Capítulo 14

Bella 19 años

No pude contener las lágrimas de emoción al leer esa simple palabra que acababa de cambiar mi vida para siempre "positivo", una palabra pequeña, corta, que significaba que había una vida creciendo dentro de mi.

Tomé la prueba y corrí directo a la biblioteca, entré de manera un poco abrupta, logrando llamar la atención de todos, pero no me importó, Edward caminó hacia mí.

—¿Que…— no lo deje terminar pues me arroje a sus brazos y le di un beso, el me correspondió pero me alejo rápidamente, sonrió de manera cínica— vamos a la oficina— dijo tomándome del brazo, una vez dentro me pregunto— ¿Que sucede?¿Está todo bien?

—Si, bueno, creo que sí…— y entonces comenzaron los nervios, ¿ estaría feliz? sabía que quería hijos pero no sabía si los quería tan pronto solo llevábamos medio año de casados

—¿Entonces?— me quedé de piedra— Bella tengo trabajo y tu también, a tu supervisor no le va a gustar nada que te hayas ido así cómo así— quería que parara de regañarme pero de pronto no encontraba mi voz— ¿Que te parece si hablamos más tarde?

—Essspera— tartamudee cuando vi que se iba, tome la prueba de mi bolsa y se la di

—¿Es una…— asentí ante su pregunta inconclusa— ¿y es…— mis nervios aumentaron ¿estaba tan emocionado que no podía hablar o tan enojado que no podía hablar?

—Di algo— le pedí en un susurro

—Jamás creí que te amaría tanto cómo ahora— sus ojos estaban vidriosos por la emoción.

—¿Eso significa que no estás enojado?— me miró confundido

—¿Enojado?, no, por supuesto que no, es una noticia maravillosa, ven aquí— abrió sus brazos para mi, salte a ellos— te amo— repitió y me beso— vamos a ser papás— dijo con la voz quebrada

—Lo sé, es increíble— estaba emocionada, no solo había encontrado el amor de mi vida, sino que iba a formar una familia con el,

—Tú eres increíble— me miró con tanto amor, sentía que mi corazón iba a explotar por la emoción— maravillosa, perfecta— me dijo entre besos— eres un Ángel, mi ángel

—Te amo Edward, me has hecho la mujer más feliz de este mundo.

—Se supone que es tu cumpleaños, yo debería regalarte algo, pero tu me has dado el mejor regalo de todos, vamos a ser papás— dijo emocionado colocando su mano en mi vientre plano

—Te amo… y… quisiera.. dejarte… dormir.. pero… tenemos.. que ir… al doctor..— me despertó entre besos. Cuando me despertaba si era imposible que saliéramos de la cama rápido, atrape sus labios y lo bese profundamente, estaba sumamente feliz, mi vida era perfecta.

—Te amo Edward Cullen— dije mirándolo a los ojos con intensidad, últimamente estaba muy sentimental.

—Y yo los amo a los dos— dijo acariciando mi vientre abultado de 4 meses

—No puedo esperar para tenerlo entre mis brazos— confesé entre lágrimas, odiaba esta parte del embarazo más que las náuseas, siempre estaba llorando por todo.

—Te imaginas ¿Cómo será?— me pregunto igual de emocionado

—Hermoso, cómo tu— asegure

—Sin duda alguna— sonrió socarronamente mientras se recostaba a la altura de mi vientre, lo veía con tanta adoración, sería un padre increíble.

—Con tu cabello rebelde— dije despeinándolo más

—Con tus hermosos ojos chocolate— yo quería que tuviera sus profundos ojos esmeralda

—Con tus pecas— dije acariciando su mejilla

—Ojala no sea tan torpe cómo yo— dije riéndome

—Siempre estaré ahí para evitar que se haga daño— prometió— papi siempre te va a cuidar— le dijo a mi pancita con ternura

—Serás un padre increíble— dije en medio de lágrimas— el mejor papá del mundo

—Eso espero— dijo con algo de nerviosismo— y por suerte te tengo a ti para serlo, Bella mi amor tu sacas lo mejor de mi.

.

—¿Quieren saber el sexo?— preguntó la doctora, mire a Edward él estaba tan o quizás más emocionado que yo

—Si— dijimos al unísono

—Bien— movió el aparatito por mi vientre—Felicidades es un niño— mire a Edward que estaba conteniendo las lágrimas

—Se tiene que llamar Edward— declare inmediatamente

—Aún faltan unos meses pero es bueno que ya busquen nombres— comentó la doctora sonriente, quizás se notaba un poco que éramos padres primerizos— ahora Bella te daremos algunas vitaminas, el bebe está un poco bajo de peso.

—¿Está bien?— preguntamos alarmados

—Si, son solo unos gramos, nada que no podamos arreglar con vitaminas y una buena alimentación, es común en madres jóvenes— nos explicó con paciencia

—¿Necesita cuidados especiales o algo?— preguntó Edward entrando en su modo sobreprotector

—No, esta bien, solo mejorar la alimentación, les daré unas vitaminas y una dieta a seguir

—¿Puedo seguir trabajando?— pregunte nerviosa, quizás estaba descuidándome demasiado, había empezado a tomar turnos completos para ahorrar algo de dinero.

—Si, mientras no cargues nada pesado, tu trabajo no es especialmente exigente para ti cuerpo, el bebe puede soportarlo perfectamente, solo toma precauciones— me recomendó.

Quizás debía dejar de tomar turnos dobles y hablar con mi supervisor sobre las cajas, aunque había tenido mucho cuidado. Edward y yo escuchamos atentamente las indicaciones, después de la consulta me llevó a comer a un restaurante italiano que me encantaba, platicamos tanto sobre nuestro bebe y me di cuenta de algo, este bebe sería el más amado y esperado del mundo, esperaba ser tan buena madre como la mía.

—Bella, me gustaría invitarte un café, cuando termine tu turno— me dijo Sue mientras empacaba sus compras, su expresión era seria, pero no le tome importancia ella era así.

—Claro, hoy salgo a las 3— dije animada, extrañaba hablar con ella, aun no le decía sobre mi secretito, quizás más adelante cuando lo hubiera hablado con Edward, iba a necesitar su consejo y guía.

—Pasare por ti, yo le aviso a Edward tengo que devolver algunos libros

—Por mi esta bien— dije entregándole su bolsa

.

Llegamos al pequeño café de los Johnson, era lindo, cálido y olía de maravilla, a pan recién hecho y chocolate caliente, al pasar por el mostrador se me hizo agua la boca al ver un muffin de chocolate, cómo los que Edward me horneaba a veces, esperaba algún día ser tan buena cocinera cómo el.

Ordenamos y nos fuimos a sentar en una de las mesas más alejadas, odiaba los cotilleos suficiente tenía con el que se había desatado cuando el pueblo se enteró que me había ido de casa y que ahora estaba casada con nada más y nada menos que el bibliotecario.

—Bien, ¿de que quieres hablar?— dije mientras tomaba un sorbo del delicioso chocolate.

—Sé que estás embarazada—soltó de golpe, me quedé paralizada, nadie más que Edward sabía, era nuestro pequeño secreto, creí que las enormes sudaderas lo ocultaban por ahora. La miré confundida ¿Cómo lo sabía? —tienes ese brillo en los ojos— dijo enigmática, bebiendo de su café—y pecas— comentó como si fuera la cura del cáncer

—¿Y bien?— dije nerviosa, ¿estaba enojada?¿Qué le diría a Charlie? Peor ¿ya le había dicho?¿desde cuándo lo sabía?

—¿Por que no me habías dicho antes?— me reclamo un tanto dolida

—Edward y yo lo estamos procesando aún— me excuse

—¿Cuánto tiempo tienes?— dijo mirando fijamente mi vientre

—4 meses— me ajuste la sudadera al cuerpo para que viera mi pequeña pancita

—¿Ya sabes que es?— pregunto emocionada, sabía que en el fondo se alegraba por mí, ella sabía que yo siempre quise una familia grande.

—Es niño— sonreí mientras me acomodaba nuevamente la sudadera

—Las sudaderas no ocultaran por siempre— me dijo con preocupación— tienes que decirle— dijo refiriéndose a Charlie— es mejor que se entere por ti— me aconsejo

—Estoy muerta para él, ¿recuerdas?— dije un tanto enojada, no se me había pasado por la mente incluir a mi padre en la vida de mi hijo, tampoco a la familia de Edward, jr. nos tenía a él y a mi, con eso era más que suficiente.

—Claro que no, tienes que hablar con él, está arrepentido por lo que hizo…

—¿Sabes lo que hizo?— la interrumpí enojada, después de que supiera lo que había hecho no pensaría igual, no lo defendería

—Si, lo sé, él me contó todo antes de casarnos— dijo con pesar

—¿Y aun así te casaste con él?— pregunté sorprendida

—Bella, tienes que comprender que ambos cometieron errores, eran muy jóvenes, Charlie estaba tan presionado que comenzó a beber…

—No lo justifiques— la corte nuevamente, él no tenía perdón de dios, había matado a mi madre, a la mujer que juró amar.

—No lo hago, pero comprendo que fue un momento muy difícil, las cosas cada vez iban peor, él no sabía cómo reaccionar, tu madre planeaba alejarte de él y eso lo descolocó completamente, comenzó a beber— trato de explicarme

—El asesino— dije testaruda ¿es que no lo comprendía?¿cómo pudo haber aceptado a un asesino?¿cómo podía amarlo?

—No cariño, las circunstancias lo hicieron— dijo con compasión

—El puso las circunstancias— rezongue— sabes que, no quiero escuchar más— me levanté, saqué dinero para pagar la cuenta y me dispuse a irme, no quería seguir escuchando cómo defendía al asesino de mi madre.

—Bella, prométeme que me avisaras cuando nazca, necesitarás ayuda—dijo preocupada

—¿Le vas a decir? —indague, tenía que estar preparada para lo que pudiera venir

—No me corresponde a mi, después de todo es tu padre— simplemente asentí y me fui

Mientras tomábamos un paseo por el bosque alrededor de la cabaña cómo algunas veces lo hacíamos para hablar o simplemente pasar el rato, Edward comenzó a preguntar sus inquietudes.

—¿Quieres seguir viviendo aquí?

—¿Tú no?— mire con tristeza la cabaña que estaba a lo lejos, era mi hogar, no me imaginaba viviendo en otro lugar que no fuera aquí.

—Claro que si, solo quería asegurarme— me tranquilizo— yo voy a donde tu vayas, por que ahí esta mi felicidad— me beso tiernamente para refutar sus palabras

—Quiero que todos nuestros hijos nazcan aquí— declare

—¿Todos?—pregunto un poco sorprendido—¿Cuántos más quieres?

—Mínimo uno más, para que Edward no este solo— dije acariciando mi vientre

—Bien un hermano para James, podemos hacerlo— dijo sonriendo pícaro

—¿James?—eso era nuevo

—Claro que debe tener su propio nombre— finalmente había aceptado que se llamaría cómo el.

—¿Edward James?— medite en voz alta— me gusta cómo suena— dije con una gran sonrisa, solo faltaban 3 meses para finalmente tenerlo con nosotros, no podía esperar.

—¿Que opinas de construir un segundo piso?— dijo mirando la cabaña— y expandir más el jardín, colocar algunos juegos aquí, quizás una parrilla para hacer carne asada los fines de semana— dijo con la mirada perdida imaginando sus ideas— siempre e querido un huerto— comentó distraído

—Creo que sería perfecto, siempre y cuando haya un balcón que mire a nuestro estanque— a mi me gustaba la caballa tal cómo era, pero también comprendía que si íbamos a tener más hijos necesitamos más espacio ¿Que tal si nuestro siguiente bebe era una niña? no podría compartir cuarto con E.J toda la vida.

—Contactare un arquitecto amigo de Emmett— dijo emocionado

—Ni hablar, es por tu seguridad, no puedes ir por ahí cargando cajas embarazada— dijo en el desayuno, retomando la discusión de ayer, rodé los ojos, aquí vamos de nuevo

—Edward me gusta mi trabajo, además ya te dijo la doctora que por ahora estoy bien— argumente cansada de esta discusión— no planeo dejar mi trabajo, no al menos hasta que el bebe nazca, ¿sabes los bebés no son baratos?

—Yo gano lo suficiente para mantenernos, por eso no te preocupes— dijo testarudo

—Lo sé, pero nunca está de más tener algo de dinero extra. Además solo serán un par de meses hasta que nazca, en cuanto falten 4 semanas para el parto renunció, te lo prometo— negocie

—No tengo opción ¿cierto?— preguntó resignado

—La verdad es que no— no estaba dispuesta a ceder en este asunto

—Bien, pero quiero que sepas que no estoy de acuerdo con esto— dijo enojado— me voy a trabajar— se levantó y tomó sus cosas

—Que tengas un lindo día— le desee cómo todos los días

—Por favor cuídate— me pidió con intensidad, su sobre protección estaba alcanzado niveles insospechados— vendré a comer— me aviso

—Vale, te amo— dije cómo despedida

En cuanto se fue, aproveche mi día libre y comencé a hacer todas las cosas que ya no me dejaba hacer argumentando que tenía que cuidarme, lave, planche y doble la ropa, fregué los pisos, los platos, acomode la caja de libros que había llegado, sacudí el librero de arriba abajo.

Cuando estaba lavando las ventanas del patio un intenso dolor atravesó mi cuerpo, era cómo si me partieran a la mitad, no pude soportarlo y me caí de la silla, no sabía que me sucedía, solo quería que parara, me hice un ovillo en el suelo incapaz de moverme, sostuve mi vientre tratando de proteger a E.J, el dolor cada vez se volvía más fuerte y el pánico comenzaba a invadirme, estaba completamente sola, sin ningún vecino a menos de 5 km al que pudiera pedirle ayuda.

—Bella— escuche la voz alarmada de Edward—¿Qué paso?— se arrodillo junto a mi mientras me analizaba con la mirada

—No lo sé— dije tratando de soportar el dolor, no quería asustarlo— solo duele, mucho

—¿En donde duele?— me preguntó

—En todos lados— mi respiración cada vez se volvía más pesada a causa del dolor

—Te llevaré dentro, trataré de tener cuidado, pero debes decirme si te lastimo ¿de acuerdo?— sentí cómo comenzó a moverse porque el dolor aumento provocando que los gritos escaparan de mi— ¿te lastime? Lo siento, lo intentaré otra vez— trate de ser fuerte y no gritar más, no para asustarlo— ¡Dios mío! estás sangrando— sentía lejano el pánico en su voz— No, no, no Bella quédate conmigo, no te duermas, por favor— su voz se iba desvaneciendo cada vez más, al igual que el mundo a mi alrededor— por favor… quédate.. conmigo… no Bella


Gracias a todes por el apoyo, en especial a Valeria Sinai Cullen ( que siempre me deja un comentario, los adoro, muchas gracias por el apoyo). Espero que les guste el capitulo de hoy, trate de hacerlo un poco mas extenso que los anteriores.

**Se que últimamente F.F no ha notificado sobre las actualizaciones de mi historia, por lo que les recuerdo que en el grupo de Facebook Elite fanficton, Universidad fanfiction y en mi perfil personal (Maryorie Ruiz) subo un pequeño adelanto y les informo cuando subo un nuevo capitulo.**

Nos leemos pronto :)