Inko Midoriya manejo por las calles cubiertas de nieve con la mirada gacha.

Las cosas habían sido muy difíciles para la pobre mujer en los últimos meses, había pasado por muchas cosas, cosas qué la habían desgastado severamente a la pobre mujer.

Todo comenzó cuando Hizashi la abandonó, había sido algo muy duro qué comenzó con una discusión muy fuerte entre ambos, discusión ocasionada porque ella expresó su deseo de tener un hijo con el hombre.

Al principio tomó las cosas con calma, le dijo qué él no tenía la intención de tener hijos y a partir de ese punto las cosas escalaron, lo qué se supone debía ser una tranquila charla rápidamente se transformó en una intensa discusión, la cual llevó a qué el hombre abandonara la casa y mandará por correo los papeles del divorcio unas semanas después.

El maldito ni siquiera se había atrevido a dar la cara para pedirle el divorsio, simplemente mandó una carta acompañando el documento de separación, en el qué decía qué había tomado esta decisión porque los objetivos de vida de ambos eran diferentes, por lo qué lo mejor sería qué ambos tomaran diferentes caminos y qué deseaba qué encontrara a alguien más en el futuro qué pudiera conceder lo qué ella deseaba.

Ella firmó, no tenía el deseo ni la intención de rogar por el afecto de un hombre qué claramente no la amaba lo suficiente para hablar del tema de niños ni discutir sus problemas.

Después del divorcio, la mujer había entrado en un fuerte estado de depresión, la tristeza la invadió, una de sus amigas, Mitsuki Bakugo, la cual estaba embarazada, le sugirió qué fuera a un lugar tranquilo donde pudiera pensar las cosas mejor.

Le dio varios folletos de distintos sitios turísticos, ella realmente no los revisó muy bien, simplemente tomó uno del montón y se dispuso a ir.

El folleto la había llevado a un lugar llamado ciudad playa (un nombre realmente malo en su opinión), ubicado en una pequeña península del continente americano, lo cual era justo lo qué necesitaba, alejarse de Japón por un tiempo, alquiló una habitación de hotel y se pasó las siguientes semanas echada en una cama comiendo helado y saliendo de vez en cuando al pueblo, el cual realmente no tenía mucho qué ofrecer.

Finalmente, después de un tiempo para pensar y relajarse, su estado de ánimo subió lo suficiente para volver a Japón, tomó el auto qué había alquilado y partió en dirección al aeropuerto para volver a su hogar.

Las últimas semanas el clima de ciudad playa se había vuelto muy gélido, la nieve cayó y justo cuando ella salió, una tormenta de nieve se desencadenó, era muy difícil para ella manejar con toda esta nieve, por lo qué debía tener especial precaución.

Mientras conduce, repentinamente tuvo qué parar su automóvil de golpe, apenas fue capaz de ver el montículo de nieve qué se había formado en medio del camino, la mujer suspiro molesta, tomó una pala qué tenía en el interior del vehículo y se bajó para limpiar la nieve del camino, por suerte para ella, no era mucha la parte del camino cubierta de nieve, con suerte terminará en un par de minutos.

Sin otra opción para llegar a tiempo, la mujer comenzó a palear la nieve, liberando poco a poco el camino, en momentos así, Inko desearía tener un don más poderoso qué solo atraer a ella objetos poco pesados, en situaciones así, una peculiaridad fuerte sería realmente útil.

Mientras la mujer peleaba la nieve, repentinamente un sonido la interrumpió 一Wuaaaaa!一 Un grito, más bien un llanto qué venía del interior del bosque cubierto de nieve qué rodeaba la autopista, por un momento, Inko pensó qué su mente había imaginado ese llanto 一Wuaaaaa!一 Eso hasta qué un segundo llanto llegó a sus oídos.

Insegura de lo qué pasaba, la mujer tomó la pala como una arma en caso de qué fuera una trampa o alguien tratara de lastimarla y con cuidado, camino hacia el interior del bosque, insegura de lo qué encontraría ahí.

Lentamente camino hacia la dirección de la qué provenía el llanto, el cual se hacía cada vez más fuerte, después de unos segundos, finalmente encontró lo qué provocaba el llanto y lo qué vio la dejó completamente paralizada.

Un bebe.

Había un pequeño bebe de cabello negro lleno de rulos qué le daban una apariencia esponjosa y ojos negros, el cual había dejado de llorar en el momento qué la vio.

Su mirada se tornó curiosa, observándola, sin pensarlo, Inko tomó al pequeño de la nieve, cuya única prenda qué lo cubría del frío era un pequeño trajecito rojo de cuerpo completo. En el momento qué Inko tomo al bebe en brazos, se dio cuenta de otra característica del pequeño qué de alguna forma había sido ignorada por ella, la piedra preciosa de color rosa qué estaba incrustada en el estomago del bebe.

Ella no tenía muchos conocimientos de joyería, pero en su pequeña y vaga experiencia, sospechaba qué esa piedra era un cuarzo, una mutación muy peculiar para lo qué pensaba era un recién nacido, sin duda los quirks se volvían cada vez más locos.

La mujer volteó su mirada hacia los lados del bosque, buscando con la mirada a otra persona en el lugar, al no encontrar a nadie, observó al niño en sus brazos, el cual la observaba con la mirada mas tierna qué Inko había visto en su vida 一¿Qué voy a hacer contigo?一 Le preguntó la mujer al bebe qué repentinamente había comenzado a reírse tiernamente.

La mujer levantó la mano y con uno de sus dedos empezó a jugar con el bebe en sus brazos, no podía dejar a este bebe solo aquí y no podía devolverlo a los monstruos qué lo habían abandonado, realmente no habían muchas opciones para la mujer.

Y en ese momento, Inko tomó una decisión, una decisión qué cambiaría su vida para siempre, tomo al bebe qué comenzaba a dormitar y con cuidado lo recostó en el asiento junto a ella, una vez asegurado el bebe, arranco el vehiculo y manejo por el camino despejado en dirección al aeropuerto con dirección a Japón.

No podía dejar al bebe donde lo había encontrado y no podía entregarlo a las autoridades porque podrían regresarlo con los monstruos qué lo habían abandonado aquí en primer lugar, por lo qué solo quedaba una opción lógica, después de todo, no necesitaba a Hizashi para ser madre.

Sin duda sería un problema abordar el avion con un bebe indocumentado, pero por suerte para ella, ser empleada del gobierno Japones le había dado algunos contactos qué con suerte le ayudarian a ella y a su bebe a llegar.

El auto se alejó por la autopista, perdiéndose en la tormenta de nieve, pasando junto a una montaña donde aparentemente había ocurrido un deslizamiento de nieve, cosa qué la mujer ignoró.

No se detuvo a mirar, repentinamente, del montón de nieve, un puño rojo de acero atravesó la nieve, sobresaliendo en el aire.

La mujer mecía al bebe en sus brazos para qué durmiera, habían pasado cerca de ocho meses desde qué trajo al bebe a Japón y gracias a algunos favores de sus amigos en el sistema de registro, había registrado al recién nacido como su hijo, Izuku Midoriya, su bebe.

Sonrió con cariño al pequeño, no había sido fácil explicar su existencia a Mitsuki, no quería qué nadie supiera la verdad, por lo qué mintió, diciendo qué él nació en su periodo en Estados Unidos, donde contrató una empresa de fertilidad con un hombre cuyo quirk le permitió acelerar el parto para qué naciera a la par del hijo de Mitsuki, no era la mejor mentira, pero fue lo suficientemente creíble, después de todo nadie la cuestionó.

Estaba un poco nerviosa, hoy Mitsuki traería a su hijo, Katsuki, para conocer al pequeño Izuku, su hijo y el de Mitsuki jugando juntos, jamás creyó qué vería este día, jamás había sido tan feliz como los últimos meses desde qué adoptó a Izuku, sin dudas había tomado la decisión correcta 一Te amo Izuku一 Le dijo al bebe mientras lo apretaba en un fuerte y a la vez delicado abrazo.

El pequeño Izuku Midoriya vio a su madre, al ser un bebe era incapaz de comprender muchas cosas, pero a pesar de su corta edad, había una cosa qué sabía con seguridad, qué esta mujer la amaba y él la amaba a ella, tanto qué quería ser como ella, parecerse a ella, tal vez fue su deseo interior, tal vez fue inconsciente o lo hizo a propósito, era imposible para el bebe decirlo, pero ocurrió 一¿Q-qué está…?一 La mujer dijo en una mezcla de temor y nerviosismo al ver como repentinamente la gema incrustada en el estómago de su hijo comenzó a brillar.

Ella no sabía mucho del quirk del pequeño, después de todo no le habían hecho un análisis de quirk, simplemente lo había llevado al hospital para algunos chequeos básicos, pero supuso qué la gema era parte de su peculiaridad, por lo qué el brillo solo podía indicar una cosa, su hijo estaba usando su quirk por primera vez, oh dios, realmente desearía tener una cámara ahora.

El cuerpo de su hijo se iluminó con una luz rosa qué provenía de su gema y tan rápido como apareció, la luz se desvaneció, pero para cualquier espectador, el cambio qué su quirk ocasionó fue evidente, la apariencia total del niño había cambiado, su cabello rizado se encrespo volviendose mas salvaje y su color negro cambio a un verde oscuro, sus ojos negros se tiñieron de un verde esmeralda y cuatro pecas en forma de diamante habían aparecido en sus dos mejillas, repentinamente, su apariencia había cambiado hasta volverse en una copia mas pequeña de su madre.

Inko parpadeo sorprendida por el repentino cambio del bebe, no estaba segura de qué lo había ocasionado, pero no le importaba como se viera su hijo, ella lo amaría de todos modos, repentinamente escucho como alguien tocaba la puerta, observo al pequeño Izuku con una sonrisa, antes de abrir la puerta y dejar pasar a Mitsuki y Masaru Bakugo, los cuales iban acompañados por un niño rubio con mirada malhumorada en los brazos de Mitsuki.

Fin del capitulo 1