Capítulo 20

Bella 27 años

Me había enfrentado a hombres furiosos y heridos en el pasado, habían dicho cosas hirientes, me habían dado un par de golpes bajos, creía que era inmune a ese tipo de palabras, pero Harry simplemente me destrozo, sabía que lo merecía, merecía cada una de sus palabras, pero aun así dolían más de lo que mis palabras podrían describir, el hombre que amaba había decidido arrancar mi corazón de tajo y no podía culparlo, por que yo había destruido su vida.

Había decidido que acabar con mi vida era lo mejor para todos, lo sabía, sabía que era una carga para todos, especialmente para él y para mi hija, pero escucharlo de él, escuchar sus crueles palabras que destilaban veneno en cada sílaba, era otro nivel de tortura que jamás experimente.

No puedes dejar a mi hija con el— Edward estaba colérico junto a mi— es un maldito— genial significaba que me habían sedado— no puedo creer que dejes que te trate así, que te hable de esa manera— al final, creo que no extrañaría esto— la Bella que yo conocí era una guerrera, una sobreviviente que no se dejaba de nadie….— siempre pensé que cuando volviera a ver a Edward las cosas se arreglaran, que los problemas dejarían de existir y que por fin seríamos felices, pero me había equivocado, incluso el Edward de mi inconsciente se negaba a hacer lo que le pedía.

—La Bella que tu conociste murió junto a ti en esa carretera hace 6 años— mis crueles palabras interrumpieron su reclamo— ahora lárgate tengo mucho en que pensar— mi cabeza comenzaba a palpitar, odiaba esto, mi mente era muy pequeña para los dos.

¿Pensar en que?¿ en él?—asentí tratando de ignorarlo—por favor el es un don nadie, un idiota que arruinara la vida de mi hija.

—El es el idiota que la ha estado cuidando por los últimos 4 años— lo defendí— y ha hecho un increíble trabajo como papá — ese era un golpe muy bajo de mi parte lo sabia, pero necesitaba que me dejara en paz por un momento, necesitaba estar sola con mi dolor.

Emmett— dijo de pronto

—¿Que?— me confundía demasiado.

Quiero que mi hermano crie a mi hija— dijo firme— confío plenamente en él, es una gran persona además de que tiene los recursos suficientes para hacerlo

—De ninguna manera, no le quitaré a Remy, Harry la ama cómo si fuera su hija, la ama más que ha nadie en el mundo— más que a mi— el siempre hará lo que sea necesario para protegerla, si alguien más tiene que criar a mi hija, va a ser el, su padre.

Lo necesario— dijo con veneno— ¿Cómo matar a su madre y convertirla en huérfana?— su lengua era tan venenosa cómo recordaba—alejándola por completo de su familia, haciendo que olvide sus raices, a sus verdaderos padres, a mi— con que eso era

—Si es lo correcto, si y yo lo apoyo. A ti no te importa el bien de nuestra hija, simplemente no quieres que te olvide— le reclame— eres un puto egoísta Edward ¿acaso no has entendido?, esto no se trata de nosotros, se trata de ella, de su bienestar, de su estabilidad y de su vida. Harry si lo entiende— susurre la ultima parte

Bien si mi hija no me necesita, entonces tu tampoco me necesitas— dijo antes de irse, suspire aliviada, por fin un poco de tranquilidad y espacio.

Bella 20 años

—Es colitis nerviosa— dijo el doctor— Se ha asociado al estrés, estados de angustia o depresivos; con infecciones gastrointestinales previas y con la ingesta de alimentos a los que se es intolerante, como la leche, algunos cereales y exceso de fibra—explico tranquilamente— eliminaremos la leche, el huevo, el café e irritantes de su dieta por 1 semana y tendrá que tomar este medicamento por 12 días

—Gracias— dije apenada, me había asustado por nada, aunque agradecía enormemente que no estuviera embarazada. No sabia si alguna vez esa herida iba a sanar, quizás mi destino no era ser madre.

En cuanto salimos del doctor sabía que la tarde se había jodido, Edward no decía ni una sola palabra y yo tampoco tenia mucho que decir.

—Hablaré con Charlie, cuando volvamos— le informé

—No es necesario, es mi problema— dijo taciturno— yo lo solucionaré

—No, no es tu problema, es el mío, el es mi padre, ¿recuerdas?

—Cómo olvidarlo— dijo rodando los ojos— la hija del jefe de policía— dijo burlón

Decidí ignorarlo por el resto de la tarde, tome un baño y después baje al bar del hotel, donde fracasé en mi misión de conseguir una copa de vino, jamás había sido fanática del alcohol, pero en estos momentos realmente lo necesitaba, sentía como si mis nervios fueran a explotar en cualquier momento.

Salí del hotel y camine tratando de encontrar una licorería, por suerte encontré una a 3 cuadras, entre esperando que el tipo del mostrador me la vendieran sin problemas, pero fracase cuando me pidió mi identificación, trate de hacerme la tonta diciendo que la había olvidado y asegurándole que era mayor de edad, pero no me creyó.

Salí furiosa y encendí un cigarrillo, era lo único que tenía para calmarme, ¿en que momento todo se había vuelto tan complicado? recordé la primera vez que vi a Edward, creía que mi vida era complicada en ese entonces, aunque ahora parecía cómo si eso hubiera sido hace millones de años, ya no era la misma niña de 18 años que huía de casa y se refugiaba en la biblioteca para evitar a su familia y su única responsabilidad era tener buenas calificaciones, enorgullecer a su padre, eso se había terminado. Seguía siendo una niña en el fondo, buscando alguien que la proteja y la ame, con la diferencia de que ahora jugaba a ser una mujer adulta de 20 años, pero en el juego había perdido a su bebe y a cada paso estaba más cerca de perder a su esposo, la única persona que alguna vez había amado.

En el fondo, debo haber sabido siempre, qué terminaría jodiendo las cosas era inevitable.

—¿Bella?¿Qué haces aquí?— alcé la vista ante esa voz tan conocida, ya no sonaba enojada, sino preocupada.

—Quería despejarme— dije simplemente, estaba frustrada.

—¿Con alcohol?— pregunto viendo la licorería

—¿Tu que haces aquí?— contraataque, debía lucir patética

—Cuando llegue a la habitación ya no estabas— metió sus manos en sus bolsillos— ¿Que quieres tomar?— preguntó tímidamente, a él no le gustaba la idea de que yo tomara, era raro que estuviera dispuesto a comprarme alcohol

—¿Lo dices enserio?

—Yo también necesito relajarme

—Compra un buen tequila— dije sacando mi cartera

—Corre por mi cuenta— entró a la licorería sin aceptar mi dinero, 5 minutos después salió triunfante con la botella— vamos al hotel— tomó mi mano y caminamos charlando tranquilamente.

—No me gusta pelear contigo— dije en cuanto llegamos a la habitación— lo siento mucho, por todo, por Charlie, Jacob y sobre todo por mentirte

—Yo también lo siento, ¿solo quería protegerte sabes?, eres mi tesoro más preciado y haria hasta lo imposible para mantenerte a salvo, lejos del dolor.

—Lo sé y te amo por eso, pero no quiero que lo hagas sí eso implica mentirme, y yo prometo no volver a ocultarte nada— Sonrió y abrió la botella, me dio un vaso y un limón que había pedido en recepción.

—Lo prometo— dijo brindando

...

Estaba segura que para este punto ambos estábamos ebrios, pero no podía dejar de reírme de sus historias.

—Amo el sonido de tu risa— me dijo cuando terminó de contarme cómo él y Emmett habían espantado al primer novio de Alice

—Mentiroso— lo acuse— es horrible, suena cómo un rechinido de alguna puerta vieja— dije imitando el sonido, se rio de mi chiste, pero continuo.

—Amo cada parte de ti que tu odias— me informo— amo tus risa, tus dientes torcidos son mis favoritos, adoro besar las pequeñas cicatrices que adornan tu piel, eres indecisa y eso es divertido, eres complicada y me encanta por que de verdad tengo que esforzarme por ti.

—No odio esas partes, simplemente no son mis favoritas— aclare— ¿por que te gustan?

—Por que a diferencia de ti yo te veo con claridad y esos "defectos"— dijo haciendo las comillas en el aire— son virtudes que me encantan por que son parte de ti y yo te amo de en todas las formas posibles — gracias a las desgracias y la oscuridad que nos había cubierto en el último año, había olvidado lo tierno y dulce que podía llegar a ser mi esposo, no pude ni quería contenerme, me lance a sus brazos y lo bese, con todo mi amor.

El me devolvió el beso tierno y tranquilo, pero yo quería más, colé mis manos por debajo de su camiseta mientras mecía mis caderas en su pierna en busca de fricción, para hacérsele saber en que estaba pensando, él entendió rápidamente y me puso a horcajadas en su regazo. Sus besos cambiaron y se intensificaron, justo como quería, sus manos viajaron a los botones de mi blusa y los desabrocho rápidamente, yo no planeaba quedarme atrás, saqué su camiseta cómo pude y comencé a acariciar su bien trabajado abdomen, sus besos bajaron a mi pechos, me beso encima de la tela de mi sostén mientras sus manos se colaban por la cinturilla de mi pantalón, amaba cuando hacía eso, me enloquecía a tal punto que me costaba respirar.

—Un… necesitamos… un condón— dije entre jadeos cuando se estaba desabrochando su pantalón, desde que había pensado que estaba embarazada había dejado de tomar los anticonceptivos pensado que quizás eso dañará al bebe, pero eso no era una invitación para un embarazo accidental.

—Está bien, mañana lo solucionaremos— dijo besándome en el punto más sensible de mi oreja, eso me hizo perder la cordura, me tire al piso jalándolo del cuello, para que quedara sobre mi.

...

A la mañana siguiente nos despertamos temprano a pesar de la resaca, teníamos una reunión importante con el agente de Edward, no podíamos cancelar. Bajamos al restaurante del hotel donde sería la reunión, estaba muy nerviosa, no me sentía cómo una verdadera escritora, me sentía cómo una niña que simplemente había tenido suerte y había escrito algo decente.

—Sin importar lo que suceda ahí, yo estoy contigo te apoyo incondicionalmente y sobre todo te amo— me dijo Edward antes de entrar al restaurante

—Te amo— le di una tímida sonrisa.

Edward nos guio a la mesa donde un sujeto grande con grandes anteojos de pasta negra nos esperaba.

—Bennett, un gusto verte de nuevo— dijo Edward saludando al sujeto

—Edward mi hombre— tomó la mano de mi esposo y la sacudió enérgicamente— ¿Cómo has estado?

—Bastante bien gracias, te presento a mi esposa Bella— me dedico una sonrisa de ánimo

—Mucho gusto señor Bennett— dije extendiendo mi mano tímidamente

—Señora Cullen un gusto, solo Bennett, por favor— sonreí, nadie jamás me había llamado señora Cullen, sonaba bien, aunque muy formal.

—Bien Bennett, yo soy solo Bella— lo corregí, pues aunque me gustaba, me sentía muy mayor

—Me encanta el concepto de tu libro— dijo yendo al grano— es magnífico, algo que no se encuentra a menudo estos días

—Gracias— dije apenada, nunca pensé que mi loca imaginación me fuera a llevar a algún lugar

—Espero que nos tengas una buena propuesta— dijo Edward yendo a los negocios

—Claro que sí, pero primero un par de preguntas básicas ¿has publicado este material en algún sitio de internet, como un blog?

—No, no lo había pensado

—Perfecto ¿hay algún coescritor?¿Alguien te ayudó a escribir tu libro?—negué con la cabeza— es importante saber si lo hay desde un principio, así nos ahorraremos algunas cuestiones legales, ¿te inspiraste en alguna obra ya publicada?

—No realmente, creo que simplemente estaba jugando con ya sabes mi imaginación

—Maravilloso, entiendo que el libro ya está escrito

—Así es

—¿Quieres que esto sea cosa de 1 solo libro o te gustaría que se extendiera, una trilogía o quizás una saga?— le sonreí a Edward, él me había preparado tan bien

—Lo he pensado y me gustaría escribir por lo menos 2 libros, pero tendría que hacer una modificaciones al libro.

—Claro, entonces Bella, eso quiere decir que le estás confiando tu obra maestra a Chicago independice Publisher

—Creo que si

—Perfecto, le enviare a tu abogado todas las cuestiones legales y nos volveremos a reunir cuando hayas hecho las modificaciones pertinentes, ahora ¿que quieren desayunar?

—¿Mi abogado?— mierda, yo no tenía abogado

—Emmett se hará cargo— me guiño el ojo Edward

—Claro, comamos— dije ahora con más seguridad.


Gracias a todes por su apoyo y perdón por no haber publicado la semana pasada, las cosas se complicaron un poco.

Quiero agradecer especialmente por sus comentarios a:

Adriana Molina (Las decisiones difíciles, van mas allá del blanco y negro, de lo malo y lo bueno, tienen muchos matices),

Valeria Sinai Cullen (Exacto, cuando alguien esta enfermo o en una situación difícil, las personas a su alrededor sufren del mismo modo)

Lou 279, Anon 1901,

Patito Feo (Aquí lo tienes perdón por la tardanza)

Alabandia (Tienes razón y por más triste que sea aceptarlo, Harry es el único padre que Renesme ha conocido de verdad y nadie debería alejarla de el)

Nos leemos pronto :)