Tras la primera derrota de la humanidad frente a los titanes en 100 años de paz, el gobierno real tuvo que tomar la difícil decisión de retirar toda la actividad humana dentro de la Muralla Rose. Las vidas que devoraron los titanes, ascendieron a un total de diez mil personas y algunos días después, todos los refugiados fueron enviados al campo con el propósito de cultivar alimentos. Sin embargo, eso no disminuyó la escasez de comida.
Al año siguiente, en el 846, el gobierno lanzó una campaña llevada a cabo por el Cuerpo de Exploración, en la cual, participaron doscientas cincuenta mil personas entre soldados, civiles y refugiados, es decir, una quinta parte de la población total. La "Operación de Reconquista", tuvo como objetivo recuperar el territorio perdido de la Muralla María a manos de los titanes. Al final, sólo lograron sobrevivir un centenar de personas, perdiendo así, al veinte por ciento de la población de los muros. Pese al gran número de muertes, fue gracias a su sacrificio que se logró el verdadero propósito de la misión; reducir la escasez de alimentos para que los sobrevivientes puedan tener una mejor vida.
Habían pasado 2 años desde el día en que los titanes traspasaron la resistencia de los muros y asesinaron a miles de personas. El gobierno había suspendido las expediciones del Cuerpo de Exploración momentáneamente, porque quería que el ejército se enfocara en buscar una forma de neutralizar al enemigo y recuperar el control de la Muralla María, una tarea imposible que además implicaba la pérdida de más vidas humanas. Para idear un plan, era necesario inspeccionar la totalidad del territorio ocupado por las enormes bestias. El Comandante Erwin pensó en una forma de hacerlo, reduciendo al mínimo la cantidad de muertes. Sólo un pequeño grupo de soldados con habilidades destacadas y altamente entrenados, se encargaría de ejecutar misiones específicas y complejas. Fue así como se crearon dos escuadrones de Operaciones Especiales: el primero a cargo del Capitán Levi, y el segundo, liderado por la Capitana Rivaille.
Luego de un breve período de evaluación, ambos se encargaron de elegir y entrenar a sus respectivos miembros. Debido al grado de dificultad de las misiones, necesitaban convertirse en soldados de élite, capaces de trabajar en equipo y con un gran control físico y mental para enfrentarse al enemigo.
El escuadrón de Levi estaba compuesto por: Erd, Gunther, Auruo y Petra.
Erd era un hombre de 28 años, alto, de cabello rubio atado a una cola de caballo, ojos marrones y una ligera barba. Era muy responsable y reservado, pero cuando hablaba, lo hacía sin rodeos y de forma directa. Por sus cualidades de liderazgo y fuerte sentido del deber, se convirtió en el segundo al mando en el escuadrón.
Gunther era un hombre de 26 años, de estatura promedio, tez ligeramente morena, ojos marrones y cabello corto y oscuro, con un mechón levantado en la parte de atrás. Se destacaba por su carácter firme, siempre enfocado en su trabajo y manteniendo la seriedad de la situación en todo momento.
Auruo era un hombre alto y delgado de 21 años, aunque debido a las arrugas de su rostro, aparentaba ser un hombre de mediana edad. Tenía ojos pequeños color avellana y cabello rubio ceniza. Usaba un peinado similar al de Levi, y llevaba un pañuelo al igual que su Capitán –a quien respeta e idolatra profundamente– llegando a imitarlo en varias ocasiones. Era un soldado muy noble y habilidoso, pero también bastante engreído y torpe, ya que solía morder su propia lengua con frecuencia.
Petra era una mujer joven de 21 años, de baja estatura, tez blanca, cabello anaranjado y ojos grandes color ámbar. Había pertenecido al mismo cuerpo de reclutas que Auruo, por lo que ambos se habían unido a la Legión al mismo tiempo. Se caracterizaba por su personalidad dulce, cálida, amable y compasiva. Era sumamente obediente y leal con su Capitán, por quien sentía una profunda devoción y a menudo lo elogiaba por sus múltiples cualidades.
En cuanto al escuadrón de Zoey, el mismo, estaba integrado por: Gelgar, Nanaba, Dita y Luke.
Gelgar era un hombre de 28 años, alto, de complexión delgada, ojos marrones y cabello rubio peinado hacia arriba, lo que le daba un aspecto de galán. Era un hombre fiel a la causa, que confiaba plenamente en su Capitana y sus compañeros. Era capaz de acatar a cualquier orden por más temeraria que fuera y poseía grandes cualidades para liderar al grupo, por lo que Zoey lo escogió como su segundo al mando. Sin embargo, tenía una debilidad: le gustaba beber alcohol en exceso. Incluso, bebía durante las expediciones, lo que enfadaba mucho a su Capitana, obligándola a reprenderlo y amenazarlo con quitarle el cargo de líder o botarlo del equipo. Pero con el tiempo y gracias a los regaños de Zoey, pudo controlar su adicción por la bebida.
Nanaba era una mujer joven de 24 años, alta, de tez blanca, ojos celestes y cabello rubio. Ella, al igual que Zoey, usaba el cabello corto como la mayoría de sus compañeros hombres. Casi siempre tenía una actitud calmada y serena, y era muy disciplinada, poseyendo actitudes de liderazgo, ejerciendo de segunda líder cuando Gelgar era castigado. Respetaba y admiraba profundamente a su Capitana, viéndola como su modelo a seguir. Su admiración era tal, que le pidió a Zoey que le enseñara algunas de sus técnicas de combate. Por esa razón, a la hora de luchar contra los titanes, solía utilizar movimientos similares a los de Zoey.
Dita era un hombre de 27 años, de estatura promedio, ojos marrones y barba que cubría su mandíbula. Usaba un pañuelo blanco que cubría su calvicie, pero a los lados de esta, podía distinguirse los cabellos peinados hacia atrás de un color castaño claro. Tenía un carácter optimista, alegre y gentil. Era amante de los animales, especialmente de los caballos, a quienes trataba con mucho aprecio y cuidado. Se destacaba por su impecable trabajo en equipo y su gran destreza como jinete. Siempre se preocupaba por el bienestar de sus compañeros y su Capitana, a quienes consideraba como parte de su familia.
Luke era un joven de 21 años, alto, de piel trigueña, ojos pequeños color avellana y cabello castaño y largo atado en una cola de caballo, con flecos a cada lado de su rostro. Cuando Zoey lo eligió para formar parte de su escuadrón, era un muchacho muy tímido e inseguro. Creía que no era lo suficientemente fuerte para cumplir con las expectativas de su Capitana y temía decepcionarla al igual que a sus compañeros. Aún así, Zoey consideraba que era un joven muy valiente y dedicado y lo ayudó a tener más confianza en sí mismo. Era un muchacho muy leal y siempre se esforzaba al máximo en cada misión.
Al completar su exhaustivo periodo de entrenamiento, los escuadrones comenzaron con sus misiones en la Muralla María.
Guiados por sus Capitanes, los soldados debían inspeccionar los alrededores y realizar un informe de la situación, enfrentando a algunos titanes en el proceso. La idea era tener un número estimado de la cantidad de titanes que infestaban la zona, y también, buscar posibles sobrevivientes, teniendo en cuenta que algunos eldianos tenían sótanos con provisiones bajo sus hogares para refugiarse de un posible ataque.
Los escuadrones de Levi y Zoey trabajaban muy bien en equipo, esforzándose por cumplir con los objetivos. Todos tenían una muy buena relación y no existía ningún tipo de competencia, habiendo mucho respeto y compañerismo entre ambos grupos. Sus Capitanes se habían visto obligados a trabajar en conjunto, ideando estrategias y coordinando a sus equipos. Con el tiempo, Levi y Zoey lograron dejar sus discusiones de lado y tener una relación más amena. A pesar de mantener su actitud fría y hostil, tenían un mayor entendimiento con el otro y cuidaban sus espaldas, aunque aún estaban lejos de ser grandes amigos.
En todas las misiones realizadas por sus escuadrones a lo largo de ese año, habían logrado asesinar a un total de 70 enemigos. Sin embargo, la cantidad de titanes era muy superior, y el número seguía ascendiendo al no encontrar forma de sellar la entrada del exterior. Poco a poco, las misiones en la Muralla María comenzaron a cesar, considerando que eran una total pérdida de tiempo.
Un año después, en el 849, la Legión de Reconocimiento finalmente retomó sus expediciones fuera de los muros. Hange, intentaba convencer a Erwin de que una buena forma de investigar la manera de derrotar a los titanes, era el de experimentar con ellos. Para eso, era necesario capturarlos con vida. Erwin, consideró que su petición era muy arriesgada de realizar. De por sí, había muchas bajas durante las exploraciones y no quería poner en peligro más vidas. Hange continuó insistiendo con su petición, e incluso, le rogaba a Levi, Zoey o Mike que la ayudaran a atrapar un titán, pero ellos siempre se negaban rotundamente.
Durante una reciente expedición fuera de los muros, la Legión de Reconocimiento fue alertada por Mike, quien había olfateado y percibido la presencia de un enemigo.
—¡Un titán en el bosque! —advirtió el rubio, luego de lanzar una bengala de color rojo.
Rápidamente, Hange se subió a su caballo e ignorando las advertencias de Moblit sobre el peligro que implicaba ir sola al bosque, fue en busca del titán para atraparlo.
—¡Erwin, deja que yo me encargue! —dijo eufórica la castaña, mientras se alejaba en dirección al bosque.
—¡Espera, Hange! —Le ordenó su Comandante, pero ella no lo oyó.
—¿¡Hange, a dónde vas!?—Le gritó Zoey preocupada.
De inmediato, Zoey golpeó la correa contra su caballo y fue tras su amiga. Erwin volteó a ver a Levi, quien estaba expectante sobre su corcel.
—¡Levi, ve! —Pidió Erwin.
Acatando la orden y chasqueando su lengua, Levi también movió su caballo.
—Esa idiota... —dijo el Capitán antes de dirigirse al bosque seguido por su escuadrón.
Cuando Hange se encontró con el Titán, comenzó a hablarle, consiguiendo que éste la siguiera hacia un campo abierto.
—Eso es. Buen chico. —decía mientras galopaba y evitaba que la criatura la atrapara.
—¡Hange, ten cuidado! —exclamó con fuerza Zoey, acercándose con su caballo a toda prisa.
Rivaille enganchó el arpón de su Equipo de Maniobras al cuello del titán, pero Hange, al ver que Zoey se preparaba para lanzarse hacia él, la detuvo.
—¡Espera, no lo hagas! —gritó Hange, mientras saltaba de su caballo para interponerse entre el titán y su amiga, que estaba a pocos metros de matarlo.
—¡HANGE! —gritó alarmada cuando la vio obstaculizar su camino.
En un intento por evitar que Hange fuera herida por sus cuchillas, Zoey tuvo que hacer un movimiento brusco para esquivarla, haciendo que perdiera la estabilidad y cayera a unos arbustos.
—¡Lo siento, Zoey! —dijo Hange al darse cuenta de lo peligrosa que fue su idea. A pesar de sentirse apenada, continuó llamando la atención del titán. Era una oportunidad que no podía dejar pasar.
Cuando llegaron a campo abierto, una bengala lanzada por Levi hizo que el titán dejara de perseguirla.
—¡Por aquí, idiota! —dijo el Capitán acompañado por su escuadrón.
—¡Oigan, no se metan en esto! —exclamó Hange molesta por su intervención.
Aún así, el titán ignoró los llamados del Capitán y continuó yendo tras ella hasta que decidió detener su andar.
—¿Eh? —Hange estaba extrañada por su comportamiento. El titán había comenzado a correr de regreso al interior del bosque.
—¿A dónde vas? —Le preguntó ella, mientras iba tras él, al igual que Levi y los demás.
«¿Se dirige a algún lugar en particular? ¿Un titán excéntrico haría algo como eso? »Hange se preguntó a sí misma. Nunca había visto un comportamiento como ese en uno de estos especímenes.
Mientras tanto, el escuadrón de Zoey llegó hacia donde se encontraba su Capitana. Ella aún estaba recostada entre unos arbustos, un poco aturdida por el golpe.
—Capitana Rivaille, ¿se encuentra bien? —dijo Nanaba preocupada.
—Vaya caída, Capitana —bromeó Dita.
—¿Necesita ayuda? —preguntó Gelgar, siendo respondido por su Capitana con un:
—No se preocupen, estoy bien. —Mientras intentaba levantarse. —¿A dónde fueron Hange y ese titán? —preguntó mientras sacudía la tierra de su uniforme.
—Regresaron al bosque, Capitana. —respondió Gelgar.
—Capitana... tiene algunas ramas enredadas en su cabello... —Le advirtió Luke.
—Y algunas hojas también—comentó Dita, intentando contener su risa al ver a su Capitana con el cabello despeinado.
—Torpe Hange... ¿Cuándo dejará de hacer esas locuras? —dijo Zoey molesta, poniéndose finalmente de pie de forma lenta. —Vamos tras ella. —ordenó subiéndose a su caballo.
El titán, que seguía siendo perseguido por Hange, se detuvo frente a un árbol en lo profundo del bosque y comenzó a golpear su cabeza contra él.
—¿Qué pasa? ¿Qué estás haciendo? —Le preguntó Hange, bajándose de su caballo y acercándose a la criatura. —¿Aquí es dónde querías venir?
Pero el titán estaba enfurecido y muy alterado. Atacó a Hange e hizo que ella subiera a un árbol para esquivarlo.
—Por poco... —exclamó tras un suspiro de alivio.
Ella, sin rendirse, volvió a acercarse a él.
—¿Qué sucede? Te escucho. —decía con amabilidad, llamando la atención de la criatura.
Pero en eso, Auruo enganchó su Equipo de Maniobras al titán y se dirigió a él para matarlo.
—¡Lo tengo! —exclamó victorioso y listo para cortar el cuello del enemigo.
—¡Espera, Auruo! —gritó Hange, haciendo que el hombre se distrajera y detuviera su ataque.
Esa distracción, provocó que el titán lograra atrapar a Auruo. Cuando estaba a punto de introducirlo a su boca, Levi cortó velozmente su brazo y luego su cuello, haciendo que el titán cayera sin vida al suelo.
—¿Estás bien? —preguntó Levi a Auruo, mientras limpiaba la suciedad de su cuchilla.
—Capitán... —dijo acongojado y tratando de recuperarse del susto. —Lo seguiré toda mi vida.
Hange se tiró de rodillas frente al titán.
—Era un sujeto muy valioso... Si lo hubiéramos capturado, tal vez la humanidad habría avanzado un poco más. —mencionó Hange, lamentándose por lo sucedido.
Levi se acercó a ella, la tomó de su capa con brusquedad, e hizo que esta lo mirara a su rostro enfadado. Ya había perdido los estribos.
—¡Estúpida cuatro ojos! ¡Si quieres convertirte en mierda de titán adelante, no me importa! ¡Pero no pongas en riesgo la vida de mis subordinados! —exclamó furioso y con una expresión amenazante.
—Los titanes no defecan... no tienen órganos digestivos. —Le explicó Hange.
Levi no esperaba una respuesta como esa. Eso hizo que su furia aumentara, pero decidió no seguir malgastando sus palabras. Resignándose, la empujó al suelo con furia, escuchando como ella exclamó ante el golpe.
Cuando la Capitana Rivaille y su escuadrón llegaron al lugar, Zoey bajó de su caballo lista para darle un sermón a su imprudente amiga, pero al ver el rostro de Levi, se dio cuenta de que él ya se le había adelantado.
—Zoey, lamento mucho lo que hice... m-me dejé llevar y... actué sin pensar. —dijo Hange resignada de su decisión.
—Siempre lo haces. —dijo Zoey molesta, mirándola con desaprobación, mientras seguía sacudiendo la suciedad de su uniforme. —No estoy de humor para hablar ahora.
Rivaille se cruzó de brazos, mientras Dita y Luke se encargaban de retirar las ramas y hojas de su cabello. Por más que no lo dijera, su enojo era evidente.
—Oigan, ¿no olfatean un olor extraño? —preguntó Gelgar.
—Huele como si algo se estuviera pudriendo —respondió Erd, moviendo su nariz como un sabueso.
—¿Acaso te caíste en un charco de estiércol o algo así? —Le preguntó Levi a Zoey para molestarla.
—Claro que no. ¿Qué estás insinuando? —Le respondió ella frunciendo el ceño, pero antes de que Levi pudiera decir algo más, Petra lo interrumpió.
—Oiga... Capitán...
—¿Qué?
—¿Eso... lo ha hecho el titán? No, no puede ser... —dijo atemorizada.
—¿De qué estás hablando?
Petra señaló con su mano el hueco de un árbol. Todos voltearon a ver y se encontraron con un impactante descubrimiento.
—¿Qué es eso? —preguntó Nanaba, estupefacta.
Auruo exclamó un pequeño grito por el susto. Zoey y Hange se acercaron a investigar. En su interior, encontraron el cadáver de un soldado.
—Es un brazalete de la expedición número treinta y cuatro. —dijo Hange, sujetando la manga de la chaqueta del cadáver.
—Eso... fue hace un año. —comentó Zoey, recordando dicha expedición.
Hange leyó el nombre del soldado con dificultad.
—Se llamaba... Ilse Langnar.
Levi agachó su cabeza y divisó un pequeño diario cerca del tronco del árbol. Cuando lo recogió, interesado comenzó a ojear sus páginas.
—Levi, ¿Qué es eso? —preguntó Hange intrigada.
—Son las notas de Ilse Lagner. —respondió, leyendo en su cabeza algunas partes de su contenido.
Hange intrigada, tomó el diario y comenzó a examinarlo.
En sus páginas, Ilse relataba el calvario que había vivido después de que sus compañeros murieran, siendo ella la única sobreviviente. Sin caballo y con su EDM3D dañado, se dispúso a regresar a las murallas a pie. De pronto, se encontró con un titán excéntrico que no la mató de inmediato, sino que empezó a musitar algunas palabras como "Lady Ymir" y "Gente de Ymir" mientras se inclinaba ante Ilse dándole la bienvenida. Ella intentó conversar con el titán y comenzó a hacerle preguntas. Ante la falta de respuesta, Ilse le gritó enojada, haciendo que el titán empezara a desgarrarse la piel de su cara. La soldado asustada, empezó a correr siendo perseguida por la criatura y logrando ser atrapada. Ilse continuó relatando los hechos en su diario hasta que el titán puso su cabeza en su boca y la joven fue decapitada de un mordisco. Hange asumió que después de eso, el titán le erigió una tumba en el tronco donde encontraron su cuerpo.
Luego de aquel impresionante hallazgo, Hange decidió redactar un informe dirigido al Comandante Erwin explicándole lo sucedido y solicitando nuevamente su permiso para capturar titanes. Ese mismo día, ella también visitó a los padres de Ilse para entregarles sus pertenencias y comunicarles la muerte de su hija y el valioso aporte que había hecho con su diario.
De regreso al cuartel de la Legión, Levi y Zoey le dieron la noticia de que Erwin había aprobado su petición y que sus escuadrones se encargarían de capturar titanes vivos para sus experimentos. Esto hizo que Hange diera saltos de alegría. De inmediato, se dirigió a su laboratorio para comenzar a idear distintas herramientas de captura: lanzaredes, pistolas de gas y barriles con alambres y flechas de acero, lo suficientemente resistentes para atrapar a titanes de hasta 15 metros.
En poco tiempo, los Escuadrones de Operaciones Especiales de Levi y Zoey lograron capturar a los primeros titanes con vida sin sufrir ninguna baja entre sus miembros. Pero pronto, ocurriría un suceso que lo cambiaría todo y la vida de la Capitana Rivaille volvería a dar un inesperado giro.
El destino estaba a punto de ponerla a prueba como nunca antes.
Continuará...
