Capítulo 1

Bella's POV 26 años

Desperté sudando, hacía demasiado calor y el hecho de que Harry estuviera sobre mi no ayudaba para nada, desenrede sus brazos de mi cintura y salí de la cama directo a la ducha, trate inútilmente cómo siempre, de limpiarme de mi carga.

Terminé de bañarme, preparé el desayuno, recogí un poco la casa, tratando de interpretar mi papel de buena esposa, cuando todo en la casa estuvo en orden y ya no tenía nada más en que distraerme, decidí salir al jardín a disfrutar del sol, el verano estaba aquí, nuevamente, sin poder evitarlo unas lágrimas salieron de mis ojos, mientras me concentraba en la sensación que provocaba en mis dedos abrí aquel desgastado libro, ese libro, me transporte 8 años atrás, a el verano cuando tenía 18.

Al abrir el libro, ya no era el despojo humano en el que me había convertido, el que siempre estaba interpretando su papel, que sonreía cuando tenía que hacerlo, ya no, había dejado a esa persona en el patio de una casa perfecta que en realidad era una cárcel, no, esa no era Isabella, Bella Swan, esa no era la persona de la que él se había enamorado.

...

Bella 18 años

—Bella te lo digo en serio, no puedes estar encerrada en esta habitación todo el verano— dijo mi madrastra Sue, mientras entrando cómo un tornado a mi habitación, — vístete y sal de la casa— me arrojo un short de jean y una playera— o le diré a Leah que traiga a sus amigas para que te hagan compañía

—No, no, no será necesario— odiaba a las amigas de mi hermanastra, eran unas perras hipócritas e insufribles, tome la ropa que me lanzo — ¿puedo al menos tener un poco de privacidad?

—Subiré en 10 minutos y más te vale que no vea tu trasero en esa cama— me amenazó

Salí al soleado día verano que ofrecía forks, el cielo estaba casi completamente despejado a excepción de dos grandes nubes grises que amenazaban con estropearlo. Camine desde mi casa hasta la biblioteca, no tenía amigos con los que salir, a diferencia de mis hermanastros y la verdad no me interesaba hacerlos, estaba bien por mi cuenta.

Camine por la sección de clásicos sin prisa y en ocasiones sin prestarle atención a los libros, me gustaba venir aquí sentir las viejas pastas de los libros bajo mis dedos mientras caminaba sin sentido. Había llegado al final del pasillo nuevamente, bajé mis dedos a la siguiente fila de libros y cuando estaba a punto de comenzar a caminar al lado contrario, escuche una voz que no reconocí.

—Disculpa ¿vas a leer o a dar otro paseo?— me preguntó con un tono irritado un chico desgarbado de ojos verdes con el pelo cobrizo que empujaba el carrito de los libros devueltos.

—Heeee— me sonroje— si voy a leer este— tome el libro que estaba debajo de mis dedos y camine hacia las mesas, abrí el libro en cualquier pagina, baje la cabeza y fingí leerlo.

Aunque lo cierto era que estaba viendo al chico, había algo en el que me obligaba a tener mi vista fija en él, no lo reconocí, pero eso era normal era tan despistada que no recordaba ni a la mitad de los chicos con los que compartía salón de clases. Después de acomodar todos los libros del carrito de devoluciones, se fue a sentar en el escritorio de la biblioteca por lo que descubrí que él era el nuevo bibliotecario.

Lo observé cómo una frikie el resto de la tarde, cuando él levantaba la vista yo fingía leer, en una de esos bajones de vista leí el libro y me comenzó a interesar, Cumbres borrascosas. Sin darme cuenta dejé de ver al chico y comencé a leer con mucho interés.

—¿Disculpa?— me llamo el chico, levanté la vista del libro a regañadientes— ya vamos a cerrar— mire alrededor y me di cuenta que era la única persona que quedaba en la biblioteca.

—Si, lo siento me entretuve— tomé el libro y lo puse en el carrito de devoluciones, cuando pase por el escritorio vi que eran las 7 y la biblioteca cerraba a las 9— pero si aun faltan dos horas— le reclamé.

—Si, pero cómo estamos en periodo vacacional, las últimas horas del día se dedican a la reunión de los clubes y no creo que seas ajedrecista o ¿si?— me pregunto con una ceja alzada

—No, pero me gustaría ver un buen partido— dije en tono altanero

—Lo siento, pero al club no le gustan los espectadores, pero te puedes unir a otro club— dijo dándome un folleto, a pesar de su tono arrogante era amable, había que reconocerlo.

—Gracias— tome el folleto y me fui. Me senté en las escaleras de la biblioteca y poco a poco observé cómo iban llegando los ajedrecistas, para las 7:30 y una vez reunidos todos el chico cerró con llave por dentro la puerta.

Rodé los ojos, cómo si fuera a meterme, analice el folleto que me había dado para matar tiempo, aun no quería regresar a casa, papá estaba en una capacitación en otro condado y sin él no tenía fuerzas para enfrentarme a mi nueva "Familia". El club de lectura me llamó la atención, esta semana estarían analizando el por que las obras de Jane Austen eran tan populares en nuestros días.

Me comenzó a dar frío porque aun que estábamos en verano, esto era forks, me levanté dispuesta a irme pero la puerta se abrió.

—Pensé que ya te habías ido, es tarde— dijo casualmente el chico bibliotecario, mientras sacaba una caja de cigarrillos de su chaqueta.

—¿Me das uno?— pregunte automáticamente, el levanto una ceja

—¿Cuántos años tienes?— rodé los ojos— no quiero terminar en la cárcel— encendió su cigarrillo con el último de sus cerillos

—18— dije antes de que apagara el cerillo

—No, ya enserio— arrojó el cerillo al cenicero que estaba a lado de los botes de basura. No tenía ánimos de discutir con él y sabiendo que a estás horas de la noche todas las tiendas estaban cerradas, le mostré mi licencia de conducir, lo cual funciono por que me ofreció el bendito cigarrillo

—¿Tienes otro cerillo?

—No

—Entonces cómo…— él se acercó a mí, colocó el cigarrillo entre mis labios.

—Cuando las puntas se toquen le das una fuerte calada, ¿entendido?— no podía hablar su cercanía me tenía totalmente hipnotizada, inclinó su cabeza hacia la mía y en cuanto las puntas de los cigarrillos se tocaron el le dio una calada haciendo que se pusiera rojo vivo, lo imite y mi cigarrillo se encendió.

Fumamos en silencio, hasta que nuestros cigarrillos se terminaron.

—Bien, gracias, creo que es hora de irme— comencé a apagar la colilla en el cenicero, él me imitó, nuestros dedos se tocaron yo aparte mi mano nerviosa por la sensación.

—No pensarás irte caminando sola o ¿si?— me pregunto cuando estaba al pie de la escalera

—Claro,¿ de que otra forma llegaría a casa?— pregunté confundida, forks no era para nada peligroso en comparación a una gran ciudad cómo Seattle.

—Niña ¿estás loca? es peligroso—dijo irritado

—Por supuesto que no— repliqué rápidamente

—Claro que si, mira dame— miró el reloj de su muñeca— 20 minutos y te llevo a tu casa

—Gracias, pero no es necesario— termine de bajar la escalera

—Por favor, no me perdonaría si algo te pasara, por andar sola en la noche— me alcanzó en una fracción de segundo, ahora parados al mismo nivel tan cerca me di cuenta cuan alto era, mi cara llegaba apenas a sus hombros.—Por favor— repitió, bajando su cara al nivel de la mía, me sentía hipnotizada nuevamente, me sonroje y asentí como estúpida—vamos— me tomo de la muñeca y me llevó dentro.— espera aquí, los sacaré y luego nos vamos— me senté en su silla y lo observe sacar a todos los chicos del club. Después reviso todos los pasillos, una vez que estuvo seguro de que estaban vacíos regreso conmigo— Listo vamos— tomo sus cosas del último cajón del escritorio y salimos al estacionamiento.

—¿Vamos a caminar?— sugerí a falta de un carro en el estacionamiento, estaba vacío a excepción de una moto harley

—No, iremos en esta preciosidad— y con su mano palmeó el asiento de cuero de la moto, lo mire dudosa y comencé a morderme el labio— vamos, no me digas que te dan miedo

—No, no para nada— dije un poco atropellado— es solo que no sé ni cómo te llamas y creo que es más peligroso subirse a una motocicleta con un extraño en medio de la noche que irme caminando a casa, así que gracias, pero paso.

Comencé a caminar y escuche cómo arrancaba la moto. Se estaciono en mi camino.

—Por favor, sube te prometo que no soy ningún asesino en serie

—Exactamente eso diría un asesino en serie— bromee— pero de verdad prefiero caminar— dije sacándole la vuelta, él se emparejó y comenzó a arrastrar la moto a mi altura

—Me llamo Edward Cullen, mucho gusto— me tendió la mano

—Bella Swan— acepte su mano

—Swan..— comenzó a meditar— ¿eres hija del sheriff?

—Si— me sonroje, todo el pueblo sabía quién era mi padre. Caminamos en silencio hasta mi casa—Es aquí— señale la casa— gracias por traerme

—De nada, un gusto conocerte Bella — prendió la moto pero no se fue— estoy esperando a que entres, no te dejare sola en medio de la calle— contestó mis dudas internas, me sonroje y lo único que pude murmurar fue un "gracias".

En cuanto entré a la casa escuche cómo la moto daba vuelta en la esquina.

—¿Bella?, ¿eres tú?— preguntó Sue desde la sala, camine hasta el marco de la puerta

—Si, ya estoy en casa, voy a dormir— dije evitando cualquier tipo de conversación

—Bien, hay cena en el refri si quieres — fui a la cocina, pero en cuanto vi una melena negra lacia, seguí mi camino a la escalera no quería ver a Leah.

...

Bella 26 años

—Mami!— escuche sus pasitos correr hacia mi

—Aquí estoy querida— coloque el libro en la mesa y me prepare mentalmente para ver a nuestra hija, era difícil, pues tenía los mismos ojos esmeralda y la misma melena cobriza que su padre, aunque su piel estaba bronceada, gracias a que aquí sí existía el sol.

En cuanto estuvo frente a mí la tomé entre mis brazos con un poco de esfuerzo y la senté en mi regazo, la observe mientras acariciaba su cabello, cada día crecía más y más, ojalá él estuviera aquí para verla, ella comenzó a jugar con el anillo que colgaba de mi collar, se lo quite suavemente, no quería que lo rompiera — ¿vienes a leer con mami?— la distraje, tomando otro libro de la mesita

—Papi Harry te manda esto— me dio la caja de cigarrillos del bolso de su overol, saltó de mi regazo y se fue.

—¿A dónde vas?— le grité

—A jugar con las vecinas— dijo mientras corría por el jardín

—Con cuidado

Abrí la caja de cigarrillos, era perfecto lo único que me faltaba, al abrirla encontré una nota

"Se que hoy no es un día fácil, pero no estás sola, Nessie y yo estamos contigo, te amamos incondicionalmente, no lo olvides"

Sonreí amaba a Harry, quizás no con la misma intensidad, pero él me conocía bastante bien. Encendí un cigarrillo y comencé a leer.


Hola, pues esta es mi nueva historia, espero que les guste, ya que como mencione antes me inspiré en una vieja relación para escribirla.

Nos leemos pronto :)