Harry se fuera, no importaba lo mucho que lo hubiera molestado antes, él no podía irse, ella no quería que se fuera, porque un parte de ella sabía que sin él, las pesadillas volverían, la ansiedad no se iría... ella necesitaba a Harry...

No.

Ella quería a Harry ahí, pero no era capaz de decirlo en voz alta. Sonaría loco, cuando ellos ni siquiera se hablaban que ahora ella le pidiese que se quedara. No, ella no podía hacer eso, no tenía ningún derecho, no eran amigos, eran apenas conocidos. No sería justo o lógico que ella le pidiera que se quedara. Y aún si lo hiciera, Harry jamás la escucharía.


• • •

Harry estaba por dormirse en la sala por última vez, cuando su pesadilla pelirroja se le paró justo enfrente.

—Entonces te vas —dijo ella simplemente.

Harry estaba sorprendido, era la primera vez que le hablaba después de esa primera noche cuando le confesó sus pesadillas, pues las noches subsecuentes, ella se limitaba a acurrucarse y dormir, sin mediar palabra con él.

—Sí... es lo mejor para todos.
—¿Estás seguro? —inquirió la menor de los Weasley, Harry la miró y se levantó del sillón.
—No, pero no hay mas que pueda hacer, y sin mamá aquí... tengo a todo el mundo en contra, está bien, estoy acostumbrado. Pero la falta de mamá va a acabar conmigo si me quedo aquí.
—¿Y tu mejor opción es huir de los problemas? —Ginny sabía que picarle y retarlo no era lo ideal, pero era un mecanismo de defensa desesperado.

—No huyo de los problemas Ginevra, simplemente me estoy haciendo a un lado para que mi hermano pueda ser quien está destinado a ser, siempre le he estorbado, esta es la oportunidad de que cada uno tome un camino diferente, lejos del otro —contestó Harry dolido.
—No volverás entonces.
—Te daré el gusto de no vivir con el fenómeno hermano de Linfred, y no digo que jamás volveré, no sé que me depare la vida, pero por ahora no quiero estar en Inglaterra.

Ginny quería decir más, enserio quería, pero las palabras se le atoraron en la garganta incapaz de mencionar nada. ¿Él la había escuchado? Ella definitivamente no habia querido decir eso, pero era lo que se esperaba de ella. Harry no era ningun fenómeno, menos cuanqdo era la única persona que no preguntaba nada, que no la presionaba a que le contara nada y que solo se limitaba a abrazarla y ofrecerle algo de consuelo.

Entonces la chimenea se agrandó y de la red Flu salió una chica regordeta... en pijama y bata de dormir, Ginny de momento no fue capaz de ver más porque enseguida la chica se abalanzó a abrazar a Harry, quien le devolvió el abrazo sorprendido, se mantuvieron así un rato pequeño hasta que finalmente la chica se separó de Harry, tenía lágrimas escurriendo por sus regordetas mejillas. Ginny solo veía expectante la escena, ella había visto a esa chica, no sabía su nombre, pero sabía que era una Slytherin y de las Slytherins más odiosas de todas, pero aquí estaba esa chica, abrazando a Harry como si tuviera el derecho de hacerlo y sin preocuparle romper algún tipo de norma social.

—¿Qué, en nombre de Morgana estás haciendo aquí? —exclamó Harry en voz baja mirando a la chica.
—Me enteré más temprano, estábamos en casa de Draco cuando su papá mencionó sobre la muerte de tus padres, Harry cuánto lo siento —dijo la chica y sorprendió a Ginny con su sinceridad.
—Gracias y muchas más gracias por venir en persona a decírmelo, se lo que arriesgas, pero ¿Cómo sabías que estaría aquí?

—Eso es lo de menos —dijo ella limpiando sus lágrimas—, Lucius puede ser muy comunicativo a veces, mi duda era si aún estabas aquí o ya habías tomado el traslador a la otra punta del mundo, esperaba alcanzarte.
—¿Y cuál era tu plan? Porque seguro no sabías que duermo en el sofá —dijo Harry bromeando con la Slytherin y a Ginny la invadieron unas ganas de aventarla de vuelta por la red Flu, era la primera vez que escuchaba a Harry bromear desde que había llegado a La Madriguera y justo era con una Slytherin.

—Si bueno sobre eso... —dijo ella jugando con las cintas de la bata de dormir—. Mi plan era abrir todas las puertas hasta dar contigo.
—¡Por Morgana! —rio Harry—. Es el peor plan en la historia de los peores planes.
—¡Oh cállate! no lo pensé mucho en realidad.
—Gracias.

—Draco estaba eufórico cuando le contó a Blaze que el siguiente año habría un Potter menos, fue cosa de meter hilo para que Draco soltara la madeja... ¿América? ¿Por qué tan lejos Harry?
—Lo necesito, estaré bien.
—Eso no lo dudo —sonrió la chica—. ¿Es la misma dirección que me diste el verano anterior?
—Sí, aunque supongo que la mayor parte del año estaré en la escuela.
—Te odio por complicar mi estadía en Hogwarts, ya lo tenía todo planeado, me sentaría junto a ti en cuantas clases les tocara compartir a nuestras casas y sería exitosa en la escuela —dijo ella divertida y a Ginny le supo mal, algo le decía que esa actitud solo la tenía con Harry.

—¿Qué dirías de venir medio verano a América? —dijo de repente Harry.
—Ajá claro y a mis padres solo les diré: "Madre, Padre, Harry Potter me ha invitado a pasar la mitad del verano en América en un lugar super guay" y ellos van a dejarme ir, claro, como no.
—No tengo que invitarte yo, puede llegarte una beca formal de la Fundación Fireblolt.
—Si lo logras, te deberé 20 galeones, Potter.
—Pues mejor ve pagándomelos.

—¡Merlín!, odio que te vayas, Harry —dijo abrazándolo de nuevo—. ¿Quién carajos va a alimentarme y fomentar mi gordura por postres ahora?
—Lo siento, pero debo irme, necesito irme Pansy —dijo mientras la abrazaba de vuelta.
—Bien, puedo aceptarlo si es lo que quieres, solo no pierdas contacto Harry, porque de verdad te voy a extrañar.
—No lo haré Pansy, te lo prometo.

—¡Merlín! ¡Odio llorar! —dijo la chica separándose de Harry y secando sus lágrimas.
—Los valientes también lloran, Pansy.
—Sí... por eso acabé en Slytherin. Debería irme, antes de que alguien note que me fui, hice toda una faramalla para "Irme a dormir temprano"
—Gracias otra vez, significa mucho para mi.
—Es en ambos sentidos, o no me hubiera arriesgado, tonto.
—Puedes hablar con Cookie... no tendré tiempo, mi traslador sale mañana en la mañana y hoy tiene un compromiso familiar.
—Puedo hablar con ella, sí.

Pansy terminó de limpiarse las lágrimas de los ojos y las mejillas y recompuso su respiración antes de mirar a Ginny.

—No estás en mi lista blanca Weasley, así que de esto no quiero una palabra o haré miserable tu vida en Hogwarts.
—¿De que lloraste? —dijo Ginny a la defensiva mientras Pansy se acercaba a ella.
—No estúpida, de que yo si me atreví a decirle lo que tú no.

Dicho esto se dio la vuelta abrazó a Harry una vez más mientras este negaba con la cabeza y le dio un beso en la mejilla que Harry le devolvió y se fue como había llegado.

—Lo que te dijera, no le hagas caso, solo no te metas con ella y estarás bien, Pansy es tranquila generalmente, a menos que de verdad la molesten con algo que le importe, ella no se meterá contigo si no te metes con ella.
—¿Y porqué tengo que ser yo la problemática?
—Porque eres impulsiva cuando estás enojada. Mira Ginevra, no te importo, así que cualquier cosa que viste hoy, olvídala ¿Vale?

Ginny simplemente se dio la vuelta y subió las escaleras corriendo.

No.

Ella no quería olvidarlo, porque le había dolido el pecho cada que Pansy abrazaba a Harry, había sentido un hoyo cuando ella le había besado la mejilla al chico. Ginny sabía que eso no era normal, ella no trataba con Harry Potter, no tenía porqué sentirse así, por nada del mundo, porque ella sabía lo que esos sentimientos eran, eran celos, pero Ginny no tenía razón de sentir celos, Harry y ella jamás habían sido cercanos, ella no podía sentir nada por alguien que apenas conocía de vista. En dos semanas no te enamoras, eso Ginny lo sabía bien y aún así, tenía ganas de reventarle la cabeza a la Slytherin con un bombarda.

Sobra decir que Ginny no pudo dormir en toda la noche y le echaba la culpa a Pansy y Harry.

• • •

A la mañana siguiente Remus llegó por Harry temprano, Molly ya le había preparado un desayuno espléndido y lo había despedido y Ginny nunca se despegó de su ventana mientras veía a Harry caminar junto a Remus hasta el punto de aparición, lo vio irse y se le estrujó el corazón. Esa mañana cuando Ginny bajó a desayunar, todo le era ajeno, se sentía distante de todos, lejana, como si no estuviera en su hogar a pesar de estar en casa.


Cuando Harry apareció en el Departamento de Trasladores Internacionales y enseguida fue derribado al suelo por Lavinia, supo que todo estaría bien. Ambos se reían por la caída mientras se ayudaban a levantarse.

Remus le había entregado la copia de los documentos al padre de Lavinia bajo la atenta mirada de ambos chicos. Le mostró la partida de nacimiento, la copia del traslado de la mitad de la cuenta Potter a los Fireblolt, su inscripción y calificaciones de Hogwarts, la información de su varita y su expediente médico. y le entregó un sobre con "Otros papeles menores" ya que lo más pesado eran las pertenencias que se habían transferido a la cámara de los Fireblolt.

Remus se fue luego de las firmas pertinentes, entonces al padre de Lavinia miró a ambos chicos.

—Por hoy, iremos a Casa, hay muchas cosas que debemos arreglar, y debemos hablar con Virianne... A casa muchachos, luego nos ocuparemos del papeleo, paso a paso, por ahora, creo que Harry necesita un tiempo para el duelo.

Y sin admitir algún reclamo, tomó la mano de ambos chicos y se aparecieron en Highland Hills y Harry por fin respiró el ambiente con esencia a Hogar... lo primero que hizo fue buscar el teléfono, necesitaba llamar a Hermione antes que nada, no quería tener a GrangerDanger en su contra.

Y bueno, si bien Harry no se quedó al funeral de sus padres, no quiere decir que no va a tener su duelo propio, se viene un cap cargado de eventos pasados, flashbacks e info, mucha info. Atentos!

Ale