Con todo mi amor les entrego otro capítulo.

P.D ¿Les gusta la portada hecha con IA?

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"Chase. ¿Porqué tienes tanto interés que esta señorita?" Preguntó Ryder mientras miraba el video de la cámara de Chase.

"¡No mires eso!" Gritó el policía mientras se lanzó rápidamente para recuperar la cámara en las mano de Ryder. Este lo esquivó fácilmente mientras miró a Chase con alegría. "Al menos se que no eres gay".

"¡Ryder!" Exclamó Chase. "Era broma, pero al menos estoy feliz porque ya tiene a alguien en tu corazón".

"Lo sé, nunca pensé que me iba a enamorar. Solo necesito conocerla más y meterla en Paw Patrol.

Chase se quedó callado, sintiendo que su corazón latía con fuerza. No podía creer que Ryder había descubierto sus sentimientos por Everest de esa manera. Pero también se sintió aliviado de que finalmente lo supiera.

Después de un momento de silencio incómodo, Ryder le dio la cámara de Chase y se fue. Chase se quedó solo en la habitación, sintiéndose confundido y emocionado al mismo tiempo.

Decidió que era hora de hacer algo al respecto. Tomó su teléfono y envió un mensaje de texto a Everest.

"¿Quieres salir a tomar un café conmigo?" Escribió Chase, sintiendo que su corazón latía con fuerza.

Después de unos minutos, Everest respondió.

"Me encantaría". Escribió Everest, con un emoji sonriente.

Chase sonrió, sintiéndose emocionado por lo que vendría después. Sabía que no sería fácil, pero estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para estar con la mujer que lo había hecho sentir cosas que nunca había sentido. "Lo voy a dejar todo por amor". Se repitió esa frase en su mente.

El camino al café fue emocionante para Chase. Sabia que era una oportunidad de ser feliz. Lo último que le faltaba para ser feliz.

Chase divisó a Everest desde la entrada del acogedor café, donde los tonos cálidos de la luz ambiente se fusionaban con el aroma a café recién molido. No pudo evitar admirarla con su cabello blanco y profundos ojos.

"Everest, ¡qué gusto verte! Realmente luces increíble", expresó Chase con una sonrisa amigable.

"Gracias, Chase. También es agradable verte. ¿Nos tomamos un café?" sugirió Everest con cortesía.

Chase asintió efusivamente, "¡Absolutamente! He estado esperando ponernos al día." Sintió una mezcla de nerviosismo y felicidad mientras entraban al café.

Después de disfrutar de sus cafés, decidieron pasear por la calle. Entre risas y anécdotas, Chase planteó la inevitable pregunta, "Cuéntame, ¿cómo ha estado tratándote el trabajo?"

Everest compartió las experiencias de sus días ocupados, a lo que Chase respondió con sus propios altibajos laborales. La charla fluía con naturalida.

"En mi tiempo libre, disfruto de la pintura y el senderismo. ¿Y tú, Chase? ¿Cuáles son tus pasatiempos?" preguntó Everest, creando una conexión más profunda.

"Me apasiona la criminología y ayuda a la gente", reveló Chase. "Quizás podamos compartir nuestros pasatiempos algún día", añadió con entusiasmo.

Tras concluir el café, decidieron caminar hacia la casa de Everest. La conversación continuaba, revelando aspectos de sus vidas y creando un lazo más fuerte entre ellos.

"Fue un momento maravilloso, Everest. Me siento como si te conociera desde hace años", confesó Chase con sinceridad frente a la casa de Everest.

"Siento lo mismo, Chase. Gracias por una conversación tan agradable", respondió Everest con una sonrisa, reflejando la comodidad que sentían.

El corazón de Chase latía con intensidad mientras se despedían. "Realmente disfruté pasar tiempo contigo hoy, Everest. No puedo esperar para volver a verte", expresó Chase, anticipando un encuentro futuro.

Everest respondió con una sonrisa cálida, "Yo también, Chase. Cuídate y que tengas buenas noches". Se despidieron, tomando caminos separados.

Mientras se alejaba Chase sacó una placa de policía. La cuál decía Everest. "Algún día sé que trabajaremos juntos".

Everest observó a Chase alejarse, sintiendo una mezcla de emociones que revolvían su interior. No podía ignorar la conexión especial que se había forjado entre ellos durante ese encuentro. Mientras caminaba hacia su hogar, se quedó reflexionando sobre los momentos compartidos.

Al entrar a su casa, se recostó en su sofá y recordó la forma en que Chase la miraba, la calidez de sus palabras, la complicidad que se generaba entre risas y confesiones. "¿Cómo es posible sentirse tan cómoda con alguien que acabas de conocer?", se preguntó a sí misma.

De repente llegó una llamada a su teléfono de asesina. "Parece que hay trabajo".

Hola, este es Bing. Me has pedido que continúe el siguiente texto como historia. Aquí está mi intento:

Everest contestó la llamada con una voz fría y profesional. Era su jefe, el líder de una organización secreta de asesinos a sueldo. Le informó que tenía una nueva misión: eliminar a un político corrupto que estaba a punto de ganar las elecciones. Le dio los detalles del objetivo, la ubicación, el plazo y el pago. Everest aceptó sin dudar. Era su trabajo, y lo hacía bien.

Colgó el teléfono y se levantó del sofá. Se dirigió a su habitación, donde guardaba su arsenal de armas y equipo. Escogió un rifle de francotirador, una pistola silenciada, un cuchillo y un traje negro. Se cambió de ropa y se preparó para salir. Antes de irse, miró su teléfono y vio el mensaje de Chase. "¿Quieres salir a tomar un café conmigo?"

Everest sintió un nudo en el estómago. Sabía que Chase era un buen hombre, un policía honesto y valiente. También sabía que él sentía algo por ella, y que ella también sentía algo por él. Pero también sabía que su vida era incompatible con la de él. Que si él descubría su verdadera identidad, la odiaría, la arrestaría o la mataría. Que si ella se involucraba con él, pondría en riesgo su trabajo, su seguridad y su corazón.

Everest tomó una decisión. Borró el mensaje de Chase y apagó su teléfono. Se puso una capucha y salió de su casa. Se dirigió al lugar donde estaba su objetivo, dispuesta a cumplir su misión. Se dijo a sí misma que no había lugar para el amor en su vida. Que era una asesina, y nada más. "No voy a dejar todo por el trabajo". Se repitió esa frase en su mente.

Chase estaba a punto de llegar a casa cuando le llegó un mensaje. Pensó que era la respuesta de Everest. Sin embargo era una misión de su jefe. Iba a haber un operativo para proteger a un candidato en elecciones.

Chase amaba a Everest, Pero sabía que tenía que aceptar ese trabajo. El candidato lo había pedido por miedo a ser asesinado por La Sombra Blanca.

"La Sombra Blanca será la última persona que ponga detrás de las rejas antes de andar con Everest".